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Había una vez en un pequeño pueblito llamado “Buena Ortografía” un ladrón que
era un vampiro. Se dice que este ladrón no robaba dinero, ni cosas materiales sino
robaba la ortografía de los habitantes, por su culpa el pueblo entero termino
escribiendo mal y ellos ni enterados estaban.
En una noche el ladrón salió y conoció a una chica, a la medida que se fue
acercando el ladrón robó su buena ortografía. Se notaba que el pueblo ya estaba
teniendo una mala ortografía los carteles y estaban mal escritos, pero ellos no se
daban cuenta sí estaba mal o bien.
Como todos los habitantes del pueblo tenían una mala escritura Pablito se acerca
a ladrón para llegar a un acuerdo decidieron hacer un concurso de quién. El ladrón
puso la condición de que sí Pablito ganará el pueblo recuperaría su buena
ortografía, pero si el ladrón ganaba Pablito y todo el pueblo se quedaría sin buena
ortografía.
Y si, Pablito logró ganar, mientras que ladran estaba furioso y enojado fue un buen
perdedor, no le quedó más que otra que devolver la buena ortografía.
A medida que pasaron los días ya se notaba que el pueblo ya recupero la buena
escritura. Pasaron los años y el ladrón cambió de profesión decidió ser maestro y
enseñar la buena ortografía y se dio cuenta que robar es malo.