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CAMBIOS Y PERMANENCIAS EN

EL ESPACIO URBANO DE MORELIA


CIUDADES SUSTENTABLES

Sección 2

Darina García Álvarez


Paola Andrade Aguirre
Alan Gerardo Hernández Dorantes
ÍNDICE

Introducción
Fundación de la ciudad
Arquitectura
Crecimiento de la ciudad
Desarrollo
Permanencias en el espacio urbano
Conclusión
Bibliografía
INTRODUCCIÓN

La ciudad de Morelia es uno de los destinos turísticos más bellos e importantes de México por su
invaluable patrimonio cultural e histórico. Es considerada la cuna ideológica del Movimiento de
Independencia y es sede de conocidos festivales internacionales de música y cine.El espíritu de la
Antigua Valladolid (1514) se conserva hasta nuestros días y para los vacacionistas es un deleite de
recreación y esparcimiento. Gracias a su belleza arquitectónica, el Centro Histórico de Morelia ha sido
distinguido entre las casi 200 ciudades del mundo reconocidas por la UNESCO como “Patrimonio
Cultural de la Humanidad”.
FUNDACIÓN DE LA CIUDAD

Fundada en el valle de Guayangareo, en el siglo XVI, por órdenes del virrey Antonio de Mendoza,
bajo el nombre de Mechuacan y posteriormente de Valladolid, la ciudad de Morelia fue, a inicios de
la era decimonónica, uno de los epicentros ideológicos de la lucha por la Independencia del país,
así como el lugar donde se formaron dos ilustres insurgentes: Miguel Hidalgo y José María Morelos.
En Michoacán, la orden de los franciscanos
fue la primera en establecerse y en construir
su convento. El lugar elegido fue
Tzintzuntzan, antigua capital del señorío
Tarasco, iniciando así la obra
evangelizadora en la provincia. En 1536, al
crearse el obispado de Michoacán,
Tzintzuntzan albergó las sedes del poder
eclesiástico y civil, convirtiéndose en capital
de la provincia, bajo el nombre de “Ciudad
de Mechoacán”. Sin embargo, este título no
lo conservaría por mucho tiempo ya que
hacia finales de 1539, el primer obispo de
Michoacán, Don Vasco de Quiroga realizó el
traslado de la sede a Pátzcuaro, aduciendo
la existencia de inconvenientes geográficos
que impedían el desarrollo de la ciudad.
La traza urbana que conserva se ordenó en retícula
con manzanas cuadradas que giraban en torno a una
zona medular, en la cual se establecerían la plaza
principal y, años más tarde la Catedral. Este diseño
urbanístico se basó en la arquitectura renacentista y,
en un primer momento, se le encomendó a Luis de
León Romano.
El trazo de calles
secundarias se realizó
hacia los cuatro rumbos
cardinales, siguiendo la
dirección de los ejes
principales aunque con
dimensiones y longitud
menores. Estas vialidades
dieron origen a la
formación de manzanas
tendientes al cuadrado o
al rectángulo y, aunque
no se cuenta con
información catastral de
ese periodo histórico, se
considera que el trazo
de los solares para los
nuevos pobladores tuvo
una geometría similar.
ARQUITECTURA
Por lo que respecta a la arquitectura, las primeras
construcciones difícilmente se distinguieron de las
de otros pueblos de la provincia, “simplemente el
espacio existía y había que dividirlo para agrupar
solares que alternaban con huertas en el centro o
alternadas con viviendas que tenían su fachada
principal al exterior con acceso desde la calle. De
esta manera, se iban conformando manzanas
transitables por la parte externa…” Por lo demás, el
esquema empleado siguió los lineamientos de las
fundaciones españolas, dejando al centro el
equipamiento civil y religioso, así como el área
habitacional de la población española, mientras
que la de los indios la encontramos ubicada en los
barrios periféricos.
La propiedad del suelo urbano en Valladolid
se concentró en manos de un reducido
grupo de comerciantes, hacendados,
conventos y cofradías. Las casas habitación
que rodeaban a la catedral y a su plaza
mayor fueron las más suntuosas de la ciudad,
caracterizadas con fuertes estilos barrocos
y neoclásicos labrados en excelente sillería
de cantera; sus moradores formaban parte
de la oligarquía local e hicieron de sus
residencias verdaderos símbolos de su poder
y prestigio social.
Como elemento de infraestructura aparece
el “caño de agua”, nombre empleado para
designar al acueducto del siglo XVI. Esta
obra hidráulica iniciaba su trayecto en el
oriente continuando por el centro del
asentamiento, hasta desembocar en el río
Grande. Si bien, la función de esta obra de
ingeniería era la de abastecer de agua a
los habitantes de la ciudad, los beneficios
directos estuvieron reservados a unos
pobladores. La plaza y los conjuntos
conventuales, fueron los puntos favorecidos
por el acueducto, por existir en estos puntos
elementos como fuentes o pilas a las cuales
acudía la población para proveerse del
líquido.
CRECIMIENTO DE LA CIUDAD

La presencia del clero también se observó en


la composición de la población.
Para el año de 1619, la sociedad se
encontraba dividida de la siguiente forma: 102
españoles, 200 religiosos seculares, alrededor
de 120 regulares y 250 naturales
pertenecientes a varias castas.
Hacia el final del periodo virreinal con el arribo de las ideas ilustradas, surgieron nuevas prácticas y
proyectos urbanos en Valladolid. Sin embargo, fue hasta el siglo XIX, cuando realmente se puso en
marcha un programa de reformas administrativas y urbanas que modificaron la forma urbana de la
ciudad, redefiniéndola bajo los principios de la ideología liberal impulsada por el Estado.
La Iglesia en Morelia contaba con un número importante de
inmuebles, donde se llevaban a cabo las funciones descritas. Entre
ellos se encontraba el colegio de San Nicolás, el Hospital de San
Juan de Dios, el Seminario Tridentino, entre otros.
A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX se llevaron a cabo las acciones correspondientes al
proyecto urbano liberal en las ciudades mexicanas. Los liberales influenciados por las nuevas
corrientes del pensamiento se propusieron mejorar la estructura material de las ciudades, a través de
una fuerte campaña de obra pública.
Las mejoras realizadas en Morelia consistieron en el mejoramiento del suelo a través de la colocación
de empedrado y embanquetado de vialidades, y en la reparación de cañerías. Las obras realizadas en
Morelia, se ejecutaron preferentemente en el centro, y en las vialidades de acceso al asentamiento.
Al suministro y abasto de agua, el Ayuntamiento decidió aumentar el número de fuentes públicas y de
mercedes particulares.

Fuente de la Plaza Constitución (actualmente Plaza Valladolid)


Fuente en el barrio de la Merced
Fuente del Ángel
Tres fuentes en la Plaza Armas
Pila de la mulata
Fuente en el barrio del Santo Niño
Fuente del panteón del San Juan

La construcción de fuentes públicas respondía a una carencia real en la dotación del servicio. La
infraestructura existente en la ciudad de Morelia databa de tiempos de la colonia, por lo que era
necesario ampliar su cobertura. Por ello, se propuso mejorar también las líneas de distribución del agua.
Plano de la ciudad de Morelia en 1913, con la
ubicación del equipamiento construido en el
siglo XIX.
Tomado de Carmen Alicia Dávila Murguía y
Enrique Cervantes Sánchez (coords.), Desarrollo
urbano de Valladolid-Morelia 1541-2001,
Morelia, UMSNH, 2001, pp. 90-91.
Plano de Valladolid de 1794, donde se muestra la división de la ciudad en cuarteles que ordenara el Virrey de Branciforte.Fuente: AGN
978/2019, Bandos, vol. 18 f. 140, tomado de Carmen Alicia Dávila Murguía y Enrique Cervantes Sánchez (coords.), Desarrollo urbano de
Valladolid-Morelia 1541-2001, Morelia, UMSNH, 2001, pp. 38-39.
En Morelia, una de las primeras acciones en ser
ejecutadas dentro del programa de mejoras, fue
la apertura de vialidades. Algunas de las calles de
la ciudad se encontraban interrumpidas por la
presencia de manzanas de grandes dimensiones.
En muchos de los casos, se trataba de antiguos
conjuntos conventuales situados en el centro del
asentamiento, los cuales obstruían la
comunicación entre las distintas zonas de la
ciudad.
La accesibilidad lograda
a través de la apertura de
vialidades permitió una
mayor comunicación en la
ciudad y la lotificación de
nuevas áreas.
La mayor parte de la red
caminera del país se encontraba en
malas condiciones, por lo que era
necesaria su reparación. La eliminación
de estos obstáculos permitiría dar
movimiento a la producción nacional y
promover el intercambio mercantil entre
las diversas regiones.
Para finales del siglo XIX, el repunte de la economía nacional junto con el
incremento de la producción agrícola de la región, ocasionaron un crecimiento
poblacional en la ciudad. Los nuevos habitantes se instalaron en varios puntos del
asentamiento redensificando el interior de la ciudad y aumento ligeramente la
extensión del tejido urbano.
A partir de la década de 1870 el aumento de población se intensificó, debido
tanto al crecimiento natural como a procesos de inmigración.240 La población de
Morelia que 1882, era de 25,000 habitantes, según un censo realizado por Lorenzo
Castro, para 1900 se había convertido en la ciudad con más habitantes en el
estado y una de las 33 ciudades más pobladas del país con una población
aproximada de 37,278 habitantes, de acuerdo a los datos arrojados por el
Segundo Censo General de Población.
PERMANENCIAS EN EL ESPACIO
URBANO
La visión urbana moderna no se limitó a los aspectos formales, las prácticas urbanas fueron
influenciadas por las nuevas concepciones y representaciones de la ciudad y viceversa. Por una parte,
la renovación urbana propuso el cambio del comportamiento colectivo a través de la expresión
arquitectónica y urbana. La acción sobre la forma urbana, modificó las condiciones y calidad de vida
de los habitantes de la ciudad. Pero también, el surgimiento de nuevas actividades, sobre todo de tipo
recreativo generó la necesidad de crear nuevo equipamiento.

Las herencias arquitectónicas y urbanas presentes en al ciudad jugaron un rol importante en el gusto y
esteriotipo constructivo. Las representaciones arquitectónicas generaron una tendencia por la
estandarización de formas y materiales empleados en los procesos constructivos de los edificios. En
cuanto al aspecto urbano, la inercia originada por la presencia del tejido urbano virreinal, propició la
permanencia del sistema centralizado. De este modo, los problemas de conectividad ante el
crecimiento de la mancha urbana fueron resueltos con la apertura de algunas vialidades, pero todo con
la prolongación del sistema viario virreinal.
CONCLUSIÓN

El desarrollo urbano requiere de una planificación adecuada y cuidadosa con la finalidad de normar,
evitar o disminuir impactos negativos futuros; debe ser sustentable donde puedan conservarse los
recursos naturales, así como en una ciudad que incluya la naturación urbana, entre otros servicios.

A pesar de que Morelia, desde el punto de vista funcional jamás destacó como centro industrial,
también se esforzó por modelar una imagen que proyectara progreso económico y técnico. Con
intervenciones parciales en los edificios y espacios públicos la imagen urbana fue renovada. La
intervención en los inmuebles consistió, en la preservación de la estructura interior del edificio y
modificación tan solo de la fachada, elemento donde se operaba el nuevo lenguaje urbano. En el caso
de los espacios públicos, sucedió algo similar, la inserción de vegetación transformó la imagen antigua,
sin destruir la estructura original.
BIBLIOGRAFÍA
Urinda, V. N. (2006, 1 december). Cambios y permanencias en la forma urbana de Morelia en la
segunda mitad del siglo XIX.
http://bibliotecavirtual.dgb.umich.mx:8083/xmlui/handle/DGB_UMICH/1544
Morelia. Ciudad Mexicana Patrimonio Mundial. (z.d.).
https://www.cultura.gob.mx/turismocultural/destino_mes/morelia/index.html#:~:text=La%20ciuda
d%20fue%20fundada%20por,de%20la%20Independencia%20de%20M%C3%A9xico.
Mapas. (z.d.). Mapa Morelia (Centro), Michoacán de Ocampo, Mexico - mapa.owje.com. Copyright
(c) by Mapas. https://mapas.owje.com/5132_mapa-morelia-centro-michoacan-de-ocampo-
mexico.html
Fotografías antiguas de Morelia. - Michoacán histórico. (2021, 7 mei). Michoacán histórico.
https://www.michoacanhistorico.com/fotografias-antiguas-de-morelia/

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