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Cuento 3: La estrella fugaz

Una noche, una niña llamada Laura estaba mirando el cielo estrellado desde su ventana. De repente,
vio una estrella fugaz brillante cruzar el cielo. Laura cerró los ojos y deseó con todas sus fuerzas que
se cumpliera su mayor deseo: tener un perro.

Al día siguiente, mientras caminaba por el parque, Laura encontró un perro abandonado. Era un
cachorro adorable y estaba solo. Laura supo de inmediato que su deseo se había cumplido. Decidió
llevarlo a casa y llamarlo Estrella, en honor a la estrella fugaz que había visto.

Estrella se convirtió en el mejor amigo de Laura. Juntos, exploraron el mundo y vivieron muchas
aventuras. Estrella le enseñó a Laura el valor de la lealtad, el amor incondicional y la importancia de
cuidar a los demás.

Desde aquel día, cada vez que Laura miraba al cielo nocturno, agradecía a la estrella fugaz por
haberle concedido su deseo más preciado:

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