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Analiza el rol que desempeñaban las mujeres en el antiguo Egipto y estableciendo comparación con
la sociedad actual en los diferentes ámbitos: personal profesional y doméstico. Para ello lee
atentamente la siguiente información obtenida de varias fuentes y realiza tu trabajo. Puedes utilizar
cualquier formato. No olvides Colocar en tu trabajo tus nombres y apellidos.
1. Si bien es cierto que la mentalidad del Antiguo Egipto en lo que a la mujer respecta era
bastante “moderna” para su época, al menos en comparación con las sociedades
contemporáneas a ésta (o incluso posteriores), no debemos pensar que la igualdad era plena.
Sin embargo, en el Antiguo Egipto no eran tan rígidos con sus costumbres como en otras
culturas,
2. Para la civilización del Antiguo Egipto, la mujer no era considerada como un ser inferior al
hombre, sino que era su compañera, su complementaria. Un ejemplo o consecuencia de esta
consideración es que hombre y mujer eran considerados iguales ante la ley. Por desgracia, a
medida que nuevos pobladores llegaron a estas tierras, la consideración y libertad de la mujer
fue menguando.
3. Tanto las niñas como los niños de alta alcurnia estudiaban en la llamada Casa Jeneret , una
institución de gran importancia situada junto al palacio, y en la que habitaban la madre del
faraón, la Gran Esposa Real, las esposas secundarias y los hijos e hijas de éstas. En esta
institución las mujeres se instruían en las artes: tocaban el arpa, el laúd o la flauta y
danzaban. Para los egipcios, las danzas rituales y la música eran herramientas para
apaciguar a las divinidades.
4. Como hemos comentado anteriormente, hombre y mujer eran iguales ante la ley. Esto
significaba que las mujeres podían administrar sus propios bienes y su herencia, llevar un
negocio propio y trabajar en empleos más allá del ámbito doméstico.
5. En cuanto al trabajo, las mujeres tenían gran variedad de posibilidades. Desde sacerdotisas,
llamadas Adoratrices, Mano del Dios o Esposas del Dios, que consagraban su vida al servicio
de dioses como Amón o Hathor, aunque eso no impedía que se casasen o tuvieran hijos;
funcionarias, como por ejemplo las escribas (aunque no solían tener altos cargos hasta la
Dinastía XXVI); plañideras, esto es, aquellas que acompañaban el cortejo fúnebre con danzas,
lloros y lamentos; campesinas, comadronas, tejedoras, o artistas, aquellas que tocaban
instrumentos musicales o danzaban.
6. Las mujeres egipcias podían decidir con quién casarse, puesto que no pertenecían a nadie ni
tenían un tutor que decidiese por ellas. Si bien es cierto que solían pedir la aprobación de su
familia, esto se hacía más como un símbolo de respeto que como una necesidad social. Esto
es debido a que el matrimonio no tenía, realmente, una función religiosa, sino que era una
manera de convivir con alguien y asegurar la separación de bienes. Por ello, la mujer
conservaba también su nombre y el hombre tenía el deber moral de hacer que su matrimonio
fuera satisfactorio. En “Las instrucciones de Ani” se aconsejaba así al futuro esposo:
“Si eres sabio, mantén tu casa, ama a tu mujer, aliméntala apropiadamente, vístela bien. Acaríciala y
cumple sus deseos. No seas brutal, obtendrás más de ella por la consideración que por la violencia: si la
empujas, la casa va al agua. Ábrele tus brazos, llámala; demuéstrale tu amor”.