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Las escuelas destacables son aquellas en las que, a pesar de los bajos niveles
educacionales de los padres, los alumnos obtuvieron resultados en matemáticas muy
por encima de lo esperado. El valor de esta investigación radica en reconocer la
peculiaridad en el quehacer de cada una de estas escuelas, al tiempo que aporta
elementos críticos sobre la capacidad de las escuelas para constituirse como
verdaderos ambientes de aprendizaje. Asimismo, a través de los conocimientos que
esta investigación genera en los tópicos de gestión escolar y práctica pedagógica en el
aula, ofrece información sumamente valiosa para gestores educacionales,
principalmente directores, con la finalidad de formular políticas o estrategias que
fomenten el mejoramiento de los rendimientos escolares al interior de los planteles
educativos.
Principales hallazgos
Los principales hallazgos se dividieron en tres grandes apartados. Primero, todos los
factores característicos de la gestión al nivel de la escuela, donde se tomaron en
cuenta los procesos relacionados con la construcción del ambiente de aprendizaje, el
ámbito organizacional de la escuela con sus actores, la administración y distribución de
recursos materiales, humanos y financieros, entre otros. Segundo, se dio énfasis a la
práctica pedagógica en el aula, así como a la administración de los recursos, el
currículo y el tiempo asignado, principios de acción y estrategias desarrolladas por los
docentes, etc. Tercero, surgieron otros aspectos relevantes, como variables
determinantes en la generación de escuelas destacables, tales como el clima escolar,
las interrelaciones escuela familia y escuela comunidad y la relación con el nivel
central.
Uno de los hallazgos más sobresalientes en la investigación fue el identificar que las
estrategias y principios de acción sostenidos por los docentes de las escuelas con
resultados destacables se basan principalmente en la innovación, la planeación y la
flexibilidad en los métodos pedagógicos utilizados. No obstante, dichos factores se
utilizan en función de las demandas, particularidades y retos de cada escuela. Es la
realidad de cada escuela en particular la que adquiere centralidad en el desarrollo de
perspectivas pedagógicas de significativa utilidad.
Esto es consecuencia del alto grado de compromiso del docente con su quehacer
diario. Dado que el docente se siente gratificado con su trabajo, puede superar muchos
sacrificios y carencias que encuentra en su accionar profesional. Esto se opone a la
visión tradicional de docentes que consideran su trabajo como meramente un medio
para sobrevivir.
En estos centros, además, la alta valoración de los alumnos y los padres de familia en
relación con la labor que realiza el maestro, origina un contacto cercano y afectivo del
docente con sus alumnos y con su labor pedagógica en general. En algunos casos se
reporta, inclusive, que los padres de familia atribuyen los buenos resultados de los
alumnos exclusivamente a la labor realizada por los docentes. La alta vocación entre
los docentes origina un alto compromiso para con los alumnos, cuánto y cómo
aprenden. En realidad, el docente busca ir más allá de la obtención de buenos
resultados. Busca afectar positiva e integralmente a los niños. Según los datos
aportados por las diversas entrevistas realizadas en la investigación, se identificó que
los docentes dan una importancia significativa al diagnóstico de cada uno de sus
estudiantes.
Por un lado, esto les permite tomar en consideración las diferencias individuales de sus
estudiantes y adecuar el programa de acuerdo con sus necesidades, particularmente
de aquellos que tienen dificultades de aprendizaje. Por el otro, les permite hacer un
pronóstico del avance potencial que tendrá su grupo. Pero a pesar de reconocer las
diferencias particulares de cada estudiante, en muchas de estas experiencias
predomina un accionar pedagógico que trata de no jerarquizar, diferenciar o clasificar a
los alumnos, pues lo considera en perjuicio de su desempeño.
El primer gran hallazgo del estudio es la heterogeneidad de las escuelas con resultados
destacables. En general, en el análisis resalta claramente que no hay un patrón común
en términos.
Así como hay escuelas de grandes ciudades y urbanas, también existen escuelas
rurales, privadas y estatales, laicas y religiosas. Escuelas que atienden a más de mil
alumnos, otras hasta 40 alumnos, de 16 a 44 grupos, de 20 a 50 alumnos por grupo.
Escuelas que sólo imparten educación básica, o que también imparten educación
secundaria. Más que por las condiciones de espacio o materiales, los resultados de la
investigación resaltan reiteradamente la importancia de un clima escolar positivo y
armónico en las relaciones entre sus actores que va dejando atrás la tradicional
relación de autoridad. Un clima que se caracteriza, sobre todo, por la afectividad entre
alumnos y docentes, aunque enmarcado en un conjunto general de normas y reglas
dentro del ambiente educativo.
Pero tal ambiente armónico no sería integral si faltase la participación de los padres de
familia y de la comunidad en general. Tanto los padres como los docentes
entrevistados concluyen que deben establecerse vínculos poderosos entre escuela y
familia (y consecuentemente entre escuela y comunidad), si se desea alcanzar buenos
o mejores resultados escolares.
Para concluir, la investigación resalta que, a causa de los esquemas y ámbitos
organizacionales característicos de estas escuelas, éstas tienden a gozar de un alto
nivel de autonomía y a funcionar descentralizadamente. Pareciera que estas escuelas
fundamentan gran parte de su éxito o en un funcionamiento muy autónomo o porque
aprovechan los impulsos generados en el nivel central para encaminarse a modelos de
gestión y pedagógicos cada vez más descentralizados.