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Cómo evangelizar

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En este artículo: 

Prepararse 

La conversación central 

Tomar el siguiente paso 

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Referencias

Compartir tu fe con no creyentes podría ser una tarea intimidante y difícil, aunque también sumamente
satisfactoria. El evangelismo es la piedra angular de la fe cristiana y es excelente para relacionarse con los
demás y compartir tu pasión de una manera diplomática y amigable. Para que todo este proceso te sea más fácil,
lee los consejos sencillos para aprender a evangelizar a continuación, desde el paso 1.

Parte1

Prepararse

Escoge un lugar y tiempo adecuados. Si quieres salir y compartir tu mensaje con la mayor cantidad de gente
receptiva, procura que ella venga a ti, no al revés. Como zonas de alto tránsito para evangelizar te
recomendamos los distritos comerciales del centro de la ciudad, ferias al aire libre, mercados de productores y
los campus de las universidades.

Evita evangelizar cerca de iglesias de otras religiones y aquellos lugares que podrían ser contenciosos o
difíciles. En la plataforma del subterráneo a las 8 am, la mayoría de gente no estará de buen humor para
conversar. Haz uso de tu criterio. Podría ser excelente evangelizar fuera de una discoteca de punk rock el
viernes en la noche, si puedes con el reto, sino podría generar contiendas.

Asegúrate de cumplir toda exigencia de solicitud en el área y acata las instrucciones de los negocios y de los
propietarios que quizá quieran que te retires. Sé cortés y retírate.
2

Prepara tu mensaje personal. Podrías subrayar y marcar determinados versículos o historias bíblicas que te
gustaría resaltar durante tu evangelización. También prepara anécdotas sobre tu propia vida como creyente que
crees que podría interesar a alguien para que sea miembro de tu iglesia. Todo lo que creas que te relacionará con
la gente de una manera más personal será apropiado. Podrías compartir:

Tus versículos e historias favoritas

Versículos importantes

La historia de tu fe

Tu historia en la iglesia

Prepara una reserva de preguntas de sondeo. Te será muy útil ir de una simple conversación a una discusión de
fe haciendo preguntas de sondeo, para lo cual te ayudará mucho tener una lista bien hecha de preguntas para que
no te cueste formular una en el acto. Esas preguntas podrían ser, entre otras:

¿Crees en la vida después de la muerte?

¿Qué crees que pasa cuando uno muere?

Si murieras en este momento, ¿crees que irías al cielo? ¿Por qué?

¿Te sientes realizado en la vida?

¿Acaso sientes a veces que te falta algo?

¿Oras?

Prepárate. Te recomendamos orar y prepararte para el día en que compartas tu fe. A algunas personas les cuesta
muchísimo compartir su fe y sus experiencias en la iglesia, pero será necesario que tengas valentía para hablar
sobre tus creencias con gente que no siempre mostrará interés.[1]
Reúne un grupo para evangelizar como una unidad. No te acerques a la gente en grupo, más bien toma
descansos frecuentes y habla del progreso individual. Tener un grupo de apoyo hará que el trabajo sea mucho
más fácil, porque el grupo compartirá consejos libremente.

Parte2

La conversación central

No te apresures para empezar a testificar. Empieza con una conversación casual y pregúntale a la otra persona
cómo ha estado últimamente. No esperes que todos te tengan confianza de inmediato. Tomará un tiempo antes
de que alguien sea franco contigo.

Pregunta si tiene algún dolor o mareo, y ofrécete a rezar por ella. La cura de Dios le enseñará en verdad existe y
se preocupa por ella.

Según la Asociación Billy Graham, el 90% de los convertidos permanece en una iglesia cuando encuentra un
amigo. Así que si estás en la universidad o en la escuela, podrás hacer este experimento: siéntate con alguien en
la cafetería durante 3 días y primero hazte amigo de esa persona, luego en el tercer día habla sobre tu fe. Los
resultados podrían sobresaltarte, porque es probable que ese chico o chica te abra su corazón haciéndote muchas
preguntas, inclusive durante varias horas.

Lidera con una pregunta de sondeo. Haz una pregunta que haga que la otra persona baje la guardia y la haga
pensar sobre asuntos existenciales más importantes, al hacerlo será más receptiva para intercambiar ideas. Una
pregunta como: "¿Qué crees que suceda cuando mueras? o "¿Crees en la vida después de la muerte? podría ser
efectiva para llevar la conversación a tu territorio.

Una de las herramientas evangelísticas más efectivas que podrás usar es una encuesta. Hazle a una persona
cuatro preguntas sobre su vida y después de que conozcas sus necesidades y creencias, testifica a cada una
según el punto de vista.
3

Escucha y presta atención. La evangelización no consiste en esperar una oportunidad para hablar, deberá ser una
conversación e intercambio de ideas genuino. Cuando preguntes algo como: "¿Eres feliz en tu vida?" o "¿Acaso
sientes a veces que te falta algo?", escucha atentamente la respuesta del otro. Además de hacerle sentir que tiene
un oyente dispuesto, será necesario que prestes atención a lo que diga para aprender a responder de manera
precisa y convincente.

Evita presionar a las personas muy cercanas a ti, pero persiste con las que sean abiertas. Escuchar con atención
te ayudará a conocer su interés y a que se abran aún más.

Comparte tu testimonio para animar a la persona. Cuéntale sobre tu apreciación del cristianismo, lo que
significa para ti y la manera en que tu fe ha cambiado tu vida para bien.

Será importante que tomes esta conversación como si fuera una charla entre dos personas, pero presentando la
Iglesia. En general, deberás evitar caer en conversaciones demasiado complicadas sobre dogma y teología,
céntrate más bien en la importancia de la fe y la salvación.

Habla sobre los Diez Mandamientos. Normalmente, la persona común y corriente estará algo familiarizada con
los mandamientos y una conversación sobre las "leyes" podría ser una transición efectiva a conceptos e ideas
más teóricos. Inclusive los no creyentes reconocerán que no hay que mentir, matar ni robar, por lo que oírlo
expuesto en esos términos podría lograr que los oyentes cerrados sean más receptivos.

6
Expón el ABC. A algunos evangelistas les gusta hacer uso de un método de introducción básico para
convertirse a la fe cristiana con el fin de brindarle a un posible converso una lista de pasos a recordar cuando
quiera desarrollar su fe. El método ABC se explica así:

A: admite que eres pecador

B: busca creer que Jesucristo es el hijo de Dios y que murió por tus pecados

C: confiesa tu fe en Cristo

Parte3

Tomar el siguiente paso

Proporciónale a la gente receptiva una Biblia y otros materiales de lectura apropiados. Ten algunas Biblias a la
mano para regalárselas a las personas más receptivas con las que te comuniques.

Si tu iglesia te ha brindado panfletos o documentos específicos que quisiera repartir, dáselos a la mayor cantidad
de gente posible, esté interesada o no.[2]

Muéstrale un plan. Nadie se volverá maduro espiritualmente ni se "salvará" después de hablar contigo durante
cinco minutos. ¿Cuál será el siguiente paso? ¿Qué tendrá que hacer esa persona los días subsiguientes para
hacer crecer y mantener su nuevo interés en tu fe? ¿A dónde la podrías enviar?

Si no te sientes cómodo dándole tus datos personales, considera intercambiar información y darle más
materiales de lectura sobre tu iglesia.

3
Ora con la persona. Si esa persona nunca ha orado en su vida, podría tener curiosidad y sentirse nerviosa
durante el proceso, para lo cual podrías ayudarle realizando juntos su primera sesión de oración. Di una oración
sencilla, breve y preséntasela como una práctica. Dile cómo y cuándo orar.

Recomienda una iglesia en tu zona. Si estás en una ciudad que no es la tuya, tómate el tiempo de familiarizarte
con las iglesias de esa zona que puedas recomendar. Conocer la hora del siguiente culto podría ser excelente
para que los posibles conversos puedan tomar un buen siguiente paso.

Consejos

No entregues un evangelio de falsas esperanzas. Deberás entregar el evangelio verdadero, el evangelio de las
“buenas nuevas”. Quien diga que ser cristiano hará que la vida sea siempre maravillosa y perfecta
aparentemente nunca ha leído el Nuevo Testamento.

Si la persona a la que tratas de convertir no desea conversar ni escuchar, entonces habla con alguien más
receptivo.

Recuerda que el recién converso no será maduro espiritualmente de inmediato. Dale tiempo para que crezca.

No prediques sobre el infierno y la ira de Dios de inmediato, pero tampoco prediques una versión demasiado
simple sobre el evangelio de la prosperidad, primero habla solamente de los puntos esenciales acerca de las
buenas nuevas del Evangelio. Te recomendamos empezar con la historia básica de Jesús.

Evangeliza con buenas intenciones. Si esas personas son sociables o materialistas, no serás mejor que un
vendedor. El Señor siempre se acerca a los no creyentes, pero aun así podrías impedírselo si eres hipócrita.

Proclama la verdad del Evangelio sin guardar respeto por ciertas personas ni favoritismos. No uses las
opiniones ni las doctrinas y tradiciones antibíblicas cuando trates de explicar el Evangelio de Cristo a los no
creyentes o miembros de otras religiones o denominaciones.

No todos podrán evangelizar. Siempre recuerda que no tendrás que hablarles a cientos de personas en las calles.
En lugar de ello, podrás rezar, estudiar las escrituras, ganar sabiduría y conocimiento, y hablarle del evangelio a
una persona al día si sientes el llamado de Yahvé.

Advertencias

Si alguien está discutiendo contigo cuando tratas de hablarle del evangelio, deberás postergar la conversación
para otro momento. Asimismo, algunas personas solo querrán discutir contigo y en realidad no les interesará oír
el evangelio. Ellas solo querrán que te exaltes y enfurezcas. No dejes que lo logren, siempre mantente tranquilo.

No crees discusiones innecesarias evangelizando a miembros de otras religiones que estén satisfechos con su fe.
Pararte frente a otras iglesias será invitar al conflicto. Evítalo.
Lo ideal será salir en parejas si planeas hablar del evangelio en las calles, tal como Jesús envió a sus discípulos,
así estarán seguros.
Profesa a Jesús como su Salvador. Romanos 10:13 dice: "Para aquel que llame en el nombre de Jehová
será salvo". Di: "Padre en el cielo, creo que Jesús murió por mis pecados" y Dios impartirá su espíritu, la vida

eterna.

 Si has aceptado a Cristo como tu Salvador, Romanos 10:13 dice que "para" todo aquel que invocare el nombre
del Señor será salvo. "Ahora eres un hijo de Dios. Solo cree lo que la Biblia dice y acepta lo que dice en la
práctica como si lo que dice es exactamente lo que significa.
 Lee los ejemplos de otros que han aceptado plenamente a Jesús y sus enseñanzas para que te dé ánimos.[3]
 Ahora que has decidido aceptar a Cristo y recibir su perdón por tu pecado, no tomes ventaja de su perdón y
comprométete a alejarte de lo malo como ver películas inapropiadas, leer revistas pornográficas, etc. No te
rindas, si has pecado, recuerda que ¡solo serás perfecto una vez que llegues al cielo! Hacer cosas malas y decirle
a Dios que te perdone no es lo que significa aceptar a Cristo.
 Un profeta llamado Isaías entra en gran detalle, las pruebas, las escrituras para que puedas entender. Lee todo el
capítulo de Isaías 53, pero los siguientes versículos son del 3 al 5: "Despreciado y desechado entre los hombres:
ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores; y nosotros lo tuvimos por herido de Dios,
herido por él y afligido. Pero Él fue herido por nuestras rebeliones, fue torturado por nuestras iniquidades; el
castigo que nos trajo paz fue por Él, y por sus llagas fuimos nosotros curados". Sí, Jesús cumplió las profecías
concernientes al Mesías desde hace mucho tiempo.[4]

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