UN MONOLOGO DE LA VIDA SALUDABLE

Yo soy un ambulante, mejor dicho, un vendedor ambulante, tengo 60 años de edad, pero 19 de
estos años los he invertido en la labor de vendedor ambulante, aunque realmente me pareció algo
muy aburrido en un principio, además que solo vendía estas galletas y gaseosas para generar
ganancias, me di cuenta que yo promovía una mala alimentación en los jóvenes, ¡Yo!, un pobre
ambulante de que vendía galletas con solo 40 años, que con lo que vendía apenas me alcanzaba
para comer.

Pues si después de darme cuenta, ponerme a investigar, ver estadísticas, etc. Descubrí que la mala
alimentación no solo es mi culpa sino también de las demás personas que producen estas comidas
chatarras, el estado que no realiza un cambio con esto y más aún la gente que no tiene la iniciativa
de cambiar su manera de alimentarse.

Entonces reflexione, empezó a vender frutas, verduras y alimentos ricos en proteínas y grasas,
pero esto no me duro ni 5 meses pues el lugar donde vendía mis productos no era muy
concurrido, además que la inversión era alta, mis productos se empezaron a descomponer y oler
fatal, con lo cual tuve que volver a vender los mismos productos como galletas, gaseosas, dulces,
pero ahora con mayor variedad pues así atraía más clientes.

Jajjaja, termine siendo lo mismo de antes, pero aprendí que todo ocurre por algo y me di cuenta
que la mayoría de personas que compran carnes o frutas o verduras, son las mamás o papás que
vienen siendo los que se encargan de las compras mensuales para la casa, pero a pesar de esto yo
ganaba más dinero que una persona de un mercado y sin estar teniendo que cortar un pollo
ensuciándome las manos con sangre o teniendo que cargar pesados sacos de manzanas o
plátanos, esto me genero muchas ganancias mejore mi calidad de vida, con el tiempo me di cuenta
que los jóvenes y niños les gustan mucho las masas y azucares, además que no tienen una buena
educación, prefieren la comida rápida y lo fácil. Por eso debemos comer sano pues la manera de
vivir bien es comer bien.