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Para poner en contexto y dar inicio a la lectura…

Les recomiendo enfáticamente que para dar inicio a la lectura de Freud busquen
y lean algunos datos biográficos sobre su vida y sitúen su obra en su correspondiente
contexto histórico.
Los datos biográficos no son una mera curiosidad, sino que permiten ir hilando
ciertas preocupaciones y problemas que dominan o gravitan en torno a la producción
teórica y clínica de Sigmund Freud. A su vez, delinear el contexto histórico nos pone en
la pista de cuestiones y problemáticas que atañen al campo de la medicina y la clínica
de las neurosis hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX.

Les dejo aquí algunos pasajes centrales de la biografía y algunos datos sobre la
época para que acompañen “la entrada” a la lectura de los textos de esta primera unidad
que comenzamos. Ustedes pueden investigar para ahondar estas cuestiones.

Freud nace en mayo de 1856 en la antigua Moravia, perteneciente al viejo


Imperio Austrohúngaro, hoy República Checa. Sus textos originalmente están escritos
en lengua alemana.
Pertenece a una familia judía, no muy acomodada, que se dedica al comercio. Es
el hijo mayor en segundas nupcias de su padre, que es mucho mayor que su madre.
Tiene hermanos mayores, hijos de padre, de casi la misma edad que su madre. El origen
judío de Freud resulta importante ya que si bien no era un hombre religioso ni creyente
vive tiempos de notable antisemitismo, que lo llevan incluso, ya anciano a abandonar
Austria escapando de los Nazis.
Las dificultades económicas son también un signo de sus primeros años. Se muda
a Viena (1859), estudia medicina, se orienta a la neurología e intenta inicialmente una
carrera en la investigación que se ve frustrada y complicada por las dificultades de
ascenso en ese campo para un judío. Sin embargo, logra trabajar con afamados
investigadores médicos. Para situarnos temporalmente, en esa época aún se investigaba
la estructura de la neurona y del sistema nervioso, ambas descubiertas hacia esos años.
Hacia la década del 80 del 1800, Freud comienza a dedicarse a la práctica clínica
de la medicina, impulsado entre otras cosas por sus dificultades económicas, y traba
amistad con Joseph Breuer, quien tendrá una gran importancia en las primeras
teorizaciones de Freud. Breuer era un médico clínico reconocido, respetado, mayor que
Freud que lo acompaña en sus primeros tiempos y con quien comparte durante algún
tiempo el interés y el estudio sobre la histeria.
Entre 1880 y 1882 Breuer trata a una paciente histérica, a quién conocemos hoy
como Anna O. Breuer comparte con Freud las inquietudes y dificultades que ese
tratamiento le suscitó. A partir de ese relato, ambos médicos dan inicio a una serie de
teorizaciones e ideas sobre las neurosis y sobre la histeria en particular. Esa sociedad
intelectual y personal se disolverá con el tiempo, y Freud se distanciará de las ideas de
Breuer.
En 1885 se produce otro hito fundamental en la formación de Freud: accede a
una beca para estudiar en París con Martin Charcot.
Charcot era un reconocido neurólogo, director del servicio de neurología de la
Salpetriere, afamado hospital parisino, en el que se dedicaba a estudiar la histeria.
Históricamente, la histeria, era considerada un mal de las mujeres, que eran
tildadas de fabuladoras y también de posesas. En la antigüedad se asociaban los
síntomas histéricos a la errancia del útero(hyaterá) por el cuerpo. En la modernidad, aún
se sostenía la creencia en la exclusividad femenina de la histeria, y se solía abonar la
hipótesis de la fabulación, ya que los síntomas somáticos que el cuadro presentaba (a
menudo caracterizados como parálisis, contracturas, parestesias, sensaciones
alusinatorias, entre otros) no se correspondían con las vías anatómicas ya conocidas
para la medicina.
Charcot cuestionaba esas ideas y afirmaba que la histeria, tanto femenina como
masculina, se debía a la eficacia de un trauma, que llamará mecánico, es decir ocurrido
como un golpe, accidente sorpresivo de existencia efectiva y no psicológica. Charcot
además utilizará la hipnosis tanto para la terapéutica como para la investigación de los
síntomas histéricos.
La estadía con Charcot permite a Freud acercarse al estudio sobre la histeria de
una manera novedosa, y lo lleva resignificar el relato de Breuer sobre su experiencia con
Anna O.
Charcot abandona la aspiración anatomopatológica en favor de una concepción
más funcional. No abandona el campo de la neurología, no hace una psicología, PERO…
· de la clínica sacaba conclusiones neurológicas y no al revés (esto será destacado
por Freud)
· afirma la irregularidad de las lesiones histéricas, no respetaban la anatomía.
· confronta a Freud con la posibilidad de una “idea separada de la conciencia” –
que también compartían otros autores de la época (escuela de Nancy, Janet)
· lo introduce en la idea de un trauma tras los síntomas histéricos (trauma para
Charcot no psíquico)
· lo acerca a la hipnosis para investigar la escisión de la conciencia y como método
para la “ampliación de la conciencia”

La histeria, hacia fines del siglo XIX se presenta entonces para Freud, y para la época
en general, como un campo desafiante, y hacia allí dirige Freud sus primeros esfuerzos.

ESTOS SON ALGUNOS BREVES APUNTES (QUE POR SUPUESTO PUEDEN AMPLIAR
CON SUS LECTURAS) DE INTRODUCCIÓN A LA LECTURA DEL PRIMER TEXTO QUE TIENEN
INDICADO EN LA BIBLIOGRAFÍA, “LAS NEUROPSICOSIS DE DEFENSA” (1894). RECUERDEN
ORIENTARSE CON LA GUÍA DE LECTURA, QUE SERÁ LA HERRAMIENTA CENTRAL EN ESTA
CURSADA VIRTUAL Y CON EL AUDIO QUE ENCONTRARÁN A CONTINUACIÓN.

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