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David y el celador del cementerio

Había una vez un joven llamado David, él estudiaba


en las noches pues de día trabajaba en un
restaurante porque su familia era de escasos
recurso para pagar sus estudios y ayudar a su
familia. Todos los días al salir de clases debía
atravesar un cementerio antiguo y cada vez que
pasaba por allí veía a una persona en la entrada que
le hacía señas.
Esa persona tenía un aspecto bastante decaído, era
un poco alto, parecía ser un señor mayor y era muy
flaco.
David sentía curiosidad, pero nunca se acercaba
porque sentía como una brisa fría le atravesaba la
espalda y prefería seguir caminando tan rápido
como pudiera.
Un día decidió acercarse y cuando ya estaba cerca
la persona se volvía cada vez más oscura y lo llamó
por su nombre invitándolo a acompañarlo. El joven
se quedó paralizado y se desmayó del miedo.
Una vez despertó estaba en una especie de cabaña
muy antigua y a su lado estaba el señor mayor.
Le dio un café y David pregunto: ¿Dónde estoy?
A lo que respondió el señor: estamos en el
cementerio, en mi casa.
David no sabía que alguien podía vivir aquí pero el
señor le dijo que él vive aquí hace 20 años y que ha
vivido atormentado porque cada vez que se oculta
el sol aparecen criaturas raras.
Tal vez sea su imaginación o tal vez sea verdad…
Pero David solo quería irse a su casa, aunque el
señor lo convenció de que se quedara y averiguara
lo que pasa en ese cementerio.
Era de día para ese entonces así que tuvieron que
esperar a la noche para comprobar las sospechas
del viejo.
Ya era mediodía, el joven estaba ansioso y a la vez
aterrorizado si los entes que decía el viejo eran
verdad.
Ya se estaba perdiendo el sol y el viejo se estaba
alistando para salir afuera… al cementerio. El joven
lo acompaño, los dos esperaron a media noche,
sentían mucho frio y a la vez miedo el viejo le
menciono que había un lugar donde siempre
aparecían los entes que decía. Fueron a ese lugar…
David estaba esperando lo peor, pero mientras se
preparaba vio un espectro, David no podía ni gritar,
ya que no podía creer lo que había visto; en ese
momento se le pasaron muchas cosas por la cabeza
a tal punto de volverse demente.
Habían pasado varios minutos y David veía al viejo
como algo raro y aberrante, David vio una botella
de licor rota y persigue al viejo hasta dejarlo medio
inconsciente. Pero el viejo aun intentaba escapar,
David vio una piedra en el suelo, la agarro y la tiro
en dirección hacia el anciano… La piedra dio en la
cabeza y mato al anciano. Y nunca más se supo de
David.

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