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Las Mujeres Mayores Pacto Intergeneracional de Mujeres Por La Igualdad Real
Las Mujeres Mayores Pacto Intergeneracional de Mujeres Por La Igualdad Real
Septiembre 2022
“LAS MUJERES MAYORES. PACTO
INTERGENERACIONAL DE MUJERES
POR LA IGUALDAD REAL”.
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SUMARIO
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El progreso de las naciones se mide por el progreso de sus
mujeres”. (John Stuart Mill).
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ALGUNOS DATOS HISTÓRICOS: ESTADÍSTICOS, SOCIALES Y
LEGALES, CON REFLEXIONES FEMINISTAS.
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• Sus reivindicaciones y sus luchas eran, más veces, las de los derechos de sus
hombres y, como mucho, la mayoría eran reivindicaciones familiares. Vivian en
una sociedad patriarcal con roles conservadores y muy definidos y
condicionantes: las mujeres debían pasar de las manos de los padres a la de los
maridos porque su fin debía ser el de casarse, cuidar de la prole, del marido y de
la casa.
La Constitución de la II República
Si vamos al corto periodo vivido por estas mujeres con la II República, vemos con ilusión,
en su Constitución, la búsqueda de una sociedad igualitaria. En su artículo 2º se dejaba
claro que todos éramos iguales ante la Ley; su artículo 25º era muy similar al artículo
14º de nuestra actual Constitución; el 43º que daba derecho a la mujer para demandar
el divorcio e igualdad entre los hijos fuesen “legítimos o ilegítimos”; los artículos 33º y
40º que permitían a la mujer elegir profesión e ingresar en la función pública; el 36º que
concedía los mismos derechos electorales, activos y no sólo pasivos, a partir de los 23
años; el 48º que recogía la educación laica e igualitaria y la función pública de los
maestros como funcionarios del Estado y servidores públicos.
Con ese marco y a partir de esa Constitución, aparecen otras leyes que desarrollan otro
modelo de sociedad. Veamos:
Protección a la maternidad. Con obligación de readmitir a las trabajadoras tras el parto
y su baja por descanso que ya era de seis semanas pagadas y con una prestación
económica de 50 pesetas semanales y durante diez semanas para gastos extras del bebé
y de la madre.
Ley del Contrato de Trabajo. Aun con la necesaria firma del marido para firmar la
trabajadora su contrato de trabajo, ella ya podía cobrar su salario directamente.
Ingreso en el sector público. Decretos que posibilitaron el acceso de las mujeres a
Correos, al Ejército como telegrafistas, a trabajar en Prisiones, a la Marina como
mecanógrafas, todo ello en 1931.
Prohibición de la prostitución y Patronato de Protección de la mujer con responsables
significativas como Victoria Kent, María Lejárraga y Matilde Huici.
Ley del Divorcio. Que podía solicitarlo la mujer si había habido adulterio, bigamia,
abandono, malos tratos o transmisión de enfermedades venéreas.
Matrimonio civil y laico.
Reforma educativa. Dando paso a las misiones pedagógicas, colonias escolares,
bilingüismo, escuela de maestras, inversiones potentes en nuevas escuelas, plan
quinquenal o reforma dirigida por Rodolfo Llopis, Lorenzo Luzuriaga y Bartolomé Cossío,
contratación de maestras para abrir escuelas en los lugares más inhóspitos.
Y ……. mucho más.
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Desde finales de 1978 con la nueva Constitución, desde su artículo 9º hasta el 55º, en
todo el Título I, se volvió a abrir la expectativa para la construcción de una nueva España
de Igualdad entre unos y otras.
Las Cortes Generales revisaron todas las leyes para que cumplieran con el artículo 14º
de la Constitución: “Los españoles somos iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer
discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier
otra condición o circunstancia personal o social”. Fue un trabajo arduo.
Las acciones positivas, los Planes de Igualdad, impulsaron el reconocimiento de cada
mujer y lo que es aún mejor, su reconocimiento social, el cambio de viejas mentalidades
no igualitarias pero muy enraizadas en la sociedad española. Era una experiencia
europea en la forma de hacer política que incorporamos las mujeres en España y que
nos parecen muy valiosas por su trasversalidad y por su integralidad. Los Planes de
Igualdad y el cumplimiento de cada una de sus medidas, con la activa participación de
las mujeres, transformaron la sociedad española.
La alianza de las mujeres, desde las organizaciones clásicas, partidos políticos y
sindicatos, hasta los más pequeños grupos de mujeres, feministas todas, porque en
esos años “llegaron a serlo” quienes aún no sabían que lo eran, se esforzaron en hacer
visibles a las mujeres, su reconocimiento personal y la no utilización de su imagen
como objeto.
Fueron cambios normativos que tuvieron a Las Cortes Generales trabajando
intensamente, con una mirada igualitaria, hacia los textos nacionales que había que
trasformar y hacia los texto internacionales y europeos que había que incorporar.
Recordemos que España ratificó la Convención para la Eliminación de todas las formas
de Discriminación contra la Mujer a finales de 1983, cuando empezó a gobernar el
PSOE, con Felipe González de presidente, y tras crearse el Instituto de la Mujer. La
Convención ya tenía cuatro años de vida y desarrollo en los países que nos eran
cercanos. Constitución y Convención de NN.UU. impulsaron cambios legales tan
significativos como: la incorporación, de nuevo, de las mujeres a las fuerzas armadas, la
penalización de la discriminación en el trabajo, la ampliación del permiso por
maternidad a 16 semanas con “la posibilidad” del disfrute por parte del padre de 4
semanas, la nueva regulación de la excedencia por cuidado de hijos, la baja por
maternidad se configuró independiente de una ILT y su prestación se llevó al 100% de la
base reguladora, la reserva del puesto de trabajo, del mismo grupo y categoría, durante
el primer año de excedencia por cuidado de los hijos, la despenalización de la
interrupción voluntaria del embarazo en ciertos supuestos, la inversión de la regla
general de la carga de la prueba en casos de discriminación en el trabajo, la tipificación
de los delitos de violación y agresión sexual como delitos contra la libertad sexual y la
tipificación del delito de acoso sexual, la tipificación del delito de impago de pensiones
por separación y divorcio, la tipificación del delito de impago de pensiones también con
los hijos no matrimoniales, las pensiones no contributivas, la no discriminación en el
sistema educativo y en los libros de texto y materiales educativos, el derecho a la
igualdad salarial ante trabajo de igual valor, la regulación de las relaciones laborales del
personal de servicio doméstico, la sanción a la publicidad ilícita al atentar contra la
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dignidad o los valores y derechos reconocidos en el ámbito europeo a la infancia,
juventud y mujer, ….
No seguiremos citando cambios legislativos para la Igualdad de oportunidades y de
trato por no aburrirles, pero nos gustaría que retuvieran que se realizaron pensando
en la incorporación de las mujeres a la vida laboral para que consiguieran su
autonomía personal, su autogobierno, su autogestión. Se realizaron también,
intentando que la maternidad y después la paternidad, fueran asumidas como una
función social, un rol colectivo de equilibrio poblacional, y no sólo como un rol
individual de la mujer de la familia. Código Civil, Código Penal y Código Laboral se
hicieron igualitarios para hombres y mujeres. Y otros.
Acciones Positivas a través de los Planes de Igualdad. Fundamentalmente pensamos
en el I Plan, con vigencia desde 1988 a 1990 y con 125 acciones que el Consejo de
Ministros y el Parlamento evaluaron y concluyeron en que se había alcanzado un
cumplimiento del 98,5%. También el II Plan, con 170 medidas que se desarrollaron
durante los años 1992 y 1995 y con un grado de cumplimiento del 94% según los
diferentes órganos evaluadores. Después de Suecia, Dinamarca, República Federal
Alemana e Italia, fuimos el quinto país europeo en que su Gobierno y su Parlamento
aprobaron comprometerse con el desarrollo del principio de Igualdad en el conjunto
de las políticas públicas.
Sí, tres lustros de intenso trabajo en el desarrollo de acciones positivas con la ayuda de
los fondos estructurales europeos y de un creciente presupuesto del Instituto de la
Mujer y del joven Ministerio de Asuntos Sociales. Quince años impulsando el empleo y
la formación para las mujeres, el fomento de la actividad empresarial y la actividad
gerencial de las mujeres, la incorporación de las mujeres en los espacios donde estaban
infrarrepresentadas o en los puestos que se consideraban tradicionalmente reservados
a los hombres o como actividades masculinas. Carrera Judicial, Universidad, Empresas,
Investigación, Política… ruptura de los techos de cristal.
Las mujeres aparecieron en la estadística, se redujo el porcentaje de mujeres
analfabetas, incrementamos el número de mujeres matriculadas en las universidades,
se aumentó la población activa femenina y después su tasa de actividad y el número de
mujeres que formaban parte de la población ocupada. Fueron cambios estructurales con
un trabajo consensuado, planificado, constante y pedagógico para conseguir una
sociedad nueva.
A veces pensamos que el gran Contrato Social de la Democracia española lo hicieron
las mujeres. Primero, siendo capaces de pactar entre ellas los cambios que
necesitaban y marcando una hoja de ruta en la que participábamos y nos
corresponsabilizábamos todos. Segundo, siendo capaces, desde el feminismo político,
de pactar con los hombres el modelo de sociedad que todos necesitábamos. Tercero,
pactando con las Instituciones y en los Presupuestos Generales del Estado las
necesidades que tenían que ser cubiertas. El Estado de Bienestar español empezó a
tener, también, rostro de mujer y recursos y equipamientos para las mujeres en
general y para las mujeres en situaciones de necesidad.
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Las mujeres que nacieron en los años 20, 30 y 40 del siglo XX con frecuencia decían:
“lástima que tantos maravillosos cambios lleguen algo tarde para nosotras, aunque
somos felices viendo como lo van y están empezando a disfrutar nuestras hijas”.
Los cambios sociales y legales beneficiaron a todas. Pero si tuviéramos que elegir una
decisión política que compensó algo las injusticias de la dictadura en las mujeres
trabajadoras en el último tercio del siglo, diríamos que fue la aprobación de las
Pensiones No Contributivas, las PNC, y ello, porque se tomó la decisión con la
conciencia de que iban a ser las mujeres las mayores beneficiarias de tal prestación.
PNC que nacieron en 1990 pero comenzaron “su caminar” desde 1981.
Si miramos “los indicadores de protección social, servicios sociales y programas de
igualdad publicados por el ministerio de Asuntos Sociales para el periodo 1982-1992”,
comprobamos que el desarrollo de prestaciones económicas no contributivas para
aquellas personas que por sus especiales circunstancias (vejez, discapacidad o mala
situación económica y social) se veían privadas de la posibilidad de obtener recursos
económicos para su subsistencia y autogestión:
Rostro de mujeres que habían trabajado, pero no habían cotizado por ellas y por ello,
un Estado Social de Derecho tenía que actuar para corregir tal injusticia y trato
desigual.
Como ven, para completar el Sistema No Contributivo de la Seguridad Social
dedicamos una década. Lo recordamos porque, nada importante en y para un país y
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su ciudadanía se hace de un día para otro, sino que se construye, con diálogo y pacto,
y así se consolida o enraíza.
• La Ley Orgánica 3/2007 para la Igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Ley
que volvió a hacer trabajar a los legisladores, adaptando y revisando textos
legales, para seguir avanzando en la igualdad real. A través de:
Tres leyes que pronto van a cumplir su mayoría de edad y por ello hemos de evaluar,
pero, sobre todo, hemos de cuidar y hacer que se cumplan día a día. Leyes que son útiles
y “protectoras” para las mujeres mayores y especialmente la de Promoción de la
Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de Dependencia.
Una cadena de pasos evolutivos y constantes, de normas y de acciones positivas, para
enraizar la igualdad en nuestras mentes y así en el modelo de sociedad que queremos
mostrar como ejemplo y al que aspiramos. Y sin olvidar que en democracia somos la
ciudadanía quienes tenemos que vigilar y trabajar para que todo ello, todo lo
conquistado, se mantenga, dinamice, cuide, y haga que funcione y funcione bien. Ser
y estar. Estar para ser. No lo olvidemos. Nadie debe olvidar que estamos ante una
cadena de solidaridad entre generaciones.
Volvamos al hoy
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DATOS POBLACIONALES A TENER EN CUENTA PARA HACER
FUTURAS Y ADECUADAS POLÍTICAS.
• Conviene también anotar que hay más personas mayores en las urbes. Por
ejemplo, entre las dos grandes ciudades españolas, Madrid y Barcelona, viven
algo más de un millón de personas mayores, más que en todos los 5.877
municipios rurales. Es decir, con la estadística del padrón continuo de enero de
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2019, hemos de recordar que: en municipios rurales, aquellos con una
población desde 1 a 2.000 habitantes, viven 770.580 personas mayores, un
28,5%; en municipios intermedios, con población entre 2.001 y 10.000
habitantes, viven un 20% de personas mayores, 1.363.369 ciudadanos
repartidos por los 1.501 municipios; en municipios urbanos, 753, entre 10.001
y +500.000 habitantes, viven 6.923.244 personas mayores, un 18,5% de la
población. En los 6 municipios donde viven más de 500.000 habitantes, viven
1.556.056 personas mayores, un 20,4%.
• Asturias, Castilla y León, Galicia, País Vasco, Cantabria y Aragón son las CC.AA.
más envejecidas, entre un 21,6% y un 25,7%. Baleares, Murcia y Canarias son
las CC.AA. con una proporción más baja de habitantes de más edad, en torno
a un 15%. Cataluña, Andalucía y Madrid son las CC.AA. con más población de
edad y superan el millón de personas mayores viviendo en cada una de ellas.
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LAS PRIORIDADES POLÍTICAS CARA A LA IGUALDAD DE LAS
MUJERES MAYORES
I. PENSIONES.
La nómina de la Seguridad Social de julio de 2022 aporta los siguientes datos:
• Reducir las brechas en los mercados laborales. La media en Europa es del 16%
en Europa y del 21% en España, esa es la diferencia salarial entre hombres y
mujeres al inicio de esta década.
• Reducir las brechas en las pensiones. Es de un 30% en Europa y de un 34% en
España. También con datos de 2020.
• Conseguir un mayor reparto en las responsabilidades domésticas y familiares.
En Europa la mujer dedica, a la semana, 22 horas a estas responsabilidades
mientras que los hombres sólo dedican 9 horas. Aún hoy, un 44% de hombres
europeos piensan que el principal cometido de una mujer casada es el de cuidar
su casa y atender a su familia y el 43% piensa que su responsabilidad, la del
hombre, es ganar el dinero para su familia. Esta encuesta se hizo en Europa para
sensibilizar a su sociedad sobre todo lo que queda por hacer en Igualdad y así
explicar por qué y las prioridades de acción del plan hacia 2025.
En España los informes sindicales anuales nos pretenden recordar y sensibilizar
sobre nuestra realidad, que sigue siendo la de que los contratos laborales
temporales, ya que son en un 60% para las mujeres y en un 40% para los
hombres. La diferencia también es grande cuando se ven los contratos a tiempo
parcial porque el 85% de la reducción de jornada la solicitan las mujeres para
compartir trabajo y cuidados familiares, de hijos y también de personas
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mayores, padres, suegros y hermanos con discapacidades severas. El 92% de
las excedencias laborales para esos cuidados la piden las mujeres españolas.
Las mujeres dedican el doble de horas a la semana a los cuidados y tareas del
hogar, comparando con los tiempos que dedican los hombres.
Disculpen por insistir, pero hablar de lo que hemos de hacer para reducir la brecha en
pensiones es hablar de las brechas salariales antes; es hablar del cambio de
mentalidades con la construcción de una sociedad democrática de cuidados y cuidadora
entre todos y sin diferencia de roles entre hombres y mujeres durante toda la vida;
después, ya es hablar de la brecha en pensiones y de cómo la reducimos desde las
políticas y con los Presupuestos Generales del Estado. Muy importante ante la
longevidad de nuestra sociedad y ante la desigualdad mantenida en las vidas de las
mujeres más mayores.
II. SALUD.
La encuesta nacional de salud de 2017 nos recuerda que la valoración del propio estado
de salud viene condicionada por las enfermedades padecidas, por las circunstancias
personales y psicológicas de cada persona, por las razones económicas, sociales y
residenciales, en definitiva, refleja los factores educativos, económicos, sociales y
comunitarios o del entorno en el que se mueve cada persona. El 45% de las personas
mayores percibe su salud como buena o muy buena, (en el conjunto de la población esta
valoración es del 80,6%). Las percepciones negativas aumentan según aumenta la edad
de las personas. Las mujeres mayores son más pesimistas que los hombres de la misma
edad. (53% de hombres valora buena o muy buena su salud frente a un 40% de
mujeres).
En 2018 las personas mayores suponían el 46% de todas las altas hospitalarias (curación,
mejoría, fallecimiento, traslado o alta voluntaria). Mas de la mitad de todas las estancias
causadas en hospitales fue con personas mayores (58%) y este porcentaje crece año tras
año.
La presencia hospitalaria de las mujeres suele tener que ver principalmente con: artrosis
y depresiones. En los hombres con EPOC, tensión alta y diabetes.
En el caso de la obesidad, hasta la vejez son los hombres los que tienen mayor obesidad,
pero con la vejez las mujeres, por mayor sedentarismo, por cambios de hábitos
alimenticios (más grasas y azúcares) y por el descenso de la actividad física, en definitiva,
por cambios en los estilos de vida, alcanzan un porcentaje de obesidad mayor que los
hombres.
Las causas de muerte entre las personas mayores tienen que ver con las enfermedades
del aparato circulatorio, los cánceres, y las enfermedades respiratorias. Últimamente
aparece también en la estadística las enfermedades mentales y las nerviosas.
Mientras escribimos este documento, se ha hecho pública la Encuesta 2020, la Europea
de Salud en España, que coincide en líneas generales con la de 2017. Recuerda el dato
de que el nivel socioeconómico está relacionado con el estado de salud percibido, a
clase social más baja mayor es la percepción de una salud no buena. La artrosis, la
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tensión alta y el dolor de espalda crónico son más frecuentes en las mujeres y la
tensión alta, el colesterol también alto y los dolores de espalda en los hombres.
La autonomía funcional para realizar las actividades básicas de la vida diaria es mayor
en los hombres que en las mujeres mayores.
Otros estudios expresan como el 80% de las consultas de atención primaria se ocupan
con personas con enfermedades crónicas y mayores. El 89% consume algún fármaco,
llegando a ser un 93% cuando las personas pasan de los 75 años.
El Instituto de Salud Carlos III comunicó que estaba realizando una investigación sobre
el envejecimiento saludable en Suecia, Portugal y España. Un adelanto de tal proyecto
concluye en que una de cada cuatro personas mayores de 65 años sufre depresión en
España. Se trata de un estudio multiprofesional que incorpora la “epidemia de la
soledad” por su impacto negativo en la salud mental de las personas mayores. Hablan
de un 20% de personas mayores que declaran un alto nivel de soledad y un 25% con
aislamiento social. Esta investigación la tendremos que estudiar a fondo cuando se
termine y publique, parece que lleva retraso, pero, nuestra asociación quiere poner en
valor, como tantas veces hemos dicho, a la Atención Primaria del Sistema de Salud, a
la Sanidad Comunitaria y a la Salud Mental Comunitaria como las tres áreas más
importantes del Sistema Sanitario para poder impulsar la Sociedad Cuidadora.
La profesora Sacramento Pinazo en la revista de la Sociedad Valenciana de Geriatría y
Gerontología tiene un artículo que sintetiza los distintos estudios realizados en la última
década en diferentes países europeos y estos vienen a decir que: la soledad puede
aumentar el riesgo de muerte en un 26%; la soledad es peor que la obesidad y que fumar
15 cigarrillos al día, siendo tan malas ambas realidades; la soledad se asocia con mayores
riesgos a desarrollar enfermedades coronarias y accidentes cardiovasculares, con riesgo
de hipertensión arterial, con riesgo de depresión y con riesgo de deterioro cognitivo y
demencia. En conclusión, la soledad es mala para la salud. Termina su artículo la
profesora Pinazo diciendo, “afecta directamente a la salud mental, aumenta síntomas
de ansiedad y depresión, produce un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas,
reduce la calidad del sueño, disminuye la respuesta inmunitaria y el funcionamiento
cognitivo. Pero no sólo eso, Es mala para nuestras comunidades. Apela a nuestras
conciencias como seres humanos. ¿Qué está pasando y por qué casi todos miran a otro
lado?”
Insistimos, necesitamos más estudios e investigaciones sanitarias y sociosanitarias en
nuestro país. Necesitamos una atención primaria bien dotada de recursos humanos
diversos para realizar las tareas de conocimiento de la realidad en cada entorno y de
prevención y de atención adecuada. Necesitamos una atención comunitaria de salud
mental potenciada.
Leyendo al Dr. Fernando Lamata recordamos sus datos: dedicamos a salud mental un
5% del gasto sanitario cuando la carga de enfermedad es de un 15%. Este 5% se dedica
o gasta al revés de cómo debería ser, según nuestra opinión, pues se gasta un 44% en
hospitales, un 42% en fármacos y sólo un 14% en servicios comunitarios. Nos gusta decir:
menos fármacos y más actividades comunitarias.
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III. VIVIENDA.
Nuestra Asociación ha elaborado un documento titulado: “Los hogares que necesitan
las personas mayores” en el que analizamos la situación de las residencias para
personas mayores y los cambios necesarios a hacer para que sean vivibles y hogares
alternativos. Hacemos lo mismo sobre el parque y modelos de viviendas convenientes
para una sociedad que envejece y también recordamos el urbanismo y los entornos
necesarios para que, al envejecer, nuestras viviendas o hogares alternativos nos sean
útiles y no amplíen soledad o aislamiento.
Existen muchos trabajos, oficiales y privados, sobre vivienda en España y con estadísticas
diversas. Para no dispersarnos, vamos a recoger a continuación los datos del IMSERSO
en su Informe de 2018, “Las Personas Mayores en España”, publicación coordinada
por Jesús Norberto Fernández y que para hablar de mujeres mayores y vivienda no
están desactualizados.
Crece el número de personas mayores de 65 años que viven solas. En 2018 ya lo hacían
el 23,5%, algo más de dos millones de personas de 65 y más años. Hay un predominio
de mujeres, un 72%, sobre un 28% de hombres, aunque el porcentaje de hombres crece
en los últimos años. Tres de cada cuatro personas mayores de 65 años que viven solas,
son mujeres. El 45% de las mujeres mayores que viven solas sobrepasan los 80 años.
De los 2 millones de hogares monoparentales, 4 de cada 5 están encabezados por
mujeres y el riesgo de pobreza en ellos es del doble que en el resto de los hogares.
Conviene recordar que la mayoría de los españoles tienen la vivienda en propiedad, un
76%, cifra que llega a ser de un 89% en los españoles de más de 65 años.
Conviene también destacar que el gasto fundamental de un hogar es el del
mantenimiento de la propia vivienda, su proporción suele ser mayor si hablamos de
personas mayores, alrededor de un 45%. Los gastos por alimentación ocupan el
segundo capítulo de gastos. Buena parte del parque de viviendas de las personas
mayores no está en buenas o en las mejores condiciones y mientras más mayores peor.
Un estudio de la Fundación Caixa concluye que dos de cada diez mayores habitan en
viviendas deficientes, especialmente en accesibilidad y en calefacción, un 20% de
ellos, lo que implica a 1,5 millones de personas y en municipios, sobre todo, de entre
10.000 y 100.000 habitantes.
La nueva Ley de la Vivienda de 2022, su desarrollo reglamentario y la Ley 10/2022 de
medidas urgentes para la rehabilitación edificatoria en el Plan de recuperación,
transformación y resiliencia y el Plan estratégico a realizar desde 2022 hasta 2025 con
fondos europeos, son una oportunidad inmensa para reducir desigualdades en
viviendas de personas mayores, y especialmente en viviendas de mujeres mayores.
Recordamos el número superior de mujeres mayores, sobre todo mayores de 80 años,
su renta menor y el porcentaje mayor de viviendas en propiedad, pero con necesidades
de rehabilitación o mejoras, según diversos estudios.
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Las mujeres de 80 años y más, en la España de hoy, necesitan ser muy tenidas en
cuenta en estas tres grandes políticas: Pensiones, Vivienda y Sanidad. Por ello hemos
recordado algunos de sus datos más significativos.
En este documento no hemos querido hablar de los Servicios Sociales, básicos o
especializados, porque ya lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo en todas nuestras
publicaciones. Pero, podemos recuperar del Informe: “Los Servicios Sociales para
personas mayores”. 2020 del IMSERSO, estos datos de beneficiarios por sexo:
PERSONAS RECEPTORAS DE:
TELEASISTENCIAS: 931.079. Hombres un 24,5% y mujeres un 75,5%. Mayores de 80
años la tienen un 70%, pero no conocemos los porcentajes mayores de esta edad por
sexo que se benefician de la teleasistencia.
AYUDA A DOMICILIO: 473.028. Hombres un 28% y mujeres un 72%. El 68% de las
personas que en 2020 recibían ayuda a domicilio eran mayores de 80 años.
CENTROS DE DÍA: 3.674 centros y 99.247 plazas. De las ocupadas, el 24,5% lo eran por
hombres y el 75,5% lo eran por mujeres. Las personas atendidas en centros de día con
más de 80 años eran el 69% del total.
RESIDENCIAS: Con 6.116 centros y 399.046 plazas, el 29 de las ocupadas lo estaban
por hombres y el 71% por mujeres. El 79% de los residentes tienen más de 80 años.
CENTROS DE MAYORES O SOCIOCULTURALES: Hay unos 4.000 y son utilizados en un
47% por hombres y en un 57% por mujeres.
El nivel de participación y voluntariado de las mujeres es mayor que el de los hombres.
Profundizar en ello es materia de otro trabajo
Para concluir este apartado de prioridades políticas queremos poner en valor los
programas de calidad de vida más eficaces contra la soledad.
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2. Las Universidades de Mayores o de la experiencia o con programas para
mayores, otro medio importantísimo de enfrentamiento contra las soledades y
especialmente tras la jubilación y muy solicitado por mujeres.
Casi todas las Universidades españolas tienen programas para mayores, que
son en total 71. Desafortunadamente no disponemos de datos globales del
conjunto desglosados por sexo, pero sabemos que las mujeres son un
porcentaje importante y suman muchos miles de alumnas. Para ver en detalle
lo que cada Universidad recomendamos entrar en el siguiente enlace
http://envejecimiento.csic.es/documentacion/varia/programas-universidad-
mayores.html
4. El Programa de Balnearios.
Ambos programas deberán incorporar la mirada de como contribuir a la lucha contra la
soledad de las personas mayores. Necesitamos nuevas fichas de recogida de datos de
sus participantes e información compartida con los servicios sociales, sociosanitarios y
sanitarios de los municipios españoles para realizar su seguimiento y propuestas de
cuidado. Se necesita una encuesta en la que se pregunte sobre motivación para asistir a
estos programas incorporando la soledad y si le ha servido para paliarla e ideas para
seguir combatiendo la soledad. Serían datos de gran utilidad para el Plan Estratégico a
diseñar y revisar por el IMSERSO.
Sería muy interesante, asimismo, que el IMSERSO recopilase y publicase datos
actualizados de personas beneficiarias de estos interesantes y muy solicitados
programas, en los que las mujeres participan sin duda en un porcentaje significativo
5. Los Programas de acceso a la Cultura, que han de programarse y potenciarse,
aún más, para acercarlos a los barrios y municipios pequeños y hacer frente a
soledades intergeneracionales y a aislamientos.
Las mujeres mayores con frecuencia son el más importante grupo de participantes en
actos culturales, como conferencias, cursos, teatro, ciclos de cine, visitas a museos,
viajes culturales etc. Lo son ciertamente en las actividades gratuitas de los Centros
Socioculturales de Mayores y Centros Cívicos. Pero creemos que han de potenciarse
mucho más los programas gratuitos y de calidad accesibles para todos, dado el enorme
interés de aprender que están demostrando las mujeres mayores, en bastantes
ocasiones superior al de los hombres. Han accedido más tarde, pero están
demostrando ganas de recuperar el tiempo perdido, Con ello nuestra sociedad estará
facilitando el ejercicio del derecho de educación permanente y para todas las edades, a
la vez que oferta una segunda oportunidad de aprender
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NUESTRAS PROPUESTAS PARA SEGUIR CONSTRUYENDO UN
PAÍS CON IGUALDAD Y PARA RECUPERAR TIEMPOS PERDIDOS.
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BIBLIOGRAFÍA, TEXTOS A CONSULTAR, SI SE DESEA PROFUNDIZAR EN
ESTOS TEMAS.
Como existe una amplísima bibliografía sobre los temas tratados en el documento,
seleccionamos solo algunos títulos. Conviene recordar que los informes y estudios de
organismos oficiales como el CSIC, IMSERSO, INE e Instituto de la Mujer se pueden
consultar y descargar en sus páginas web.
• Rosa María Capel (2008) “Cien años trabajando por la Igualdad”. Ed. Fundación
F. Largo Caballero.
• Rosa María Capel (2020) “Acción y voces de mujeres en el espacio público”.
Araba Editores.
• CSIC (2020) “Un perfil de las personas mayores en España”. Informe número
25. Envejecimiento en Red. Y otros estudios e investigaciones de
Envejecimiento en Red y del CSIC.
• Federación de Universidades Populares (FEUP). (2020) Libro Blanco de las
Universidades Populares. FEUP.
• IMSERSO (2021) “Las personas mayores en España”. Informe IMSERSO 2018
Coordinado por Jesús Norberto Fernández. Y otros documentos y estudios del
IMSERSO.
• INE y estadísticas de los Ministerios con las competencias sobre pensiones,
sanidad, vivienda, cultura.
• Instituto de la Mujer. “Las mujeres en cifras” y “las mujeres en familia” del
Instituto de la Mujer y otros datos y publicaciones del Organismo.
• Margarita León (2021). “Feminismo y Cuidados”. Fundación Memora.
• Pilar Rodríguez. (2021) “Género y envejecimiento en España: Perfiles, Datos y
Reflexiones” Informe Fundación Pilares. Colección Papeles, número 6.
• Sacramento Pinazo-Hernandis (2020) “Mujeres mayores y psicofármacos” y
otros textos, artículos y estudios, de la misma autora publicados por la
Sociedad Valenciana de Geriatría y Gerontología
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