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1.5.1. Pozos
Son excavaciones más o menos anchas y profundas, excavadas en el suelo,
cuyo objetivo normal es el de proporcionar acceso o crear una conexión con
el subsuelo,
este acceso puede ser utilizado para la extracción de la roca y mineral,
personal y material de transporte, ventilación, etc. No son necesariamente
verticales, algunos son inclinados, a veces siguiendo la pendiente de una veta
para explotar. Lo más normal es que sean verticales y su forma rectangular,
circular o elíptica. En Europa, la forma circular es la más corriente; es la que
presenta la resistencia máxima a las presiones de los terrenos. El diámetro
varía de 1 a 2 metros, para pozos de servicio y de 5,5 a 8 metros para los
pozos de extracción, en América es la forma rectangular la que se encuentra
con mayor frecuencia y su coeficiente de utilización es mucho más
ventajoso. La sección corriente es de 5 x 4 metros, pero el lado mayor del
rectángulo puede alcanzar los 12 metros en algunas explotaciones.
La forma elíptica no es muy frecuente; sin embargo, en las minas de sales
potásicas de Cardona se disponían de pozos interiores con esta sección, que
resiste muy bien las
presiones al hacer coincidir
el mínimo de superficie en los
puntos de máxima presión
(Fig. 1.3).
1.5.1.1. Profundidad: Los pozos de minas alcanzan frecuentemente
varias centenas de metros de profundidad. En Sudáfrica hay
explotaciones superiores a los 2.500 m y en las minas de Cardona
se llegó a explotar hasta los 1.200 m de profundidad. Las
perforaciones para la prospección petrolífera descienden a más de
8.000 m y los pozos tienden a hacerse cada vez más profundos
para alcanzar los yacimientos hasta ahora inexplotables.
1.5.1.2. Revestimiento: A los pozos de extracción que serán
utilizados durante muchos años se les aplica un revestimiento
llamado entibación. Esta entibación puede estar constituida por
materiales clásicos, como la madera, los ladrillos o el hormigón.
También se emplean dovelas prefabricadas o tramos cilíndricos
de fundición o de acero.
Sobre esta entibación se anclan las guías rígidas, que pueden ser
de madera o de metal, cuya misión es la de guiar a los skips o
jaulas que efectúan el transporte de personal, materiales y la
extracción del mineral a la superficie. Actualmente los pozos van
equipados con skips de gran velocidad de desplazamiento y cuya
carga y descarga del mineral se efectúa automáticamente. (Fig.
1.4).
1.5.1.3. Profundización de pozos:
En lo que se refiere a la perforación en el pozo, el método más
común es el empleo de perforadoras manuales. Con objeto de
mecanizar esta operación, también se utilizan "jumbos"
hidráulicos especialmente diseñados. la perforación de un pozo
de acceso y extracción de una mina profunda es una operación de
unos 30 operarios, puede durar varios años y el precio de coste
puede alcanzar varios millones de pesetas. A modo de ejemplo, en
1980 el metro de profundización de un pozo costaba,
aproximadamente, 1 millón de pesetas que son de 20.000-30.000
€
Si el acceso al fondo se encuentra ya disponible, por ejemplo, por
medio de un pozo ya existente, entonces se puede construir un
pozo haciendo una chimenea piloto que luego es agrandada a la
Brújula de suspensión
Consiste en una armadura de latón o también caja metálica con una suspensión cardán
que hace que la brújula adquiera automáticamente la posición horizontal por su propio
peso, en cualquier posición que se cuelgue, por los dos ganchos invertidos en que
termina la armadura.
También tenemos otro tipo de brújula suspendida de limbo fijo, flotante en un baño de
aceite, llevan un sistema de lectura por prisma de aumento. El equipo magnético
presenta una gran fuerza coercitiva y puede ser observada con ayuda de un dispositivo
de iluminación, que permite a la vez las observaciones directas del limbo o las lecturas
más cómodas por medio del prisma. Los limbos son azimutales o de rumbo y estos no
miden ángulos verticales.
Brújula tipo Brunton: También conocida como Brújula de geólogo, consiste en una
caja de metal no magnético como aluminio o bronce que en su interior contiene una
aguja imantada y también un limbo graduado vertical con un nivel tubular que sirven
como medición de ángulos verticales, es una caja abastecida de pínulas que son de
utilidad para fijar las direcciones.
Eclímetro o Clinómetro:
Está constituido por un semicírculo de bronce graduado o metal blanco, con división
frontal a partir de 0° hasta 90°a derecha e izquierda. Tiene dos ganchos como la brújula
para suspenderlo de la cuerda. Del centro del diámetro pende el hilo, muy fino, de una
pequeña plomada que marca los ángulos de pendiente o ángulo vertical formado por la
inclinación de la cuerda y la dirección de la plomada, da un ángulo que puede ser
positivo o negativo.
Cordel o Cuerda:
Procedimientos magnéticos
Corrección de declinación:
Son estos unos procedimientos sencillos para la determinación del acimut de una
alineación, si bien debemos conocer la declinación del aparato en el momento de su
determinación. Para ello es normal el empleo de dos aparatos magnéticos de precisión:
uno sirve para determinar los acimutes magnéticos, o sea, rumbos, en el interior de la
mina, y con el segundo se siguen las variaciones diurnas de la declinación.
Diversas casas construyen magnetómetros que se acoplan encima del teodolito; la aguja
va sustituida por un imán suspendido de un hilo de cuarzo y las oscilaciones se perciben
por reflexión de un rayo de luz en un espejo unido al hilo. Delante de este espejo va
colocado un anteojo auto colimador. La precisión que se consigue es del orden de 20" a
30". Esta precisión ha sido aumentada diez veces en unos aparatos fundados en el
mismo principio llamados declinómetros, cuyo hilo de suspensión es de platino-iridio.
Generalmente, los magnetómetros son utilizados en un lugar fijo sobre la superficie de
la mina para seguir las variaciones de la declinación magnética, mientras que se trabaja
en el interior de la mina con otros aparatos magnéticos; de esta forma es posible tener en
cuenta estas variaciones en los rumbos que se vayan obteniendo en las distintas horas
del día. Todos estos aparatos, propios de la topografía subterránea, sólo podrán ser
empleados en terrenos reconocidos como no magnéticos, a menos que se estudien
justamente las perturbaciones, aunque en la actualidad todos los aparatos magnéticos se
van excluyendo de los trabajos en interiores de minas, debido a la mecanización de sus
explotaciones a que modernamente son sometidas, equipo eléctrico, entibaciones
metálicas, etc.
Ejercicio de aplicación:
Con una brújula colgada se ha medido el rumbo de una alineación. Se tomaron dos
lecturas, una con la aguja norte (83,6g) y otra con la aguja sur (284,0g). Calcula el
acimut de la alineación, sabiendo que la declinación magnética es 5,5g Oeste.
Métodos topográficos subterráneos
Métodos planimétricos
Método itinerario
Los itinerarios de interior se realizan y se calculan del mismo modo que los de exterior.
Pero en este caso las dificultades son mayores, como se ha indicado, debido al elevado
número de ejes, a su reducida longitud y a las dificultades de la puesta en estación y de
la realización de las mediciones. Es fundamental poner especial atención en la
planificación y en la ejecución de estos trabajos para evitar una acumulación excesiva
de errores. Según los casos, emplearemos unos u otros de los instrumentos topográficos
que hemos visto. Los teodolitos y estaciones totales nos proporcionan los mejores
resultados, pero en ocasiones habrá que emplear Intersección brújulas y eclímetros para
la medida de ángulos y cinta métrica para la de distancias.
Itinerario cerrado
Que tiene en cuenta que, si utilizamos un goniómetro que no sea una brújula, los errores
acimutales se van transmitiendo y acumulando a lo largo del itinerario. En itinerario
cerrados la última estación N coincidirá con la primera. En el caso de que se emplee una
brújula los errores angulares no se transmiten, ya que la brújula se orienta en cada
estación de forma independiente de las demás estaciones. En este caso, para compensar
los rumbos medidos se aplicará el mismo valor a todos ellos.
Los errores de cierre en cada una de las
coordenadas (X, Y y Z) se compensan
repartiéndolos de forma proporcional al
valor absoluto de cada uno de los valores
calculados para las cerradas.
Otras veces (figura 3.3) se realizan itinerarios cerrados recorriendo una labor en un
sentido y volviendo en sentido contrario por la misma labor hasta regresar al punto de
estación. El inconveniente de estos itinerarios es que, para realizarlos de forma
adecuada, conviene que las estaciones del recorrido de ida sean diferentes de las del
recorrido de vuelta, lo que no siempre es factible en labores angostas. También en este
caso necesitamos una visual de acimut conocido, desde la primera estación, para poder
orientar el itinerario.
Itinerario encuadrado
Método de radiación
Emplearemos el método de radiación para completar el levantamiento de las
distintas labores de interior. Se levantarán todos los detalles que deban figurar en
los planos de la explotación y también aquellos que puedan ser relevantes para
las labores de investigación (fallas, contactos, etc.) y de planificación minera
(secciones, perfiles, etc.).
El método de radiación se aplica desde las estaciones de los itinerarios. Como
sabemos, se puede trabajar con el instrumento topográfico orientado, midiendo
directamente los acimutes de las alineaciones visadas. Si optamos por no
orientar el instrumento, será preciso lanzar una visual a una dirección de acimut
conocido (normalmente la estación anterior del itinerario) para poder trabajar
mediante corrección de orientación. Lo más adecuado es realizar conjuntamente
los itinerarios y la radiación, siempre que sea posible. De esta manera ahorramos
tiempo y reducimos la posibilidad de que se produzcan errores groseros, ya que
sólo hay que estacionar una vez en cada punto de estación.
Tal como ocurre con los itinerarios, todos los
puntos radiados deben referirse a la red
exterior para trabajar en un sistema de
coordenadas común a ambas redes.
En caso necesario, puede levantarse por
radiación una estación destacada ed desde la
que se levantan posteriormente, también por radiación, los puntos de interés 1, 2,
3, etc. . Para poder orientar esta estación destacada se lanza, una vez hemos
estacionado en ella, una visual de espaldas a la estación p del itinerario desde la
que la habíamos levantado.
CONCLUSIONES:
Entre las principales conclusiones del tema podemos destacar:
El levantamiento topográfico subterráneo es una técnica especializada que
requiere de equipos y habilidades específicas para su realización.
RECOMENDACIONES:
Teniendo en cuenta las complejidades y desafíos que pueden surgir en el
levantamiento topográfico subterráneo, se presentan las siguientes
recomendaciones:
https://core.ac.uk/download/pdf/41821057.pdf
https://topodata.com/wp-content/uploads/2019/10/tema3.pdf
https://docplayer.es/80814137-Tema-3-metodos-topograficos-subterraneos-
introduccion.html
Hurtado, F., & Parra, J. (2018). Análisis de los métodos de levantamiento topográfico
subterráneo. Revista de Investigación Académica, 56, 1-12.
Lusiani, A., & Pini, G. A. (2015). Underground topographical surveys: From traditional
techniques to the latest laser scanner technologies. In XVIII International Congress of
Speleology (Vol. 2, pp. 1339-1344).