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Reporte del aplicante a aprendiz de arcana número tres cero

cuatro seis del año presente; nombre: Rowan Lake, 16 años de

edad; décimo tercera vez que el aplicante presenta el examen.

Aquí vamos de nuevo… ¡doce veces! Doce veces que he tenido que ver a este

pobre niño presentar el examen y fallar; y no me malentiendan, es un buen niño,

pero no tiene madera para ser maestro de arcana. Su hermano Sachary logró entrar

hace seis años, lo recuerdo bien, era un prodigio con la arcana, tal como su padre;

pero con Rowan es otra historia, lo he visto varias veces, su afinidad hacia la arcana

es… decente, por decir mucho.

Al igual que las veces anteriores, le explico las reglas para aprobar: un duelo arcano

contra mí, no se necesita que el niño me venza, tan sólo que resista 15 minutos y

muestre dominio sobre al menos tres runas. Honestamente me preocupa el niño,

hace seis años que repite el examen de admisión y la única vez que pasó de los

siete minutos de combate no logró mostrar la cantidad de runas requeridas. En fin,

prefiero detener al niño aquí a que termine muerto de fatiga en su entrenamiento de

aprendiz.

Nos acercamos los dos a la pequeña arena de combate del pueblo, dispuestos a

cumplir nuestras metas; él, finalmente aprobar; yo, poner a prueba sus habilidades.

Nos dimos la mano, caminamos hacia lados opuestos de la arena; y la pelea

comenzó.
Hora de inicio del examen: 8:25 de la mañana; ubicación en que

la prueba fue llevada a cabo: Raggier, provincia de Ackerland.

En cuanto se da la señal de inicio, Rowan comienza a correr alrededor del lugar con

ayuda de la única runa que le he visto usar de manera fluída, la de velocidad, busca

una oportunidad para atacar. Al ver que el niño no tenía intenciones de lanzar el

primer golpe, decido hacerlo yo y, con una runa de cristal sobre mi brazo, creo una

suerte de guantelete hecho de este material.

Minuto cero con treinta y nueve segundos; el aplicante muestra

dominio sobre la runa de velocidad.

El golpe impacta contra el suelo y una nube de polvo se levanta producto de la

potencia con la que ataqué; pero en cuanto se disipa cual fue mi sorpresa cuando

me di cuenta de que en donde debería de estar Rowan forcejeando contra mí, sólo

hay suelo agrietado. Había logrado evadir mi ataque. Rápidamente me levanto e

intento encontrarlo, y cuando lo ubico, entiendo que estaba buscando una

oportunidad para atacarme; él sabe que lo vi, sin embargo no cambia de estrategia,

se acerca corriendo a mí, preparado para golpear; yo, al verlo, cambio mi postura a

una más defensiva. Su puño se acerca rápidamente, gracias a la invocación que

había hecho, pero antes de que su puño choque contra mi cuerpo, crea una runa

más, una de fuerza, y con ayuda de ella potencia su golpe.


Minuto uno con veinticinco segundos, el aplicante demuestra

aptitud para la invocación y correcta aplicación de la runa de

fuerza.

Me empiezo a emocionar un poco, Rowan no ha perdido el tiempo y se nota que ha

seguido practicando; nunca antes había podido usar dos runas simultáneamente. Al

impactar el golpe, siento una gran fuerza empujándome hacia atrás, su golpe fue

bueno, pero no es suficiente para derrotarme y él lo sabe. Rápidamente retrocede e

intenta activar el aumento de velocidad para evadir mis ataques, pero mientras

canta el hechizo, no se da cuenta de que yo ya me recuperé de la embestida y estoy

yendo hacia él dispuesto a atacar; me acerco a él mientras hago la invocación

“ignis salamandra dirigentes!”, acto seguido una bola de fuego se enciende en mi

mano, la lanzo en dirección a Rowan y él, a pesar de tener la guardia baja, logra

esquivarla por casi nada.

Minuto dos con trece segundos; el aplicante demuestra

capacidad de evasión ante ataques en situaciones en que se

está recuperando.

Unos cuatro minutos más han pasado, y seguimos intercambiando golpes; él, aún

con dominio solamente sobre dos runas, ha podido mantener un buen ritmo en la

pelea, resiste los ataques que le mando. Sin embargo, durante unos cinco minutos,

la pelea se estancó. En algunos momentos lo pude observar mientras intentaba

dictar dos nuevas runas, pero no hablaba tan fuerte como para que lo escuchara ni

creaba del todo la runa como para que la distingüiera. Si la pelea se quedaba así,
entonces Rowan no podría aprobar, aún no había presentado el mínimo de

invocaciones para pasar; tenía que dar su máximo esfuerzo para lograrlo y, cómo si

de un deseo se hubiese tratado, algo pasó.

Hasta ese momento todo había sido un tanto repetitivo, él corría para potenciar su

fuerza, le lanzaba un golpe y él lo esquivaba, sólo para lanzar él mismo su ataque;

hasta que me di cuenta de su estrategia, esos intentos fallidos de invocación no

fueron intentos fallidos, sino un mero calentamiento para lo que quería hacer. Invocó

primero una runa de velocidad, luego una de fuerza, seguido de una de…

electricidad, “en efecto, Rowan no malgastó su tiempo este año” pensé mientras él

terminaba de crear su combinación de arcana. En ese momento lo vi, no pude evitar

sorprenderme, frente a mí el aplicante invocó una runa de multiplicación, es

altamente difícil de invocar, requiere de una afinidad casi perfecta con la magia,

cosa en la que el jóven Lake no destaca particularmente; usó la mezcla de runas en

sí mismo, respiró profundo y se abalanzó sobre mí.

Minuto once con veintisiete segundos, el aplicante muestra la

capacidad de invocar runas de nivel avanzado; además de una

aptitud en la arcana de electricidad y una buena habilidad

para la combinación de runas.

El niño se abalanzó sobre mí, a lo que rápidamente reaccioné en defensa, pero el

niño no me atacó; en cambio, volvió a dar vueltas alrededor de la zona, estaba

volviendo a moverse para potenciar su ataque, aunque ahora casi no podía ver al

niño como producto de la mezcla entre las runas de electricidad y velocidad.

Cuando lo encontré ya estaba frente a mí; en sus ojos podía ver una chispa, algo
que no había visto hace mucho tiempo, desde que conocí al padre del niño, él tenía

esa misma mirada, decidida, comprometida con su objetivo; era un grito que decía

“¡Mírenme! ¡Estoy aquí!”. El niño embistió con todo el cuerpo, él sabía bien que sólo

tenía esta oportunidad; impactó su golpe contra mi brazo…

Una luz cegadora abrumó la arena. Cuando el puño de Rowan golpeó mi brazo,

sentí una enorme descarga de electricidad fluyendo por mi cuerpo, me entumió

durante unos segundos; creí que ya había pasado y me puse de pie, sólo para sentir

de nuevo esa sensación en el mismo lugar; desesperadamente me puse a la

defensiva y busqué al niño, estaba tirado en el suelo inconsciente; una vez más

sentí la descarga, y otra vez, y otra. Diez veces sentí la sensación del impacto,

todas en el mismo lugar. Esa técnica sólo la había visto aplicada por el padre de

Rowan, quien de hecho la nombró, los mil puños de trueno, una técnica de arcana

que exige demasiado de parte del invocador, ni siquiera el hermano de Rowan

puede lograr esa combinación de runas, y aunque no hayan sido las mil

repeticiones, diez veces ya es una cifra considerable.

En cuanto me recuperé del ataque, corrí hacia el niño, estaba desmayado en el

suelo. Reprobó. Lo ayudé a levantarse, le conté la mala noticia y lo acompañé a su

casa para que se recuperara. Estaba devastado, cansado, y adolorido. Su madre lo

esperaba, cuando vió el estado de su hijo juró que la única razón por la que no me

asesinó fue porque soy un buen amigo de la familia. Esperé a que se recuperara un

poco, y partí de ahí. Me dirigí a la Central para dar mi reporte del examen.

Minuto doce con diecisiete segundos, el examen terminó debido

a la incapacidad del aplicante para resistir el tiempo

solicitado, cuatro runas mostradas y utilizadas por el mismo;


solicitar audiencia con el consejo para evaluar las

condiciones del examen y lo realizado por el alumno.

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