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Un discurso menos limitado al contexto local y comunal de las regiones y

municipios que practican una autonomía de facto, por así decirlo, es la Ciudadanía
intercultural.

De acuerdo a la lectura, parte este tema de la distinción entre interculturalidad


oficial y critica, que si bien, se podría decir que importan la noción de ciudadanía
multicultural y ciudadanía cultural para desarrollar los derechos no individuales,
políticos, colectivos y culturales.

Ahora bien, La ciudadanía intercultural es una capacidad culturalmente especifica


de ejercer derechos en contextos de desigualdad y asimetría históricamente
arraigados, esta definición es desarrollada por Tubino.

Evidentemente en ella se da la interacción y diálogo entre diversos actores y


culturas, en base a principios éticos donde se reafirman la dignidad y el respeto
hacia los diferentes modos de expresión cultural y sus patrones identitarios.

Y vaya que desde esta definición podemos añadir que la ciudadanía intercultural
es un tema importante, ya que actualmente el ciudadano soporta diariamente las
consecuencias de vivir atemorizado ante el asalto imprevisto a su integridad física
y emocional que altera la convivencia y el sentido de pertenencia en razón de una
cultura desequilibrada

Y ya para pasar a la siguiente diapositiva, podemos decir que hay diferencias


significativas entre la concepción ilustrada y amerindia de los derechos humanos
que es importante considerar en programas de educación ciudadana con pueblos
indígenas.
Conclusión

Una ciudadanía intercultural busca una relación equitativa entre los derechos
individuales y colectivos; que los unos no afecten a los otros. Buscar el punto de
equilibrio, donde no se perjudique el estatus alcanzado con los derechos
individuales, pero a la vez no se perjudique ni se excluya de los beneficios de los
bienes que los estados poseen a las diversas comunidades, pueblos y grupos
minoritarios.

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