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Mariano D.

Perelman

LA PANDEMIA COMO HECHO SOCIAL TOTAL,

ARTIGO
COMO CRISIS Y LA DESIGUALDAD URBANA1
A PANDÊMIA COMO FATO SOCIAL TOTAL,
COMO CRISE E DESIGUALDADE URBANA

Mariano D. Perelman*

La propagación del Virus COVID-19, transformada en Pandemia, ha generado una serie de acciones que han afectado
todos los ámbitos de la vida. Desde febrero de este año, mucho se ha dicho, escrito, pensado. Todos tienen algo para
decir. Entonces, ¿qué podemos pensar y decir de la pandemia? ¿Tenemos algo para “más” para decir? Por un lado es
insoslayable que todo lo que se viene diciendo es “justificable” por los “efectos de la pandemia”. Y por el otro, todo eso
que se dice y lo que se hace puede ser objeto de análisis. Y es este el camino que la presentción propone. Si la pandemia
ha transformado y va a transformar – al menos por un tiempo – todos los ámbitos de la vida, será tema o una dimensión
a tener en cuenta por un largo tiempo en gran parte de las investigaciones desde “las ciencias sociales”. Es por ello que
resulta necessário pensar cómo abordar la pandemia en términos analíticos. El camino que recorre la presentación.
Palabras clave: Crisis, pandemia, modos dignos de vivir, desigualdades, COVID-19.

A propagação do Vírus COVID-19, transformada em Pandemia, tem gerado uma serie de ações que tem afetado todos
os âmbitos da vida cotidiana em esfera mundial. Desde fevereiro do presente ano muito vem sendo dito, escrito e
pensado sobre o assunto. Todos temos algo a dizer. Mas, o quê de “novo” pode ser dito ou pensado sobre a pandemia?
De um lado, é inevitável que tudo o que se vem dizendo é “justificável” pelos “efeitos da pandemia”. Por outro lado,
tudo o que se diz e o que se faz pode ser objeto de analise. E é este o caminho que esta apresentação se propõe. Se
a pandemia tem transformado e vai transformar – ao menos por um tempo – todos os âmbitos da vida, será tema ou
uma dimensão a ter que ser levada em conta por um longo tempo por grande parte das investigações e as que pensa-
mos desde “as ciências sociais”. Por isso é que precisamos pensar mais como abordar a pandemia em termos analí-
ticos: que é o caminho a ser percorrido por esta aula inaugural do Programa de Pós Graduação em Ciências Sociais.
Palavras-chaves: Crise. Pandemia. Modos de vida decentes. Desigualdades. COVID-19.

1 INTRODUCCIÓN ceso que sin duda ha afectado gran parte de


las investigaciones que se vienen realizando
Este texto trata sobre la pandemia inicia- y que se harán. La pandemia será tema o una
da en febrero de 2020. Esta elección parece ser dimensión para tener en cuenta por un largo
obvia en este contexto.2 En este último tiempo, tiempo. Pero al mismo tiempo, el texto tiene
la vida de todas las personas se ha transforma- una propuesta que permite pensar analítica-
do de diferentes formas, de múltiples maneras. mente desde la pandemia el modo en que se
Desde entonces, mucho se ha dicho, escrito, abordan ciertos procesos sociales signados por

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pensado sobre la pandemia. En este texto me las rupturas.
interesa reflexionar sobre cómo abordar la Voy a argumentar que, a pesar de la ex-
pandemia en términos analíticos. Es un pro- cepcionalidad en la que parecemos vivir, con-
tamos con importante tradición de investiga-
1
ción y de líneas de análisis que nos permite
2
pensar este tipo de eventos como el “tiempo de
* Universidad de Buenos Aires y CONICET.
Uriburu, n. 950, 6to piso, of. 16. Cep: 1114. Ciudad de la pandemia”. Con el fin de iluminar mi pers-
Buenos Aires – Argentina. mdperelman@conicet.gov.ar
https://orcid.org/0000-0002-4914-3198
mentos más inciertos de ese “tiempo de la pandemia”. A
1
Articulo basado en el Aula Inaugural do Semestre Letivo su vez, los tiempos de evaluación y de reescritura del pre-
Suplementar 2020 do Programa de Pós-Graduação em Ci- sente escrito también deben ser tenidos en cuenta a la hora
ências Sociais-UFBA, dictada el 10 de septiembre de 2020. de abordar su lectura. Ese tiempo ha sido - y sigue siendo
Agradezco los comentarios a María Gabriela Hita y a Rafael - complejo, múltiple y variable. Desde entonces mucho se
Arantes los comentarios recibidos durante la presentación. ha escrito y pensado. La misma naturaleza de la pandemia
2
Quizás convenga aclarar a los y las lectoras el momen- ha cambiado, los efectos se han hecho más visibles. El tex-
to de escritura de este trabajo. Fue escrito a mediados de to de todas formas propone una clave de lectura analítica
2020. En parte este texto muestra cierto estado de discu- que va más allá de coyuntura y que puede contribuir al
sión y proposición analítica signada por uno de los mo- estudio de los procesos de crisis desde la “normalidad”.

https://dx.doi.org/10.9771/ccrh.v34i0.38979 1
LA PANDEMIA COMO HECHO SOCIAL TOTAL ...

pectiva analítica recurriré a algunos procesos Es por ello que antes que partir de una causa
que han ocurrido en Buenos Aires. Al traer- – cuando la hay – es indagar sobre lo que las
los como ejemplos analíticos espero con ello personas consideran digno y valorable (Narot-
poder hacer al lector pensar sobre su propia zky & Besnier, 2014). Esta postura tiene rela-
realidad. Esta aclaración resulta central por- ción con los trabajos que piensan “la buena
que como argumentaré la pandemia es proce- vida” (Berlant, 2020; Rosa, 2020). Sin embar-
so eminentemente local: las formas de acción, go, se distancia en tanto busca no solo com-
las reacciones, las políticas y la manera en que prender esos macro-procesos que producen
la pandemia ha sido vivida por los diferentes precarización, rupturas y formas truncas de
grupos sociales es solo entendible en clave vivir sino indagar etnográficamente los modos
territorial. de producción de formas legítimas de vivir
Esta perspectiva implica recurrir, en que van construyendo una “buena vida”. La
primer lugar, a uno de los cimientos de la per- pandemia ha puesto de manifiesto no solo un
spectiva y del pensamiento antropológico y miedo a perder la vida sino – principalmente
social: una mirada que busque comprender a – a perder la buena vida. Buena vida entendi-
los otros y las otras. Buscar comprender las da como prácticas concretas que sostienen la
acciones no implica de ningún modo estar cotidianidad social.
de acuerdo con ellas, avalarlas o justificarlas. También, estudiar los cambios en la
Para “describir” y “comprender” los fenóme- pandemia implica centrarse en el modo en que
nos sociales tenemos que dejar de lado nues- las personas generan categorizaciones sociales
tros (pre) juicios. Esta mirada es central para (Eilbaum & Medeiros, 2015; Motta, 2020; Pita,
comprender las diferentes acciones que han 2017) y luchan por inscribir públicamente los
suscitado las medidas. En segundo lugar, y en procesos en gramáticas específicas de aconte-
relación al posicionamiento anterior, conside- cimientos. Esto implica pensar enlos regíme-
ro que una perspectiva centrada en el modo nes de justificación públicos, compartidos y
en que las personas construyen formas dignas disputados (Boltanski & Thévenot, 1991) que
de vivir (de L’Estoile, 2014; Fernández Álva- deben entenderse en situación (Garzón Rogé,
rez, 2017; Fernández Alvarez, 2016; Narotzky 2017). A continuación, abordaré una serie de
& Besnier, 2014; Perelman, 2011) permite ilu- dimensiones – entre muchas otras – que en-
minar la forma en que la pandemia es vivida tiendo que se abren como campos de análisis
y el modo en que ello afecta la vida digna. La en el contexto actual.
pandemia puso entre paréntesis para millones
de personas “la buena vida” entendida como
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una “cosa moral-íntima-económica” (Berlant, LA PANDEMIA COMO SITUACIÓN


2020, p. 21) Y HECHO SOCIAL TOTAL
De esta forma, esta línea de análisis
busca recuperar la totalidad de la vida social ¿Qué podemos pensar y decir de la pan-
para comprender las formas (dignas) de vivir demia? ¿Tenemos algo para más para decir? Ha-
(Fernández Alvarez et al., 2019). Para ello, re- cer una revisión sobre los trabajos escritos so-
sulta necesario correrse de las miradas econo- bre la pandemia – entre ellos éste – es una tarea
micistas o las que solo venel interés “racional” imposible. Las revistas especializadas invitan a
o la maximización de medios a fines como la presentación de dossieres, los investigadores
motorizador de la acción (Perelman, 2017b). ensayan explicaciones sobre el presente y so-
Digo “solo interés racional” porque la acción bre el futuro. Uno de los puntos que sostengo
racional es una de las formas de acción, entre aquí es que todo eso no solo explica la pande-
tantas otras. El problema es la generalización. mia sino que la produce. Una pandemia ocurre

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cuando un brote epidémico afecta a regiones do en un proceso general que podemos llamar
geográficas extensas (varios continentes) y a “pandemia” y que afecta todos los ámbitos de
grandes sectores de la población. La definición la vida.5
misma de pandemia hace de ésta un hecho so- El virus no es un hecho social. Tiene
cial total y global. Pero esto no quiere decir que “vida” (es interesante pensar el concepto de la
ni sus efectos ni sus sentidos sean globales. Son ciencia en torno a la vida) por fuera de los pro-
las situaciones sociales las que constituyen la cesos sociales y tiene una vida con los relacio-
pandemia, es la interacción con el virus y los nes sociales. El virus nos recuerda – más allá
otros actores humanos así como entre persona de las teorías conspirativas – nuestro carácter
de carne y hueso que lidian con el proceso. animal, nuestra vida en la tierra como una es-
Siguiendo libremente a Mauss podemos pecie más. El virus existe. Pero lo que hacemos
decir que la pandemia es un hecho social to- con él es social. Clasificar su expansión como
tal ya que se expresan de golpe todo tipo de pandemia “invita”, “exige” ciertas acciones.6
instituciones (Mauss, 2012). La pandemia ha Ahora bien, si los hechos sociales en la visión
transformado y va a transformar – al menos durkheimiana son exteriores, centrarse en las
por un tiempo – todos los ámbitos de la vida. situaciones sociales permite comprender el ca-
Y en tanto hecho social total la pandemia es (y rácter múltiple. De aquí se desprende, enton-
no afecta) socal, político, económica, religiosa, ces, mi primera propuestas analíticas: pensar
jurídica, etc. Es por ello que se abren tantas la pandemia en su multiplicidad mostrando su
líneas. Son formas de estudiar analíticamente carácter social y situacional.
“esferas” de la realidad social que se han mo-
dificado en la pandemia. Pensar la pandemia
como hecho social nos remite a pensar los pro- LA PANEMIA COMO CRISIS
cesos sociales como construcciones colectivas.
Como Emile Durkheim (2013) planteaba, el La noción de crisis, tributária del lengua-
objetivo de la sociología era la de explicar los je médico, ha sido utilizada para para explicar
hechos sociales. Su estudio sobre el suicidio, rupturas o formas alejadas de “la normalidad”
por ejemplo, mostraba el carácter social de en casi todos los ámbitos: crisis humanitarias,
un hecho aparentemente individual. Aun las económicas, sociales, sanitarias, alimentarias,
críticas posteriores y el creciente lugar que se etc. En tanto proceso global, la pandemia sin
le ha dado a la agencia (incluso en el suicido duda ha generado una “crisis global”. Es po-
como lo hamostrado Maurice Halbwachs),3 me sible decir que los tiempos de crisis implican
interesa resaltar que las acciones en torno a la
Retomo aquí la propuesta de Bazin (2017) quien plantea- Caderno CRH, Salvador, v. 34, p. 1-16, e021039, 2021
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pandemia, incluso las que abonan por la (falta ba que la noción de situación colonial de Balandier (1963)
de) “libertad” y “la decisión individual”, ante no había sido del todo entendida en su cabal magnitud.
Para Bazin (2007, p.118), la situación colonial no refería
las acciones de aislamiento o restricciones im- al contexto sino que toda situación era parte de una situa-
ción colonial. Dice Bazin “La proposición, adelantada por
puestas por los Estados son parte de un discur- Georges Balandier en los años 1950, de que lo que observo,
en realidad no es un pueblo Kongo o una tribu fang sino
so social.4 No refiero aquí a los pilares básicos una situación colonial, no terminado de ejercer sus efectos
del liberalismo ni en la posición Foucault en subsversivos en la disciplina”.

relación al ethos neoliberal (Foucault, 2007) en


6
En todo caso, el virus nos permite pensar el carác-
ter complejo y la dificultad -cuánto menos- de pensar
términos abstractos. Antes bien, como dije, me en una tajante diferenciación entre “naturaleza” y “hu-
manos” o entre “humanos” y “no humanos” como lo
interesa pensarlos en situación. O sea, pensan- plantea (Latour, 2017). Agradezco a Mariana Garzón
Rogé esta acotación. Además podemos pensar los acon-
do que estas prácticas concretas tienen senti- tecimientos desde los debates sobre el “antropoceno”
(Mathews, 2020). En relación al surgimiento del CO-
3
Ver Karsenti (1994) VID por ejemplo ver http://revistaanfibia.com/cronica/
las-nuevas-pandemias-del-planeta-devastado/?fbclid=-
4
Para una descripción de las políticas tomadas por el go- IwAR2x2xhJ6TguOy-bhmcPiry9qVfigFMBEDfoNvC2rG-
bierno argentino ver Perelman (2020). jCC_cWjQhFq2JOD3Q

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LA PANDEMIA COMO HECHO SOCIAL TOTAL ...

una ruptura con la “normalidad” (Visacovsky, múltiples usos: como una categoría analítica
2011). Ahora bien, siguiendo la propuesta an- pero sobre todo nativa.8
terior, esa crisis global pero tiene sus compo-
nentes locales.
Desde la implementación de medias de La temporalidad de la crisis
cuidado y asilamientocentenares de veces es-
cuché frases como “extraño mi vida normal”, La pandemia ha causado una o varias
así como también “el problema era ‘la norma- crisis global (es) en distintos sentidos. A dife-
lidad’” o que “vamos a unanueva normalidad”. rencia de las crisis económicas o sociales que
Las crisis ponen de manifiesto que algo habitu- tienen temporalidades “en dispitua” la de la
al se perdió. A la vez, son momentos no sólo en pandemia parece estar más marcada. Al estar
que se pone de relieve esa normalidad perdida pensada como un tiempo de excepcionalidad,
sino que también se la construyena partir de la crisis causada por la pandemiaimplica un
su falta. Genera acciones en relación a esa falta ordenamiento temporal de los acontencimien-
(que puede ser real pero también imaginaria). tos, que tiene un comienzo y un fin. Ese tiem-
También nos pone en tensión con esa “norma- po pos-crisis, no suele ser siempre planteado
lidad” de forma compleja: podemos decir que como la vieja normalidad sino como algo nue-
“el problema era la normalidad, no queremos vo la “pos pandemia” o la “nueva normalidad”.
la vieja normalidad” y, a la vez, hay mucho de Todo esto implica, entonces, pensar pe-
ella que extrañamos. Ello ocurre no solo por- riodízaciones: ¿Cuándo comienza la crisis?
que los procesos son complejos sino también ¿Cuándo termina? Analíticamente resulta re-
porque la “normalidad” implica cierta certeza levante como hace Sergio Visacovsky (2016,
sobre los acontecimientos. 2020) en su trabajo sobre la crisis de 2001
Centrarse en formas dignas de vivir argentina, mostrar cómo se va construyendo
permite comprender que, incluso en los pro- esa temporalidad, qué discursos se ponen en
cesos de expoliación y de fuerte explotación púgna, quiénes son las voces autorizadas, qué
y desigualdad, las personas de carne y hueso actores son los que intervienen y los modos en
dan sentido a su vida.Centrarse en la falta o que se piensa tanto el tiempo de la crisis como
la carencia imponiendo marcos normativos sus (posibles) salidas. La disputa por las cau-
y formas de vier el mundo no permiten com- sas y las temporalidades de la “crisis” no solo
prender realmente lo que allí ocorre.7 La com- es patrimonio de los expertos. La aparición del
plejidad que implican los procesos de domina- virus como causante de la “crisis” parece me-
ción y de la vida en la “pobreza” no deben ser zclar tanto factores humanos como no-huma-
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reducidos a una mirada miserabilista sobre las nos. Los estudios sobre “desastres naturales”
vidas de las personas. Esto no implica desco- pueden contribuir a pensar estos procesos. Es-
nocer la desigualdad pero tampoco reducir la tos estudios muestran que si bien la “causa”
vida a la dominación, a la penuria y a pensar parece natural, para que existan un “desastre”
sus vidas como mera supervivencia. A su vez, debe afectar afectar a poblaciones. Su carác-
resulta neceasrio pensar las crisis desde en sus ter es social porque las condiciones sociales,
7
Claudia Fonseca (2005), por ejemplo, plantea la nece-
políticas, económicas, las que construyen el
sidad de recuperar la agencia de los sectores populares. “desastre” (Barrios, 2017; Zenobi, Ullberg, &
Marca que tanto los estudios sobre los pobres que parten
de las premisas como las que no debería haber pobres; que Silva, 2016). En ello tienen un lugar central las
si los pobres existen, nuestra tarea es sacarlos de la po-
breza; o denunciar sus condiciones de vida no dan cuen- 8
Janet Roitman plantea que la noción de crisis parece ser
ta de la experiencia de las clases populares. Una postura hoyparte de un sentido común (Roitman, 2014). Etnogra-
similiar puede verse en lo queSherryOrtner (2016) llamó fíar ese sentido o esos sentidos es una tarea central de la
la hegemonía de la “dark anthropology” (antropología es- investigación. Para ello resulta importante estudiar los dis-
cura) en relación a los estudios sobre el neoliberalismo en cursos expertos pero también los usos que las personas
Estados Unidos. ordinarias hacen de ellos.

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intervenciones que se realizan tanto para miti- no ya la diferencia entre lo “humano” y lo “no
gar los daños (qué politicas estatales se reali- humano” sino también sobre qué causa la in-
zan, cómo se comportan los actores luego del certidumbre y la crisis. Aceptar la diversidad
desastre) como para haberlos prevenido (por de miradas y procesos sobre qué es la crisis, su
ejemplo qué infraestructura había). temporalidad y sus causas permite compren-
Estas diferencias entre los factores ex- der “el tiempo de la pandemia”.
ternos y los sociales pueden ser, sin embar-
go, vividas de forma diferente por los actores
sociales. En su etnografía en los proyectos de La crisis como futuros (posibles)
asentamiento de un programa estatal en lo que
habían sido Ingenios azucareros en el nordes- En el Boletim Nº 22, Cientistas Sociais e
te de Brasil, Benoît de L’Estoile (2014) plantea o Coronavírus, ANPOCS (2020) Federico Nei-
que se pueden definir dos amplias áreas de burg decía
incertidumbre sobre las cuales los humanos
Sabemos que uma das características das crises é a
tenemos posibilidades de control bastante dis-
alteração radical da experiência temporal. Mais do
tintas: una relativa y una radical. La primera,
que uma simples aceleração, trata-se de uma ver-
está constituida por el propio mundo social, junto dadeira compressão da temporalidade que colapsa
con las personas que uno conoce y a las que se pue- presente, passado e futuro, ameaçando tornar caduca
de acceder fácilmente de manera directa o indirecta. ou banal qualquer fotografia dos acontecimentos em
En circunstancias normales, las expectativas sobre curso. Uma redobrada exigência de responsabilidade
lo que otros harán se definen por un marco de re- para os intelectuais e para os cientistas sociais, mais
ferencia común, un conjunto de normas y valores do que nunca necessitados de humildade e de ali-
compartidos (…) uno no puede predecir con absolu- cerces empíricos. Longe dos diagnósticos apressados
ta certeza cómo reaccionarán sus interlocutores en que inundam a emergência, faz-se necessário descre-
una interacción, pero tiene expectativas definidas ver e colocar em perspectiva (Neiburg, 2020, s/p).
en cuanto al radio de sus posibles acciones (de L’Es-
toile, 2014, p.55-56). Mucho agua ha pasado por el puente des-
de abril. Y los procesos están cada vez más na-
La segunda, en cambio, se basa en las turalizados. Noaterran ya las muertes diarias,
“otras áreas de la vida están completamente los contagios, la pauperización. Pese a ello, la
fuera de nuestro control” (55-56)9 como los afirmación/ precaución que realiza Neiburg no
accidentes climáticos. Esta diferenciación que deja de ser válida. La pandemia ha generado
recuerda a la diferencia entre las distancias es- nuevasformas de entender entre el pasado, el
tructurales y las ecológicas que proponía Ev- presente y el futuro. Y aquí, quisiera remarcar
ans-Pritchard (1987) permiten entender estas otro punto analítico. Desde el comienzo de la Caderno CRH, Salvador, v. 34, p. 1-16, e021039, 2021
diferentes formas de incertidumbre para algu- pandemia, se ha referido a “cómo será la nueva
nos actores. Así, la pandemia ha producido di- normaliad”, o sea “el futuro”. Existe un fuerte
ferentes tipos de incertidubres (sobre la vida, arco de visiones sobre ello: desde miradas apo-
laborales, etc.) sobre las que las personas han calípticas a útopicas. Mi propuestaes avanzar
tenido mayor o menor capacidad de incidir. no sobre “el futuro” ni pesar que unos tienen
A su vez, existe también un debate en razón y otros están equivocados. Las visiones
torno a las “causas” de la pandemia. En Argen- sobre el futuro permiten comptender el modo
tina para muchos grupos no es el agente exter- en que los actores construyen ideas, nociones,
no “no humano” – el virús – el que ha causado gestionan su vida sobre el futuro y sobre el pa-
la crisis sino las propias acciones del Estado. sado y el presente.
Esto nos permite pensar cómo se construye – Tenemos algo para decir sobre el futuro?
9
La traducción corresponde a De L’Estoile (2020) Seguro que si. Podemos ver “tendencias” en

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LA PANDEMIA COMO HECHO SOCIAL TOTAL ...

función de lo que está ocurriendo. Sin embar- el virus. Toda acción es performativa y debe
go, creo que una forma de centrarnos en lo que entenderse en el marco de arenas comunes
las personas dicen que sucederá nos permite de discusión en las que esas prácticas tienen,
comprender – analíticamente – “el presente”an- para los actores, algún sentido.Aun cuando
tes que el futuro. Quizás sea buena recordar podamos pensar que existen discursos globa-
el trabajo de Reinhart Koselleck y el modo en les que recorren grandes regiones del planeta
que lo retoma De L’Estoile (2014, p. S64) para como el discurso médico o incluso económico
pensar la experiencia vivida. De L’Estoil recu- (¿Qué son las comparaciones y los rankings so-
pera la noción dual de “espacio de experiencia” bre el manejo de la pandemia, las caídas en los
(Erfarhungsraum), “el pasado en la medida en productos brutos internos o incluso ese que se
que está presente” y “horizonte de expectativa” llama la economía global?)existe una multipli-
(Erwartungshorizont), “el futuro en la medida cadad de sentidos que se disputan localmente
en que está presente”. El futuro no está en el porque tienen una arena común local de dis-
presente como una semilla que se desarrollará cusión. Sin ese sentido no existiera, no podría
de una única forma. Antes bien, es importan- haber ni entendimiento ni disputa. De poco
te estudiar cómo se piensa ey la imaginación nos sirve dicotomizar unas acciones como ra-
de futuros posibles (Narotzky & Besnier, 2014) cionales contra otras irracionales.
así como las acciones que las personas toman Para entender la(s) pandemia(s) debe-
– cuando pueden – para que ello suceda. La mos atender a la interfaz entre los procesos
concepción de futuro es motor de la acción. globales, nacionales y locales.10 No sólo por las
Imaginar el futuro es una forma de hacer políti-posibilidades de los Estados de actuar y gestio-
ca. Analizar esas prácticas se torno central para
nar acciones en torno al “virus” (los gobiernos
comprender los sentidos de la pandemia hoy. nacionales de Brasil y Argentina han tomado
medidas diametralmente opuestas) sino tam-
bién porque esas políticas tienen sentidos lo-
La crisis como presente cales en función de arenas legítimas que son
históricas. Una misma acción en China, en Co-
Si algo nos muestra la pandemia es que rea, en Singapur o en Argentina pueden tener
ella es un producto social tanto por cómo se significados diferentes.11
gestiona, por el modo en que se ha construido
como problema público así como en sus efec-
tos. La crisis no es solo excepción o ruptura. La crisis como problema público y las múl-
Hay mucha continuidad en ellas. Incluso en tiples crisis
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estos eventos disruptivos que parecen venir


de la nada y trastocar todos los órdenes de la Si bien es posible pensar que las crisis
vida. Las continuidades implican centrarse en que tienen como detonante un factor externo,
las continuidades así como en esos entrama- pueden tener un comienzo más claro, pensar
dos experienciales sedimentados en las prácti- la pandemia como un problema público nos
cas que motorizan las acciones cuando existen permite complejizar esta mirada.12 La apari-
fuertes rupturas: las personas siguen apelando
10
Se podría pensar -en todo caso- una crítica a la escisión
a sus marcos de referencia para intentar expli- entre “local” y “global” pero no será desarrollada en este
texto.
car qué está pasando.
11
Por ejemplo, mientras las mismas personas se mara-
Es a partir de aquí que podemos enten- villan por el control que tienen los países asiáticos sobre la
der la existencia de esas multiplicidades de población para seguir en tiempo real los movimientos, esta
medida en Argentina es vista como “fascista” o dictatorial.
maneras de vivir la pandemia (Perelman, 2020) 12
Sobre la noción de problemas públicos ver Cefaï (2014);
así como las soluciones que se esgrimen ante Guerrero Bernal et. al. (2018).

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Mariano D. Perelman

ción del virus a fines de 2019 no explica la tiende a partir del poder que tienen los econo-
crisis en si. Como ha mostrado Eugênia Motta místas como “oráculos” de la vida social. Los
la punga por imponer sentidos y explicaciones economistas parecen ser en Argentina los ex-
sobre las causas, las muertes, “los números” pertos por antonomasia. Así como lo ha mar-
y sobre la efectividad de los resultados de las cado Ariel Wilkis (2020) encontramos ahora
acciones se ha tornado un elemento central de unos nuevos “expertos” públicos: los médicos.
la vida hoy (Motta, 2020). Es necesario pensar En este sentido, otro camino interesante para
cómo se construye el Covid-19 como un pro- pensar hoy es la pugna por encontrar actores
blema público y el modo en que se articulan legítimos sobre qué ocurre y quiénes son los
(posibles) causas y soluciones. expertos para explicar la “crisis”. Este punto
Los “números” son centrales en esa cons- es central en la construcción de la pandemia
titución. Desde hace tiempo viene creciendo la como un problema público.
“audit culture” y el gobierno de los números Si algunos se centran en la crisis sani-
(Merry, 2016; Shore & Wright, 2015; Strathern, taria y en el cuidado del bien común como ar-
2000). Los usos de las estadísticas así como gumento público legítimo para las medidas de
la idea de que todo es cuantificable, medible, aislamiento en Argentina, como ha sido la pos-
comparable y que puede ser auditado, se ha tura oficial del gobierno nacional, otros plan-
transformado en una forma de gobierno hoy en tean que estas medidas causan una crisis peor
día. Así, esa forma de argumentar – apelando a que la pandemia. Existen fuertes pugnas por
números – resulta central para comprender las dar sentido a las causas de la crisis y de instau-
pugnas por la legitimidad de los processo. En rar diferentes tipos de crisis. Esto no es menor.
Argentina existe una pugna sobre las diferen- Como investigadores a veces resulta poco útil
tes crisis que se han producido. Los numeros buscar las causas de. Generalmente porque no
en diferentes esferas tienen un lugar central. hay una. Pero si me parece importante buscar
Pero quiero centrarme en dos de ellas: la entender en qué cadena de sentidos las per-
sanitaria y la económica. De aquí se despren- sonas ordenan los acontecimientos. Entonces,
den dos posibles crisis mesurables que a veces podemos ver que mientras un grupo de perso-
son pensadas por separada: la crisis económica nas culpa al gobierno de la crisis (sobre todo
es vista como “ajena” a la pandemia (a la crisis económica), otros plantean que es “la pande-
sanitaria). Como cientistas sociales podemos mia” y refieren a estadísticas globales sobre
entender esta diferenciación. En tanto hecho la caída de “la economía”. Y así se construye
social total resulta necesario comprender que una diferenciación tajante entre “economía”
las pandemias son sanitarias como económi- como proceso autónomo y la pandemia como
cas. Una de las discusiones centrales que se un proceso sanitario. Y también podemos pen- Caderno CRH, Salvador, v. 34, p. 1-16, e021039, 2021

vienen produciendo es la dicotomía entre sa- sar las valoraciones en torno a “la salud” o a la
lud y economía. Tenemos aquí a mano una am- “economía” e indagar cómo las personas cons-
plia literatura que nos permite comprender la truyen valoraciones sobre cómo vivir una vida
construcción de esferas: los estudios sociales digna: quiénes son los actores legítimos para
de la economía, por ejemplo, hace tiempo han proponer formas “correctas” de vivir, ya sea en
mostrado cómo esta diferencia es una ficción pandemia como en “tiempos normales”.
(Zelizer, 2011). Con esto no quiero decir que Si el discurso médico ha tenido un fuerte
no exista. Vemos cotidianamente que las per- poder disciplinador sobre los cuerpos – como
sonas intentan construir esta diferenciación lo muestran los trabajos de Marcel Mauss, Mi-
entre la “economía” y otras esfera de la vida chel Foucault y los estudios de género, entre
(Perelman, 2017b). En Argentina, esta centra- otros – el lugar del saber médico como forma
lidad del discurso económico también se en- de verdad y la escision médico – paciente se

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LA PANDEMIA COMO HECHO SOCIAL TOTAL ...

ha puesto de manifiesto de forma paradigmá- qué hacer, qué “resignar” de sus vidas. Las for-
tica. Encuentro – al menos en Argentina – un mas dignas de vivir y las evaluaciones morales
proceso complejo en relación a lo que está son centrales para comprender las prácticas.
ocurriendo con los cuerpos. Las primeras re- Durante estos meses, decenas de veces presen-
acciones para intentarla “no propagación del cié situaciones en las que una persona decía
virus” como forma de mantener la salud y de cuidarse mientras que otras personas aseguran
prevenir la enfermedad fueron planteadas en que las personas que decían cuidarse no lo es-
términos médicos. Pero esas acciones se han- tán haciendo. No es que unas estén en lo cierto
disputado. A su vez, se ha generado en gran y otras equivocadas, sino que la noción misma
parte de la población cierta reticencia y mucho de cuidarse es diferentes para los actores. A su
“miedo” ante “los protocolos”, llevando a una vez, estar cuidándose o no, no es una cosa en
falta de confianza sobre ese saber. si misma. Estar cuidándose puede ser pensan-
En la práctica, se puede observar una do situacionalmente según dónde se diga. Una
pugna sobre el saber “científico” no sólo a misma persona puede tomar ciertas acciones
partir de la aparición de otros saberes “legíti- dependiendo el contexto o decir que se cuida
mos” sino también una disputa misma por el de una forma o de otra según con quién esté
saber científico y médico. El crecimiento de un interactuando.
discurso anticientificista en diferentes grupos
da cuenta de esa pugna creciente sobre quién
tiene conocimientos y saberes legítimo sobre LA GRUPALIDAD EN/DE LA PANDE-
lo que acontece. Por su parte, algunos grupos MIA
sociales cuestionan la validez y la centralidad
del cuidado que hacen los “expertos” en torno Otro de los puntos que me parece impor-
a la vida. Estos grupos ven en el saber médico ntante marcar es que la pandemia ha modifi-
un cuestionamiento a los valores morales y a cado – al menos por ahora – la composición de
las elecciones prácticas sobre cómo y qué s cui- ciertos grupos. Quizás sea importante recuperar
darse y qué debe hacerse para sostener la vida. a Latour (2008) para pensar el lugar que tienen
Se pone de manifiesto una creciente pugna en los “objetos” en la formación de grupos. Al mis-
torno a ese “cuidado”. Y esto es llevado hasta el mo tiempo, podríamos pensar al discurso “de
manejo de los cuerpos de las personas muertas. y sobre el virus” como una forma de reposicio-
Durante varios meses el protocolo en Argentina narse políticamente y de pensar adhesiones.
ha implicado la imposibilidad de estar con las En Argentina, durante más de ocho meses se
personas queridas en los últimos momentos de vivió un proceso de Aisalmiento Social Preven-
Caderno CRH, Salvador, v. 34, p. 1-16, e021039, 2021

la vida, no poder hacer rituales de despedida tivo y Obligatorio.13 Si bien el ASPO ha pasado
que terminan por generar fuertes reacciones por diferentes fases y se aplica de forma distin-
contra la política del manejo de los cuerpos. ta según la región, las medidas de aislaimien-
La “pandemia” pone de relieve el carác- to y distanciamiento obligatoria han sido una
ter mismo de lo que es la salud. Esta afirmaci- constante. En la Ciudad de Buenos Aires estas
ón parce obvia. Me refiero, sin embargo, antes medidas, por ejemplo, han implicado cierre de
que al carácter mismo de virus como enferme- comercios, escuelas y restricción para circular.
dad (y sus soluciones) a la noción de salud en Así, la medida “oficial” ha sido la “cuarentena”
un sentido amplio. Aquí encontramos discu- y esta adhesión a la norma así como al gobierno
siones en torno a qué implica “cuidarse” y qué se expresa en el lema “quedate en casa”.
implica “la salud”. Ello da pistas sobre el modo
en que las personas -teniendo presente el vi- 13
Este trabajo fue escrito cuando la ASPO seguía vigente.
Luego siguieron una serie de medidas como el Distancia-
rus- toman decisiones sobre cómo cuidarse, miento Social Obligatorio y la “nueva normalidad”.

8
Mariano D. Perelman

A partir de aquí se establecen prácticas La libertad para “salir a trabajar” también se


sobre los que “no cumplen con la norma ofi- pone de manifiesto como argumento moral a
cial” y se los suele englobar como “anti cua- ser cuidado. Así, algunas personas cuestionan
rentena”. Sin embargo, existen múltiples ex- las medidas del gobierno porque las afecta en
plicaciones sobre ese no complimiento de la su libertad para poder vivir del trabajo. Den-
norma. Muchos de los que “no se quedan en tro de los que retoman la crítica por la falta
casa” se consideran “anti-cuarentan” y expre- de libertad del/ al trabajo, existe una hetero-
san sus posiciones en torno a la pandemia (es geneidad de visiones y posiciones en torno a
mentira, es un complot para la dominación, las políticas del gobierno. Desde “antikirchne-
etc.). Este grupo va desde terraplanistas, an- ristas” que ven en la medida un avance del
tivacunas, anti g5, personas que descreen en Estado en las libertades individuales hasta los
la ciencia, personas que creen que el Covid-19 que plantean la necesidad de ganar plata para
es una conspiración judía, libertarios, antide- poder vivir.
rechos, así como personas que reclaman por la Los regímenes de valor que se plantean
“libertad”, por el “trabajo”. De hecho un grupo no solo remiten a la producción de un valor
de intelectuales y periodistas de derecharefirió “económico” sino también a lo que las perso-
a la situación de aislamientocomo una “infec- nas consideran valorable (una diferencia que
tadura” para hacer referencia a la vivencia de en inglés podría ser planteada entre value y
una dictadura por el aislamiento. worth) (Fernández Álvarez & Perelman, 20202;
Como desarrollé en otro lugar (Perel- Narotzky & Besnier, 2014; Perelman, 2020).
man, 2020, p.7-8) la libertad aparece como un Así, en lo que se considera hoy “anti cuaren-
valor a ser defendido. Es también una reivin- tena” es posible encontrar tantas conexiones
dicación política en contra del gobierno. Estos como diferencias. Incluso la noción misma de
debates por supuesto encontraron eco en dife- anti- cuarentana podríamos ponerla en cuesti-
rentes grupos que movilizaron la idea de liber- ón. Cómo dije, también hay que tener en cuen-
tad para cuestionar la medida del gobierno. Un ta esos “usos políticos” de la cuarentena. Al ser
gobierno “kirchnerista” al que lo han tildado una política del gobierno, las marchas en con-
de autoritario a partir de la intervención del tra de la cuarentena son expresiones de adhe-
estado en diferentes esferas, especialmente en siones en contra del gobierno. Esto es lo con-
la economía (y también por la “intromisión en trario de lo que ocurre en Brasil, por ejemplo.
la justicia”, por estar en contra de la “libertad Mientras en Argentina los que marchan
de expresión”). Allí se entiende el manifiesto lo hacen en contra del gobierno y hacen polí-
sobrela “infectadura”. El gobierno impone me- tica con la cuarentena, en Brasil son los que
didas “dictatoriales”, dicen, aprovechando el defienden al gobierno los que marchan. El uso Caderno CRH, Salvador, v. 34, p. 1-16, e021039, 2021

virus. La idea de “infectadura”, y falta de li- de las fakes news debe ser analizado en este
bertad expresa una fuerte expresión política sentido. El CONICET generó un espacio para
antiperonista que se re actualiza en diferentes revatir las fake news en torno al virus para
momentos de la historia argentina. Durante los intentar mostrar la la importancia de generar
gobiernos de la actual vicepresidenta Cristina y mantener políticas de aislamiento. Sin em-
Fernández de Kirchner (2007-2015) se hablaba bargo, creo que para comprender las fake news
de la “dictadura K”. La noción de dictadura, no debemos centrarnos en la “veracidad” de la
creo, remite a cierto sentido común que las noticia sino en qué la hace verocimil para las
organizaciones de derechos humanos y el ac- personas. Esto nos permitiría tener herramien-
tivismo han logrado impulsar y por ello pue- tas para comprender los modos de argumentar
de ser un discurso público que es disputado.14 antes que pensar en términos de racionalidad-
14
Ver por ejemplo Pita & Pereyra (2020) irracionalidad. Es por ello que quiero detacar

9
LA PANDEMIA COMO HECHO SOCIAL TOTAL ...

una mirada atenta a las prácticas sociales que ra pero también continuidad y la pandemia pa-
vaya más allá de si las personas cumplen o no rece ser un momento privilegiado para ver esas
con las normas en torno a la pandemia. Las tendencias. La pandemia es neoliberal en dife-
prácticas de las personas no pueden penasrse rentes sentidos. Se da en una serie de procesos
desde el “desconomiento”. político-económicos-sociales y espaciales par-
Del Cueto y Viotti (2020) han escito ticulares. La posibilidad de medir los efectos y
un texto en relación a este tema que se llama su ponderación de ciertos valores (mantener la
“Normas y vida cotidiana. Reflexiones desde economía, mantener la vida, repartir recursos)
la cuarentena”. Allí dicen que “Nos interesan es parte de un modo de entender el sistema
estas micro-evasiones en la medida en que to- mundial hoy.
das ellas no renuncian a la norma oficial, pero, Las medidas de aislamiento social en
aceptándola, negocian el criterio general con Argentina – y en gran parte del mundo – por
alguna justificación situada. Es decir, la norma ejemplo, se entrelazan con el trabajo precario
no supone un sistema abstracto de acatamiento de miles de trabajadores y trabajadoras de las
en función de determinantes metafísicos como “apps” que hacen más confortable la vida, so-
la “argentinidad” o la “clase”. Sin embargo, bre todo, de los sectores medios y altos. En el
asumiendo que esas regularidades existen, nos contexto actual, para reducir la movilidad de
interesan las moralidades prácticas específicas unxs, otrxs tienen que moverse. Pero las condi-
que son móviles y permanentemente negocia- ciones en las que lo hacen, como sabemos, son
das”. Los autores retoman a Harold Garfinkel, sumemante precarias y las personas quedan
para pensar que no existen sistemas normativos expuestas al virus.
abstractos que los individuos incorporan más En términos generales las mujeres tam-
o menos unidireccionalmente. Antes bien, las bién son un grupo que se ha visto perjudicado
normas declaradas públicamente no son siem- – una vez más y como siempre – más que los
pre las que las personas usan en su vida prácti- hombres. Incluso en ámbitos progresistas y de
ca y que las normas que las personas usan en su profesionales he escuchado decir en el contex-
vida cotidiana están de algún modo entramadas to de aislamiento que “mi compañero ayuda”
en la práctica misma”. Todas estas prácticasde- en la casa. En Argentina las denuncias por
bemos comprenderlas en relación al modo en violencia doméstica crecieron. En el ámbito
que las personas construyen formas dignas de académico, por ejemplo, esto ha tenido fuerte
vivir y agencian para que ello pase. impacto en la cantidad de artículos enviados
Así, las protestas, manifestaciones, usos para evaluación: las mujeres han mandado
de la pandemia, nos permiten pensar el límite muchos menos artículos que los hombres. Las
Caderno CRH, Salvador, v. 34, p. 1-16, e021039, 2021

de la capacidad del Estado como agente total. restricciones al trabajo también han afectado a
Las políticas y el modo en que se acatan las las poblaciones con mayores recursos que han
medidas de aislamiento permiten ver qué legiti- tenido otra capacidad para lidiar con la falta de
midades tienen las prácticas estatales para, por ingresos. Otros actores han visto incrementar
ejemplo, mantener y controlar el aislamiento. su capacidad económica.
Esto entonces me lleva al último pun-
to que quiero resaltar. Me refiero a la noción
LA PANDEMIA, SUS EFECTOS Y misma de desigualdad o, para ser más preciso,
LA DESIGUALDAD URBANA la de desiguald (es) en forma plural. La ten-
dencia parece la de reforzar las desigualdades
Lo dicho hasta aquí no implica dejar de existentes. Además, en las pugnas por impo-
lado los efectos de lo que ocurreni las relacio- ner formas de entender la pandemia también
nes de poder. Como planteé, la crisis es ruptu- se disctuten pugnas por el bienestar y por la

10
Mariano D. Perelman

distribución del bienestar. Esto me lleva al co- suerte de “espirales” (Bayón & Saraví, 2006) que
razón mismo de la noción de desigualdad. La se entrelazan. Therborn (2015) plantea que los
noción misma de desigualdad nos opone a un seres humanos son organismos, personas y ac-
ideal de “igualdad” como lo plantea RamiroSe- tores. A partir de aquí diferencia tres tipos de
gura (2014). La igualdad es también un tema desigualdades (vital, existencial y de recursos)
en disputa (Dubet, 2017). Si bien las desigual- que interactúan y se entrelazan. La desigualdad
dades pueden poner en evidencia tendencias además de presentarse en estas tres grandes áre-
contrapuestas en torno a las diferentes esferas as de la vida, es multidimensional. Esto quiere
del bienestar (Kessler, 2014), quiero aquí pro- decir que tiene efectos en diferentes aristas de
poner una mirada que no piense solo a la desi- la vida de las personas.
gualdad en oposición a la igualdad sino como Y, las temporalidades de las desigualda-
forma digna de vivir. Es cierto que sin un ho- des adquieren una nueva temporalidad en la
rizonte comparativo la idea misma de (des) pandemia. La territorial es una de las dimen-
igualdad se quiebra. Pero como investigadores siones centrales de la desigualdad. Y aquí de-
podemos pensar la desigualdad como una rela- bemos – creo – diferenciar una desigualdad es-
ción de poder, como una forma de dominación tructural del espacio urbano, de una desigual-
que se da tanto a nivel “macro” como “micro”. dad sobre las personas en el territorio. Cuando
Como hemos trabajado (Di Virgilio & a fines de mayo de 2020 participé del congreso
Perelman, 2019) las desigualdades se cons- Virtual de la UFBA en una mesa sobre COVID y
truyen con base en elementos materiales y desigualdades urbanas en grandes ciudades de
simbólicos, históricamente producidos y so- Argentina y Brasil, uno de los palestrantes dijo
cial y territorialmente contextualizados. Las que “el virus no es democrático”. Y ello solo
desigualdades son socialmente producidas y es cierto si pensamos a los efectos del virus
tienen manifestaciones y articulaciones espa- (la pandemia) como una construcción social.
ciales claras y, a su vez, se nutre de ellas. La Porque el virus circula. Son las condiciones y
desigualdad, como dice Reygadas (2008, p.12) los entramados de la desigualdad los que pro-
no puede comprenderse al margen de las relacio- ducen la desdemocratización del virus. Ello es
nes de poder que operan en diferentes niveles y di- producto de las desigualdades persistentes y
mensiones de la vida social. De acuerdo con esta de las políticas que cada gobierno tome. Por
perspectiva relacional, la distribución de los bienes ejemplo, según una nota salida en junio de
ocurre en el marco de configuraciones estructurales
2020 en un diario porteño se planteaba que en
y de interacciones entre diversos actores, en la que
la ciudad de Buenos Aires las personas vivien-
se disputan las apropiación de esos bienes.
do en barrios vulnerables teníanun 50 % más
Las desigualdades tienen diferentes tem- de probabilidad de contraer coronavirus. Y da- Caderno CRH, Salvador, v. 34, p. 1-16, e021039, 2021

poralidades y algunas son medibles de formas das las enferemedases pre existentes y las desi-
más claras que otras. La económica, por ejem- gualdades tienen mayor posibilidad de morir.15
plo, depende de los “ingresos”. Entonces po- Las políticas son centrales por supuesto en la
dríamos pensar que la desigualdad económica generación y mantenimiento de la “cuestión
puede aumentar o disminuir en función de la urbana” (Gledhill, Hita & Perelman, 2020).
distribución del dinero. Sin embargo, como Además, las propias pujas distribituvias, los
han planteado diferentes autores, las diferentes gastos públicos y el valor de la vida se ponen
desigualdades se entrelazan y existen muchas juego. Aun sin ser planteado explícitamente
de ellas que tienen una larga duración, que son las políticas estatales y las propias condicio-
“persistentes” (Tilly, 2000) y parecen “indele-
bles” (Gootenberg & Reygadas, 2010): el género, 15
https://www.lanacion.com.ar/sociedad/el-coronavirus-
-es-clasista-mata-mas-pobres-nid2376294 (acceso 10 de
la raza, entre otras. Así es posible pensar en una junio de 2020)

11
LA PANDEMIA COMO HECHO SOCIAL TOTAL ...

nes previas de la vida de las personas hacen sus condiciones habitacionales, por la necesi-
que los efectos de las medidas implementadas dad de trabajar para vivir o la necesidad de ob-
refuercen las desigualdades pre existentes. Por tener recursos por no poder trabajar) así como
ejemplo, el auxilio emergencial en Brasil tiene el rol de los Estados y de la política pública
efectos muy diferentes según la región.16 para construir formas de prevención a la vez
No es lo mismo poder hacer un aisla- que tienden a favorecer a ciertos grupos sobre
miento en una casa en la que hay espacios otros. Es necesario diferenciar en la desigual-
propicios para ello que en una casa en una fa- dad urbana una desigualdad estructurada o fí-
vela donde se suele compartir baño, espacios sica que remite a la infraestructura, al equipa-
comunes y se vive en una situación de haci- miento urbano de una desigualdad territorial
namiento. El manejo del espacio es un com- que está ligada a las moralidades propias del
ponente central de las nuevas condiciones espacio y que remiten a la imposición de for-
de vida que exigen distancia en las ciudades mas de vida en un espacio determinado (Cosa-
donde la densidad es muy alta: los lugares de cov & Perelman, 2015; Perelman 2017a). Como
cercanía. Buenos Aires es la novena ciudad del he mostrado en mis estudios con catadores de
mundo en términos de densidad poblacional lixo y con vendedores ambulantes en la ciudad
con más 14 mil habitantes por km2. Es la pri- de Buenos Aires, existen las formas legítimas
mera del continente americano. Así, las políti- de habitar -en términos amplios- el espacio ur-
cas de aislamiento deben tener en cuenta las bano (o los espacios urbanos) que remite a las
propias condiciones y diferencias de este gran formas legítimas de vivir y de poder imponer
núcleo urbano para no fortalecer las desigual- formas de vivir dignamente.
dades persistentes. En contexto de pandemia, estas desi-
Lo cierto es que los estudios deberían gualdades a veces crecen y a veces por efecto
incorporar la dimensión espacial del virus por- mismo de la crisis se tornan más borrosas. Y
que no sólo modificará prácticas sino tambi- existe un trabajo para posicionarse y (re) cons-
én la ciudad misma. Habrá que ver hastra qué truir límites que no son fijos, que son disputa-
punto estos cambios sobre el espacio urbano ros incluso por los mismos actores que – como
realizados son duraderos: por ejemplo, en Bue- planteé en relación a las protestas en torno a
nos Aires se han quitado espacios de las calles la pandemia – son sumamente heterogénos. La
para hacer más lugar a los peatones en las zo- desigualdad en función del bienestar puede
nas comerciales. La peatonalización y las res- verse no sólo en el acceso a recursos – cuestión
tricciones de tránsito, las marcas en las aceras que es central – sino también en la posibilidad
para marcar distancia, las pantallas plásticas, de vivir en función de valores morales -esto
Caderno CRH, Salvador, v. 34, p. 1-16, e021039, 2021

son formas de interveción en el espacio que que podría pensarse a partir por la lucha por
pueden ser borrados. Sin embargo, la memoria el reconocimiento (Cardoso de Oliveira, R. &
sobre el espacio sobrevive a “lo físico” (Gordil- Cardoso de Oliveira, L., 1996; Fernández Álva-
lo, 2010; 2014). El tiempo dirá que ocurre con rez, 2017). Ello es central para comprender la
las memorias espaciales de la pandemia. desigualdad existencial. Ganarse la vida o vivir
El aislamiento y la pandemia han evi- va mucho más allá de una cuestión económi-
denciado de manera muchas veces dramática ca. No podemos reducir la vida a los ingresos
las desigualdades sociales y la precarización ni solo pensamos nuestras prácticas – inclu-
de grandes sectores de la población (tanto por so laborales – en relación a la remuneración
(Perelman, 2017a).
16
Agradezco a Benoît De l’Estiole esta nota: https://brasil. Como plantean Narotzky & Besnier
elpais.com/brasil/2020-08-31/o-auxilio-que-revoluciona-
-a-vida-no-ceara-nao-salva-da-rua-em-sao-paulo.html?fb- (2014, p. s5) “la reproducción social implica
clid=IwAR386rOnz2N8jfTVBAHW2y-pnDRdkimn8g4G-
-owJOj5vQ2aogelMrduieg4 dar cuenta de diferentes escalas y de los tér-

12
Mariano D. Perelman

minos en los que la gente ordinaria evalúa la Por un lado, porque se han planteado algunas
posibilidad de continuidades, de transforma- dimensiones a tener en cuenta. Por otro lado,
ciones o de barreras”. Ya que las formas en que porque el texto busca contrubir a una reflexión
se reproduce y se piensa la vida (making a li- que se viene desarrollando a partir de presen-
ving) “no sólo depende de la venta de la fuerza tar propuestas y líneas. Es posible que el lec-
de trabajo a cambio de un salario en el merca- tor haya encontrado más dudas que certezas.
do – o alternativamente vendiendo productos El objetivo del texto ha sido poner en agenda
o servicios por fuera de los marcos regulatorios para la discusión. En tanto el conocimento es
del Estado (...). Envuelve también dinámicas colaborativo, este texto quiere ser uno más en
que no son usualmente pensadas como ‘eco- ese proceso para comprender lo que ocurre.
nómicas’” (Narotzky & Besnier, 2014, p. s6).
Los modos públicos de describir, configurar,
Recebido para publicação em 23 de setembro de 2020
denunciar, disputar y justificar las acciones Aceito para publicação em 16 de novembro de 2021
(Boltanski & Thévenot, 1991), en tanto dimen-
sión moral de la práctica es espacial. Y aquí la
discusión sobre los efectos del covid sobre los REFERENCIAS
diferentes grupos es central. Porque más allá
de centrarnos en los modos de justificación BARRIOS, R. E. What Does Catastrophe Reveal for Whom?
The Anthropology of Crises and Disasters at the Onset of
que podemos ver en acción, las efectividades the Anthropocene. Annual Review of Anthropology, n. 46,
v. 1, p. 151-166, 2017.
también dependen de dónde y de quiénes las
BAYÓN, M. C.; SARAVÍ, G. De la acumulación de
hagan y/ o digan. desventajas a la fractura social. “Nueva” pobreza
estructural en Buenos Aires. In: SARAVI, G (Ed.), De la
pobreza a la exclusión: Continuidades y rupturas de la
cuestión social en América Latina (p. 19-52). Ciudad de
Buenos Aires: Prometeo Libros; CIESAS, 2006.
A MODO DE CIERRE BAZIN, J. Interpretar o describir. Notas críticas sobre el
conocimiento antropológico. In. GARZÓN ROGÉ, M (Ed),
Historia pragmática. Una perspectiva sobre la acción,
En este texto he intentado iluminar al- el contexto y las fuentes (pp. 105-124). Buenos Aires:
Prometeo, 2017
gunas reflexiones en torno a los modos posi-
BERLANT, L. El optimismo cruel. Buenos Aires: Caja Negra
bles de abordar analíticamente la pandemia. Editores, 2020, 471p.
Por un lado encuentro importante pensar la BOLTANSKI, L.; THÉVENOT, L. De la justification: Les
économies de la grandeur. Paris: Gallimard, 1991, 496 p.
pandemia como un hecho social total, lo que
CARDOSO DE OLIVEIRA, R.; CARDOSO DE OLIVEIRA
abre a una serie de procesos y dimensiones a L. R. Ensaios Antropológicos Sobre Moral e Ética. Rio de
analizar de forma analíticamente diferencia- Janeiro: Tempo Brasileiro, 1996, 189p.

das pero socialmente entrelazadas. Por otro CEFAÏ, D. Investigar los problemas públicos: Con y más
Caderno CRH, Salvador, v. 34, p. 1-16, e021039, 2021
allá de Joseph Gusfield. In: GUSFIELD, J. La cultura de
lado, he marcado la importancia de pensar la los problemas públicos. El mito del conductor alcoholizado
versus la sociedad inocente. Buenos Aires: Siglo Veintiuno
pandemia a partir de los modos de construir Editores, 2014, p.11-58.
vidas dignas lo que lleva a pensar la multipli- COSACOV, N., & PERELMAN, M. Struggles over the Use
of Public Space: Exploring Moralities and Narratives
cidad de acciones y de reacciones en torno a lo of Inequality. Cartoneros and Vecinos in Buenos Aires.
Journal of Latin American Studies, n. 47, v. 3, p.521-542,
que está ocurriendo. Quiero cerrar este texto 2015.
marcando la dificultad de pensar procesos y DE L’ESTOILE, B. El dinero es bueno, pero un amigo es
acontecimientos en los que estamos inmersos mejor. Cuadernos de Antropología Social, n. 51, p. 49-69,
2020.
y que generan tanta incertidumbre sobre el fu-
DE L’ESTOILE, B. “Money Is Good, but a Friend Is Better”:
turo. En esta línea, la propuesta aquí ha sido Uncertainty, Orientation to the Future, and “the Economy.”
Current Anthropology, v. 55, n. S9, S62-S73, 2014.
dejar de lado nuestros presupuestos sobre lo
DEL CUETO, C.; VIOTTI, N. Normas y vida cotidiana.
que vendrá para analizar esos discursos como Reflexiones desde la cuarentena, 14 de julio de 2020.
Retrieved August 4, 2020, from Noticias UNGS website:
parte de pensar socialmente. Por último quie- https://noticiasungs.ungs.edu.ar/?portfolio=normas-y-
ro marcar el carácter inacabado de este texto. vida-cotidiana-reflexiones-desde-la-cuarentena

13
LA PANDEMIA COMO HECHO SOCIAL TOTAL ...

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LA PANDEMIA COMO HECHO SOCIAL TOTAL ...

THE PANDEMIC AS A TOTAL SOCIAL FACT, AS LA PANDÉMIE COMME FAIT SOCIAL TOTAL,
A CRISIS, AND AS URBAN INEQUALITY COMME CRISE ET INÉGALITÉ URBAINE

Mariano D. Perelman Mariano D. Perelman

The spread of the COVID-19 Virus, transformed La propagation du virus COVID-19, transformé
into a Pandemic, has generated a series of actions en pandémie, a généré une série d’actions qui ont
that have affected all areas of daily life worldwide. affecté tous les domaines de la vie quotidienne
Since February 2019, much has been said, written, dans le monde. Depuis février 2019, beaucoup a
and thought about the pandemic. Of course, we été dit, écrit et pensé sur la pandémie. Bien sûr,
all have something to say. However, what about nous avons tous quelque chose à dire. Cependant,
“new” can be said or thought about the pandemic? qu’en est-il de “nouveau” peut-on dire ou penser à
On the one hand, everything that has been said propos de la pandémie ? D’une part, tout ce qui a
is inevitably “justified” by the “effects of the été dit est forcément “justifié” par les “effets de la
pandemic.” On the other hand, everything said and pandémie”. D’un autre côté, tout ce qui est dit et fait
done can be analyzed. Moreover, this is the path peut-être analysé. C’est d’ailleurs la voie que propose
that this presentation proposes. The pandemic has cette présentation. La pandémie a transformé et va
transformed and will transform all areas of life, transformer tous les domaines de la vie, au moins
at least for a while. Therefore, it will be a theme pendant un certain temps. Par conséquent, ce sera
or a dimension to be considered for a long time un thème ou une dimension à considérer pendant
by most investigations. That is why we need to longtemps par la plupart des enquêtes. C’est pourquoi
think more about approaching the pandemic in nous devons réfléchir davantage à l’approche de la
analytical terms: which is the path to be taken by pandémie en termes analytiques : quelle est la voie à
this inaugural class of the Postgraduate Program in suivre par cette classe inaugurale du programme de
Social Sciences. troisième cycle en sciences sociales.

Key-words: Crisis. Pandemic. Decent ways of living. Mots-clés: Crise. pandémie. modes de vie décents.
Inequalities. COVID-19. inégalités. COVID-19.
Caderno CRH, Salvador, v. 34, p. 1-16, e021039, 2021

Mariano D. Perelman – Doutor en Ciencias Antropológicas pela Universidade de Buenos Aires (UBA).
Licenciado en Ciencas antropológicas (UBA). Investigador del CONICET no Instituto Gino Germani.
Docente del departamento de Antropología (UBA). Autor de diferentes obras, têm coordenado equipes
e projetos de pesquisa sobre Desigualdade e Mobilidade Urbana. Seus temas de interesse se conectam
com os da desigualdade urbana e com os modos em que as pessoas ganham seu sustento em contextos
de incertezas. Principales publicaciones: Desigualdades urbanas en tiempos de crisis (com Mercedes Di
Virgilio) Universidad Nacional del Litoral y Flacso; Disputas em torno do espaço urbano: processos de [re]
produção/construção e apropriação (com John Gledhill e Maria Gabriela Hita), EDUFBA; “Unemployment
and Work subjectivities in Argentina” Oxford Research Encyclopedia of Anthropology; “Dollars, Pesos
and Planes. Reconstruction of class borders in the second government of Cristina Fernández de Kirchner
(2011-2015)” en Dialectical Anthropology.

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