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Prisiones y COVID-19 una revisión narrativa de literatura.
SITUACION DE LAS PRISIONES Y COVID-19: UNA REVISIÓN NARRATIVA DE

LITERATURA.
Alvaro José Manrique Flórez
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

INSTITUTO DE SALUD PÚBLICA
Maestría en Salud Pública
Bogotá D.C, 2022
SITUACION DE LAS PRISIONES Y COVID-19: UNA REVISIÓN NARRATIVA DE

LITERATURA.
Alvaro José Manrique Flórez.
Trabajo de grado para optar al título de:

Magister en Salud Pública.
Director:
Jorge Martín Rodríguez Hernández. MD MSc, PhD.
Profesor – Investigador
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

INSTITUTO DE SALUD PÚBLICA
Maestría en Salud Pública
Bogotá D.C
AGRADECIMIENTOS.
A mi padre y madre quienes, con su constante entrega, dedicación y lucha han

formado la persona que soy; a mi hermana Layus como solía decirle, quien, aunque
ya no me acompaña, su recuerdo siempre estará en mi mente y corazón
fortaleciéndome en los momentos más difíciles y ayudándome a seguir cumpliendo
mis sueños.
A la Maestría en Salud Pública, todos y cada uno de los profesores quienes me

explotaban a cabeza con sus grandiosas clases y me enseñaron otras maneras de
pensarse el mundo, la vida, la salud. Mis compañeros con quienes compartí el salón
de clases presencial y virtual, donde reímos, merendamos, debatimos, y sobre todo
forjamos un vínculo de amistad poderoso que espero dure para siempre.
Por último, a mi director de tesis Jorge Martín Rodríguez Hernández. Esto no

hubiese sido posible, sin su guía, sus consejos de vida, su absoluta paciencia y sus
jalones de orejas cuando fueron necesarios, como dijo Gustavo Cerati “Gracias
totales”.
Índice
RESUMEN _______________________________________________________________ 6
ANTECEDENTES __________________________________________________________ 8
PROBLEMA. _____________________________________________________________ 9
MARCO CONCEPTUAL, CONTEXTUAL Y ESTADO DEL ARTE. _______________________ 11
JUSTIFICACIÓN. _________________________________________________________ 14
OBJETIVOS: _____________________________________________________________ 16
METODOLOGIA. _________________________________________________________ 17
RESULTADOS. ___________________________________________________________ 23
DISCUSIÓN. _____________________________________________________________ 33
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS _____________________________________________ 41

Índice de tablas.
Tabla 1. Ecuaciones de búsqueda según bases de datos. ________________________ 18
Tabla 2 Intervenciones para el control de COVI-19 en cárceles ____________________ 29
Índice de figuras
Figura 1 Flujograma con los resultados encontrados ____________________________ 24
Figura 2 Distribución de artículos por revistas _________________________________ 25
Figura 3 Distribución de artículos por diseños _________________________________ 26
Figura 4 Distribución de artículos por país ____________________________________ 26
Figura 5 Distribución de reportes en fuentes Colombianas _______________________ 31

RESUMEN
Introducción: en Wuhan (China), a finales de 2019, se reportó un conglomerado

de casos de una neumonía de origen desconocido, producida por un nuevo
coronavirus. En Colombia se confirmó el primer caso de COVID-19 el 06/03/2020.
Dos semanas después, debido a su rápida propagación se declaró el aislamiento
preventivo obligatorio. Las prisiones son epicentros con condiciones como:
hacinamiento, pobre ventilación, deficientes condiciones sanitarias, entre otros, que
genera contacto estrecho entre personas, y que favorecen la diseminación de
diferentes enfermedades como el COVID-19.
Objetivo: realizar una revisión de literatura referente a la situación y abordaje del
COVID-19 en centros penitenciarios del mundo y en Colombia.
Metodología: se realizó una revisión narrativa de literatura, empleando varios
componentes de una revisión sistemática de literatura, con el fin de identificar,
describir y clasificar artículos que puedan responder a la pregunta guía de este
estudio. La búsqueda se hizo en las bases de datos Pubmed, Scopus,
Sciencedirect, Scielo, Springer, utilizando descriptores Desc y MeSh. Se adaptaron
los pasos metodológicos sugeridos por la herramienta PRISMA. Se empleron
criterios de inclusión, publicaciones entre 1 de abril de 2020 al 12 de abril de 2021,
en español, inglés o portugués, titulo con COVID-19 o SARS-CoV-2.
Complementario a la extracción de información, se realizó una búsqueda de
informes o reportes publicados en medios de comunicación de Colombia.
Resultados: con base a la búsqueda realizada, se obtuvieron un total de 511

artículos, de los cuales después de aplicados los términos de inclusión y exclusión
quedaron 16 artículos para la síntesis de la revisión. Las categorías de
intervenciones que más se reportaron a nivel mundial fueron: control epidemiológico
(testeo masivo o seriado), distanciamiento social, medidas jurídicas (para la
descongestión del sistema penitenciario), higiene y protección personal, y
entrenamiento del personal. En Colombia, la medida de intervención más
importante fue el descongestionamiento del sistema carcelario con un decreto en

2020, el cual, no obstante, tuvo varias debilidades en su aplicación para disminuir
el hacinamiento.
Conclusiones: el manejo de una epidemia como el COVID-19 requiere diferentes
medidas, como son mejorar las condiciones de infraestructura de celdas, acceso a
instalaciones sanitarias, robusteciendo también las capacidades en términos de
herramientas, medicinas y personal capacitado; conformación de equipos de
búsqueda masiva de casos, independiente de cuál sea la enfermedad, y el
descongestionamiento de las cárceles con medidas jurídicas eficaces para disminuir
el hacinamiento.
Palabras clave: COVID-19. SARS Cov-2. Prisiones. Prisioneros. Colombia.
ANTECEDENTES
Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una pandemia

es la propagación mundial de una enfermedad emergente. En la historia del ser
humano, éste se ha visto enfrentado a innumerables enfermedades infecciosas,
muchas de las cuales han llegado a convertirse en pandemias (Moreno-Sánchez et
al., 2018). Estas pandemias causan en las personas un estado de miedo, ansiedad
e interrupción de la forma de vivir, quedando en la memoria colectiva de la sociedad
(Bostan et al., 2020; Moreno-Sánchez et al., 2018).
Entre las pandemias más representativas que se han presentado en la historia,
están, la Tuberculosis causada por el bacilo de Koch, la cual es una enfermedad
infecciosa que nos ha acompañado desde la edad media hasta el día de hoy. La
Viruela, causada por el poxvirus variola, única enfermedad infecciosa que ha sido
erradicada gracias a la vacuna reportándose el último contagio en 1977, con una
alta morbilidad y una mortalidad, que llegó hasta el 30%. La peste negra,
enfermedad que azoto al ser humano en la edad media -aunque todavía se reportan
casos- y que causó muchas muertes para ese periodo, con la Yersinia pestis como
su agente causal. Las diferentes cepas de Influenza, como H1N1, H2N2, H3N2; la
primera cepa causante de la mal llamada “Gripe española” y que dejo a su paso
más de 40 millones de personas muertas en el mundo (Huguet Pané, 2020; Moreno-
Sánchez et al., 2018).
En la actualidad, estamos siendo flagelados por otra pandemia, que fue notificada
por primera vez el 31 de diciembre de 2019 en Wuhan (China), logrando expandirse
por todo el mundo. Está asociada a un agente infeccioso viral, conocido como el
SARS Cov-2, que genera el COVID-19 (Bostan et al., 2020; Chakraborty & Maity,
2020; B. Joseph & Kallumkal, 2020; S. K. Saxena, 2020). El COVID-19, ha llegado
a la mayoría de los países y Colombia no ha sido la excepción. El primer caso en el
país se reportó el 6 de marzo de 2020, por el Ministerio de Salud y Protección Social
(MSPS) en su boletín 050 de 2020, donde se confirma que una ciudadana de 19
años, procedente de Milán, Italia, que presentó síntomas relacionados con COVID-
19, al realizarle la prueba diagnóstica fue positiva para este virus.
Si bien, este virus tiene una elevada tasa de contagio para todas las personas,
existen varias poblaciones que, por su hacinamiento, tienen una mayor probabilidad
de contagio. El hacinamiento, suele usarse para referirse a la aglomeración de
personas en un espacio reducido de acuerdo a parámetros de seguridad,
comodidad e higiene (Bembibre, 2010), . Entre los diferentes sitios cerrados que
pueden sufrir de este problema, están los hospitales, hogares de paso, ancianatos,
campos de refugiados, batallones de las fuerzas armadas y los centros
penitenciarios y carcelarios.
PROBLEMA.
La prisiones son epicentros de muchas enfermedades infecciosas, primero porque

se presentan factores de riesgo cómo pobre ventilación, condiciones sanitarias
precarias, bajo acceso a servicios de salud, hacinamiento que genera contacto
cercano entre personas, entre otros, siendo determinantes importantes para le
presentación y transmisión de diferentes enfermedades infecciosas como el COVID-
19 (Akiyama et al., 2020; Barnert et al., 2020; Fathi Waly et al., 2020; Kinner et al.,
2020; Tozzo et al., 2020). Así mismo, se han identificado otros factores que
aumentan la transmisión de enfermedades infecciosas cómo: la edad, el nivel de
educación, enfermedades preexistentes, el uso de drogas intravenosas, duración
de encarcelamiento, entre otros (Simpson & Butler, 2020).
Para dimensionar el problema, a nivel mundial, para el año 2021 la población
carcelaria que se encontraba en detención preventiva o con condena penal llegó a
10,7 millones de personas, con una tasa de reclusión global de 140 presos por
100.000 habitantes (Piñeros, 2022). En 2019, a nivel nacional la PPL, a cargo del
INPEC fue de 184.376 personas, con una tasa de reclusos de 366 presos por
100.000 habitantes (INPEC, 2019).
Lo anterior sumado a las circunstancias en que habita esta población marginada y
olvidada, además de las enfermedades que les puede afectar como VIH,
tuberculosis, hepatitis B y C, crea unas situaciones de vulnerabilidad, para que el

COVID-19 genere riesgos desproporcionadamente altos de afectación a la salud de
los reclusos. Además de los profesionales que prestan un servicio para la población
carcelaria (Barnert et al., 2020; Fathi Waly et al., 2020).
Según algunos autores, el diseño del sistema penitenciario a nivel mundial,
fortalecido por las políticas punitivas, que tienen como finalidad el control de
comunidades marginadas y estigmatizadas por el orden socio-económico
neoliberal, resulta en el encierro principalmente de personas de los sectores más
vulnerables de la sociedad; también afirman que el ejercicio del poder establecido
al interior de la prisiones inciden sobre el cuerpo de las PPL, reduciéndolos a objetos
mercantiles o biológicos; lo anterior hace que estos escenarios impacten de manera
directa en la salud de esta población, incrementando las situaciones de injusticia y
desigualdad (Bello Remírez & Parra Gallego, 2016; Calveiro, 2010; Piñeros, 2022).
En el país la política criminal, dirigida a poblaciones marginadas ha conllevado al
atiborramiento de mujeres y hombres de clases populares en los centros
penitenciarios, siendo obligados a vivir en condiciones de hacinamiento,
insalubridad y violencia, donde sus derechos se ven violentados y sus cuerpos se
ven expuestos a enfermedades, sufrimiento, abandono y asesinato; por eso,
algunos autores se refieren a las cárceles como “espacios de muerte”, resultado de
una política de muerte o necropolítica (Bello Remírez & Parra Gallego, 2016).
Como consecuencia de lo anterior se puede generar un debilitamiento del sistema
inmune del preso, que sumado al poco interés por su bienestar, donde se imponen
barreras de acceso, continuidad y calidad del servicio de salud, puede conllevar al
aumento de los riesgos de complicaciones y muerte, en este caso por COVID-19
(Akiyama et al., 2020; Barnert et al., 2020; Kinner et al., 2020; Piñeros, 2022;
Simpson & Butler, 2020).
Igualmente, estos lugares se vuelven un problema de salud para la comunidad,
debido al alto flujo de personas que tienen los centros penitenciarios, como el
personal que trabaja allí, los reclusos que son movilizados de una cárcel a otra, los
que ya cumplieron condena y son dejados en libertad, y las personas que hacen las
visitas a los prisioneros, suponen un riesgo de propagación de la infección hacia la
población carcelaria (Barnert et al., 2020; Kinner et al., 2020). Por eso, proteger a
esta población contra el COVID-19 debe ser una prioridad de salud pública, debido
a que no solo beneficia a los reclusos si no, a la comunidad en general (Barnert et
al., 2020).
MARCO CONCEPTUAL, CONTEXTUAL Y ESTADO DEL ARTE.
El Síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS- CoV 2) producido por

el COVID-19 ha afectado los sistemas de salud alrededor del mundo, los estilos de
vida de los humanos, la educación, el turismo, la industria, las políticas, las
relaciones internacionales entre países, entre otros (Mahmudul Hassan et al., 2020;
Xie et al., 2022). El COVID-19 tiene un alto poder de transmisión, difundiéndose en
215 países, hasta la fecha a nivel mundial se evidencia más de 456 millones de
casos totales, y 6 millones de muertes (COVID-19 Map - Johns Hopkins Coronavirus
Resource Center, n.d.; Mahmudul Hassan et al., 2020).
Este virus pertenece a la familia de los coronavirus, la cual causa una gran cantidad
de enfermedades tanto en animales como en seres humanos. Algunos de estos
coronavirus en décadas pasadas han generado enfermedad en los humanos tales
como, Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) o Síndrome Respiratorio
Severo Agudo (SARS) (S. K. Saxena, 2020).
El SARS-CoV-2, es un virus de origen zoonótico responsable del brote de la
enfermedad respiratoria conocida como nueva enfermedad de coronavirus 2019
(COVID-19, por sus siglas en inglés). Esta enfermedad fue declarada por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) como pandemia, el 11 de marzo de 2020.
(Dyal et al., 2020; Bobby Joseph & Kallumkal, 2020; S. K. Saxena, 2020). El virus
se transmite persona a persona por el aire, mediante gotas que se expulsan a
través de la respiración, así mismo, por contacto con superficies contaminadas y
luego por contaminación involuntaria con los ojos, nariz o boca (Dyal et al., 2020;
Bobby Joseph & Kallumkal, 2020).
El espectro de la enfermedad es amplio, desde personas asintomáticas, con
síntomas clínicos muy leves, moderados, hasta casos fatales. Ahora bien, entre las
personas sintomáticas, los síntomas más comunes de COVID-19 son fiebre, tos
seca y cansancio, algunos pacientes pueden presentar dificultad respiratoria. En
casos severos la enfermedad puede causar neumonía, síndrome de distrés
respiratorio, falla orgánica, y muerte (Kemelbekov et al., 2020; S. K. Saxena, 2020;
Sironi et al., 2020).
Este virus es altamente contagioso, sin embargo, tiene un rango de mortalidad bajo
que va del 1,2% al 14%, esta fluctuación depende de factores como la edad,
condiciones previas de salud, la inmunidad de las personas, presentación o no de
enfermedades crónicas (S. K. Saxena, 2020). Aunque se está buscando un
tratamiento para la enfermedad, éste todavía no se ha establecido y, todo está
enfocado hacia la prevención de la transmisión o del contagio, es así que, las
medidas que se han establecido para la prevención son el uso de tapabocas, lavado
de manos después de estar en contacto con objetos o materiales posiblemente
contaminados, aislamiento social, distanciamientos social, entre otros (Bostan et
al., 2020; Chakraborty & Maity, 2020; Dyal et al., 2020; S. K. Saxena, 2020).
En la actualidad ya existen vacunas con potencial capacidad de inmunización (Li &
Li, 2021) y se ha considerado la vacunación de personas susceptibles la mejor
forma de control del virus, hasta el momento las dosis totales aplicadas a nivel
mundial sobrepasan los 10 mil millones, y en teoría, si entre el 70%-80% de
personas son vacunadas contra COVID-19, se genera una inmunidad de rebaño
que protegerá al resto de personas que no fueron vacunadas (COVID-19 Map -
Johns Hopkins Coronavirus Resource Center, n.d.; Xie et al., 2022).
El hacinamiento se ha definido como la aglomeración de personas en un espacio
cerrado y reducido, el cual según algunos autores afecta la seguridad, la higiene y
la salud de las personas que allí habitan (Bembibre, 2010; Gray, 2001). En las
poblaciones afectadas por este circunstancia, se evidencia un aumento en la
propagación del virus y en el riesgo de muerte por COVID-19 (Fathi Waly et al.,
2020). Los lugares con mayor riesgo de contraer la enfermedad, debido a sus malas
condiciones sanitarias son los campos de refugiados en Siria, Grecia, Bangladesh
(Dimitropoulos, 2020; Meer, 2020).
En los barrios populares, con altos índices de pobreza y que son áreas densamente
pobladas, con condiciones de infraestructura malas (Lall & Wahba Sameh., 2020)
también se han visto fuertemente golpeadas por esta pandemia, tanto así que, en
Nueva York, las zonas residenciales donde más se presentaron emergencias
asociadas a gripe fue en Queens y el Bronx. En Inglaterra se presentó el mismo
fenómeno donde la tasa de mortalidad por COVID-19 más alta para el 29 de mayo
del presente año fue en Newham al este de Londres, con una incidencia de 144,3
personas muertas por COVID-19 por 100.000 habitantes, siendo este municipio el
que presenta mayor porcentaje de hacinamiento (Barker, 2020).
Los establecimientos carcelarios y por lo tanto la población privada de la libertad
también es altamente vulnerable ante este virus. Según algunos autores, la
población carcelaria tiene una mayor prevalencia de personas con enfermedades
infecciosas como tuberculosis, VIH SIDA, hepatitis B y C, respecto a la población
general. (Fathi Waly et al., 2020).
Para el 29 de febrero de 2020 en Wuhan (China), cerca de la mitad de los casos
que fueron reportados por COVID-19 hacían parte del sistema de prisión de la
ciudad (Barnert et al., 2020). Así mismo, en Estados Unidos el 26 de marzo se
reportó la primera muerte por COVID-19, de una persona recluida en Georgia, y en
la cárcel de Nueva York se reportó un rango de infección siete veces más alto que
en el resto de la ciudad, siendo esta ciudad el epicentro de contagio en ese momento
(Barnert et al., 2020).
El COVID-19 ha vuelto a poner sobre la mesa la crisis carcelaria, dejando en
evidencia la sistemática violación a los derechos humanos en estos centros. Este
evento ha generado una crisis mundial que ha afectado la salud de las personas
que habitan las cárceles, incrementando su vulnerabilidad, creando procesos de
exclusiones, inequidades y desigualdades, promoviendo prácticas malsanas que
afectan los modos de vida de las PPL; sumado a esto, las condiciones físico sociales
que se construyen en estos espacios, se comportan como determinantes que
inciden en el proceso de salud-enfermedad de estos grupos poblacionales
(Calveiro, 2010; Piñeros, 2022).
JUSTIFICACIÓN.
Si bien la OMS estableció ciertas recomendaciones para ayudar a prevenir el

contagio contra COVID-19, como el lavado de manos, distanciamiento social,
cubrirse con el pliegue del codo al momento de estornudar , entre otros (Alexander
et al., 2020; Fathi Waly et al., 2020; S. K. Saxena, 2020; Tozzo et al., 2020), en el
caso de los centros penitenciarios, se hace muy difícil seguir todas estas
recomendaciones, debido al hacinamiento y las condiciones de insalubridad
presentes (Alexander et al., 2020; Barnert et al., 2020; Simpson & Butler, 2020;
Tozzo et al., 2020).
Teniendo en cuenta lo anterior y dada la importancia que tiene para la salud pública
el posible impacto del COVID-19 en los centros carcelarios, surgen las siguientes
preguntas: ¿Cómo ha sido el comportamiento del COVID-19 en los centros
penitenciarios del Mundo y el país? ¿Qué sucede con esa población marginada,
que vive en precarias condiciones de hacinamiento en la cárcel? ¿Cuál ha sido el
manejo que le han dado las autoridades nacionales e internacionales a este
problema relevante de salud pública? Estas se esperan responder con esta revisión
narrativa de literatura.
La importancia de esta revisión narrativa radica en comprender las diferentes
intervenciones que fueron realizadas a nivel mundial, comparándolas con las
medidas propuestas y ejecutadas en el orden nacional, así mismo, entender el
comportamiento epidemiológico que ha tenido la enfermedad SARS-CoV 2. Por otro
lado, percibir el proceso salud-enfermedad y las repercusiones que dejó el virus en
las poblaciones carcelarias, también, inferir la pertinencia de las formas de atención,
prevención y pronóstico de la enfermedad en este grupo poblacional.
El período de búsqueda seleccionado se escogió teniendo en cuenta el contexto
histórico del momento, en el cual se enfocaron las intervenciones con medidas de
tipo no farmacológico, teniendo en cuenta que en esa época se encontraba en
desarrollo la vacuna. (Enfermedad Por El Coronavirus (COVID-19): Vacunas, n.d.).
Para comprender lo sucedido en Colombia y discernir entre las intervenciones
nacionales e internacionales, fue importante realizar una búsqueda minuciosa de
informes noticiosos aportados por diferentes fuentes, que contribuyó a la

contextualización de la situación vivida en los centros penitenciarios y carcelarios
de Colombia, así mismo, se pudo comparar las intervenciones que se aplicaron al
momento de la llegada del COVID-19 en Colombia con las realizadas en el mundo.
OBJETIVOS:
OBJETIVO GENERAL
• Realizar una revisión narrativa de literatura referente a la situación y abordaje

del COVID-19 en centros penitenciarios del mundo y Colombia.
OBJETIVOS ESPECIFICOS.
• Describir el comportamiento epidemiológico del COVID-19 en los centros
penitenciarios del mundo.
• Identificar las principales estrategias utilizadas para el diagnóstico, manejo y
control del COVID-19 en estos centros penitenciarios.
• Describir y comparar las intervenciones realizadas en diferentes contextos
mundiales con las realizadas en Colombia.
METODOLOGIA.
Se realizó una revisión narrativa de literatura utilizando algunas herramientas de

una revisión sistemática, con el fin de identificar, describir y clasificar la literatura
que pueda responder a la pregunta guía de este estudio ¿Cuál ha sido la situación
clínica epidemiológica y el manejo de la COVID-19 en la población privada de la
libertad a nivel mundial? (Moruno-millares et al., 2019). Las revisiones de literatura
son definidas como estudios retrospectivos, observacionales, integrativos y
secundarios que combinan estrategias que manejan una misma pregunta (Beltrán,
2005).
Para la estrategia de búsqueda de la información, se establecieron los siguientes
descriptores MeSh y DeSC con base en la pregunta guía anteriormente expuesta.
Dichos descriptores están unidos por operadores boléanos que correspondieron a
AND y OR. A continuación, los descriptores (((Prisons OR Jail OR Penitentiary OR
Incarcerat OR Custod OR “Penal institution” OR Reformatory OR “Detention center”
OR prisoners OR “People deprived of liberty”) AND (COVID-19 OR “Sars-CoV 2”)
AND (Management OR Intervention OR Control)). Los idiomas de las publicaciones
escogidas fueron español, inglés y portugués. Así mismo, el periodo de publicación
de los artículos escogidos fue entre el 1 de abril de 2020 al 12 de abril de 2021.
Las bases de datos en las que se realizó la búsqueda fueron Pubmed, Scopus,
Sciencedirect, Scielo, Springer. En cada una de estas bases se establecieron
diferentes ecuaciones de búsqueda, como lo muestra la Tabla 1. Para el caso de
Pubmed se realizaron dos búsquedas en la que se cambió el último termino MeSh
para ambas ecuaciones con el fin de ampliar los términos de búsqueda y con esto
fue posible encontrar una mayor cantidad de artículos que se relacionaran, a
diferencia de haber hecho la búsqueda con los términos incluidos en una sola
ecuación. En el caso de Sciencedirect, además de realizar la búsqueda con la
ecuación, se aplicaron dos filtros de búsqueda en los que solo se mostraran
artículos de revisión y de investigación.
Tabla 1. Ecuaciones de búsqueda según bases de datos.
Base de datos Ecuación
SCOPUS TITLE-ABS-KEY (prisons OR jail OR penitentiary AND

COVID-19 OR “sars-cov AND 2” AND management OR
intervention OR control )
PUBMED 1 ((PRISONS) AND (COVID-19)) AND (MANAGEMENT)
PUBMED 2 ((PRISONS) AND (COVID-19)) AND (CONTROL)
SPRINGER '"COVID-19" AND (prisons OR jail) AND (management OR

intervention OR control)'
SCIENCE DIRECT TITLE-ABS-KEY (prisons OR jail OR penitentiary AND

COVID-19 OR “sars-cov AND 2” AND management OR
intervention OR control )
SCIELO COVID 19 AND Prisons
Para el desarrollo de esta revisión se hizo una adaptación de los pasos

metodológicos sugeridos por la herramienta PRISMA. El método consistió en un
diagrama de flujo de cuatro pasos que fueron Identificación de los textos, tamizaje,
elegibilidad y evaluación de la literatura seleccionada (Moher et al., 2009; Pati &
Lorusso, 2018). Si bien, para esta revisión se siguieron las cuatro fases, no se
empleó la herramienta de lista de verificación propuesta por los creadores de
PRISMA, se generaron, entre otros, diferentes criterios de inclusión y exclusión en
cada uno de los pasos, los cuales se describen a continuación.
Identificación de los textos, para esta fase se realizó una revisión y análisis de los
títulos de artículos que resultaron de la búsqueda en las respectivas bases de datos.
Los criterios de elegibilidad para el título eran contener las palabras COVID-19 o
SARS-CoV-2, así mismo, prisión o el sinónimo que corresponda o referirse a la
población privada de la libertad. También se identificaron títulos repetidos, los
cuales se excluyeron.
Una vez identificados y cumplidos los criterios de inclusión de los textos en la

primera fase, se realizó el proceso de Tamizaje. En esta fase se hizo una lectura
del abstract/resumen, además de una visualización del texto completo en los casos
en que no hubiera abstract del artículo. Los criterios de inclusión establecidos fueron
la definición del tipo de estudio ya sean cualitativos, cuantitativos (estudios de
brotes, transversales, longitudinales, ecológicos, revisiones sistemáticas de
literatura o meta-análisis) o mixtos si fuera el caso, que hicieran referencia al
comportamiento, diagnostico, manejo o tratamiento realizado en las cárceles. Se
excluyeron editoriales, cartas al editor, comentarios, o similares que no
correspondieran a un proceso estructurado a nivel cuantitativo o cualitativo.
Posterior a la fase de tamizaje, con los artículos que quedaron, se procedió con las
fases de Elegibilidad y evaluación de los textos. Para elegibilidad, se realizó una
lectura rápida y completa de los textos, en este caso los criterios de elegibilidad
fueron, que se expusiera claramente el problema del COVID-19 en los centros
penitenciarios, los resultados debían estar orientados hacia las estrategias usadas
para el diagnóstico, control, manejo o intervención de COVID-19 en estos lugares y
por supuesto se re-verificaron los criterios de inclusión previamente establecidos.
En esta fase los artículos escogidos debieron cumplir todos los criterios de inclusión
descritos en cada una de las etapas previas.
Una vez seleccionados los artículos de la fase anterior se procedió a la evaluación
de calidad de los textos (Hamida Abdelkader et al., 2021; Prado-Galarza et al.,
2020). Para dicha evaluación se utilizaron diferentes herramientas, la primera
llamada Critical Appraisal Skill Program Spain (CASPE), utilizada para la lectura
crítica de la evidencia (Instrumentos Para La Lectura Crítica | CASPe, n.d.). Esta
herramienta tiene un método de calificación de diferentes tipos de estudios, tanto
cualitativos cómo cuantitativos, por medio de una lista de chequeo, permite el
análisis a través de preguntas sobre la validez interna del estudio y sus potenciales
resultados (Hamida Abdelkader et al., 2021; Santillán, 2014). Con esta herramienta
se evaluaron los estudios de tipo cualitativos y revisiones que surgieron del
resultado de la búsqueda.
En la calificación, las primeras tres preguntas fueron de eliminación, solo si la

respuesta era positiva en todas, se continuó con el proceso. Por el contrario, si al
menos una de las respuestas era negativa no se siguió con la evaluación y se
excluyó el artículo. De ahí en adelante se continuó calificando el texto hasta
completar la guía que tenía 10 preguntas para los estudios cualitativos y las
revisiones de literatura (Instrumentos Para La Lectura Crítica | CASPe, n.d.). La
evaluación de este apartado, se basó en Araujo y colaboradores, quienes en 2021
utilizaron la herramienta CASPE, en el cual se determinó que una calificación mayor
o igual a seis puntos aseguraba una buena calidad metodológica y bajo riesgo de
sesgo (Araujo Hernández et al., 2021). Para la presente revisión, se utilizó un criterio
de calidad del 70% no solo para CASPE sino también para las otras herramientas
de calificación de los artículos.
La segunda herramienta que se utilizó fue la Strengthening the Reporting of
Observational studies in Epidemiology (STROBE), herramienta utilizada para la
lectura crítica de estudios observacionales. Esta guía propone una lista de chequeo
con 31 preguntas que abarcan nueve dimensiones, cada una de las preguntas tiene
cinco formas de calificar (muy buena, buena, regular, mala, no informa y no aplica)
para facilitar la evaluación se asignó puntaje de uno (1) a las preguntas con
calificación muy buena y buena, al restante se les asignó cero (0) (Agustín Ciapponi,
2010). Esta herramienta fue utilizada para evaluar estudios transversales, cohortes
y casos y controles, que surgieron del resultado de la búsqueda.
A partir de STROBE, se ajustó la herramienta para la respectiva valoración de la
calidad. Por ejemplo, para estudios tipo series de caso se excluyeron las variables
de evaluación que hacen referencia a estudios comparativos o de inferencia, las
cuales no aplican. En el caso de estudios ecológicos, también se excluyeron
algunas preguntas dentro de las dimensiones participantes, comparación y
seguimiento (Agustin Ciapponi, 2011; Agustín Ciapponi, 2010). El resultado de la
exclusión de estas variables dejó 11 variables a evaluar para series de caso y 19
para estudios ecológicos. Los artículos que finalmente fueron sometidos a la
evaluación fueron 19.
A los artículos que obtuvieron un puntaje mínimo durante la revisión, se llevaron a

la extracción de la información. Para dicho paso, se creó una matriz con unas
variables definidas e importantes que se muestran a continuación.
1. Autor: investigador principal que participó de manera activa en la generación

del documento
2. Idioma: lengua en la que fueron escritos los artículos
3. Revista: donde fue publicado el artículo
4. Año: momento en el que el artículo fue publicado
5. País: Lugar geográfico donde se publicó el estudio y el cual debe situarse en
el mundo.
6. Objetivos: son los fines a los que desearon llegar los autores con el estudio.
7. Tipos de estudio: clasificación del artículo según estudio de tipo cualitativo,
cuantitativo o mixto.
8. Diseño: del estudio en salud pública utilizado para investigar el objeto
planteado del artículo.
9. Población: conjunto de elementos del objeto de estudio, para este caso se
clasificó en personas privadas de la libertad (PPL) o personas trabajadoras
del centro penitenciario (PS).
10. Sexo de la población: es una variable cualitativa dicotómica, dependiendo
de si el estudio se realizó en hombres o mujeres serian masculino o
femenino, respectivamente.
11. Grupos de edad: Variable dividida en los grupos etarios establecidos en
cada uno de los estudios.
12. Medidas de intervención: son las actividades realizadas en cada uno de los
estudios, estas pueden ser el diagnostico, manejo o control de la COVID-19.
Principales hallazgos, corresponden a los efectos que se obtienen de esas
medidas de intervención realizadas en el estudio.
13. Otros resultados: otros componentes adicionales que se hayan descrito
dentro de los resultados de los diferentes estudios
14. Limitantes reportadas: referente a un aspecto que se dejó de estudiar por

algún potencial problema encontrado, idealmente debe estar justificado en el
estudio
15. Observaciones / Limitantes observadas: algún tipo de comentario o
limitante que se haga al estudio y que no esté descrito dentro del artículo.
Con la información que resultó de la extracción de los datos, se procesó, sintetizó y
crearon las siguientes categorías de análisis a partir de la variable medidas de
intervención (Piñeros-Báez, 2020):
1. Distanciamiento social haciendo referencia a todas las medidas aplicadas

para favorecer el distanciamiento entre la población carcelaria.
2. Higiene y protección personal, medidas sanitarias enfocadas a la
protección de la población.
3. Control epidemiológico, control y seguimiento de la población, vigilancia
activa de casos.
4. Entrenamiento al personal, intervención de tipo administrativa orientada a
capacitar al personal en relación con la COVID-19.
5. Jurídicas, intervenciones orientadas a descongestionar el sistema
penitenciario.
Como complemento a la extracción de información anterior, en la bases de datos

google y pro quest, se realizó una búsqueda documental de informes noticiosos
que se hubieran publicado en cualquier medio de comunicación escrito, televisivo o
radial, en Colombia, usando algunos de los criterios de búsqueda como: Prisiones
o cárcel o Penitenciaria o personas privadas de la libertad y COVID -19 y manejo o
intervención o control.
La información relevante de la búsqueda se extrajo en una matriz con registros de
autor, fuente y contexto/intervención. El resultado obtenido de esta matriz, permitió
realizar una contextualización de lo vivido en los centros penitenciarios del país, así
mismo, se compararon las intervenciones hechas a nivel mundial respecto a las
existentes a nivel nacional. Este proceso se hizo con cada una de las categorías de
análisis establecidas anteriormente, para identificar, la posible efectividad de las
intervenciones realizadas.
RESULTADOS.
Con base a la búsqueda realizada en las diferentes bases de datos utilizadas para
esta revisión, se obtuvieron un total de 511 artículos, los cuales se repartieron por
bases de datos de la siguiente manera: Scopus 66, Pubmed primera búsqueda
78, Pubmed segunda búsqueda 121, Sciencedirect 114, Springer 125 y Scielo
7.
Del total de artículos encontrados en la primera fase se excluyeron 327 por no
cumplir con las palabras claves de inclusión en el título y 57 artículos por ser
repetidos. En la fase de tamizaje se excluyeron 89 artículos, 74 que no cumplieron
con los criterios de diseño y 15 por tener problemáticas no relacionadas con esta
revisión.
En la fase de elección se descartaron 4 artículos por no encontrarse el texto
completo, 8 por ser revisiones de tema, 1 por idioma y 6 porque no se realizaron
intervenciones. En la fase de evaluación, 3 artículos fueron excluidos por no cumplir
con los criterios de calidad de las herramientas utilizadas, dejando un resultado de
16 artículos. La figura 1 muestra el flujograma resultado de la búsqueda y exclusión
de los diferentes artículos en las diferentes etapas.
De los 19 artículos que lograron pasar a la última fase de selección, 5 fueron
sometidos a la evaluación del CASPe, de esos, 2 artículos tuvieron un criterio de
calidad del 80% y uno del 70%, los otros dos fueron descartados por tener tan solo
un criterio de calidad del 10 %. Los restantes 14 artículos se evaluaron, por medio
de la herramienta ajustada de STROBE (Agustin Ciapponi, 2011), en total fueron 13
los artículos que lograron ser seleccionados por tener un criterio de calidad mayor
al 70%, solo un estudio de serie de caso logro obtener el 90 % de puntaje, un estudio
transversal y uno de cohorte lograron tener un puntaje mayor a 80%.
La mayoría de los artículos se publicaron en inglés (14), tan solo uno en portugués,
y uno en español; la revista de donde más se encontró artículos publicados fue en
el reporte semanal de morbilidad y mortalidad del CDC aportando seis artículos, los
restantes 10 se publicaron en diferentes revistas a nivel mundial (figura 2). 50% de
los artículos se publicaron en 2020 y el otro 50% en 2021.
Figura 1. Flujograma con los resultados encontrados
Artículos encontrados a partir de la

búsqueda en bases de datos (n= 511)
IDENTIFICACIÓN
Exclusión de artículos (n=384).
- No cumple palabras claves (327).

- Artículos repetidos (57).
Artículos para visualización completa

del texto y revisión de abstract
(n=127)
TAMIZAJE
Artículos excluidos (n= 89):
- Por no cumplir el criterio de diseño (74).

- Problemáticas no relacionadas (15).
Artículos potencialmente elegibles

para revisión de texto completo
(n=38)
ELECCIÓN
Exclusión de artículos (n=19)
- Sin texto completo (4).

- Revisiones de temas (8).
- Idioma (1).
- No cumple intervención (6)
Artículos potencialmente elegibles

para evaluación de calidad (n=19)
INCLUSIÓN
Excluidos por calidad (3)
Artículos incluidos en la síntesis

(n=16)
Figura 2. Distribución de artículos por revistas
7
6
5
4
3
2
1
0
Los artículos seleccionados se dividieron en tres tipos de estudios: cuantitativos,

cualitativos y de intervención. Dentro de estos hubo diferentes diseños: el más
repetido fue series de caso con cinco artículos, seguido de diseños transversales y
ecológicos con tres, revisiones con dos, cohorte, intervención y estudio multi método
con uno cada uno (Figura 3). El país con la mayor proporción de artículos publicados
fue Estados Unidos con 68,75%, el resto de los países Colombia, Suiza, China,
Brasil aportaron el 6,25% de las publicaciones de esta revisión (Figura 4).
Figura 3. Distribución de artículos por diseños
6
5
4
3
2
1
0
Figura 4. Distribución de artículos por país

Reino Unido
Brasil 6,25%
6,25 %
China
6,25 %
Suiza
6,25 %
Colombia
6,25 %
USA
68,75 %
Para la variable población, se realizó una categorización de las diferentes

poblaciones en las que se hicieron los estudios. La primera categoría Población
privada de la libertad (PPL) del total de artículos obtenidos siete (44%) hicieron el
estudio con esta población, así mismo, 8 (50%) de los estudios fueron hechos en la
segunda categoría que comprendía trabajadores de la prisión (PS por sus siglas en
ingles personal staff) conjunto con PPL, tan solo un artículo se enfocó en PS que
fue la tercera categoría. La variable sexo no se reportó en 10 artículos; de los
restantes, cinco reportaron ambos sexos y solo uno, sexo masculino.
Ahora bien, para responder el primer objetivo específico se identificaron varios

patrones epidemiológicos en los estudios revisados: Se encontraron diferentes
resultados, en los cuales se establecían incidencias, tasas de ataques, tasa cruda
de muerte. En un artículo de cohorte se estableció una incidencia acumulada de
SARS-CoV-2 para todos los dormitorios del 78% (Wallace et al., 2021) Otro artículo
ecológico evidenció 11.710 casos de PPL por 100.000 habitantes para SARS CoV-
2 frente a 2.484 casos por 100.000 habitantes en personas no reclusas (Toblin &
Hagan, 2021); mientras que tasas crudas de mortalidad de 77,4 muertes por
100.000 habitantes en personas encarceladas frente 80.5 muertes por 100.000
habitantes en personas no reclusas (Toblin & Hagan, 2021).
Otro estudio con diseño ecológico, donde se hizo una caracterización de las
prisiones en niveles de riesgo de casos y muertes por COVID-19 en PPL y PS en
Texas, encontraron que la mayoría de reclusorios tenía bajos niveles de casos en
ambas poblaciones y estas se caracterizaban por tener 85% de la capacidad
poblacional (Vest et al., 2021). Otro estudio de cohorte, realizado en un centro de
detención en Louisiana, en seis pabellones de la cárcel, encontraron que la
incidencia acumulada fue del 78%; el pabellón con menor incidencia fue el E, donde
estaban las mujeres privadas de la libertad, el cual tenía la menor ocupación (32%),
mientras que, el dormitorio F tenía la mayor incidencia acumulada, el cual estaba
cerca de su capacidad total (90%) (Wallace et al., 2021) .
En cuanto a las principales estrategias e intervenciones realizadas se encontró

que, con base a las categorías de análisis descritas anteriormente, se hizo una
síntesis de las intervenciones realizadas o reportadas en las investigaciones.
• Control epidemiológico: aquí se reportaron la mayor cantidad de

intervenciones, siendo la más importante el testeo masivo a toda la PPL y en
algunos casos a PS. Por ejemplo, en 16 prisiones de Estados Unidos,
pasaron de hacer pruebas diagnósticas solo a casos sintomáticos en PPL,
ha masificarlas para toda la población, encontrando un aumento total del
número de casos de 642 a 8.239 (Hagan et al., 2020). El testeo también se
realizó a personas que ingresaron al centro penitenciario, para impedir la
propagación de casos al interior de los centros de reclusión (Hershow et al.,

2021; Piñeros-Báez, 2020).
Otro protocolo que se estableció, fue el testeo seriado en el que se hacia la
prueba diagnóstica cada cierto número de días a las personas que resultaran
negativas para SARS-CoV 2; por ejemplo, se ofrecía una nueva prueba
diagnóstica el día cuatro, cuando una PPL tenía un test negativo para
COVID-19 del día cero (primer test diagnostico), si el resultado era
nuevamente negativo, se realizaba otra prueba a los 14 días (Wallace et al.,
2021)
• Distanciamiento social: por medio del aislamiento y confinamiento de las
PPL con enfermedad activa. Algunos artículos reportaron, que personas con
resultados positivos o síntomas eran aisladas del resto de personas en la
unidad o bloque, y eran puestas en cuarentena (Clarke et al., 2020; Lewis et
al., 2021; Zawitz et al., 2021; Zhang & Wang, 2021). La restricción del
movimiento en el complejo por parte del PS también fue otra intervención,
con el objetivo de evitar mayor posibilidad de circulación del virus en los
centros penitenciarios (Lewis et al., 2021; Piñeros-Báez, 2020; Zawitz et al.,
2021). El PS que tuviese algún tipo de síntoma o fuese un contacto cercano
con algún caso se quedaba en casa durante 14 días (Clarke et al., 2020;
Zawitz et al., 2021). También se reportó el confinamiento total del PS en la
cárcel, sin posibilidad de salir sino hasta el final del turno, el cual era
indefinido en ese momento (Zhang & Wang, 2021).
• Higiene y uso de elementos de protección personal: consistió en el
abastecimiento de elementos de protección personal para el PS, y en algunos
casos también para la PPL (de Carvalho et al., 2020; Piñeros-Báez, 2020;
Zawitz et al., 2021).
• Entrenamiento personal: principalmente se estableció capacitación a
personas en COVID-19; por ejemplo, en EE.UU se realizó un proceso de
preparación del personal con el fin de fortalecer sus capacidades y enfrentar
de mejor manera la pandemia (Piñeros-Báez, 2020). Se establecieron
algunos equipos para rastrear posibles casos de COVID-19 al interior del

centro penitenciario (Clarke et al., 2020)
• Jurídicas: consistió en la descongestión del sistema penal, a través de
medidas de excarcelación como la libertad condicional, casa por cárcel, o
detención en lugares alternativos de reclusión, para reducir la densidad
poblacional de los centros penitenciarios (de Carvalho et al., 2020; Piñeros-
Báez, 2020; Wallace et al., 2021)
• Otras medidas: en un estudio donde se encuestó a la PPL, preguntándosele
sobre la disposición que tenían de recibir la vacuna, se encontró qué: 44,9%
querían vacunarse, 9,7% lo dudaba, unos por esperar más información de la
vacuna (54,4%), otros por duda en la eficacia (31%). El 45,4% se rehusaba,
20,1% por no confiar en el sistema de salud, 19,6% dudaba de la eficacia,
18,9% creía que era innecesaria la vacunación (Stern et al., 2021).
Otro hallazgo importante, fue la creación de una herramienta, la cual

cuantifica el riesgo de muerte de la PPL y los clasifica en categorías, basado
en diferentes factores de riesgo: edad, antecedentes de enfermedad
cardiovascular, enfermedad respiratoria crónica, inmunodeficiencia, diabetes
hipertensión, cáncer y otras comorbilidades; sin embargo, ésta herramienta
aún estaba en desarrollo y los puntajes utilizados debían considerarse
preliminares (Gonçalves et al., 2021).
Tabla 2. Intervenciones para el control de COVI-19 en cárceles
Categoría Intervención Autor

Distanciamiento Cuarentena casos positivos y Lewis, N. et al; Hershow, R. et al;
social personas expuestas. Wallace, M. et al; Gonçalves, L C.
et al; Clarke, M et al.
Confinamiento del personal Zhang, X. et al
Aislamiento de personas positivas de Carvalho, S G. et al; Clarke, M
et al
Restricción de movimiento Zawits, C. et al; Lewis, N. et al;
Piñeros, V.
Separación personas de acuerdo Gonçalves, L C. et al; de
a vulnerabilidad Carvalho, S G. et al
Higiene y Provisión de EPP al PS y PPL Zawits, C. et al; de Carvalho, S G.

protección et al; Lewis, N. et al
personal Aumento de frecuencia de L y D de Carvalho, S G. et al; Wallace,
de celda M. et al; Piñeros, V.
Aumentar suplemento de lavado Zawits, C. et al; Piñeros, V; de
de manos, agua ilimitada Carvalho, S G. et al
Control Testeo masivo Hershow, R. et al; Lewis, N. et al;

epidemiológico Hagan, L. et al; Toblin, R. et al;
Piñeros, V, Zawits, C. et al
Testeo personas nuevas Hershow, R. et al; Piñeros, V.
Testeo seriado Njuguna, H. et al; Wallace M. et al
Testeo a personas con síntomas Toblin, R. et al; Zawits, C. et al
Clasificación personas por Gonçalves, L C. et al
comorbilidad
Rastreo, seguimiento y control de Clarke, M et al; Piñeros, V.
contactos cercanos y casuales.
Entrenamiento al Capacitación al personal de Carvalho, S G. et al; Zawits, C.
personal et al; Wallace, M. et al; Piñeros, V.
Equipos de rastreo personal Clarke, M et al
Juridícas Descongestión del sistema Piñeros, V; Vest, N. et al; Wallace
penitenciario et al; de Carvalho, S G. et al
Contexto colombiano: de la búsqueda realizada de eventos noticiosos en total se

obtuvieron 42, evitando la duplicidad de estos. Las fuentes que más aportaron
fueron El tiempo y La W Radio, con 10 y 9 reportes, respectivamente. En la figura 5
se presentan los aportes de cada fuente.
Según los informes se establecieron diferentes intervenciones orientadas al control

de la pandemia: Por ejemplo, en medidas de control epidemiológico, La W radio
aportó tres noticias donde en los centros penitenciarios realizaban tamizaje a
nuevos ingresos a la cárcel, seguimiento de los síntomas por parte del personal
médico de la cárcel en San Gil, testeo a contactos cercanos en cárcel el buen pastor
de mujeres en Bogotá (Múnera, 2020, 2021; Palomino, 2020a).
En el periódico del Meta, el Tiempo y CE noticias financieras, reportaron testeo a

personas con comorbilidades (Justica, 2020; Redacción PDM, 2020; Translated by
ContentEngine LLC, 2020).
Figura 5 Distribución de reportes en fuentes Colombianas
12
10
Distanciamiento social, fue la segunda categoría donde más se reportó informes

noticiosos; la prohibición de visitas a las cárceles, al inicio del brote, fue la más
común, seguido de cuarentena y aislamiento de casos positivos; por último,
acuartelamiento del personal carcelario. En esta categoría la fuente que más
contribuyó fue La W radio con tres noticias, seguido de la Revista Pesquisa, el
Espectador, al día con el COVID-19 de la UdeA, con una cada una.
Intervención de tipo jurídicas, se establecieron mediante la aplicación del decreto

546 de 2020 (Gómez Jaramillo & Bayona Aristizabal, 2020; Montaño Rozo &
MArtinez Duran, 2020) , el cual fue un acto legislativo expedido por el Ministerio de
Justicia, con el cual se pretendía combatir el hacinamiento carcelario para prevenir
y mitigar el riesgo de propagación del virus en los centros de reclusión: Con este
decreto se habilitaron beneficios de detención y prisión domiciliaria transitoria, para
sustituir la pena de prisión y medida de aseguramiento (Gómez Jaramillo & Bayona
Aristizabal, 2020; Decreto Legislativo 546 de 2020, 2020). El Espectador aportó una
intervención, que fue la excarcelación de presos no por vía decreto, sino por la
aplicación de medidas ordinarias la que permitió la salida de más presos (Vargas

Mendoza, 2020).
Higiene y protección personal y entrenamiento a personal, fueron las categorías de

las que menos se informaron. Para la primera solo hubo una intervención, que
reporta entrega trimestral de EPP a la PPL, aportada por EFE new services y El
Tiempo; capacitación contra el virus y formación de equipos especiales para el
control del virus, fue aportada por La W Radio.
Otra intervención que se informó, por parte de CE noticias financieras fue el

fortalecimiento del centro de salud en la cárcel de Leticia. En otro informe realizado
por Caracol Televisión, se reportó que en la cárcel modelo de Barranquilla, 71 PPL
se curaron del COVID-19 por “consumir Moringa dos veces al día” (Cárcel Modelo
Combatió COVID-19 Con Moringa y Ahora Está Libre de La Enfermedad, 2020).
Si bien, se reportaron intervenciones dentro de todas las categorías, también se

encontraron muchos informes relacionados con realidades que se vivieron en los
centros penitenciarios, así como, varias críticas a las intervenciones implementadas
por el Estado y el INPEC. Por ejemplo, en la cárcel modelo de Bogotá el 21 de
Marzo de 2020 se presentó un motín que dejo 24 muertos, el origen de este hecho
fue el temor que tenían los presos por el virus, las faltas de condiciones sanitarias
dentro del centro penitenciario, el hacinamiento y prohibición de visitas a la PPL,
que generó aumento en la ansiedad de los presos, teniendo en cuenta que las
visitas brindan acceso a productos que el Estado no brinda (Itarrulde, 2020; Kraul,
2020).
En cuanto a la información epidemiológica a nivel nacional, dos reportes

periodísticos hicieron alguna mención al respecto, el primero W radio, reporta que
para la fecha de publicación de la nota (30/09/2020) se habían registrado 14843
casos de COVID-19 en la PPL y 1461 eran casos activos, con el 89,5% de internos
recuperados (Palomino, 2020); en El Espectador para la fecha (29/10/2020) de
publicación se reportaban 1255 casos activos (Zorro, 2020)
DISCUSIÓN.
Las prisiones son una fuente de alto riesgo para la diseminación de brotes de
enfermedades, tal como la COVID-19, debido a las diferencias ambientales e
higiénicas, que impiden un buen distanciamiento social entre la población que allí
habita. En estos escenarios se encuentra un precario acceso a servicios básicos
sanitarios como agua, herramientas para el correcto lavado de manos y elementos
de protección personal, lo cual hace que sea casi imposible impedir la transmisión
de la enfermedad en estos centros penitenciarios (Brennan, 2020; Itarrulde, 2020;
Marco et al., 2020).
Esto va más allá de un problema que incumbe solo al sistema carcelario, las
prisiones no están totalmente aisladas de la población. Si bien, la PPL es la más
afectada, también se puede perjudicar la población no carcelaria, debido a que las
prisiones pueden propagar la enfermedad a través de los portadores asintomáticos
- quienes pueden ser el PS o visitas de PPL - hacia la comunidad (Itarrulde et al.,
2020; Montoya-Barthelemy et al., 2020; Reinhart & Chen, 2020).
Por eso, antes de establecer la vacunación masiva como herramienta principal para
la contención de la enfermedad, se implementaron varias medidas de mitigación no
farmacológicas con el objetivo de reducir la transmisión de la enfermedad (Malloy
et al., 2021), los cuales son concordantes con los principales hallazgos del presente
trabajo. Para la identificación de casos se propusieron medidas de control
epidemiológico, en los artículos resultantes de la revisión se describieron diferentes
tipos de intervenciones realizadas. Todas estas, como el testeo masivo, iban
dirigidas a rastrear casos que no se habían podido detectar. La implementación de
estas medidas en las cárceles donde se hicieron, de manera rápida y efectiva,
permitieron reducir el riesgo de transmisión del COVID-19 (Malloy et al., 2021;
Nelson & Kaminsky, 2020; Ohuabunwa & Spaulding, 2020).
En Lousiana (USA), entre abril y mayo del 2020, se realizaron testeos seriados en
la población carcelaria que tuvieron contactos cercanos con la población positiva
para SARS-CoV 2; con esta intervención, se lograron identificar nuevos casos de
personas asintomáticas o presintomáticas, quienes se habían descartado a través

de la detección de síntomas (Njuguna et al., 2020), lo cual es concordante con el
estudio de cohorte también realizado en Louisiana, donde además evidenciaron que
la PPL asintomática y presintomática puede ser transmisoras del virus (Wallace et
al., 2021). Se sugiere que, debido a la alta diseminación del virus, es necesario
implementar esta medida después de la identificación del primer caso, con el fin de
prevenir la transmisión (Njuguna et al., 2020; Wallace et al., 2021).
Otros estudios encontraron que el testeo masivo de la población carcelaria (PPL y

PS), fue la medida más eficaz para detectar nuevos casos, lo que evidenció que el
testeo basado en la presentación de síntomas subestima el número de personas
positivas para COVID-19, debido a que no logra captar las personas asintomáticas
y presintomáticas (Hagan et al., 2020; Lewis et al., 2021).
En contraste, a nivel nacional, la implementación de medidas dirigidas al control

epidemiológico no fue tan efectivas, debido a que no se encontraron evidencias de
intervenciones de testeo masivo o seriado. La identificación de casos iba dirigido a
PPL con síntomas o contactos cercanos a casos positivos (Múnera, 2020; Múnera
2021; Palomino, 2020). Se estima que estas medidas fueron poco efectivas, tan es
así que para noviembre del 2020, solo se habían aplicado pruebas diagnósticas al
41% del total de la PPL (Itarrulde et al., 2020).
Una vez identificados los casos, se procedió a controlar la propagación del virus,
por lo cual, diferentes estudios encontrados a nivel mundial reportaron algunas
intervenciones enfocadas a la promoción del distanciamiento social, como
establecer procesos de aislamiento a personas positivas; así mismo, separar las
personas de acuerdo con su vulnerabilidad; por otro lado, se implementaron
medidas autoritarias consistente en el confinamiento estricto del personal trabajador
en el interior de la prisión (Clarke et al., 2020; de Carvalho et al., 2020; Hershow et
al., 2021; Piñeros-Báez, 2020; Zawitz et al., 2021; Zhang & Wang, 2021).
Las recomendaciones del CDC, para el distanciamiento social y que fueron

adoptadas en varias de las investigaciones, consistía en dejar en cuarentena a la
PPL nueva que ingresaba a la prisión. Así mismo, los casos positivos aislarlos y
repetir test nasofaríngeo para comprobar que no fuese positivo (Hershow et al.,
2021; Lewis et al., 2021; Piñeros-Báez, 2020; Wallace et al., 2021). Otra
intervención, fue la creación de una herramienta que lograba clasificar a la PPL por
factores de riesgo, con esto poder separar a las personas de acuerdo a su
vulnerabilidad, y realizar un plan de manejo (Gonçalves et al., 2021)
Estas intervenciones sugeridas y realizadas a nivel mundial, no se observaron en el

contexto latinoamericano, y en este caso en Colombia, debido a las precarias
condiciones físicas, de infraestructura y de hacinamiento que se vive en las cárceles
nacionales, lo que impide un buen manejo del distanciamiento entre los presos
(Itarrulde, 2020; Itarrulde et al., 2020; Pan American Health Organization, 2020).
Es claro que el hacinamiento es un factor importante para la propagación del virus

y las cárceles colombianas tienen este problema en gran parte del territorio nacional;
pasaron de tener 44.439 PPL en 1998 a 122.004 en 2019, cuando la capacidad total
era de 80.236, esto representa una sobreocupación del 152% (INPEC, n.d.). Lo
anterior se ve reflejado en que fuera de prisión la tasa de contagio fue de 1 por 1.000
habitantes, y en los centros penitenciarios del INPEC la tasa fue de 11,3 por 1.000
habitantes (Infobae, 2020; Santamaria Uribe & Amado, 2020; Torres, 2020).
Con el fin de disminuir el hacinamiento, se estableció una intervención de tipo

jurídica, que procuraba impactar de manera directa el distanciamiento social, esta
tenía que ver con el desencarcelamiento de la PPL. Es importante recordar que esta
medida también se estableció a nivel mundial (de Carvalho et al., 2020; Piñeros-
Báez, 2020; Vargas Mendoza, 2020; Wallace et al., 2021). Estados Unidos redujo
el tamaño de la población carcelaria de 20% y 30% (Nelson & Kaminsky, 2020).
A nivel nacional el gobierno emitió el decreto 546/2020 para hacer un

desencarcelamiento masivo de PPL. Esta medida no fue efectiva como se esperaba
debido a los problemas estructurales y coyunturales que enfrenta el sistema
penitenciario, como el hacinamiento y los defectos en el sistema penal ordinario,
que generaron muchas trabas para materializarlo. En el decreto hubo tantas
excepciones, relacionadas con los delitos imputados al preso, que incluso generó
una violación a los derechos de la PPL, resultando ineficiente (Gomez Jaramillo &
Bayona Aristizábal, 2020; Ortiz Fonnegra, 2020; Vargas Mendoza, 2020). Por el
contrario, otras acciones de tipo jurídico permitieron que un número mayor de
personas fueran liberadas; prueba de lo anterior fue que del 12 de marzo al 26 de
octubre del 2020 se liberaron 35.099 PPL de las cuales solo 2,6% fueron puestas
en libertad con base al decreto en mención (Itarrulde et al., 2020).
Otras intervenciones realizadas para el control de la transmisión de la enfermedad,

fueron el suministro de elementos de protección personal para la PPL y el PS,
además de aumentar los suplementos para el lavado de manos y proporcionar agua
ilimitada para los mismos (de Carvalho et al., 2020; Piñeros-Báez, 2020; Zawitz et
al., 2021). Sin embargo, una investigación encontró que no hubo diferencias entre
las personas que utilizaban mascarilla y se lavaban las manos, para personas
positivas o negativas con SARS CoV-2 (Wallace et al., 2021).
Respecto a la entrega de EPP a nivel nacional se estableció que fuera trimestral; no

obstante, la realidad fue que no hubo elementos básicos suficientes de protección
personal para la PPL. Esto se agravó debido a la restricción de las visitas
implementadas al inicio de la pandemia, teniendo en cuenta que son los familiares
de los encarcelados quienes suplen ciertos insumos que el gobierno no entrega
(aunque es su responsabilidad), como elementos de aseo y EPP (Itarrulde, 2020).
Otro hallazgo importante en la revisión a nivel mundial, fueron las tasas crudas de
mortalidad, encontrándose diferencias de la PPL frente a la población no carcelaria.
Por ejemplo, hubo 77,4 muertes/100.000 habitantes en la primera población frente
80.5 muertes/100.000 habitantes en la segunda, a pesar que los casos en la PPL
superaban en casi cinco veces a los de la población no reclusa (Toblin & Hagan,
2021). Lo anterior se puede explicar debido a que la población joven tiene una
menor probabilidad de morir por COVID-19 frente a la población mayor (Tan & Chua,
2020). Si se analiza por rango etario, la población carcelaria en Colombia (2019),
entre 18 a 44 años representa 79,8% de esta población, mientras que personas
mayores de 60 años fueron 3,6% y los mayores de 70 años 1,1% (INPEC, 2019).
Aunque en la presente revisión, no se encontró de manera específica resultados

relacionados con la salud mental de la PPL, las diferentes intervenciones que fueron
necesarias para poder disminuir la transmisión del virus, pudieron representar un

riesgo significativo para personas con enfermedades mentales severas. Los riesgos
de morbilidad y mortalidad de salud mental y de enfermedad mental severa son
mucho más altos en las PPL que en la población en general y, los riegos de suicidio
pueden ser hasta 10 veces mayores que en la población general (Gonçalves Júnior
et al., 2021; Stewart et al., 2020). El distanciamiento social, la ausencia de estímulos
ambientales debido al confinamiento, la falta de comunicación con sus familiares
pudo aumentar la probabilidad de distrés psicológico severo (Stewart et al., 2020).
Así mismo, el personal trabajador de la cárcel también tiene una alta vulnerabilidad
de sufrir problemas de salud mental, independientemente de la pandemia. Por su
trabajo están en constante estrés, ansiedad y frustración; comparados con los
oficiales de policías, pueden llegar a tener cerca de 40% a 100% más ansiedad,
depresión, estrés postraumático y suicidio (Montoya-Barthelemy et al., 2020). En
Colombia, la prohibición de visitas como principal medida de control de propagación
de la enfermedad (siendo la forma en que los reclusos se abastecen de diferentes
bienes y servicios), desencadeno una escasez de productos en los centros
penitenciarios, aumentó la tensión y ansiedad en la PPL de la cárcel modelo de
Bogotá resultando en 24 personas muertas y 83 heridas (Deutsche Welle, 2020;
Itarrulde, 2020; Morales et al., 2020).
La presente revisión de literatura tiene varias ventajas, pero también varías

limitaciones; la primera, fue el periodo de tiempo de búsqueda de los artículos, que
dejó por fuera investigaciones realizadas luego de haber implementado la
vacunación masiva a nivel mundial, además de otras publicaciones que validaban
diversas intervenciones más actualizadas. La segunda, fue la escasa publicación
de literatura científica relacionadas con esta población vulnerable, lo cual pudo
aumentar el riesgo de sesgos por la poca información con resultados negativos.
Tercera, a nivel latinoamericano solo se publicaron dos investigaciones de las
cuales una fue una revisión de las propuestas de mitigación europeas y de EE. UU,
lo que impide hacer una comparación a profundidad de las intervenciones realizadas
en los diferentes países de la región. Cuarta la falta de información epidemiológica
a nivel nacional para el momento en que se realizaba la revisión, que impidió

conocer el comportamiento en el sistema carcelario colombiano.
Es evidente que se implementaron muchas medidas de control de la enfermedad a

nivel mundial. Sin embargo, hubo tres grandes intervenciones esenciales para la
reducción de los casos en los centros de reclusión. Primera, el control
epidemiológico (testeo masivo y testeo seriado) para identificar casos asintomáticos
o subsintomáticos. Segunda, el distanciamiento social (cuarentena de casos
positivos y vulnerables, aislamiento de PPL y PS) con el fin de disminuir la
transmisión, y tercera, medidas jurídicas para promover la descongestión del
sistema carcelario, así facilitar el distanciamiento social y disminuir el hacinamiento.
En contraste, Colombia tiene una situación problemática en las cárceles, el

hacinamiento en algunos centros penitenciarios supera el 365%, lo cual evidencia
una violación sistemática al derecho a la salud de estas personas, impidiendo el
acceso a servicios de salud especializados y/o atención primaria, con infraestructura
obsoleta por falta de mantenimiento, escases de personal médico, medicamentos y
equipos técnicos (Gomez Jaramillo & Bayona Aristizábal, 2020). Estos problemas
hicieron que la corte constitucional se pronunciara tres veces sobre el estado de
cosas inconstitucionales en las cárceles del país (Kooyman, 2018). Si bien, se
implementaron algunas medidas con el fin de mitigar la enfermedad, estas fueron
tardías y prácticamente inservibles, ya que no funcionó para disminuir el principal
problema que ha sido el hacinamiento.
Como conclusiones, la presente revisión develó que el contexto de las cárceles

colombianas y latinoamericanas es diferente a las del resto del mundo. Para el caso
colombiano con una sobreocupación del 152% (INPEC, 2019) con violación a los
derechos humanos, los cuales generan mayores procesos de exclusiones e
injusticias sociales. Es evidente también, que las políticas establecidas en el país
para el manejo del virus, no conllevaron a mejoramiento de las condiciones de la
PPL por el contrario empeoraron, lo que reafirma el concepto de la necropolitica en
el sistema carcelario de Colombia, donde las personas presas no han sido vistas
como seres humanos, desprovistas de sus derechos. Un ejemplo de eso fue la
cancelación de visitas que sumado al hacinamiento y las malas condiciones

sanitarias resultó en un marzo de 2020 en un motín con 24 muertos en la cárcel la
modelo de Bogotá.
En el caso de las intervenciones realizadas para el control, manejo y diagnóstico del

virus, en el país se evidenció una ausencia, falta o mala implementación de
estrategias que pudiesen impactar de manera positiva en la disminución o control
de la enfermedad. No se estableció un protocolo serio de diagnóstico en el que se
hicieran pruebas masivas en la población, así mismo los problemas de
infraestructura de las cárceles sumado al terrible hacinamiento en el que se vive,
impidieron implementar medidas de distanciamiento social. Lo anterior generó alta
incidencia de contagios de PPL, que sumado a las múltiples comorbilidades que
sufre la población aumenta la carga de enfermedad generando que la esperanza de
vida de estas personas termina siendo menor que el resto de la población.
Las escasas publicaciones científicas a nivel nacional, la poca información

epidemiológica durante el desarrollo de esta revisión muestra la sistemática
indiferencia, marginalidad y el olvido de esta población vulnerable. Es importante,
que diferentes sectores de la sociedad y la academia se interesen y tengan más
empatía, mejorar las condiciones de vida de estas personas en la prisión, es una
tarea que también tenemos que pensarnos como sociedad, al igual que la función
de “resocialización” que están haciendo el sistema penitenciario en la PPL.
Por otro lado, es importante en primera medida promover la descongestión

carcelaria mediante medidas jurídicas más eficaces, con el fin de disminuir el
hacinamiento. Es imperativo que se hagan mejoras sustantivas en la infraestructura
de los centros penitenciarios, no solo de celdas, sino también de las instalaciones
sanitarias, y los puestos de salud con los que cuentan, robusteciendo también las
capacidades en términos de insumos, medicinas y personal capacitado. Lo anterior,
solo es posible mediante financiación pública que debería ser articulada entre el
ministerio de Justicia y el Ministerio de Salud y Protección Social. La creación de un
equipo profesional, que esté dedicado a la búsqueda masiva de casos sea cual sea
la enfermedad, para que las intervenciones tengan mayor impacto.
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Prisiones y COVID-19 una revisión narrativa de literatura.

SITUACION DE LAS PRISIONES Y COVID-19: UNA REVISIÓN NARRATIVA DE

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

SITUACION DE LAS PRISIONES Y COVID-19: UNA REVISIÓN NARRATIVA DE

Alvaro José Manrique Flórez.

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

A mi padre y madre quienes, con su constante entrega, dedicación y lucha han

A la Maestría en Salud Pública, todos y cada uno de los profesores quienes me

Por último, a mi director de tesis Jorge Martín Rodríguez Hernández. Esto no

MARCO CONCEPTUAL, CONTEXTUAL Y ESTADO DEL ARTE. _______________________ 11

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS _____________________________________________ 41

Tabla 2 Intervenciones para el control de COVI-19 en cárceles ____________________ 29

Figura 2 Distribución de artículos por revistas _________________________________ 25

Figura 3 Distribución de artículos por diseños _________________________________ 26

Figura 4 Distribución de artículos por país ____________________________________ 26

Figura 5 Distribución de reportes en fuentes Colombianas _______________________ 31

Introducción: en Wuhan (China), a finales de 2019, se reportó un conglomerado

Resultados: con base a la búsqueda realizada, se obtuvieron un total de 511

importante fue el descongestionamiento del sistema carcelario con un decreto en

Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una pandemia

La prisiones son epicentros de muchas enfermedades infecciosas, primero porque

tuberculosis, hepatitis B y C, crea unas situaciones de vulnerabilidad, para que el

MARCO CONCEPTUAL, CONTEXTUAL Y ESTADO DEL ARTE.

El Síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS- CoV 2) producido por

Si bien la OMS estableció ciertas recomendaciones para ayudar a prevenir el

informes noticiosos aportados por diferentes fuentes, que contribuyó a la

• Realizar una revisión narrativa de literatura referente a la situación y abordaje

Se realizó una revisión narrativa de literatura utilizando algunas herramientas de

Tabla 1. Ecuaciones de búsqueda según bases de datos.

Base de datos Ecuación

SCOPUS TITLE-ABS-KEY (prisons OR jail OR penitentiary AND

PUBMED 1 ((PRISONS) AND (COVID-19)) AND (MANAGEMENT)

PUBMED 2 ((PRISONS) AND (COVID-19)) AND (CONTROL)

SPRINGER '"COVID-19" AND (prisons OR jail) AND (management OR

SCIENCE DIRECT TITLE-ABS-KEY (prisons OR jail OR penitentiary AND

SCIELO COVID 19 AND Prisons

Para el desarrollo de esta revisión se hizo una adaptación de los pasos

Una vez identificados y cumplidos los criterios de inclusión de los textos en la

En la calificación, las primeras tres preguntas fueron de eliminación, solo si la

A los artículos que obtuvieron un puntaje mínimo durante la revisión, se llevaron a

1. Autor: investigador principal que participó de manera activa en la generación

14. Limitantes reportadas: referente a un aspecto que se dejó de estudiar por

1. Distanciamiento social haciendo referencia a todas las medidas aplicadas

Como complemento a la extracción de información anterior, en la bases de datos

Artículos encontrados a partir de la

Exclusión de artículos (n=384).

- No cumple palabras claves (327).

Artículos para visualización completa

Artículos excluidos (n= 89):

- Por no cumplir el criterio de diseño (74).

Artículos potencialmente elegibles

Exclusión de artículos (n=19)

- Sin texto completo (4).

Artículos potencialmente elegibles

Excluidos por calidad (3)

Artículos incluidos en la síntesis

Figura 2. Distribución de artículos por revistas

Los artículos seleccionados se dividieron en tres tipos de estudios: cuantitativos,

Figura 3. Distribución de artículos por diseños

Figura 4. Distribución de artículos por país

Para la variable población, se realizó una categorización de las diferentes

Bembibre, C. (2010, March). Definición de Hacinamiento » Concepto en Definición

Ciapponi, Agustín. (2010). Artículo Especial : Guía de lectura crítica de estudios

Gray, A. (2001). Definitions of crowding and the effects of crowding on health : A