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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de derecho y criminología

Cultura de género

Lic. Luciano Rayas Moreno

“Delimitación de campo conceptual”

(Avance de pía)

Equipo #5
2053114 ESCOBAR MARTINEZ FATIMA LIZETH

2051113 GONZALEZ RODRIGUEZ ANGEL ADRIAN

2063431 GUARDIOLA ARANDA AMÉRICA SHIRLET

2061567 PONCE MARTINEZ ALEJANDRO

2132544 SALCIDO MIRELES AMANDA


¿Qué es la cultura y cuáles son sus aspectos fundamentales?

La cultura es el conjunto de ideas como tradiciones, costumbres y conocimientos que


mediante tiempo cada civilización ha construido tras el paso del tiempo. Al igual cada
cultura tiene su propia simbolización de la diferencia entre sexos, y engendra múltiples
versiones de la dicotomía hombre/mujer. Desde que estamos pequeños
(aproximadamente desde los 2-3 años de vida) nos hemos dado cuenta de que a través de
nuestros padres a diferencia del sexo masculino y femenino, aunque no teníamos una idea
Clara de lo que consistía cada diferencia biológica, esto gracias a la entonación a vos, la
forma de que en la en la que decía cada quien, los juguetes y cosas muy claras que son
apropiadas para los niños y las cuales son para las niñas.

Aspectos Fundamentales

El orden social y la percepción Desde hace mucho tiempo en cada sociedad existen
diferentes costumbres, creencias, y valoraciones sobre lo que es apropiado para los
hombres y lo que es apropiado para las mujeres, desde años atrás nuestro círculo familiar
y social nos ha estado transmitiendo sus creencias y costumbres para aprender lo que
ahora como adultos ya sabemos. La manera en la que vestimos siempre utilizamos los
elementos y categorías aptas para cada edad que hay entre nuestra cultura. Desde hace
pocos años atrás, variedad de personas se han vuelto muy liberales en la manera en la que
ellos piensan incluso han puesto en duda su preferencia sexual, estoy llevándolos a
cambiar de género, pero las mujeres y hombres coman aunque distintos como son nexos,
somos iguales como seres humanos. Solo son dos los ámbitos donde verdaderamente hay
una excepción diferente en la sexualidad y en él la procreación, y pese a que estos son
ámbitos centrales de la vida, no constituyen la totalidad del ser humano, por ello no dan
lugar a formas de ciudadanía radicalmente diferentes para ambos sexos sin embargo, el
sexismo (la discriminación con base en el sexo de una persona opera que en todos los
campos).

La construcción del género y sus antecedentes históricos

Desde tiempos inmemoriales, la función reproductora de las mujeres se tradujo en un


paradigma social que ubica a la mujer en condiciones de inferioridad con respecto al
hombre. Por décadas, predominó en la ciencia histórica el paradigma positivista que
volvió invisible a las mujeres. La historia positivista de los siglos XIX y XX tuvo como
objetivo rescatar el mundo público, tajantemente separado del privado. Este movimiento
respondió al momento político de su época: la construcción simbólica de las naciones y el
énfasis en el desarrollo de la ciencia y la tecnología como motores del progreso.

El siglo XXI heredó grandes avances en todas las áreas del conocimiento humano, sin
embargo, el paradigma de género no ha cambiado; pese a los avances logrados por las
mujeres, sobre todo en al ámbito laboral, en la mayoría de las sociedades todavía el
mundo público es para los hombres y el privado para las mujeres. Cuando las mujeres
empiezan a incursionar en el campo del estudio y en el mundo del trabajo productivo las
desigualdades se mantienen: las carreras asociadas a la función reproductiva son las
consideradas propias de las mujeres: enfermería, docencia, secretariado, etc.

En la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, adoptada por la Asamblea
Constituyente francesa, entre el 20 y el 26 de agosto de 1789, aceptada por el rey de
Francia el 7 de octubre del mismo año, que significo el fin de un estado de servidumbre y
el acceso a la ciudadanía, reconociéndose algunos derechos humanos, entre ellos, el de la
igualdad. De forma textual, en su artículo 10. Señalaba que: “todos los seres humanos
nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y
conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. En julio de 1790,
escribió un opúsculo titulado “Sobre la admisión de las mujeres en la ciudadanía”,
planteando por vez primera la exclusión de las mujeres de la misma y reconociendo que la
negativa a obtener el estatus de ciudadanas de pleno derecho era otro factor de
desigualdad.

Los contenidos ubicados en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y
su descontento para el colectivo de las mujeres, motivó que Olympe de Gouges
entendiese, adecuadamente, que el término universal no incluía los derechos de las
mujeres, y lo que le impulsó a promulgar en septiembre de 1791 la Declaración de los
Derechos de la Mujer y la Ciudadana, que propició fuese encarcelada y posteriormente
guillotinada por el gobierno de Robes Pierre, mismo al cual ella defendía, por entender
éste que de Gouges había cometido el delito de "haber olvidado las virtudes de su sexo
para mezclarse en los asuntos de la República”.

Más tarde, mediante la Constitución del 31 de enero de 1917, se plasmó la negativa al


sufragio femenino, bajo los argumentos de los diputados de las Cortes Constituyentes,
que eran todos varones, de la supuesta incapacidad de las mujeres para ejercer este
derecho responsablemente. La Ley Electoral de 1918 recogió que sólo los hombres tenían
derecho al voto, y en el artículo 130 se declaraba que el matrimonio era un contrato civil
y, por tanto, quedaba fuera de la jurisdicción eclesiástica, aunque la Constitución
reconocía, sin embargo, los derechos antes citados. La igualdad entre mujeres y hombres
en el ámbito familiar también tuvo modificaciones, y así el 12 de abril de 1917 se expidió
la nueva Ley de Relaciones Familiares, autónoma del Código Civil, que se mantuvo vigente
hasta 1932,

Tras unos años de intentos encaminados a avanzar en igualdad legal entre mujeres y
hombres, en 1969 con Gustavo Díaz Ordaz al frente del Gobierno de México, se modificó
el artículo 30, que ya había sido reformado en 1934, reconociendo la transmisión de
nacionalidad por la madre mexicana, e igualmente se estableció, sin distinción alguna, la
mayoría de edad y la titularidad del sufragio a los 18 años sin reparar el estado civil,
siendo en esa época cuando se inician cambios respecto a los índices relativos a la
caracterización de la población femenina mexicana.
Diferencias del sexo

Los factores que determinan nuestro sexo asignado al nacer empiezan tan pronto como se
da la fertilización:

• Cada espermatozoide tiene un cromosoma X o Y. Todos los óvulos tienen un


cromosoma X.

• Cuando el espermatozoide fertiliza un óvulo, su cromosoma X o Y se combina con


el cromosoma X del óvulo.

• Una persona con cromosomas XX suele tener órganos sexuales y reproductivos


femeninos y por ello se le suele asignar el sexo femenino.

• Una persona con cromosomas XY suele tener órganos sexuales y reproductivos


masculinos y por ello se le suele asignar el sexo masculino.

Esto no excluye que se den otras combinaciones de cromosomas, hormonas y órganos


que pueden dar lugar a que una persona sea intersexual.

Identidad biológica

El sexo asignado al nacer (también llamado sexo biológico) es una etiqueta que te ponen
al momento de nacer, según ciertos factores médicos como tus hormonas, cromosomas y
genitales. A la mayoría de personas se les asigna el sexo masculino o femenino. Esto se
registra en tu certificado de nacimiento. Comportamientos que están determinados por el
sexo biológico de una persona, como por ejemplo, la menstruación, embarazo, lactancia,
andropausia, erección y orgasmo. Pero no debemos olvidar que los fenómenos biológicos
también reciben la influencia de las actitudes, normas y valores culturales.
Es la forma en que externamente revelamos nuestra identidad sexual. Es decir, la manera
en que nos comportamos como hombres o como mujeres ante la gente que nos rodea.

El rol sexual puede ser auténtico, lo que significa que refleja tu identidad sexual. También
puede ser que nunca te hayas cuestionado tu rol sexual, por lo que actúas conforme a lo
que te enseñaron tus padres, o puede ocurrir que al querer ser aceptado por el grupo
social en que te desenvuelves aceptes un rol que no refleja tu verdadera identidad, y que
simules entonces ser agresivo, burlón, duro, insensible o, en el caso de las chicas, que
simulen ser tiernas, delicadas, etc.

Roles sexuales

Comportamientos que están determinados por el sexo biológico de una persona, como
por ejemplo, la menstruación, embarazo, lactancia, andropausia, erección y orgasmo.
Pero no debemos olvidar que los fenómenos biológicos también reciben la influencia de
las actitudes, normas y valores culturales.

Es la forma en que externamente revelamos nuestra identidad sexual. Es decir, la manera


en que nos comportamos como hombres o como mujeres ante la gente que nos rodea.

El rol sexual puede ser auténtico, lo que significa que refleja tu identidad sexual. También
puede ser que nunca te hayas cuestionado tu rol sexual, por lo que actúas conforme a lo
que te enseñaron tus padres, o puede ocurrir que al querer ser aceptado por el grupo
social en que te desenvuelves aceptes un rol que no refleja tu verdadera identidad, y que
simules entonces ser agresivo, burlón, duro, insensible o, en el caso de las chicas, que
simulen ser tiernas, delicadas, etc.

Género

La definición de género corresponde a la clasificación de personas o cosas de acuerdo con


el conjunto de características comunes que posean. Por otra parte, en términos
biológicos, se refiere a la identidad sexual de los seres vivos, la distinción que se hace
entre femenino y masculino.

La clasificación binaria (masculino y femenino) es realizada en base a los criterios y


estereotipos de género socialmente hablando, que se le otorga a cada persona en base al
sexo biológico, sin embargo, actualmente se incluyen la existencia de los conocido
géneros no binarios.

El género desde un punto de vista biopsicosocial corresponde a las propiedades y


aspectos atribuidos a una persona basándose en sus características biológicas, separando
lo femenino de lo masculino. Sin embargo, actualmente este concepto se ha ampliado,
permitiendo la integración de los conocidos géneros no binarios. Por otra parte, cuando se
habla de identidad de género se refiere a la percepción que posee cada individuo sobre sí
mismo y como se identifica, más allá de su sexo biológico.

Orientación sexual

La orientación sexual es un concepto que hace referencia al tipo de atracción sexual que
experimenta una persona hacia otros. Desde esta perspectiva parece que se trata de algo
simple, pero, alguna vez te has preguntado: ¿por qué alguien es heterosexual, homosexual
o bisexual? Los estudios en esta área nos enseñan que la atracción es algo mucho más
complejo de lo que solemos pensar.

Este término se relaciona con el tipo de atracción sexual que siente alguien hacia otros
dependiendo de su sexo y género. No debemos confundirlo con la identidad de género, el
cual se refiere a la manera en que un individuo se auto percibe. En otras palabras, la
orientación sexual tiene que ver con hacía quién sentimos atracción. Por su parte, la
identidad de género se asocia con la percepción que tenemos de nosotros como hombres
o mujeres.

Tampoco debemos utilizar la expresión preferencia sexual al momento de hablar sobre la


orientación de la atracción. El término preferencia lleva la connotación de que las
personas de alguna forma eligen hacia quiénes sentirse atraídos. No obstante, como
veremos más adelante, no se trata de una elección consciente. Es decir, nadie despierta
un día y piensa “voy a enamorarme de un hombre” o “me casaré con una mujer”.

Modelos de relación sexo – género

Modelos de relación sexo-género para entender mejor el contexto en el que se inserta el


posfeminismo de género resulta muy útil exponer, de manera tipográfica y esquemática,
los modelos de conexión entre sexo y género que se han sucedido a lo largo de la historia.
La relación entre estas dos categorías nos permite distinguir, al menos, tres modelos de
relación varón-mujer: el modelo de la subordinación, el igualitarista y el de la reciprocidad
y corresponsabilidad.

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