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Cuento 4: La Estrella Perdida

En el vasto universo, entre galaxias distantes y planetas desconocidos, había una estrella solitaria
que había perdido su camino. Esta estrella, conocida como Estrella Errante, vagaba por el espacio
sin rumbo fijo, buscando un lugar al que llamar hogar.

Una noche, la Estrella Errante se cruzó en el camino de una joven llamada Luna, quien observaba el
cielo desde su pequeño pueblo en la Tierra. Al ver la estrella brillar con un fulgor solitario, Luna
sintió una profunda tristeza en su corazón.

Decidida a ayudar a la Estrella Errante a encontrar su camino, Luna se embarcó en un viaje a través
del cosmos, guiada por las estrellas y la luz de la luna. A lo largo de su viaje, conoció a criaturas
extrañas y visitó mundos lejanos.

A lo largo de su viaje, conoció a criaturas extrañas y visitó mundos lejanos, buscando pistas que
pudieran ayudar a la Estrella Errante a encontrar su camino de regreso a casa. Luna y la estrella
viajaron juntas durante días, semanas y meses, enfrentando peligros y desafíos en su camino.

Finalmente, después de mucho tiempo, llegaron a un lugar donde la luz brillaba de manera
diferente, un lugar donde las estrellas se alineaban en patrones extraños y hermosos. Era el lugar
de origen de la Estrella Errante.

Con lágrimas en los ojos, la Estrella Errante agradeció a Luna por su valentía y su amistad. Antes de
desaparecer en el firmamento, le regaló a Luna una pequeña joya brillante, una parte de sí misma
como muestra de agradecimiento.

Luna regresó a la Tierra con la joya en la mano, sintiendo una profunda gratitud por la experiencia
que había vivido. Desde ese día en adelante, la joya se convirtió en una estrella fugaz, cumpliendo
los deseos de aquellos que la veían brillar en el cielo nocturno.

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