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Por qué el nuevo fármaco contra el

Alzheimer suscita tanto optimismo


(y cautela)
El lecanemab, aprobado solo en Estados Unidos,
se dirige a lo que algunos consideran la causa
subyacente del Alzheimer, pero los informes sobre
muertes asociadas al tratamiento han suscitado
preocupación.
POR PRIYANKA RUNWAL
PUBLICADO 12 ENE 2023, 12:42 CET

Tomografía por emisión de positrones (PET) de cerebros humanos normales


(arriba) y cerebros afectados por la enfermedad de Alzheimer (abajo). Los
cúmulos de proteína beta-amiloide, característica de la enfermedad de
Alzheimer, aparecen en rojo.
FOTOGRAFÍA DE SCIENCE SOURCE
Hasta hace poco, décadas de investigación sobre el Alzheimer no habían logrado
producir un solo fármaco que pudiera revertir la enfermedad, y mucho menos
curarla. Ahora, en apenas año y medio, la Administración de Alimentos y
Medicamentos (FDA) de Estados Unidos ha aprobado dos que podrían
ralentizar el deterioro cognitivo que destruye la vida de millones de personas.
(Relacionado: Así funciona el nuevo medicamento contra el alzhéimer por el
que la FDA estadounidense ha sido criticada)
Pero ambas decisiones están siendo muy controvertidas. Las aprobaciones no se
basaron en el impacto de los fármacos sobre la progresión de la enfermedad,
sino en su capacidad para eliminar aglomeraciones anormales (placas) de una
forma tóxica de una proteína llamada beta amiloide que se agrega en el cerebro
de los pacientes de Alzheimer, y que se creía que era la causa subyacente de la
enfermedad. Además, los fármacos son caros, pueden causar efectos
secundarios adversos y, en el mejor de los casos, pueden tener beneficios
modestos para preservar la función cerebral a medida que avanza la
enfermedad. Algunos expertos sostienen que los beneficios del tratamiento no
compensan claramente los riesgos.

Durante años, la eliminación de las placas ha sido el principal objetivo de la


investigación y el desarrollo de fármacos contra la demencia. Pero las
autorizaciones han reavivado el debate sobre si ésta es la mejor forma de atacar
esta compleja enfermedad. Muchos científicos señalan que el resultado hasta
ahora son sólo dos fármacos de eficacia limitada, y han reclamado mucha más
financiación para sondear teorías alternativas.

En el último año, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha rechazado la


aprobación de aducanumab, mientras que acaba de recibir la solicitud para
aprobar lecanemab, medicamentos contra la enfermedad que sí se han
aprobado en Estados Unidos.
Unas manos enguantadas sostienen un segmento cerebral afectado por la
enfermedad de Alzheimer (izquierda) y un corte de un cerebro sano
(derecha). El segmento afectado por la enfermedad de Alzheimer está
encogido y las fisuras son notablemente mayores. La enfermedad de
Alzheimer es una afección cerebral progresiva que provoca la formación de
grumos pegajosos (placas) de una forma tóxica de la proteína beta amiloide.
Estas placas interfieren en la actividad cerebral normal y provocan pérdida de
memoria, cambios de personalidad, psicosis y, finalmente, la muerte. Suele
aparecer en torno a los 65 años y no tiene cura.

FOTOGRAFÍA DE SIMON FRASER, MRC


UNIT, NEWCASTLE GENERAL HOSPITAL, SCIENCE
PHOTO LIBRARY
Lecanemab, el fármaco que la FDA aprobó la semana pasada, es el primero que
ha demostrado frenar el deterioro cognitivo en ensayos clínicos. El otro
fármaco, aducanumab, demostró eliminar la placa, pero no detener la pérdida
de capacidad cognitiva. Pero la promesa del lecanemab se ha visto empañada
por la muerte de tres pacientes que tomaban el fármaco en una ampliación del
estudio.

La aprobación acelerada del lecanemab se basó en los resultados de un ensayo


clínico de fase 3 (denominado CLARITY) que descubrió que el fármaco
eliminaba las placas beta amiloides en el cerebro de pacientes con Alzheimer en
fase inicial. El estudio fue financiado por los gigantes farmacéuticos Biogen y
Eisai, que desarrollaron el fármaco, y reveló que había un 27% menos de
deterioro cognitivo entre los pacientes que recibieron lecanemab en
comparación con los que tomaron placebo.
(Relacionado: ¿El Alzheimer está provocado por virus? La COVID-19 da pistas
sobre ello)
Pero Matthew Schrag, neurólogo del Centro Médico de la Universidad de
Vanderbilt, en Nashville (Tennessee; EE. UU.), cree que los beneficios
demostrados por el ensayo clínico son modestos en el mejor de los casos. Tras el
ensayo clínico, los investigadores utilizaron una escala de calificación de la
demencia clínica de 18 puntos para evaluar la memoria, la capacidad de
resolución de problemas y la orientación del paciente, entre otros aspectos de su
rendimiento cognitivo y funcional; cuanto mayor es la puntuación, peor es la
demencia. Los que tomaron lecanemab obtuvieron una puntuación de 1,21,
mientras que los que tomaron el placebo obtuvieron una media de 1,66, lo que
demuestra que los que tomaron el fármaco experimentaron un 27 por ciento
menos de deterioro cognitivo.

"La cuestión es si el paciente medio en una clínica notaría ese beneficio", dice
Schrag. "No creo que lo hicieran". Y lo que es más importante, lo que le
preocupa es la seguridad del fármaco. "Creo que apenas estamos empezando a
ver la punta del iceberg con los riesgos". Pero Schrag y otros creen que las
proteínas beta amiloides son sólo una pequeña pieza de un complicado
rompecabezas y no están convencidos de que sean fundamentales para retrasar
o detener la progresión de la enfermedad.

La FDA no respondió al correo electrónico de National Geographic solicitando


comentarios sobre la aprobación del fármaco y la muerte de tres pacientes que
lo tomaron.

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