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Revista Iberoamericana de Educación

Superior
E-ISSN: 2007-2872
emmaro@unam.mx
Instituto de Investigaciones sobre la
Universidad y la Educación
México

Olaskoaga-Larrauri, Jon; González-Laskibar, Xabier; Marúm-Espinosa, Elia; Onaindia-


Gerrikabeitia, Eneritz
Reformas organizativas en las instituciones de educación superior, condiciones laborales
y reacciones de los académicos
Revista Iberoamericana de Educación Superior, vol. VI, núm. 17, 2015, pp. 102-118
Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=299141540006

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Reformas organizativas en las instituciones de
educación superior, condiciones laborales y reacciones
de los académicos1
Jon Olaskoaga-Larrauri, Xabier González-Laskibar, Elia Marúm-Espinosa
y Eneritz Onaindia-Gerrikabeitia

resumen
Este artículo revisa los argumentos que apoyan la racionalidad del modelo colegial de organización en las
instituciones de educación superior (ies) y describe las tensiones a las que ha sido sometido el modelo, jun-
to con las consecuencias que éstas han tenido en la vida de los académicos. En suma, el artículo constituye
un análisis crítico de las tendencias recientes en el gobierno y la gestión de las ies, aunque admite que las
reformas en el sector son necesarias.

Palabras clave: colegialismo, gerencialismo, instituciones de educación superior, académicos.

Jon Olaskoaga-Larrauri jon.olaskoaga@ehu.es


Español. Doctor en Economía por la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (upv/ehu) y
Profesor Titular de Universidad de dicha Universidad. Temas de investigación: diseño de políticas públicas,
especialmente las sociales; gestión de las instituciones universitarias, en particular gestión de la calidad;
sistemas regionales de innovación.

Xabier González-Laskibar xabier.gonzalez@ehu.es


Español. Doctor en Investigación y Técnicas del Mercado por la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko
Unibertsitatea y Profesor Laboral Interino de dicha Universidad. Temas de investigación: políticas públicas,
particularmente las enfocadas en la educación superior; gestión de las instituciones universitarias; gestión
de la calidad en las ies; caracterización y análisis de empresas innovadoras.

Elia Marúm-Espinosa eliamarume@yahoo.com.mx


Méxicana. Doctora en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México, Directora y profesora del
Centro para la Calidad e Innovación de la Educación Superior del Centro Universitario de Ciencias Económico
Administrativas de la Universidad de Guadalajara, México; coordinadora de la Cátedra unesco “Género, liderazgo
y equidad”. Temas de investigación: gestión de la calidad de la educación superior; el enfoque de género en la
gestión y el presupuesto públicos; innovación educativa; gestión del conocimiento y el emprendimiento social.

Eneritz Onaindia-Gerrikabeitia eneritz.onaindia@ehu.es


Española. Doctora en Ingeniería en Organización Industrial por la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko
Unibertsitatea (upv/ehu) y Profesora Laboral Interina de dicha Universidad. Temas de investigación: gestión
de la calidad en las instituciones universitarias; emprendizaje corporativo.

1
Este trabajo se ha beneficiado de la financiación otorgada por la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Uni-
bertsitatea (upv/ehu) de España al grupo de investigación ecuale, a través de la convocatoria de grupos de
investigación. Referencia giu: 13/42, así como el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México.

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Reformas organizativas nas ies, condições de trabalho e reações dos académicos

resumo
Este artigo revisa os argumentos que apoiam a racionalidade do modelo colegial de organização nas
instituições de ensino superior e descreve as tensões às que já foi submetido o modelo, junto com as conse-
quências que essas instituições tiveram na vida dos acadêmicos. Em suma, o artigo constitui uma análise
crítica das tendências recentes no governo e a gestão das instituições de ensino superior, embora admite
que as reformas no setor são necessárias.

Palavras chave: colegialismo, gerencialismo, gestão e reformas de instituições de ensino superior, refor-
mas e académicos.

Organizational reforms of the ies, labor conditions and reactions of academia

abstract
This article reviews the arguments that support the logic of the collegiate organization of higher educa-
tion institutions and describes the tensions this model has been subject to and the impact on the life of
faculty. In summary, the article represents a critical analysis of recent trends in the government and the
management of higher education institutions, although it admits that reforms in this sector are necessary.

Key words: collegiate organization, managerialism, management and reforms of higher education, re-
forms and faculty.

Recepción: 10/05/15. Aprobación: 01/07/15.

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Introducción negación del principio de autoridad, el pensamiento


Para la educación superior (es), el mundo contem- crítico, la búsqueda del reconocimiento personal e
poráneo constituye un remolino de paradojas. En intelectual; que no han dejado de formar parte del
el último cuarto del siglo pasado la es terminó de universo simbólico individual y colectivo de los aca-
consolidarse como estándar para la formación de démicos, pero que, en cierto modo, están dejando
cuadros científicos, técnicos y profesionales; hoy en de orientar la organización interna y el trabajo de
día, en los países desarrollados, todo aquel que de- las instituciones en las que sus académicos trabajan.
see ocupar un puesto de cualificación alta o incluso Dichos valores cristalizan en el tipo ideal que se co-
media sabe que debe obtener primero un título supe- noce como modelo de gestión colegial, un modelo
rior; nunca ha sido mayor ni más ubicua la demanda que está en crisis porque se ha demostrado que no
de estudios universitarios… y, sin embargo, dudar puede competir con el discurso que defiende la supe-
de la capacidad de las instituciones de educación rioridad de la gestión empresarial.
superior (ies) para formar individuos competentes Este artículo constituye una aportación al debate
se está convirtiendo en algo normal, y se acompa- sobre la transformación organizativa de las ies, y
ña frecuentemente de algún tipo de apología sobre contiene una valoración crítica de las reformas re-
la necesaria reforma de los métodos de enseñanza. cientes basada en la eficacia de dichas reformas así
Jamás en su historia han estado las ies tan cerca como en las consecuencias que están teniendo en las
como hoy de los proyectos empresariales, ni han sido condiciones laborales de los académicos. El artículo
tan conscientes de las necesidades de las comunida- describe las características del modelo colegial (apar-
des locales que las rodean; aún así es habitual que la tados 1 y 2); sintetiza los argumentos que defienden
sociedad exija más a estas instituciones también en que las soluciones organizativas que propone el mo-
este terreno. En los negocios, sobre todo en los sec- delo colegial pueden ser tan racionales y eficaces
tores más modernos y dinámicos, las empresas quie- como las que son más habituales en el mundo de los
ren, y logran, parecerse a los campus universitarios; negocios y, de hecho, no se separan demasiado de
no obstante, se solicita a las ies, cada vez en un tono ellas cuando se analizan con cuidado (apartado 3);
más perentorio, que adapten sus modelos de gestión caracteriza las reformas que se proponen para el go-
a los de la empresa privada. bierno y la gestión de las ies del Reino Unido —que
Las paradojas no acaban ahí, y quizá puedan ex- constituye el paradigma de las reformas que están
plicarse sencillamente porque la sociedad moderna teniendo lugar en Europa y en el mundo desarrolla-
se ha vuelto más reflexiva: sopesa con cuidado la do— así como sus consecuencias (apartados 4 y 5); y
aportación de cada una de las instituciones que la describe las reacciones que han provocado entre los
habitan, y tiende a ser exigente con sus logros. En académicos (apartado 6).
todo caso, este artículo se limita a ensayar sobre la
última de esas paradojas. La que muestra un mun- ¿Cómo son las instituciones de
do en el que los valores que han guiado el funcio- educación superior desde el punto de
namiento de las ies se difunden en el ámbito de la vista organizativo?
empresa (y también en la sociedad) al tiempo que A comienzos de la década de los sesenta, Millet se
languidecen en las ies… o cuando menos pierden quejaba aún de la inexistencia de análisis serios en el
su condición de principios rectores de la gestión y el campo de la organización de las ies; sin embargo, en
gobierno de dichas instituciones. Se trata de valores las dos décadas siguientes el escenario cambió drás-
como la libertad creativa, la iniciativa individual, la ticamente. Fueron dos décadas en las que la teoría

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de la organización se desarrolló con rapidez y en las son preservados mediante la selección del personal),
que tuvieron lugar las aportaciones de algunos de los además de un control social que se practica en las
que hoy consideramos autores clásicos: Herbert A. relaciones cara a cara. Estas circunstancias se dan
Simon, Paul. R. Lawrence y Jay W. Lorsch, Richard más fácilmente en instituciones pequeñas y con un
M. Cyert, James G. March, Henry Mintzberg. Estos fuerte sentimiento comunitario, y es en éstas donde
autores siempre trataron de describir e interpretar los rasgos del modelo colegial se aprecian más puros.
la riqueza del fenómeno organizativo y se afanaron Una de las ventajas de este modelo reside en que las
por elaborar modelos que abarcasen lo más posible políticas y las decisiones, en general, son intensiva-
su heterogénea realidad. En este contexto, las ies mente evaluadas antes de ser adoptadas (Stensaker y
eran percibidas como un fenómeno sui generis, una Vabø, 2013), y que cuentan con el compromiso de los
anomalía que reclamó la atención de los científicos, miembros de la organización.
tal y como se desprende del título del artículo que El modelo burocrático. En las ies, como en cualquier
Talcott Parsons publicó en 1971: “The strange case of otra organización moderna, existe una organización
academic organization”. formal, de acuerdo con la cual se reparten tareas y
Con el tiempo fueron surgiendo diversas interpre- funciones y se establecen relaciones de autoridad y
taciones para la particular organización de las ies. dependencia formal. La burocracia supone, además,
Bess (1988: 2-8; ver también Baldridge et al., 1977) normas escritas sobre el modo en que la organiza-
cita cuatro teorías o modelos distintos: el “modelo ción responde a diferentes situaciones. La utilización
burocrático”, de raíz weberiana; el “modelo cole- de estas normas contribuye a que el funcionamiento
gial”, brillantemente descrito por J. Millet (1962); el de las organizaciones sea más estable y predictible,
“modelo político” (Baldridge, 1971), y el “modelo de especialmente cuando las relaciones cara a cara y
la anarquía organizada” (Cohen y March, 1974). A las sanciones informales no son suficientes para
continuación, se propone una descripción, muy deu- controlar el comportamiento de los miembros de la
dora de Birnbaum (1988), de estos modelos. organización.
El modelo colegial está dominado por relaciones El modelo político destaca la presencia de intereses
informales guiadas por la tradición. La jerarquía o en conflicto en las ies. Los grupos de interés surgen
los procedimientos administrativos tienen un papel a veces del desarrollo del propio trabajo. Por ejem-
marginal en su funcionamiento. La debilidad de las plo, a veces representan los intereses de un determi-
posiciones jerárquicas obliga a que la toma de de- nado departamento universitario; otras veces, los
cisiones respete los principios de consenso, partici- grupos surgen al calor de sensibilidades que tienen
pación, y deliberación reposada. Mientras tanto, el como base el sexo, la edad o la ideología. Los grupos
papel de los administradores consiste principalmen- representan diferentes modos de entender la univer-
te en apoyar a los académicos y representar sus inte- sidad y sus objetivos, y surgen con mayor facilidad
reses en otros foros. Los administradores suelen ser precisamente allí donde coexisten objetivos y misio-
académicos que se prestan voluntariamente a ocupar nes diferentes. Dado que los recursos nunca son sufi-
el cargo durante algún tiempo. La consecuencia es cientes para atender a todos los objetivos, el proceso
que la gestión de las instituciones universitarias tiene político permite llegar a una solución que prioriza
un evidente carácter amateur. Un modelo con estas unos objetivos con respecto a otros, y en general bus-
características sólo puede funcionar cuando existe ca el compromiso. Si el modelo colegial representa la
un fuerte sentimiento de pertenencia y los acadé- comunidad de intereses, y el modelo burocrático es
micos comparten una serie de valores (aspectos que el terreno de la racionalidad instrumental, el modelo

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político es el instrumento más adecuado para tomar único: preservar, transmitir y crear nuevo conoci-
decisiones contando con la existencia de puntos de miento. Para cumplir con su función, la universidad
vista distintos y en conflicto. tiene la obligación de poner en tela de juicio lo es-
El término anarquía organizada es el que emplean tablecido y, por tanto, la necesidad de favorecer las
Cohen y March (1974) para describir organizaciones perspectivas originales, siempre que sean racionales.
en las que aparentemente no existen mecanismos Para Millet, tales condiciones no pueden darse si no
que coordinen las decisiones de unos miembros, que es en un ambiente de absoluta libertad intelectual, lo
gozan de bastante libertad para decidir. Las anar- que justifica el debilitamiento de las líneas de auto-
quías organizadas se interpretan mejor cuando se ridad en las ies. La atenuación del principio de au-
considera que en ellas coinciden cuatro flujos dife- toridad es una salida bastante común en la empresa
rentes: el de los problemas, el de las soluciones, el de moderna, que se ha visto en la necesidad de favo-
los participantes y el de las decisiones. Los proble- recer la creatividad de sus miembros, lo cual se ob-
mas, individuales o colectivos, aguardan en las men- serva tanto en los nuevos estilos de liderazgo como
tes de los participantes el momento oportuno para en expedientes como el braimstorming, que consiste en
ser planteados; las soluciones son más bien discursos esencia en la suspensión temporal y localizada del
y teorizaciones sobre lo que la institución debe ha- ejercicio de la autoridad con el objeto de animar a
cer. Los participantes son los agentes que participan los participantes a expresar con libertad sus ideas
en el diagnóstico de los problemas y en la toma de y opiniones (Furnham, 2001). Para las ies la nece-
decisiones. En las ies la mayoría de los académicos sidad de afianzar la libertad de pensamiento no es
tiene libertad para decidir si participa o no en cada menor, sino acaso todo lo contrario; por eso, en las
decisión. Existe una última corriente de oportuni- ies la autoridad de los directivos es sustituida por un
dades para tomar decisiones o influir en ellas. Co- sistema de gobierno compartido o shared governancey,
hen, March y Olsen (1976) denominan a este modelo lo que otorga una notable autonomía al académico
“cubo de basura”, porque entienden que los agentes individual (Middlehurst, 2013; Shattock, 2013).
aprovechan estas oportunidades como si fueran cu- Para Millet (1962), la propia existencia de la es no
bos a los que arrojan su necesidad de participación, se entiende sin los académicos; a los estudiantes, ad-
su concepción de los problemas y sus propuestas de ministradores y antiguos alumnos el autor atribuye,
solución. por distintas razones, menos responsabilidades. Para
Hay un elemento de verdad en todos estos mo- Millet el papel de los administradores no consiste en
delos. Sus rasgos se pueden observar, en combina- gestionar ni en supervisar a los académicos o a los
ciones diferentes, en todas las organizaciones que estudiantes, sino en estar a su servicio. En esto las ies
trabajan en el sector de la es. Sin embargo, los ras- han ido por delante de la recomendación de sustituir
gos colegiales son los que más claramente distinguen la pirámide tradicional por una “pirámide invertida”.
a las ies de otras organizaciones; y también quizá Como diría Sharrock (2000: 151), las ventajas de in-
los que en el pasado reciente se han puesto en tela de vertir la pirámide resultan escasas en las organizacio-
juicio más frecuentemente. nes académicas, porque en ellas las pirámides jamás
han existido. En cuanto a los estudiantes, Millet dice
Las características de la que están demasiado ocupados en compatibilizar sus
organización colegial estudios con sus primeras experiencias con el alcohol,
Millet (1962) cree que la organización universitaria el sexo y los automóviles. Finalmente, Millet rechaza
es única porque tiene un objetivo que también es la posibilidad de que los antiguos alumnos controlen

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a los profesores; sus ideas son demasiado heterogé- departamentos, sus decisiones y su funcionamiento
neas y su implicación en las instituciones universita- suelen ser bastante independientes de las de otros
rias demasiado débil. comités.
Tal y como Millet observa el problema, la única
opción razonable reside en que los académicos go- La racionalidad de la organización
cen de libertad en todos los aspectos de su trabajo colegial
y decidan por consenso sobre las cuestiones que les Las últimas décadas han sido pródigas en declara-
afectan colectivamente. Para que este sistema fun- ciones sobre la incapacidad de las ies para adap-
cione es necesario que los académicos compartan tarse a las circunstancias económicas y a las nuevas
una serie de valores. Dice Millet que los valores aca- condiciones en las que se produce el conocimien-
démicos son la verdad, la tolerancia frente a los pun- to científico y técnico. De ellas se ha dicho que no
tos de vista diferentes del propio, la integridad, que reúnen las características de competitividad, fle-
implica honestidad en el trabajo y reconocimiento xibilidad y mejora continua, y que necesitan una
de la deuda intelectual con los demás, el reconoci- profunda reforma.
miento de los límites del propio conocimiento, y el Un informe de la firma global de asesoría Deloitte
valor del individuo y lo individual (Millet, 1962: 73). (2011)2 concreta los problemas de las ies en:
En esta relación se aprecian dos ausencias: la lealtad
para con la institución, y la fidelidad a los intereses y • Perviven los sistemas de tenure, que suponen la
deseos del cliente. No se trata de un error: la lealtad concesión de determinados puestos para toda
del académico es para con su profesión, cuyas tradi- la vida laboral del candidato.
ciones, convenciones, usos y normas le obligan más • Existe una tradición que premia el consenso en
que cualquier otra consideración. la toma de decisiones y los modelos de gobier-
En las universidades el trabajo suele organizarse en no compartido. Esto implica que en la toma de
departamentos universitarios que, con respecto a lo decisiones se priorice la equidad sobre la conve-
que sucede en otras organizaciones, tienen dos pecu- niencia estratégica.
liaridades: a) el criterio de agrupación es la disciplina • Las estructuras en las ies dificultan el estable-
académica, y no la función que se va a desarrollar o el cimiento de responsabilidades y la rendición
tipo de cliente al que se va a atender; b) la coordina- cuentas.
ción entre departamentos es particularmente débil. • La descentralización y la falta de mecanismos
Dentro de los departamentos la toma de decisiones de coordinación hace difícil que las unidades
tiende a ser bastante democrática. académicas puedan trabajar conjuntamente
Finalmente, en los niveles superiores de la organi- para alcanzar objetivos comunes.
zación universitaria la participación de los académi- • La elección de los cargos de gestión prioriza
cos también suele ser determinante, las universidades la excelencia académica sobre la capacidad de
cuentan con órganos (claustros, senados, etcétera) gestión de los candidatos.
en los que los académicos están fuertemente repre- • Las ies atienden intereses de stakeholders
sentados. Además, los académicos contribuyen al diversos.
funcionamiento de las ies a través de su participa-
ción en todo tipo de comités. Los comités atienden La propuesta de Deloitte no esconde que lo que
asuntos de diferente naturaleza y, al igual que los pretende es la supresión completa y definitiva de los

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Otras asesorías han llegado a conclusiones similares. Véanse Ernst y Young (2012) o PA Consulting (2010).

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principios tradicionales del funcionamiento de las estudiantes y profesores. En otros campos, como el
ies. Lo que sí resulta sorprendente es que en el in- de los descubrimientos científicos o la demanda de
forme de Deloitte se ignoren por completo los argu- nuevas profesiones, la previsión resulta menos eficaz.
mentos que la teoría organizativa ha empleado para Mantenimiento de recursos ociosos. Consiste en mante-
explicar por qué tales rasgos tienen una presencia ner recursos por encima de lo necesario, de manera
tan ubicua en el sector de la es, o por qué han re- que la previsión resulte innecesaria; las contingen-
sistido tan bien el paso del tiempo. Este apartado cias no previstas se resuelven mediante la utilización
expone de manera muy sintética los argumentos de los recursos excedentarios (docentes, instalacio-
principales de la teoría de la organización sobre la nes, etcétera).
racionalidad de las soluciones colegiales. Creación de unidades y tareas autocontenidas. La lógica
de esta estrategia es sencilla: cuando una determi-
Primer argumento: la gestión de los nada tarea implica a todas las personas de la organi-
flujos de información zación, las necesidades de información son mayores
El primer argumento se basa en los trabajos de J. Gal- que cuando las personas que se dedican a una tarea
braith (1973), desarrollados por Bess (1988: 37 y ss.), asumen el control y la responsabilidad de sus accio-
sobre las limitaciones de las estructuras burocráticas nes. En las ies esta solución se sustancia en que los
para la difusión de información y las estrategias que académicos son trabajadores multifuncionales, ge-
se pueden adoptar para superar dichas limitaciones. neralistas, que desarrollan todo tipo de tareas rela-
Cuando las organizaciones trabajan en contextos cionadas con la docencia y la investigación, muchas
de fuerte incertidumbre aumenta la necesidad que veces de manera individual, otras en grupos peque-
sienten de manejar y procesar grandes cantidades de ños sin demasiada relación con los demás, y otras
información para tomar decisiones. En las organi- en departamentos que no precisan tener demasiada
zaciones burocráticas, la mayor parte de los flujos comunicación entre sí.
informativos utilizan los canales formales. Cuando Reforzar los sistemas de información vertical. Reforzar
el caudal informativo aumenta, estos canales pue- los sistemas de información vertical siempre tiene
den terminar colapsándose, ante lo cual caben cin- límites: las reuniones informativas o la frecuencia
co estrategias; tres de ellas se basan en reducir las con que la dirección recibe informes no puede au-
necesidades de transmisión de información: gestión mentar indefinidamente. A veces los cambios en la
del entorno; mantenimiento de recursos ociosos, y tecnología, o las tecnologías de información (ti),
creación de unidades y tareas autocontenidas. Las por ejemplo, facilitan el tratamiento y el acceso a
otras dos consisten en mejorar la capacidad que tie- la información; ahora bien, en la universidad se ha
ne la estructura para procesar información: reforzar optado tradicionalmente por una solución distinta,
los sistemas de información vertical y fortalecer la que consiste en incorporar en los órganos ejecutivos
comunicación lateral. y consultivos la mayoría de las perspectivas que exis-
Gestión del entorno. Conocer, prever o manipular el ten sobre un determinado asunto; de ahí el peso de
entorno de la organización son modos de reducir la las estructuras plenarias en la gestión universitaria.
incertidumbre y, como consecuencia, el caudal in- Fortalecer la comunicación lateral. La comunicación
formativo. Las ies también emplean procedimientos en las organizaciones suele ser más rápida y eficaz
de este tipo, como la previsión del número de nue- cuando se establecen mecanismos que comunican
vos alumnos, el establecimiento de números clausus, directamente dos (o más) puestos, sin necesidad de
o la exigencia de requisitos formativos para nuevos involucrar a las unidades jerárquicas superiores. En

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este sentido pueden emplearse roles específicos de la coordinación interdepartamental es reducida en


enlace, aunque en las ies es más habitual que aca- las ies porque las necesidades de la investigación se
démicos de distintos departamentos o con distintas anteponen a las de la docencia, con el resultado de
funciones se reúnan en comités para tratar aquellos que son los estudiantes los que deben hacer un es-
asuntos que les conciernen colectivamente. fuerzo de coordinación de las materias que reciben
En suma, las estrategias para evitar el colapso de de disciplinas (departamentos) diferentes.
los canales oficiales de comunicación en circunstan- En todo caso, las circunstancias actuales bien po-
cias de alta incertidumbre explican por sí solas algu- drían requerir un mayor esfuerzo de coordinación
nos rasgos propios del modelo colegial de gobierno interdepartamental, sea para enfrentar las nuevas
y gestión universitaria, como la autonomía de los formas de producción de conocimiento, que enfa-
académicos, la escasa coordinación entre departa- tizan las oportunidades que ofrece la investigación
mentos, el funcionamiento en comités, o el carácter multidisciplinar (Gibbons, 1998), sea para responder
cuasi-democrático de la toma de decisiones. a las expectativas de la formación en competencias.

Segundo argumento: la desigual Tercer argumento. La incertidumbre


necesidad de integración horizontal y sobre las tareas
las prioridades de las ies Este argumento se basa en la conceptualización de
Clark (1983) emplea el término acoplamiento dé- Mintzberg (1984) sobre los mecanismos de integra-
bil (loosely coupled) para referirse al escaso grado de ción, es decir, los medios que las organizaciones em-
integración entre departamentos universitarios y le plean para coordinar las tareas y hacer compatibles
atribuye una naturaleza informal. Bess, en cambio, las decisiones que se toman en su seno. Mintzberg
opina que el acoplamiento débil entre departamen- (1984: 27 y ss.) categoriza los medios de integración
tos obedece a la prioridad que en las ies se concede en tres grupos: 1) la adaptación mutua, que tiene lu-
a la investigación sobre la docencia. Para compren- gar espontáneamente entre personas que desarrollan
der este argumento hay que entender primero que tareas relacionadas entre sí; 2) la supervisión direc-
cada una de estas actividades supone relaciones de ta, que se produce cuando la responsabilidad de la
interdependencia diferentes. En la investigación se integración recae en un puesto con autoridad sobre
da una situación de “pooled interdependence” (Thomp- aquéllos cuyas actividades o responsabilidades es ne-
son, 1967: 54), lo cual significa que la contribución cesario coordinar, y 3) la normalización, que consiste
de los departamentos a la producción investigadora en la utilización de normas para garantizar la inte-
es agregativa, es decir que el valor de la producción gración de las actividades. Las normas, y por tanto
investigadora para la ies es mera suma del valor de la normalización, pueden ser de tres tipos: normas
la producción de sus departamentos, o en otra pala- sobre los inputs, normas sobre los procesos y normas
bras, que no se producen economías de alcance entre sobre los outputs o productos. Por tanto, existen en
la actividad investigadora de diferentes departamen- total cinco mecanismos de coordinación. Todas las
tos. Cosa diferente ocurre con las actividades docen- organizaciones emplean todos los mecanismos si-
tes, entre las que se produce una interdependencia multáneamente, pero Mintzberg plantea que el me-
“secuencial” o “recíproca” (Thompson, 1967), lo canismo predominante suele depender del tipo de
cual significa que es necesario coordinar los conte- entorno en que actúa la organización (ver tabla 1).
nidos (o las competencias) que cada departamento La normalización de los procesos de trabajo es eficaz
transmite a los estudiantes. Finalmente, para Bess, cuando los entornos son simples y estables (sector 3).

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Sin embargo, los procedimientos son inútiles cuando burocracias profesionales (sector 1).
los entornos son complejos. En tal caso, las normas El carácter complejo de los entornos y de las ta-
sólo funcionan si son complejas y contingentes; del reas que se desarrollan en las ies explicaría, desde
tipo “se aplicará el procedimiento A si las circunstan- este punto de vista, la adopción de la normalización
cias son X, pero el procedimiento B si son Y”. Este de habilidades y la autonomía del profesional como
tipo de normas otorga un grado de libertad a quien principios básicos de funcionamiento.
las aplica, que debe estudiar si la situación es del tipo Este apartado ha presentado tres argumentos que
X o del tipo Y. Esto es lo que Mintzberg (1984: 397) defienden la racionalidad de las particularidades
denomina “encasillamiento”, un diagnóstico de la organizativas de las ies. Sin embargo, es dema-
situación particular habitual en la profesión médi- siado frecuente que las propuestas reformistas de
ca o en la educación. Quien lo aplica debe conocer las últimas décadas olviden estos argumentos y se
las situaciones con las que puede encontrarse en su refieran a las peculiaridades de las organizaciones
trabajo y las herramientas que puede emplear. Por universitarias como si fueran resultado del capricho
eso, el encasillamiento es una facultad del profesio- o del interés particular, como se verá en el siguiente
nal y uno de los principios de funcionamiento de las apartado.

Tabla 1. Condiciones del entorno y mecanismos de coordinación eficaces


(configuraciones estructurales entre paréntesis)

Estable Dinámico

(1) (2)
Complejo Normalización de las habilidades Adaptación mutua
(Burocracia profesional) (Adhocracia)

(3)
(4)
Normalización de los procesos de
Simple Supervisión directa
trabajo
(Estructura simple)
(Burocracia maquinal)

Fuente: Adaptado de Mintzberg (1984: 327).

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Instituciones de educación superior y principios y herramientas que se habían demostra-


propuestas reformistas do de utilidad en la administración de la empresa
En materia de reformas en la es, el caso del Reino privada. También se pretendía que los directivos
Unido es paradigmático, no sólo porque sus políticas tuvieran capacidad real para tomar decisiones es-
fueron pioneras, sino también porque el programa tratégicas relativas a su institución sin verse condi-
de reformas fue allí más explícito, y sus efectos más cionados por las habituales cortapisas del gobierno
profundos. Además, se dispone de más evidencia compartido (Middlehurst, 2013).
empírica sobre los efectos de las reformas en el Rei- En 1997, el informe Dearing planteó 93 recomen-
no Unido que en cualquier otro país. daciones en una línea muy similar a la del informe
En 1963, el informe Robbins resumía las in- Jarratt. En este nuevo documento se insistía en que
tenciones del gobierno británico para la es: hacer cada ies debería ser responsable de sus propios re-
realidad el principio de universalidad en el acceso sultados y del rendimiento de los fondos públicos que
a los estudios superiores (Mar Molinero, 2001). Sin le fueran otorgados; y se sugería que, paralelamente,
embargo, la universalización del acceso derivó en la debería disponer de autonomía para gestionar sus
masificación de la enseñanza universitaria (Mora, recursos humanos.
2001) y ésta comenzó a presionar demasiado los pre- Estas reformas, y otras semejantes en otros países,
supuestos públicos. En los ochenta, el gobierno con- condujeron a los analistas a hablar de la introduc-
servador de la señora Thatcher puso en marcha un ción del gerencialismo en las ies (Aspromourgos,
plan para la es similar al que tenía para la sanidad o 2012; Yokohama, 2006; Chandler et al., 2002). El
las pensiones: reducir al máximo la responsabilidad gerencialismo debe entenderse, en un sentido am-
—y el gasto— del sector público en dichos servicios plio, como la introducción en las ies de los valores y
y someter su provisión a las mismas condiciones de de los principios, de las herramientas y del lenguaje
competencia que rigen para los sectores privados. propio de la empresa privada.
En síntesis, la estrategia del gobierno británico Algunos autores atribuyen la extensión del ge-
contenía los siguientes elementos: a) eliminar las ba- rencialismo al éxito y difusión de lo que se cono-
rreras artificiales entre segmentos de la es; b) trans- ce como Nueva Administración Pública (nap). La
formar las condiciones del gobierno y la gestión de nap se puede definir como un programa político
las ies, fomentando en ellas una toma de decisiones que pretende transformar la administración pública
más centralizada; c) abrir la posibilidad de que las conforme a tres principios: a) la preferencia por los
ies pudieran decidir sobre las dos variables básicas mercados como mecanismos de asignación de recur-
de estrategia competitiva: el valor ofrecido al clien- sos; b) la confianza en los mecanismos de medición
te y el precio del servicio, y d) introducir incentivos del rendimiento y el deseo de someter a las admi-
eficaces en aquellas áreas en las que el mercado no nistraciones públicas a mecanismos de rendición de
pudiera hacerlo. cuentas tan severos como sea posible y c) el reforza-
En lo relativo al gobierno y la gestión de las ies, miento de los gestores de las instituciones públicas
las primeras propuestas se expusieron en el informe frente al poder y la responsabilidad de que han dis-
Jarratt (1985). Los autores del informe sugerían mo- frutado tradicionalmente los profesionales, especial-
dificaciones en los sistemas de elección de las perso- mente en las administraciones que prestan servicios
nas destinadas a ocupar puestos de responsabilidad sociales de cualquier tipo.
en las ies y abogaban por fortalecer su autoridad. En el terreno más específico de las ies algunos
Se trataba de introducir en la gestión de las ies analistas han acuñado términos específicos que

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resumen los cambios en materia de gobierno y or- carácter más estricto de la supervisión, o al esfuerzo
ganización. Parker y Jary (1995) popularizaron la intelectual y emocional que supone la oposición a
expresión “McUniversidad”. Harvie (2000), por las reformas.
su parte, interpreta las transformaciones en el sec- Bryson (2004) también intentó conocer, mediante
tor como un proceso de “cercamiento” (enclosure) o encuestas y entrevistas, los efectos que tuvieron, en
apropiación de los recursos necesarios para el traba- general, las reformas en la es británica, en los años
jo académico (especialmente para la investigación) ochenta y noventa, sobre las condiciones laborales
por parte de algunos académicos, mientras el resto de los académicos. Bryson (2004: 40 y 54) puso en
es proletarizado. Para Mather et al. (2009, 2007) las duda que los niveles de satisfacción laboral de los
reformas son un atentado contra el carácter buro- académicos estuvieran reduciéndose y encontró evi-
crático-profesional del trabajo académico. dencia de que los académicos —al menos cerca del
En todo caso, la mayor parte de estos analistas 75% de ellos (Bryson, 2004: 45)— seguían conside-
coinciden en que las reformas alteraron las condicio- rando su trabajo emocionante y retador; además,
nes laborales de los académicos. Hay evidencias más encontró que se había producido una intensificación
que suficientes de ello, como se verá en el siguiente del trabajo (Bryson, 2004: 53) y que los trabajadores
apartado. sentían estar perdiendo autonomía en el desarrollo
de sus funciones. Sólo el 5% de los encuestados en
Transformaciones organizativas el estudio afirmó que la mayor carga le produjera
y condiciones laborales en las niveles inaceptables de estrés (Bryson, 2004: 46). No
instituciones de educación superior obstante, los académicos se mostraron en general
Las investigaciones que tratan de las consecuencias contrarios a la transferencia de autoridad y capaci-
de estas reformas en las ies británicas y, en parti- dad de decisión a los gestores, cuya labor criticaron
cular, en los académicos que trabajan en ellas son duramente (Bryson, 2004: 53), y de manera muy es-
relativamente numerosas. Los trabajos de Barry et pecial los académicos de mayor antigüedad.
al. (2001) y de Chandler et al. (2002) abordan la in- Fowler (2005) también investigó los cambios en
fluencia de la nap y el gerencialismo en las condi- las condiciones laborales en la es británica en los
ciones laborales del profesorado de las instituciones años ochenta y noventa. Según Fowler, la carga de
británicas de es. En ambos trabajos se registraron trabajo para el profesor aumentó por la reducción
quejas del personal académico sobre el sentido en de los ratios profesor/alumno, pero también como
que estaba cambiando el estilo directivo de los ges- consecuencia de las nuevas prácticas de evaluación
tores universitarios. Los académicos afirmaron sen- del alumnado, consistentes en incrementar el peso
tirse más controlados en su trabajo y adujeron que del trabajo a lo largo del curso frente al del examen
les trababan como si fueran “una unidad de cos- final, y de la tendencia a la evaluación por compe-
tes” (Barry et al., 2001: 93). También se recogieron tencias. Fowler también registró el disgusto de los
evidencias de estilos directivos más “autoritarios”, académicos con la tendencia hacia estilos de gestión
“dictatoriales”, de tipo “macho-management” (Barry et más burocráticos y menos académicos (Fowler, 2005:
al., 2001: 94), todo lo cual produjo el lógico rechazo 194). En general, todas estas circunstancias contribu-
por parte de los docentes. En Chandler et al. (2002), yeron, según Fowler, a incrementar la incidencia del
los mismos autores explicaron que el incremento de estrés entre el profesorado y a reducir su satisfacción
la incidencia de casos de estrés entre los académicos laboral con respecto a aspectos del trabajo como el
podía deberse a la intensificación de su trabajo, al salario o la comunicación con los gestores.

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Pritchard (2005) encontró que los profesores del anteriores y no los actualizaban para los nuevos cur-
Reino Unido se sentían más estresados y estaban sos (Mather et al., 2007: 120).
más concernidos por la pérdida de estatus que los Por otro lado, algunos investigadores afirman que
alemanes, un país en el que las reformas no habían las nuevas condiciones del trabajo académico pro-
sido tan profundas. Los docentes británicos también vocan la fragmentación de la profesión académica
se quejaban de que su carga de trabajo era excesi- (Serrano-Velarde y Stensaker, 2010; Harley, Muller-
va, en particular por las exigencias derivadas de los Camen y Collin, 2004). La aparición de nuevas
sistemas de garantía de la calidad (Pritchard, 2005: categorías de profesores como los profesores inves-
327). No obstante, y a pesar de las quejas de los do- tigadores, los profesores-estrella o los profesores de
centes, la incidencia de satisfacción laboral entre los prácticas (Middlehurst, 2013) no contribuye al senti-
profesores británicos fue, según la autora, bastante miento de pertenencia a la comunidad académica y
alta: un 81% de los encuestados se declaró satisfecho erosiona la solidaridad entre los académicos.
con su trabajo (Pritchard 2005: 328). Para algunos autores, los efectos más desagra-
En sus estudios sobre tres instituciones británi- dables de las reformas no tienen que ver con el
cas, Mather et al. (2009, 2007) también encontraron empeoramiento de las condiciones salariales o la in-
evidencia del empeoramiento de las condiciones la- tensificación del trabajo sino con la pérdida de los
borales de los académicos británicos. Estos autores valores académicos (Birnbaum, 2004), o el escaso
interpretan que las reformas en el sector de la es respeto de las reformas hacia su condición de profe-
tienen como finalidad la intensificación del esfuer- sionales (Anderson, 2008; Newton, 1999). En su re-
zo de los académicos (Mather et al., 2007: 115), para visión de las actitudes de los académicos frente a las
lo cual las reformas tienden a erosionar el carácter reformas, Anderson (2008: 260) constata que éstos
burocrático-profesional del trabajo académico y a veces justifican su negativa a acatar las normas o
acercar las instituciones educativas a los principios atender a las demandas de sus superiores jerárquicos
del funcionamiento de las organizaciones burocrá- poniendo en duda su derecho a gestionar, y defen-
tico-maquinales (Mather et al., 2009: 141). Según diendo la legitimidad del académico para decidir
estos autores, más de un 70% de los profesores de- sobre su trabajo.
clararon sentirse bajo presión para ir al trabajo aún
cuando se sintieran enfermos; en torno a un 80% Reacciones de los académicos: entre
se sentían demasiado cansados para enseñar como la revuelta y el cinismo
creían que debían hacerlo, un 80% dijeron no dis- Como se ha descrito en el apartado anterior, la ma-
poner de tiempo suficiente para preparar sus clases y yor parte de los analistas coincide en que los cam-
más del 90% pensaba que debía dedicar más tiempo bios de gestión y gobierno que se han producido en
que el fijado por el contrato para estar al día en su las ies británicas perjudican notablemente las con-
disciplina (Mather et al., 2007: 116). Como conse- diciones laborales de los académicos. En otros sec-
cuencia de todo ello, cerca del 85% de los encuesta- tores económicos, transformaciones semejantes en
dos afirmaron que su trabajo les resultaba cada vez intensidad y rapidez suelen provocar protestas más o
más estresante (Mather et al., 2007: 120). Los autores menos airadas, y a veces conducen a acciones sindi-
también recogieron declaraciones de profesores que cales e incluso a la huelga.
ya no preparaban las clases como solían hacerlo; o En el ámbito de las previsiones teóricas, hay tan-
que habían decidido no llevarse trabajo a casa, y que tas razones para pensar que los académicos están
se contentaban con los apuntes preparados en años preparados para resistir activamente las políticas

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que empeoran las condiciones de sus trabajos, como • La defensa de la autonomía que tradicional-
para anticipar lo contrario. A favor de la capacidad mente corresponde a los académicos no tiene
de resistencia de los académicos se pueden emplear una lectura muy amable, y es susceptible de
los siguientes argumentos: interpretaciones negativas, vinculadas con la
vuelta al pasado, la arbitrariedad, la discri-
• Los académicos están acostumbrados al pen- minación o el elitismo (Chandler et al., 2002:
samiento analítico y son capaces de encontrar 1063).
las causas de los fenómenos y a valorarlos en • Además, el éxito del gerencialismo puede re-
términos abstractos (Anderson, 2008), lo que ducir las opciones de respuesta colectiva, en la
significa que pueden hacerse más rápidamen- medida en que promueve la competencia entre
te conscientes de la medida en que les pueden profesores y dificulta las alianzas contra las re-
afectar las reformas; y también que pueden de- formas; en particular si éstas convencen a algu-
sarrollar discursos alternativos a los oficiales. nos grupos de que pueden resultar ganadores.
Además, es natural en los académicos valorar
críticamente los discursos convencionales o do- Dado que las previsiones sobre la intensidad y la
minantes y adoptar actitudes críticas con res- eficacia de la reacción de los académicos no resul-
pecto a ellos. tan coincidentes, se antoja interesante recurrir a la
• Los académicos también tienden a identificar- literatura que describe cómo están siendo realmente
se, a veces de manera bastante pasional, con las tales reacciones. Anderson (2008), por ejemplo, estu-
tareas y con los objetivos de la institución para dia las actitudes que los académicos adoptan ante la
la que trabajan. Las reacciones de los académi- extensión del gerencialismo. Para Anderson, los aca-
cos pueden representar un serio obstáculo para démicos responden mayoritariamente con ansiedad
aquellas reformas que vayan en contra de los y desmoralización, pero también describe y, lo que
principios que respetan y defienden. resulta más interesante, cataloga las conductas de los
académicos. En su opinión las reacciones de los aca-
En contra de la capacidad de respuesta de los aca- démicos pueden clasificarse en los siguientes tipos:
démicos actúan algunos argumentos presentados El discurso clandestino. Se trata de un discurso en el
por Hoecht (2006): que se condenan las prácticas gerencialistas que son
calificadas de ineficaces. Este discurso emerge en las
• La mayoría de los académicos (excepto los que conversaciones privadas entre los académicos, pero
trabajan en las ramas asociadas a profesiones los académicos rara vez lo sostienen en público.
liberales como la medicina o el derecho) sólo El discurso público. En ocasiones el discurso clan-
pueden ejercer su profesión en las instituciones destino se hace público. Los académicos pueden
educativas. emplear su propia investigación para racionalizar su
• Además, los académicos, incluso cuando es- descontento y analizar las consecuencias negativas
tán afiliados a sindicatos, carecen de meca- de las reformas que se les imponen; otras veces em-
nismos corporativos eficaces para defender sus plean otros canales de comunicación social, como la
privilegios. prensa. Sin embargo, la mayor parte de las declara-
ciones públicas de descontento se producen dentro
Por otro lado, y en el mismo sentido de los argu- de las propias ies, aprovechando que en ellas exis-
mentos de Hoecht: ten foros donde los académicos pueden expresarse

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y participar en la toma de decisiones. Anderson en- tengan capacidad para oponerse abiertamente a las
cuentra que estas expresiones de protesta suelen ser prácticas gerencialistas, pero sí para eludir y subver-
mayoritariamente individuales y poco eficaces. Para tir sus principios. El “ritualismo” —es decir, el cum-
la administración y los representantes de los discur- plimiento formal tras el que se esconde la subversión
sos oficiales parece fácil descalificar a los académi- de los principios y el fraude de ley— es muy común
cos individuales y sus argumentos, apelando a la en materia de aseguramiento de la calidad, como
actitud diferente de quien protesta, cuyo comporta- denuncia Hoecht (2006) y describe con detalle New-
miento no dudan en calificar de desviado y anormal. ton (2002, 2001, 1999).
En otras ocasiones, el discurso se revela en los con- Anderson descubre que la resistencia de los acadé-
textos concretos en los que se comienzan a apreciar micos sin responsabilidades de gestión a veces cuen-
las consecuencias del gerencialismo; por ejemplo, los ta con la complicidad de los que sí las tienen. Es más,
académicos pueden aprovechar las solicitudes de in- algunos administradores consideran que su papel
formación desde la gerencia para discutir con ella consiste precisamente en proteger a los profesores de
la oportunidad de las solicitudes o, en general, los cualquier cosa que pueda distraerles de su trabajo.
objetivos de la gerencia y el estilo en el que se ejerce Birbaum (2000), en su trabajo sobre el influjo de las
la dirección. Finalmente, el académico siempre en- modas de gestión en las ies, plantea una hipótesis
cuentra un público natural para sus argumentos: sus arriesgada aunque verosímil: la de que el impacto
estudiantes. de las modas en el mundo académico —incluyendo
La negativa a la cooperación. En esta categoría se con- entre ellas el propio gerencialismo— es meramente
signan las formas más o menos explícitas de negativa superficial precisamente porque las decisiones de la
a tomar parte en las prácticas derivadas de la exten- alta dirección sólo están débilmente acopladas con
sión del gerencialismo. Muchas veces la negativa no la realidad del funcionamiento de las organizacio-
es del todo expresa y se sustancia en un olvido inte- nes. Los gestores académicos son conscientes de ello,
resado. Esta forma de oposición es menos pública e pero la adhesión a las modas y su utilización cumple
implica una menor intensidad de confrontación. para ellos otro fin: el de legitimarles ante los agentes
Elusión. La elusión consiste simplemente en ig- externos que otorgan fondos económicos a sus insti-
norar los procedimientos establecidos o los requeri- tuciones… o que, eventualmente, les eligen para el
mientos de los gestores. La elusión está emparentada cargo.
con las maneras menos expresas de negación, y tie-
ne en común con ellas que se evita la confrontación Conclusiones
directa. La estrategia de elusión se adapta perfec- En este artículo se ha propuesto un esquema inter-
tamente al carácter individualista del prototipo pretativo de las reformas que han tenido lugar en la
académico, y a dos valores muy arraigados en la es británica desde los ochenta. Según este marco,
academia: la renuencia a inmiscuirse en el trabajo las reformas legales conducen a las ies desde solu-
de los demás y el respeto por la divergencia intelec- ciones de gestión más próximas al modelo colegial
tual. Una forma de elusión es la conformidad mínima, hasta otras que lo están más cerca de un modelo
que consiste en someterse a las normas y a las órde- que puede calificarse de gerencial. Las reformas
nes sólo en la medida de lo estrictamente necesario o han contribuido a erosionar principios básicos de
en cumplir con la letra de las normas al mismo tiem- este modelo, como el gobierno compartido o la au-
po que se conculca su espíritu. Prichard y Willmott tonomía del académico, sustituyéndolos por otros
(1997) ya establecieron que los académicos quizá no como la centralización, la autoridad o la rendición

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de cuentas. Las reformas del Reino Unido han ins- las actividades sustantivas del académico (docencia
pirado otras, semejantes, en el resto de Europa y del o la investigación), puede provocar colapsos infor-
Mundo, incluido México (De Vries, 2001; Quintero mativos que pondrían en peligro la propia eficacia
et al., 2010). de dichas actividades. Si, a pesar de las reformas,
Conocer las consecuencias que han deparado es- tal cosa no ha ocurrido en las ies es sencillamente
tas transformaciones allí donde primero se pusieron porque los académicos todavía hoy están acostum-
en marcha puede resultar de interés para los países brados a actuar con criterio personal, y rara vez se
que las aplicaron más tarde o tienen intención de limitan a aplicar las normas en su trabajo. De hecho,
hacerlo. No obstante, es muy complicado evaluar los académicos son conscientes de que los órganos
exhaustiva y definitivamente si las tendencias ob- con autoridad burocrática están dispuestos a acep-
servadas contribuyen a mejorar o a empeorar el tar excepciones en la aplicación de los estándares e
funcionamiento de las ies, entre otras cosas por la ignoran qué pueden hacer cuando los académicos se
dificultad de aislar los efectos de las propias refor- niegan a aplicarlos (Anderson, 2008).
mas de los de otras circunstancias contingentes. Este La reflexión anterior debería hacer notar a los
trabajo no pretende realizar tal evaluación sino, más partidarios de las reformas que el funcionamiento
sencillamente, plantear un marco general que per- de las ies sigue estando en manos de los académi-
mita interpretar y valorar las reformas con ayuda cos y que, por tanto, es dependiente de la propen-
del conocimiento que existe sobre el funcionamiento sión que muestren éstos a cooperar con los órganos
de las organizaciones académicas. de gestión. También se sabe que la adhesión de los
Por ejemplo, la teoría de la organización prevé académicos a las reformas depende de la medida en
que la centralización de la capacidad de decisión que éstas se ajustan a sus escalas de valores. Las or-
sirve para acelerar la toma de decisiones en las or- ganizaciones universitarias son organizaciones nor-
ganizaciones, tal y como pretenden las tesis refor- mativas, en las que los actores no juzgan tan sólo la
mistas, pero no está probado que mejore las propias eficacia de la gestión, sino también la manera en que
decisiones. Al contrario, puede ocurrir, como han se desarrolla, y los académicos por lo general consi-
señalado Stensaker y Vabø (2013), que las decisio- deran ilegítimos los sistemas que propician la con-
nes sean de peor calidad porque se toman contando centración de la autoridad en las ies o la injerencia
con menos información, dado que no contemplan, en el criterio profesional del académico (Birnbaum,
o incluso ignoran sistemáticamente, las posturas de 2004). En México también existe evidencia (Olas-
todas las partes interesadas. koaga et al., 2015) de que los profesores universitarios
En las ies la estandarización de los procedimien- son partidarios de un modelo que defiende la auto-
tos tiene espacios donde puede resultar útil, por nomía del académico.
ejemplo en los procesos administrativos ligados a Todo lo anterior invita a pensar en que las re-
la admisión de estudiantes o el control presupues- formas en la educación superior son tan necesarias
tario. Hay pruebas factuales de que la eficiencia de como factibles, siempre que se diseñen con inteligen-
estos procesos ha mejorado al aplicarse métodos bu- cia; lo cual implica, entre otras cosas, no olvidar las
rocráticos (De Vries, 2001). Sin embargo, la teoría enseñanzas de la teoría organizativa, y demostrar
de las organizaciones defiende que aplicar medidas cierta sensibilidad con respecto a los actores impli-
de estandarización a tareas complejas, como lo son cados en su funcionamiento.

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Cómo citar este artículo:


Olaskoaga-Larrauri, Jon, Xabier González-Laskibar, Elia Marúm-Espinosa y Eneritz Onaindia-Gerrikabeitia
(2015), “Reformas organizativas en las instituciones de educación superior, condiciones laborales y reacciones
de los académicos” en Revista Iberoamericana de Educación Superior (ries), México, unam-iisue/Universia, vol.
vi, núm. 17, pp. 102-118, https://ries.universia.net/article/view/1547/reformas-organizativas-instituciones-educa-
cion-superior-condiciones-laborales-reacciones-academicos [consulta: fecha de última consulta].

http://ries.universia.net Núm. 17 Vol. vi 2015

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