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Predicar la Palabra de Dios a personas incrédulas con amor es un llamado fundamental para todo

seguidor de Cristo. Aquí hay algunos principios importantes a considerar:

1. Conócelos y acércate a ellos: Para predicar con amor, es crucial conocer y comprender a las
personas incrédulas a las que te diriges. Escucha sus historias, sus preocupaciones y sus
necesidades. Acércate a ellos con empatía y genuino interés por su bienestar.

2. Sé un ejemplo de amor: Antes de predicar con palabras, predica con tu vida. Vive de
acuerdo con los principios del Evangelio y demuestra amor en tus acciones cotidianas. De
esta manera, tu testimonio será poderoso y auténtico.

3. Escucha atentamente: A menudo, las personas incrédulas tienen preguntas, dudas y


desafíos hacia la fe. Escucha con atención y respeta sus inquietudes. No te apresures a
responder o juzgar. Permite que se sientan valoradas y escuchadas, y muestra un interés
genuino por sus perspectivas.

4. Comparte tu testimonio personal: El testimonio es una forma poderosa de comunicar el


amor de Dios. Comparte cómo tu fe ha impactado tu vida y cómo has experimentado el
amor de Cristo. Sé honesto acerca de tus luchas y cómo la fe te ha dado esperanza y
propósito.

5. Utiliza un lenguaje comprensible: Evita usar terminología religiosa complicada o jerga


cristiana que pueda confundir o alienar a las personas incrédulas. Asegúrate de comunicar
el mensaje de amor de Dios de una manera clara, sencilla y relevante para su contexto y
experiencias.

6. Sé paciente y respetuoso: Predicar a personas incrédulas requiere paciencia y respeto. No


trates de imponer tus creencias o forzar una conversión. Permíteles expresar sus opiniones
y creencias sin interrupciones. Respeta su libre albedrío y confía en que el Espíritu Santo
obrará en sus corazones.

7. Ora constantemente: No subestimes el poder de la oración. Ora por las personas


incrédulas a las que deseas alcanzar, pidiendo al Espíritu Santo que prepare sus corazones
y los guíe hacia la verdad. Ora por ti mismo, pidiendo sabiduría y amor para comunicar el
mensaje de Dios de manera efectiva.
Recuerda que el amor es la base de todo lo que haces como seguidor de Cristo. Predicar la Palabra
de Dios con amor implica mostrar compasión, escuchar, ser paciente y respetuoso, y depender del
Espíritu Santo en todo momento. Confiemos en que Dios obrará en las vidas de las personas
incrédulas a través de nuestro testimonio y ministerio amoroso.

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