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SEXUALIDAD

Introducción

En este trabajo aportaré información acerca de lo que se dice de la sexualidad


a partir de varias perspectivas, centrándome sobre todo en una observación
que he tomado de mi experiencia dentro de talleres de educación sexual, pues
me he percatado de que actualmente decimos mucho sobre la sexualidad
defendemos el derecho a ejercerla pero de manera responsable, defendemos
también la diversidad, se promueve la comunicación familiar con respecto a
estos temas con el fin de prevenir problemáticas tales como abuso sexual a
menores, violencia en el noviazgo, infecciones de transmisión sexual,
discriminación, aborto, misoginia, entre otros.

Desde la perspectiva de la psicología se ha llegado a formar talleres de


educación sexual que incluyen la visión de plan de vida, orientándose en la
acertividad y la información clara y precisa sobre métodos anticonceptivos,
comunicación familiar, infecciones de transmisión sexual, anatomía y fisiología,
entre otros temas.

Freud abre la perspectiva en relación a la sexualidad, nos muestra el


hermafroditismo psíquico, los infinitos objetos de que se puede valer la pulsión
para su satisfacción, orientándose no solo en la perversión, sino incluyendo la
fantasía, es decir el plano de la neurosis, y evidenciando que la sexualidad está
presente incluso en los niños.

Luego otros estudios científicos como el informe Kinsey vienen a corroborar las
observaciones de Freud.

Asociaciones civiles defienden fervientemente los derechos sexuales y la


expresión de la diversidad sexual. En el mercado se promocionan infinidad de
productos para la satisfacción sexual. Pero a pesar de la información y la
apertura supuesta a hablar y abandonar la hipocresía sigue expresándose la
sexualidad por otras vías, la homofobia, los embarazos adolescentes,
infecciones, discriminación, son asuntos que están a la orden del día. Me
pregunto entonces ¿Se puede dominar la sexualidad? ¿Qué es lo que sigue sin
decirse de ella que tiene que seguir expresándose por vías diversas?

Creo que el hablar de la sexualidad, el ponerla al “descubierto” en el discurso


cotidiano es un intento más para dominarla, querer conocer todo de ella, hasta
el más ínfimo detalle, es muestra del propósito de dominarla, enmascararla
para acallar su potencia dentro del alma humana. De tanto decirla se le
banaliza, aparentando que no hay más que decir. Así pues, pienso que no
hemos superado la hipocresía.

Justificación

Considero que es justificada la indagación sobre el tema pues actualmente nos


mentimos pensando que hemos superado las épocas en las que la sexualidad
se oprimía, se le ocultaba desencadenando frustración al ser humano y
pretendo comprobar que no es así. Existe algo de la sexualidad que
permanece inaccesible al conocimiento del ser humano y nos planea la
pregunta existencial clásica ¿Quién soy? Y ¿De dónde vengo? Cuya
respuesta es inaprensible con las palabras y prohibida en su acceso al saber.
Solo es preciso señalar la banalidad de las palabras puestas en juego dentro
de los discursos que se ocupan de la sexualidad para hacer tambalear su
plenitud y consistencia. Sé que no es original decir que algo de la sexualidad
permanece sin decirse desde siempre, pero parece que se nos olvida al
construir mecanismos para dominarla. Mi intención es hacer un recordatorio
para cuestionar el proceder de las instituciones que se dedican a la promoción
de la educación sexual y por supuesto un cuestionamiento al mercado en su
afán de mostrar como posible el acceso a la satisfacción por medio de
productos inútiles que fomentan el sin sentido de las palabras en torno al tema.
He de comenzar de una vez por todas, aunque en el intento de contestar a mi
interrogante inicial, me pierda en el abismo de lo inefable, pues en este afán se
podría delinear lo irrepresentable y señalar lo que no deja de decirse de la
sexualidad.

En la historia de la humanidad se han dicho muchas cosas, la sexualidad ha


sido atravesada por discursos que en el intento de delinearla, de describirla o
dominarla, la reprimen, la someten a la ley, y bueno, nosotros sabemos que la
palabra impone limite al goce, así que su misma puesta en discurso (y sobre
todo si se trata de hacerla un discurso homogéneo, universal o hegemónico) le
da imposibilidad de acceso al saber humano, dando paso a mutismos,
desapariciones y negaciones sobre la aparente inmensidad de su campo de
acción que se inscribe en el hueco en el que es todo ser humano, la palabra
limita y prohíbe (porque no se puede nombrar la totalidad de la sexualidad, se
evita darle materialidad a su existencia, y al mismo tiempo tal empresa es
imposible) señalando algunos matices de la experiencia humana y dejando de
lado otros muchos, incluso a nivel de la experiencia individual.

Desde mi punto de vista, por más que se diga sobre la sexualidad, por más que
se muestre, por más diverso que sea el discurso que la señala y que la nombra
también condenando su represión, siempre toparemos con lo innombrable, con
la inmensidad, si se quiere, con la nada que lo abarca todo y que constituye a
cada sujeto; cabe aclarar aquí, que cada sujeto se crea en su propia nada, no
es la misma insustancialidad de la que estamos hechos todos y cada uno de
los seres humanos.

INSTRUMENTO DE INVESTIGACIÓN

Me ha llagado la oportunidad de trabajar con un grupo de jóvenes en Mexfam,


mi idea es trabajar con ellos pero no reduciéndome al saber biológico,
psicológico, sociológico sobre la sexualidad en general a manera de informe
sobre datos que si bien no les son ajenos a la experiencia vivida por los
jóvenes sobre su sexualidad si obstaculizan el decir a partir del nombre propio,
con la propia palabra; me enfocaría a trabajar con ellos más bien en un asunto
de cuestionamiento y construcción de un discurso particular que delinearía lo
imposible de esa puesta en discurso, evidenciando así los huecos, ¿Por qué en
grupo? Pues creo que eso sería un buen aliciente para el reconocimiento de la
diferencia con respecto a los otros, que se traduce en un señalamiento de la
particularidad de la experiencia.

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