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Laín García-Guasch
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UNIVERSIDAD DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
FACULTAD DE VETERINARIA
TESIS DOCTORAL
INFORMA:
Que D. Laín García Guasch, Licenciado en Veterinaria por
la Universidad Autónoma de Barcelona, ha realizado bajo mi dirección y
asesoramiento el presente trabajo de tesis doctoral titulado: “Diagnóstico y
monitorización terapéutica de la enfermedad bronquial felina mediante
pletismografía” que considero reúne las condiciones y calidad científica
necesarias, para su presentación para optar al título de Doctor en Veterinaria.
INFORMA:
Que D. Laín García Guasch, Licenciado en Veterinaria por
la Universidad Autónoma de Barcelona, ha realizado bajo mi codirección y
asesoramiento el presente trabajo de tesis doctoral titulado: “Diagnóstico y
monitorización terapéutica de la enfermedad bronquial felina mediante
pletismografía” que considero reúne las condiciones y calidad científica
necesarias, para su presentación para optar al título de Doctor en Veterinaria.
2.- Objetivos…………………………………………………..……………...9
1
4.- Material y método…………………………………………………..55
4.1.- Animales……………………………………………………...…55
4.1.1.- Animales sanos……………………………………….…..55
4.1.2.- Animales con enfermedad bronquial……………………..57
4.1.3.- Animales enfermos tratados con prednisona y salbutamol.59
4.2.- Pletismógrafo…………………………………………………..61
4.3.- Pletismografía……………………………………...……….….62
4.4.- Estudio estadístico……………………………..…………...…63
5.- Resultados………………………………………………………………67
5.1.- Animales sanos…………………………………………………67
5.2.- Animales con enfermedad bronquial………………..…....69
5.2.1.- Signos clínicos………………………………….…………69
5.2.2.- Signos radiográficos………………………………………70
5.2.3.- Pletismografía………………………………………..……71
5.3.- Animales enfermos tratados con prednisona y
salbutamol……………………………………………………………..74
6.- Discusión……………………………………………………..………….79
6.1.- Animales sanos…………………………………………………79
6.2.- Animales con enfermedad bronquial………………..……83
6.3.- Animales enfermos tratados con prednisona y
salbutamol………………………………………………………..……88
7.- Conclusiones…………………………………………………………...95
7.1.- Animales sanos…………………………………………………95
7.2.- Animales con enfermedad bronquial……………..………95
7.3.- Animales enfermos tratados con prednisona y
salbutamol…………………………………………………………..…95
9.- Bibliografía……………………………………………………..…….103
2
Introducción y
justificación
3
4
1.- Introducción y justificación
Aunque estas PFP permiten diferenciar entre animales sanos y enfermos, los
patrones respiratorios se ven influenciados de forma importante por la anestesia y
la utilización de estas máscaras faciales de tal modo que los resultados obtenidos
con estas pruebas no se correlacionan totalmente con el patrón respiratorio que
presenta el paciente en su entorno habitual, con su dueño o bien en la consulta
durante la exploración general.
5
anestesia ni una situación de estrés ya que la prueba se realiza en una cámara
donde el paciente se puede mover libremente y en un entorno confortable.
6
Objetivos
7
8
2.- Objetivos
9
10
Revisión
bibliográfica
11
12
3.- Revisión bibliográfica
3.1.1.- Introducción
13
el tipo de enfermedad bronquial de nuestros pacientes (asma bronquial, bronquitis
aguda, bronquitis crónica, bronquitis asmática crónica, bronquitis crónica con
enfisema, etc) para poder administrar el tratamiento más adecuado y dar un
pronóstico lo más preciso posible (Moise et al, 1989).
14
secundario a insuficiencia cardiaca, infecciones víricas, bacterianas o por
Mycoplasma spp, cuerpos extraños en vías aéreas, parásitos del tracto respiratorio
como Paragonimus, Aelurostrongylus y Capillaria, infección por Bordetella,
enfermedades del parénquima pulmonar, derrame pleural, neumotórax, procesos
tumorales, traumatismos, toxinas, etc.
3.1.3.- Fisiopatología
Al igual que ocurre en medicina humana, no se conocen con exactitud los factores
que desencadenan la aparición de la enfermedad bronquial felina. Se caracteriza
por una respuesta inmunitaria controlada por células Th2. Estas células se activan
a partir de un estímulo generado por alergenos o partículas irritantes inhaladas
presentes en el entorno del paciente, y favorecen la producción de citocinas (IL-3,
IL-4, IL-5, IL-9 y IL-13 entre otras). Las citocinas son mediadores solubles de
carácter proteico que modulan las reacciones inmunológicas, y la participación de
otras células y sistemas durante el curso de una respuesta inmunitaria. Mediante
una reacción de hipersensibilidad tipo I desencadenan la producción de
anticuerpos IgE alergeno-específicos, atraen células inflamatorias, potencian la
hiperreactividad de las vías aéreas y estimulan la remodelación tisular pulmonar
(Corcoran et al, 1995; Cohn, 2007b). Los anticuerpos IgE tienen mucha afinidad
por los receptores Fc epsilon de los mastocitos. Cuando se repite la exposición al
alergeno desencadenante, la unión con los anticuerpos IgE activa una señal
intracelular que provoca la degranulación de los mastocitos liberándose
mediadores inflamatorios como histamina, serotonina y factores quimiotácticos de
eosinófilos. Los mastocitos también se estimulan para generar leucotrienos y
citocinas (Norris et al, 2003; Padrid, 2009). La mayoría de investigaciones
relacionadas con la inmunología e inmunopatología de la enfermedad bronquial
felina se han centrado en valorar el papel que desempeñan los anticuerpos IgE,
pero se ha determinado que otras inmunoglobulinas como la IgG son también
15
capaces de potenciar la respuesta alérgica uniéndose a mastocitos y activando su
degranulación (Norris et al, 2003).
16
Esta distensión puede incrementar considerablemente la presión en las vías aéreas
tras la obstrucción generando un estado de presión espiratoria final positiva
intrínseca (PEFP). Este PEFP intrínseco se define como la diferencia de presión
entre los alvéolos y la presión en la entrada de la vía aérea. Con el incremento de
la presión alveolar, las paredes y septos alveolares se rompen de tal modo que se
permite el paso de aire inspirado hacia el espacio pleural generando un
neumotórax. En cualquier caso, la incidencia de esta complicación es mínima, ya
que tal y como se vio en un estudio retrospectivo realizado en el Hospital
Veterinario de la Universidad de Pennsylvania al evaluar 421 casos de gatos con
enfermedad bronquial, solamente 5 pacientes (1,2%) presentaron neumotórax
secundario. En casos extremos se pueden formar bullas pulmonares o enfisema y
si se produce una rotura del parénquima dar lugar a un neumotórax a tensión.
El daño en las vías aéreas viene también condicionado por las lesiones
ocasionadas por un estrés oxidativo de la mucosa (Johnson, 2005). En otras
ocasiones debido al exceso de secreciones se puede producir obstrucción de
bronquios principales y la consiguiente atelectasia ya que el aire residual del
lóbulo afectado finalmente se reabsorbe (Bay et al, 2004).
La reducción del flujo de aire a través de las vías aéreas se rige por la ley de
Poiseuille que postula que “el flujo de aire que circula a través de bronquios o
bronquiolos es proporcional al radio del mismo elevado a la cuarta potencia”. Por
lo tanto, una reducción del 50% en el tamaño de la luz bronquial supone un
incremento de resistencia al flujo aéreo 16 veces superior. Esta resistencia
también se ve significativamente influenciada por la cantidad de moco, el edema y
el grado de broncoconstricción (Bay et al, 2004; Padrid, 2000). Del mismo modo,
a menudo pequeños incrementos en el diámetro bronquial supondrán una mejoría
clínica considerable.
17
Figura 1.- Fisiopatología de la enfermedad bronquial felina.
Los signos clínicos pueden ser variados. La presentación clínica típica puede
incluir la combinación de tos, taquipnea, disnea, ortopnea, anorexia, estornudos,
intolerancia al ejercicio, etc (Corcoran et al, 1995). Algunos gatos con enfermedad
bronquial pueden tener tos de forma diaria intercalada con periodos en los que
están totalmente asintomáticos; otros pueden tener taquipnea en reposo. La tos
puede estar presente de forma muy sutil y ocasional en pacientes con afectación
18
leve, o bien ser persistente y grave durante los episodios de broncoconstricción
severa (Padrid, 2009).
3.1.5.- Diagnóstico
19
3.1.5.1.- Radiología
20
Figura 2.- Hallazgos radiográficos en posicionamiento latero-lateral. A, Patrón bronquial
generalizado; B, Hiperinsuflación pulmonar; C, Calcificaciones bronquiales; D,
Hiperinsuflación pulmonar y enfisema pulmonar.
21
Figura 4.- Hallazgos radiográficos en posicionamiento dorso-ventral. A, Patrón bronquial y
atelectasia del lóbulo pulmonar medio derecho; B, Atectasia del lóbulo pulmonar apical
izquierdo y presencia de múltiples infiltrados pulmonares.
- Hematología
22
neutrófilos, en 1 predominaban los macrófagos, en 3 se trataba de un exudado
celular mixto, y en 1 no se obtuvo muestra. En el mismo estudio se detectó
hiperproteinemia sin deshidratación (>7,5 g/dl) en 21 pacientes (32%), lo cuál se
correlaciona con una respuesta inmunológica (Moise et al, 1989). Aunque es
infrecuente, si el paciente presenta hipoxemia crónica puede haber elevaciones en
el hematocrito.
- Examen coprológico
Hasta hace unos 30 años se consideraba que los eosinófilos jugaban un papel
beneficioso en el sistema inmunitario realizando una función de protección frente
a la infestación de parásitos. Sin embargo, en los últimos 20 años se ha visto
claramente que la presencia de estas células en el momento y lugar incorrecto
puede provocar un daño celular y tisular considerable (Padrid, 2009).
23
paciente. Por eso algunos autores no la realizan de forma rutinaria y, al no
disponer de pruebas de diagnóstico patognomónicas, realizan el diagnóstico
presuntivo en base a la historia clínica, los hallazgos radiológicos y la respuesta al
tratamiento. Únicamente se plantean realizar un LBA en aquellos casos en que el
paciente no responde al tratamiento convencional (Padrid, 2009).
El hecho de que haya una mejoría clínica tras administrar la medicación oportuna
no implica que el proceso inflamatorio subyacente se haya resuelto. Una buena
opción es repetir los LBA durante periodos de aparente remisión para demostrar la
resolución de la inflamación tras interrumpir la administración de
glucocorticoides (Cohn, 2007b).
24
Figura 5.- Presencia de neutrófilos y eosinófilos en dos muestras obtenidas mediante LBA.
- Cultivos
25
Se ha aislado Mycoplasma spp en un 21-40% de gatos con enfermedad bronquial
pero no a partir de muestras de gatos sanos (Padrid et al, 1991). Este tipo de
microorganismos (y ciertos virus) pueden degradar la endopeptidasa neutral, la
cuál es un enzima responsable de la biodegradación de la sustancia P, una proteína
capaz de causar broncoconstricción y edema en las vías aéreas de los gatos. El
Mycoplasma spp indirectamente prolonga el efecto de esta sustancia P en la
musculatura de las vías aéreas, por lo que es posible plantearse que estos
microorganismos pueden ser los responsables de que los niveles de sustancia P
estén incrementados en las vías aéreas y así se favorezca la broncoconstricción
espontánea (Padrid, 2009).
3.1.5.4.- Broncoscopia
Esta técnica no suele ser necesaria para el diagnóstico y además puede resultar un
procedimiento demasiado arriesgado en gatos comprometidos a nivel respiratorio.
Solamente se debería plantear como una opción cuando tras 6-7 días de
corticoterapia agresiva los signos clínicos no cesan ni disminuyen (Padrid, 2009).
3.1.5.5.- Histopatología
26
Figura 6.- Histopatología. A, Hiperplasia de la musculatura lisa bronquial en un paciente con
enfermedad bronquial; B, Reacción linfoide peribronquial; C, Infiltrados inflamatorios
peribronquiales en un gato con bronquitis eosinofílica; D, Enfisema pulmonar.
3.1.6.- Tratamiento
No todos los gatos con enfermedad bronquial se medican del mismo modo.
Aquellos que presentan signos clínicos leves o esporádicos se medican de forma
diferente a los que muestran signos más graves o de forma continuada. Idealmente
se debería evitar la exposición al alergeno o sustancia ambiental irritante
responsable (humo, aerosoles, perfumes, productos de limpieza, etc.) pero resulta
prácticamente imposible ya que en la mayoría de los casos no se puede identificar
el agente etiológico. Los fármacos que se suelen administrar a este tipo de
pacientes se dividen en dos grupos principales: los fármacos “de rescate”, los
cuales son capaces de revertir la broncoconstricción de forma prácticamente
inmediata, y los fármacos “controladores o de mantenimiento”, que previenen la
aparición de nuevos episodios de broncoconstricción a partir de su efecto anti-
inflamatorio. En el primer grupo se incluyen los fármacos beta-2 agonistas y las
xantinas, que son los broncodilatadores más comúnmente utilizados, mientras que
27
los glucocorticoides son los de elección para tener un control a medio y largo
plazo (Corcoran et al, 1995; Cohn, 2007b).
28
irreparables en el parénquima pulmonar (Cohn, 2007b; Reinero et al, 2005). La
gran mayoría de gatos con enfermedad bronquial responden a dosis elevadas de
glucocorticoides a los 5-7 días (Padrid, 2008). En el estudio realizado por Sydney
Moïse et al. con 65 gatos enfermos, tras evaluar a 57 de ellos observó que el 51%
de los gatos tuvo una resolución de los signos clínicos mientras que el 49%
requirió medicación de forma continuada con broncodilatadores, antibioterapia o
glucocorticoides (Moise et al, 1989).
3.1.6.1.- Oxigenoterapia
3.1.6.2.- Sedación
29
alternativa sería administrar acepromacina (0.01-0.05 mg/kg) más ketamina (0.2
mg/kg) IM ya que la ketamina tiene también potencialmente propiedades
broncodilatadoras. Si se dispone de acceso intravenoso se puede administrar
igualmente la combinación de butorfanol más midazolam, o también diazepam (5
mg/mL) más ketamina (100 mg/mL) mezclados en proporción 1:1 y
administrando 0.05-0.15 mL/Kg.
3.1.6.3.- Glucocorticoides
30
criterios que permitan valorar de forma objetiva la eficacia del tratamiento
(Kirschvink et al, 2004a).
El corticoide inhalado más comúnmente utilizado es el propionato de fluticasona.
La afinidad por sus receptores es incluso 18 veces mayor que la que posee la
dexametasona. Esta molécula actúa a través de la mucosa bronquial. Su
biodisponibilidad vía oral es mínima debido a que tiene una absorción muy pobre
a través del epitelio intestinal. Este hecho explica la ausencia de efectos
secundarios a nivel sistémico. Necesita un plazo de 1-2 semanas para optimizar su
eficacia debido a que la absorción a través de la mucosa bronquial es menor. En
España este fármaco está disponible en la presentación de 50 ó 250 µg/pulsación.
Algunos estudios afirman que en gatos con presentación clínica leve o moderada,
la administración de 110 µg cada 12 horas de forma diaria tiene la misma eficacia
clínica que si se administra una dosis vía oral de prednisona de 5 mg/kg cada 12
horas. Los gatos con una presentación clínica más grave suelen necesitar dosis
superiores de 250 µg cada 12 horas. La administración de dosis superiores diarias
no se correlaciona con una mayor eficacia (Padrid, 2008). Otro estudio publicado
recientemente afirma que el número de eosinófilos detectados en la citología de
un LBA no varía según se utilice propionato de fluticasona a concentraciones de
44 µg, 110 µg ó 220 µg (Cohn et al, 2008).
31
En otro estudio realizado con una población de gatos de experimentación a los
que se les indujo una broncoconstricción mediante exposición al alergeno (Ascaris
suum), se comparó la eficacia terapéutica según se administrara prednisolona (1
mg/kg cada 12 horas PO), propionato de fluticasona inhalada (500 µg cada 12
horas) o propionato de fluticasona inhalada combinada con salmeterol (500 + 100
µg cada 12 horas). Mediante pletismografía se realizó un test de
broncorreactividad midiendo la variable Carb-Penh 300% y un LBA 72 horas
después de la exposición al alergeno. Los resultados mostraron que a estas dosis
había una reducción estadísticamente significativa en cuanto a la
broncorreactividad y al recuento de eosinófilos en el LBA. La administración de
fluticasona inhalada y la combinación de propionato de fluticasona + salmeterol
mostraron el mismo nivel de eficacia que la prednisona administrada vía oral, por
lo que se concluye que la medicación inhalada debe considerarse una valiosa
alternativa al tratamiento convencional (Kirschvink et al, 2005a).
32
3.1.6.4.- Broncodilatadores
33
población de gatos y también se evidenció que el número de eosinófilos en el
LBA era superior en aquellos pacientes que habían recibido la forma racémica o
bien el enantiómero S-. Por lo tanto parece razonable no utilizar la forma racémica
en gatos asmáticos como parte de una terapéutica de aplicación crónica. Es
importante reconsiderar las recomendaciones presentes en la literatura acerca de la
utilización de broncodilatadores como terapia única en pacientes con un grado
moderado de enfermedad bronquial. En cualquier caso, a pesar de estas
afirmaciones es necesario destacar el papel que juegan dichos fármacos en el
manejo de las crisis agudas (Reinero et al, 2008a).
34
3.1.6.5.- Antibióticos
3.1.6.7.- Anti-histamínicos
35
3.1.6.8.- Ciclosporina A
36
un incremento en los niveles de LTE4. También se ha visto que la instilación de
LTC4 en las vías aéreas de gatos normales no provoca efectos adversos en la
función o estructura de las vías aéreas. En consecuencia es probable que el
incremento en la producción de leucotrienos no tenga un valor clínico
significativo en el proceso inflamatorio de la enfermedad bronquial (Padrid, 2000;
Johnson, 2005).
37
la terapia con glucocorticoides suele interferir en las pruebas diagnósticas. Otro
inconveniente es el hecho de que la presencia de determinados niveles de IgE
alergeno-específicas no significa que dicho alergeno sea el responsable del cuadro
clínico. Actualmente se están diseñando estudios para crear protocolos de
hiposensibilización en modelos experimentales de enfermedad bronquial felina
(Cohn, 2007b).
38
administración de feG-COOH a dosis de 1 mg/kg PO reduce parcialmente la
inflamación a nivel bronquial (DeClue et al, 2007).
Finalmente el futuro en inmunoterapia parece estar en la terapia génica mediante
la administración de compuestos CpG motifs que son capaces de potenciar la
expresión del mecanismo inmunológico tipo Th1 el cuál se asocia a infecciones
bacterianas y así mantener un balance entre los mecanismos Th1 vs Th2 (Cohn,
2007a; Reinero et al, 2008c).
3.2.1.- Introducción
39
de fácil aplicación en la práctica clínica diaria (McKiernan et al, 1993; Rozansky
et al, 1999a; Clercx, 2006b). La pletismografía es una PFP no invasiva que desde
hace unos años se ha introducido en medicina veterinaria de pequeños animales.
Se trata de una prueba que permite valorar el patrón respiratorio en gatos
(Hoffman et al, 1999; Hirt et al, 2003) y perros (Talavera et al, 2006) y, de forma
indirecta, el grado de reactividad bronquial sin tener que someter al paciente a una
anestesia ni una situación de estrés ya que la prueba se realiza en una cámara
donde el paciente se puede mover libremente y en un entorno confortable (Figura
7).
40
La curva de flujo-volumen tidal es otra PFP que se ha estudiado en gatos con
patología bronquial. Para realizar esta técnica, el gato respira a través de una
mascarilla que está conectada a un neumotacógrafo y a un analizador de la
mecánica pulmonar. La presión medida en el neumotacógrafo es proporcional al
flujo de aire que circula a través de la mascarilla. Las señales obtenidas se
integran en función del tiempo para determinar el volumen de cada ciclo
respiratorio. En gatos con enfermedad bronquial se incrementa la relación entre el
tiempo espiratorio e inspiratorio, se reduce el valor de flujo espiratorio pico, y
también el volumen espiratorio tidal (McKiernan et al, 1993; Dye et al, 2004).
3.2.2.- Pletismografía
41
Durante la respiración hay dos mecanismos que provocan cambios netos en el
volumen de aire. Uno de ellos es el proceso de acondicionamiento donde se
produce un calentamiento y humidificación del aire; el otro es la resistencia al
flujo de aire.
42
Figura 9.- Influencia de la resistencia al flujo de aire sobre los cambios de presión.
43
El tiempo de relajación (Tr) define la división entre la fase temprana y tardía de la
espiración. Normalmente el 65% del “área espiratoria” se incluye dentro de la fase
temprana y el 35% restante conforma la fase tardía. El programa informático del
pletismógrafo mide el total del área espiratoria y a continuación calcula el tiempo
que corresponde al 65% de la misma para así determinar el Tr. Se ha
estandarizado que el Tr corresponda al 65% porque se ha visto que este valor se
correlaciona bastante bien con el Penh y los valores de presión intrapleural y de
resistencia (Lomask, 2005).
La relación entre la altura del pico del flujo espiratorio (PFE) y el pico del flujo
inspiratorio (PFI) también responde al grado de broncoconstricción. En la fase
espiratoria el fenómeno de acondicionamiento es menos dominante que en la fase
inspiratoria por lo que los cambios asociados a la constricción serán más visibles
en la fase espiratoria. El valor de la relación PFE/PFI refuerza el valor de la Pause
en relación a la constricción. El valor de Penh se obtiene a partir del producto de
PFE/PFI por Pause (Figura 10) (Lomask, 2005).
44
Figura 10.- Fórmula para calcular el valor de Penh.
45
3.2.2.2.- Consideraciones prácticas preliminares
Los datos que se obtienen mediante pletismografía están muy influenciados por la
temperatura y humedad por lo que resulta fundamental intentar mantener unas
condiciones de temperatura y humedad de la sala lo más estable posible. El
sistema debe calibrarse de forma regular siendo recomendable realizar al menos
una calibración al día. Tras la calibración es necesario esperar a que la señal basal
de presión se mantenga estable antes de introducir al paciente en la cámara
(Kirschvink, 2007c).
• Utilización de sedantes
En caso de tener que sedar al paciente hay que tener en consideración los efectos
potenciales del fármaco sobre el tono de la musculatura bronquial y sobre el
sistema nervioso central ya que puede haber cambios en la frecuencia respiratoria,
la amplitud de los movimientos respiratorios y el grado de reactividad bronquial
(Kirschvink, 2007c).
46
3.2.2.3.- Utilidades de la pletismografía
Con el fin de establecer qué broncodilatadores son los más eficaces, poseen un
tiempo de acción más corto, o tienen un efecto más duradero, se han realizado
estudios con gatos sanos a los que se les realiza una prueba de reactividad
bronquial posteriormente a la administración de agentes broncodilatadores
(Leemans et al, 2005; Leemans et al, 2009). También se ha documentado
51
mediante pletismografía el efecto beneficioso de la utilización de
broncodilatadores inhalados previamente a la realización de una broncoscopia y a
un LBA (Kirschvink et al, 2005c).
52
Material y método
53
54
4.- Material y método
4.1.- Animales
Este grupo quedó formado por un total de 26 gatos (15 machos [57,7%], y 11
hembras [42,3%]) de edades comprendidas entre 4 y 169 meses de edad (media ±
DT = 40,85 ± 44,65 meses), de diversas razas predominando el común europeo
(19 animales [73,1%]) y persa (4 animales [15,4%]), otras razas (siamés, irish soft
coat y azul ruso) tuvieron una representación de 1 animal lo que supone un 3,8%
del total. El peso de los mismos oscilaba entre 1,8 y 6,5 Kg (media = 3,57 ± 1,11
Kg). En cuanto al tipo de vida 13 (50%) eran gatos de interior y 13 (50%) salían al
jardín (Figuras 11-13). Según los rangos de edad, el 50% de los gatos tenían entre
0 y 2 años, el 35% entre 2 y 8 años, y el 15% más de 8 años (Figura 14).
55
Frecuencia de sexos en gatos sanos
Macho
Hembra
11; 42%
15; 58%
Común europeo
Persa
1; 4%1; 4% 1; 4% Siamés
19; 73%
Exterior
Interior
56
Frecuencia de edades en gatos sanos
0a2
2a8
4; 15% Más de 8
13; 50%
9; 35%
57
En cuanto al tipo de vida 17 (73,9%) eran gatos de interior y 6 (26,1%) salían al
jardín (Figuras 15-17). Según los rangos de edad, el 22% de los gatos tenían entre
0 y 2 años, el 48% entre 2 y 8 años, y el 30% más de 8 años (Figura 18).
Macho
Hembra
9; 39%
14; 61%
Común europeo
Persa
1; 4%
1; 4% 1; 4% Siamés
Ragdoll
20; 88%
58
Frecuencia del tipo de vida en gatos con enfermedad bronquial
Exterior
Interior
6; 26%
17; 74%
Figura 17.- Frecuencia del tipo de vida en gatos con enfermedad bronquial.
0a2
2a8
5; 22%
7; 30% Más de 8
11; 48%
59
En este estudio de los 9 gatos tratados 5 eran machos (55,5%) y 4 hembras
(44,4%) de edades comprendidas entre 12 y 166 meses de edad (media ± DT =
71,33 ± 52,65 meses). En cuanto a la raza 8 gatos eran común europeos (88,8%) y
1 (11,1%) siamés. El peso de los mismos oscilaba entre 3,85 y 7 Kg (media ± DT
= 4,9 ± 1,39 Kg). En cuanto al tipo de vida 6 (66,6%) eran gatos de interior y 3
(33,3%) salían al exterior (Figuras 19-21).
Macho
Hembra
4; 44%
5; 56%
Común europeo
1; 11% Siamés
8; 89%
60
Frecuencia del tipo de vida en pacientes enfermos tratados
Exterior
Interior
3; 33%
6; 67%
4.2.- Pletismógrafo
61
compatible con tarjetas de preamplificación MAX2270, MAX2275, MAX2285 y
MAX2295. En nuestro caso se utiliza la tarjeta MAX2275, la cuál incorpora
ajustes de calibración de señal y de rango de ganancia externa. La cámara también
dispone de una sonda con sensores de temperatura y humedad (Buxco®
TRD5716) especialmente diseñados para cámaras de pletismografía Buxco® de la
serie PLY4200. Este dispositivo se conecta a la sonda TRD5715 y desde allí se
transmite la señal a través de un cable único hasta el preamplificador. Se ha
utilizado el software Biosystem XA® versión 2.10.1 para analizar las curvas de
respiración.
4.3.- Pletismografía
62
Variable Concepto Unidades
f Frecuencia respiratoria rpm
TV Volumen Tidal mL
MV Ventilación por minuto mL/min
Ti Tiempo Inspiratorio seg
Te Tiempo Espiratorio seg
PFI Pico de Flujo Inspiratorio mL/seg
PFE Pico de Flujo Espiratorio mL/seg
Penh Enhanced Pause -----
PAU Pause -----
HR Humedad Relativa %
Temp Temperatura ºC
63
64
Resultados
65
66
5.- Resultados
Analizando los datos de todos los gatos sanos indistintamente del grupo de edad o
el valor de Penh obtenido, se observa una relación estadísticamente significativa
entre los valores de f y Penh (P = 0,017*). Esta correlación no se ha detectado en
el subgrupo de animales sanos con Penh inferior a 0,5 (P = 0,391) pero sí en gatos
con valor de Penh entre 0,5 y 1 (P = 0,019*). * P < 0.05
67
1,5
0,5
0
Ti Te Penh PAU
Máximo 0,852 1,37 0,862 0,829
Mínimo 0,251 0,346 0,206 0,227
Media 0,51378 0,78469 0,50415 0,62296
Figura 22.- Valores de media, máximo y mínimo para las variables Ti, Te, Penh y PAU para
gatos sanos.
200
150
100
50
0
f VT PFI PFE
Máximo 108,665 57,596 149,979 116,782
Mínimo 32,548 12,812 56,75 45,089
Media 62,56119 32,27596 101,80206 73,10438
Figura 23.- Valores de media, máximo y mínimo para las variables f, VT, PFI y PFE para
gatos sanos.
68
No se detectaron diferencias estadísticamente significativas en las diferentes
variables por sexo ni entre diferentes grupos de edad, según se observa en la tabla
3.
Valor de P
0 - 2 años (n = 13) 2 - 8 años (n = 9) > 8 años (n = 4) inter-grupos
En cuanto a los signos clínicos 12 de los 23 gatos enfermos (52.2%) tenían tos, 14
(60.9%) taquipnea, 11 (47.8%) ortopnea, 13 (56.5%) disnea y 11 (47.8%)
anorexia (Figura 24). En 4 gatos (17.4%) se identificó el humo de tabaco como
posible causa desencadenante de la crisis bronquial. En el resto de gatos (82.6%)
no se pudo identificar una causa etiológica (Figura 25).
69
Frecuencia de signos clínicos (en número de gatos) en pacientes
con enfermedad bronquial
25
20
Sí; 12 Sí; 11 Sí; 13 Sí; 11
Sí; 14
15
10
No; 11 No; 12 No; 10 No; 12
5 No; 9
0
Tos Taquipnea Ortopnea Disnea Anorexia
Figura 24.- Frecuencia de signos clínicos (en número de gatos) en pacientes con enfermedad
bronquial.
Humo
Desconocida
4; 17%
19; 83%
70
Frecuencia de hallazgos radiográficos (en número de gatos)
en pacientes con enfermedad bronquial
25
Sí; 2
20
Sí; 12
Sí; 16
15
Sí; 22
No; 21
10
No; 11
5 No; 7
No; 1
0
Patrón bronquial Colapso lóbulo Hiperinsuflación Aerofagia
medio derecho pulmonar
Figura 26.- Frecuencia de hallazgos radiográficos (en número de gatos) en pacientes con
enfermedad bronquial.
5.2.3.- Pletismografía
Analizando los datos de todos los gatos enfermos indistintamente del grupo de
edad o el valor de Penh obtenido, se observa que no existe una relación
estadísticamente significativa entre los valores de f y Penh (P = 0,559). Según el
valor de Penh tampoco se ha detectado una correlación significativa en los
animales enfermos con Penh entre 0,5 y 1 (P = 0,619) o Penh superior a 1 (P =
0,253).
71
N Media DT Mínimo Máximo
f 23 66,80479 27,735517 37,323 132,270
VT 23 47,48503 31,577607 18,793 165,520
VM 23 2736,93866 1681,793811 1015,771 7525,601
Ti 23 0,47149 0,139914 0,242 0,733
Te 23 0,68480 0,268893 0,240 1,310
PFI 23 164,13171 101,001756 63,600 521,266
PFE 23 181,78234 150,066416 50,830 581,516
Penh 23 1,39450 1,206853 0,290 5,939
PAU 23 1,12359 0,508468 0,342 2,621
HR 23 61,04228 11,406502 44,450 86,169
Temp 23 24,84473 3,595584 19,157 32,195
Tabla 4.- Valores en gatos con enfermedad bronquial.
7
6
5
4
3
2
1
0
Ti Te Penh PAU
Máximo 0,733 1,31 5,939 2,621
Mínimo 0,242 0,24 0,29 0,342
Media 0,47149 0,6848 1,3945 1,12359
Figura 27.- Valores de media, máximo y mínimo para las variables Ti, Te, Penh y Pause para
gatos enfermos.
700
600
500
400
300
200
100
0
f VT PFI PFE
Máximo 132,27 165,52 521,266 581,516
Mínimo 37,323 18,793 63,6 50,83
Media 66,80479 47,48503 164,13171 181,78234
Figura 28.- Valores de media, máximo y mínimo para las variables f, VT, PFI y PFE para
gatos enfermos.
72
No se detectaron diferencias estadísticamente significativas para las diferentes
variables por sexo ni entre diferentes grupos de edad (Tabla 5).
Valor de P
0 - 2 años (n = 5) 2 - 8 años (n = 11) > 8 años (n = 7) inter-grupos
Tabla 5.- Valores por grupos de edad para gatos con enfermedad bronquial.
73
5.3.- Animales enfermos tratados con prednisona y salbutamol
Valores basales (día 0): f (66 ± 23 rpm), VT (42,1 ± 23,8 mL), VM (2436,856 ±
1257,411 mL/min), Ti (0,470 ± 0,158 seg), Te (0,638 ± 0,247 seg), PFI (134,4 ±
55,5 mL/seg), PFE (171,8 ± 140,3 mL/seg), Penh (1,837 ± 1,720), PAU (1,269 ±
0,594), HR (58,74 ± 9,32 %) y Temp (25,26 ± 4,64 ºC) (Tabla 7 y Figuras 29-33).
Tabla 7.- Valores obtenidos mediante pletismografía en una población de 9 gatos con
enfermedad bronquial tratados con prednisona y salbutamol inhalado. * P<0,05
74
Evolución de la frecuencia respiratoria en 9 gatos
tratados con prednisona y salbutamol
180
160
140
120
100
80
60
40 t0
20 t28
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Número de paciente
100
80
60
40
t0
20
t28
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Número de paciente
5000
4000
3000
2000
1000 t0
t28
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Número de paciente
75
Evolución del valor Penh en 9 gatos tratados
con prednisona y salbutamol
6
5
4
3
2 t0
1 t28
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Número de paciente
Figura 32.- Evolución del valor Penh en 9 gatos tratados con prednisona y salbutamol.
3
2,5
2
1,5
1
t0
0,5 t28
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Número de paciente
Figura 33.- Evolución del valor PAU en 9 gatos tratados con prednisona y salbutamol.
76
Discusión
77
78
6.- Discusión
Al igual que otros autores (Kirschvink et al, 2002) hemos observado que f se
correlaciona positivamente con el valor de Penh de forma estadísticamente
significativa en el total de gatos sanos (P = 0,017*). Sin embargo, si la población
de animales se disgrega en diferentes grupos en función del valor de Penh (Grupo
1: inferior a 0,5; Grupo 2: entre 0,5 – 1), esta correlación deja de ser significativa
para el Grupo 1 por lo que sería conveniente repetir estos estudios con diferentes
poblaciones de animales sanos para poder establecer de forma definitiva el nivel
de correlación entre ambas variables. * P<0.05
79
En nuestro estudio no se han identificado diferencias estadísticamente
significativas relacionadas con el sexo o grupo de edad de los pacientes (Tabla 3).
En otros estudios sí se ha demostrado la influencia del sexo en las variables de
VT, VM, PFI y PFE, circunstancia que probablemente se deba a que los machos
tienen un peso corporal medio superior a las hembras y por lo tanto unos mayores
volúmenes pulmonares. Sin embargo, en el mismo estudio no se identifican
diferencias significativas por el sexo en las variables f, Ti, Te o Penh (Kirschvink
et al, 2006c).
80
una correlación entre el VT y la edad del paciente de tal modo que los gatos de
edad avanzada (> 8 años) tienen un mayor VT que los jóvenes (0-2 años). Aunque
desconocemos la causa de esta correlación, este hecho también se describe en el
estudio de Hirt et al. (Hirt et al, 2003).
En cuanto a los tiempos Ti y Te, los datos obtenidos se asemejan a los presentados
en otros estudios (Hoffman et al, 1999; Kirschvink et al, 2006c) siendo mayor el
Te que el Ti ya que la inspiración es un mecanismo activo que se genera a partir
de la contracción de la musculatura del tórax (músculos intercostales externos y
escalenos) y el diafragma, mientras que la espiración se realiza de forma pasiva a
partir de las fuerzas elásticas pulmonares y la presión ejercida por las estructuras
abdominales sobre el diafragma (Lumb, 2006). No se han identificado diferencias
significativas entre machos y hembras. Por grupos de edad, hemos observado que
ambas variables incrementan a medida que el paciente se hace mayor pero sin que
estas diferencias sean estadísticamente significativas. Este hecho se puede asociar
a que tal y como se ha comentado anteriormente, la f es significativamente
superior en animales jóvenes. En otro estudio publicado por McKiernan et al.
(McKiernan et al, 1993) el Te resultó ligeramente inferior al obtenido por
Hoffman et al. (Hoffman et al, 1999) y por nosotros. Una explicación a este
fenómeno podría ser que las mediciones realizadas por McKiernan et al. se
realizaron a partir de la PFP de curvas flujo-volumen tidal, prueba que puede
suponer un cierto grado de estrés al colocar la mascarilla en la cara, a que los
pacientes presentan un patrón respiratorio diferente según se sometan a una
pletismografía o un registro de curvas flujo-volumen, por una mayor exposición a
CO2 cuando se utiliza el sistema de mascarilla facial, o por combinación de varios
de estos factores (Hoffman et al, 1999). El hecho de que en el estudio de
Kirschvink et al. (Kirschvink et al, 2006c) se obtengan valores de Te inferiores a
los nuestros se puede justificar porque utilizó pacientes muy jóvenes y en
81
consecuencia la f es mayor. Sus resultados se asemejan bastante a nuestro grupo
de 0 a 2 años.
Los valores obtenidos confirman el hecho que se trata de una prueba totalmente
reproducible. Es importante que cada investigador obtenga sus propios valores de
referencia para una población de gatos sanos ya que factores extrínsecos al
paciente como el entorno, el tipo de vida, la climatología, la exposición a
sustancias irritantes ambientales, o incluso factores asociados a la técnica como el
modelo de la cámara, el programa informático o simplemente la variabilidad
interindividual del investigador en la forma de calibrar el aparato, pueden
modificar ligeramente los rangos de referencia de las distintas variables generadas
por el pletismógrafo.
82
Tabla 8b: Comparativa de valores de referencia de variables de función respiratoria
obtenidas mediante pletismografía (Plet) (Hoffman et al, 1999; Hirt et al, 2003; Kirschvink et
al, 2006c) y curvas de flujo-volumen tidal (CFVT) (McKiernan et al, 1993).
Al igual que en otros estudios (Hoffman et al, 1999) hemos constatado que existe
una gran variabilidad interindividual en el valor de las variables analizadas.
Pacientes con un valor similar de Penh pueden presentar un diferente grado de
afectación clínica. Se deduce por lo tanto que, en situaciones de anormalidad
como puede ser un estado de hiperreactividad bronquial, seguramente existen
otros factores intrínsecos que intervienen en el control de la mecánica respiratoria
condicionando el valor de f, VT, VM, Te, Ti, Penh y Pause. Además, en la clínica
diaria, los pacientes afectados pueden presentar distintos grados o tipos de
enfermedad bronquial (crisis asmática aguda, bronquitis aguda, bronquitis
crónica,…) (Padrid, 2000; Moise et al, 1989) y por lo tanto tendremos otro factor
de variabilidad.
En el estudio presentado por McKiernan et al. se utilizó como PFP las CFVT. Este
tipo de prueba es más precisa ya que permite separar el componente asociado al
flujo nasal de los cambios de presión dentro del pletismógrafo asociados al
movimiento toracoabdominal. Es importante tener en consideración que, a
83
diferencia de los estudios realizados con CFVT, los datos obtenidos mediante
pletismografía deben considerarse en realidad datos de pseudoflujo porque tanto
la compresión del aire como el mecanismo de acondicionamiento (Figuras 8 y 9)
alteran la señal de presión y pueden ocasionar mediciones erróneas en algunas
mediciones como el VT y los picos de flujo (Hoffman et al, 1999). En medicina
humana, en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica se ha
demostrado que el aire se comprime de forma transitoria en las vías aéreas cuando
existe un estado de broncoconstricción. Este hecho explicaría también la
disparidad existente entre las mediciones de VT según se utilicen CFVT o
pletismografía (Ingram et al, 1966).
En nuestro estudio realizado con pacientes enfermos hemos constatado que los
gatos con enfermedad bronquial en una fase avanzada, o bien cuando tienen una
crisis asmática grave, suelen presentar una f baja ya que, debido al estado de
broncoconstricción, el Te se alarga de forma considerable. En pacientes con
enfermedad bronquial más leve, la f resulta más variable según el estado de
nerviosismo del paciente (especialmente en el momento de realizar la prueba de
pletismografía) pudiéndose observar una frecuencia normal (p ej. 30 respiraciones
por minuto, rpm), elevada (p.ej. 80 rpm), o muy elevada (p. ej. 150 rpm). No se
han detectado diferencias estadísticamente significativas respecto a los gatos
sanos (P = 0,567; Tabla 6) probablemente debido a que la mayoría de los
pacientes enfermos tenían un grado moderado de enfermedad bronquial. Tampoco
se han visto diferencias significativas por grupos de edad entre animales enfermos
(P = 0,954; Tabla 5).
84
pulmonar residual depende del balance existente entre la fuerza máxima generada
por la musculatura espiratoria y las fuerzas elásticas que se oponen a la reducción
de volumen, pudiendo compensar algunas situaciones patológicas sin incrementar
la f.
Una posible explicación a estos resultados pudiera ser que los pacientes con
hiperinsuflación pulmonar tienen una menor capacidad de intercambio gaseoso y
por ese motivo deben incrementar el VT y, en la medida de lo posible, la f para
poder aportar cantidades suficientes de oxígeno a la sangre y reducir los niveles de
CO2. Estos pacientes, al ser jóvenes, podrían forzar la mecánica respiratoria
porque conservan una suficiente elasticidad pulmonar. Los pacientes de edad
avanzada normalmente suelen tener alteraciones estructurales a nivel bronquial
debido a la cronicidad de la patología y, al no poder realizar una distensión
dinámica tan marcada, se verían forzados a reducir su VT. No hemos encontrado
ninguna referencia bibliográfica que describa esta hipótesis, por lo que para
confirmarla sería necesario realizar más estudios con una mayor población de
gatos enfermos y con correlación histopatológica que pudiera avalar la hipótesis
de existencia de una menor elasticidad pulmonar con la edad.
85
Otro factor que puede haber influido en la obtención de estos resultados puede ser
el hecho que el peso medio del grupo de gatos sanos es de 3,57 ± 1,11 Kg
mientras que el de gatos enfermos es de 4,70 ± 1,23 Kg, y por tanto pacientes con
un peso corporal mayor tendrán un volumen pulmonar superior.
En condiciones normales los gatos sanos suelen tener una relación entre el Te y el
Ti de aproximadamente 1,0 ± 0,15 segundos (Dye et al, 2004). En cambio los
pacientes con enfermedad bronquial grave pueden tener un cociente Te/Ti mucho
mayor ya que, aunque el Ti puede estar normal o ligeramente reducido, el Te se
incrementa considerablemente (Dye et al, 2004; Hirt et al, 2003; Hoffman et al,
1999).
86
Valoración del índice de broncoconstricción Enhanced Pause.
En gatos con enfermedad bronquial, debido a la reducción del diámetro de las vías
aéreas, aparecen cambios muy evidentes en la curva de la señal espiratoria con
mínimos cambios en la curva inspiratoria (Hoffman et al, 1999). Específicamente
los cambios consisten en la aparición de un pico muy marcado en la fase temprana
de la espiración seguido de una caída repentina de la señal (Figura 10). Este hecho
causa un incremento en el flujo máximo espiratorio, reduce el Tr (tiempo que
necesita el gato para espirar una determinada cantidad de volumen) e incrementa
la pausa espiratoria final. Estos cambios del ciclo respiratorio también se han
identificado en estudios realizados con ratones (Hamelmann et al, 1997) a los que
se les inducía de forma experimental un estado de broncoconstricción tras la
administración de histamina o acetilcolina, y en gatos nebulizando dosis
crecientes de carbacol dentro de la cámara (Hoffman et al, 1999; Hirt et al, 2003;
Kirschvink et al, 2005c; Kirschvink et al, 2006c; Kirschvink et al, 2007b).
En estudios realizados con ratones se demostró que el incremento del valor Penh
no está tan influenciado por la f o el VT como por el grado de reactividad
bronquial (Hamelmann et al, 1997). Existe una estrecha correlación entre los
cambios del valor de Penh y la resistencia pulmonar por lo que dicho valor parece
ser un indicador de broncoconstricción perfectamente válido (Hamelmann et al,
1997). Hoffman et al. demostró en su estudio (Hoffman et al, 1999) que el
coeficiente de varianza para los índices de broncoconstricción Pause y Penh son
relativamente bajos (< 20%), por lo que cambios importantes en los mismos se
pueden utilizar para diagnosticar dichos estados de broncoconstricción. En nuestro
estudio se han obtenido diferencias estadísticamente muy significativas entre
gatos sanos y enfermos para los valores de Penh (P < 0,002) y Pause (P < 0,0001).
Este dato estadístico nos permite afirmar con rotundidad que la pletismografía es
una PFP totalmente válida para su uso clínico que permite diferenciar claramente
entre pacientes sanos y enfermos.
87
Una de las principales ventajas que aporta la pletismografía es que, a diferencia de
las PFP utilizadas hasta hace poco más de 10 años, permite detectar alteraciones a
nivel bronquial en pacientes comprometidos respiratoriamente sin tener que
sedarlos ni manipularlos de forma que suponga un estrés suficientemente
importante como para empeorar su situación clínica. No se trata de una prueba
complementaria de diagnóstico que se utilice de forma rutinaria en clínica de
pequeños animales ya que su mayor campo de aplicación está dirigido a la
investigación en medicina humana valorando la respuesta a diferentes fármacos
mediante la utilización de animales de laboratorio. En medicina veterinaria,
tampoco hay demasiados equipos de investigación a nivel mundial que se
dediquen a estudiar todas sus aplicaciones en pequeños animales. En nuestros
estudios se han utilizado pacientes reales por lo que esta PFP ya forma parte de
nuestro protocolo de trabajo habitual.
88
prednisona (1 mg/kg cada 12 horas PO) y salbutamol inhalado (100 μg cada 12
horas).
89
Valoración del índice de broncoconstricción Enhanced Pause.
90
Penh (Hamelmann et al, 1997). Este hecho también se ha podido constatar en uno
de los pocos estudios que se ha realizado con pacientes enfermos (Rozansky et al,
1999b). En medicina humana también se ha valorado la utilidad de la
pletismografía para cuantificar y valorar la eficacia broncodilatadora de diferentes
fármacos en niños de corta edad (Nielsen et al, 2001).
91
92
Conclusiones
93
94
7.- Conclusiones
95
96
Resumen /
Summary
97
98
8.- Resumen / Summary
99
The feline bronchial disease is the most common respiratory disease in cats.
Unfortunately there are no specific complementary tests to confirm the diagnosis
so that one should suspect it after excluding all other posibilities.
In the present study we have established reference values for all different
variables offered by plethysmograph as in healthy animals as in cats with natural
feline bronchial disease. We have demonstrate too that plethysmography is an
useful pulmonary function test to evaluate the response to therapy after 28 days of
treatment using the treatment protocol prednisone (1mg/Kg bid PO) and inhaled
salbutamol (100 μgr bid) in illness cats.
100
Bibliografía
101
102
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Stewart TE, Slutsky AS: Occult, occult auto-PEEP in status asthmaticus. Crit
Care Med, 1996; 24(3): 379-380.
111
112
Trabajos
publicados en
relación a esta tesis
113
114
Anexo I.- Trabajos publicados en relación a esta tesis
115
I.2.- Fundamentos y aplicaciones clínicas de la pletismografía en
pequeños animales. VIII Congreso de especialidades de AVEPA –
GECAR, Marzo de 2009.
En un paciente con disfunción respiratoria, el primer motivo de alarma para el propietario consiste
en la detección de signos clínicos de intolerancia al ejercicio, alteraciones en el patrón respiratorio
(disnea, taquipnea, etc.), o producción de sonidos respiratorios anormales (tos, sibilancias,
estridores, etc.). Estos signos clínicos serán más o menos evidentes en función de la actividad
física del paciente, siendo menos obvios en animales de vida sedentaria. Las radiografías torácicas,
broncoscopia, cultivos y citologías permiten establecer un diagnóstico y determinar la localización
y gravedad de la patología responsable. Todas estas pruebas se deben valorar como indicadores
subjetivos de función respiratoria ya que no permiten cuantificar el grado de disfunción
respiratoria.
En medicina humana, las pruebas de función pulmonar (PFP) se realizan de forma rutinaria para
diagnosticar y valorar la progresión del problema respiratorio que padece el paciente. Una de las
PFP más sencilla y comúnmente utilizada consiste en valorar la curva de máximo flujo-volumen
espiratorio. La aplicación de esta técnica en medicina veterinaria es limitada ya que es necesario
que el paciente realice una espiración máxima forzada de forma voluntaria hecho que obviamente
no es factible. Se han publicado trabajos desde hace varios años donde se presentan valores de
referencia relacionados con la mecánica respiratoria (resistencia pulmonar, complianza, etc.) pero
básicamente se trata de estudios de investigación que requieren unas técnicas y equipamientos que
por ahora no son de fácil aplicación en la práctica clínica diaria.
La pletismografía es una PFP no invasiva que desde hace unos años se ha introducido en medicina
veterinaria para estudiar alteraciones en el patrón respiratorio en gatos y perros. Permite valorar la
reactividad bronquial en gatos despiertos con respiración espontánea midiendo ciertas variables
asociadas a cambios de presión dentro de la cámara y calculando el índice de broncoconstricción
(Penh), variable que se correlaciona con la resistencia en las vías aéreas. El registro de la mecánica
respiratoria obtenido mediante pletismografía se obtiene a partir del intercambio de aire entre el
cuerpo y la cámara que contiene al paciente. Este intercambio induce cambios de volumen de aire
dentro de la cámara que se detectan mediante cambios de presión.
En la gráfica generada por el pletismógrafo, la espiración se puede dividir en una fase temprana y
otra tardía. Cuando el paciente sufre un estado de broncoconstricción se puede observar un
pequeño pico en la fase de espiración temprana. Este pico se vuelve mucho más prominente e irá
aumentando de forma directamente proporcional a medida que se incremente el grado de
broncoconstricción.
Una de las principales ventajas de la pletismografía es que los pacientes pueden estar libremente
dentro de la cámara en un entorno mínimamente estresable. En cualquier caso el mero hecho de
colocarlos dentro en un entorno desconocido puede generar un estado de nerviosismo con
116
alteraciones en el patrón respiratorio. La valoración de la frecuencia respiratoria a lo largo del
tiempo es una herramienta que de forma sencilla muestra los cambios influenciados por el estrés.
Tras un periodo de adaptación lo esperable es que la frecuencia respiratoria disminuya hasta
permanecer en un rango constante.
En caso de tener que sedar al paciente hay que tener en consideración los efectos potenciales del
fármaco sobre el tono de la musculatura bronquial y sobre el sistema nervioso central ya que puede
haber cambios en la frecuencia respiratoria, la amplitud de los movimientos respiratorios y el
grado de reactividad bronquial.
También se ha utilizado esta técnica en perros despiertos con parálisis laríngea espontánea para
cuantificar el grado de obstrucción de vías aéreas, se han detectado cambios en los patrones
respiratorios de perros con síndrome braquiocefálico respecto a animales sanos, y se ha utilizado
para investigar los patrones respiratorios de gatos con enfermedad bronquial permitiendo
diagnosticar la patología y monitorizar la respuesta al tratamiento.
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I.3.- Barometric whole-body plethysmography reference values in
different age-range cats with natural bronchial disease. ACVIM
Forum, Junio de 2009 (aceptado).
Feline bronchial disease (FBD) is characterized by inflammation of the lower airways without an
obvious identifiable cause. Unfortunately there are no pathognomonic clinical signs or laboratory
tests available in routine veterinary clinical practice for FBD. Barometric whole-body
plethysmography (BWBP) is a noninvasive pulmonary function test (PFT) that allows a dynamic
study of breathing patterns by placing the patient within an unrestrained Plexiglas chamber.
BWBP is useful to study potential airway disease and the response to different treatments.
The objectives of this preliminary study are (1) to establish a reference database for respiratory
variables in cats with natural FBD using BWBP, (2) to evaluate if there are significant differences
between healthy cats and cats with natural illness and (3) to evaluate if there are significant
differences between healthy and affected cats in different age-range.
The study was approved by the animal ethical committee of the University of Las Palmas (Spain).
Twenty-three cats with natural FBD were included. Cats did not have a previous history of upper
airway, cardiac or systemic diseases and had negative results when tested for FeLV/FIV diseases.
Cats were arranged in three groups: young cats (n=5, from 0 to 2 years old), adult cats (n=11, from
2 to 8 years old), and old cats (n=7, more than 8 years old). Cats were placed in the chamber and
after an adaptation period of time in a quiet and silent environment, four 3-minute periods were
registered and data (tidal volume [TV], enhanced pause [Penh] and Pause) were shown as means
with standard deviations. A p-value <0.05 was considered statistically significant.
TV Penh Pause
Age-
Healthy FBD Healthy FBD Healthy FBD
range
N=26 N=23 N=26 N=23 N=26 N=23
0-2 29,523±11,745 43,258±16,633 0,546±0,148 0,817±0,282 0,669±0,124 0,833±0,231
2-8 35,150±12,243 60,650±40,116 0,467±0,174 1,749±1,595* 0,577±0,180 1,224±0,598*
>8 34,753±5,053 29,800±9,594 0,447±0,111 1,248±0,714* 0,574±0,076 0,171±0,473*
P= 0,037 P=0,02 P=0,001
*P<0,05
In conclusion: (1) measured results are firstly useful as baseline values for PFT by BWBP in cats
with FBD and suggest that there are no significant differences in TV (p=0,120), Penh (p=0,349)
and Pause (p=0,363) between different age-range groups of FBD cats, (2) there are significant
differences for TV, Penh and Pause variables between healthy cats and cats with FBD (compared
with reference values in healthy cats previously reported by authors), and (3) there are significant
differences for Penh and for Pause between healthy cats and cats with FBD in adult (pPenh=0,024 ;
pPause=0,006) and old (pPenh=0,05 ; pPause=0,03) cats; there are no significant differences for TV.
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I.4.- Treatment monitoring of cats with natural bronchial disease
using barometric whole-body plethysmography. 19th ECVIM-Ca
Congress, Septiembre de 2009. (pendiente de aceptación)
Feline bronchial disease (FBD) is characterized by inflammation of the lower airways without an
obvious identifiable cause. Unfortunately there are no pathognomonic clinical signs or laboratory
tests available in routine veterinary clinical practice for FBD. Barometric whole-body
plethysmography (BWBP) is a noninvasive pulmonary function test (PFT) that allows a dynamic
study of breathing patterns by placing the patient within an unrestrained Plexiglas chamber.
BWBP is useful to study potential airway disease and the response to different treatments.
The aim of this preliminary study is to evaluate, by means of BWBP, the response to therapy after
30 days of treatment using the treatment protocol prednisone (1mg/Kg bid PO) and inhaled
salbutamol (100 μgr bid) in cats with FBD.
The study was approved by the animal ethical committee of the University of Las Palmas (Spain).
Nine cats with natural FBD were included. Cats did not have a previous history of upper airway,
cardiac or systemic diseases and had negative results when tested for FeLV/FIV diseases. Cats
were placed in the chamber and after an adaptation period of time in a quiet and silent
environment, four 3-minute periods were registered and data (frequency [f], tidal volume [TV],
inspiratory time [Ti], expiratory time [Te], enhanced pause [Penh] and Pause) were shown as
means with standard deviations. A p-value <0.05 was considered statistically significant.
Treatment protocol mentioned above was administered to all cats. All of them were re-tested 30
days later and results were compared with baseline measurements. No statistical differences were
detected in f (p=0,086), TV (p=0,145) and Ti (p=0,064). However there were significant
differences in Te (p=0,037), Penh (p=0,041) and Pause (p=0,004) comparing baseline and after
treatment values.
In conclusion, Te, Penh and Pause values measure by BWBP could be a useful noninvasive PFT
for evaluate the short-term response of a treatment protocol with prednisone and inhaled
salbutamol in natural FBD cats.
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