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Revolución urbana

Revolución urbana es un término que se


utiliza para designar los diferentes
momentos históricos en que las ciudades
nacieron o se expandieron cuando los
productores de alimentos necesitaron
trabajar más para satisfacer, no solo su
propio consumo sino también el de la
población no productiva de alimentos que
trabaja en las actividades industriales y de
servicios.
El sur de la isla de Manhattan en la ciudad de Nueva York, la más populosa de los Estados Unidos, en el año 2017.

El nacimiento de la ciudad
En primer lugar, el concepto fue utilizado
por Vere Gordon Childe, que había
acuñado también el concepto de
revolución neolítica, para designar el
nacimiento, junto con los núcleos urbanos
de la civilización y la historia en el
denominado Creciente fértil de Oriente
Medio: las ciudades sumerias y asirias de
Mesopotamia, las hititas, las de la franja
del Levante mediterráneo —Siria, Fenicia e
Israel— y las del Antiguo Egipto.

Las civilizaciones de la India y China se


desarrollarían, también en la Edad Antigua,
de un modo paralelo, sin relación con
dichos núcleos.

Decadencia y resurgimiento
de la ciudad en Europa
La decadencia de las ciudades europeas,
incluyendo la propia Roma, se produce a
partir de la [[crisis del siglo iii|crisis del
siglo iii]] y se profundiza en los periodos
siguientes: la Antigüedad tardía y la Alta
Edad Media. La recuperación de la vida
urbana en la Baja Edad Media, así como su
extensión al norte, centro y este de Europa,
se puede denominar también una
revolución urbana. No obstante, durante el
periodo en que la cristiandad latina estaba
ruralizada, la civilización islámica surgió y
se desarrolló, acogiendo las mayores
ciudades de la época: Damasco, Bagdad y
Córdoba; mientras que el Imperio
bizantino mantenía Constantinopla.

Edad Moderna y Edad


Contemporánea
La expansión del capitalismo comercial a
partir de la Era de los Descubrimientos y
del capitalismo industrial a partir de la
Revolución industrial significaron dos
nuevas fases de expansión de las
ciudades. Sólo tras la revolución agrícola y
el establecimiento de una sociedad
industrial es posible que la mayoría de la
población pueda vivir en ciudades,
hablando en términos de población
nacional de un país (tasa de
urbanización). Para la población del
mundo en su conjunto, el Fondo de
Población de las Naciones Unidas
(UNFPA) calculó que en 2008 se alcanzó
un 50% de población rural y un 50% de
población urbana (3.300 millones cada
una), y sólo a partir de entonces la mayor
parte de la población mundial vive en
ciudades.[1] ​Mientras que los países
desarrollados sufrieron esa
transformación en el siglo xix y la primera
mitad del XX (Inglaterra desde el
siglo xviii, España no de forma definitiva
hasta los años 1960), la mayor parte del
crecimiento de la población urbana en los
últimos cincuenta años se ha producido
en los países subdesarrollados, tanto en
los que lo siguen siendo como los que han
pasado a ser nuevos países
industrializados (NIC). El caso del país
más poblado del mundo (China, 1300
millones de habitantes) es especialmente
significativo:
En 1978... 172 millones
de chinos vivían en las
ciudades. Hoy [2008]
son 577 millones, más
del 40% de la población,
y las previsiones indican
que en 2030 se superará
el 60%. Cada año, unos
diez millones de chinos
emigran del campo a la
ciudad.[2] ​

Si a finales del siglo xix las mayores


ciudades del mundo eran Londres y París,
y en la primera mitad del XX se les
añadieron Nueva York y Tokio, en los
siguientes cincuenta años las
megaciudades emergentes han pasado a
ser ciudades de países de un nivel de
desarrollo mucho menor, como Seúl,
México D. F., Bombay, Yakarta, São Paulo,
Shanghái, Buenos Aires, El Cairo, Manila o
Lagos. De hecho, el tamaño de una ciudad
ha dejado de ser un elemento
determinante para medir su importancia
global, acudiéndose a criterios más
cualitativos como los utilizados en el
estudio de las ciudades globales.

Se ha señalado la conexión de la
revolución urbana con el fenómeno de la
globalización, que históricamente ha
tenido distintas escalas, y su relación con
otros factores ligados a ella: tecnológicos,
económicos, políticos, sociales y
culturales.[3] ​

Véase también
Charles Cooley
Henri Lefebvre
Lewis Mumford
George Herbert Mead

Referencias
1. El 50% de población vive en las
ciudades (http://www.elmundo.com.s
v/Mambo/index.php?option=com_con
tent&task=view&id=2611&Itemid=41)
Archivado (https://web.archive.org/we
b/20090412144617/http://www.elmun
do.com.sv/Mambo/index.php?option=
com_content&task=view&id=2611&Ite
mid=41) el 12 de abril de 2009 en
Wayback Machine. El Mundo (El
Salvador), 27.06.2007
2. Peter Hessler China, el corazón del
dragón, en National Geographic,
edición de España, agosto de 2008,
pg. 117
3. F. Ascher (2003) Nuevos principios de
urbanismo, Alianza Ed., Madrid; citado
por Jordi Borja, La Revolución Urbana
(I). Las ciudades ante la globalización:
entre la sumisión y la resistencia (htt
p://www.cafedelasciudades.com.ar/te
ndencias_31.htm) , Domus n.º 866,
enero de 2004 y Revue Urbanisme, n.º
339, noviembre-diciembre de 2004,
pags.44-47

Datos: Q3322842

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