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UNIDAD III

ORDENAMIENTO JURÍDICO

ORDENAMIENTO JURÍDICO
Orden jurídico es el conjunto de relaciones de vida reguladas por el derecho, que
se dan en una sociedad o grupo social, en un momento determinado. Es una realidad
social.
Ordenamiento jurídico es el conjunto unitario y coherente de normas que rigen en un
cierto momento dentro de un ámbito espacial determinado. Es una realidad normativa.
Sistema jurídico es una expresión que se reserva para aludir al conjunto ordenado
de conocimientos que acerca del derecho nos provee la ciencia jurídica a través de
las llamadas reglas de derecho o proposiciones acerca de las normas jurídicas. Se
trata, por lo mismo, de una realidad cognoscitiva.

Artículo 19. La Constitución asegura a todas las personas:


1º El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona. La ley
protege la vida del que está por nacer. La pena de muerte sólo podrá establecerse
por delito contemplado en ley aprobada con quórum calificado.

ORDENAMIENTO JURÍDICO
La idea de que las normas forman un ordenamiento supone que las primeras no
permanecen "inconexas" o en una situación de mera "yuxtaposición", sino que se
hallan vinculadas unas a otras.

SITUACIONES PROBLEMÁTICAS PARA ESTE VÍNCULO.


las normas jurídicas son innumerables, lo cual quiere decir que, en relación a
cualquier derecho históricamente dado, por ejemplo, el derecho chileno actualmente
vigente, no se encuentra determinado, ni es tampoco determinable, el número o
cantidad exacta de normas que lo componen.
las normas jurídicas se producen por medio de distintos métodos —las llamadas
"fuentes formales del derecho"—, y, por lo tanto, las normas no se encuentran en un
solo continente normativo, sino que se reparten, por así decirlo, en varios de
estos continentes.

Por otra parte, algunos de tales métodos de producción de las normas son
heterónomos, como es el caso de la legislación y de la jurisprudencia de los
tribunales, mientras que otros muestran una importante dimensión de autonomía, como
es el caso de la costumbre jurídica y de los actos jurídicos.

CARACTERÍSTICAS DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO.


a) La Unidad: El sistema jurídico constituye un todo único. La unidad se la da la
existencia de una norma básica o norma fundamental, a partir de la cual se
estructura todo el sistema. A su vez, el que todo el sistema se funde en una misma
y única norma básica que se presume válida, le da validez a todas las demás normas
creadas a partir de ella.

CARACTERÍSTICAS DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO.


b) La Plenitud: Significa que todas las situaciones que pueden presentarse
encuentran una solución o respuesta en él. Así, ningún hecho que requiera de
solución jurídica se va a encontrar con que no tiene norma que resuelva el caso,
porque en el ordenamiento jurídico no hay lagunas o vacíos.

CARACTERÍSTICAS DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO.


c) La Coherencia: Ello significa que en el sistema jurídico no pueden existir
contradicciones entre las normas que lo integran y de surgir tales contradicciones,
el mismo ordenamiento posee los medios para resolver dichos conflictos. En otros
términos, el propio sistema hace desaparecer las incoherencias o contradicciones,
aparentes o reales, que puedan darse en su interior.

d) La Jerarquía: el orden jurídico posee también una estructura jerárquica y sus


normas se distribuyen en diversos estratos superpuestos. Así, los ordenamientos
jurídicos se suelen describir con la figura de una pirámide de base invertida.

ESTRUCTURA ESCALONADA DEL O.J.


El derecho es un sistema normativo dinámico, como señala Kelsen, y, en tal sentido,
la validez de cada norma depende de la circunstancia de haber sido producida de
acuerdo con la respectiva norma superior del mismo ordenamiento. Así las cosas, el
fundamento de validez de una norma jurídica no depende de un juicio de valor ni de
un juicio de hecho, sino que depende de otra norma. ¿De cuál norma? De la norma
superior del mismo ordenamiento que regula su creación.

NORMAS FUNDANTE Y NORMAS FUNDADAS


En consecuencia, el ordenamiento jurídico se nos presenta como una estructura de
normas superiores o fundantes y de normas inferiores o fundadas. Norma superior o
fundante es aquella que regula la creación de una norma inferior o fundada.
La norma fundante, establece respecto de esta última un triple registro de datos,
primero, el órgano, autoridad o sujeto facultado para producir la norma inferior de
que se trate; segundo, el método o procedimiento que dicho órgano, autoridad o
persona deberá seguir para la producción de la norma inferior; y tercero, los
límites que el mismo órgano, autoridad o persona deberá respetar.

El derecho regula su propia creación, y que, a la vez, toda creación de derecho


importa aplicación de derecho.
Sólo hace excepción a ella la creación de la primera constitución histórica de un
ordenamiento jurídico, como también la creación de una nueva primera constitución
histórica, puesto que en ambos casos lo que hay es sólo creación, no aplicación de
derecho.

LAS NOCIONES DE JUSTICIA, VALIDEZ Y EFICACIA


Un orden jurídico es válido cuando sus normas son creadas conforme a la primera
Constitución, cuyo carácter normativo está fundado sobre la norma fundamental.

Sin duda existe también un principio denominado legalidad o de legitimidad, en


virtud del cual las normas jurídicas sólo son válidas si han sido creadas conforme
a la Constitución y no han sido ulteriormente abrogadas según un procedimiento
conforme a la Constitución. Pero este principio de legalidad es restringido por el
de la efectividad del orden jurídico considerado en su conjunto.

VALIDEZ Y EFICACIA
"Si en lugar de realidad o de efectividad hablamos de fuerza, la relación entre la
validez y la eficacia de un orden jurídico no es otra cosa que la relación entre el
derecho y la fuerza. De esta manera, nos hemos limitado a formular en términos
científicamente exactos la vieja verdad de que el derecho no puede subsistir sin la
fuerza, sin que sea, empero, idéntico a ella. Consideramos al derecho como un modo
de organizar la fuerza"

LA EFICACIA DE LAS NORMAS JURÍDICAS.


La eficacia designa la correspondencia general entre las conductas que una norma
jurídica exige como debidas a los sujetos imperados y a los órganos
jurisdiccionales y los comportamientos habitualmente emitidos por unos y otros en
el curso de la vida social.
En consecuencia, puede decirse que una norma jurídica es eficaz, o que un conjunto
de ellas lo son, o que lo es todo un ordenamiento jurídico globalmente considerado,
cuando dicha norma, normas u ordenamiento son generalmente obedecidos y aplicados,
con independencia de la motivación.
EFICACIA Y EFECTIVIDAD
La eficacia de las normas jurídicas debe ser distinguida de la efectividad de
éstas. La efectividad de una norma jurídica consiste en la obtención de los fines
que ella persiga y no en el simple obedecimiento y aplicación regulares que la
norma encuentre de parte de sujetos normativos y órganos jurisdiccionales.

La sociología del derecho "reconoce que las normas jurídicas y las instituciones
poseen un determinado coeficiente de eficacia o ineficacia que debe ser tenido en
cuenta. Dicho de otra manera: ella considera que la totalidad de lo jurídico no
está encerrada en las normas e instituciones".

La relación de eficacia es doble: está por una parte la eficacia de la norma en


cuanto a su cumplimiento por el súbdito (eficacia principal), y la eficacia en
cuanto a su cumplimiento por el órgano público que sanciona el incumplimiento en
que aquél incurre (eficacia consecuencial).
La eficacia consecuencial de una norma jurídica no está dada por la sola
declaración habitual de sus consecuencias por parte de los tribunales, sino,
además, por la efectiva ejecución de tales consecuencias por parte de los
funcionarios correspondientes.

Esto es importante, porque la pérdida de eficacia consecuencial de una norma no


siempre obedecerá a que los órganos jurisdiccionales dejaron de aplicarla, sino que
podrá ser el resultado de la inactividad procesal de la autoridad pública o del
ofendido que tienen el deber o la posibilidad de requerir la intervención de los
tribunales en presencia de las infracciones a las normas jurídicas.

RELACIÓN ENTRE VALIDEZ Y EFICACIA


Una norma jurídica no precisa ser eficaz para empezar a ser válida, aunque sí
requiere de la eficacia para continuar siendo válida. En otras palabras, sólo si la
eficacia se añade a la validez de la norma ésta continúa siendo válida, mientras
que, en el caso contrario, esto es, cuando la eficacia no se añade a la validez, o
bien cuando la norma pierde la eficacia que tuvo en algún momento, la norma en
cuestión pierde también su validez.

Kelsen se vale de la siguiente analogía: "Un hombre, para vivir, tiene que haber
nacido; pero para permanecer en vida, deben satisfacerse otras condiciones, como,
por ejemplo, debe recibir alimentos. Si esa condición no es cumplida, perderá su
vida. Pero la vida no se identifica ni con el nacer ni con el alimentarse".

EFICACIA Y NORMA BÁSICA


A diferencia de lo que ocurre con las restantes normas del ordenamiento, la primera
Constitución no tiene la alternativa de resultar eficaz o no eficaz. Simplemente,
si no es eficaz desde el comienzo no puede presuponerse su validez. En
consecuencia, de una primera Constitución que no sea eficaz, no podría decirse que
ella perdió su validez, sino que no llegó siquiera a ser válida.

LA COHERENCIA DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO Y LOS CRITERIOS PARA RESOLVER ANTINOMIAS


a) Las contradicciones entre normas jurídicas.
La primera condición, pues, para que haya inconsistencia normativa, es que dos o
más normas se refieran al mismo caso, que tengan el mismo ámbito de aplicabilidad.
La segunda condición, es que los normas imputen a ese caso soluciones lógicamente
incompatibles.

TIPOS DE CONTRADICCIONES
La inconsistencia total-total, que se da cuando los ámbitos de referencia de ambas
normas se superponen totalmente: tales descripciones se podrían diagramar como dos
círculos absolutamente superpuestos. Un ejemplo estaría constituido por dos normas,
una de las cuales estipulara, por ejemplo, que la importación de tractores debe
pagar un recargo aduanero y otra que estableciera que los tractores importados
están exentos de recargos aduaneros.

La inconsistencia total-parcial se configura cuando el ámbito de referencia de una


norma está incluido totalmente en el de otra, pero esta última comprende, además,
casos adicionales. En este caso pueden diagramarse las referencias de ambas
descripciones como dos círculos concéntricos, uno de los cuales se hallara dentro
del otro. Por ejemplo: una norma establece que la importación de vehículos sufrirá
recargos aduaneros y otra exime de tales recargos a los tractores.

Por último, la inconsistencia parcial-parcial se da cuando las descripciones de dos


normas con soluciones incompatibles se superponen parcialmente, pero ambas tienen
además ámbitos de referencia autónomos. Un ejemplo en la línea de los anteriores
podría estar configurado por dos normas, una de las cuales estableciera que los
vehículos que se importan están sujetos a recargos aduaneros, y la otra estipulara
que los instrumentos para la producción agrícola están exentos de ellos; los
tractores están en el campo de conflicto de ambas normas, los autos sólo están
comprendidos en la primera y los arados sólo se rigen por la segunda.

FORMAS DE SOLUCIÓN
A) El principio lex superior indica que entre dos normas contradictorias de diversa
jerarquía debe prevalecer la de nivel superior (por ejemplo, una norma
constitucional tiene prioridad sobre una ley).
B) Lex posterior estipula que la norma posterior prevalece sobre la promulgada con
anterioridad.
C) El principio lex specialis prescribe que se dé preferencia a la norma específica
que está en conflicto con una cuyo campo de referencia sea más general.

El art. 156 del Cód. Penal (Español) reprime a quien, teniendo noticia, por su
oficio, empleo o profesión, etc., de un secreto cuya divulgación pueda causar daño,
lo revelare sin justa causa; es decir que impone la obligación de guardar secreto
profesional. El art. 277 reprime a quien dejare de comunicar a la autoridad las
noticias que tuviera acerca de la comisión de un delito cuando estuviere obligado a
hacerlo por su profesión o empleo. A su vez, el art. 165 del Cód. de Procedimiento
en lo Criminal obliga a los médicos a denunciar en veinticuatro horas los atentados
personales a raíz de los cuales hayan prestado los socorros de su profesión.

Supongamos el caso de un médico a quien viene a pedir asistencia una persona que ha
sido herida en un asalto en el cual participó. De acuerdo con el art. 156 del Cód.
Penal, el médico tiene la obligación de no denunciar el hecho; en cambio, teniendo
en cuenta el art. 277 del Cód. Penal y el art. 165 del Cód. de Procedimiento en lo
Criminal, el profesional tiene el deber de denunciarlo. Se trata de una situación
de encerrona en la cual, en principio, cualquier actitud que adopte el médico será
punible.

Las contradicciones normativas deben distinguirse de otras situaciones que


podríamos denominar contradicciones axiológicas y que frecuentemente confunden los
juristas con las primeras. Hay una contradicción axiológica cuando la solución que
el sistema jurídico atribuye a un caso indica, según ciertas pautas valorativas,
que otro caso debería tener una solución diferente de la que el sistema prevé para
él. Así ocurriría notoriamente si, por ejemplo, un derecho estableciera una pena de
20 años para quien matara a otro y de sólo 10 años para cuando la víctima fuera el
cónyuge.

b) La redundancia normativa.
La redundancia requiere, por consiguiente, estas dos condiciones: primera, que
ambas normas tengan el mismo campo de referencia, que se refieran a los mismos
casos; segunda, que estipulen la misma solución para ellos.

EL PROBLEMA DE LA PLENITUD HERMÉTICA DEL O.J. LAS LAGUNAS DEL DERECHO


Estamos en presencia de ella, cuando el juez carezca de una norma adecuada para la
regulación del caso concreto y el hecho no pueda ser subsumido en un género
normativo específico. La integración se realiza, precisamente, con el fin de colmar
dicho vacío.
A este problema de ausencia de regulación de un caso dado la doctrina lo ha
denominado «lagunas de la ley» o «lagunas del derecho».

SOLUCIONES
La doctrina de la Escuela de la Exégesis: En esta postura, el legislador aparece
omnipotente –capaz de redactar un código perfecto, donde se hallen todas las
situaciones posibles–, y el juez se limitaría a reproducir mecánicamente lo
previsto en términos generales y abstractos.

La doctrina de Hans Kelsen:


En la Teoría Pura del Derecho, el autor distingue lagunas lógicas, lagunas técnicas
y lagunas axiológicas. Las primeras son aquellas en las que, en un caso concreto
dado, ninguna norma jurídica del sistema establece la conducta debida. Tales
lagunas no existen en virtud del llamado «Principio de Clausura», que funciona como
una regla general según la cual todo lo que no está prohibido está jurídicamente
permitido.

Las lagunas axiológicas son aquellas en las que, no obstante existir una norma
jurídica que regula el caso, el juzgador considera que la decisión lógica, que
resulta de la aplicación de dicha norma, es tan inoportuna o injusta, que se
inclina por pensar que el legislador, al hacer la previsión general, no ha
comprendido ese caso concreto, puesto que de haberlo tenido en cuenta hubiera
adoptado una decisión diferente de la que resulta de la aplicación del derecho
según la fórmula legal existente.

Las lagunas técnicas son aquellas que surgen cuando el legislador ha omitido
regular un aspecto en la ley que se estima indispensable para su aplicación
técnica. Tales situaciones no son lagunas, sino que se dan por cierta
indeterminación que resulta del hecho de ser la norma un marco de posibilidades
entre las que puede realizarse la aplicación. Por tanto, pueden ser subsanadas por
vía de interpretación.

La doctrina de Giorgio del Vecchio


El autor italiano sostiene que en el orden jurídico no hay lagunas,
sencillamente porque hay jueces. Cuando una cuestión de hecho no está prevista
legalmente, son los jueces los encargados de solucionar el vacío conforme
determinados remedios jurídicos de que siempre disponen.

Las lagunas de la ley: En la concepción de Alchourrón y Bulygin, «un cierto caso


constituye una laguna de un determinado sistema normativo, cuando ese sistema no
correlaciona el caso con alguna calificación normativa de determinada conducta».

Existe una laguna cuando un determinado caso concreto no puede subsumirse en


los géneros normativos legales del sistema.

PROCEDIMIENTOS DE INTEGRACIÓN
Admitida la presencia de lagunas en un ordenamiento jurídico, el problema principal
radica en la manera en que éstas deben ser colmadas para obtener la solución que se
dará al caso al que se atribuye el vacío normativo. Precisamente, en función de la
forma en que debe llevarse a cabo la integración, pueden distinguirse, siguiendo la
terminología de Carnelutti, dos sistemas: la heterointegración y la
autointegración.

HETEROINTEGRACIÓN
La heterointegración puede llevarse a cabo por distintas vías:
Recurriendo a ordenamientos diversos.
Recurriendo a manifestaciones normativas de la ley.
1. Mediante el recurso a la costumbre jurídica.
II. Mediante el recurso al poder creativo del juez.
III. Mediante el recurso a la opinión de los científicos del derecho

AUTOINTEGRACIÓN
La autointegración consiste en la solución de los problemas de ausencia de
regulación dentro del mismo sistema jurídico en el que se presenta la laguna:
• La analogía: Consiste en un procedimiento por el cual, cuando un caso no está
previsto en la ley, se recurre a uno similar que sí está regulado y se le aplica a
aquél la regulación prevista para éste.
• Principios generales del derecho: se trata de enunciaciones de valor genérico que
condicionan y orientan la comprensión del ordenamiento jurídico, tanto para su
aplicación e integración como para la elaboración de nuevas normas y resolver
conflictos.

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