La sombra sobre Innsmouth

El narrador explica cómo instigo una investigación secreta del gobierno de los Estados
Unidos, sobre un pueblo en ruinas llamado Innsmouth, en Massachusetts. Así, procede a
describir en detalle los sucesos en torno a su deseo de visitar ese pueblo, el cual se
encuentra en medio de su camino a New England.

Mientras espera el autobús que lo llevaría a Innsmouth, se entretiene en el pueblo

vecino de Newburyport, obteniendo información sobre Innsmouth por parte de los
locales; todos ofrecen información llena de lo que parecen supersticiones.

El narrador considera que Innsmouth es una ciudad pesquera en su mayoría desierta,

llena de edificios ruinosos y personas que caminan con un característico andar y tienen
“extrañas cabezas estrechas con narices chatas y ojos saltones”. La única persona en la
ciudad que parece normal es un empleado de una tienda de comestibles.

El narrador recopila información del empleado, incluido un mapa de la ciudad y el

nombre de Zadok Allen, un anciano local que podría brindarle información. Le dicen
que los extranjeros nunca son bienvenidos en Innsmouth, y que particularmente los
investigadores del gobierno, han desaparecido en la ciudad.

El narrador conoce a Zadok, quien explica que un comerciante de Innsmouth llamado

Obed Marsh descubrió una raza de humanoides con forma de pez conocidos como los
Profundos. Cuando los tiempos difíciles cayeron sobre la ciudad, Obed estableció un
culto llamado Orden Esotérica de Dagón, que ofrecía sacrificios humanos a los
Profundos a cambio de riqueza.

Cuando Obed y sus seguidores fueron arrestados, los Profundos atacaron la ciudad y
mataron a más de la mitad de su población, dejando a los sobrevivientes sin otra opción
que continuar las prácticas de Obed. Los habitantes se vieron obligados a reproducirse
con los Profundos, produciendo descendientes híbridos que tienen la apariencia de
humanos normales en la vida temprana pero, en la edad adulta, se transforman
lentamente en los Profundos y dejan la superficie para vivir en antiguas ciudades
submarinas.

Zadok percibe unas olas extrañas aproximarse al muelle, y se lo comenta al narrador,

diciéndole, además, que deje el pueblo de inmediato. El narrador no se angustia, pero
inmediatamente interrumpe la historia. Por su parte Zadok es atrapado por los
Profundos y sacrificado.

Después de que le dijeron que el autobús está experimentando problemas con el motor,
el narrador no tiene más remedio que pasar la noche en un hotel mohoso, la Casa
Gilman. Mientras intenta dormir, oye ruidos en la puerta como si alguien intentara
entrar. Se escapa por una ventana y recorre las calles mientras se produce una búsqueda
en toda la ciudad, obligándolo a imitar el peculiar paseo de los lugareños mientras pasa
junto a los grupos de búsqueda.

Eventualmente, se dirige hacia las vías del ferrocarril y escucha una procesión de
Profundos pasando por el camino delante de él. Contra su juicio, abre los ojos para ver
las criaturas y se desmaya en su escondite. Se despierta ileso. Con el paso de los años,
investiga su árbol genealógico y descubre que es descendiente de Obed Marsh, y se da
cuenta de que se está convirtiendo en uno de los Profundos.

A medida que la historia termina, el narrador acepta su destino y siente que será feliz
viviendo con los Profundos..