Entre Ríos
Domingo 12 de mayo de 2013
Diálogo abierto
Intereses. “Las
modificaciones al Código
Urbano son ‘raras’ y
no casuales. No nos
engañemos”.
no hay una farola sana y después de
las cuatro de la tarde es territorio
de nadie… Si tenés empleados que
están viviendo de la plata de la po-
blación por lo menos retribuile.
—¿Cómo hacerlo si las posibili-
dades de inversión son mínimas?
—Si hay tres cosas que son cos-
tosísimas y el Estado tiene que estar
permanentemente invirtiendo son:
trama vial, agua potable y servicios
de desagües. Calle que se rompe y
no la arreglás te cuesta 10 o 12 veces
más que si hubieras tapado los ba-
ches o hecho un riego asfáltico con
mantenimiento. Si lo tapás cuando
es una trinchera el costo es total-
mente diferente. Y así con todas las
cosas: cuando querés recuperar al-
go el costo es fabuloso, como sucede
con la obras de desagües pluviales.
Dicen: “Son obras que no se ven, pa-
ra qué vamos a gastar tanto”. El día
que llueve –como sucedió hace 10
días, con los regímenes actuales– la
gente se inunda.
—Un retroceso de 30 años.
—Exactamente. Estamos fallan-
do mal y la sociedad tiene respon-
sabilidad en no reclamar lo que se
Jaime Baucis,
visión estratégica
y la antípoda del
cortoplacismo
AdonJaimeBaucisletocóensuertees-
tar al frente del gobierno municipal en
una época que se transformaría en un
bisagraenlahistoriadeunaciudadque
no dejaba de ser pequeña y con pocos
progresos. Su visión estratégica de lo
que debía ser la evolución y moder-
nización de la capital de la Provincia lo
convirtió en uno de esos hombres que
resultan indispensables en el proceso
de los pueblos haciendo su historia.
Jaime Baucis, en todos estos pro-
yectos, supo rodearse y utilizar capa-
cidades de personas que podían ma-
terializar estos emprendimientos,
que para su época, resultaban obras
magníficas en sí mismas.
(Ilustres desconocidos, Editorial
Fundación La Hendija).
está haciendo mal. Preguntate por
qué te inundaste. Por mi casa, la re-
colección de residuos a veces pasa
y a veces no.
—¿Qué atrofias urbanas se han
provocado por no mantener cier-
tos consensos básicos en cuanto al
desarrollo urbano?
—Las atrofias –como bien las
definís– tienen que ver con que el
3
Código Urbano, cuando se sancio-
nó, establecía que el día que tuviera
que “abrirse” por cuestiones que no
funcionaran, los cambios serían por
consenso. Pero comenzamos otra
vez con la vieja usanza de modificar
este artículo, el otro…
—Emparchar.
—Sí, pero emparchar “raro”:
vamos a permitir que los barrios
privados hagan tal cosa, que se
construyan en lugares que en teo-
ría son espacios públicos o de acceso
público… modificamos acá, allá y el
común de la gente eso no lo ve, ve el
resultado que es lo que hicieron. Pe-
ro lo hicieron porque se les permitió.
No nos engañemos con esas cosas
porque no son casuales.
—¿Prevés alguna consecuencia
del boom inmobiliario de los “la-
drillos de la soja”?
—Volvemos a lo anterior: esta in-
yección de desarrollo para la ciudad
–que también desvirtuó paráme-
tros por motivos conocidos ya que
se pagaba más de lo que valía para
justificar una serie de cosas, en mu-
chos casos– no es –en cuanto a los
productos terminados– algo valo-
rable teniendo en cuenta los metros
disponibles para cada unidad. Como
negocio es formidable pero encarná
eso en que vivirá gente… Siempre
tiene que haber un equilibrio entre
buenos negocios y que se disfruten
los espacios.
—¿Qué magnitud tiene la pér-
dida del patrimonio arquitectó-
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