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El bienio reformista durante la II República en España se centró en reformas educativas, militares y agrarias entre 1931 y 1933, con el objetivo de modernizar y democratizar la sociedad española. Sin embargo, se enfrentó a una fuerte oposición tanto de la derecha como de la izquierda, lo que sumado a una crisis económica, llevó a la dimisión del gobierno de Manuel Azaña en septiembre de 1933.
El bienio reformista durante la II República en España se centró en reformas educativas, militares y agrarias entre 1931 y 1933, con el objetivo de modernizar y democratizar la sociedad española. Sin embargo, se enfrentó a una fuerte oposición tanto de la derecha como de la izquierda, lo que sumado a una crisis económica, llevó a la dimisión del gobierno de Manuel Azaña en septiembre de 1933.
El bienio reformista durante la II República en España se centró en reformas educativas, militares y agrarias entre 1931 y 1933, con el objetivo de modernizar y democratizar la sociedad española. Sin embargo, se enfrentó a una fuerte oposición tanto de la derecha como de la izquierda, lo que sumado a una crisis económica, llevó a la dimisión del gobierno de Manuel Azaña en septiembre de 1933.
Entre diciembre de 1931 y septiembre de 1933, el gobierno presidido por Manuel
Azaña y formado mayoritariamente por republicanos de izquierda y socialistas impulsó un programa de reformas, ya iniciadas en el período constituyente, con el objetivo de modernizar y democratizar la sociedad española. Pasaremos a analizar estas reformas y los problemas a los que tuvieron que enfrentarse ● La Reforma Educativa: Sus mayores esfuerzos se centraron en la enseñanza primaria, como básica y fundamental. Se prohibió el ejercicio de la enseñanza a las órdenes y congregaciones religiosas y se suprimió la asignatura de religión. La Iglesia y los sectores conservadores se opusieron y la medida también supuso un problema para afrontar tan ambicioso proyecto ya que las plazas escolares y los colegios se redujeron y la inversión que se necesitaba para hacer pública toda la enseñanza era enorme. En el ámbito cultural se crearon las Misiones Pedagógicas con el ánimo de acercar la educación y la cultura al medio rural, con cines, espectáculos de teatro… ● Reforma del Ejército. Tenía como finalidad modernizar el ejército y asegurar su fidelidad al régimen republicano. El presidente, Manuel Azaña, asumió el ministerio de Guerra (ministerio de Defensa) e impulsó una ley para reducir el número de oficiales y se colocó en las principales capitanías generales fiel a la República.Se creó la Guardia de Asalto, una fuerza de orden público adicto a la República para contrarrestar el papel del ejército y de la Guardia Civil. ● La Reforma Agraria: fue el proyecto de mayor magnitud y uno de los más demandados por las clases sociales menos favorecidas. Existían varios problemas que eran urgentes de resolver: - La mayoría de la población activa eran campesinos sin tierras propias que trabajaban como peones o jornaleros. - La desigualdad en el reparto de la tierra. - La modernización y mecanización del campo, en el que se trabajaba con métodos del siglo XIX, daba lugar a un bajísimo rendimiento. En 1932 se aprobó la ley de Reforma Agraria con la oposición de los terratenientes y de la nobleza. Se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA) encargado de hacer un inventario de tierras que podían ser expropiadas, comprometiéndose a pagar a sus propietarios una indemnización. Sin embargo, la lentitud del procedimiento supuso una frustración para los campesinos pues en 1933 las tierras expropiadas y repartidas eran muy pocas por lo que recurrieron a ocupar ilegalmente las tierras. ● La Reforma Territorial. Reconocida la posibilidad de autonomías regionales por la Constitución, durante el bienio únicamente se formalizó el Estatuto de Cataluña, por el que se creaba un gobierno autónomo (la Generalitat) aunque con competencias muy limitadas (cultura, orden público y obras públicas). La oposición al gobierno republicano-socialista El gobierno reformista tuvo que hacer frente a una oposición tanto de las fuerzas de derecha como de las de izquierda.
Las fuerzas de derecha estaban representadas por: los monárquicos agrupados en
Renovación Española fundada por José Calvo Sotelo; los conservadores, que acabaron asumiendo el sistema republicano pero querían establecer una República conservadora y fundaron la CEDA , dirigida por Gil Robles; por último surgieron varios partidos de inspiración fascista entre los que destacó Falange Española, fundada por José Antonio Primo de Rivera.
La oposición de izquierdas estaba representada por los anarquistas agrupados en la
Federación Anarquista Ibérica y en su sindicato CNT. El suceso más grave ocurrió en Casas Viejas en 1933, donde unos campesinos ocuparon tierras y fueron duramente reprimidos por la Guardia de Asalto republicana, causando varios muertos. Los graves sucesos de Casas Viejas restaron prestigio y apoyo popular al gobierno de Manuel Azaña, que también tuvo que hacer frente a una grave crisis económica y a una creciente conflictividad social.
Finalmente Azaña acabó dimitiendo en septiembre de 1933. Disolvió las Cortes y