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Helena de troya
Helena de Troya (también conocida como Helena de Esparta) es una figura de la
mitología griega, cuya fuga con (o rapto por) el príncipe troyano Paris provocó la
Guerra de Troya. Helena era la esposa de Menelao, rey de Esparta, y considerada como
la mujer más bella del mundo.
Relaciones familiares
En la mitología griega, Helena era hija de Zeus y Leda, la reina de Esparta y esposa de
Tindáreo. Zeus se disfrazó de cisne para seducir a Leda, y Helena fue el resultado de su
relación amorosa. En otra versión del mito, la madre de Helena es la diosa Némesis, la
personificación de la venganza. Quienquiera que sea la madre, en ambas versiones
Helena nace de un huevo, en Esparta. Los hermanos de Helena son los héroes gemelos
Cástor y Pólux (alias Polideuces) y Clitemnestra, la futura esposa de Agamenón, rey de
Micenas. Un día, Tindáreo ofreció sacrificios a todos los dioses, pero se olvidó de
Afrodita y la diosa, enfadada con el desplante, prometió que todas las hijas del rey
serían infames por su adulterio.
Helena era considerada de forma mayoritaria como la más bella de todas las mortales.
En sus Trabajos y días, Hesíodo la describe como la “Helena del cabello rubio” Homero
también la nombra repetidamente en sus obras como “Helena del cabello precioso”
Helena de blancos brazos” y “Helena, la reina de las mujeres” aunque también como la
“odiosa Helena”
Desarrollo y Contenido
El desarrollo y los contenidos de este material didáctico de Griego
II, de Segundo de Bachillerato para la modalidad de educación a
distancia, se ajusta a las disposiciones del Real Decreto
1467/2007, de 2 de noviembre, y a la Orden Ministerial
1729/2008, de 11 de junio de 2008, por las que se regula el
currículo de la Ley Orgánica de Educación. El Curso se organiza
en diez unidades, en las que se han distribuido de forma
progresiva los contenidos lingüísticos y los culturales, referidos a
Grecia y su legado. En cuanto a los contenidos lingüísticos, se
repasa o, en su caso, se estudia de modo más sistemático la
morfología del nombre y del verbo y se dedica una especial
atención a la sintaxis. Asimismo se analizan ampliamente
diversos aspectos del léxico griego. Por una parte, en las cinco
primeras unidades se dan las pautas fundamentales para el
aprendizaje de la forma adecuada de utilizar el diccionario (una
herramienta muy necesaria en este curso, en el que se debe
adquirir familiaridad con la traducción de textos). Por otra, en las
cinco últimas, se hace una revisión sistemática de la formación de
palabras, la composición y derivación, procedimientos de
formación del léxico griego que han sido heredados por las
lenguas modernas, por lo que su conocimiento es fundamental
para el conocimiento de los helenismos españoles y de nuestra
propia lengua, en general. Los contenidos de literatura, cultura y
vida cotidiana de los griegos se han estructurado en las diversas
unidades, cada una de ellas organizada en torno a un tema (la
Guerra de Troya, Heracles, la fiesta, el teatro, la vida diaria, la
expansión colonial, la ciudad, la mujer, la filosofía y la ciencia),
con el que tienen que ver las diversas cuestiones que se estudian
en cada una, las lecturas de pasajes traducidos y los textos griegos
seleccionados. Cada unidad se inicia con un texto, en griego y en
español, significativo para el tema que le da título y una
ilustración, tras los cuales figura una presentación del tema y un
índice de contenidos. Acompañan al desarrollo de cada cuestión
numerosas actividades, de autoevaluación y de heteroevaluación.
Así pues, se ofrecen listas de palabras para ser analizadas y
traducidas –a fin de fijar los contenidos de morfología–, frases
sencillas para ser traducidas, que ejemplifican los contenidos de la
sintaxis, ejercicios de etimología y de búsqueda en el diccionario
y preguntas. Al final de cada unidad se presenta una serie de
textos breves, el primero de los cuales va explicado y traducido,
iniciando así al alumno en las técnicas de traducción y comentario
de 9 textos, mientras que los demás van acompañados de una
breve introducción explicativa, de las notas necesarias para
resolver cuestiones de gramática que aún no han sido explicadas o
que presentan una cierta dificultad y cuestiones cuya resolución
ayuda a la traducción y comprensión del pasaje. Las palabras
griegas de los textos que no aparecen en los diccionarios usuales
para estudiantes de Bachillerato se encuentran recogidas en un
Vocabulario al final del libro. Los epígrafes precedidos de la
palabra Recuerda resumen los elementos mínimos más
significativos de cada apartado, mientras que las palabras
remarcadas en rojo en el texto de las unidades remiten a un
Glosario, al final del libro, donde se encuentra asimismo un
Apéndice gramatical, en el que se hallan, ordenados y
sistematizados, los paradigmas del artículo, el nombre, el
adjetivo, el pronombre y el verbo y una lista bastante completa de
palabras invariables, además de un esquema de la sintaxis de los
casos y de las oraciones. Acompañan al texto abundantes
ilustraciones relacionadas con la materia objeto de estudio en cada
unidad que pretenden ayudar a la comprensión de los contenidos
desarrollados. Hemos intentado facilitar a los alumnos un
instrumento de trabajo útil y cómodo, atractivo en su lectura y
bien provisto de ejercicios y textos. En todo momento hemos
tratado de lograr un difícil equilibrio entre la claridad que facilite
el aprendizaje del griego y el rigor y la seriedad necesarios.
Introducción
La helena de Troya es una parte fundamental en cualquier trabajo
científico, pues es el elemento que nos permite iniciarlo de un
modo organizado y gradual. Puede considerarse, en propiedad,
como el capítulo inicial de la obra, y en tal sentido sus
dimensiones son normalmente más largas que las de un prefacio,
ya que abarca diferentes y a veces complejos temas.
EN UNA INTRODUCCIÓN SUELENAPUNTARSE
DIVERSOS CONTENIDOS GENERALES TALES COMO:
Antecedentes de la investigación que se ha realizado. Punto de
partida o enfoque con el que se abordan el problema.
Objetivos, generales y específicos, del trabajo realizado.
Conceptualizaciones básicas, importantes para situar mejor el
subsiguiente desarrollo de ideas.
Problemas de método, especialmente aquellos que se refieren a
las cuestiones básicas -generalmente .Epistemológicas- que
influyen sobre la metodología y las técnicas que se han empleado.
Observaciones personales, informaciones particulares de esa
investigación.
Biografía
Argumento
Hera, Afrodita y Atenea acudieron a Paris para que eligiera a la más bella.2
Paris eligió a Afrodita a cambio de poseer a la hermosa Helena. Paris va a
Esparta en su procura, pero Hermes la sustituye por una imagen «hecha de
nube», que es la que llega a Troya. Los aqueos y los troyanos libraron una
guerra por una imagen, por un nombre, no por la auténtica Helena, que
había sido transportada a Egipto.
Helena deplora su situación, pues Teoclímeno, hijo del fallecido rey Proteo,
es quien reina en Egipto y la quiere desposar. Lamenta su posición de
esclava, y dice que, entre los bárbaros, todos son esclavos menos uno: el
rey. Teme lo peor acerca del destino de su marido: Menelao.
Este, tras naufragar su barco, se encuentra con una anciana que le informa
sobre el rey Teoclímeno, que quiere desposar a Helena y por tanto persigue
a los aqueos. Menelao empieza a sospechar que Helena está viva, pero
teme por su vida. Decide hacer frente a la situación porque
un sabio proverbio dice que nada hay más poderoso que la necesidad
y no hay muchas más posibilidades.
Sobre la obra
Helena vuelve a ser una casta mujer, digna de todo encomio, pero sin el
carácter propio de los personajes femeninos de Eurípides, que crea mujeres
fuertes, inteligentes, hábiles, exuberantes. No obstante, Helena es la autora
intelectual de la solución a un grave problema generado en la trama.
Después de todo, las mujeres que emplea Eurípides como personajes suelen
resaltar sobre las figuras masculinas en cuanto a inteligencia y astucia.
Análisis de troya
El historiador Heródoto (s. V a.C.) da en sus Historias (2.113) una versión
diferente de los hechos, explicando que los egipcios le habían dicho
personalmente que Paris y Helena se habían encontrado con vientos
desfavorables y por ese motivo navegaron hacia Egipto, no hacia Troya. Al
llegar a tierra, los hombres de Paris abandonaron a la pareja fugada y los
denunciaron a los sacerdotes locales. Lo hicieron porque Paris había
raptado a Helena mientras era huésped en casa de Menelao, una acción
ilegal e impía dentro de la cultura griega. Además, Paris se había llevado
consigo un botín de Esparta. Proteo, el gobernante de Menfis, al ser
informado, arrestó a Paris y le retuvo, junto a Helena y el botín, para
devolvérselos a los griegos en el futuro. Heródoto incluso afirma que otros
escritores, como Homero (ver más abajo), conocían esta versión pero se
decidieron por una historia más épica y entretenida, que implicara a la
ciudad de Troya y una guerra prolongada. Sin embargo, ambas versiones
tienen una base común, porque Heródoto continúa explicando que la flota
griega que partió en persecución de Helena contactó con los egipcios,
aunque no creyó que no hubiera sido llevada a Troya, por lo que, de todas
formas, puso sitio a la ciudad. Cuando encontraron que ella había estado
todo el tiempo en Egipto, Menelao navegó hasta Menfis y recuperó a su
esposa. Además de todos esos detalles, Heródoto explica que un templo
dedicado a la ‘Afrodita extranjera’, en Menfis, en realidad fue construido
en honor a Helena.
El regreso
Menelao y Helena vuelven a Grecia, parando en algunos lugares a lo largo
de la ruta. Esos hechos son descritos por Homero, esta vez en su Odisea.
Primero, la pareja se estrella contra las rocas, en una tormenta en Creta.
Después, al llegar a Egipto, pasan allí varios años. Incapaz de conseguir
vientos favorables para regresar, Menelao viaja a Chipre y a la ciudad de
Sidón, en Fenicia, tierra de telas finas y piezas de plata, algunas de las
cuales recibe como recuerdos. Lo siguiente es el Norte de África (Libia),
que es descrito como una tierra fértil, y luego Etiopía, donde aumentan los
tesoros de Menelao. Según Homero, también se encuentra en Egipto con
Proteo, que no es un gobernante sino un dios marino, más conocido como
el ‘anciano hombre del mar’. Esos rodeos por el Mediterráneo (y los de
Paris en su viaje de regreso a Troya) pueden muy bien tratarse de una
explicación mitológica del comercio de la Edad del Bronce entre la Grecia
micénica, Fenicia y Egipto, a la vez que del intercambio de ideas en arte y
cerámica.
El culto a Helena
En contraposición con su imagen en la literatura griega, Helena fue
venerada como divina en algunos sitios de Grecia. Los académicos están en
general de acuerdo en que Helena debería haber sido primero una diosa y
después una figura humana semidivina. Es posible que los mitos de sus
secuestros fueran una explicación de las ausencias temporales de la diosa
de sus sitios de culto.
Mensaje
Figura literaria
Narración
La Ilíada
Comienza en el décimo año del asedio a Troya, es una historia de amistad,
de celos y de venganza. Narra un episodio de la guerra de Troya: los
griegos están furiosos porque Paris, el hijo de Príamo rey de Troya, ha
seducido y raptado a Helena. la esposa de Menelao el rey de los griegos y
se la lleva a Troya. Los griegos pondrán sitio a la ciudad, con un asedio que
se prolongará durante diez años.
Sus esponsales con Menelao se celebraron con gran pompa y boato, y las
fiestas duraron varias jornadas, desde la salida del dorado sol hasta el
rosado ocaso. Los esposos vivieron unos años de esplendor y felicidad en
los que su dicha fue colmada con la llegada de una hija llamada Hemíone.
La serenidad y la armonía en que transcurrían sus vidas les fue arrebatada
el día en que llegó a las orillas de su reino el príncipe Paris de Troya.
Cuando Helena y Paris se vieron por primera vez, un fuego abrasador
prendió en sus miradas, haciendo que todo lo que les rodeaba,
desapareciera ante ellos. Fue como el descubrimiento de una pasión
arrebatadora que hasta ahora nunca habían conocido, una atracción tan
fuerte como la de los polos que sostienen el mundo haciéndolo girar sobre
su eje a través del universo.
Fue su amor como un vendaval en la tempestad furiosa que hace que nos
agarremos al mástil más alto del navío, aunque presintamos que el barco no
tardará mucho tiempo en hundirse.
Su pasión no les dejó ver otra salida. Tomaron la solución más drástica y
tajante: juntos huyeron a Troya. Según la leyenda, Paris raptó a Helena,
aunque no se puede hablar de rapto porque la voluntad de ella deseaba lo
mismo que la de él, ya que estaba cautiva de amor.
El asalto fue cruel y Paris fue brutalmente asesinado, Helena fue devuelta a
Esparta y pasó el resto de su vida junto a su marido, llorando su culpa.
Como decía, ninguna de las tres películas que recuerdo ahora muestran eso
y, acaso por ahorrar o por ganar “seriedad”, limitan su argumento al
enfrentamiento entre griegos y troyanos. Eso que nos perdemos los
aficionados a la mitología clásica y que tenemos que contentarnos con ver
en la ya mítica Furia de titanes. La antigua quiero decir, no los engendros
recientes.
El caso es que nos queda únicamente la parte humana del asunto, que
puede tener diversos puntos de vista. Así, La guerra de Troya, un film
italiano de 1961 protagonizado por el musculoso Steve Reeves, centra el
argumento en torno a Eneas, mientras que en la famosa Troya de Wofgang
Petersen (2004) lo hace en Aquiles, a mayor gloria de Brad Pitt. Sólo la
predecesora de ambas en 1955, la italo-americana Helena de Troya, da el
papel principal a quienes realmente corresponde: la Helena del título y
Paris. Ellos son la italiana Rosana Podestá y Jacques Sernas.
Sus personajes se enamoran perdidamente cuando el troyano naufraga ante
Esparta y es recogido por ella, esposa del rey Menelao y aficionada a
escaquearse del palacio para confraternizar con la servidumbre, por lo
visto. Paris viajaba a Grecia con una improbable oferta de paz pero al huir
con ella sella el destino de su patria, tal como había anunciado su hermana
Cassandra (a la que Zeus otorgó poder profético pero luego, cuando ella
rechazó sus requiebros amorosos, se lo empañó con la maldición de que
nadie la creyera; aunque esto no sale en la película).
De hecho, a Príamo, padre de ambos y rey troyano, se le había advertido de
que un día su hijo traería la desgracia a la ciudad, razón por la cual intentó
deshacerse de él. Nada nuevo, como sabemos por otros casos como
Hércules o Jasón. Y, al igual que en éstos, Paris logró sobrevivir para que
se cumpliera el inexorable destino. Esto, por desgracia, tampoco se incluyó
en el guión. El caso es que Menelao consigue lo increíble: unir a todos los
griegos en una gran expedición para rescatar a su esposa y lavar el honor.
En el fondo, también para saquear las fabulosas riquezas que Troya
acumula gracias a su privilegiada ubicación en el Helesponto, cruce de vías
comerciales.
Los griegos, identificados históricamente más bien con los aqueos,
despliegan una impresionante flota, equiparable en espectacularidad a la
película de Petersen a pesar de que entonces no había efectos digitales, y
desembarcan ante las murallas troyanas, donde Paris y Helena han tenido
que superar la antipatía de todos por la guerra en que les han metido. Pero
bueno, en esta versión los griegos son los malos, así que sus hermanos
Héctor y, sobre todo, Eneas, terminan por perdonarles.
La escena del ataque griego, con los hoplitas avanzando lanza en mano, las
torres de asalto y los carros, es espléndida. Es cierto que la arqueología nos
dice que no presentarían ese aspecto, ya que van ataviados a la manera
clásica (casco corintio, linotórax, aspis circular) cuando en los tiempos del
auge micénico, muy anteriores cronológicamente, llevaban -al menos los
jefes- una extraña armadura articulada de macizas placas horizontales, un
casco cónico adornado con dientes de jabalí y un enorme escudo oval -
cubría todo el cuerpo- forrado de piel de vaca. Pero la iconografía griega a
la que nos han acostumbrado es la primera y seguramente resultaría raro
verla diferente.
No obstante todos acabaron mal en aquella historia, lo que permite
entender mejor el concepto de tragedia griega: Príamo, degollado a manos
del hijo de Aquiles; su esposa, Hécuba, esclavizada por Poliméstor;
Casandra, violada por Áyax y entregada como concubina a Agamenón;
Paris asaeteado por Filoctetes…A los griegos, pese a su victoria, tampoco
les fue mucho mejor: Menelao regresó a Esparta con Helena (así termina la
película) pero tardó ocho años por no haber hecho un sacrificio a Atenea;
Agamenón fue asesinado por su mujer Clitemnestra y su hijo; Áyax se
suicidó tras un episodio vergonzoso; Odiseo (Ulises) echó media vida en
llegar a Ítaca. Sólo Eneas y su familia se salvaron para, a la postre y según
la Eneida, fundar Roma.
Conclusión de Helena:
Si hay una persona que fuera la causa de la guerra de Troya esa fue sin
duda la hermosa Helena. Su papel fue fundamental para que se
desencadenara uno de los enfrentamientos épicos más famosos de Grecia.
Su vida tuvo un trágico final.
Helena era hija del dios Zeus y de Leda, la mujer del rey Tíndaro de
Esparta. Tuvo otros tres hermanos: Cástor, Pólux y Clitemnestra. Cuando
apenas era una niña, Teseo la raptó con intención de casarse con ella, pero
fue rescatada por sus hermanos.