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CONSTITUCIONALIZACIÓN DE LA PROTECCIÓN DE LOS ANIMALES EN

ALEMANIA, BRASIL, EGIPTO Y SUIZA: LECCIONES PARA CHILE.

Investigación para optar al grado de Magíster en Derecho LLM, Mención


Constitucional

Profesor Guía: Marisol Peña Torres


Alumno Investigador: Jean Baptiste Menanteau Monnier

Santiago, julio, 2021.


ÍNDICE
I. Introducción 1
II. Cambios científicos, filosóficos y culturales 4
1. Reseña de los cambios científicos 4
2. Reseña del cambio filosófico 7
3. Reseña del cambio cultural 14
III. Definición de conceptos 20
IV. Protección de los animales en Chile 23
V. Derecho comparado 33
1. Migración constitucional 33
2. Alemania 38
3. Suiza 57
4. Brasil 78
5. Egipto 87
VI. Conclusiones 97
Bibliografía 99
RESUMEN

Más de 50 países en el mundo regulan en su Constitución a los animales, y un


número cada vez mayor de estas protegen sus intereses; reconocimiento que ha ido de la
mano de un contexto filosófico, científico y cultural que ha cambiado el modo de
entender la relación del humano con los animales. La presente tesis estudia las
constituciones de Alemania, Brasil, Egipto y Suiza y realiza un análisis de derecho
comparado de sus respectivos modelos planteándose si estos podrían, o no, ser aplicados
exitosamente en Chile. Basado en estudios de derecho comparado, que han demostrado
que todos los préstamos constitucionales dependen de un contexto cultural y una
tradición legal en particular, se concluye que dos modelos en particular (alemán y
brasileño), tienen mayor posibilidad de ser exitosos en Chile.
INTRODUCCIÓN

No es difícil admitir que el estudio del derecho de los animales es un área


observada con curiosidad por un gran número de personas. Realizar una investigación
constitucional sobre la cuestión animal parece una materia aún más fuera de lo
común. Surge entonces la pregunta de por qué podría importar estudiar el derecho de
los animales.
No resulta complicado notar el veloz avance que el derecho animal ha tenido
en las últimas décadas. En general, surgen miradas de asombro cuando se menciona
que las constituciones de Alemania, Austria, Brasil, Egipto, Eslovenia, India y Suiza1,
entre otras, se refieren a los intereses de los animales, y que cerca de 50 países hacen
al menos alguna referencia a éstos en sus textos constitucionales2. Esta consagración
no ha sido exclusiva de una cultura, sucediendo en ambos hemisferios, en occidente y
oriente, y en países con distintos grados de desarrollo. Asimismo, un gran número de
naciones han avanzado hacía una legislación protectora de los animales, dentro de las
que se encuentra Chile.
Esta respuesta constitucional, legal y reglamentaria no ha sido accidental, y se
debe a una transformación en el plano científico, filosófico y cultural que habría
sucedido lentamente durante varios siglos para tomar fuerza en las últimas décadas.
Aquellos países que han decidido adoptar una mayor protección animal justifican su
cambio en estos avances.
En este sentido, en Chile desde mediados del siglo pasado fueron dictadas
leyes que regulaban la relación del humano con los animales, como es el caso de la
ley 11.564 Sobre Mataderos Clandestinos o el Decreto con Fuerza de Ley N° 16, de
1963, Sobre Sanidad y Protección Animales. Sin embargo, la dictación de estas leyes
obedecía a preocupaciones de salubridad, como evidencia la regulación de los
animales contenida en el Código Sanitario en la década de 1970.

1
STILT (2018) p. 1365.
2
BOLLIGER (2016) p. 317.

1
En cambio, en las últimas décadas, Chile se ha sumado a la tendencia de
aumentar la protección de los animales por medio de la publicación de la ley N°
20.380 Sobre Protección de Animales y la ley N° 21.020 Sobre Tenencia
Responsable de Mascotas. Asimismo, se han promulgado diversos reglamentos sobre
la protección de animales durante su producción industrial, su comercialización y en
otros recintos de mantención de animales, y en relación a los animales que se
explotan para carne, pieles, plumas y otros productos. En este orden de ideas, el
Código Penal ha sido modificado, regulando el maltrato animal, proscribiendo los
actos de maltrato o crueldad hacia los animales, y disponiendo que constituyen actos
de maldad o crueldad toda acción u omisión, ocasional o reiterada, que
injustificadamente causare daño, dolor o sufrimiento al animal.
Estas leyes, entre otras, y de la mano con diversos reglamentos, demuestran
un cambio en el enfoque de la legislación chilena hacia una protección animal.
Consiguientemente, es dable concluir que existe en el ordenamiento jurídico chileno
una protección general a los animales. Al respecto, destaca que la ley N° 20.380
prescribe en el artículo primero que su objetivo es conocer, proteger y respetar a los
animales, como seres vivos y parte de la naturaleza.
Asimismo, en el último tiempo, el número de organizaciones activistas de la
protección animal ha aumentado considerablemente, se han publicado diversos libros
sobre la regulación legal de los animales, organizado coloquios de derecho animal, y
además se dictan cursos sobre derecho animal en diversas universidades del país.
En este orden de materias, la pandemia que afecta al mundo en este momento,
debido a una enfermedad infecciosa que probablemente fue traspasada de los
animales hacia los humanos, ha acelerado la preocupación por la regulación de los
animales y hecho evidente la insuficiente regulación actual de aquellos.
Consiguientemente, este trabajo responderá la siguiente pregunta directriz:
¿Cómo la regulación constitucional sobre la protección animal adoptada en otros
países podría influir en nuestra futura regulación constitucional a la luz de los efectos
que ella ha tenido en el Derecho Comparado y la realidad propia de nuestro país?

2
Por lo tanto, la estructura del trabajo consiste, en primer lugar, en exponer el
estado actual científico, filosófico y cultural que habría impulsado el movimiento
animalista más reciente. Luego, se explicarán brevemente algunos conceptos
importantes del derecho animal. El cuarto capítulo explica el estado actual de la
materia en Chile, y el quinto capítulo consiste en una investigación sobre la utilidad
del estudio comparado y los préstamos constitucionales. En el capítulo quinto, se
realizará también un estudio particular de las constituciones de Alemania, Suiza,
Egipto y Brasil, para entender los fundamentos de la consagración constitucional de
la protección animal, los motivos que se esgrimieron, la forma en que se realizó y los
efectos que ha tenido en sus países y terminará con un análisis de los conceptos
utilizados en las constituciones estudiadas y cómo estos podrían, o no, ser
consagrados en Chile.

3
I. CAMBIOS CIENTÍFICOS, FILOSÓFICOS Y CULTURALES.

1. RESEÑA DE LOS CAMBIOS CIENTÍFICOS.


El conocimiento científico de los animales ha evolucionado enormemente
desde los tiempos en que se forjaron las instituciones que aún regulan a los animales
en el derecho occidental. Desde la clasificación del mundo animal de Linneo, a los
avances de la evolución de las especies de Darwin, nuestra relación como humanos
frente a los demás animales no es la misma. Al respecto afirma Muñoz que “Después
de Darwin, los hombres somos también animales que hemos ganado las formas y la
inteligencia en un proceso selectivo que se inició hace algunos miles de años, pero
que tenemos un origen común con otras especies con las que mantenemos un
parentesco genético asombroso”3. Como expresó Darwin ―there is no fundamental
difference between man and the higher mammals in their mental faculties‖4.
Estos avances permitieron a los activistas de los derechos animales encontrar
puntos de comparación entre los seres humanos y los animales, los que creyeron,
fundarían cambios en el ordenamiento jurídico. Henry Salt, uno de los primeros
defensores de los derechos animales, concluía en 1892 que “n[o] será posible obtener
plena justicia para las razas inferiores mientras sigamos teniéndolas por seres de un
orden totalmente diferente, e ignorando la importancia de los innumerables puntos de
parentesco que tienen con la humanidad”5. Este avance científico ha, sin lugar a
dudas, continuado con el tiempo, destacando en los años 70 el aporte de Jane
Goodall.
Desde el origen de las especies, hace más de 150 años, ha aumentado la
evidencia que demuestra que el hombre no es superior de forma cuantitativa al resto
de los animales, lo que ha llevado a una transición hacia una visión que enfatiza una
continuidad evolutiva de los animales, de forma tanto física como mental6.

3
MUÑOZ (1999) p. 43.
4
DARWIN (1871) p. 35.
5
SALT (2019) p. 28.
6
FOUTS (2004) p. 102.

4
Favre ejemplifica cómo un avance científico, seguido de un cambio cultural
en cuanto a la forma de observar ciertas conductas, puede producir modificaciones
legales con el consumo de cigarros. De acuerdo con éste, desde la década del 20‟
hasta los 60‟ del siglo pasado, fumar cigarros no solo era aceptado socialmente, sino
que era una conducta glamorosa. Sin embargo, al cambio de siglo, la sociedad
comenzó a cambiar su actitud, notando los avances científicos que demostraban no
solo el peligro de fumar cigarrillos, sino del daño que produce el humo para aquellos
que están cerca o viven con fumadores. Como resultado de este cambio, primero
científico y luego cultural, se dictaron las primeras leyes que limitan o prohíben los
lugares en que se puede fumar en público.7
Ahora bien, un avance científico no es condición necesaria ni suficiente para
realizar un cambio jurídico. Como explica De Fontenay, ―Zoologists,
paleoanthropologists, and ethologists are researchers. This does not mean that we
have to accept without scrutiny the interpretation, which, on the ethical and political
level, these men or women sometimes disingenuously propose of their results: their
studies do not give them means adequate to the task of unbinding us from that
indefinable attachment to something proper to man, which, since Genesis, Exodus,
Aristotle’s Politics, the first paragraph of the Discourse on Method and the
Declaration of the Rights of Man has been considered equivalent to our use of
ratio‖8.
Peor aún, fundar cambios jurídicos en descubrimientos científicos es una tarea
peligrosa; si la ciencia disputa dicho descubrimiento, cae también la institución legal
o, al menos, la pone en entredicho. Así, basta recordar la sentencia del Tribunal
Constitucional que resolvió sobre la constitucionalidad de las disposiciones
contenidas en las “Normas nacionales sobre Regulación de Fertilidad”, en la que
concluyó que “la constatación, durante la tramitación de este proceso constitucional,
de una profunda disparidad de puntos de vista entre los expertos llamados a señalar el
comienzo de la vida humana y, por ende, los reales efectos de los regímenes de

7
FAVRE (2004) p. 88.
8
DE FONTENAY (2012) p. 53

5
anticoncepción de emergencia, como aquellos a que aluden las Normas Nacionales
sobre Regulación de la Fertilidad, no puede llevar a esta Magistratura a eludir un
pronunciamiento sobre una de las funciones que definen la esencia de su quehacer.”9
En otras palabras, ―New discoveries or theories in biology may thus cause a
change or modification in ethical theories built upon its foundation.‖10 A mayor
abundamiento, las diferencias que la ciencia puede establecer entre humanos y
animales, o entre distintas especies de animales, no tienen por qué ser recogidas por
la moral o el derecho. Al contrario, podría alegarse que los descubrimientos
científicos demuestran la dificultad de determinar qué es lo que exactamente separa a
los humanos y los animales, por lo que es útil que el derecho mantenga el constructo
legal que distingue como grupos completamente diferentes a los humanos y los
animales.
Con todo, dichos avances científicos obligan a realizarse al menos una
pregunta: ¿Es suficiente la actual legislación animal? Incluso aceptando la
independencia de la ciencia con el derecho, el peligro de fundar sus instituciones en
avances científicos, o la utilidad de la diferencia jurídica entre humano y animal, la
ciencia nos llama a cuestionar los fundamentos de nuestras clasificaciones, y revisar
si estas resisten el paso del tiempo. Como explica Peters, ―Whatever social construct
we prefer, our moral understanding is (and should properly be) co-shaped by our
reflection on scientific data‖11.
Señala Cullinan que “nuestra especie enfrenta una crisis mayor de
gobernabilidad, y requiere cambios de largo alcance en la manera de regular el
comportamiento humano, para el beneficio de la Tierra y todos sus habitantes.”12 En
este sentido, en las últimas décadas se ha reconocido que la sociedad humana no
existe fuera, separada del resto de la tierra, sino que es parte integral de ésta. Al
respecto, destaca la encíclica Laudato Si‟, en la que el Papa Francisco hace un
llamado a la protección del medio ambiente, afirmando que el “desafío urgente de

9
REQUERIMIENTO DE INCONSTITUCIONALIDAD (2008).
10
ANKER (2004) p. 262.
11
PETERS (2016) p. 28.
12
CULLINAN (2003) p. 88.

6
proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana
en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral”.13 Sin embargo, los sistemas
legales no han sido actualizados para diseñar un ordenamiento jurídico que reconozca
esta conexión completa con el medio ambiente.14
En este sentido, las siete partidas del Rey Alfonso X el Sabio, ocho siglos
atrás, afirmaban que “por el saber quiso Dios que se estremase el entendimiento de
los homes de las otras animalias, quanto el home menos hobiese dellos, tanto menor
departimiento habrie entre él et las bestias”. Como especie cumplimos con el mandato
de las Partidas de extremar el conocimiento de los animales, y consideramos que el
avance científico ha probado que mientras más sabemos de los animales, más nos
acercamos a éstos.

2. RESEÑA DEL CAMBIO FILOSÓFICO.

Por su parte, en las últimas décadas, distintos filósofos han propuesto un


cambio en la relación de los humanos con los animales. Así, de acuerdo a Francione y
Garner, habría sucedido una modificación en la comprensión de la ética animal, que
es posible de observar, puesto que pocos filósofos niegan la sintiencia15 de los
animales, y que tenemos deberes directos con estos. Incluso más, agregan que
algunos desafían la visión que los animales sean moralmente inferiores que las
personas. 16
El actual estado de la discusión ha sufrido diversos cambios, lo que es lógico
considerando que la cuestión de los derechos animales se ha planteado por siglos. Ya
en los primeros siglos después de Cristo destacan filósofos como Séneca, Plutarco y
Porfirio, en su apoyo a los derechos de los animales. “Si se debe justicia a los seres
racionales – dice Porfirio –, ¿cómo es posible no admitir que estamos asimismo
obligados a actuar justamente para con las especies que están bajo nosotros?”17. A

13
FRANCISCO (2015) p. 5.
14
CULLINAN (2007) p. 120.
15
Las definiciones de sintiencia varían de acuerdo al autor, pero en su conceptualización más simple
implica la capacidad de sentir placer y dolor, de experimentar sensaciones.
16
FRANCIONE y GARNER (2010) pp. 106 – 107.
17
SALT (2019) p. 26.

7
mayor abundamiento, para Porfirio, los animales merecen ser tratados con justicia
debido a que pueden sentir. Esta afirmación es interesante puesto que argumentos
similares, en específico la sintiencia, serán repetidos siglos después por distintos
filósofos que apoyan un tratamiento respetuoso con los animales.18 Asimismo,
―According to some accounts, Pythagoras and his followers were not only opposed to
animal sacrifice (…), but also advocated a vegetarian diet.”19 Por su parte, Plutarco
consideraba que los animales tienen razonamiento, aunque definitivamente no de la
misma sofisticación que en los humanos.20
Sin embargo, la gran mayoría de los autores clásicos declaraban con seguridad
que los animales siempre habían estado separados de los humanos. El hombre
claramente es similar en algunos aspectos al animal – afirmaban– pero es evidente
que tenía algo más, algo que lo diferencia del resto de los animales. Es en esta
distinción que se basan los fundamentos éticos de los autores clásicos21. Así, por
ejemplo, para Sócrates todos los animales pueden ser categorizados en una jerarquía
cualitativa y la cualidad específica que divide a los humanos con los animales sería la
capacidad de utilizar el lenguaje.22 Por su parte, Aristóteles también está de acuerdo
con esta jerarquización de los animales, según la cual los animales superiores pueden
utilizar como comida o con diferentes propósitos a los animales inferiores.23 De
acuerdo a Aristóteles, los animales carecen de logos; solo el hombre ha sido dotado
de éste.24 Aristóteles es una figura clave ya que, a pesar de las opiniones disidentes
recién reseñadas, la falta de racionalidad de los animales es el fundamento de la
corriente que influiría a filósofos y continuaría en los mundos romanos y medievales,
y que excluye a los animales de la teoría política.25
Siglos después, uno de los filósofos más importantes en relación a la cuestión
animal sería René Descartes, para quien los animales no son más que una estructura

18
COCHRANE (2010) p. 116.
19
SERPELL (1998) p. 77.
20
COCHRANE (2010) p. 15.
21
HALDEN (2013) p. 18.
22
HALDEN (2013) p. 30.
23
SERPELL (1998) p. 77.
24
DE FONTENAY (2012) p. 100
25
COCHRANE (2010) p. 13.

8
mecánica, un reloj. De acuerdo a su postura, todas las habilidades que vemos en los
animales son solo aparentes, por lo que si bien pareciera ser que tienen voluntad, esto
es debido a la complejidad de su mecanismo. En definitiva, por intricados que sean,
no son más que máquinas.
En este sentido, Descartes negaba que los animales sintieran. Esto no solo
significa que los animales no tuvieran conciencia de sí mismos, sino que son
incapaces de tener experiencias consientes, lo que incluye, por ejemplo, poder sentir
dolor.26 Consiguientemente, no podían razonar o tener sentimientos.27 A mayor
abundamiento, según Descartes, la diferencia entre humanos y animales no es de
grados de conocimiento; es cualitativa y no cuantitativa. Habría un océano insalvable
de diferencia entre los humanos y los animales, debido a que los primeros somos
racionales, y los segundos no. Como señala Verena, de acuerdo a éste, los animales
serían ―sticks and stones‖.28.
Las implicancias morales de dichas conclusiones son importantes. Si
consideramos que los animales son máquinas, los seres humanos podemos hacer lo
que queramos con ellos. Por ejemplo, la práctica de la vivisección, que consiste,
como su nombre dice, en la disección de un animal vivo, encontró apoyo en el
postulado de este. Descartes habría practicado él mismo la vivisección, y muchos de
sus adeptos habrían seguido la filosofía de Descartes29. En definitiva, Descartes
habría sido una pieza importante en la división entre los humanos y los animales.30
Al contrario de Descartes, encontramos a Kant, quien afirma que los animales
son seres consientes.31 Sin perjuicio de aquello, los animales no son moralmente
autónomos32 y aunque el ser humano tiene deberes con los animales, estos son
indirectos. Al respecto, Kant señala que ―If a man shoots his dog because the animal
is no longer capable of service, he does not fail in his duty to the dog, for the dog

26
FRANCIONE (2010) p.25.
27
FOUTS (2004) p. 102.
28
VERENA (1991) p. 2.
29
CAVALIERI (2001) p. 42.
30
DE FONTENAY (2012) p. 96.
31
CAVALIERI (2001) p. 49
32
REGAN (2004) p. 18.

9
cannot judge, but his act is inhuman and damages in himself that humanity which it is
his duty to show towards mankind. If he is not to stifle his human feelings, he must
practise kindness towards animals, for he who is cruel to animals becomes hard also
in his dealings with men.‖33. En esta teoría Kant no está solo. Así, Hobbes y Locke
también consideran que los humanos tenemos deberes indirectos con los animales.34
Sería Bentham uno de los primeros en señalar que la ley debería proteger a los
animales35. De acuerdo a Salt, “a Jeremy Bentham corresponde en particular el alto
honor de haber afirmado por primera vez, con autoridad, y de manera persistente, los
derechos de los animales.”36 Así, Bentham afirmó que “El legislador (…) debe
prohibir todo aquello que pueda servir para conducir a la crueldad. Los bárbaros
espectáculos de los gladiadores contribuyeron sin duda a proporcionar a los romanos
la ferocidad que desplegaron en sus guerras civiles. De un pueblo acostumbrado a
despreciar la vida humana en sus juegos no podría esperarse que la respetara en
medio de la furia de sus pasiones. Y también es adecuado, por idéntica razón, toda
clase de crueldad hacia los animales, ya sea como modo de diversión o para satisfacer
la glotonería. Las peleas de gallos, las corridas de toros, la caza de liebres y zorros, la
pesca y otras diversiones de la misma especie suponen, por necesidad, bien la
ausencia de reflexión o un fondo de inhumanidad, ya que producen los más agudos
sufrimientos a seres sensibles y la muerte más dolorosa y prolongada que imaginarse
pueda. ¿Por qué ha de negar la ley su protección a todo ser dotado de sensibilidad?
Llegará el tiempo en que la humanidad extenderá su manto sobre todo cuanto respira.
Hemos comenzado por reparar en la situación de los esclavos; terminaremos por

33
CAVALIERI (200) p. 49.
34
GARNER (2002) p. 84.
35
De acuerdo con Cochrane, el filósofo Frances Hutchenson es el primer filósofo moderno en
fundamentar los derechos de los animales en su capacidad de sentir placer y dolor. COCHRANE (2010)
p. 13. Destaca asimismo, unas décadas después de Bentham, el aporte de John Lawrence, quien sería
uno de los pioneros en hacer referencia al derecho animal. Así, Lawrence afirmó que “Ningún humano
gobierno, creo, ha reconocido nunca el jus animalium, que debería a buen seguro formar parte de la
jurisprudencia de todo sistema basado en los principios de la justicia y la humanidad” SALT (2019) p.
27.
36
SALT (2019) p. 27.

10
aliviar la de todos los animales que nos asisten en nuestras labores o atienden nuestras
necesidades.”37
La teoría de Bentham significa un quiebre de lo explicado hasta el momento,
puesto que afirma que la razón por la cual los animales deben ser considerados no es
su capacidad de razonar, sino su capacidad de sentir. Como señalan Salt y Francione,
Bentham comparó en cierta manera la situación de los animales con aquella de los
esclavos en el siglo XIX.38 Así, manifestaba que “Slaves, have been treated by the
law upon the same footing as in England, for example, the inferior races of animals
are still. The day may come when the rest of the animal creation may acquire those
rights which could never have been withholden from them but by the hand of tyranny.
The French have already discovered the blackness of skin is no reason why a human
being should be abandoned without redress to the caprice of a tormentor. It may
come one day to be recognized, that the number of legs, the villosity of the skin, or the
termination of the os sacrum, are reasons equally insufficient for abandoning a
sensitive being to the same fate‖39. Mill también estaba de acuerdo con la referida
comparación.40 De acuerdo a Francione, ambos habrían afirmado que se debe ignorar
la especie, así como ignoramos la raza de los humanos.41
Con todo, esta comparación con la esclavitud no es total. En primer lugar, es
evidente que Bentham no defendía una abolición total de la explotación animal, como
sí lo hacía respecto a la esclavitud.42 Por otra parte, Bentham añadía otro argumento
que diferencia la esclavitud de la explotación animal; el sufrimiento causado por la
esclavitud no permite, bajo ningún respecto, justificar el beneficio que ésta misma
produce. En cambio, sí es posible minimizar el sufrimiento animal lo suficiente como
para que el placer humano pese más que el primero. Así, para Bentham al balancear

37
SALT (2019) p. 27.
38
PETERS (2016) p. 28.
39
BENTHAM (2007) p. 310.
40
SUNSTEIN (2001) p. 40.
41
FRANCIONE (2010) p.26
42
FRANCIONE (2010) p.26-27.

11
los intereses de los animales y los humanos, se debe considerar que los últimos
siempre pesaran más debido a nuestras facultades intelectuales superiores.43
Sin perjuicio de lo anterior, la comparación es interesante, ya que Bentham
considera que, así como el color de la piel no es importante, tampoco lo es el número
de piernas. Aquello significa que, como explica Peters, al rechazar los criterios
biológicos de distinción, implícitamente Bentham rechaza el especismo.44 Este
término, según se verá más adelante, es uno de los utilizados por quienes defienden
una mayor protección animal.
Los argumentos de Bentham influyen a uno de los filósofos más importantes
en las últimas décadas respecto a la cuestión animal, Peter Singer. Según Francione,
―Singer is a utilitarian who maintains that the right act is that which maximizes the
best total consequence for everyone who is affected, either positively or adversely, by
the action‖45 Para Singer entonces, son las consecuencias de un acto en particular las
que determinan si el actuar es o no correcto. Además, Francione señala que Singer
―claims to subscribe to a modified form of utilitarianism, known as "preference" or
"interest" utilitarianism, which provides that what is intrinsically valuable is what
"furthers the interests of those affected [by a decision]. Those interests include the
desires and preferences of those who are affected. Pleasure and pain matter because
they are part of what humans and nonhumans desire or prefer or seek to avoid.46
Ahora bien, de acuerdo a Singer, los seres humanos no nos tomamos los
intereses de los animales seriamente, por lo que las consecuencias de nuestros actos
están siendo sopesadas incorrectamente, minusvalorando a los intereses de los
animales frente a los nuestros. Lo anterior, es de acuerdo con Singer, especismo.
El libro de Tom Regan, The Case for Animal Rights, al igual que Animal
Liberation de Peter Singer, se cuenta dentro de los impulsadores de la nueva corriente
de preocupación por la cuestión animal.47 Sin embargo, la postura de Regan es

43
FRANCIONE (2010) p.27.
44
PETERS (2016) p. 32.
45
FRANCIONE (1996) p. 410.
46
FRANCIONE (1996) p. 411
47
RUDACILLE (1998) p. 2.

12
diferente a la recién señalada de Singer, puesto que postula que los animales tienen un
valor inherente y por lo tanto no pueden tratarse como un medio para obtener un fin,
maximizando aquellas cosas que supone tendría un valor intrínseco. 48 Esta tesis del
valor inherente ha tenido una fuerte aceptación en el mundo de la protección de los
derechos de los animales. Así, desde hace varias décadas, la teoría del valor
inherente, ya sea de forma absoluta o en formas más débiles, ha sido adoptada como
la filosofía los movimientos animalistas a lo largo del mundo, así como de distintas
organizaciones.49
A mayor abundamiento, Regan utiliza el concepto de subject-of-a-life, y
afirma que simplemente ser subject-of-a-life es condición suficiente para tener un
valor inherente.50 Asimismo, Regan argumenta que no es posible diferenciar, sin caer
en arbitrariedades a humanos de no humanos, ya que siempre se incurrirá en algún
sesgo en favor del humano. En sus palabras, tal como el género, raza o clase de una
persona no nos permiten diferenciar en derechos, no podemos hacer diferencia de
acuerdo a la especie.51
¿Qué solución entrega Regan entonces? Lo que denomina el principio de
respeto. Este postula, que ningún individuo que sea merecedor del valor inherente sea
tratado como un medio para maximizar otras consecuencias deseables. Este principio,
además de ser una de las ideas centrales de Regan es relevante ya que ejemplifica su
rechazo del utilitarismo de Singer. Por otra parte, de este principio de respeto Regan
deriva que los animales tienen derechos. En este orden de ideas, Regan afirma que
tienen el derecho de ser tratado de forma respetuosa, puesto que sus demandas son
válidas en virtud del principio de respeto. Ahora bien, dañar a algún subject-of-a-life
importa, a primera vista, una contravención al principio de respeto recién mencionado
ya que, vulnera el valor inherente de este agente o paciente moral.

48
FRANCIONE (1996) p. 416.
49
STONE (2005) p. 10.
50
FRANCIONE (1996) p. 417.
51
REGAN (2004) p. 23.

13
Consiguientemente, de este primer derecho Regan deduce otro, consistente en el
derecho, prima facie, a no ser dañado.52
Las consecuencias prácticas de afirmar la protección estos derechos son
inmensas: el uso de los animales como comida, en la caza, entretención, educación,
ensayos e investigación son todas actividades que deben ser abolidas. 53
En este orden de ideas, no se debe olvidar que la igualdad entre la raza
humana, es un logro relativamente moderno. La abolición de la esclavitud, y el
reconocimiento de los derechos de la mujer eran vistos, hace poco tiempo, como
consignas extrañas. Usualmente los defensores de los derechos de los animales
entregan como argumento el hecho que, en su momento a dichos grupos les fueron
negados sus derechos. Así, se pregunta Salt “¿Puede discutirse seriamente que la
misma tendencia humanitaria que ha conseguido ya la emancipación de los esclavos,
no acabará también beneficiando a las especies inferiores?”54. Al respecto, en 1792,
luego de la publicación del ensayo feminista “A Vindication of The Rights of
Women”, por Mary Wollstonecraft, apareció curiosamente un documento que le
respondía satíricamente, cuyo nombre era “A Vindication of The Rights of The
Brute” para demostrar que la exigencia de derechos de la mujer era tan absurda, que
uno también entonces tendría que otorgar derechos a los animales.
Así, Cass Sunstein afirma que “I believe that in the long run, our willingness
to subject animals to unjustified suffering will be seen as a form of unconscionable
barbarity-not the same as, but in some ways morally akin to, slavery and the mass
extermination of human beings.‖55

3. RESEÑA DEL CAMBIO CULTURAL.

Por otra parte, se han producido cambios culturales relevantes. Durante el


siglo XVIII, se popularizó la idea de disminuir la violencia y el sufrimiento
innecesario, así como de la preocupación por la justicia social, los que comenzaron a

52
FRANCIONE (1996) p. 417.
53
FRANCIONE (1996) p. 419.
54
SALT (2019) p. 33.
55
SUNSTEIN (2003) p. 401.

14
verse como pasos necesarios para lograr un mundo más racional. Una vez arraigados
estos conceptos en la sociedad, era solo cuestión de tiempo para que, de la mano con
la idea que una sociedad civilizada es aquella que busca disminuir la crueldad y la
violencia, la protección animal se expandiera a lo largo del mundo.56
Consiguientemente, y en vista de los cambios filosóficos y científicos ya
mencionados, desde el siglo XIX los ciudadanos en occidente han tenido en mayor
consideración que los animales sufren y sienten, tal como los humanos, y por lo tanto
deben, en una sociedad que avanza hacia el progreso, ser protegidos.57 Lo anterior, de
la mano con escritos y movimientos liderados por ciertos miembros de la elite,
filántropos y educadores, llevo a que el tratamiento más humanitario de los animales
se relacionara directamente con la reducción de la violencia y el aumento de la
benevolencia también hacia los humanos.58 La protección animal había logrado
asentarse como una parte esencial de esta nueva sociedad progresiva, al menos para
una parte de la población.
Sin perjuicio de lo anterior, en las últimas décadas, y de la mano con los
últimos desarrollos médicos sobre las bondades de una dieta vegetariana o vegana, y
el conocimiento del sufrimiento animal, el daño ambiental y la proliferación de
enfermedades zoonóticas que, entre otros factores, produce la industrialización de la
producción de carne, la preocupación sobre los animales se ha convertido en un
asunto de relevancia para una gran parte de la población. Como explica Fouts, nos
encontramos en un momento cultural en que nos preguntamos cuál es el lugar de
nuestra especie en relación con la naturaleza.59 Este proceso, sin lugar a duda, ha sido
paulatino, y varía según el país que se escoja para estudiar. La protección animal es
parte de este proceso cultural.60
Europa es probablemente el lugar donde de mejor manera se ha podido ver
este cambio cultural hacia una mayor preocupación por la cuestión animal. Al

56
STONE (2005) p. 50.
57
STONE (2005) p. 142
58
STONE (2005) p. 142-143.
59
FOUTS (1999) p. 102.
60
CAVALIERI (2001) p. 4

15
respecto, de acuerdo con las conclusiones de un estudio ordenado por el
Departamento de Políticas para Derechos de Ciudadanos y Asuntos Constitucionales
de la Unión Europea, es evidente que la sociedad se ha enfocado crecientemente en la
protección animal. El estudio explica que un mayor conocimiento por parte del
público general sobre el comportamiento animal ha llevado a que el bienestar animal
se encuentre en la cúspide de las preocupaciones públicas de muchos países.
Asimismo, debido a un aumento en la cobertura mediática del asunto, discusiones
parlamentarias, declaraciones gubernamentales, solicitudes de estudios científicos,
financiamiento de investigaciones, conferencias animales y en la legislación, la
preocupación sobre el bienestar animal ha aumentado en un gran número de países en
las últimas cuatro décadas y especialmente las últimas dos.61
En este orden de ideas, resalta que los miembros del parlamento europeo
reciben más solicitudes sobre bienestar animal que cualquier otro tema.62 Por último,
en el citado informe se destaca que distintas investigaciones sobre opinión pública
indican que el interés en el bienestar animal ha crecido de forma igual en todas las
áreas de la sociedad.63
Asimismo, durante el 2015, se entrevistaron en los 28 estados miembros de la
Unión Europea, a 27.672 personas, en relación a sus posturas sobre el bienestar
animal. Dicha encuesta, ordenada y coordinada por la Comisión Europea, demuestra
el creciente interés sobre esa materia. Dentro de las conclusiones, destacan las
siguientes: i) Un 94% de los ciudadanos de la Unión Europea considera que es
importante proteger el bienestar de los animales de granja. El 57% de los ciudadanos
piensa que es “muy importante”, ii) el 82% de entrevistados manifestó que el
bienestar de los animales de granja debería estar mejor protegido, y un 74% señala lo
mismo en relación a animales de compañía, y iii) el 89% opina que deberían haber
leyes requiriendo que cualquier persona que use animales para propósitos comerciales
64
debe cuidarlos. Asimismo, destaca que hace dos siglos había un bajo número de

61
BROOM (2017) p. 36.
62
BROOM (2017) p. 36.
63
BROOM (2017) p. 35.
64
Comisión Europea (2015) p. 4.

16
organizaciones animalistas, mientras que ahora el número se acerca a los miles de
organizaciones.65
Por su parte, respecto a Estados Unidos, Leslie y Sunstein manifiestan que
casi dos tercios de los estadounidense están de acuerdo con la afirmación siguiente:
"An animal's right to live free of suffering should be just as important as a person's
right to be free of suffering."66 Efectivamente, explican que hay grandes discusiones
sobre cómo deben tratarse a los animales, pero estas palidecen al observar la gran
tensión que existe entre las prácticas que los humanos tenemos con los animales y las
opiniones morales de la población sobre éstas. De hacerse visible las prácticas,
concluyen los autores, aquellas cambiarían rápidamente, puesto que las personas
están convencidas que son moralmente incorrectas.67
Estas estadísticas son importantes puesto que reflejan un cambio de mirada
general. Así, permiten concluir que la mayoría de las personas están de acuerdo de
que el sufrimiento animal es algo de lo que hay que preocuparse y que deben tomarse
pasos para su disminución.68 Asimismo, los estudios son relevantes, puesto que
entregan información para decidir si realmente debe haber un cambio jurídico; si el
derecho cambia, sin que haya sido acompañado de una real transformación en la
sociedad, éste estaría imponiendo una visión particular que tendría consecuencias
problemáticas. En efecto, se estaría imponiendo una visión particular de cómo deben
tratarse a los animales, que casi con seguridad, dividiría aún más a la sociedad.69
En este sentido, y según se estudiará más adelante, el modo alemán de
proteger a los intereses de los animales es especialmente claro en demostrar cómo la
cultura es necesaria para producir cambios en la política, y lograr que determinados
movimientos sociales tengan éxito y se aprueben reformas legales.70
Sin embargo, si sucede lo contrario, es decir, que al producirse cambios
relevantes el derecho no entregue respuestas, también se está abriendo la posibilidad

65
FOUTS (2004) p. 130.
66
LESLIE y SUNSTEIN (2007) p. 138.
67
LESLIE y SUNSTEIN (2007) p. 138.
68
LESLIE y SUNSTEIN (2007) p. 138.
69
SMITH (2012) p. 127.
70
EVANS (2010) p. 244.

17
para que se produzcan conflictos, sobre todo considerando que la postura de las
personas sobre el derecho animal está muchas veces justificada en motivos religiosos
y morales. Efectivamente, cuando las posiciones morales de individuos chocan con
aquellas de otros miembros de la sociedad, es el sistema legal uno de los mecanismos
para resolver esta disputa.71 Kelch es enfático en afirmar que el derecho ―has the
liberty and, in fact, the duty to migrate to higher ground when facts and moral
awareness dictate‖72.
Por último, se debe destacar la creciente preocupación de la población por el
medioambiente. Mientras más crece la comprensión de los efectos que la humanidad
tiene sobre el ecosistema planetario, y a su vez, cómo la destrucción de éste nos
afecta, más urgente se hace que el derecho lo regule. Entender el rol de los animales
en este delicado balance permite dilucidar la relevancia de estudiar los derechos de
los animales. Esto es definitivamente más urgente en tiempos de pandemia.
En este sentido, es interesante destacar que si bien los grupos animalistas
podrían calificarse, siguiendo a Meynaud, dentro de los grupos de presión, como
agrupaciones de vocación ideológica, puesto que “encuentran su razón de ser en la
defensa desinteresada de posiciones espirituales o morales, en promover causas o
afirmar tesis”73, debido a su estrecha relación con el cambio climático y la
proliferación de enfermedades infecciosas, un cambio en la regulación legal hacia una
mayor protección animal podría justificarse en intereses completamente
antropocéntricos.74
El estado del medioambiente es esencial para asegurar los derechos más
básicos de las personas. Efectivamente, la regulación constitucional del
medioambiente tiene un alcance amplísimo, puesto que la regulación de aquel puede
afectar derechos tan básicos como la vida, dignidad, e integridad física o psíquica,
además de ser esencial para asegurar comida, educación, o trabajo, e influir
decididamente en la pobreza, cultura e incluso la discriminación de grupos

71
FAVRE (2004) p. 88.
72
KELCH (1998) p. 532.
73
MEYNAUD (1972) p. 16
74
BENATAR (2020) p. 1.

18
minoritarios.75 Desde este punto de vista, la mayor preocupación por el medio
ambiente debería ir de la mano con un mayor estudio de la protección animal.76
Nuestra relación con el medioambiente es inseparable de la relación que tengamos
con los animales, por lo que avanzar en la regulación jurídica de uno nos ayuda
enormemente respecto del otro.77
Sin perjuicio de lo explicado, los animales son utilizados en las industrias de
moda, cosméticos y entretenimiento. Asimismo, tienen una importante participación
en la investigación científica y la industria ganadera. Miles de millones de animales
son explotados y muertos cada año en la industria alimenticia. Como explica Garner
sobre el Reino Unido, aunque cierto sobre cualquier país, “The need for (…) an
institutional and legislative framework is understandable given the important role
played by animals in a country such as Britain.‖ 78.

75
DALY y MAY (2015) p. 18.
76
VERENA (1991) p. 2.
77
SMITH (2012) p. 155.
78
GARNER (2008) p. 111.

19
II. DEFINICIÓN DE CONCEPTOS

El Derecho Animal, desde un punto de vista meramente académico, se define


como “aquel área de estudio, investigación, práctica y defensa, en que el factor
relevante es la naturaleza (legal, social o biológica) de un animal no humano.”79 Sin
embargo, para alguno activistas por los derechos de los animales esta definición
neutral es insuficiente ya que implica mantener el status quo. Por lo tanto, sugieren
adoptar una definición en que la modificación del sistema legal en objeto el interés de
los animales sea esencial.80
A mayor abundamiento, el movimiento de protección animal, o la cuestión
animal, puede dividirse, siguiendo a Garner y Regan, en dos principales filosofías.
Primero, quienes apoyan un trato más humanizado y proscriben el innecesario
sufrimiento animal, posición que se denomina “bienestar animal” y por lo tanto, sus
seguidores son los “bienestaristas”. Estos luchan porque se cumplan estas
condiciones, pero no apuestan por abolir completamente el uso de animales no
humanos, para investigación o comida, entre otros.81
Por otra parte, se encuentran quienes buscan abolir la explotación animal, puesto
que afirman que toda utilización de los animales es equivocada en principio, y por lo
tanto, debería ser prohibida en la práctica. De acuerdo con Regan, esta es la posición
que se denomina propiamente de los derechos de los animales. 82 Para quienes apoyan
la visión de los derechos, todo uso de los animales se encuentra prohibido,
independiente de la utilidad que significa y el sufrimiento que importa. Debido a que,
como principio, los animales no pueden ser utilizados, todo sufrimiento es
innecesario.83
No es entonces lo mismo referirse a un activista por el bienestar animal, o por los
derechos animales. En este sentido, el primero, de estos, que ha sido apoyado y

79
FRASCH (2019) p. 1. Traducción libre del autor.
80
FRASCH (2019) p. 1
81
REGAN (1998) p. 42.
82
GARNER (2008) p. 113.
83
REGAN (1998) p. 42.

20
utilizado desde más antiguo84 acepta el uso de los animales, siempre y cuando se
85
cumplan ciertas condiciones. Con todo, dentro de quienes defienden el bienestar
animal, hay diversas posturas, desde aquellos que, defendiendo la explotación animal,
buscan que se procure por su cuidado, hasta quienes minimizarían casi por completo
el sufrimiento animal, solo permitiéndolo para ciertos experimentos científicos.86
Por su parte, el segundo grupo afirma que, al menos algunos animales, deberían
ser merecedores de derechos, hasta cierto punto, comparables con los derechos
humanos. El objetivo sería asegurar que ciertos derechos animales sean absolutos, y
que por tanto aquellos no puedan ser utilizados, aunque sea para obtener ganancias
para los humanos, independientemente de que esta explotación cumpla ciertos
requisitos y sea sin sufrimiento.87 Con todo, el término derecho animal engloba
muchas posibilidades distintas, ya que hay una gran disparidad entre los autores sobre
los derechos que esto incluiría, dependiendo de la posición particular que se siga.
Sin perjuicio de lo anterior, como explica Francione, el término derecho animal es
usado para describir cualquier medida que disminuya el sufrimiento animal.88
Consiguientemente, aquellas reformas legales que se encuentran motivadas en una
visión de bienestar, como por ejemplo, la regulación del faenamiento animal, pueden
ser designadas como derecho animal, a pesar de no entregar verdaderos derechos
subjetivos. Debido a lo anterior, en este trabajo se utilizará la expresión derecho
animal desde ese punto de vista, es decir, para referirse a cualquier provisión que
busca minimizar el sufrimiento animal, aunque ésta no tenga por objeto eliminar por
completo la explotación animal. Ya sea se siga una postura de bienestar o de
derechos, en ambos casos, existe una preocupación por el sufrimiento de otros.
Fuera de estas discusiones, hoy es evidente que, incluso quienes encuentran su
sustento económico en la explotación de los animales, estarían de acuerdo con que se
debe evitar a los animales un sufrimiento innecesario, y por lo tanto adscriben,

84
SZTYBEL (1998) p. 43.
85
FRANCIONE (1996) p. 397
86
SZTYBEL (1998) p. 44
87
FRANCIONE (1996) p. 398.
88
FRANCIONE (1998) p. 45.

21
aunque sea en un grado bajísimo, a que debe tenderse al bienestar animal. En efecto,
actualmente se puede afirmar con seguridad que buscar mayor protección animal es la
regla moral general.89 En el mismo sentido Sunstein, afirma que “Every reasonable
person believes in animal rights. Even the sharpest critics of animal rights support
the anticruelty laws‖90.
En este trabajo, como se podrá concluir, no nos tendremos que referir a la
posición de derechos de los animales en su sentido abolicionista; ninguna
Constitución le ha otorgado derechos subjetivos a los animales, ni las más avanzadas
en la protección. En este sentido, las constituciones que se estudiarán tienen una
postura bienestarista, cuyo objeto es evitar el sufrimiento de los animales. Con todo,
tal como señalan algunos de los autores mencionados anteriormente, es posible
englobar a estas constituciones dentro del concepto de derecho animal, siempre que
entendamos que al utilizar este concepto no nos referimos que reconozcan derechos
subjetivos, sino como toda aquella legislación que busca disminuir el sufrimiento
animal.

89
FRANCIONE y GARNER (2010) p. 107.
90
SUNSTEIN (2003) p. 401.

22
III. PROTECCIÓN DE LOS ANIMALES EN CHILE

De acuerdo a lo que se mencionó en la introducción, las últimas décadas han


significado un cambio en el modo que la legislación regula la cuestión animal, que
busca responder, en parte, a la creciente preocupación de la población chilena por los
animales. En este orden de ideas, Montes distingue tres períodos en la historia de la
protección animal en Chile: la etapa de sanidad animal (1954-1992), de bienestar
animal (1992-2009) y de protección de los animales (2009-2016)91.
El primer período, en el que destacan, a modo de ejemplo, la ley 11.564 sobre
mataderos clandestinos, disposiciones del Código Sanitario y la ley 18.755, de 1989,
que establece normas sobre el Servicio Agrícola y Ganadero, se caracteriza porque la
legislación busca salvaguardar a la salud animal, con el objeto de “proteger y
fomentar la industria ganadera y a los seres humanos”92.
Demuestra lo anterior el Código Sanitario. Así, el artículo 31 expresaba que
“En caso de peligro de epidemia o cuando ésta se hubiere declarado en cualquier
lugar del territorio, el Servicio Nacional de Salud podrá disponer o tomar a su cargo
el sacrificio de los animales o la eliminación de los insectos propagadores de la
enfermedad, así como el saneamiento de los pantanos y demás lugares en donde la
epidemia se ha desarrollado, la protección sanitaria del agua potable y el saneamiento
de las aguas corrientes que se utilicen para el riego”93 y que “podrá declarar
obligatoria la vacunación de los animales contra enfermedades transmisibles al
hombre.”94 Con todo, el artículo 77 letra e) dispone que se deberá dictar un
reglamento que comprenda “la prohibición de mantener determinadas especies de
animales o el número máximo de ellos que pueden ser tolerados en una casa
habitación o en locales públicos o privados, y las condiciones de higiene y seguridad

91
MONTES (2018) pp. 7-8.
92
MONTES (2018) p. 11.
93
CÓDIGO SANITARIO, Chile.
94
CÓDIGO SANITARIO, Chile.

23
que deben cumplirse para su mantención”95. En definitiva, la regulación animal tiene
como objeto principal la protección de las personas.
Por su parte, la segunda etapa se caracteriza porque se reconoce la sintiencia
de los animales, y busca asegurar, “el bienestar emocional y conductual de los
animales”96. Al respecto, destaca la ley 19.473 de 1996, que sustituyó el texto de la
Ley de Caza, que en su artículo 18 manifiesta que “Los cotos de caza, criaderos, y los
centros de reproducción, de rehabilitación y de exhibición deberán cumplir con
requisitos mínimos de superficie, seguridad, equipamiento y operación, destinados a
proteger las personas, el ecosistema y el normal desenvolvimiento de las distintas
actividades económicas, y a brindar a cada especie animal un hábitat acorde con sus
necesidades fisiológicas, en resguardo de su salud y bienestar.”97 Asimismo, el
artículo 26 que hace referencia al reglamento de la ley, dispone que este deberá
disponer sobre “Las condiciones de transporte de los animales capturados en
conformidad a esta ley, de manera tal de resguardar su salud y bienestar.”98
Por último, la tercera etapa comienza con la ley 20.380 sobre Protección de
Animales, que marca un avance en la protección animal. Así, la finalidad de la
precitada ley queda clara en su primer artículo, al manifestar expresamente “establece
normas destinadas a conocer, proteger y respetar a los animales, como seres vivos y
parte de la naturaleza, con el fin de darles un trato adecuado y evitarles sufrimientos
innecesarios.”99 En este sentido, reconoce a los animales como seres sintientes en el
artículo 2°, al prescribir que “El proceso educativo, en sus niveles básico y medio,
deberá inculcar el sentido de respeto y protección a los animales, como seres
vivientes y sensibles que forman parte de la naturaleza.”100 A lo largo de su
articulado, es posible encontrar diversas disposiciones que pormenorizan dicho deber
general, regulando, a modo de ejemplo, que “La libertad de movimiento de los
animales silvestres no debe ser restringida de manera innecesaria, especialmente si

95
CÓDIGO SANITARIO, Chile.
96
MONTES (2018) p. 32.
97
Ley 19.473 de 1996.
98
Ley 19.473 de 1996.
99
Ley 20.380 de 2009.
100
Ley 20.380 de 2009.

24
ello les ocasionare sufrimiento y alteración de su normal desarrollo”, “El transporte
de animales deberá efectuarse en condiciones que eviten el maltrato o grave deterioro
de su salud”, “Los experimentos en animales vivos sólo podrán practicarse por
personal calificado, que evitará al máximo su padecimiento”101 y que “En el beneficio
y sacrificio de animales deberán emplearse métodos racionales tendientes a evitarles
sufrimientos innecesarios.”102
Con todo, se debe aclarar que esta ley no tiene un alcance general. Así, los
artículos 16 y 17 restringen considerablemente su aplicación, señalando que no se
aplicarán a los deportes en que participen animales, tales como el rodeo, las corridas
de vaca, el movimiento a la rienda y los deportes ecuestres, los que se regirán por sus
respectivos reglamentos y que se aplicará supletoriamente a lo dispuesto a diversas
normas, como la ley General de Pesca y Acuicultura, la ley sobre Caza, y el Código
Sanitario.
Por su parte, la ley 21.020, sobre Tenencia Responsable de Mascotas y
Animales de Compañía establece que dentro de sus objetivos está “proteger la salud y
el bienestar animal mediante la tenencia responsable”.103 A mayor abundamiento,
define tenencia responsable como el “conjunto de obligaciones que contrae una
persona cuando decide aceptar y mantener una mascota o animal de compañía, y que
consiste, entre otras, en registrarlo ante la autoridad competente cuando corresponda,
proporcionarle alimento, albergue y buen trato, brindarle los cuidados veterinarios
indispensables para su bienestar y no someterlo a sufrimientos a lo largo de su
vida.”104
De la interpretación armónica de la legislación citada, en especial de las leyes
20.380 y 21.020, se debe concluir que se ha consagrado un principio general de
protección animal en el sistema legal chileno. Los últimos avances permiten
evidenciar un cambio, lento pero constante, en el modo de regular la relación entre

101
Ley 20.380 de 2009.
102
Ley 20.380 de 2009.
103
Ley 21.020 de 2017.
104
Ley 21.020 de 2017.

25
los humanos y los animales, que abren la puerta para una legislación más
omnicomprensiva.

Consagración constitucional.
Los animales no están reconocidos a nivel constitucional en Chile. Las
palabras animal o fauna no se encuentran presentes en su redacción. Sin perjuicio de
aquello, en el artículo 19 N° 8 sí se protege el derecho a vivir en un medio ambiente
libre de contaminación, por lo que se debe responder, si dentro de la expresión medio
ambiente están protegidos los animales.
En primer lugar, se debe aclarar que el derecho a vivir en un medio ambiente
libre de contaminación tiene un enfoque antropocéntrico. La literalidad del artículo lo
deja claro: éste se encuentra dentro del artículo 19, y por lo tanto, el derecho se le
asegura “a todas las personas”. Además, lo que se consagra es el derecho a vivir en
un medio ambiente libre de contaminación, por lo que en el centro de la protección
está la persona y no así el medio ambiente. En este sentido, la protección del medio
ambiente es indirecta, es decir, solo se podrá señalar que se ha vulnerado el derecho,
en cuanto se afirme ha habido un perjuicio a la persona. Por lo tanto, el derecho a
vivir en un medio ambiente libre de contaminación no protege a la naturaleza por sí
misma.
Así lo ha afirmado el profesor Silva Bascuñán, quien concluye que este
derecho “se establece para lograr reforzar otros bienes jurídicos contemplados en la
Carta y con ello obtener el bienestar o una buena calidad de vida de las personas,
asegurándose así que existan determinadas condiciones en el medio ambiente en que
se desarrolla la vida humana que faciliten lograr ese objetivo.”105
En acuerdo con lo anterior, el profesor Cea considera que “se asegura en
beneficio del género humano, o en especial de la juventud, en la medida que ya ha
sido articulado en tratados internacionales y en numerosas Cartas Fundamentales
posteriores a la nuestra.”106

105
SILVA (2005), p. 99.
106
CEA (2012) p. 314.

26
En este orden de ideas, Galdámez manifiesta que “La construcción de lo
ambiental centrado en la tutela de un derecho fundamental y no en la definición de la
relación que se busca construir con el entorno es estratégica en el desarrollo y
evolución de la tutela del medio ambiente, particularmente en su relación con la
economía y el desarrollo.”107 Asimismo, agrega que “la Constitución asegura a todas
las personas el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación. La
Constitución no garantiza un derecho cuyo titular sea el ambiente o el entorno, al que
en cambio coloca como objeto de protección.”108
Por su parte, Nogueira es claro, al afirmar que “el derecho a un medio
ambiente libre de contaminación es un concepto de carácter antropomórfico, en la
medida que son los seres humanos quienes definen la calidad del entorno deseable y
quienes han convertido ámbitos antes jurídicamente irrelevantes en derechos
fundamentales y bienes constitucionalmente protegidos todo lo cual responde a una
perspectiva de calidad de vida y a las posibilidades de desarrollo de la vida humana
en un contexto de recursos finitos y de un entorno cuya contaminación tolerable es
limitada, especialmente teniendo presente una perspectiva de solidaridad
intergeneracional.”109
Consiguientemente, para probar la vulneración al citado derecho es necesario
demostrar que se ha cometido un perjuicio a otro derecho humano, típicamente la
salud o la integridad física o psíquica. Al respecto, Silva Bascuñán, concluye que
“Nos encontramos así frente a un derecho que, en concreto, muchas veces resulta
difícil de configurar, por cuanto en ocasiones se confunde con otros reconocidos por
la misma Carta”.110
Por su parte, el medio ambiente se encuentra también definido en la ley
19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente, que expresa en el artículo 2° que
es “el sistema global constituido por elementos naturales y artificiales de naturaleza
física, química o biológica, socioculturales y sus interacciones, en permanente

107
GALDÁMEZ (2018) p. 77.
108
GALDÁMEZ (2017) p. 135. En cursivas en original.
109
NOGUEIRA (2009) p. 470.
110
SILVA (2005) p. 47

27
modificación por la acción humana o natural y que rige y condiciona la existencia y
desarrollo de la vida en sus múltiples manifestaciones”.
Esta definición de medio ambiente es amplia, ya que reconoce no solo los
elementos naturales y artificiales, sino también aquellos socioculturales. Sin embargo,
a pesar de esta amplitud, los animales no son una preocupación especial para la ley.
Así, estos son mencionados solo tres veces: en el artículo 10 al disponer los proyectos
que deben someterse al sistema de impacto ambiental, dentro de los cuales se
encuentran las agroindustrias, mataderos, planteles y establos de crianza, lechería y
engorda de animales, de dimensiones industriales; en el artículo 37 que prescribe que
un reglamento fijará el procedimiento para clasificar las especies de plantas, algas,
hongos y animales silvestres, sobre la base de antecedentes científico-técnicos, y
según su estado de conservación, en las categorías recomendadas para tales efectos
por la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN) u otro
organismo internacional que dicte pautas en estas materias; y en el artículo 38 que
explicita que el Ministerio del Medio Ambiente velará que los organismos
competentes del Estado elaboren y mantengan actualizado un inventario de especies
de plantas, algas, hongos y animales silvestres y fiscalizarán las normas que imponen
restricciones a su corte, captura, caza, comercio y transporte, con el objeto de adoptar
las acciones y medidas tendientes a conservar la diversidad biológica y preservar
dichas especies.
Por su parte, la doctrina también ha definido medio ambiente de un modo
amplio. Al respecto, Nogueira define al medio ambiente, manifestando que “quedan
comprendidos los recursos naturales (aire, agua, suelo, subsuelo, fauna, flora,
protección de especies amenazadas, costas, fondos marinos), como los elementos
geológicos, químicos, biológicos y sociales que rodean e interactúan con los seres
humanos condicionando su existencia y su desarrollo, como asimismo el de los
demás seres vivos posibilitando su existencia, desarrollo o eventual desaparición;
además deben considerarse también los recursos culturales, arquitectónicos,

28
arqueológicos, entre otros, así como las relaciones que entre todos ellos se generan,
tales como el clima, los ecosistemas, los espacios naturales, el paisaje.”111
En definitiva, de acuerdo a la doctrina y la definición legal, la amplia
definición de medio ambiente permitiría incluir a los animales. En este sentido, se ve
posible que en la tendencia hacia una protección más fuerte del medio ambiente, los
animales sean considerados como una parte esencial de este. Sin embargo, incluso de
aumentar la protección de los animales como parte del medio ambiente, siempre su
protección se encontrará con dos limitaciones.
Por una parte, estará supeditada a su relación con el medio ambiente, ya que
solo se podrán proteger en cuanto sean parte del medio ambiente, y
consiguientemente, en cuanto afecten a este último. Es decir, su protección será solo
en la medida que los actos que les afecten causen también un daño al medio
ambiente.
Una segunda limitación consiste en la protección constitucional que se ha
otorgado al artículo 19 N° 8 ya que esta acción constitucional, requiere para su
interposición, que haya un interés de aquel que considera que su derecho ha sido
afectado. En este sentido, Bermúdez y Galdámez concuerdan en que solo poseerán
legitimidad activa aquellos a quienes se les haya afectado su entorno adyacente.112
Así ha concluido además la Corte Suprema, recordando que la acción de protección
no es una acción pública, por lo que es necesario que haya un interés directo e
inmediato demostrable, careciendo en caso contrario de legitimidad activa.113
Estos dos requisitos, es decir, que sea necesario que se afecte al medio
ambiente, y la necesidad de demostrar un interés jurídico para la legitimación activa,
hacen que, a pesar de la amplitud del medio ambiente, la protección de los animales
por medio del artículo 19 N° 8 sea imposible.
En este contexto, no es sorpresivo que el Tribunal Constitucional se haya
pronunciado sobre los animales en un número bajo de sentencias. Primero nos
encontramos con sentencias en que el Tribunal Constitucional menciona a los
111
NOGUEIRA (2009) p. 469.
112
GALDÁMEZ (2017) p. 133.
113
GALDÁMEZ (2017) p. 133.

29
animales solo como ejemplo. Así, en la sentencia Rol 5572-18 el Tribunal
Constitucional quería explicitar que, si bien las personas jurídicas pueden ejercer
ciertos derechos humanos, dentro de estos no se encuentra la libertad de conciencia.
En este orden de ideas, ejemplificó lo anterior señalando que “Si se quiere manifestar
una determinada conciencia, reflejada indirectamente en un ideario fuerte de rechazo
a la interrupción del aborto por estas tres causales o por alguna de ellas, será
necesario modificar la estructura instrumental de la personalidad jurídica. Lo
contrario, sería distorsionar la validez jurídica de la conciencia, sería traspasar
categorías normativas mediante un particular sincretismo que despoja de valor a los
bienes jurídicos que protege. Esa también ha sido una técnica mal usada para darle
relevancia o realce a la protección de determinadas titularidades no humanas (la
naturaleza, los animales, etc.) pero que terminan por desvirtuar la propia noción de
titularidad y de derechos fundamentales. Esos bienes tienen su valor pero
confrontados con derechos humanísimos cabe situarlos en planos diferentes.”114 Es
decir, se limitó a señalar que los animales no pueden ser titulares de derechos
humanos y que, a pesar de ser bienes con valor, se encuentran en una categoría
cualitativamente diferente a aquellos.
Una segunda oportunidad que el Tribunal Constitucional se refirió a los
animales, fue para definir qué es el juego. En este sentido, afirmó que jugamos “cada
vez que observamos seres humanos u otros animales, involucrados en el disfrute de lo
que hacen como si su hacer no tuviera ningún propósito externo.” A mayor
abundamiento, explicitó que “Como resultado de esto, el juego ha sido
frecuentemente visto por psicólogos y antropólogos, aun cuando hay excepciones
(Bateson, 1972), como una actividad que los niños o los animales jóvenes realizan en
“preparación para su vida adulta”, como si este fuera su propósito biológico, llegando
en el proceso a ser ciegos ante su falta de intencionalidad”115.
Sin perjuicio de lo anterior el Tribunal Constitucional sí ha tenido que
referirse al fondo de la regulación animal al pronunciarse en control de

114
REQUERIMIENTO DE INCONSTITUCIONALIDAD (2019)
115
REQUERIMIENTO DE INAPLICABILIDAD (2014)

30
constitucionalidad del artículo sobre las leyes 20.380 y 21.020. Sin embargo, incluso
en estos casos las menciones hacia los animales son escuetas.
En relación a la primera, el Tribunal Constitucional concluyó que no debía
pronunciarse sobre el proyecto de ley, por no versar sobre materias de ley orgánica
constitucional.116 En cambio, al pronunciarse sobre la ley 21.020, el Tribunal
Constitucional, además de referirse a la constitucionalidad de las facultades
entregadas a los juzgados de policía local, tuvo que decidir en relación a la protección
de los animales. En este sentido, el voto de mayoría consideró constitucional el
proyecto de ley. Sin perjuicio de aquello, el voto en contra de los ministros Iván
Aróstica, María Luisa Brahm y Cristián Letelier estuvo por declarar
inconstitucionales los incisos cuarto y quinto del artículo 25 de la ley 21.020.
Al respecto, consideraron que la exigencia consistente en que los
establecimientos de venta y crianza de mascotas estén a cargo de un médico
veterinario, y el deber para los dueños de criaderos y vendedores de mascotas o
animales de compañía, de la especie canina y felina, de esterilizarlos antes de su
entrega a cualquier título eran atentatorios contra la Constitución.
Así, razonaron que la primera de estas exigencias contraviene el artículo 19
N° 21 de la Constitución política, es decir, el derecho a desarrollar cualquier
actividad económica. “Al hacer obligatoria la esterilización de los animales, previo a
su entrega a cualquier título por los dueños de criaderos y vendedores, la norma
excluye a un importantes número de criadores que efectúan su actividad económica a
pequeña escala, en el contexto de un mercado limitado, en que la oferta y demanda
del mismo es circunscrita a un reducido público interesado en la misma.117 A mayor
abundamiento, consideraron que al exigir la esterilización obligatoria “se priva al
propietario del legítimo derecho que éste ostenta de iniciar su propio
emprendimiento, al reducir los ejemplares disponibles para cruza, requisito
inequívoco para quien desee desarrollarse en la actividad económica en cuestión.”

116
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD ARTÍCULO 93, INCISO PRIMERO, N° 1 (2009)
117
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD ARTÍCULO 93, INCISO PRIMERO, N° 1 (2017).

31
En este orden de ideas, concluyeron que aquellos requisitos afectan también el
derecho de propiedad, puesto que “Al adquirir una mascota o animal de compañía, ya
infértil, se afecta la capacidad de goce y disposición de los animales, cuestión que en
caso alguno se encuentra dentro de las hipótesis que la Carta Fundamental tolera para
su restricción.”118 Asimismo, los ministros justifican dicha afectación a la capacidad
de goce, en que la esterilización provocaría deficiencias fisiológicas en los animales.
Finalmente, concluirían señalando que “Si bien son comprensibles los fines
que el proyecto busca resguardar, las restricciones para lograrlo se tornan excesivas y
por ello, en contrarias a la Constitución Política en los términos ya enunciados”119.

118
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD ARTÍCULO 93, INCISO PRIMERO, N° 1 (2017).
119
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD ARTÍCULO 93, INCISO PRIMERO, N° 1 (2017).

32
IV. DERECHO COMPARADO

Siguiendo a Bolliger, cerca de 50 países mencionan en sus constituciones a los


animales. No es posible afirmar, sin embargo, que todas éstas protejan a los animales,
ya que, en su mayoría, hacen referencia a los animales solo en cuanto benefician a los
humanos, regulando, por ejemplo, a los animales como objetos agriculturales. Con
todo, hay constituciones que sí protegen los intereses de los animales, dentro de las
cuales se encuentran las de Austria, Alemania, Brasil, India, Luxemburgo, Eslovenia,
Egipto y Suiza.120 Lo interesante de los ejemplos anteriores es que demuestran la
globalidad del fenómeno; los países son de ambos hemisferios, de oriente y
occidente, y presentan distintos grados de desarrollo.121 En este sentido, evidencia
que la protección animal no es solo una idea europea sino que ha sido trasladada al
resto del mundo.
El presente trabajo estudiará las constituciones de Alemania, Suiza, Brasil y
Egipto. Dentro de éstas, el alcance de la protección no es el mismo. Estas diferencias
se estudiarán luego del análisis pormenorizado de cada una de ellas, aunque el lector,
de la lectura de las constituciones, podrá adelantar estas disimilitudes.

1. MIGRACIÓN CONSTITUCIONAL
Los derechos, instituciones, principios o cualquier otro elemento que las
constituciones de otros países adopten, no influyen de una manera directa en la
Constitución nacional. Sin embargo, es evidente que el estudio de otras
constituciones puede ser muy útil para el avance constitucional del país. En este
sentido, Häberle se ha referido a la “Constitución como cultura”, manifestando que
“las Constituciones vivas son la obra de todos los intérpretes constitucionales de la
sociedad abierta; son, por su forma y razón de ser, de largo, una expresión y
mediación cultural, un cuadro para la reproducción y recepción y un almacén de

120
BOLLIGER (2016) p. 317.
121
STILT (2018) p. 1365.

33
información, experiencias, aventuras y hasta de sapiencias „culturales‟
122
transmitidas”. Ese es el objetivo del estudio del constitucionalismo comparado.
Esta área del derecho ha sido utilizada exitosamente por siglos. Basta con
recordar que el Federalista se ocupa, de modo significativo, a hacer un análisis
constitucional comparativo.123 Sin embargo, y de la mano con el fenómeno de la
globalización, en las recientes décadas su estudio ha tenido un mayor impulso. Así,
de acuerdo con Sujit, ha crecido para convertirse en uno de los elementos centrales de
la práctica constitucional actual.124
Dentro del estudio moderno del constitucionalismo comparado, hay diversos
objetos de investigación: i) una primera aproximación consiste en comparar las
constituciones de distintos países, y analizar sus diferencias, para mejorar las
instituciones constitucionales propias, ii) una segunda manera de enfrentarse al
problema, es estudiar otras constituciones para construir nuevas disposiciones, lo que
se enmarca en general en el contexto de diseñar constituciones para solucionar
problemas por medio de reformas estructurales, y iii) por último, el
constitucionalismo comparado se puede enfocar en los “préstamos constitucionales” o
―constitutional borrowing‖. Este se orienta a resolver en qué casos es aconsejable
que un país considere incorporar disposiciones de otras constituciones. Como es
lógico, este último enfoque será el estudio de este trabajo.125
De acuerdo con Howard, la razón más evidente para justificar el préstamo
constitucional es que hace innecesaria la invención de normativa constitucional,
pudiendo simplemente utilizar de ejemplo una de las múltiples constituciones del
mundo ―why reinvent the constitutional wheel when there are so many constitutions
already available upon which to draw?‖. 126
Utilizar constituciones ajenas no es algo extraño en la tradición constitucional
chilena. Así, a modo de ejemplo, los integrantes de la Comisión Ortúzar manifestaron

122
HÄBERLE (2002) p. 194.
123
WHYTOCK (2008) p. 633.
124
SUJIT (2006) p. 13.
125
WHYTOCK (2008) p. 635-638.
126
HOWARD (1996) p. 405

34
que una de sus inspiraciones para regular el medio ambiente fue la Constitución
española. En este orden de materias, Alejandro Silva Bascuñán señala que
“[c]onviene también tener presente que los integrantes de la Comisión Ortúzar
tuvimos conocimiento del art. 45 de la Constitución de España de 1978”127. Además
de luego afirmar que “El nuevo derecho coloca a nuestro país en la línea de la más
moderna legislación constitucional.”128
Ahora bien, comúnmente el estudio del constitucionalismo comparado se
enfoca en grandes instituciones: el régimen de gobierno, la separación de funciones,
el modo de elegir a las autoridades, el control constitucional, etc. Sin embargo,
también puede referirse a artículos, interpretaciones o incluso palabras. Como explica
Adler ―could be any part, large or small, of the constitutional regime: a single
sentence in the text of the constitution, a whole article in the constitution, a judicial
doctrine interpreting some part of the constitution's text, a set of formal or informal
understandings among legislators, the executive branch, or even among the
population at large as to what the constitution requires‖129.
¿Por qué un país querría utilizar, siguiendo a Adler, un precepto o una parte de
éste, una doctrina, institución o interpretación? La respuesta obvia es que tiene que
haber sido exitoso en el país de origen. Ahora bien ¿Qué hace que un precepto sea
exitoso?
La repuesta que entrega Adler consiste en que se debe determinar si lo
prestado, ha sido en el país de origen “normativamente exitoso”, es decir “si se
comporta de manera óptima, o al menos satisfactoria, bajo la mejor teoría de cómo un
segmento constitucional de esas características debiera”130. Consiguientemente, la
justificación de un préstamo constitucional consiste en que el éxito de un precepto (o
parte de uno, institución o interpretación) otorga una fuerte evidencia de que será
exitoso en otro país.131

127
SILVA (2008) p. 92.
128
SILVA (2008) p. 93.
129
ADLER (1998) p. 351.Traducción libre del autor.
130
ADLER (1998) p. 352.
131
ADLER (1998) p. 353.

35
Una de las mayores dificultades para determinar si un préstamo constitucional
funcionará, se debe a que es muy difícil, sino imposible, conocer si efectivamente lo
que se presta es exitoso. Lo anterior se debe a varias razones: primero, digamos que
un precepto se considera exitoso en un país, puesto que se afirma ha permitido
avances democráticos. Es extremadamente difícil, saber cuánto (si acaso) ha influido
ese precepto en la democracia, ya que uno debería comparar la situación normativa en
el país original, antes de la adopción de ese precepto con la sucedida después de que
haya sido modificada la Constitución. Esto nos lleva al segundo problema, debido a
que siempre habrá otros factores en juego que pueden haber tenido como efecto que
luego de incorporar ese precepto, haya aumentado la democracia. Además, puede que
el precepto que se está prestando, esté en la Constitución de origen acompañado de
otras instituciones que, en su conjunto, logren que aumente, en este caso la
democracia sin las cuales, este sería completamente no exitoso.132
Coincide Howard, afirmando que el mismo precepto en un contexto cultural,
histórico o de distinta tradición constitucional puede llevar a resultados radicalmente
distintos a aquel del país original de la norma.133 Agrega que, incluso en países
similares en aspectos constitucionales, las mismas normas pueden tener diferentes
resultados, debido a la interpretación que se les entregue.134
Por su parte, es importante destacar que la necesidad de fundamentar la
normativa constitucional en la historia de un país ha sido una preocupación desde los
inicios del constitucionalismo. Alberdi señalaba que “Todas las constituciones
cambian o sucumben cuando son hijas de la imitación; la única que no cambia, la
única que acompaña al país mientras vive, y por la cual vive, es la Constitución que
ese país ha recibido de los acontecimientos de su historia, es decir, de los hechos que
componen la cadena de su existencia, a partir del día de su nacimiento. La
Constitución histórica, obra de los hechos, es la unión viva, la única real y

132
ADLER (1998) p. 355.
133
HOWARD (1996) p. 403
134
HOWARD (1996) p. 404

36
permanente de cada país, que sobrevive a todos los ensayos y, sobrenada en todos los
naufragios.”135
Lo anterior parecería hacer poco auspicioso el estudio que proponemos hacer.
Es decir, de acuerdo a lo señalado, el análisis comparado pocas luces nos podría
aportar sobre si adoptar una disposición constitucional de protección animal sería
exitoso (o por el contrario, no) en Chile.
Con todo, Adler concluye que hay, al menos, una oportunidad en que un
préstamo constitucional estaría justificado. De acuerdo a Adler, esto sucede si lo
prestado “funciona exitosamente, de un modo más o menos independiente, de la
amplia diversidad de normas constitucionales o circunstancias sociales, en la que
sería emplazada”136. Una provisión modular.
Justamente, a diferencia de los temas usuales en que el constitucionalismo
comparado se ha enfocado, como la separación de poderes, la independencia judicial,
la existencia de un tribunal constitucional o los derechos económicos, sociales y
culturales, entre otros, la protección animal es un tema relativamente independiente.
Así, si bien claramente este depende de circunstancias sociales, tiene autonomía
respecto de otras normas constitucionales o instituciones. Pareciera que el
reconocimiento de la protección animal, como cualquier otra disposición, requiere de
un contexto histórico y cultural, pero no así de otras normas que lo apoyen.
En definitiva, el estudio de la constitucionalización de la cuestión animal, se
encuentra en una posición aventajada para determinar si éste podría ser exitoso en
otro país. Consideramos que, la protección animal es, al menos en parte, modular, es
decir, funcionaría, de forma relativamente independiente de otras normas
constitucionales o circunstancias sociales. Sin perjuicio de aquello, en particular, los
países estudiados, sí requieren de ciertas instituciones que le sirven de apoyo, las que
se estudiarán en cada caso.
En este sentido, es interesante destacar que el estudio comparado
constitucional ha sido históricamente reservado para juristas. Sin embargo, con mayor

135
ALBERDI (1915) p. 13
136
ADLER (1998) p. 356.

37
frecuencia es utilizado por no especialistas. Así, distintos actores sociales han
utilizado está técnica: estudiar constituciones en otros países, para adoptar su
normativa. De acuerdo con Tebbe y Tsai este fenómeno se enmarca en el
constitucionalismo popular, en el que pueblo y asimismo activistas reclaman el uso
de herramientas antes reservadas a expertos. 137
Consiguientemente, los capítulos siguientes analizarán las normas
constitucionales y las circunstancias sociales en las que se apoyan las disposiciones
de protección animal en los países estudiados, con el objeto de dilucidar, en qué
medida éstas dependen de aquellas, y si se encuentran o no en Chile, con el objeto de
determinar si la protección animal sería o no exitosa.

2. ALEMANIA

Alemania ha desarrollado, a lo largo de su historia, una relación cercana con


la naturaleza y con la sensibilidad de los animales. Así, en el romanticismo destacan
los trabajos de Goethe y su acercamiento con la naturaleza, y la labor de Humboldt,
uno de los primeros en referirse al impacto del hombre en el cambio climático.
Posteriormente, es de relevancia la obra de Schopenhauer, quien actualizó estas
discusiones en el siglo XIX. Lo anterior explica, en parte, que durante ese mismo
siglo se hayan promulgado ya distintas leyes que prohibían el maltrato animal. Sin
embargo, no sería hasta 1933, durante el Nacional Socialismo, que entraría en
vigencia la primera ley comprensiva de la protección animal.
En este orden de ideas, parece curioso que haya sido el nazismo el primero en
manifestar esta preocupación en una ley de protección animal de alcance
comprensivo. Con todo, se debe precisar que se ha cuestionado la verdadera
motivación de proteger a los animales por parte de los nazis, afirmándose que habría
sido con el objeto de promover su imagen y ocultar así sus actividades. Sin embargo,
que el nazismo haya utilizado la protección animal para cambiar su imagen demuestra

137
TEBBE y TSAI (2010) p. 520.

38
efectivamente que la protección animal era, desde principios del siglo XX, un tema
relevante para los ciudadanos alemanes.138
La ley de protección animal (Tierschutzgesetz) fue modificada y ampliada
posteriormente a la segunda guerra mundial, siendo completamente reformada en
1972. En uno de sus aspectos notables, dispone que el fundamento de la protección
animal es el deber de responsabilidad del humano por los animales que tiene a su
cuidado; es decir, se encuentra basada en el bienestar animal. Se caracteriza además
por ser una ley federal, y por lo tanto estar sobre cualquier ley estatal.139 Además, se
aplica a todos los animales, vertebrados e invertebrados, a pesar de haber consenso de
que debe interpretarse de manera diferente a algunas especies.140 Por último, no les
otorga derechos subjetivos a los animales.
En cuanto a su regulación en particular, proscribe distintas conductas y sus
correspondientes penas, aunque éstas son, en su mayoría, leves. 141 De las
disposiciones de la ley que más atención han causado, son aquellas que regulan el
faenamiento animal, las que exigen, entre otras cosas, que antes de producirle la
muerte, el animal debe estar inconsciente y solo puede ser realizado por un
profesional. Este es un tema de particular relevancia en Alemania, porque dice
relación con prácticas religiosas de minorías, afectando las prácticas halal de los
musulmanes y las exigencias kosher de los judíos. De acuerdo con Nattras, en parte
por la historia antisemita alemana, es que se han establecido excepciones para que,
por razones religiosas, se permita la matanza de un animal sin adormecimiento
previo142.
Sin perjuicio de que la ley podía parecer robusta, ésta era cuestionada por los
grupos protectores de los derechos de los animales. Al respecto, se alegaba que, de
acuerdo con el principio general contenido en la ley de protección animal, solo es

138
NATTRAS (2004) p.287.
139
NATTRAS (2004) p. 288.
140
ENGESLMAN (2005) p. 16.
141
NATTRAS (2004) p. 290. Nattras desaca, a modo de ejemplo, un caso de una persona que colgó a su
perro y luego lo golpeó hasta la muerte, siendo sentenciado a 25 días de prisión más una multa
monetaria
142
NATTRAS (2004) p. 291.

39
ilegal producir la muerte a un animal vertebrado, ante la falta de un “motivo
fundado”. Por lo tanto, de acuerdo a sus detractores, la redacción de la ley permitía un
amplio margen de apreciación, que implicaba que las excepciones fueran mayores
que la regla.
En este orden de ideas, por ejemplo, siempre se ha interpretado que matar un
animal para consumo humano es un “motivo fundado”.143 Por su parte, Engelsman
señala que se ha considerado como “motivo fundado” matar a animales vertebrados
para el alimento, o en consideración a la salud humana como podría ser en
exterminación de pestes.144 Consiguientemente, las violaciones a la ley de protección
contra los animales podían resultar ineficaces al verse enfrentadas a distintas
actividades relacionadas con el uso de los animales.
Sin perjuicio de aquello, la principal crítica realizada hacia la ley de
protección animal era que, aunque mirada en abstracto parecía una ley fuerte,
regulando prácticas importantes como el faenamiento y la investigación animal, en la
práctica, era inoficiosa, ya que, al encontrarse enfrentada a un derecho fundamental,
la ley tenía poca, o más bien ninguna fortaleza. En definitiva, la colisión de la ley de
protección animal con un derecho fundamental, deriva en la ineficacia de la primera.
Se pueden citar diversos ejemplos de colisiones entre la ley de protección
animal y derechos reconocidos por la Constitución alemana. A modo de ejemplo,
Nattras destaca un caso de colisión entre la protección de los animales y el derecho de
la libertad artística. Así, a pesar de que la ley de protección animal establece la
prohibición de utilizar a un animal en una película, espectáculo público, publicidad u
otro, si resultarán en dolor, sufrimiento o daños del mismo, se permitió judicialmente
que un artista pegara las alas de un pájaro con una sustancia que se asemejaba una
yema de huevo, dejándolo caminar durante una exhibición, sin capacidad de volar. La
“obra artística” claramente vulneraba la prohibición de la ley, pero la Corte consideró
que ésta se veía desplazada por el derecho a la libertad de expresión artística.145

143
NATTRAS (2004) p. 292.
144
ENGESLMAN (2005) p.16.
145
NATTRASS (2004) p. 293.

40
Con todo, el caso más famoso dice relación con la sentencia de la Corte
Constitucional Federal de Alemania del año 2002, que resolvió una colisión entre la
ley de protección animal y el derecho fundamental a la libertad religiosa. Los hechos
consisten en que un musulmán sunnita dueño de una carnicería recurrió a la Corte, ya
que se le había negado la renovación de un permiso para realizar faenamientos
rituales de acuerdo con su religión. El peticionario consideraba se violaban sus
derechos a ejercer cualquier ocupación, libertad religiosa, e igualdad ante la ley.
Al respecto, se debe explicar que, a principios del siglo XX, el sacrificio
animal sin previo aturdimiento era permitido. Fue durante el nazismo (de acuerdo se
explicó anteriormente, dentro de las leyes aprobadas para la protección animal) que se
requirió que antes de ser faenados, los animales de sangre caliente fueran aturdidos.
Estas prácticas de sacrificio animal, que consistían en excepciones al faenamiento
animal, eran asociadas con el judaísmo, por lo que la ley fue, de acuerdo con algunos
autores, promulgada por los nazis con el objeto de perjudicar las tradiciones del
pueblo judío.146 Luego de la caída del nazismo, esta práctica fue, si bien no permitida,
al menos tolerada, hasta que fuera nuevamente proscrita por la ley de protección
animal.147
En el momento en que la Corte Constitucional debía resolver la cuestión, de
acuerdo a la sección 4a de la ley de protección animal, un animal de sangre caliente
solo podía ser sacrificado si había sido anestesiado antes del inicio de la extracción de
sangre. Sin embargo, la misma ley establece que no se requerirá dicho aturdimiento si
la autoridad competente ha otorgado un permiso basado en motivos religiosos.148
Según manifestó el peticionario ante la Corte Constitucional, en virtud de una
interpretación del Corán, los animales deben ser degollados y luego morir por
desangramiento.
Antes de la sentencia del año 2002, en casos similares, la Corte Federal
Administrativa había resuelto que el referido ritual no podía ser protegido por las
excepciones de la ley de protección animal, puesto que los afectados podían consumir
146
LANGENFELD (2003) p. 142.
147
HAUPT (2007) p. 857.
148
Ley de protección animal.

41
carne importada que hubiese sido faenada según sus creencias religiosas, o comer
otros tipos de carne, como pescado, o incluso dejar el consumo de carne. En otras
palabras, no eran obligados a consumir la carne que hubiera sido faenada de acuerdo
a la ley de protección animal.149 Consiguientemente, las autoridades, en general, no
entregaban permisos excepcionales a los carniceros musulmanes para realizar dicho
faenamiento. Con todo, estos permisos sí eran entregados a la comunidad judía. Esta
diferencia se justificaba en que mientras que las prescripciones sobre el faenamiento
ritual son homogéneas en la comunidad judía, no lo son en el islam, donde solo
ciertos grupos consideran como obligatorio el referido faenamiento ritual.150
Al resolver en particular, la Corte Constitucional señaló que el objetivo de la
sección 4a de la ley de protección animal, consistente en evitar el sufrimiento de los
animales, era legítimo. Sin embargo, declaró que los requisitos para obtener la
excepción debían ser interpretados de modo que se balancearan adecuadamente tanto
los derechos a la libertad religiosa y de ejercer libremente una actividad económica de
los carniceros musulmanes, como la protección de los animales.
En virtud de lo anterior, la Corte Constitucional falló en favor del musulmán,
señalando que la religión, “interpretada y practicada fielmente por el individuo, es un
derecho protegido constitucionalmente. A mayor abundamiento, la inhabilidad de
realizar ese faenamiento impidió al peticionario servir a su clientela sunnita limitando
efectivamente la posibilidad de practicar su oficio”151. Por otra parte, la Corte explicó
que no era posible exigirle a su clientela que no comiera carne, puesto que no refleja
los hábitos alimenticios alemanes y que tampoco podían requerirles que comieran
carne importada, puesto que, sin contacto directo con el carnicero, éstos no pueden
tener seguridad que la carne que consumen es faenada conforme a sus creencias
religiosas. Asimismo, y en relación a las discusiones dentro del islam sobre la
interpretación de cómo debe realizarse el faenamiento animal, la Corte destacó que
deben protegerse también aquellos subgrupos de comunidad religiosas, que, según

149
LANGENFELD (2003) p. 142.
150
LANGENFELD (2003) p. 143.
151
NATTRAS (2004) p. 301. Traducción libre del autor.

42
sus propios puntos de vista, pueden determinar obligaciones particulares, que difieren
del resto de la comunidad.152
Por último, y en el punto más importante para los activistas animales, la Corte
manifestó expresamente que los derechos constitucionalmente consagrados, que se
vieron afectados en este caso, superan a la regulación legal, por lo tanto, en este caso
la protección animal debe dar un paso al costado, para otorgar protección a los
derechos constitucionales del demandante.
Este caso, conocido como Schächten, causó un revuelo social importante, el
que fue utilizado por movimientos animalistas en Alemania como una oportunidad
política para proponer cambios en la regulación y puso en la agenda social el debate
sobre si era necesario que hubiese una cláusula general de protección en la
Constitución153. Su bandera de lucha sería constitucionalizar la protección a los
animales, para que, esta vez, al verse enfrentada con un derecho protegido
constitucionalmente, no fuera vencida con tanta facilidad. Sin embargo, el
movimiento constitucional que permitiría una modificación había comenzado a rotar
sus engranajes años antes.
Luego de la reunificación alemana en 1990, se propusieron diversos cambios a
la Constitución, proceso en el cual se recibieron más de 170.000 solicitudes por parte
de ciudadanos. Las peticiones de que se incluyera la protección animal en la
constitución alemana fueron la segunda cuestión más requerida.154 Más adelante, en
1994, el Bundestag aprobó una modificación a la Constitución alemana, añadiendo el
artículo 20, sobre la Protección de los Fundamentos Naturales de la Vida, que dispuso
lo siguiente:

“El Estado protegerá, teniendo en cuenta también su responsabilidad con


las generaciones futuras, dentro del marco del orden constitucional, los

152
HAUPT (2007) p. 862.
153
LANGENFELD (2003) p. 146.
154
HAUPT (2010) p. 219.

43
fundamentos naturales de la vida a través de la legislación y, de acuerdo
con la ley y el Derecho, por medio de los poderes ejecutivo y judicial.”155

Sin perjuicio de que en esta modificación no se mencionaba a los animales,


parte de la doctrina consideró que dentro de la frase “los fundamentos naturales de la
vida” se encontraba la vida salvaje, y por lo tanto, los animales, al menos como
especies y no individuos, estaban protegidos. Con todo, la interpretación mayoritaria
consistió en que, a pesar de ser una materia de interés nacional, la protección animal
no tenía valor constitucional.156 De esta manera, los animales entraban, de manera
tímida y discutida, a la Constitución alemana.
En este orden de ideas, se debe señalar que la idea de proteger
constitucionalmente a los animales no era incontestada, provocando rechazo en
ciertos ambientes, en especial, de la comunidad científica, tanto alemana como de
países vecinos. Al respecto, consideraban que, de consagrarse la protección animal en
la Constitución, por muy tímida que fuese, dificultaría la experimentación, y por lo
tanto, tendría como efecto una inevitable emigración de investigadores que dañaría el
progreso científico.157
Tendrían que pasar unos años para que apareciera la pieza en el rompecabezas
que permitiese que se incorporara a los animales en la Constitución; las elecciones de
1998 habían llevado a que el Partido Verde formara coalición con el gobierno,
quienes tienen, dentro de sus prioridades más altas, la protección animal. Este
“antipartido” es esencial para un gran número de causas no solo animalistas, sino
también ambientalistas.158 Luego de diversas discusiones, distintos partidos se
unieron para agregar al referido artículo 20a las palabras “y los animales”. Sin
embargo, la propuesta no alcanzó los dos tercios requeridos en el Bundestag para ser
aprobada.159

155
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA FEDERAL DE ALEMANIA (1949).
156
HAUPT (2007) p. 869.
157
KOLAR (2005) p. 147.
158
EVANS (2010) p. 216.
159
NATTRAS (2004) p. 296.

44
El intento fallido de modificar la Constitución fue visto con malos ojos por los
estados federados, modificando 11 de los 16 sus constituciones federales para agregar
la protección a los derechos animales. Lo anterior, sin embargo, fue un acto más bien
simbólico, ya que no resolvía el problema descrito; la protección de los animales
seguía estando consagrada por debajo de la Constitución de la República Alemana.160
Fue en este momento que la Corte Constitucional resolvió el ya señalado caso
del año 2002 sobre el faenamiento ritual. Habiéndose reconocido ya el deber del
Estado de proteger los fundamentos naturales de la vida, encontrándose el Partido
Verde en la coalición del gobierno, y luego del respaldo de 11 de los 16 estados
federados hacia la protección animal, la decisión presentó la oportunidad política
perfecta para que los activistas empujaran por la constitucionalización de la
protección animal. En menos de un año, lograrían modificar la Constitución.
Ahora bien, al referirse a la decisión de la Corte Constitucional, es difícil
rechazar que, en la práctica, las campañas hayan producido que la sociedad haya visto
como culpable a grupos religiosos y étnicos, lo que haya promovido su
marginalización de ésta.161
En este sentido, Evans manifiesta que el usar tendencias racistas o xenófobas
para poder lograr la protección animal, demuestra la peligrosidad de utilizar ciertas
creencias populares con el objeto de lograr las demandas de un movimiento. La
autora denomina esto frame-bridging, es decir, relacionar un problema, con otro que
pareciera ser no tiene relación alguna.162 Haupt está de acuerdo con dicha afirmación,
concluyendo que lo anterior es más perjudicial si no reconoce que hay un diferente
estado de integración en la sociedad alemana de la comunidad judía y la musulmana,
a pesar de que ambos tienen prácticas alimentarias, en este sentido, muy similares163.
Finalmente, y en cierta medida debido a la respuesta mediática del caso recién
relatado sobre el faenamiento de acuerdo a las prácticas musulmanes, un grupo de

160
NATTRAS (2004) p. 301.
161
Evans destaca la similitud entre las practicas Hamar/Halal musulmanas que permitieron éxito en
este movimiento, con las prácticas Kosher semitas, que, a su vez, justificaron modificaciones en la
protección animal, llamando a reflexionar sobre el peligro de rechazar a un grupo religioso y étnico.
162
EVANS (2010) p. 238.
163
HAUPT (2004) p. 864.

45
políticos apoyó nuevamente la enmienda constitucional que agregaría la palabra “y
los animales” a la constitución alemana. En mayo del 2002, con un voto de 542 a 19,
el Bundestag aprobaría la modificación al artículo 20a, y luego 15 de los 16 estados
federados aprobarían la enmienda.164
En este orden de ideas, se debe destacar que el proyecto de modificación
constitucional hace referencia a la recién resumida evolución que había tenido la
protección de los derechos de los animales en Alemania, mencionando la legislación
y el avance jurisprudencial. Así, en la propuesta constitucional se argumenta que “el
bienestar ético de los animales es hoy en día prioritario. Las decisiones de distintos
tribunales muestran una tendencia jurisprudencial que tiene en cuenta este cambio de
conciencia al interpretar la constitución. La jurisprudencia solo puede lograr esto de
manera apropiada si el legislador incluye expresamente el bienestar animal en la
estructura de la constitución”. En otras palabras, para quienes proponían la reforma,
la justificación de la consagración constitucional sigue un proceso muy lógico: se
reconoce en primer lugar al pueblo alemán, que impuso como prioridad la
preocupación por los animales, luego, se hace referencia al cambio jurisprudencial,
que ha intentado responder a este problema y, por último, se admite la ineficacia y,
asimismo, la inconveniencia de producir dichos cambios por vía jurisprudencial. Es
decir, la modificación constitucional se veía como un paso obvio a los
acontecimientos.

Efectos.
Lo primero que se debe aclarar, como explica Nattras, es que “The three
words, und die Tiere, did not give any rights to animals in Germany. Rights are
reserved for humans, and human wellbeing remains at the center of the
Grundgesetz‖165. En definitiva, no puede afirmarse que estos tengan derechos
subjetivos de ningún tipo. Sin embargo, nunca fue el objetivo de la reforma
consagrar derechos subjetivos a los animales, sino que la protección animal se

164
NATTRAS (2004) p. 302.
165
NATTRAS (2004) p. 302.

46
reconociera a nivel constitucional y que esta pudiese, al menos, entrar en la discusión
al verse enfrentado con un derecho constitucional.
Una de las principales consecuencias de la modificación constitucional
consiste en que la protección animal se convirtió en un objetivo estatal (Staatzeil)166.
De acuerdo al proyecto de modificación constitucional, “La inclusión de la protección
animal como un objetivo estatal, toma en consideración la necesidad, por parte del
humano, de tener un tratamiento moralmente responsable de los animales. La
capacidad de sufrir y sentir, especialmente de los animales altamente desarrollados,
exige un mínimo ético en relación a la conducta humana.”167
Estas obligaciones se traducen en que, en cumplimiento con el objetivo
estatal, el legislador deberá, entre otros, considerar los intereses de los animales en la
redacción, discusión y aprobación de leyes; y en la ratificación de tratados
internacionales. Por lo tanto, este será el modelo que, tanto la legislación como
cualquier acto de la autoridad deberá seguir, imprimiendo este deber a todo el
ordenamiento jurídico alemán.168
Lo anterior, es sin perjuicio de que el objetivo estatal también genera la
obligación de velar por el cumplimiento de la legislación, procurar por la efectividad
de la protección de los animales y tomar acción en aquellos casos que se viole la
protección. Efectivamente, los órganos del Estado tienen la tarea de concretar el
objetivo estatal de la protección animal. Asimismo, como se señaló, los objetivos
estatales deben ser considerados al interpretar la normativa de protección animal.
A mayor abundamiento, consagrar la protección de los animales como un
objetivo estatal tiene un evidente valor simbólico. Es una declaración explícita que la
ciudadanía considera es un deber moral la preocupación por los animales.169
Por otra parte, y fuera de los objetivos estatales, la constitucionalización de la
protección de los animales obliga a que los intereses de los animales se consideren al
momento de ser enfrentados con otro interés legítimo o derecho. En ese sentido, el

166
LENNKH (2011) p. 318.
167
Ley de Protección Animal. Deutscher Bundestag 14. Wahlperiode. Drucksache 14/8860, p. 3.
168
LENNKH, (2011) p. 324.
169
LENNKH (2011) p. 319.

47
citado proyecto de modificación constitucional hace referencia a dicha preocupación
particular, y manifiesta que, “para considerar debidamente los intereses de quienes
utilizan los animales y la protección contra el sufrimiento, daño, o dolor de los
animales, es necesario que se igualen, es decir, otorgar a la protección de los animales
un rango constitucional”.170 Esta consecuencia es de especial relevancia, ya que, no
solo fue esa la cuestión que resolvió la decisión judicial de la Corte Constitucional
que animó la modificación constitucional, sino que fue la bandera de lucha de los
activistas animalistas. Efectivamente, desde la consagración, la protección de los
animales, de acuerdo a la doctrina, tiene peso constitucional.171 Para Haupt, que la
protección animal esté consagrada a nivel constitucional significa que la
desproporcionalidad fue eliminada.172
En este orden de ideas, es evidente que, desde la modificación constitucional,
se fortalece claramente la ley de protección a los animales, al habérsele otorgado a los
animales un nivel de protección federal.173 Sin embargo, ¿Es posible afirmar que se
eliminó por completo dicha desproporcionalidad?
Al respecto, un estudio concluyó que hay indicios que demuestran que los
tribunales judiciales han cambiado significativamente la manera de decidir sobre las
solicitudes de excepciones para experimentos científicos, desde el cambio
constitucional del año 2002. Efectivamente, ahora, al resolver, realizan un balance
entre el bienestar animal y la libertad de investigación, no como antes, en que ésta
última siempre superaba a la legislación de protección animal.174 En este sentido, de
acuerdo a la modificación constitucional, la protección animal se iguala en una mayor
medida con los derechos fundamentales. De haber un conflicto, la protección animal
deberá ser considerada.
Sin embargo, esta consagración constitucional no significa, claramente, que la
protección animal prevalecerá en conflictos con derechos fundamentales, y no

170
Ley de Protección Animal. Deutscher Bundestag 14. Wahlperiode. Drucksache 14/8860, p. 3.
171
NATTRAS (2004) p. 303.
172
HAUPT (2010) p. 870.
173
ENGESLMAN (2005) p. 16.
174
KOLAR (2005) p. 148.

48
asegura que los casos analizados anteriormente hubiesen sido fallados de una manera
distinta. Simplemente fortalece su posición. En este sentido, la modificación
constitucional solo significa que ahora la protección animal puede ser balanceada con
175
otros derechos, pero de ningún modo asegura el resultado de este. Así, a modo de
ejemplo, el mismo estudio antes mencionado, señala que si bien las cortes alemanas
ahora realizan un balance entre los intereses animales y derechos constitucionales, en
la práctica, las cortes siguen entregando la aprobación a los mismos proyectos
científicos que antes de la modificación.
Con todo, el deber del Estado, así como la interpretación que se le pueda dar a
las palabras “y los animales” abre un nuevo camino de posibilidades para diferentes
políticas públicas alemanas para la protección de los animales. Al respecto, Nattras
concluye que el mayor logro de la modificación es que finalmente la constitución
refleja el lugar que la sociedad alemana le da a los animales.176 Efectivamente, la
modificación constitucional produce una armonía entre la constitución nacional y las
estatales, puesto que, de acuerdo a lo que se explicó, 11 de las 16 ya incluían
provisiones de protección animal.

El modelo alemán y su posible incorporación en Chile

En la Constitución alemana, la protección de los animales, de acuerdo se


explicó, se consagra como un deber estatal. El artículo 20 a dispone lo siguiente:
―El Estado protegerá, teniendo en cuenta también su responsabilidad con las
generaciones futuras, dentro del marco del orden constitucional, los fundamentos
naturales de la vida y los animales a través de la legislación y, de acuerdo con la ley
y el Derecho, por medio de los poderes ejecutivo y judicial.‖177
De acuerdo con la doctrina alemana, los objetivos estatales son definidos
como normas constitucionales con efecto jurídicamente vinculante. Sirven como guía
para interpretar normas de rango inferior, y aunque no otorgan derechos individuales,
175
HAUPT (2007) 872.
176
NATTRAS (2004) p. 311.
177
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA FEDERAL DE ALEMANIA (1949)

49
ni acción para su cumplimiento, son más que solo normas programáticas, a pesar de
que el alcance de la obligación sea poco claro.178 En otras palabras, se le da
discreción al Estado de cómo cumplirlos.
Como explica Klein, son tres las razones por las que se establecen objetivos
estatales en las constituciones: i) “estos objetivos dejan de ser controvertidos, y no
dependen de la cambiante mayoría política, ii) se convierte en un deber de los poderes
políticos avanzar en dichos objetivos y enfocar sus actividades para su cumplimiento,
y iii) cuando las preocupaciones de los ciudadanos se cumplen, la constitución puede
servir para fortalecer la legitimidad del Estado.”179
Además de la protección animal, la Constitución de Alemania tiene diversos
objetivos estatales: contribuir al desarrollo de la Unión Europea (artículo 23 N° 1), el
deber de salvaguardar la paz (artículo 24 N° 2), y el respeto de la disciplina
presupuestaria y el equilibrio global de la economía (artículo 109 N° 2). Como es
lógico, los objetivos estatales constriñen a la totalidad del actuar del Estado, es decir,
todos los poderes del Estado están obligados a cumplir con el objetivo, dentro de lo
posible.180 Sin embargo, de acuerdo al proyecto de modificación constitucional, el
objetivo estatal de la protección animal tenía un primer obligado; el legislador.
Al respecto, la proposición enfatiza que “El objetivo estatal obliga, en primer
lugar, al legislador, quien debe promulgar los fundamentos legales básicos para
proteger a los animales. El determinado objetivo estatal lo llama a garantizar los
intereses y protección de los animales, conforme a su grado de desarrollo, en
equilibrio con otros intereses legítimos.”181 A mayor abundamiento, se explica que
“introducir el bienestar animal en la constitución tiene como objeto fortalecer la
actual legislación de protección animal, y garantizar la efectividad de las
disposiciones sobre bienestar animal.”182

178
SCHAFFNER (2011) p. 226.
179
KLEIN, Hans, Staatsziele im Verfassungsgesetz - Empfiehlt es sich, ein Staatsziel Umweltschutz in
das Grundgesetz aufzunehmen?, 106 Deutsches Verwaltungsblatt [DVB1] 735 (1991). Traducción
libre del autor. Citado en HAUPT (2010) p. 224.
180
SCHAFFNER (2011) p. 160.
181
Ley de Protección Animal. Deutscher Bundestag 14. Wahlperiode. Drucksache 14/8860, p. 3.
182
Ley de Protección Animal. Deutscher Bundestag 14. Wahlperiode. Drucksache 14/8860, p. 3.

50
En conformidad con lo explicado, la disposición alemana no es
completamente modular, esto es, independiente de la diversidad de normas
constitucionales o circunstancias sociales, puesto que depende del desarrollo del
concepto de deber estatal. Así, de reconocer la protección de los animales como un
deber estatal en Chile, sería necesario que, para el éxito de la disposición, hubiese una
tradición del reconocimiento de estos. En relación con lo anterior, se debe recordar
que en Alemania la Constitución reconoce otros deberes estatales, y que se ha
desarrollado una doctrina de estos. Consiguientemente, es necesario responder si en
Chile existe un reconocimiento previo de los deberes estatales, para determinar la
posibilidad de la recepción de una disposición similar a aquella.
Al respecto, el Tribunal Constitucional ha tenido la oportunidad de referirse a
los deberes de Estado. En este sentido, se refirió a los deberes estatales al resolver un
caso relativo al artículo 19 N° 9, que consagra el derecho a la protección de la salud y
que en su inciso tercero dispone: ―Es deber preferente del Estado garantizar la
ejecución de las acciones de salud, sea que se presten a través de instituciones
públicas o privadas, en la forma y condiciones que determine la ley, la que podrá
establecer cotizaciones obligatorias.‖
En relación a lo anterior, el Tribunal resolvió lo siguiente:
―Que la fórmula constitucional parte por señalar que es deber del
Estado dicha protección. Los deberes se ubican entre las situaciones
pasivas, junto a la sujeción, a la obligación y a la carga. A diferencia de
una obligación, que posee un contenido determinado y concreto, la
conducta o actividad en que consiste el deber aparece descrita de modo
abstracto y genérico. Además, la obligación tiende a servir el interés de
un sujeto concreto, en tanto que el deber público es una conducta
impuesta en interés general o de la colectividad. Asimismo, la obligación
tiene como correlato un derecho subjetivo, lo que no existe en el deber
público‖183

183
EXAMEN DE CONSTITUCIONALIDAD (2010).

51
Lo resuelto permite concluir que el Tribunal Constitucional considera que i) el
constituyente entrega un amplio margen de discrecionalidad al Estado para
determinar el modo de cumplir un deber estatal, ii) el objeto de un deber estatal es el
interés general, y iii) el deber no requiere necesariamente tener como correlación un
derecho subjetivo.
Este último punto es de extrema relevancia para la cuestión animal, puesto
que de consagrarse un deber estatal como sucede en Alemania, se estaría
reconociendo sin un correlativo derecho. Lo anterior, de acuerdo con la
jurisprudencia constitucional, no sería óbice para que se establezcan deberes estatales
en relación a la protección animal.
A mayor abundamiento, es útil destacar el avance hacia el reconocimiento
constitucional no solo de derechos subjetivos, sino de intereses legítimos. Al
respecto, la Constitución de España prescribe en su artículo 24 que “Todas las
personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el
ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda
producirse indefensión.”
Lo anterior se ve expresado en Chile en la ley N° 19.880, que establece Bases
de los Procedimientos Administrativos que Rigen los Actos de los Órganos de la
Administración del Estado, al reconocer al interesado en el procedimiento
administrativo.
Al respecto, el Tribunal Constitucional ha afirmado que los intereses son una
categoría jurídica que el ordenamiento jurídico ha utilizado con cada vez mayor
frecuencia para proteger bienes jurídicos, y que, además, estos intereses tienen
protección constitucional. En este sentido, concluyó que “En consecuencia, si se
sostuviera que la Carta Fundamental protege exclusivamente los derechos entendidos
como derechos subjetivos- no sólo se estaría interpretando restrictivamente el artículo
1º, inciso cuarto, de la misma sino que, aún más, se estaría desconociendo el respaldo
constitucional de un sinfín de normas legales que, como las que se han recordado

52
precedentemente, consagran la protección jurídica de los intereses, sin perjuicio de
aquélla que se brinda a los derechos en un sentido estricto.”184
Asimismo, es posible ver la relación con la doctrina alemana, coincidiendo
con ésta en que, aunque entregan un amplio margen de discrecionalidad, son
vinculantes; y que, tienen como objetivo las preocupaciones de los ciudadanos.
En otro orden de materias, se debe destaca que, del mismo modo que en
Alemania, la Constitución chilena reconoce otros deberes estatales. Al respecto,
además del ya citado artículo 19 N° 9 un buen ejemplo para ilustrar qué sucedería de
consagrar un deber estatal se puede observar en el derecho a vivir en un medio
ambiente libre de contaminación.
El artículo 19 N° 8, le impone dos deberes al Estado, a saber, velar para que el
derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación no sea afectado, y
tutelar la preservación de la naturaleza. En este sentido, mientras que el primer deber
se relaciona con el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, y
tiene como obligación eliminar las circunstancias que vulneren a ese derecho, el
segundo deber es independiente del derecho.
A mayor abundamiento, manifiesta Silva Bascuñán que este deber “no se
vincula con el derecho subjetivo, así definido, de las personas sujetas al ordenamiento
estatal, sino directamente con las condiciones físicas en que ellas viven, en
consideración a éstas, les confía la misión de tutelar la preservación de la
naturaleza.”185
Consiguientemente, consideramos que el profesor manifiesta que hay una
relativa independencia entre el derecho subjetivo y el deber de tutelar la preservación
de la naturaleza. Decimos solo relativa, puesto que Silva Bascuñán es claro en señalar
que el bien jurídico protegido sigue siendo la vida de las personas, y la naturaleza
sería solo un valor o bien patrimonial, que debe ser protegida frente a actos que
impliquen su deterioro.186

184
REQUERIMIENTO DE INAPLICABILIDAD (2007).
185
SILVA (2008) p. 102.
186
SILVA (2008) p. 103.

53
Confirma lo anterior el profesor José Luis Cea, quien es enfático en
manifestar, que la naturaleza merece protección en sí misma. Así, explica lo
siguiente: “Esta obligación apunta a la necesidad de cuidar que la naturaleza no sea
agotada, destruida o menoscabada, salvo en lo que resulte inevitable. Seamos claros:
no se trata solamente que las personas y grupos tengan derecho a que la naturaleza
sea preservada para servirlos, sino que la naturaleza misma es acreedora de un trato
cuidadoso, contrario a la depredación de los recursos naturales, renovables o no. Es,
por ende, un asunto de contenido y significado cultural.”187
Por su parte, Lucas Garín explica que “tutelar la preservación de la naturaleza
implica cuidar que la naturaleza no sea agotada, pensar que los recursos son finitos,
algunos renovables pero muchos otros no renovables.”188 Es decir, el bien jurídico
protegido es la naturaleza.
En definitiva, la doctrina y jurisprudencia admiten la posibilidad de que se
consagre un deber estatal, sin necesidad de que tenga como corolario un derecho
subjetivo. Lo anterior permite afirmar que, de consagrarse una protección
constitucional de los animales en Chile, se podría asimismo prescribir un deber
estatal hacia el cumplimiento de dicha protección, sin que ésta sea reconducida hacia
un derecho subjetivo, o rechazada por la jurisprudencia.
A mayor abundamiento, el constitucionalismo moderno ha avanzado hacia el
reconocimiento de los deberes estatales o fines del estado en títulos separados a
aquellos de los derechos y deberes constitucionales. En este sentido, destaca el Título
I de la Constitución de Colombia, “De los principios fundamentales”, que dispone en
su artículo 2° que “Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover
la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y
deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las
decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural
de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y
asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo.”

187
CEA (2012) p. 315.
188
LUCAS (2007) p. 241.

54
Por su parte, el Título XII, denominado “del régimen económico y de la
hacienda pública”, capítulo 5, “de la finalidad social y de los servicios públicos”,
prescribe en el artículo 366, que “El bienestar general y el mejoramiento de la calidad
de vida de la población son finalidades sociales del Estado. Será objetivo fundamental
de su actividad la solución de las necesidades insatisfechas de salud, de educación, de
saneamiento ambiental y de agua potable. Para tales efectos, en los planes y
presupuestos de la Nación y de las entidades territoriales, el gasto público social
tendrá prioridad sobre cualquier otra asignación.”
Del mismo modo, el artículo 3 de la Constitución de Ecuador, en el título
“Elementos constitutivos del Estado” prescribe que:
“Son deberes primordiales del Estado:
1. Garantizar sin discriminación alguna el efectivo goce de los derechos
establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales, en particular la
educación, la salud, la alimentación, la seguridad social y el agua para sus habitantes.
2. Garantizar y defender la soberanía nacional.
3. Fortalecer la unidad nacional en la diversidad.
4. Garantizar la ética laica como sustento del quehacer público y el
ordenamiento jurídico.
5. Planificar el desarrollo nacional, erradicar la pobreza, promover el
desarrollo sustentable y la redistribución equitativa de los recursos y la riqueza, para
acceder al buen vivir.
6. Promover el desarrollo equitativo y solidario de todo el territorio, mediante
el fortalecimiento del proceso de autonomías y descentralización.
7. Proteger el patrimonio natural y cultural del país.
8. Garantizar a sus habitantes el derecho a una cultura de paz, a la seguridad
integral y a vivir en una sociedad democrática y libre de corrupción.”
Así, estas dos constituciones, de 1991 y 2008 respectivamente, podrían ser
modelos que Chile observe para determinar los deberes o fines del Estado en
capítulos distintos, lo que permitiría un desarrollo de los mismos, y que no estén

55
incorporados dentro de otras disposiciones, como las relativas a los derechos
fundamentales, como se hace actualmente,
En este sentido, es interesante estudiar a los deberes estatales como una
respuesta alternativa a aquellas voces que claman por un aumento o endurecimiento
de los derechos sociales. Así, Biglino ha revindicado la relevancia de los deberes
estatales en la jurisprudencia constitucional, como una forma de consolidar un Estado
social.189
Al respecto, manifiesta que el Tribunal Constitucional Español ha reconocido
que los principios rectores de la política social y económica, que se encuentran en el
capítulo tercero de la constitución española, aunque no son derechos subjetivos,
tienen naturaleza jurídica, y por tanto “[n]o estamos, pues, ante normas meramente
programáticas vacías de contenido, sino que, al margen de su mayor o menor
generalidad, tienen naturaleza vinculante no solo por mandato del art. 53 CE, sino
también por el art. 9 CE . En virtud de este carácter, deben estar presentes en la
interpretación tanto de las restantes normas constitucionales como de las leyes.”190
Con todo, afirma que tanto el Tribunal, como la doctrina, han tenido una
concepción que denomina minimalista.191 En este sentido, Biglino propone que, al
resolver temas relacionados con los principios rectores, el Tribunal Constitucional de
España, “debería tener en cuenta que no se trata solo de proteger la libertad de
configuración del legislador, sino también el pacto constituyente.” Así, explica que
“anteponer la libertad del legislador a lo dispuesto en la Constitución no solo pondría
en cuestión el carácter vinculante de la Constitución, sino también la legitimidad del
propio Tribunal.”192
Considerando la tendencia constitucional de países cercanos a nosotros, tanto
geográficamente como en tradición constitucional, parece razonable que los deberes
estatales tengan una posición protagónica en la eventual próxima Constitución de
Chile. Así, en un contexto en que las demandas sociales son cada vez mayores y es

189
BIGLINO (2020) p. 56.
190
BIGLINO (2020) p.58.
191
BIGLINO (2020) p. 57.
192
BIGLINO (2020) p. 68.

56
probable continúen con el impacto de la pandemia, coincidimos con Biglino en
cuanto a que un mayor desarrollo de los deberes estatales puede servir para que la
Constitución responda de manera más eficaz y mejor a aquellas, siendo una respuesta
diferente a las solicitudes de ampliación del catálogo de derechos sociales.193

3. SUIZA

Constitucionalización de la protección animal.

En 1992, Suiza se convirtió en el primer país europeo en reconocer a los


intereses de los animales en su Constitución, al proteger su dignidad por medio de un
referendo, aprobado por casi tres cuartos de los votos y por todos, excepto uno de los
cantones194 . Lo que hace única a la Constitución suiza, además, es que protege la
dignidad de los animales.
Al igual que Alemania, esta consagración constitucional no ocurrió
accidentalmente, sino que fue consecuencia de un largo proceso de evolución en la
protección de los animales. Sus inicios constitucionales se encontrarían en 1893, año
en que el pueblo suizo y sus cantones votaron a favor de una modificación
constitucional, que establecía que el sacrificio de animales sin anestesia antes de la
extracción de sangre está estrictamente prohibido. 195
Luego, en 1973, por medio de un nuevo referendo, se modificaría dicho
artículo, y se prescribiría que la legislación sobre la protección animal es un asunto de
responsabilidad federal, artículo que continúa vigente en la actual Constitución suiza.
Consiguientemente, la legislación federal debe disponer, entre otros, las reglas sobre
el trato de los animales, la experimentación, y el sacrificio.196 Desde ese momento, la
protección animal se encuentra consagrada como un principio constitucional

193
BIGLINO (2020) p. 83.
194
ENGESLMAN (2005) p. 17.
195
BOLLIGER (2016) p. 314.
196
CONSTITUCIÓN FEDERAL DE SUIZA (1874).

57
autónomo.197 Efectivamente, como consecuencia de este deber, en 1981 se promulgó
la primera ley general de protección de los animales, acompañada, en la misma fecha,
por la ordenanza de protección animal.
Este avance hacia una mayor protección de los animales también se produjo
en la jurisprudencia de los tribunales suizos. Al respecto, el Tribunal Federal, en
1989, señaló lo siguiente:

“El sistema legal aún trata los animales como objetos. Sin embargo, con
el tiempo, la actitud básica de los humanos hacia los animales ha
cambiado, desarrollando un sentido de responsabilidad compartida con
estos seres vivos llamada “protección animal ética”, que va más allá de
la protección de cosas inanimadas, y reconoce al animal como un ser
viviente y sintiente, y parte de la Creación, cuyo respeto y valoración
representa para el hombre, superior por su espiritualidad, un postulado
moral.”198

Posteriormente, en Suiza comenzó a discutirse ampliamente sobre la


ingeniería genética en animales y, en general, sobre los métodos de reproducción
animal. Esta discusión reinició la preocupación por consagrar el respeto de los
animales en la Constitución, y fue la oportunidad política que los activistas de los
derechos animales utilizaron para dar un paso más allá e intentar que se consagrara
constitucionalmente la dignidad animal.
Al respecto, como destaca Evans, los activistas utilizaron el miedo en la
población de la modificación genética, y lo conectaron con la experimentación
animal.199 De lo anterior, es posible concluir que las dos campañas exitosas en
Alemania y Suiza tienen un punto en común: ambas unieron la protección animal con
una preocupación concreta de la población, y la utilizaron como una oportunidad
política para constitucionalizar los intereses de los animales.
197
BOLLIGER (2016) p. 317.
198
TRIBUNAL DE CASACIÓN CON CANTÓN DE FRIBURGO (1989) p. 254
199
EVANS (2010) p. 240.

58
En este contexto histórico, se llevó adelante la propuesta de agregar la
protección de la dignidad de los animales en la Constitución, siendo llevada a un
referendo, y aprobándose finalmente en 1992200. Desde ese momento,
independientemente de las discusiones sobre el concepto de dignidad, sus efectos y
otros debates particulares, la Constitución ha señalado el punto de partida en relación
a los intereses animales: la preocupación general por todas las criaturas201. Este paso
es evidentemente ambicioso, varios escalones más adelante que el resto de los países
del mundo, al menos a nivel constitucional, e implica el paso hacia una esfera distinta
de protección animal.202

El artículo 120 de la Constitución Suiza dispone lo siguiente:

Art. 120. Tecnología Genética en Nohumanos.


1. Los seres humanos y su ambiente deberán ser protegidos contra el mal
uso de la tecnología genética.
2. La Confederación legislará sobre el uso de material reproductivo y
genético de los animales, plantas y otros organismos. Al hacerlo, deberá
tener en consideración la dignidad de las criaturas, así como la seguridad
de los seres humanos, animales y el ambiente, y deberá proteger la
diversidad genética de las especies animales y vegetales.203

El precepto tiene varias características destacables. En primer lugar, no solo se


refiere a la protección de los animales, sino que le impone un deber al Estado.
Asimismo, al proteger la dignidad de las criaturas, el tradicional antropocentrismo
con el que es regulada la cuestión animal da paso a un biocentrismo, al entregarle a
los animales valor moral204.

200
GOETSCHEL (2001) p. 13.
201
BROM (2000) p. 105
202
BOLLIGER (2016) p. 394.
203
CONSTITUCIÓN FEDERAL DE LA CONFEDERACIÓN Suiza (2000). Traducción libre.
204
BOLLIGER (2016) p. 314. Bolliger menciona como ejemplo aquellas acciones que cambien la
apariencia de un animal, aunque este no lo note.

59
Por otra parte, y como se discutirá a continuación, no menciona a los
animales, sino que utiliza el término criaturas, que significaría una protección a todos
los seres vivos; y al usar el término dignidad engloba, además de las clásicas prácticas
que físicamente dañan a un animal, a las conductas que lo instrumentalicen o
humillen. En este sentido, conductas de las que el animal no necesariamente se
percataría, pero que afecten su dignidad, están desde ahora protegidas.205 Por último,
la modificación señalada actualiza la parte dogmática de la Constitución, que, desde
ese momento, se condice con los postulados del preámbulo, que enfatiza el deber del
pueblo suizo con la creación.206

Dignidad de las criaturas


Ahora bien, es evidente que lo más destacable es que el artículo de la
Constitución de 1992 dispone que el gobierno deberá tener en consideración la
dignidad de los animales no humanos “Die Würde der Kreatur‖. La frase citada trajo
un gran número de preguntas por parte de la doctrina, siendo quizás la más básica,
cómo debe entenderse el concepto de dignidad, y qué deberes morales surgen de
aquel.207
Utilizar el concepto de dignidad de los animales, causa extrañeza. La
dignidad, arraigada en siglos de pensamiento teológico, y filosófico208, usualmente se
reserva, de forma exclusiva, para los humanos. La Constitución suiza desafía esta
idea; la dignidad no es privilegio de solo una especie.
La doctrina rápidamente intentó resolver ciertas dudas sobre el concepto de
dignidad de las criaturas. Así, en un primer lugar se destacó que, al reconocer la
dignidad de los animales, la Constitución Suiza no está rebajando o rechazando la
dignidad del humano. Al contrario, se argumentó que no se puede afirmar que los
animales tengan dignidad sin reconocer la dignidad del hombre, ya que es imposible

205
SCHINDLER (2013) p. 251.
206
BOLLIGER (2016) p. 324, y MICHEL y SCHNEIDER (2011) p.4.
207
BALZER, RIPPE y SCHABER (2002) p. 8.
208
BOLLIGER (2016) p. 324.

60
proteger una sin antes proteger la otra.209 La conclusión señalada es lógica: no podría
una Constitución limitar la dignidad humana ya que es un valor absoluto que es solo
reconocido por el constituyente.
Sin embargo, la mayor pregunta que surge luego se refiere a la interpretación
misma del concepto dignidad. Justamente, debido a que se está trasplantando un
concepto que es reservado para los humanos, hacia la cuestión animal, es que el
alcance de la protección de la “dignidad de las criaturas” es debatible.
Estos problemas comienzan con la propia redacción del artículo. Mientras que
en las versiones oficiales en alemán, italiano y romance de la Constitución Suiza, se
debe tener en consideración “Die Würde der Kreatur‖, ―Dignitá della creatura‖ y
―Dignitad de las creatiras‖ (la dignidad de las criaturas), la traducción oficial en
francés dispone que el deber de protección se refiere a la ―intégrité des organismes
vivants‖ (integridad de los organismos vivos).
Más allá de los problemas de literalidad de la norma, en general, hay dos
posturas sobre cómo interpretar la dignidad de las criaturas. Quienes consideran que
la dignidad humana es un concepto distinto a la dignidad de las criaturas, y aquellos
que argumentan que ambos conceptos son, hasta cierto punto, comparables.
Al respecto, se debe destacar que el gobierno suizo invitó a un grupo de
expertos, quienes determinaron que el concepto de dignidad de las criaturas debe
interpretarse de forma independiente a la dignidad humana.210 Lo anterior, se debe a
que, de acuerdo a los autores, la dignidad presupone que el individuo que se
encuentra dotado de ésta, debe tener ciertas condiciones mentales. Por lo tanto,
considerando que la Constitución se refiere a la dignidad de todos los animales no
humanos, no puede referirse a dicha dignidad, ya que mientras es discutible que
ciertos animales tengan dichas capacidades mentales (como algunos primates), es
evidente que muchas otras criaturas no tienen dichas características.211

209
GOETSCHEL (2001) p. 13
210
BALZER, RIPPE y SCHABER (2002) p. 8. Los autores utilizan el concepto dignidad de los organismos
no humanos, principalmente por las implicancias teológicas del término criatura.
211
BALZER, RIPPE y SCHABER (2002) p. 14.

61
Los autores sugieren entonces, que una forma de definir la dignidad respecto
de los animales no humanos, manteniendo una mirada biocéntrica, sería entender que
los animales no humanos se encuentran dotados de un valor inherente. En definitiva,
la conclusión de los autores consiste en que el constituyente, al utilizar el término
dignidad de la criatura, hace referencia al valor inherente de estas.212 Asimismo, y a
pesar de destacar la diferencia entre la dignidad humana y la del resto de las criaturas,
la señalada conclusión significa que la Constitución suiza ha abandonado un punto de
vista únicamente antropocéntrico de la cuestión.
En este orden de ideas, en una declaración conjunta del Comité Federal de
Ética en Biotecnología No Humana (ECNH) y el Comité Suizo en Experimentos en
Animales (SCAE) concluyeron que “En contra de que solo los humanos son
merecedores de dignidad y protección, la discusión concerniendo la dignidad de la
Creación se erige como una medida correctora en contra de la desmesurada y
arbitraria forma en que los humanos tratan el resto de la naturaleza. Los humanos
debemos actuar con respeto y moderación ante la naturaleza, debido a nuestro interés
por recursos sustentables, y, asimismo, en virtud del valor inherente que poseen el
resto de las criaturas. Las criaturas vivientes deberían ser protegidas y respetadas por
su propio interés.”213 Esta afirmación demuestra el paso hacia una visión biocéntrica
que tomó la Constitución Suiza.
Con todo, afirmar que los animales no humanos tienen dignidad no responde a
la pregunta de qué valor debemos otorgarle a los intereses de los animales en aquellas
situaciones en que estos deben ser sopesados con otros derechos. En este orden de
ideas, el mencionado panel de expertos invitado por el gobierno de Suiza, luego de
afirmar que los animales son titulares de un “valor inherente”, es rápido en señalar
que éste puede ser ponderado con otros bienes. Esto es, evidentemente, una diferencia
central con la dignidad humana; justamente una de las razones por las que los autores,
como se reseñó anteriormente, consideran que no es posible igualar la dignidad
humana a la dignidad animal consiste en que solo la dignidad humana es absoluta.

212
BALZER, RIPPE y SCHABER (2002) p. 18.
213
Citado en MICHEL y SCHNEIDER (2011) p. 9. Traducción libre del autor.

62
Efectivamente, que no constituya un valor absoluto, sería la diferencia entre la
dignidad y el valor intrínseco.214 Asimismo, de acuerdo a Bolliger, la dignidad
humana y la de las criaturas, además de tener un peso diferente, tendrían un valor
normativo distinto. Mientras aquella es un derecho, la dignidad de las criaturas es
solo un principio general, que implica una obligación de respetarlas y protegerlas.215
Por otra parte, distintos autores consideran que no sería consistente si la
Constitución Suiza utilizara la palabra “dignidad” de dos formas diferentes, es decir,
de una manera para los humanos y otra para el resto de las criaturas.
Consiguientemente, de acuerdo a esta postura, en ambos casos la dignidad debe
entenderse como el valor inherente que las criaturas poseen (a pesar de que el alcance
del concepto de dignidad y, por lo tanto, qué tan amplia es su protección, varía según
cada autor). Para aquellos, este valor reconocido es inherente y, por lo tanto,
preexistente, y solo reconocido por la Constitución, pero no establecido.216
Asimismo, este valor es independiente del beneficio económico que el animal pueda
otorgar, y es autónomo de las condiciones particulares del animal, como su edad,
salud o integridad.217
Esta posición que en un principio parece similar a la anterior, es más radical,
ya que importa que habría un núcleo de protección de la dignidad, por mínimo que
sea, en que la instrumentalización de las criaturas para propósitos humanos se
encontraría prohibida. Esta última conclusión se deriva de la concordancia entre la
protección constitucional a la dignidad de las criaturas y lo dispuesto en el artículo 36
de la Constitución Suiza, que prohíbe limitar, bajo cualquier circunstancia, la esencia
de los derechos.
Al respecto, se debe destacar que la legislación ha definido la dignidad
animal, siguiendo las teorías explicadas anteriormente, señalando el artículo 4° de la

214
SCHINDLER (2013) p. 253.
215
BOLLIGER (2016) p. 331. Bolliger, cuando afirma que la dignidad de las criaturas es un principio
general no quiere decir que este sería un principio consistente en exigencias de optimización, como
reconoce Alexy al observar los derechos fundamentales, sino que reconoce que no tiene el mismo
contenido normativo o el mismo peso que la dignidad humana, que sí consiste, de acuerdo al mismo,
en un derecho individual.
216
GERRITSEN (2013) p. 6.
217
SCHINDLER (2013) p. 252.

63
ley de protección animal, que ésta consiste en el “valor inherente del animal, que
debe respetarse en el trato con éste.”218 A mayor abundamiento, inmediatamente la
ley dispone que la dignidad se vulnera cuando la carga impuesta al animal no puede
justificarse por intereses preponderantes.219 Detalla además que nadie puede inferir
daño, sufrimiento o dolor en un animal, asustarlo, o vulnerar su dignidad de cualquier
otro modo (oder in anderer Weise seine Würde missachten).
Esta definición es de gran relevancia para resolver la cuestión señalada
anteriormente, puesto que, al admitir que la dignidad animal se vulnera si no puede
ser justificada, a contrario sensu, hay situaciones en que es posible justificar su
vulneración. Consiguientemente, la dignidad humana no compartiría con la dignidad
animal, su característica de ser absoluta.
En cuanto a la jurisprudencia, la Corte Federal Suprema Suiza se refirió al
concepto de dignidad por primera vez el año 2009, en dos sentencias sobre el testeo
en animales. En dicha oportunidad, la Corte razonó lo siguiente:
“Incluso si la dignidad de los animales no puede ni debe ser igualada con la
dignidad humana, requiere que las criaturas, hasta cierto grado, sean consideradas y
valoradas como seres de igual estatura que los humanos. La cercanía existente entre
la dignidad de los animales y la de los humanos puede ser vista particularmente en
relación con los primates no humanos”220.
La afirmación de la Corte responde varias de las preguntas recién señaladas.
Primero, concluye que la dignidad humana no es lo mismo que la dignidad animal,
pero afirma que, al menos en algún grado, tiene un valor similar a la humana, lo que
significaría que ambas tienen un núcleo esencial. Este núcleo común sería el valor
intrínseco que tanto la vida animal como la humana comparten.
Por otra parte, afirma que, a pesar de que la Constitución Suiza no hace
distinción alguna entre criaturas, sí se debe tener en consideración el animal en
particular para hacer diferencias entre estas. Al respecto, la Corte ha razonado que la
cercanía genética, sensorial y fisiológica de los humanos con los primates no
218
LEY DE PROTECCIÓN ANIMAL, Suiza.
219
LEY DE PROTECCIÓN ANIMAL, Suiza.
220
Citado en MICHEL y SCHNEIDER (2011) p.10. Traducción libre del autor.

64
humanos tiene importancia jurídica. Para fundar lo anterior, recuerda que el artículo
2° de la ley de protección animal hace diferencias entre los animales vertebrados e
invertebrados, y que en la práctica habría una verdadera jerarquización de los
animales: mientras más cerca estén de los humanos, más peso tienen sus intereses en
la ponderación que se realice. Consiguientemente, la Corte concluye que, para
respetar la dignidad de las criaturas, se debe considerar las características específicas
del animal en comento. 221
De acuerdo se explicó, la doctrina considera que una de las diferencias claves
entre la dignidad humana y la animal es que solo aquella es inviolable, mientras que
la dignidad de los animales puede ceder con el objeto de beneficiar algún interés.222
Si no es absoluta, ni inviolable y tampoco prohíbe el uso de los animales como un
medio ¿Cuál ha sido entonces el beneficio de utilizar este concepto?
Quizás la consecuencia más importante consiste en que, a pesar de las
relevantes diferencias señaladas anteriormente, la doctrina y jurisprudencia coinciden
que entre la dignidad humana y animal debe haber puntos de encuentro. De acuerdo
con Bolliger uno de estos puntos es que la dignidad animal, como su contraparte
humana, tienen un núcleo esencial que sea intocable. Consiguientemente, si bien en
general, la dignidad animal sí puede ser balanceada, afirma que hay un núcleo que no
puede ser desplazado por otros intereses.223 Michel coincide con lo anterior,
manifestando la protección de la dignidad animal no es absoluta como la humana,
pero al menos, debe tenerse en cuenta. Asimismo, la formulación conceptual no
prohíbe la instrumentalización de los animales, pero sí proscribe que ésta sea
completa.224
¿Qué actos quedarían dentro de éste núcleo intocable? Bolliger propone que
acciones evidentemente crueles, como ciertas prácticas de caza, o experimentos que
impliquen un sufrimiento alto, serían siempre inconstitucionales.225 Por otra parte,

221
X E Y CONTRA DIRECCIÓN DE SALUD DEL CANTÓN DE ZÚRICH (2009) p. 414
222
BOLLIGER (2016) p. 332.
223
BOLLIGER (2016) p. 332.
224
MICHEL (2012) p. 108.
225
BOLLIGER (2016) p. 332.

65
según Michel, el reconocimiento a nivel constitucional de la dignidad de los animales
significa que debe ser ponderada adecuadamente al enfrentarse a derechos
fundamentales. En este enfrentamiento, y en respeto de la dignidad animal, no puede
darse a los intereses humanos una prioridad general y absoluta. De hacer aquello, se
vulneraría su núcleo esencial.226
Esto se ve también reflejado en la jurisprudencia. En sentencias recientes, el
Tribunal Federal Suizo ha concluido que la libertad de investigación no tiene una
prioridad absoluta sobre la dignidad de la criatura, lo que significa que reconoce el
principio que los animales no pueden ser siempre instrumentalizados. Por el
contrario, en un caso sobre autorizaciones para realizar experimentos sobre primates,
afirmó que “se requiere que se pondere el dolor infligido a los animales, por un lado,
y la ganancia esperada de conocimiento o el resultado del experimento, por el
otro.”227 El Tribunal Federal, en dicho caso, resolvería lo siguiente:

“Debido a estos argumentos en favor de los primates no humanos, el


presente experimento animal les causa a los animales un dolor,
sufrimiento, daño, miedo o deterioro de su bienestar general
desproporcionado, comparado con las esperadas ganancias de
conocimiento. La corte inferior estuvo, por lo tanto, en lo correcto, en
darle un mayor peso al interés de los animales de laboratorio de estar
libres de sufrimiento, que al interés humano en los resultados del
experimento.”228

En relación a lo anterior, la doctrina ha concluido que señalar que se debe


respetar la dignidad animal significa reconocer que estos tienen un valor inherente y
este “es el primer paso hacia el reconocimiento de un derecho independiente a existir
de los animales.”229

226
MICHEL (2012) p. 107.
227
X E Y CONTRA DIRECCIÓN DE SALUD DEL CANTÓN DE ZÚRICH (2009) p. 408.
228
X E Y CONTRA DIRECCIÓN DE SALUD DEL CANTÓN DE ZÚRICH (2009) p. 415.
229
MICHEL (2012) p. 108.

66
Por último, una gran ventaja de utilizar el concepto dignidad es, justamente,
su indeterminación. El significado de la dignidad animal ha evolucionado de un modo
lento, pero constante. ampliando cada vez más su protección. En este sentido, si bien
la modificación constitucional fue en 1992, no sería hasta el año 2009, en que el
Tribunal Federal recogería a la dignidad en su jurisprudencia, en la sentencia
precitada, confirmando la revocación de una autorización para realizar experimentos
con primates. En otras palabras, es un concepto con un amplio margen para crecer y
aumentar los puntos de conexión con la dignidad humana. Como explica Michel, esta
sentencia “demuestra el gran potencial innovador de la disposición constitucional.”230
En definitiva, y más allá de las diferencias teóricas, ya sea se considere que la
dignidad humana y animal son radicalmente distintas, la doctrina concuerda en que la
dignidad de los animales implica considerar un valor inherente. Por su parte, mientras
que la regulación legal y la jurisprudencia han confirmado la diferencia sustancial
entre la dignidad humana y la dignidad de las criaturas, ambas han reconocido que, en
algunos puntos, deben ser valoradas del mismo modo, en especial en los casos de los
animales que se acercan más a los seres humanos, como los primates.

Efectos
Con dicho marco constitucional en consideración, se promulgó la ley de
protección animal que, en conjunto con la ordenanza de protección animal, completan
la legislación de bienestar animal. Según aquella, su objetivo es proteger la dignidad
y bienestar de los animales.
En este orden de ideas, en la ley de protección animal suiza es posible
observar distintas disposiciones que se basan en el concepto de dignidad animal. Así,
ya en el artículo tercero, dispone que se inflige daño al animal si se interfiere en su
apariencia. Aquello es una demostración del referido valor inherente del animal,
puesto que, independientemente de que este haya siquiera notado la alteración,
implica dañar su dignidad y, por lo tanto, se encuentra proscrito. Otras disposiciones
que demuestran lo anterior son el reconocimiento que los animales de especies

230
MICHEL (2012) p. 109.

67
sociales deben ser garantizados un contacto social con otros de los miembros de esa
especie, y cursos forzosos para los dueños de ciertos animales.231
Asimismo, en base a la prescripción constitucional, la ley de protección
animal suiza establece como un delito el vulnerar la dignidad de los animales. El
artículo 26 apunta que será penado con cárcel o multas, el que deliberadamente,
maltrate, descuide o sobre exija innecesariamente a un animal, o de cualquier otro
modo, no tenga en consideración su dignidad. Las penas son, en teoría, muy duras,
pudiendo ser multado con hasta un millón de francos, y prisión de hasta 3 años. Con
todo, en su mayoría, las multas rondan los miles de francos, y las penas de cárcel son
casos excepcionales.232
Por otra parte, la ordenanza de protección animal también recoge el concepto
de dignidad de los animales consagrado constitucionalmente, estableciendo un amplio
y específico catálogo de distintos actos prohibidos en relación a los animales. Estas
conductas van desde la prohibición del maltrato animal, al uso de animales con fines
artísticos y la proscripción absoluta de realizar conductas sexuales con animales.
La prohibición de la zoofilia es un claro ejemplo del reconocimiento de la
dignidad animal. Previo al año 2008, la zoofilia era un acto prohibido, punible solo en
aquellos casos que se probara un daño físico o sufrimiento del animal. Sin embargo,
luego de modificaciones a la ordenanza, todos los actos sexuales realizados sobre
animales se encuentran proscritos, sin necesidad de probar el daño físico o el
sufrimiento del animal, puesto que son considerados, siempre, como una violación a
su dignidad.233
Fuera de la ley de protección animal y su ordenanza, uno de los principales
cambios a destacar es el cambio de estatuto jurídico de los animales. El año 2003, el
Código Civil Suizo fue modificado, para señalar expresamente en su artículo 641, que
los animales no son objetos (Tiere sind keine Sachen) Con todo, se debe destacar que
el Código Civil aclara inmediatamente, que en todo aquello en que no haya

231
BOLLIGER (2016) p. 362.
232
GERRITSEN (2013) p. 3.
233
BOLLIGER (2016) p. 366.

68
provisiones expresas sobre los animales, se les aplicará la legislación de las cosas. 234
De acuerdo al Código Civil entonces, los animales gozan de un estatuto particular,
pero no son personas. Estos pueden ser objetos de dominio.
Consiguientemente, la doctrina concluye que el principio de la protección de
la criatura ha permeado a la totalidad del ordenamiento jurídico suizo, y ha servido de
impulso para la acción estatal.235

La dignidad animal y su posible incorporación en Chile


De acuerdo a lo que se hizo referencia, la Constitución de Suiza prescribe que
se debe tener en consideración la dignidad de las criaturas. Consiguientemente, es
necesario detenerse y discutir si es posible que el concepto de dignidad pueda ser
utilizado en Chile para referirse a la protección los animales y qué consecuencias
podría tener.
Para lograr lo anterior, se debe estudiar el reconocimiento de la dignidad en
nuestra Constitución, donde destaca la reforma de 1971 de la Constitución de 1925.
Esta reforma, realizada por la ley 17.398, que contiene el llamado Estatuto de
Garantías Constitucionales, es de relevancia al introducir preceptos sobre los partidos
políticos, ampliar la libertad de opinión e incorporar nuevos derechos
constitucionales.236 Dentro de estos se encuentran los derechos sociales, que fueron
introducidos haciendo referencia a la dignidad. Efectivamente de acuerdo al profesor
Cea, el objetivo de la reforma era satisfacer “los derechos sociales, económicos y
culturales necesarios para el libre desenvolvimiento de la personalidad y la dignidad
humana.”237
En particular, la ley 17.398 sustituyó el artículo 10 N° 14, y además,
estableció que se agregarse el artículo 10 N° 16, disponiendo lo siguiente:
“La libertad de trabajo y su protección. Toda persona tiene derecho al
trabajo, a la libre elección de éste, a una remuneración suficiente que

234
CÓDIGO CIVIL Suiza, art. 641a, II, párrafo 2.
235
MICHEL y SCHNEIDER (2011) p. 3.
236
CEA (2012) Tomo I, p. 59.
237
CEA (2012) Tomo I, p. 59.

69
asegure a ella y su familia un bienestar acorde con la dignidad humana
y a una justa participación en los beneficios que de su actividad
provengan”238.
“El derecho a la seguridad social. El Estado adoptará todas las medidas
que tiendan a la satisfacción de los derechos sociales, económicos y
culturales necesarios para el libre desenvolvimiento de la personalidad
y de la dignidad humanas, para la protección integral de la colectividad
y para propender a una equitativa redistribución de la renta nacional”.239
En este orden de materias, en las primeras etapas de la redacción y discusión
de la Constitución de 1980, era posible ver que la dignidad tendría un papel
importante. Así, en el Memorándum de intenciones sobre las Metas u Objetivos
Fundamentales en que deberá inspirarse la nueva Constitución de la República,
redactado en sesiones de la Comisión de Estudio de la Nueva Constitución, se
dispone expresamente lo siguiente:
“La estructura constitucional descansará en la concepción humanista
cristiana del hombre y de la sociedad, que es la que responde al íntimo
sentir e idiosincrasia de nuestro pueblo, y según la cual la dignidad del
ser humano, su libertad y derechos fundamentales son anteriores al
ordenamiento jurídico, el que debe prestarles segura y eficaz
protección.240
La mención es interesante, puesto que destaca que la dignidad estaría
arraigada en la idiosincrasia de Chile, debido a que se apoya en la concepción
humanista cristiana del hombre. De acuerdo a lo explicado, es lógico que en la
Declaración de Principios del Gobierno de Chile de 1974, en que el camino hacia una
nueva Constitución fue confirmado, se expresó que “Entendemos al hombre como un
ser dotado de espiritualidad. De ahí emana, como verdadero fundamento, la dignidad
de la persona humana.”241

238
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE CHILE (1925)
239
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE CHILE (1925)
240
CENC (1973) Sesión 18°.
241
CEA (2012) p. 59.

70
Efectivamente, esta fundamentación de que la dignidad humana se basa en la
espiritualidad del hombre y la visión humanista cristiana es respaldada por diversas
visiones. Al respecto, Silva Bascuñán y Soto Kloss coinciden en que la raíz de la
dignidad del hombre proviene de su vocación divina, explicando aquel que “En
cuanto al fundamento y significado de la dignidad del hombre, ella tiene su raíz tanto
en la consideración de las cualidades de la persona humana como en el fin para el
cual ha sido creada.”242 Asimismo, García-Huidobro explica que “al cristianismo no
sólo no le es contraria la idea de dignidad del hombre, sino que, como muchos
autores lo han puesto de manifiesto, la tradición judeocristiana es, probablemente, la
fuente inspiradora más importante para el descubrimiento y explicitación de ésta
noción”.243
Consiguientemente, el concepto de dignidad se encuentra basado en una
visión cristiana de la sociedad que es compartida por el pueblo chileno, y asimismo,
tiene raíces en la cultura de la nación. En este sentido, a pesar de inspirarse en fuentes
extranjeras, como la Declaración Universal de Derechos Humanos, y las
constituciones italianas y alemanas, estas incorporaciones extranjeras son legítimas
puesto que encuentran una sociedad que comparte esos valores y lo sienten como
parte de su pasado y presente.
Lo anterior no podía ser diferente, puesto que, en la ya citada Declaración de
Principios del Gobierno de Chile se expresa que “la Junta de Gobierno busca en la
realidad chilena los elementos que complementen su visión filosófica y doctrinaria.
Ello requiere conjugar las constantes de nuestra historia, que forman el acervo de
nuestra tradición, con las características nuevas que hemos visto surgir en el último
tiempo, como signo del mundo contemporáneo en el cual Chile está inserto”.244 Es
decir, innovación, pero engarzada con la tradición chilena.
Esta finalidad humanista de la Constitución y la relación que tiene con la
dignidad ha sido reconocida en varias oportunidades por el Tribunal Constitucional.
Al respecto, ha manifestado lo siguiente:
242
SILVA (2008) Tomo IV, p. 30 y SOTO (1987) p. 56.
243
GARCÍA-HUIDOBRO (1991) p. 12.
244
CENC (1973).

71
“el contenido del artículo 19 de la Carta Fundamental, conjuntamente
con sus artículos 1º, 4º y 5º, inciso segundo, configuran principios y
valores básicos de fuerza obligatoria que impregnan toda la
Constitución de una finalidad humanista que se irradia en la primacía
que asignan sus disposiciones a la persona humana, a su dignidad y
libertad natural, en el respeto, promoción y protección a los derechos
esenciales que emanan de la naturaleza humana, que se imponen como
limitación del ejercicio de la soberanía y como deber de los órganos del
Estado.”245
Con la inspiración de los fundamentos señalados, que la dignidad sea una
cualidad humana ha sido constante en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.
Al respecto, define dignidad como la “cualidad del ser humano que lo hace acreedor
siempre a un trato de respeto, porque ella es la fuente de los derechos esenciales y de
las garantías destinadas a obtener que sean resguardados.”246 Es decir, es una de las
cualidades que lo distinguen del resto de las criaturas. En conformidad con aquello, el
Tribunal ha manifestado que la dignidad
“lo diferencia de las demás realidades existentes y como expresa Ruiz-
Giménez „por dignidad personal debe entenderse la diferenciación
cualitativa entre el ser humano y las demás realidades con las que
coexiste y se vincula; su preeminencia respecto a la materia inerte, e
incluso a los seres animados, con vida, pero carentes de entendimiento
y razón, de libertad y de capacidad creadora; y su condición de fin en sí
mismo y no de objeto o instrumento de ningún otro ser humano o grupo
social.‟”247
Lo anterior, es confirmado también por la doctrina. Al respecto, en un estudio
sobre los fundamentos de la dignidad, Soto recuerda que “El hombre no es integrado

245
REQUERIMIENTO DE INAPLICABILIDAD (2009).
246
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD (2003).
247
REQUERIMIENTO DE INAPLICABILIDAD (2017).

72
como un elemento más en la naturaleza; es distinto de ella, tan distinto que es nada
menos que el encargado de someterla y dominarla”248.
Lo explicado permite encontrar diferencias con Suiza, que, a nuestro juicio,
dificultan que el término dignidad sea efectivo para la protección animal en Chile.
Parece, al menos extraño, afirmar que un concepto que tiene su fundamento en la
espiritualidad del hombre, y se menciona para diferenciar al hombre con el resto de
los animales, sirva para proteger a los animales. Para comprender lo anterior, se debe
explicar la tradición constitucional suiza en relación con este concepto.
En primer lugar, se debe destacar que, en Suiza, el concepto de dignidad
humana fue recogido por primera vez por la Constitución en 1992 de forma
simultánea con la dignidad animal. Con todo, aquel ya había tenido reconocimiento
en la doctrina y jurisprudencia suiza por décadas249, lo que se debe a la influencia
kantiana y su gran impacto en la teoría legal de Suiza (y en el mundo germano
parlante en general). Basado en Kant, la filosofía con más influencia en la doctrina
suiza, la dignidad es un valor inherente, que solo poseen quienes pueden actuar moral
y racionalmente, y significa que las personas no pueden ser usadas como un medio,
sino siempre como un fin en sí mismas.250
A mayor abundamiento, hay acuerdo en que la dignidad garantiza que las
personas nunca pueden ser instrumentalizadas; que es una cualidad que le pertenece a
todas las personas por el hecho de ser tal; y que no está sujeta a ninguna condición, y
nunca puede ser restringida, puesto que se violaría su contenido esencial. 251
En este sentido, mientras que el fundamento de la dignidad en Suiza tendría
como principal teórico a Kant, en Chile encuentra sus pilares en una base humanista
cristiana, como lo expresan Silva Bascuñán y especialmente Soto Kloss.252 Al
respecto, para explicar los fundamentos y principios del régimen político chileno, el
Tribunal Constitucional consideró necesario citar al anteproyecto constitucional

248
SOTO (1987) p. 56.
249
GOETSCHEL (2002) p. 4.
250
BALZER (2000) p. 9.
251
MICHEL (2012) p. 104.
252
SOTO (1987) p. 58.

73
redactado por la Comisión de Estudios de la Nueva Constitución, expresando lo
siguiente:
“Que en el informe con que se envió el anteproyecto constitucional al
Presidente de la República por la Comisión de Estudio de la Nueva
Constitución se señalan dichos principios exponiéndose al efecto. El
nuevo régimen político institucional descansa en la concepción
humanista del hombre y de la sociedad, propia de la civilización
occidental y cristiana a la que pertenecemos, según la cual los derechos
del ser son anteriores y superiores al Estado el que tiene el deber de
darles segura y eficaz protección". (Anteproyecto Constitucional y sus
Fundamentos, pág. 11).
Luego el informe, refiriéndose concretamente al artículo 1° de la
Constitución, señala: "El primer precepto de este capítulo contiene el
principio fundamental de que "los hombres nacen libres e iguales en
dignidad". Hemos querido consagrar esta norma no sólo inspirados en
los preceptos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
sino especialmente en la tradición libertaria de Chile, respetuosa de la
persona humana como ser dotado de inteligencia y voluntad libre por su
creador. El respeto a la dignidad y libertad del hombre es, pues, el
principio fundamental que inspira la nueva Constitución".253
A mayor abundamiento, sobre la posibilidad que la dignidad se predique más
allá del humano, el magisterio de la Iglesia Católica lo ha rechazado con claridad. El
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia manifiesta expresamente que:
“El Magisterio ha motivado su contrariedad a una noción del medio
ambiente inspirada en el ecocentrismo y el biocentrismo, porque ésta
«se propone eliminar la diferencia ontológica y axiológica entre el
hombre y los demás seres vivos, considerando la biosfera como una
unidad biótica de valor indiferenciado. Así se elimina la responsabilidad

253
REQUERIMIENTO EN CONTRA DE CLODOMIRO ALMEYDA MEDINA (1987)

74
superior del hombre en favor de una consideración igualitaria de la
“dignidad” de todos los seres vivos ».254
En este sentido, vale la pena destacar que el cristianismo sí tiene, dentro de
sus principios esenciales, la protección de los animales. Antes de la existencia de las
leyes que prohíben la crueldad contra los animales, la Biblia ya establecía dicha
proscripción. A modo de ejemplo, Proverbios 12:10 señala que “El justo cuida la vida
de su ganado”. Asimismo, Deuteronomio 22:4 explica que “Si vieras el asno o buey
de tu hermano caídos en el camino, no te desentenderás de ellos: le ayudarás a
levantarlos”.255
Además, es importante recordar la encíclica Laudato Si‟ en que el Papa
Francisco nos recuerda la preocupación por la naturaleza. En ésta, expresa
rememorando a San Francisco de Asís,
“Si nos acercamos a la naturaleza y al ambiente sin esta apertura al
estupor y a la maravilla, si ya no hablamos el lenguaje de la fraternidad
y de la belleza en nuestra relación con el mundo, nuestras actitudes
serán las del dominador, del consumidor o del mero explotador de
recursos, incapaz de poner un límite a sus intereses inmediatos. En
cambio, si nos sentimos íntimamente unidos a todo lo que existe, la
sobriedad y el cuidado brotarán de modo espontáneo. La pobreza y la
austeridad de san Francisco no eran un ascetismo meramente exterior,
sino algo más radical: una renuncia a convertir la realidad en mero
objeto de uso y de dominio.”256
Con todo, y sin perjuicio de la preocupación por la protección animal en el
cristianismo, ésta no se hace por medio de utilizar el concepto de dignidad también
para los animales.
En definitiva, las señaladas son las dos grandes posturas para fundamentar la
dignidad. En otras palabras, “existen dos posibles caminos: por una parte, cabe
acudir al derecho natural con raíces en la tradición judeo-cristiana, que entiende la
254
JUAN PABLO II (1997) p. 7.
255
TANNENBAUM (1995) p. 581.
256
FRANCISCO (2015) p.4.

75
dignidad como un elemento otorgado por lo divino y, por otra parte, es posible
justificar la dignidad humana mediante una visión secular, y kantiana, que utiliza las
características de razón y autonomía como base para la titularidad de la dignidad.”257
Ahora bien, la diferencia entre ambas posturas consiste en que la teoría
kantiana ha demostrado poder ser utilizada para justificar una postura que amplíe el
concepto de dignidad en los animales.
En este orden de ideas, Tom Regan, utiliza la base kantiana para fundamentar
el deber de protección de los animales. Así, explica lo siguiente:
―The rights view takes Kant’s position a step further than Kant
himself. The rights view maintains that those animals raised to be
eaten and used in laboratories, for example, should be treated as
ends in themselves, never merely as means. Indeed, like humans,
these animals have a basic moral right to be treated with respect,
something we fail to do whenever we use our superior physical
strength and general know-how to inflict harms on them in pursuit of
benefits for humans.‖258
Al respecto, y si bien Regan admite que la postura de Kant no llegaba a sus
conclusiones, y es él quien lleva esta postura un paso más lejos, usa la base kantiana
para justificar la protección de los animales. Lo anterior, facilita el utilizar el término
dignidad también para los animales no humanos. Ahora bien, no solo Regan ha
utilizado los fundamentos kantianos. Así, a modo de ejemplo, Korsgaard también
argumenta de acuerdo a las bases kantianas, que los animales tienen que ser tratados
como fines en sí mismos.259
Así, la propia teoría de los derechos de los animales se basa en una visión
kantiana, llevando sus planteamientos un punto más lejos, manifestando que el deber
de que las personas no puedan ser tratados como instrumentos, sino como un bien en
sí mismos, incluye a los animales. Aquello es importante, porque a pesar de que la

257
FARGA (2020) p. 58.
258
BEKOFF y MEANEY (1998) p. 42.
259
Para una explicación de los argumentos de Korsgaard, FARGA (2020) p. 23-25.

76
visión kantiana no planteaba que el deber se podía predicar a los animales, la teoría
ha sido utilizada para justificar una protección moral de los animales.
En definitiva, y si bien originalmente la visión kantiana es antropocéntrica, la
posición kantiana puede ser utilizada para ampliar el concepto de dignidad. Por el
contrario, y si bien en el pensamiento cristiano encontramos una fuerte preocupación
por la protección animal, ésta no se realiza por medio de adoptar el término dignidad
para referirse a los animales no humanos. En virtud de aquello, es forzoso concluir
que la diferencia en la fundamentación de la dignidad en la tradición suiza y en la
chilena, hacen que en esta última sea de mayor dificultad trasladar el concepto de
dignidad para basar la protección animal. Esta dificultad se acentúa al considerar que
el concepto de la dignidad ha tenido un desarrollo doctrina y jurisprudencial en Chile
en las últimas cuatro décadas, que hace muy difícil la incorporación de la dignidad
también a los animales.
Lo explicado, implica que el modelo suizo no es modular, puesto que este no
funciona independientemente, sino que necesita de una tradición constitucional en
particular, esto es, que la dignidad se justifique desde un punto de vista que admita su
aplicación a los animales. Por otra parte, la jurisprudencia y la doctrina chilenas se
han mostrado claras en señalar que la dignidad tiene como fundamento una visión
humanista cristiana, que imposibilita, o al menos hace muy difícil, la posibilidad de
extenderla a los animales.
Así, de utilizar el modo suizo, el Tribunal Constitucional tendría que cambiar
su jurisprudencia radicalmente, o partir de la base, que la dignidad humana es un
concepto completamente diferente que la dignidad animal. De tomar la primera
opción, el Tribunal debería modificar, entre otros, su jurisprudencia relativa a que la
dignidad de la persona implica una diferencia cualitativa entre el humano y los
animales; que ésta se deriva de la espiritualidad del hombre; y que es la fuente de la
que emanan todos los otros derechos. En cambio, de decidir que son conceptos
completamente diferentes, es difícil de señalar hasta qué punto se desfiguraría la
dignidad animal y si permitiría o no que aquellos avances que sucedieron en Suiza
por la ampliación del concepto, pudieran tomarse también en Chile. Todo aquello, por

77
supuesto, sucedería de la mano de una reacción de la doctrina mayoritaria, que ha
considerado la dignidad como un concepto humano.

4. BRASIL

Constitucionalización.
El proceso de creación de la actual Constitución de Brasil comenzó cuando el
expresidente Sarney propuso una reforma al texto político, permitiendo que el
siguiente Congreso, funcionara como una asamblea constituyente. Posteriormente,
Sarney nombró a una comisión de estudios de la Constitución, denominada también
comisión Arinos, por su presidente, que preparó un primer borrador de la misma.
Dicho borrador establecía, en el artículo 36, el derecho a un medio ambiente sano,
con una redacción relativamente similar a la que es protegida en el actual artículo 225
de la Constitución de Brasil. Con todo no hacía mención a la prohibición de la
crueldad de los animales. Esta primera propuesta de nueva Constitución no sería
considerada.260
Posterior al rechazo de ese proyecto, fue el Congreso el que debió redactar la
nueva Constitución, dividiéndose en ocho comisiones, cada una con más de 60
miembros, que a su vez se subdividió en tres comisiones. Luego, otra comisión
armonizaría todas las propuestas. El proceso tuvo una participación popular enorme,
puesto que se requirió que cada comisión tuviera como mínimo cinco reuniones con
personas que representaran distintos sectores sociales de Brasil. Se habrían recibido
en total alrededor de 21.000 discursos. 261
Al comenzar el trabajo preparatorio de la Comisión, el movimiento animalista
empezó a buscar apoyo a su estrategia para que se incluyera la protección animal.
Tempranamente contaron con el apoyo del diputado Fabio Feldman, quien había sido
presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Orden de Abogados de Sao
Paulo y que encabezó a todos quienes quisieron participar en la incorporación de la

260
ROSENN (1990) p. 775.
261
ROSENN (1990) p. 776.

78
protección del medio ambiente. El diputado fue la persona clave para unir distintas
agrupaciones y personas bajo un mismo interés que, hasta ese momento, habían
estado dispersas. Este, en conjunto con otras sociedades animalistas, lograron
preparar una petición que contó con más de 10.000 firmas, acción que, además de la
participación en distintas instancias constitucionales, permitieron se consagrara la
protección animal en la Constitución de Brasil.262 Finalmente, la Constitución sería
promulgada en 1988, sin ser plebiscitada.
La Constitución de Brasil regula en distintas oportunidades a los animales.
Así, el artículo 23, VII dispone que “La Unión, los Estados, el Distrito Federal y los
Municipios, en conjunto, tienen el poder de preservar los bosques, la fauna y la
flora;”263, mientras que el artículo 24, VI prescribe que “La Unión, Estados y Distrito
Federal deben tener el poder concurrente para legislar en: bosques, caza, pesca, fauna,
conservación a la naturaleza, defensa del suelo y de los recursos naturales, protección
del medio ambiente y control de contaminación;”.264
La disposición más original está en el capítulo VI, artículo 225, párrafo 1, VII
que prescribe “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente ecológicamente
equilibrado, que es un bien público para el uso del pueblo y es esencial para una vida
sana, y tanto el Gobierno como la comunidad tienen el deber de defender y preservar
[el medio ambiente] para presentes y futuras generaciones. Para garantizar la
efectividad de este derecho, incumbe al Gobierno: proteger la fauna y la flora,
prohibiendo, según lo dispuesto por la ley, todas las prácticas que pongan en peligro
sus funciones ecológicas, causen la extinción de especies o sujeten a los animales a
actos de crueldad.”265
Una vez entrada en vigencia la Constitución y el referido artículo, fue
necesario precisar dos materias: el alcance del artículo en relación con el medio
ambiente y el concepto de crueldad.

262
CARDOZO (2007) p. 160.
263
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL (1988).
264
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL (1988).
265
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL (1988).

79
La doctrina constitucional interpretó, en un comienzo, que la regulación
constitucional protegía a los animales como parte del medio ambiente. En este
sentido, se argumentaba que el artículo 225 menciona expresamente que el derecho al
medio ambiente tiene como fundamento el bienestar del humano, y por tanto la
norma constitucional disponía la protección de los animales como un medio por el
cual los humanos pueden lograr una mejor calidad de vida. En otras palabras, había
acuerdo en que la protección protegía a los animales, en relación con el derecho
humano de un medio ambiente ecológicamente equilibrado. No había entonces, una
protección directa de los intereses de los animales.266
En este orden de ideas, la Corte Suprema de Brasil también asociaba el
concepto constitucional de la prohibición de crueldad hacia los animales con el
derecho a un medioambiente balanceado ecológicamente, lo que significa que la
protección de aquellos solo dice relación con que forman parte de un ecosistema y su
defensa beneficie los intereses del ser humano.
Por otra parte, la doctrina ha interpretado crueldad como realizar un acto
despiadado o insensible hacia un animal, por lo que solo quedan incluidos dentro de
aquella definición aquellos cometidos con intencionalidad, sin ninguna motivación
razonable, y con el objeto de cometer dolor.267 Lo anterior significa que, a contrario
sensu, todo acto que satisface alguna necesidad humana relevante, es justificado. En
otras palabras, para la doctrina mayoritaria, crueldad es sinónimo de sufrimiento
gratuito.268 Esto, evidentemente, restringe la eficacia del precepto.
Esta doctrina se basa, entre otros argumentos, en una interpretación armónica
de la Constitución de Brasil, puesto que, además de prescribir la protección de los
animales, en el antes referido artículo 23 citado, dispone que “La Unión, los Estados,
el Distrito Federal y los Municipios, en conjunto, tienen el poder de fomentar la
producción agropecuaria y ganadería, y organizar el abastecimiento alimenticio”269.
En este sentido, si la Constitución no solo permite el uso animal para consumo

266
LOURENÇO y DE JESUS (2019) p. 38.
267
LOURENÇO y DE JESUS (2019) p. 38.
268
LOURENÇO Y DE JESUS (2019) p. 39.
269
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL (1988).

80
humano, sino que lo promueve, consagrando el constituyente que el Estado tiene la
obligación de fomentar dicha actividad, con mayor razón el consumo animal, y todas
otras aquellas actividades consideradas del mismo modo son justificadas y no pueden
ser calificadas como crueles de acuerdo a la Constitución.

Efectos.
El avance en el alcance de la protección animal se produciría por la
jurisprudencia del Supremo Tribunal Federal Brasileño, que logró paulatinamente
fortalecer la disposición constitucional.
Uno de los primeros casos que significarían un cambio en la interpretación
mayoritaria del precepto se produciría nueve años luego de la entrada en vigencia de
la Constitución. En 1997, el Tribunal tuvo que resolver un caso seguido en contra del
Estado de Santa Catarina, que decía relación con la práctica cultural conocida como
Farra do Boi, o el Festival del Buey, que consiste en que un grupo de personas con
distintos objetos como piedras, cuchillos y palos, persiguen un buey por las calles
golpeándolo.270 El Tribunal prohibió la práctica, razonando lo siguiente:
“… a pesar de que es deber del Estado garantizar a todas las personas la expresión de
los derechos culturales, estas tienen que conformarse con la disposición
constitucional del artículo 225 que proscribe toda práctica que somete a los animales
a actos de crueldad. Por lo tanto, el evento llamado el Festival del Buey, viola la
mencionada norma constitucional.”271
El Supremo Tribunal Federal de Brasil continuó avanzado en la protección de
los animales, hasta que el año 2016, se produciría un cambio sustancial por medio de
la sentencia del caso Vaquejada. En este, el Tribunal tuvo que decidir sobre la
constitucionalidad de la Ley N° 15.299 del año 2013, que regulaba la práctica
deportiva y cultural denominada de ese modo, que consiste en una competencia en
que dos personas, cabalgando, intentan derribar un toro y que éste caiga en un área

270
AZEVEDO (2011). s/n
271
AZEVEDO (2011). Traducción libre del autor. s/n

81
demarcada en el piso.272 La ley N° 15.299, fue promulgada por el Estado de Ceará, y
simplemente disponía la forma en que se debía practicar esta actividad. Para poder
resolver, el Tribunal debía resolver el conflicto que se producía entre el derecho a
desarrollar expresiones culturales y la prohibición de la crueldad animal.
En este sentido, se debe aclarar que el derecho a desarrollar expresiones
culturales se encuentra protegido constitucionalmente disponiendo el artículo 221,
párrafo 1, que “el Gobierno Nacional protegerá las expresiones de las culturas
populares, indígenas y afro-brasileñas y las de otros grupos participantes en el
proceso de la civilización nacional”. Mientras que la prohibición de la crueldad
animal se regula en el artículo 225 ya citado.
El caso tuvo una amplia cobertura nacional, con protestas apoyando ambas
posturas en todo el país. El debate de los once ministros del Tribunal también fue
intenso, discutiendo sobre temas como el impacto cultural que tendría declarar la
inconstitucionalidad de la ley, las implicancias económicas de la misma, la necesidad
de respetar las tradiciones y de actualizarlas de acuerdo al avance histórico, el uso de
los animales como alimento e incluso el vegetarianismo. Dentro de las
intervenciones, el juez Luis Roberto Barroso explicó que la Constitución no debe ser
interpretada desde un punto de vista antropocéntrico, sino biocéntrico y que las
obligaciones con los animales son directas, de acuerdo a la prohibición de crueldad
contra los animales.273
Finalmente, el Tribunal decidiría, por una estrecha mayoría de 6-5, que la
regulación de la práctica cultural conocida como Vaquejada era inconstitucional,
incluso si ésta tuviera como objeto reducir la crueldad animal, puesto que produce un
sufrimiento innecesario en los animales.274
Al respecto, se debe destacar que, en los años anteriores, había avanzado en
general una tendencia a la judicialización de la política en la Corte Suprema,

272
GARROTE (2011) p. 80.
273
GARROTE (2011) p. 81.
274
BARROSO, BENVINDO y OSORIO (2017) p. 503.

82
resolviendo el citado año distintas materias políticas, sociales y económicas de
relevancia.275
El voto de mayoría resolvió que “el sufrimiento animal importa por sí mismo,
sin importar el respeto por un ambiente balanceado, su función ecológica, o su
importancia para preservar especies”276 Esta conclusión es importante ya que
significa un abandono de la interpretación anteriormente explicada, que entendía que
los deberes con los animales son solo indirectos. Asimismo, el señalar que el
sufrimiento animal tiene un valor propio, importa concluir que su protección es
autónoma en relación al medioambiente.
Incluso, el Tribunal fue aún más lejos, ya que en la sentencia hace referencia a
su jurisprudencia anterior, señalando que en ninguno de los casos que declaró
inconstitucional alguna provisión por vulnerar la prohibición de crueldad animal, lo
hizo debido a que dichos actos llevarían a un desbalance medioambiental o a la
extinción de una especie. En definitiva, afirma que, en su jurisprudencia reciente,
aunque hubiera sido de manera implícita, ya había concluido que los animales se
deben proteger por sí mismos, independiente de la afectación al medioambiente y el
perjuicio producido al ser humano.
Esta sentencia fue recibida con satisfacción por quienes esperaban una mayor
protección de los derechos de los animales. Luego de un largo recorrido, la protección
de los animales era fortalecida, por medio de la interpretación del Supremo Tribunal
Federal. Sin embargo, la felicidad sería interrumpida rápidamente, puesto que, en
distintas partes de Brasil, especialmente en el norte del país, donde la Vaquejada es
una práctica común, y genera empleos, hubo manifestaciones populares en favor de
esta práctica.
En virtud de aquello, poco tiempo después, se aprobaría una ley que reconocía
la Vaquejada como parte de la herencia cultural intangible de Brasil.277 Además, el 19
de octubre de 2016, se presentaría un proyecto de modificación constitucional, que
permitiera realizar manifestaciones culturales que fueran patrimonio cultural
275
BARROSO, BENVINDO y OSORIO (2017) p. 496.
276
LOURENÇO y DE JESUS (2019) p. 52.
277
BARROSO, BENVINDO y OSORIO (2017) p. 504.

83
brasileño que atenten contra el bienestar animal. Esta propuesta fue aprobada unos
meses después en el Senado y luego enviada a la Cámara de Diputados, publicándose
el año 2017.278 En conformidad con lo anterior, el actual artículo 225, prescribe en su
párrafo séptimo que “Para propósitos de la disposición en la parte final de inciso VII
del §1° de este artículo, las prácticas deportivas que utilizan animales no se
considerarán crueles mientras sean culturales, de conformidad con el § 1ᵒ del art. 215
de esta Constitución Federal, registrada como un bien de inmaterial naturaleza que
forma parte del patrimonio cultural brasileño, regulada por una ley específica que
asegure el bienestar de los animales involucrados.”279
El caso de Brasil es interesante puesto que no solo entrega luces de cómo el
proceso de la constitucionalización de la protección animal puede suceder en Chile,
donde parte de la población considera el rodeo como una práctica que debe ser
culturalmente defendida, sino también ya que dice relación con el constitucionalismo
democrático.

La protección animal dentro del derecho del medio ambiente y su posible


incorporación en Chile

La constitucionalización de la protección de los animales en Brasil, de


acuerdo a lo que se señaló se realiza dentro del derecho a un medio ambiente
ecológicamente equilibrado. Al respecto, la disposición no tiene mayor complejidad,
al simplemente agregar que le incumbe al gobierno prohibir las prácticas que sujeten
a los animales a actos de crueldad. Con todo, el estudio de la protección
constitucional de los animales en Brasil demuestra que el éxito de una disposición
constitucional de similares características depende de contar con determinadas
circunstancias sociales.
Al respecto, se debe explicar que la respuesta a la sentencia del Supremo
Tribunal Federal de Brasil, que significó una reforma constitucional es denominado

278
KARAM DE CHUERI y CASTILLO DE MACEDO (2018) p. 153.
279
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL (1988).

84
por la doctrina de Estados Unidos como backlash, esto es, una reacción de la
sociedad a los cambios propuestos por decisiones judiciales. En este sentido, se suele
utilizar a la sentencia Roe v. Wade, para ejemplificar el referido fenómeno.
Entendido el referido término, es evidente que aquello es lo que sucedió en el
caso de Brasil: por medio de una decisión del Supremo Tribunal Federal, se avanzó
en la protección de los intereses de los animales, prohibiendo determinadas prácticas,
las que causaron suficiente insatisfacción popular para que los grupos afectados
pudieran unirse y, en la práctica, hacer retroceder los avances propuestos por el
Tribunal. Como ya se señaló, se debe recordar que la sentencia del Supremo Tribunal
Federal no es una excepción y se enmarca dentro de otras decisiones constitucionales
y políticamente relevantes. Así, como afirma Barroso, “En Brasil, por otra parte,
después de la redemocratización, en 1988, y sobre todo a partir de mediados de los
años 2000, el Supremo Tribunal Federal se convirtió en un importante instrumento de
protección de los derechos fundamentales y de avance social. En diversos momentos,
el Tribunal desempeñó un papel decisivo al contrabalancear la tradición de
hegemonía del Poder Ejecutivo y al superar la inercia del Congreso Nacional en
temas importantes.”280
Ahora bien, esto no significa que de consagrarse la protección de los animales
en Chile, los activistas deberían ser temerosos de decisiones judiciales
controversiales, ya que podrían causar un backlash. En este sentido, Post y Siegel
proponen el denominado constitucionalismo democrático, el que, al contrario,
considera que estar en desacuerdo sobre qué dice la Constitución es una condición
para el desarrollo del derecho constitucional.281 Al respecto, como manifiestan, ―the
premise of democratic constitutionalism is that the authority of the Constitution
depends on its democratic legitimacy‖282 En otras palabras, a la Constitución la
moldearían un conjunto de dinámicas que se enfrentan entre sí, resistiendo unas el
cambio y otras promoviéndolo. Lo que una sociedad, en un momento particular de la

280
BARROSO (2016) p. 138.
281
POST y SIEGEL (2007) p. 2.
282
POST y SIEGEL (2007) p. 2.

85
historia, entiende que es su Constitución dependerá del resultado de esta lucha
constante.
Consiguientemente, una de las preguntas del constitucionalismo democrático
es cómo una nación puede sentir a una Constitución como suya y, a la vez, tener un
documento suficientemente rígido para limitar el actuar del Estado. A esta pregunta,
Post y Siegel responden que "El mecanismo más conocido e incontrovertido para
trasladar los valores políticos hacia el derecho constitucional, es el procedimiento de
enmienda constitucional” 283. Sin embargo, los autores afirman que es evidente que el
referido mecanismo no es suficiente ni efectivo, debido a su excepcionalidad.
Consiguientemente, sugieren la necesidad de otras vías que permitan que la
Constitución se mantenga actualizada y constitucionalmente sensible a las
necesidades de la nación. Así, sugieren que “un camino amplio y continuo para lograr
el cambio es impugnar normas, el cual procura transformar los valores que sustentan
las interpretaciones judiciales de la Constitución”.284 Es evidente que los tribunales
tienen un rol preponderante en dicho proceso.
Ahora bien, Post y Siegel recuerdan que la autoridad de los tribunales siempre
dependerá finalmente de la confianza que los ciudadanos tengan en las mismas. Así,
de nada servirá la facultad de un tribunal para interpretar la Constitución y proteger
valores que considera importante si al hacerlo se aleja del sentir de la nación. Así,
afirman que si la interpretación de los tribunales se aleja considerablemente de las
creencias de un pueblo, este encontrara los modos de hacerlo saber, dando a conocer
su interpretación y sentir sobre las decisiones.285
Lo interesante es notar que el constitucionalismo democrático responde a que
lo sucedido en Brasil no es algo no deseado; por el contrario, es necesario, y una
forma de que la propia Constitución se mantenga sensible a la sociedad. Así, los
movimientos ciudadanos que critican las decisiones judiciales, invocando a su vez la
Constitución, a diferencia de lo que se ha defendido por algunos, no están yendo en

283
POST y SIEGEL (2013) p. 22.
284
POST y SIEGEL (2013) p. 23-24.
285
POST y SIEGEL (2007) p. 3.

86
contra de ésta, sino que están afirmando y declarando qué es lo que entienden que la
Constitución dice. En este sentido, esta discusión se enmarca en el juego de
dinámicas que resulta en la tradición constitucional. Es decir: ―when citizens speak
about their most passionately held commitments in the language of a shared
constitutional tradition, they invigorate that tradition. In this way, even resistance to
judicial interpretation can enhance the Constitution’s democratic legitimacy." 286
Lo anterior permite recordar que, como señala Pitkin, las constituciones son el
resultado de los compromisos, la negociación, las discusiones y la historia de un
pueblo, pero también son resultado de la faz agonal de la política, donde algunos
perderán y otros ganarán; y más importante aún, estas se moldean constantemente a
lo largo de su historia. Como señala, ―our constitution is more something we do than
something we make‖287.
Por lo tanto, el backlash sucedido en Brasil no es un problema desde un punto
de vista constitucional, sino que, al contrario, debe verse como algo positivo: los
ciudadanos, al rechazar la decisión del Tribunal están desafiando su autoridad,
ayudando a construir lo que la sociedad entiende de la Constitución. Lo anterior se ve
reflejado con más fuerza si se recuerda que, en el caso brasileño, las demandas
sociales terminaron con una modificación constitucional.
Es decir, de acuerdo al constitucionalismo democrático, tanto el gobierno
representativo como los ciudadanos movilizados tienen un rol preponderante en
reafirmar la autoridad de la Constitución. 288
En definitiva, la disposición brasileña demuestra que el reconocimiento de los
intereses de los animales no es completamente modular, ya que depende de
circunstancias sociales determinadas: en este caso, que la protección animal sea un
interés que la ciudadanía reconoce como relevante. Ahora bien, esta legitimidad no
solo debe encontrarse en el acto fundacional, sino que es necesario se mantenga a lo
largo del tiempo. Volviendo a Pitkin, para lograr una Constitución exitosa no basta

286
POST y SIEGEL (2007) p. 4.
287
PITKIN (1987) p. 168.
288
POST y SIEGEL (2007) p. 7.

87
estar activo en un solo momento, sino que las demandas deben ser suficientemente
poderosas para que resistan el cambio de generación: asumir que, en algún momento,
alguien distinto será quien las continúe. Así, debemos admitir que consagrar
disposiciones en la Constitución no es un acto completamente libre, ya que depende
inevitablemente de nuestra historia y que de lo contrario inevitablemente fallarán.
Además, también debemos aceptar que la interpretación de la Constitución es
constante, y que en la interminable batalla política de determinar el significado de
nuestra Constitución, es necesario estar atento a la sensibilidad democrática que la
carta política debe tener. 289

5. EGIPTO
Constitucionalización
El movimiento de protección de los animales en Egipto es reciente. El grupo
de protección animal más antiguo es el Hospital Brooke para Animales, fundado por
Dorothy Brooke en 1934. Sin embargo, no sería hasta los 2000 que el movimiento
tendría tracción, creándose un gran número de organizaciones no gubernamentales,
enfocadas en distintos aspectos de la protección animal.290 ¿Cómo puede un país con
una tradición reciente de protección animal lograr que sean protegidos
constitucionalmente? La respuesta a esta interrogante dice relación con la
interseccionalidad y transversalidad del trabajo de los animalistas en Egipto. En este
sentido, primero se debe explicar la relación de Egipto con el islam.
Más del 90% de la población egipcia se define como musulmán, y la
Constitución de Egipto, dispone en su artículo 2° que “El islam es la religión del
Estado y el árabe es la lengua oficial. Los principios de la Sharía islámica son la
fuente principal de la legislación.” Consiguientemente, la religión no solo tiene una
gran importancia para determinar los asuntos de interés de la población, sino que
también influye en los debates legislativos.

289
PITKIN (1987) p. 168.
290
STILT (2018) p. 1367.

88
A pesar de lo expresado, no debe exagerarse la relevancia de la recién citada
disposición, ya que la Corte Constitucional Suprema de Egipto ha interpretado el
artículo 2° de una forma relativamente liberal, concluyendo que para que la ley sea
conforme a esa disposición es suficiente que no viole las leyes de la sharía, mantenga
el bienestar humano y proteja sus derechos.291 Sin perjuicio de aquello, los activistas
por los derechos animales utilizaron la conexión de la población y el ordenamiento
jurídico con el islam para impulsar legislación que protegiera a los animales.292
Cuando luego de la revolución del año 2011 surgió la posibilidad de redactar
una nueva constitución, encontrar y utilizar estos puntos de conexión sería necesario
para su consagración en la Constitución.
En este sentido, se debe explicar que el Corán tiene varias menciones sobre el
bienestar de los animales. Al respecto, destaca el pasaje que señala que “No hay
animal en la tierra, ni ave que vuele con sus alas, que no constituyan comunidades
como vosotros”, y que fue ampliamente utilizado por los protectores de los derechos
de los animales. Sin embargo, no hay disposiciones en que se explique
detalladamente el tratamiento que deben tener los animales.
Asimismo, existen textos religiosos que demuestran la preocupación por los
animales en el islam, como la obra de Hasanayn Muhammad Makhluf, quien ocupó a
mediados del siglo pasado una de las posiciones religiosas más altas en el país y en la
que se afirma que el islam exige que se trate bien a los animales.293
De la mano de estos documentos, entre otros, distintas organizaciones
animalistas no gubernamentales, en un trabajo en conjunto, encargaron a dos
académicos la producción de un texto que tenía como propósito hacer conocer la
294
presencia de los animales en los escritos y la historia del islam. Además del
trabajo de difusión, estas organizaciones trabajaron ampliamente con los redactores
de la Constitución egipcia de 2012.

291
ABDELAAL (2013) p. 35.
292
STILT (2018) p. 1368.
293
STILT (2018) p. 1369-1370.
294
STILT (2018) p. 1374.

89
Sin embargo, sus esfuerzos fueron infructíferos, no reconociendo la Carta
Política la protección de los animales, a pesar de hacer mención al rol del Estado en
relación al ganado. 295 Sin embargo, muy pronto, tendrían otra oportunidad.
El año 2013, el presidente Mohamed Morsi fue derrocado, por medio de
fuerzas militares egipcias, y durante la presidencia, interina, de Adly Mansur, empezó
un nuevo proceso constituyente. En esta oportunidad, se determinó que la
Constitución sería redactada por un comité de 50 personas. Este comité, si bien se
reunió con varias organizaciones civiles y utilizó sitios web y redes sociales para
alcanzar al público, fue criticado por no entregar a la población una real participación.
Con todo, la Constitución fue plebiscitada el 2014, y aprobada por un 98.1%, aunque
solo participó un 38,6% del universo electoral. 296
El citado comité, durante la redacción, invitó a diversas personalidades para
que dieran sus puntos de opinión sobre temas de su interés. Así, y con el objeto de
informar sobre los derechos de la mujer, uno de los temas más relevantes en la nueva
constitución egipcia, una de las personas invitadas a participar de dicho comité fue
Amina Abaza.
En su charla al comité, Abaza comenzó su intervención haciendo énfasis en la
relación de los derechos de la mujer con los de los animales, manifestando que ambos
son víctimas constantemente en la sociedad de Egipto. En su presentación, destacaría
que la crueldad con los animales siempre se manifiesta finalmente en la crueldad
contra otros humanos. La conferencia fue un éxito, extendiéndosele a Abaza más
invitaciones al Comité y otras instancias de discusión. 297
Lo anterior demuestra que la estrategia iniciada para la redacción de la
constitución el 2012, se mantuvo en este proceso constituyente. En ambos casos, se
vincularon los derechos de los animales con otro problema que permitiera a la
población un acercamiento más intuitivo; mientras el 2012 fue el islam, el 2013
fueron los derechos de la mujer, al expresar Abaza que hay una relación indisoluble
entre el abuso animal y el abuso a los humanos.
295
STILT (2018) p. 1376
296
GLUCK y BRANDT (2015) p. 9.
297
STILT (2018) p. 1379.

90
En este sentido, en el segundo proceso constitucional se logró conectar la
protección animal como un asunto de derechos humanos. Por su parte, los redactores
de la Constitución vieron en la protección animal una conexión con el medio
ambiente, consagrando la protección de los animales en el mismo artículo que
consagra la obligación de protección al medio ambiente.298
Finalmente, el Comité aceptaría las solicitudes y consagraría, en el artículo 45
de la Constitución, la obligación de los estados de entregar protección a los animales.
El precepto señala lo siguiente:

“El Estado protegerá sus mares, costas, lagos, caudales de agua, aguas
subterráneas y reservas naturales. La agresión, la contaminación o el
abuso de los recursos hídricos están prohibidos. Cada ciudadano tiene
el derecho a disfrutar de los recursos hídricos de acuerdo con las
regulaciones legales. El Estado protegerá y desarrollará las áreas
verdes en las zonas urbanas, preservará las riquezas vegetales,
animales y pesqueras y, protegerá aquellas en amenaza o riesgo de
extinción y afrontar otros peligros. Asimismo protegerá a los animales
de la crueldad. Todo esto se realizará de conformidad con la ley.”299

El deber se encuentra dentro de la protección del medio ambiente, y se une a


la tendencia de otros países que han consagrado el deber de proteger a los animales,
en el mismo título, o artículo que este derecho. Por otra parte, se debe precisar que la
traducción “protegerá a los animales de la crueldad”, no logra expresar
completamente el significado de la frase en árabe. De acuerdo a Stilt, la frase, al-rifq
bi-l-hayawan, ―connotes both kindness to animals and humane treatment of
animals—the promotion of something positive—as well as the prevention of
harm.‖300 Es decir, no solo implica un actuar negativo, sino que también significa

298
STILT (2018) p. 1366.
299
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA ÁRABE DE EGIPTO (2014)
300
STILT (2018) p. 1381.

91
acciones positivas y se asocia con conceptos no jurídicos y muy amplios, como
bondad y un tratamiento humano.
Otro aspecto a destacar es que las palabras utilizadas en la disposición no son
originales de los redactores, sino que tienen una importante raigambre en el islam. Lo
anterior no es un asunto baladí, puesto que le otorga raíces culturales propias a una
disposición novedosa. Basar el precepto en aspectos de la tradición del pueblo le da
legitimidad, ya que permite que, a pesar de la originalidad de proteger
constitucionalmente a los animales, éste sea verdaderamente una manifestación de la
cultura de la población. En este sentido, se enmarca dentro de la historia de Egipto, y
no aparece como una disposición ajena y adoptada de constituciones extranjeras sin
fundamento en el contexto del país.
En definitiva, el cambio constitucional fue resultado de dos mecanismos que
confluyeron en una oportunidad histórica. Aumentar, por medio de información, la
cantidad de personas interesadas en un cambio constitucional y, luego, conectar la
protección de los animales con otros asuntos de importancia nacional; el islam y los
derechos de la mujer. Estas herramientas permitieron que, presentada la oportunidad
necesaria, un nuevo proceso constituyente, la protección a los animales pudiese
finalmente ser consagrada constitucionalmente. Al respecto, una entrevista otorgada
por Mohamed Salmawy, el vocero del comité que redactó la Constitución demuestra
la importancia de lo realizado por los grupos activistas animales.
―[Abaza] was among the thousands who sent us suggestions for the
constitution. Her suggestion was very good and was signed by 10,000
citizens. It said that there should be an article in the constitution on
kindness to animals (al-rifq bi-l-hayawan), which the three
monotheistic religions all endorse. And the point of view of Amina and
her group is very good because they say that violence in society—and
as we are now combatting violence and terrorism—begins with treating
animals with cruelty. For people become used to cruelty this way. If

92
people get used to treating animals kindly, they will be kind to humans
also. So, this article was included in the constitution.‖301

La protección de los animales en Egipto y su posible incorporación en Chile


Desde la consagración constitucional, la protección de los animales es una
causa legítima dentro de los intereses del Estado. Además, el lenguaje utilizado, al-
rifq bi-l-hayawan, ha obtenido un peso específico relevante, por lo que puede ser
utilizado en discusiones legislativas, modificaciones de políticas públicas, en debates
académicos, y también con el ciudadano común, y se seguirá desarrollando en el
futuro debido a encontrarse bajo el alero de la Constitución.302
A mayor abundamiento, debido a que la protección se encuentra conectada al
islam, la posibilidad de lograr este desarrollo parece más fácil en un país en que es la
religión mayoritaria. Aquello demuestra, una vez más, la relevancia de conectar la
protección animal con el contexto en que se inscribe.
Sin perjuicio de estos avances, es necesario comprender la protección de los
animales dentro del entorno constitucional en el cual se contiene. Así, el artículo 29
de la Constitución de Egipto, dispone que:
“La agricultura es un componente básico de la economía nacional. El
Estado se compromete a proteger e incrementar las tierras cultivables, y
judicializará la ocupación ilícita de las mismas. El Estado desarrollará el
campo, elevará el nivel de vida de sus habitantes y los protegerá contra
los riesgos de la agricultura. Trabajará por desarrollar la producción
agrícola y animal, y promoverá a las industrias basadas en ellas. El
Estado debe proveer lo que se requiera para la producción agrícola y
animal, y comprará los cultivos agrícolas básicos a precios apropiados
para que los agricultores alcancen un margen de ganancia en acuerdo con
los sindicatos de agricultores y las asociaciones agrarias.”

301
STILT (2018) p. 1383.
302
STILT (2018) p. 1386.

93
Es decir, mientras que por un lado protege las especies en amenaza o riesgo de
extinción y a los animales de crueldad, la Constitución manda al Estado a desarrollar
la producción animal y promover a sus industrias. Sobre esta materia, se pueden
defender las mismas conclusiones que se hicieron sobre la protección en Brasil.
Debido a aquello, la protección animal consagrada en la Constitución de
Egipto se enmarca dentro de un modelo de bienestar, con un enfoque económico. La
pregunta lógica consiste en cómo pueden armonizarse el interés de usar a los
animales en la industria agrícola, y evitar al mismo tiempo un sufrimiento
innecesario.
En otro orden de ideas, es interesante explicar que en Egipto no existe una ley
de protección animal comprensiva como por ejemplo en Alemania o Suiza. Así, fuera
de la Constitución, las disposiciones que se refieren a la protección animal se
encuentran en la legislación agrícola y en el Código Penal. En este sentido, es
interesante que, a diferencia de Alemania, no fue necesario seguir el camino de
legislación, judicialización, y por último constitucionalización.
Lo anterior significa, por una parte, que la provisión de protección de los
animales en el artículo 45 de la Constitución es difícil de llevar a la práctica, siendo
necesario, promulgar una legislación comprensiva de protección de los animales. Con
todo, aquello abre una gran posibilidad, puesto que esta ley deberá ser ideada y
discutida desde los estándares constitucionales dispuestos por dicho artículo. En este
orden de ideas, la ley tendrá una legitimidad importante al nacer a la vida del derecho,
que, de haber sido promulgada con anterioridad a la reforma constitucional,
probablemente no habría tenido.
Al respecto, la Constitución de Egipto sirve a Chile para estudiar cómo la
protección de los animales se puede convertir en un tema de relevancia nacional,
considerando que hay otras necesidades que la población puede considerar más
importantes o urgentes. Al respecto, Pezzetta afirma, respecto al contexto
latinoamericano, que “este presenta desafíos específicos tales como la desigualdad
social, la violencia, la pobreza, una fuerte dependencia económica de sus recursos

94
naturales y una larga tradición de movimientos sociales que han hecho
reivindicaciones de distintas clases de derechos”. 303
En este mismo sentido, Evans manifiesta que el hecho que los animalistas en
general tengan una posición poco preponderante en el ámbito político hace que
aquellos casos en que ha sido exitoso en lograr sus objetivos constitucionales sea
ideal para ilustrar cuáles son las tácticas más efectivas para lograr cambios
políticos.304
En este orden de ideas, uno de los motivos que explica el éxito de las
campañas activistas que han logrado que los derechos de los animales sean
consagrados constitucionalmente dice relación con que conectan sus demandas con
aspectos culturales ya establecidos.305 Es decir, en vez de explotar determinadas
circunstancias como hechos separados, las presentan como parte de situaciones
culturales transversales.
Así, y de acuerdo se señaló en el título 2 del Capítulo V, los activistas
alemanes relacionaron la decisión del Tribunal Constitucional Federal Alemán con un
factor cultural, en este caso el prejuicio hacia prácticas musulmanes en Alemania, con
las demandas animalistas. Por su parte, en el título 3 del Capítulo V se explica cómo
en Suiza los activistas relacionaron la protección animal con la preocupación de la
sociedad sobre la investigación genética en las criaturas. En este orden de ideas, en
Egipto los animalistas utilizaron en dos oportunidades los aspectos culturales para la
relación con las demandas; no solo relacionaron sus demandas con la religión,
intentando demostrar cómo los musulmanes deben respetar a los animales, sino que
también hicieron hincapié en la relación con una demanda social urgente e
importante, como los derechos de la mujer.
Es decir, determinadas situaciones; como el caso resuelto por el Tribunal
Constitucional Federal Alemán, la investigación genética en Suiza. o las demandas
sociales por derechos de la mujer, son utilizadas para conectar las demandas de los

303
PEZZETTA (2020) p. 29.
304
EVANS (2010) p. 234.
305
EVANS (2010) p. 245.

95
activistas animales con asuntos de importancia cultural, para lograr exitosos cambios
constitucionales.
Esta relación con otras demandas sociales debe ser un punto de atención de
los animalistas. Al respecto, es necesario recordar que de acuerdo a Kymlicka y
Donaldson, no solo la izquierda suele rechazar las demandas de los animalistas, sino
que uno de los motivos por los cuales se produce dicho rechazo es la percepción de
que su defensa le causará problemas a las luchas de otros grupos sociales.306
En este sentido, Pezzetta apunta a que los animalistas en Latinoamérica deben
enforcarse en relacionar sus demandas con la “larga tradición de lucha por la igualdad
en nuestro país y región”307. A mayor abundamiento, concluye que la protección de
los animales tiene que enfocarse desde su relación con otras demandas sociales y que
en su conjunto se enfrenten como formas de discriminación.

306
KYMLICKA y DONALDSON (2014) p. 118.
307
PEZZETTA (2020) p. 36.

96
V. CONCLUSIONES

1. Desde finales del siglo pasado, los científicos han demostrado la importancia
de cambiar el modo en que la humanidad se relaciona con el medio ambiente
en general y los animales en particular. La pandemia de COVID-19 ha
demostrado la urgencia con que son necesarios dichos cambios. Por su parte,
desde la década de los 70‟ del pasado siglo, distintos filósofos han propuesto
un cambio en relación a los deberes que las personas tenemos con los
animales, proponiendo una comprensión de la ética animal distinta.
En este sentido, culturalmente también se ha producido un cambio, estando la
mayoría de las personas de acuerdo en que debe evitarse el sufrimiento
animal.
2. La protección de los animales en Chile ha aumentado en las últimas décadas,
pudiendo señalarse, desde la publicación de la ley N° 20.380 y la ley N°
21.020, que en el sistema legal chileno se reconoce un principio general de
protección de los animales. Con todo, es indiscutido que este reconocimiento
no ha alcanzado nivel constitucional.
3. El estudio del derecho constitucional comparado, y la migración
constitucional en particular, entrega métodos para estudiar cuándo se justifica
adoptar una parte, pequeña o grande, de otra Constitución. Al respecto, se
afirma que se podrá realizar cuando lo prestado es una provisión modular, es
decir, aquella que funciona de manera exitosa de forma independiente a
circunstancias sociales o normas constitucionales. En este sentido, se
concluye que las normas constitucionales sobre protección de los animales
son, en principio, modulares.
4. La consagración de la protección de los animales en Alemania se realiza por
medio de los deberes estatales. Lo anterior no la hace completamente
modular, puesto que depende del reconocimiento legal de estos, y un
desarrollo en la doctrina y jurisprudencia. Con todo, se concluye que en Chile
los deberes estatales han sido lo suficientemente estudiados para permitir que

97
el modelo alemán sea exitoso. Asimismo, el constitucionalismo moderno
respaldaría la consagración de ciertos principios del Estado como deberes.
5. El modelo suizo realiza la protección de los animales por medio del
reconocimiento de su dignidad. Lo anterior lo convierte en una norma que
depende que la dignidad, usualmente reservada para los humanos, pueda ser
también predicada de los animales. Así, se concluye que, si bien la tradición
legal suiza permite realizar dicho reconocimiento, en Chile lo anterior es
incompatible con la tradición constitucional, lo que ha sido respaldado por la
doctrina y la jurisprudencia.
6. El reconocimiento de la protección de los animales en Brasil no dependería de
una tradición legal en particular. Con todo, el backlash producido por las
decisiones del tribunal superior brasileño demuestra la necesidad de que la
protección de los animales sea el resultado de una negociación con otros
grupos intermedios e intereses de la sociedad, y que esta legitimidad no sea
solo en un momento fundamente, sino que resista el avance del tiempo.
7. En Egipto, el reconocimiento de la protección de los animales dice relación
con un contexto religioso que hace que no sea modular, y por tanto no sea
posible determinar su éxito en Chile.
8. El estudio de las cuatro constituciones demuestra que los movimientos que
buscan el reconocimiento constitucional de determinados intereses logran su
cometido en cuanto conectan sus demandas con aspectos culturales relevantes
y utilizan una circunstancia en particular para relacionar este interés con un
tema de relevancia transversal en la sociedad.

98
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MacMillan, Animal Ethical Series)
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(Santiago, Editorial Jurídica de Chile).
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(Santiago, Editorial Jurídica de Chile).
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Cambridge University Press).
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SUNSTEIN, Cass (2001): “Introduction to animal Rights (Book Review)”, New
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WHYTOCK, Christopher (20089: “Taking Casuality Seriously in Comparative
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Economy”, Loyola of Los Angeles Law Review, vol N° 41, pp. 629-682.

107
NORMAS Y OTROS INSTRUMENTOS CITADOS.

ACTAS OFICIALES DE LA COMISIÓN DE ESTUDIOS DE LA NUEVA CONSTITUCIÓN (1973)


ALEMANIA, Constitución de la República Federal de Alemania (23/05/1949).
ALEMANIA, Ley de protección Animal (16/12/2005).
BRASIL, Constitución de la República Federativa de Brasil (5/10/1988).
CHILE, Constitución Política de la República de Chile (18/09/1925)
CHILE, Ley N° 19.473 de 1996 (27/09/1996), Sustituye texto de la Ley N° 4.601,
sobre Caza, y artículo 609 del Código Civil.
CHILE, Ley N° 20.380 (11/09/2009), Sobre Protección de Animales.
CHILE, Ley N° 21.020 (02/08/2017), Sobre Tenencia Responsable de Mascotas y
Animales de Compañía.
CHILE, Código Sanitario (11/12/1967).
EGIPTO, Constitución de la República Árabe de Egipto (18/01/2014)
SUIZA, Constitución Federal de la Confederación Suiza (29/04/1874)
SUIZA, Constitución Federal de la Confederación Suiza (01/01/2000)
SUIZA, Código Civil (1/1/1912).

108
JURISPRUDENCIA CITADA.

CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD EN CONFORMIDAD A LO DISPUESTO EN EL

ARTÍCULO 93, INCISO PRIMERO, Nº 1º, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA

REPÚBLICA, DEL PROYECTO DE LEY, APROBADO POR EL CONGRESO NACIONAL, SOBRE


TENENCIA RESPONSABLE DE MASCOTAS Y ANIMALES DE COMPAÑÍA (2017): Tribunal
Constitucional chileno, Rol N° 3489-17, 22 de junio de 2017.
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD EN CONFORMIDAD A LO DISPUESTO EN EL

ARTÍCULO 93, INCISO PRIMERO, N° 1°, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA

REPÚBLICA DEL PROYECTO APROBADO POR EL CONGRESO NACIONAL, SOBRE

PROTECCIÓN DE LOS ANIMALES (2009): Tribunal Constitucional chileno, Rol N°


1.459, 25 de agosto de 2009.
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD EN CONFORMIDAD A LO DISPUESTO EN EL

ARTÍCULO 82, N° 1°, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DEL PROYECTO

DE LEY, APROBADO POR EL CONGRESO NACIONAL, QUE CREA LA UNIDAD DE ANÁLISIS


FINANCIERO Y MODIFICA EL CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE LAVADO Y BLANQUEO DE
ACTIVOS (2003): Tribunal Constitucional chileno, Rol N° 389, 28 de octubre de 2003.
EXAMEN DE CONSTITUCIONALIDAD DE OFICIO, DEL ARTÍCULO 38 TER DE LA LEY Nº
18.933 (2010): Tribunal constitucional chileno, Rol N° 1710-10, 6 de agosto de 2010.
REQUERIMIENTO DE INAPLICABILIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LA

ILUSTRÍSIMA CORTE DE APELACIONES DE VALPARAÍSO POR EL ARTÍCULO 13 DE LA LEY


Nº 18.575, ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE BASES GENERALES DE LA

ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO, SEGÚN TEXTO REFUNDIDO, COORDINADO Y

SISTEMATIZADO FIJADO POR DECRETO CON FUERZA DE LEY Nº 1/19.653, DEL AÑO

2001, DEL MINISTERIO SECRETARÍA GENERAL DE LA PRESIDENCIA, ESPECÍFICAMENTE,


“EN CUANTO DISPONE COMO UNA DE LAS CAUSALES EN CUYA VIRTUD SE PODRÁ

DENEGAR LA ENTREGA DE DOCUMENTOS O ANTECEDENTES DE CARÁCTER PÚBLICO, EL

QUE SU DIVULGACIÓN O ENTREGA AFECTE SENSIBLEMENTE LOS DERECHOS O INTERESES

DE TERCERAS PERSONAS, SEGÚN CALIFICACIÓN FUNDADA EFECTUADA POR EL JEFE

109
SUPERIOR DEL ÓRGANO REQUERIDO” (2007): Tribunal constitucional chileno, Rol N°
634-2006, 9 de agosto de 2007.
REQUERIMIENTO DE INAPLICABILIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD, DE LA JUEZA

TITULAR DEL JUZGADO DE FAMILIA DE PUDAHUEL NEL GREEVEN BOBADILLA, POR EL


ARTÍCULO 205 DEL CÓDIGO CIVIL, EN LA PARTE QUE DISPONE CUANDO EL HIJO TENGA
DETERMINADA UNA FILIACIÓN DIFERENTE, PARA LO CUAL SE SUJETARÁN A LO

DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 208, EN EL MARCO DE LA CAUSA SOBRE RECLAMACIÓN DE


FILIACIÓN NO MATRIMONIAL RIT C-2793-2016 Y RUC 16-2-0395241-8, SUSTANCIADA

ANTE ESE TRIBUNAL (2017): Tribunal constitucional chileno, Rol N° 3364-17, 14 de


septiembre de 2017.
REQUERIMIENTO DE INAPLICABILIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD EN

REPRESENTACIÓN DE ALEX PATRICIO RICHARD CORTÉS, EN RELACIÓN CON LOS

ARTÍCULOS 277 Y 279 DEL CÓDIGO PENAL, EN LA CAUSA PENDIENTE ANTE EL JUZGADO

DE GARANTÍA DE COPIAPÓ, RIT N° 2795-2014, RUC 1301229078-5 (2015): Tribunal


Constitucional chileno, Rol N° 2758-14, 10 de septiembre de 2015.
REQUERIMIENTO DE INAPLICABILIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD EN

REPRESENTACIÓN DEL SENADOR CARLOS OMINAMI PASCUAL, EN RELACIÓN CON LOS

ARTÍCULOS 2.331 DEL CÓDIGO CIVIL Y 40, INCISO SEGUNDO, DE LA LEY Nº 19.733,
SOBRE LIBERTADES DE OPINIÓN E INFORMACIÓN Y EJERCICIO DEL PERIODISMO, EN EL

PROCESO ROL IC 800-08, CARATULADO OMINAMI CON URBANO Y OTROS, DE QUE

CONOCE LA CORTE DE APELACIONES DE VALPARAÍSO, SOBRE RECURSOS DE APELACIÓN

Y DE CASACIÓN EN LA FORMA INTERPUESTOS EN CONTRA DE LA SENTENCIA DEFINITIVA

DE PRIMERA INSTANCIA DICTADA POR EL MINISTRO DE FUERO DON JULIO TORRES


ALLÚ, EN EL JUICIO ORDINARIO SOBRE INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS, ROL 965-2006
(2009): Tribunal Constitucional chileno, Rol N° 1185-08, 16 de abril de 2009.
REQUERIMIENTO EN CONTRA DEL SEÑOR CLODOMIRO ALMEYDA MEDINA,
FORMULADO POR EL SEÑOR MINISTRO DEL INTERIOR POR INFRACCIÓN AL ARTÍCULO 8°
DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA (1987): Tribunal Constitucional
chileno, Rol N° 46, 21 de diciembre de 1987.

110
REQUERIMIENTO DE INCONSTITUCIONALIDAD DE TREINTA Y SEIS DIPUTADOS EN

EJERCICIO, QUE REPRESENTAN MÁS DE LA CUARTA PARTE DE LA HONORABLE CÁMARA


DE DIPUTADOS, EN CONFORMIDAD A LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 93, Nº 16, DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA, RESPECTO DEL DECRETO SUPREMO
REGLAMENTARIO Nº 48, DEL MINISTERIO DE SALUD, PUBLICADO EN EL DIARIO
OFICIAL, EN SU EDICIÓN DEL DÍA TRES DE FEBRERO DEL AÑO DOS MIL SIETE, QUE

APRUEBA LAS “NORMAS NACIONALES SOBRE REGULACIÓN DE LA FERTILIDAD” (2008):

Tribunal Constitucional chileno, Rol N° 740-07, 18 de abril de 2008.


REQUERIMIENTO DE INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS H. SENADORES DE LA

REPÚBLICA SEÑORAS JACQUELINE VAN RYSSELBERGHE HERRERA, ENA VON BAER


JAHN, SEÑORES JOSÉ DURANA SEMIR, RAFAEL PROHENS ESPINOSA, VÍCTOR PEREZ
VARELA, JUAN ANTONIO COLOMA CORREA, JUAN CASTRO PRIETO, RODRIGO GALILEA
VIAL, KENNETH PUGH OLAVARRÍA, SEÑORA LUZ EBENSPERGER ORREGO, Y SEÑORES

DAVID SANDOVAL PLAZA, IVAN MOREIRA BARROS Y FRANCISCO CHAHUÁN CHAHUÁN


RESPECTO DEL ARTÍCULO 13, INCISO SEGUNDO, DEL DECRETO SUPREMO N° 67, DEL

MINISTERIO DE SALUD, DE FECHA 23 DE OCTUBRE DE 2018, QUE “APRUEBA


REGLAMENTO PARA EJERCER OBJECIÓN DE CONCIENCIA SEGÚN LO DISPUESTO EN EL

ARTÍCULO 119 TER DEL CÓDIGO SANITARIO” (2019): Tribunal Constitucional chileno,
Rol N° 5572-18, 18 de enero de 2019.
Tribunal Federal Suizo: TRIBUNAL DE CASACIÓN CON CANTÓN DE FRIBURGO, BGE
115 IV 248 (2 de agosto de 1989)
Tribunal Federal Suizo: X E Y CONTRA DIRECCIÓN DE SALUD DEL CANTÓN DE
ZÚRICH, BGE 135 II 405, (7 de octubre de 2009)

111

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