predicadores es: •Un hombre que grita. •Una cara enfurecida •Señalamientos. •Criticas
Por otro lado hay personas que consideran una
predica como: *Aburrida *Desinteresarte *Lo mismo de siempre Cuando se deja de ofrecer desde el pulpito buenas noticias apasionantes e inspiradoras para el ser humano, esa persona NO esta predicando el Evangelio.
La gente corre a escuchar noticias buenas y apasionantes!!
Normas para Una predica Inspiradora No predique Sermoneando Procure que los mensajes sean interesantes e inspiradores, que inciten a entregarse personalmente a Jesucristo.
No se meta en la polémica desde el pulpito
Guarde las controversias para reuniones de pequeños grupos Sea Siempre Positivo Ponga en sus mensajes la suficiente amenidad para hacerlos atractivos y procure siempre que sean un testimonio positivo
Estimule las emociones positivas de sus oyentes
El Amor, gozo, paz, amabilidad, confianza, entusiasmo son emociones positivas, no de lugar a emociones como: miedo, enfado, prejuicios etc. Ilustre bien sus mensajes con comparaciones, ejemplos y anécdotas Con gente que vive y piensa a un ritmo apresurado, una comunicación efectiva requiere hoy presentar un gran cuadro con pocas palabras.
Apunte su prédica directamente hacia un
problema especifico humano El secreto del éxito para el predicador es encontrar un mal y tratar de curarlo No tenga miedo de repetir el mismo sermón Es posible que un predicador repita “exactamente” el mismo sermón, Hágalo cuando sea necesario.
No predique sobre un tema en el que no se sienta fuerte!
Si usted conoce el tema la gente quedará impactada sobre su pasión y sinceridad. Pasión + Sinceridad son los dos ingredientes para hablar con éxito. El Buen sermón debe ser: “Fuerte”, sin ser pesado y “Funcional” antes que decorativo.
Tenga esperanzas de obtener resultados Positivos
Si el mensaje comienza en el corazón con el objetivo de ofrecer soluciones a un problema humano concreto y finaliza haciendo un llamamiento a tomar una decisión, entonces puede esperar resultados positivos. Trate siempre de conducir a la gente a Jesucristo El creyente llega a la iglesia al igual que el inconverso con la necesidad de tener un encuentro con el inspirador, alentador y esperanzador espíritu de Dios.
Introduzca de un modo vivificante a Cristo en las mentes y en los
corazones, y será un ganador de almas desde su púlpito.