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MIRADA
CORAZÓN
VOZ INTERIOR
ROSTRO DE ALGUIEN
Fernando Gutiérrez Godinez
Puntos a tratar:
- b) Es un conocimiento referido al
obrar, por él sabemos el bien que
hay que hacer (lo deseable, lo
bueno) y que debemos evitar el
mal.
Las lenguas clásicas y las modernas muestran
esas significaciones
GRIEGO: SINEIDENAI (verbo), del que deriva el sustantivo SINEIDESIS: pensar interior y
percepción del sentido moral de nuestros actos.
LATÍN: CONSCIENTIA (sustantivo): tiene aquello dos mismos significados que el griego.
Para el conocimiento de si tiene otras palabras: REDITIO Y REFLEXIO.
Francés: CONSCIENCE
Italiano: CONSCIENZA
Español: ———————
Y como la lengua madre tienen otros término para expresar el autoconocimiento…
2) “Conocimiento interior del bien que hay que hacer y del mal que hay que
evitar” (sentido del deber moral, significación práctica).
Nuestro ser es caduco, antes no era y algún día no será más en este mundo…
Por tanto el ser pleno y absoluto debe existir, al que por esencia le corresponde
ser, que ÉL ES EL SER, y de alguna forma lo captamos desde nuestro interior al
captarnos a nosotros mismos y al percibir a las cosas que son o tienen ser.
Para dos de los pensadores cristianos más grandes, la luz
misma de la inteligencia, por la que podemos conocer el
mundo y auto-percibirnos, es participación de la luz
divina en nuestra alma.
Según San Agustín, Dios es nuestro “maestro interior”;
para Santo Tomás de Aquino, Él nos participa de forma
natural el “intelecto agente” por el que entendemos…
*Por eso San Agustín pudo decir: “A nadie es permitido ver Dios como es, a
nadie es permitido ignorarlo” (Card. Muñóz Vega: El problema eterno del hombre en el
hombre de hoy, al clausurar el III Congreso Mundial de Filosofía Cristiana. Quito, Ecuador; 14 de julio de 1989,
consultado pro-manuscrito, pp. 21-22)
*El escritor checo Franz Kafka expresó: “Tenemos los ojos para ver, para
conocer a Dios tenemos nuestra existencia”.
Otros pasajes:
Jn 17,5: “antes de que el mundo fuese, Yo soy”
Jn. 8,58: “Antes de que Abraham existiera, Yo soy”
Jn 828: “Cuando hayáis levanto al Hijo del hombre, entonces sabréis
que Yo soy”
La conciencia moral no es
estar sujetos a influencias
externas; es ante todo un acto
o proceso interno, aunque
pueden existir las influencias.
Tampoco es un análisis de
ventajas y desventajas…
La conciencia,…
el “Moisés de los gentiles”
San Buenaventura (medieval) la describe así: “La
conciencia es como el heraldo, el mensajero de Dios; y lo
que ella dice no lo ordena desde sí misma, sino que lo
manda como de parte de Dios, como un heraldo que publica
un edicto del rey; y de esto se deriva el hecho de que la
conciencia tiene la virtud de ligar” (In II Sent. d. 29, a. 1, q. 1).
En el alma
En el corazón
En el intelecto
Por los juicios internos de orden práctico y el discernimiento
que implica está en la inteligencia: es un hábito natural
del intelecto humano.
Ya Cicerón y
Séneca así la veían:
“es testigo de nuestros actos,
el acusador que nos reprocha
las faltas”.
- El Antiguo Testamento expresa: “Tu
corazón sabe cuántas veces has maldecido
a los otros” (Ecle 7,22); “el pecado está
gravado en las tablas del corazón” (Jer
17,1). El Nuevo: “… y conocerán todas las
iglesias que Yo soy el que escudriño
entrañas y corazones; y retribuiré a cada
uno de vosotros según sus obras” (Ap 2,23)
- El que interioriza la Ley y la gracia divina:
“Tened mis preceptos escondidos en el fondo de
vuestros corazones…; gravadlos sobre las tablas de
vuestro corazón” (Prov 2,1-59). “Dios nos ha dado las
arras del Espíritu en nuestros corazones” (2Cor 1,22)
- La fuente y reflejo de la vida moral