Una aventura para:

1
Resumen
de la aventura
L
os personajes alcanzan la población de Zalabria
mientras esta acoge a la Caravana de la Rueda,
formada por toda clase de mercaderes, vaga-
bundos y artistas ambulantes. Durante la feria,
conocerán a Jobe “el Rubio”, hijo del alcalde lo-
cal. Las cosas se complican cuando a la mañana siguiente el
hijo del alcalde, cuya boda era inminente, parece haber sido
raptado por la caravana, y los personajes se embarcarán en
una persecución contra reloj para atrapar a los fugitivos y
traer a Jobe a tiempo para su boda. Sin embargo, no todo es lo
que parece, y siniestros secretos se ocultan entre las colinas y
los bosques que rodean Zalabria.
2
Idea original y texto: Telmo Arnedo
Diseño y maquetación: Imanol Etxeberria
y Noemí Gallego
Ilustraciones: Imanol Etxeberria
• Escenario: la población de Zalabria, la Caravana de la
Rueda y la región circundante.
• Personajes: Jobe “el Rubio”, Omorfia Ypérocho, Agapeto
Nagusia, Amardi “la Ciega”, Txakurpegi, Ucaña y Bif.
• Monstruos: Un muerto viviente, el temible Bakurra y los
monstruos de la región.
• Descubrimientos: la historia del Pálido, la naturaleza del
Bakurra, el pasado de Jobe “el Rubio”, la Caravana de la
Rueda y sus negocios.
• Tesoro: las muchas riquezas del túmulo del Bakurra, el cá-
liz de la hermandad del lobo y un collar maldito.

1
La Feria de la Cosecha
Los personajes llegan a Zalabria y la
encuentran celebrando la Fiesta de
la Cosecha. La fiesta es doble, pues la
Caravana de la Rueda está presente,
con todos sus entretenimientos y
oportunidades. Conocen a Jobe “el
Rubio” y escuchan las inquietantes
premoniciones de una adivina.
2
Un rapto atroz
A la mañana siguiente descubren el
rapto de Jobe, y el burgomaestre de
Zalabria los contrata para recuperarlo
de las garras de la caravana. Pero las
cosas no son tan sencillas, pues al
parecer Jobe se fugó con una de las
mujeres de la caravana, rumbo al norte.
3 rasgos resultan exóticos por su procedencia elética, cosa que
El Paso del Pálido
En su persecución de los fugitivos
los personajes deben cruzar por el
Paso del Pálido, dominado por unas
ominosas ruinas sobre las que pesa
una siniestra maldición.
4
Más allá de la sierra
Los personajes persiguen a los
fugitivos hasta la entrada del
Ganbasoa y más allá. Conocen a una
misteriosa anciana y, quizá, a una
antigua oscuridad aprisionada en las
profundidades de un túmulo.
Escena primera:
La Feria de la
Cosecha
−
E
n Zalabria se celebra la Feria de la Cosecha, y
este año disfruta de la presencia de la Carava-
na de la Rueda. Esta Caravana está dirigida por
Amardi “la Ciega”, una adivina anciana, pero
es más bien una libre asociación entre merca-
deres, artistas y gentes de toda clase y condición. Aquí los
miembros de la caravana y sus oficios:
La gente de la Caravana
Amardi “la Ciega”, adivina
El interior de su caravana está siempre en penumbra, sus ro-
pas son sencillas. Usa la sangre de quienes vienen a pregun-
tar junto con una tabla de madera tallada con runas y marcas
para realizar sus adivinaciones, que suelen ser útiles. Cobra
siempre una moneda por cada adivinación, y sólo hace una
por persona. Se le debe hacer una pregunta para que adivine.
Omorfia Ypérocho, cortesana exótica
Bardo de nivel 2, en vez de la Pericia de Historia tiene Seducción.
Esta exótica belleza viste con seda y se adorna con toda cla-
se de abalorios. Su negocio es el amor, por el que cobra has-
ta diez monedas. Se unió a la caravana hace una sextena, y
esta Feria es su primera ocasión de trabajar. Su nombre y
también se percibe en cuanto comienza a hablar, debido a su
acento.
Jobe se irá con ella al anochecer para hechizarla y esca-
parse luego con la intención de entregársela al Bakurra.
Txakurpegi, trampero y bailador de osos
Explorador nivel 2
Este cazador lleva consigo a Uili, un oso bailarín. Lo sujeta
con una cuerda atada a un aro enganchado en la nariz del po-
bre oso, y lo obliga a “bailar” tirando de la misma. Txakurpegi
es feo, bizco y sucio, además de tener un humor de mil demo-
nios y, en general, ser un individuo de la peor calaña. Dentro
de su carromato hay una jaula cerrada con un candado viejo,
que es donde guarda al oso cuando no está bailando, abun-
dantes trampas de cepo y licor a mansalva.
Osberto Cadenas, esclavista
Un esclavista especializado en rarezas, Osberto es un hombre
afable, calvo y algo regordete. Le acompaña su mujer, Giber-
ta, con la que encaja como un guante, y sus hijos, que son tres,
se encargan de la seguridad de la caravana y de los esclavos.
Aunque los mantiene limpios y bien alimentados, los trata
más como animales que como personas, claro. En la actua-
lidad cuenta con tres piezas de interés: un inmenso valense
de cabellos rojos que mantiene siempre con grilletes (“¡Podría
hacer pedazos la jaula! ¡Miren qué brazos!”), un hombre cha-
3
to de nariz plana y ojos rasgados, un kamchario (“¡Un diablo
del este! Dicen que corre fuego por sus venas, fíjense.”) y una
mujer de pelo rizado y piel negra, de los Reinos Negros (“Se
dice que queman a sus niños al nacer, y que por eso tienen
todos la piel tan negra, ¡pero después de eso son tan duros
que podrán trabajar sin descanso hasta morir!”). Ninguno de
estos esclavos habla la lengua gentil.
Delgado, licorero
Delgado es un hombre alto de impresionante mostacho. Ven-
de toda clase de licores, pero su producto estrella es el licor
enano que vende por cinco monedas el trago. Dicho licor es
ciertamente bueno, pero no se trata de ningún licor enano,
sino que es una mezcla suya que destila en un alambique que
esconde en su carro. Cualquier enano se dará cuenta de ello
con una tarea sencilla de Beber.
Ana, boticaria
Esta mujer chata y ancha de mejillas sonrojadas parece el
arquetipo de boticaria. En su carro pueden encontrarse toda
clase de hierbas y remedios para todos los males imaginables.
Los cobra caros, pero quienes los han probado aseguran que
merecen la pena. Tiene también una colección de amuletos y
símbolos que dice que protegen contra toda clase de males.
Los vende contra el desamor, contra el mal de ojo, contra la
cobardía, contra los muertos y contra la mala fortuna. Lo me-
jor es que funcionan.
Cholón el Bufón
Bribón de nivel 3
Este pequeño zingo es un saltimbanqui de primera, capaz de
realizar los más asombrosos trucos y piruetas, hasta el punto
de que casi parece magia. Es también un hábil ladrón, y du-
rante las trastadas que son sus actuaciones, aprovecha para
meter mano en bolsillos ajenos. Nunca se lleva demasiado,
por miedo a que le descubran y le echen de la caravana, pero
con su Embrujo de Anillo del cambio puede incluso hacerse
con las sortijas en los dedos de la gente sin mayor dificultad.
4
La gente de Zalabria
Jobe “Rubio”
Explorador de nivel 2
Este hombre joven apenas pasa la veintena, es el hijo de Aga-
peto Nagusia, el jefe del pueblo. Es indudablemente guapo,
con una mirada soñadora, alto y bien parecido. Se acercará a
los jugadores interesado en trabar amistad con ellos. Su excu-
sa será que siempre le ha fascinado la vida de aventuras, pero
realmente está considerando las posibilidades de usar a uno
de ellos como sacrificio para Bakurra.
Jobe se casa en unos días con Matilda Ovejas, algo por lo
que está muy ilusionado. Ella es de Amiña y vendrá en unos
días a la ceremonia.
Agapeto Nagusia
Soldado de nivel 2
El padre de Jobe y jefe de la aldea, como su título (“Nagusia”)
indica. Tiene un claro parecido con Jobe, pero es más tranqui-
lo, lleva una frondosa barba y es más castaño que rubio. Aga-
peto será el primero en recibir a los personajes, y les pedirá
por favor que aten sus armas dentro de sus vainas mientras
estén en el pueblo. Es cortés y educado, pero firme. Él mismo
lleva una espada larga al cinto y sabe cómo manejarla, ade-
más de contar con una pistola en su casa.
Isabel Tabernera
Portantorchas de nivel 3
La dueña de la taberna y posada de Zalabria, una mujer ma-
dura pero aún atractiva que suele llevar el pelo recogido y
sonríe poco. Tiene cinco hijos (tres chicas y dos chicos) que la
ayudan con la taberna.
Andrés Tabernero
Explorador de nivel 1
El mejor amigo de Jobe, será quien informará a la mañana si-
guiente de su “rapto”. Insistirá en acompañar a los personajes
para rescatar a su compañero. Es un tipo tan alto como Jobe,
pero flaco y de nariz aguileña, y de temperamento mucho
más nervioso.
Acontecimientos a ciegas un cuchillo y la mano de su invitado, para realizar un
Introduce a los personajes en la plaza de Zalabria, describe
el ambiente festivo del lugar, la abundancia de bebida, los co-
loridos carromatos, y remata la descripción con Txakurpegi
sacando a su oso a bailar. Deja que los personajes lidien con
la escena como prefieran, y concédeles algo de espacio para
explorar los distintos puestos y conocer a las gentes de la Ca-
ravana. Procura, si puedes, introducir a Omorfia cuando
esta intente echarle el lazo a alguno de los PJ, preferiblemente
al que tenga pinta de ser más guapo y adinerado.
Cuando mejor lo veas, indica cómo se les acerca un jo-
ven rubio, guapo y fuerte, con una sonrisa afable. Se trata de
Jobe, que llevará cerca a su amigo Andrés, y ambos comen-
zarán a charlar animadamente con los personajes. Mencio-
narán casualmente que la boda de Jobe es en menos de una
semana, y Andrés le echará en cara a Jobe sus ansias de aven-
tura. “Siempre anda hablando con vagabundos y aventureros
que están aquí de paso, ¡qué obsesión!”. Jobe les invitará a tra-
gos (los personajes no tendrán que pagar nada) y en general
se mostrará muy interesado en ellos (aunque mantendrá una
respetuosa distancia con cualquier personaje femenino).
Si los personajes preguntan por historias o posibilidades
de aventura por los alrededores, no dudarán en contarles la
historia de las Ruinas del Pálido, donde se dice que un es-
pectro guarda un tesoro inmenso, esperando desde hace si-
glos el regreso de su señor. También comentarán que las rui-
nas se ven desde el Paso del Pálido, que es el único paso que
cruza la sierra hacia el Ganbasoa desde el camino. Andrés
también podría hablarles de Ucaña, un espíritu que habita el
Ganbasoa y que caza a los que entran en el bosque. Se cuenta
que en el bosque hay salvajes que la adoran como a una diosa,
y que cazan a los extraños para sacrificarlos al espíritu... Jobe
enseguida dirá que él ha estado mil veces por el bosque y que
todo eso no son más que patrañas.
En realidad el interés de Jobe por los personajes nace de
su necesidad de conseguir un nuevo sacrificio para el gauko
que mató a su hermano, y que impuso una maldición sobre
él. Desde hace años se dedica a hechizar y capturar a estos
visitantes para arrastrarlos a su guarida y que alimenten a su
oscuro amo. Sin embargo, viendo que los personajes van jun-
tos y es probable que le den pocas oportunidades, terminará
por despedirse una vez la conversación se agote.
La adivina
Es posible que los personajes se muestren interesados en las
adivinaciones de Amardi “la Ciega”. Si alguno de ellos acude
a su carreta para que le lean el futuro, primero se topará con
dos soldados que de forma respetuosa pero tajante le pedirán
sus armas. Si el personaje no las entrega, no se le permitirá el
paso, sin importar cuánto dinero pueda ofrecer.
Una vez entren, verán que el interior está repleto de
amuletos colgando del techo, sellos arcanos dibujados en las
paredes y telas vaporosas. Varias varillas de incienso están
encendidas en el interior, junto con otros olores difíciles de
distinguir pero que parecen tratarse de especias exóticas.
Amardi espera sentada ante una mesa de madera tallada,
cubierta de símbolos mágicos. Primero, y sin ceremonias, la
adivina le pedirá al personaje una pregunta. Amardi tomará
pequeño corte en el pulgar de este. Dejará caer tres gotas de
sangre, y después purificará el cuchillo en el fuego. Las gotas
parecerán cobrar vida, y viajarán a través de los intrincados
símbolos mientras Amardi pronuncia extraños encantamien-
tos, hasta que finalmente pronunciará un presagio.
Las respuestas de Amardi siempre son místicas, rozando
lo poético, pero no tienen por qué rimar. Piensa en la forma
más rebuscada y oscura de responder a la pregunta del PJ y
dísela. Sin embargo, al primer personaje que aparezca aquí
y justo antes de que se vaya, Amardi le dirá un portento más:
“Cuida de la belleza que desnuda sus colmillos
en lo profundo del bosque
para alimentar las Tinieblas.”
Sobre los portentos de Amardi
Amardi es una adivina de verdad, ha alcanzado sus talentos
con una mezcla de devoción y hechicería, junto con algo de
talento natural. Un personaje que investigue el lugar con Ar-
canos o Religión podrá ver que muchos de los símbolos son
auténticos, aunque es todo una amalgama de tradiciones y
misterios sin un tipo claro. Pueden reconocerse algunos sím-
bolos de la Dama de las Brumas, junto con algunos símbolos
propios de los Misterios arcanos y un puñado de otros ele-
mentos extraños y semejantes. De todas formas, los porten-
tos de Amardi son tan buenos como pueden serlo viniendo de
una adivina del camino, y Amardi no finge.
El rapto
A las tantas de la noche, Jobe acudirá a Omorfia y contratará
sus servicios. Aunque él no lo sabe, ha sido visto por un ner-
vioso Andrés, que Jobe creía ya de camino a casa. Andrés se
preocupará bastante (¡está a punto de casarse!), pero final-
mente preferirá dejar las cosas como están (“puede que haya
bebido demasiado, no quiero montar una escena...”). Mientras
Omorfia se desviste, Jobe lanzará su conjuro sobre ella, hechi-
zándola. De esta manera, la convencerá de que permanezcan
ocultos en la caravana, prometiéndole una vida juntos cuan-
do escapen. En efecto, dormirán en la misma caravana (sin
consumar su “amor”) y a la mañana siguiente, Omorfia hará
las preparaciones pertinentes y partirán al camino. Por su-
puesto, no será hasta varias horas más tarde cuando Andrés
constate la desaparición de Jobe y decida avisar al padre de
aquel, Agapeto, jefe de la aldea.
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 Escena segunda:
Un rapto atroz
−
A
la mañana siguiente, cuando Andrés informe a
Agapeto de lo sucedido, este buscará de inme-
diato a los PJs y pedirá una conversación pri-
vada con ellos. Rápidamente Andrés informará
a los PJs de los sucesos de la última noche, y de
su sospecha de que Jobe ha sido raptado por la gente de la ca-
ravana, ¡quizá para venderlo como esclavo! En el pueblo sólo
tienen tantos caballos de monta como personajes haya más
uno (¡qué oportuno!) y el único con alguna idea de cómo pe-
lear debidamente es Agapeto. Por eso, viendo que los perso-
najes parecen más diestros en esas lides que la mayoría de la
gente del pueblo, les pedirá por favor que acudan a rescatar
a su hijo de esos maleantes. Por supuesto ofrecerá una jus-
ta recompensa por el trabajo: veinte monedas por cabeza. Si
los personajes regatean, dice que podría entregarles también
su pistola, pero eso es todo lo que puede dar. Agapeto insiste
en que guarden completo silencio sobre la desaparición de
Jobe y las circunstancias que la rodean: su hijo está a punto
de casarse, y un escándalo semejante podría arruinar todo
el tinglado en un momento, junto con la reputación de su fa-
milia. Por eso pide la máxima discreción. Si los personajes se
aprovechan de este asunto y deciden extorsionar a Agapeto,
este (furioso) les ofrecerá su anillo de oro y granate, que tiene
un valor de 100 mo. De una forma u otra, Andrés insistirá en
acompañar a los personajes. Como explorador de nivel 1, esto
es particularmente importante si los personajes no tienen a
nadie que les ayude a orientarse por el mundo salvaje.
Considerando que los personajes salgan de allí a las diez
de la mañana, que es poco después de que se advierta la falta
de Jobe, la caravana llevará ya dos guardias de marcha (cua-
tro horas), durante las cuales habrán avanzado dos territo-
rios. A partir de entonces calcula que cada guardia que pase
avanzarán un territorio adicional, así que según la prisa que
se den los personajes en alcanzarla, la tomarán en un pun-
to u otro. Ten en cuenta que será durante la tercera guardia
que Jobe y Omorfia se escabullirán de la caravana para poner
rumbo al Paso del Pálido y de allí al bosque al norte. Si los per-
sonajes se dan mucha prisa, podrían ser capaces de alcanzar
a los fugitivos antes de que crucen las montañas.
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Esto acortará notablemente la aventura, pero desde luego
pondrá las cosas bastante más fáciles para los personajes.
Usa las reglas de exploración y viaje del manual de Tesoro y
Gloria para calcular el movimiento de los personajes.
Reencuentro con la caravana
Tarde o temprano los personajes alcanzarán la Caravana de
la Rueda. La forma en la que afronten este desafío puede ser
muy distinta dependiendo de tus jugadores, así que tendrás
que improvisar de acuerdo a sus decisiones.
• Si sencillamente se acercan a hablar, la caravana se de-
tendrá y Amardi acudirá a ellos subida a una mula y acom-
pañada de sus guardias.
Si explican la situación, la caravana se lo tomará con
humor (“En el pueblo anterior una moza también intentó
fugarse con Omorfia, ¡parece que este tuvo más suerte!”) y
mandarán a alguien a buscar a Omorfia. Sin embargo, su
caravana está vacía. No se han llevado raciones, sólo un
odre de agua y algunas cosas de valor, así que no pueden
tener intención de ir muy lejos.
Si los personajes preguntan por Omorfia, les dirán que
es bastante nueva en la caravana, se unió hace cosa de dos
sextenas, un mes como mucho, pero no tienen mucha más
información. La última vez que la vieron fue hacia el me-
diodía (la tercera guardia), pero es verdad que desde en-
tonces no ha aparecido.
• Si los personajes deciden lanzarse al ataque, conside-
ra que la caravana lleva una docena de soldados de nivel 1
como guardias, y que los propios miembros de la caravana
se unirán a la defensa en caso de necesidad. Eso es mucha
gente como para que los personajes venzan por sí solos. Si
prefieren esperar a la llegada de la noche para atacar con
nocturnidad y alevosía, la caravana comenzará a montar el
campamento al atardecer (hacia las 18h), después de avan-
zar seis territorios por el camino.
Persiguiendo a los fugitivos
Ambos fugitivos viajarán a un ritmo de un territorio por cada
guardia. Su primer destino serán las Ruinas del Pálido (o más
bien el Paso que estas vigilaban), para luego continuar hacia
el Túmulo de Bakurra, evitando entrar en el bosque hasta que
no les queda más remedio.
Los personajes jugadores pueden buscar rastros, confiar
en su instinto o recurrir a medios sobrenaturales para tratar
de encontrarlos. Si recurren a las adivinaciones de Amardi
para buscar a los fugitivos, tendrán que
esperar una guardia (durante la que po-
drían realizar una Parada) mientras
la adivina prepara sus cosas. Una vez
esté todo listo, Amardi pronunciará el
siguiente presagio:
“Marchan por picos altos y bajo la
mirada de quien espera a través del
tiempo, hacia la verde oscuridad.”
Si los propios personajes no atan
cabos, alguien de la caravana les hará no-
tar que parece referirse a las Ruinas del Pálido, lo
que debería ser suficiente para que los personajes
se pongan en ruta.
 Escena tercera:
El Paso del
Pálido
−
J
obe y Omorfia pasarán por aquí durante la cuar-
ta guardia del día, y si los personajes les alcan-
zan durante esa guardia podrían incluso atra-
parlos aquí (lo cual facilitaría mucho las cosas
para ellos). Cuando los personajes pasen junto a
las ruinas, verán los restos de una antigua fortaleza construi-
da junto a un precipicio que domina el Paso que atraviesa la
sierra. Si los personajes se acercan a investigar el lugar, ve-
rán que nada sobrevive por allí, todo es polvo y escombros,
con tan sólo los cimientos y algunos muros para constatar que
alguna vez una fortaleza se mantuvo allí erguida. Uno de los
personajes verá entonces a una figura, un soldado armado
con cota de mallas y una larga lanza que se mantiene en guar-
dia al borde del precipicio, vigilando el Paso. Una larga mele-
na blanca asoma debajo de su casco y la piel que se ve en sus
piernas y sus manos es también blanca como el papel. Si los
personajes se marchan rápidamente, nada sucederá, pero si
persisten en sus investigaciones o si se plantean realizar allí
una parada, o incluso pasar la noche, serán confrontados por
el Pálido, que con voz grave y cansada les exigirá su marcha.
Si no obedecen, el espectro los atacará (todos los personajes
deberán superar una tarea simple de Coraje o huir aterrados).
Aunque los personajes consigan destruir al espectro (en cuyo
caso desaparecerá mientras su casco cae al suelo), volverá a
aparecer la noche siguiente, y así será hasta que su amo no
regrese... pero esa es otra historia.
El espectro sólo hablará con los personajes si se invoca el
dominio de Tumba, lo que permitirá hacerle tres preguntas,
siempre que prometan marcharse una vez hayan sido res-
pondidas. El espectro recuerda poco de su vida, consumido
como está por la misión de guardar la fortaleza de su señor
hasta su regreso. Si preguntan por el nombre de su señor, res-
ponderá que era Lanzarote del Paso, y que marchó a la guerra
hacia el este (el tiempo no tiene significado para los muertos,
así que no podrá decir hace cuánto: sólo sabe que fue hace
mucho). Si preguntan por las historias de tesoros en esas rui-
nas, responderá que la herencia de su señor aún le aguarda,
pero no dirá más. Si preguntan por los fugitivos, dirá que vio
pasar a dos personas por el paso hace poco (de nuevo, su con-
cepción del tiempo impedirá que dé horas o fechas exactas).
Iban hacia el norte, y uno de ellos llevaba la marca de la he-
chicería sobre él.
El Tesoro del Pálido
En efecto, en algún lugar de las ruinas hay una entrada oculta
por los escombros a las mazmorras de la fortaleza, aún ma-
yormente intactas. Y en algún lugar de sus profundidades,
protegido por trampas y el propio espectro del Pálido, está el
tesoro de quien una vez fuera señor de este lugar. La natu-
raleza de estas mazmorras y del tesoro que custodian queda
más allá del alcance de esta aventura, siéntete libre de incluir
cualquier detalle que prefieras. ¿Quizá unos trasgos encon-
traran una entrada subterránea, y las hayan convertido en
su guarida?
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 Escena cuarta:
Más allá de
la sierra
−
U
na vez los personajes atraviesen el Paso del Pá-
lido, deberían continuar hacia el norte, y aquí
será necesario que busquen rastros y otras
marcas del paso de los fugitivos. Si por algún
casual nadie en el grupo cuenta con la Pericia de
Cazar o las cosas se están poniendo muy negras para los perso-
najes, siempre puedes introducir a Ucaña y su sabueso, Beltza.
A pesar de lo que cuentan las historias, lo cierto es que
Ucaña es prácticamente inofensiva. Ucaña vive en el bosque
y lo protege de toda clase de criaturas tenebrosas. Las histo-
rias sobre su sed de sangre y los sacrificios, en realidad ha-
blan del Bakurra, que fue sellado por la gente del bosque hace
tiempo, pero en las historias de la gente del valle ambas enti-
dades terminaron por mezclarse y confundirse.
Por tanto, durante su camino, es posible que los persona-
jes se encuentren con una anciana (Ucaña) que juega con un
sabueso. La anciana viste un largo manto azul, su cara está
llena de arrugas, y su voz es suave y hermosa. El sabueso es
una bestia inmensa, de pelaje negro aunque clareado alrede-
dor del hocico y de las patas, indicando su venerable edad. La
anciana toma un palo y lo arroja lejos, para que su sabueso
lo traiga de vuelta. En cuanto los personajes vean la escena,
el sabueso detendrá el juego y pondrá las orejas bien tiesas,
dejando claro que sabe que los personajes están ahí. Ucaña los
invitará a acercarse a charlar, pero no se presentará ni dirá su
nombre a menos que se le pregunte directamente.
Si los personajes acceden, Ucaña les pedirá un pequeño
favor. Mientras les señala un árbol les explicará que una urra-
ca le robó una sortija y la dejó allí arriba, en su nido. Estaría
enormemente agradecida si alguno de ellos fuera tan amable
como para recuperar la sortija y devolvérsela. Si por algún ca-
sual los personajes se muestran descorteses, insultan a Ucaña,
la amenazan o de cualquier otra manera hacen algo que pue-
da considerarse una falta de respeto hacia el espíritu, Ucaña
sencillamente se levantará y se marchará de vuelta a su ca-
baña, seguida por Beltza. Si los personajes insisten en buscar
problemas, Ucaña se transformará en un oso y atacará a los
personajes junto con Beltza. Ucaña puede, incluso en forma
de oso, invocar el dominio de Naturaleza con una reserva de
Devoción de 5 puntos. Si los personajes preguntan por los fu-
gitivos, Ucaña asegurará no haber visto pasar a nadie por allí.
El árbol donde está la sortija es de una altura importante,
cerca de los doce metros de alto. Treparlo no llevaría más que
unos minutos... siempre que no se rompa ninguna rama, claro.
Si los personajes trepan al árbol (una tarea sencilla de Trepar),
en lo alto encontrarán un nido vacío y allí colocada una sortija
de plata con una amatista engarzada (podría valer 180 mo). Si
los personajes la recuperan y se la entregan a Ucaña sin mayor
problema, esta les dará las gracias y les ofrecerá a Beltza para
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que les ayude con su misión. Si por el contrario el personaje
decide intentar engañar a Ucaña o quedarse con la sortija, su-
frirá toda la ira de Ucaña, de la manera antes explicada.
Si los personajes consiguen el apoyo de Beltza, esta se-
guirá automáticamente el rastro de los fugitivos, así que los
personajes sólo tendrán que seguir al animal.
El túmulo del Bakurra
En medio de un claro en el bosque, bajo la asfixiante floresta y
rodeado de belladonas y zarzas espinosas, se alza un silencio-
so túmulo. La enorme roca que una vez cubriera su entrada,
desplazada y partida hace mucho, un círculo de piedras anti-
guas cubiertas de escrituras que sin duda deben ser mágicas.
Un aura de tinieblas y terror invade este lugar, haciendo que
ni siquiera los pájaros se atrevan a levantar la voz.
Si Jobe llega hasta aquí antes que los PJ, estos lo llevan
crudo. Omorfia será entregada al Bakurra y cuando los per-
sonajes alcancen al joven casadero, lo encontrarán solo y
exhausto. Si le preguntan por Omorfia, este inventará al mo-
mento una historia:
“Escuchamos que llegabais, logré liberarme de sus
garras y ella, temerosa de vosotros huyó al interior de
ese túmulo... ¡tenéis que atraparla!”
Un personaje con Perspicacia podría darse cuenta de que
Jobe parece mucho más nervioso que aliviado, aunque bien
puede deberse al cautiverio sufrido. Si los personajes caen
en el engaño y entran en el túmulo... en fin, les espera una
dura pelea.
Si por el contrario los personajes llegan aquí al mismo
tiempo que Jobe y Omorfia, alcanzarán a ver a ambos dis-
cutiendo en el claro, a una docena de metros del túmulo.
Omorfia parece asustada y Jobe trata de tranquilizarla para
que entre al túmulo (esto podrán escucharlo si superan una
tarea difícil de Atención). Si los personajes se revelan, Jobe
apresurará a Omorfia para que entre al túmulo mientras saca
una pistola y se dispone a enfrentarse a los personajes, tra-
tando de retrasarlos todo lo posible (recuerda que Jobe es un
explorador de nivel 2, y aunque es capaz de conjurar, ya ha
agotado todos sus conjuros). Dado que empuña una pistola,
su primer ataque tendrá un bonificador de DA -1 y provocará
2d6 puntos de daño. No olvides que Omorfia les saca una ven-
taja de unos seis metros a los personajes, y le separan unos
doce del túmulo, significando que llegará hasta el mismo en
dos asaltos. La entrada ya está abierta, así que en el segundo
asalto entrará al mismo. Si lo hace, los personajes escucharán
un breve silencio roto repentinamente por un grito desgarra-
dor... y nada más.
El túmulo
Dentro del túmulo, tras un empinado descenso de unos cua-
tro metros, los personajes llegarán a una estancia circular en
cuyo centro se alza un sarcófago, o tal vez un altar. Armas,
vasijas y joyas se apilan en una esquina del túmulo, toda una
fortuna al alcance de los personajes. El lugar está comple-
tamente a oscuras, así que los personajes sólo verán algo si
traen consigo una lámpara, antorcha o algo semejante. En ese
lugar de penumbra, habita Bakurra, un anciano gauko, una
fata maligna que poco se distingue de un demonio. En este
lugar en el que ha estado prisionero durante tanto tiempo, se
ha fundido con las mismas sombras, y permanece invisible a llará y maldecirá a la bestia. A partir de entonces los perso-
los ojos de quienes entran, excepto como una oscuridad que najes tendrán la oportunidad de combatir contra el gauko con
parece escapar siempre a su mirada. normalidad, como si hubiera sido revelado.

Si los personajes llegan aquí, Bakurra hará desaparecer la

Beltza (perro)
entrada con su magia. Técnicamente sigue ahí, pero los persona-
jes serán incapaces de encontrarla (ni siquiera a través del tac- Tipo Bestia
to) a menos que usen un conjuro de Visión. El Bakurra entonces
Velocidad 14 metros
dedicará un tiempo a jugar con sus mentes, a burlarse de ellos
y hacerles sentir atrapados. Entonces les ofrecerá una salida: si CA 6
uno de ellos es sacrificado sobre el sarcófago, la salida se abrirá. DG 4+4 (27 PG)
Si los personajes acceden y ponen a uno de los suyos sobre Ataque (DA) Mordisco (d8)
el altar, Bakurra aparecerá como una sombra, una mancha de Daño 1d8, si crítico derribo
oscuridad, y con un dedo rasgará la garganta del sacrificio so-
Salvaciones Fuerza, Constitución, Destreza
bre la piedra manchada de sangre. Si los personajes le dejan
hacer, Bakurra usará este sacrificio para maldecir a todos los Moral 9
allí presentes: si no le traen una víctima cada año, morirán. A Tesoro Nada
cambio de su “servicio”, Bakurra está dispuesto a enseñarles
hechicería y a concederles oscuras bendiciones, como a Jobe. Gloria 150

Los personajes pueden aprovechar el momento en el que Un enorme y avejentado sabueso, el mejor amigo de Ucaña
surge la sombra de Bakurra para intentar acabar con él, aun- durante más de una década, miembro de un linaje mágico de
que aun así será una lucha difícil. También es posible invocar grandes perros capaces de vivir casi tanto como una persona.
el dominio de Luz, trayendo luz solar al túmulo, lo que reve-
lará la presencia del Bakurra (encogido en una esquina ante
el resplandor) y también la salida del túmulo. Si el Bakurra
percibe a cualquier personaje canalizando un conjuro, lo más
probable es que decida no jugársela y ataque de inmediato,
pillando desprevenida a su primera víctima.

¿Qué pasó con Omorfia?

Si los personajes no alcanzaron a los fugitivos a tiempo,
Omorfia entró en el túmulo con Jobe y fue sacrificada por
este a mayor gloria de Bakurra, que le perdonó la vida un año
más. Los personajes podrían encontrar su cuerpo ensangren-
tado sobre el sarcófago, y Bakurra incluso podría dirigirles
algunas palabras, principalmente para burlarse de ellos por
sus patéticos esfuerzos.

Tesoro
Una vez los personajes hayan lidiado con el Bakurra, podrán
saquear a gusto el lugar. Si abren el túmulo, verán un esqueleto
carcomido vestido con una antigua cota de mallas y llevando en
las manos una espada de gran calidad. En el túmulo encontrarán:
• 500 monedas antiguas
• Un estuche de marfil........................................(110 mo)
• Un cáliz de plata (encantado)............................ (30 mo) Bakurra (gauko)
• Tres diamantes de corazón negro.....................(100 mo)
• Un collar de oro adornado con esmeraldas Tipo Fata
(maldito; Consunción)..................................(1.100 mo) Reacción Hostil

Cáliz de la hermandad del lobo Velocidad 16 metros

Este cáliz de plata está adornado con tallas de lobos persi- CA 4
guiendo a una presa. Quienes lo llenen con algún tipo de li-
DG 4+4
cor (vino, sidra, cerveza...) y beban de él por la noche, serán
transformados en estas criaturas hasta la salida del sol, pero Ataque (DA) 1 mordisco (d8)
reteniendo su raciocinio. Sólo puede llenarse una vez por no- Daño 1d10
che, y el cáliz tiene capacidad suficiente como para que hasta
doce beban de él antes de agotar su contenido.
Salvaciones Fuerza, Inteligencia, Carisma
Moral 7
¡Beltza al rescate!
Si los personajes llevan a Beltza consigo cuando entran al tú- Gloria 300
mulo, ni corto ni perezoso el sabueso se arrojará contra una Bakurra puede invocar los dominios de Oscuridad y Astucia
sombra y la morderá, arrastrando a la vista al gauko que au- con una reserva de Devoción de 5 puntos.

9
 Antecedentes: sobre Jobe: tendría que traer una nueva víctima cada año, o
correría la misma suerte que su hermano.

El Bakurra El resto, como suele decirse, es historia.

y Jobe
−

E
ste gauko ocupó esta región del Ganbasoa du-
rante mucho tiempo, aterrorizando a los lo-
cales y trayendo la ruina a todos los que aquí
vivían. Un día, un importante héroe local
murió a sus manos. Sus pares recuperaron el
cuerpo y elevaron un túmulo para enterrarlo, rodeándolo de
riquezas. Bakurra pensó entonces que sería muy divertido
robar el cuerpo de alguien a quien habían querido tanto, y
luego descuartizarlo y repartir sus restos por las aldeas para
mayor divertimento. Así que movió la roca que cerraba el
túmulo y entró en él para hacerse con el cuerpo. Sin embar- Bakurra no puede ser liberado de esta prisión excepto
go, era una trampa, pues las gentes del Ganbasoa esperaban por magia muy poderosa, un conjuro de Alta Magia, por lo
que hiciera esto (no hubiera sido la primera vez). Cerraron menos, y es poco probable que un mago en condiciones qui-
la puerta con la piedra, y un hechicero al que habían pedido siera hacer algo tan estúpido. De manera que Bakurra se de-
ayuda selló al demonio dentro con un poderoso conjuro, y leita con estos pequeños placeres que suceden una vez al año,
allí lo dejaron para que se pudriera, pasando la historia de mientras recupera fuerzas y piensa en nuevas maneras de
generación en generación. Con el tiempo, la guerra y los atormentar a su discípulo. Discípulo, sí, porque Bakurra en-
cambios naturales que el devenir del tiempo trae a un país, señó magia al inexperto Jobe para facilitar su labor. Este año,
esta historia acabó olvidándose, fragmentándose y malin- Jobe conoció a Matilda, y antes de que se diera cuenta casi ha-
terpretándose (el nombre de Bakurra casi se perdió, y sus bía pasado un año. Nervioso y desesperado por cumplir con
macabros actos se adjudicaron a Ucaña, otro personaje de las su condena, se ha apresurado y no ha sabido preparar el te-
historias, por ejemplo). rreno. Confiaba, de hecho, en que nadie acudiría a buscarlo,
asumiendo que estaría de caza, pero el hecho de que Andrés
Durante las primeras décadas de su cautiverio el de-
lo viera la noche anterior entrando al carro de Omorfia lo
monio rascó las paredes, aulló a los muros de su prisión, y
traicionó... o quizá no, si finalmente los personajes se con-
maldijo a los que allí lo habían encerrado, con poco efecto.
vierten en cómplices de su maldición, o víctimas adicionales
Finalmente, terminó por aceptar su situación, y se convirtió
sacrificadas a Bakurra, quien se mostrará particularmente
en una simple sombra, adormecida en la oscuridad de aquella
feliz de conseguir nuevos adeptos.
tumba, esperando, quizá, al fin de los tiempos. Por desgracia,
no tuvo que esperar tanto.

Dos hermanos adolescentes, uno mayor que el otro, es-

taban de caza por los bosques cuando se toparon, de pura Epílogo:

Finales diversos
casualidad, con aquel antiguo túmulo. Animados por las
historias de aventuras que habían escuchado, e imaginando
en su interior grandes riquezas, decidieron abrir el túmulo
y saquearlo. Cuando los dos hermanos entraron en aquel tú-
mulo, levantaron algo más que polvo. La vaga sombra que era
Bakurra despertó también, aún oculta a la vista de los jóvenes
que se maravillaban y regocijaban con las riquezas que allí
habían encontrado. Bakurra entonces soltó una carcajada, y
−

con su magia hizo desaparecer la entrada del túmulo, y las
sombras crecieron para rodear a los ahora muy asustados jó-
venes. Una vez los hubo atormentado bastante, Bakurra les
habló, y les impuso sus condiciones: uno de ellos mataría al
otro y derramaría su sangre sobre el “altar” (el gauko encon-
tró divertido profanar así la tumba del que fuera su enemi-
go), o ninguno saldría con vida. Al principio los hermanos se
negaron, pero uno, más asustado que el otro, fue incapaz de
mantener su resolución y atacó por la espalda a su herma-
no, dejándolo inconsciente. Lo arrastró hasta el altar, y allí lo
degolló con su cuchillo, para gran regocijo del demonio. Así
Bakurra extrajo poder de la sangre e impuso una maldición
U
na vez los personajes hayan resuelto el enredo,
aún tendrán varios problemas a los que hacer
frente. El desenlace de todo este lío depende en
gran medida de sus acciones:
• Si atraparon a los fugitivos antes de que alcanzaran el tú-
mulo del Bakurra, es posible que su tesoro sea bastante es-
caso, pero que también lo hayan sido sus problemas.
• Si han descubierto la verdad (que de hecho fue Jobe quien
secuestró a Omorfia y no al revés), quizá decidan devol-
vérselo a su padre y no darle más vueltas, o quizá se deci-
dan por desvelar su secreto.

10
• Si llegaron a descubrir su relación con el Bakurra, es po-
sible que prefieran ajusticiarlo en el momento.
• Si lo llevan de vuelta, serán necesarias pruebas contun-
dentes para convencer a Agapeto y al resto del pueblo de
la verdad, pues su padre (y casi todos los demás) prefieren
negar la verdad antes que aceptar que Jobe es un asesino...
por no hablar de que eso SEGURO que arruinaría la boda.
• Si Jobe es traído de vuelta sin tener la oportunidad de rea-
lizar su sacrificio anual, morirá unos días después de su
boda, amaneciendo degollado (tal y como murió su herma-
no), sin ninguna explicación plausible. Un misterio que ho-
rrorizará a todo el valle durante décadas (y que fastidiará
muy mucho a Bakurra, que tendrá que esperar a que otro
infeliz decida adentrarse en su prisión).
Extra:
Consejos para
dirigir
la aventura
− de esa manera estar mejor preparados en su encuentro con
H
ay varias cosas que puedes hacer para darle más
dramatismo a la aventura.
Jobe y su hermano
Al comienzo de la aventura, si tienes la oportunidad, intro-
duce alguna línea hablando del hermano de Jobe (quizá lo
mencione Andrés de forma descuidada). Jobe cortará el tema
rápidamente, pero si se le pregunta dirá que murió cuando
eran más jóvenes, mientras cazaba en el bosque (lo que es téc-
nicamente cierto...). Esto puede hacer la revelación final más
satisfactoria para los personajes (“Así que esto es lo que pasó
con su hermano”), además de servir como un leve presagio de
lo que está por venir.
Omorfia
La cortesana elética es de una belleza asombrosa, exótica
y seductora. Casi podría parecer que hay algo sobrenatural
en ello. Aunque este no es el caso, meramente mencionarlo
como forma de reforzar tu narración plantará la semilla de
la duda en tus jugadores, y hará más sencillo que asuman
que ella es la captora, lo cual significa que la revelación al
final de la aventura tendrá incluso más impacto.
Clímax
En teoría, es posible que los personajes alcancen a los fugitivos
relativamente pronto, ¡incluso en el mismo Paso del Pálido! Esto
significaría que la aventura termina relativamente pronto, y
que esas escenas tan molonas con Bakurra nunca se jugarán y
que el Tesoro del túmulo quedará tristemente huérfano.
Si esta idea se te hace insoportable... simplemente deci-
de que los fugitivos van siempre un paso por delante de los
personajes, quizá su ventaja era mayor que lo que se indica
en esta aventura (¡lo mismo huyeron por la noche, y no una
vez la caravana se puso en marcha!), o puedes decidir que no
consiguen caballos con los que perseguir la caravana. Así,
los personajes llegarán justo a tiempo de ver a Jobe y Omor-
fia discutir a la entrada del Túmulo. Aunque esto quita cierta
emoción a la persecución (básicamente, deja de ser una per-
secución en absoluto), es verdad que aseguras un importante
potencial dramático, y eso está bien.
Por otra parte, considera que si los personajes oyen ha-
blar a Jobe de un túmulo lleno de riquezas, estarán interesa-
dos como poco. Podría excitar aún más su curiosidad si les
menciona la malévola criatura que allí habita.
Historias y leyendas
En esta aventura se habla de varias historias, pero hay dos
que tienen principal peso, como son la del Pálido y su guardia
eterna, y las macabras habladurías que sobre Ucaña se cuen-
tan, en realidad confundidas y mezcladas con las de Bakurra.
Introducir estas historias de forma natural puede ser com-
plicado, pero merece la pena intentarlo, pues enriquecerá
el mundo de los personajes y la fama de Ucaña servirá como
una suerte de “trampa”, ya que si los personajes que hayan
escuchado esos relatos se enteran de la identidad de la an-
ciana con la que tratan, podrían apresurarse a atacarla, des-
encadenando un desastre. Si, por el contrario, se animan a
preguntarle por dichas historias antes de lanzarse sobre ella,
podrían aprender mucho sobre el Bakurra y su naturaleza, y
la criatura.
Descarrilando
La primera vez que dirigí esta aventura, los jugadores invir-
tieron dos horas de la partida en intentar liberar al oso de
Txakurpegi, para luego atrapar a los fugitivos en el Paso del
Pálido. Ni siquiera llegaron a acercarse a Bakurra ni a descu-
brir los siniestros secretos del Ganbasoa, y no les importó lo
más mínimo. Se lo pasaron como enanos, y desde entonces la
partida quedó en su memoria como “La Partida del Oso”.
Lo que quiero decir con esto es que no tienes un hora-
rio que cumplir. Puede que tus personajes decidan meterse
en líos en la Feria, liberando esclavos, un oso, o simplemente
persiguiendo a Cholón por haberles robado yo qué sé qué. Es
posible que inviertan HORAS en estas tonterías, y mientras
estén riéndose y pasando un buen rato, no hay absolutamen-
te ningún problema con ello. Al contrario, enhorabuena. Si a
pesar de todo llega el momento en el que toca ponerse con el
tema del rapto, apenas te queda tiempo de partida y de ver-
dad necesitas terminar en esta sesión... acelera el final. Haz
que atrapen a los fugitivos en el mismo Paso del Pálido, o in-
cluso en la caravana. O si ves que la película que se han mon-
tado los personajes es mejor que lo que viene en esta aventu-
ra, sigue con ello y ya podrás introducir el rapto en algún otro
momento, incluso con algún otro personaje.
A lo largo de la aventura hay bastantes oportunidades
de que tus personajes decidan largarse por la tangente, y si
lo hacen no te preocupes por la aventura. Sigue por ese nue-
vo camino tanto como sea divertido, incluso si eso te lleva a
una aventura completamente distinta. Es lo bueno que tiene
el rol, no hay forma de jugarlo mal. (Matizable, pero funda-
mentalmente cierto.)
11
 Tablas de encuentros
de Zalabria
...resultado 1
EXCEPCIONAL
(tira 1d10)
1 Un precioso arcoíris, ¿ha llovido?
2 Humo en la lejanía, son bandidos
atacando una granja (están a un
territorio de distancia).
3 Un árbol del que cuelgan 1d6 ahor-
cados, con carteles donde pone:
“Bandidos”.
4 El camino se hunde en un lodazal
durante casi un kilómetro, habrá
que desmontar...
5 ¡Amenaza doble! (tira dos veces en
la tabla de Amenazas).
6 ¡Cuánta gente! (tira dos veces en la
tabla de Viajeros).
7 Un torreón ruinoso junto al camino.
8 Una tumba abierta, la pala aún
clavada en el fondo... pero ningún
cuerpo. Qué sospechoso.
9 Una encrucijada, con su Cruz en el
medio como manda la tradición.
10 Una ermita de Txanto.
12
Encuentros en el camino
Tira 1d12 por cada territorio atravesado...
...resultado 2-3
AMENAZAS
(tira 1d10)
1 Un asalto de bandidos, un puñado
(2d6).
2 Un asalto de bandidos, ¡muchos!
(2d10).
3 Bandidos disfrazados de mercade-
res, ¡emboscada!
4 Bandidos emboscados, ¿los veréis a
tiempo?
5 Una jauría de perros salvajes, ¡cuida-
do, están hambrientos! (Reacción -2)
6 Mercenarios cobrando “peaje” (2d4
soldados de nivel 1).
7 Una carreta volcada y cubierta de
sangre, su mercancía desperdiga-
da... ¡es una trampa de los orcos!
8 Un chaparrón, dura 1d4 guardias (1
de daño por fatiga por guardia, si
no se ponen a cubierto).
9 Una tormenta, dura 1d4 guardias
(1d4 daño por fatiga por guardia, si
no se ponen a cubierto) (1-3 en 1d6
de que aparezca también una ban-
dada de árpaves con la tormenta).
10 Un grupillo de ogros hambrientos
(1d4).
Cuando suceda un encuentro Excepcio-
nal vuelve a tirar para ver si sucede en
conjunción con otro encuentro (ignora
cualquier otro encuentro Excepcional).
...resultado 10-12
VIAJEROS
(tira 1d10)
1 Una caravana de alegres zingos.
2 Un carro de un mercader. Abalo-
rios, bagatelas, esa clase de cosas.
3 Un alquimista ambulante (1-3 en
1d6 por cada producto alquímico,
de que lo tenga disponible).
4 Un grupo de mendicantes, ¿les
darán algo los personajes?
5 Un grupo de honrados mercenarios
(1d6 soldados de nivel 1) buscando
trabajo.
6 Otro grupo de variopintos aventu-
reros (determina sus clases al azar
con la tabla de Seguidores).
7 Unos cruzados a pie, a la busca de
criaturas tenebrosas que extermi-
nar (1d6 templarios de nivel 1).
8 Un adivino ambulante, ¿querrán
probar suerte? (un sacerdote de
nivel 1).
9 Una compañía de enanos, cantan
mientras marchan, ¡y cómo cantan!
10 Un elfo viajando... solo, cómo no.

...resultado 1
EXCEPCIONAL
(tira 1d6)
1 Una aldea de montaña, ¿qué tal os
reciben?
2 Una mina, está abandonada... ¿ha-
brá algo viviendo en ella?
3 Una gruta de techo muy bajo.
4 Un salto de agua de casi diez metros
de altura, termina en una poza
muy profunda.
5 Una gruta, resulta ser una ermita
dedicada a Cernunnos.
6 ¡Amenaza doble! (tira dos veces en
la tabla de Amenazas).
...resultado 1
EXCEPCIONAL
(tira 1d6)
1 Un inmenso tocón de árbol hueco
que alguien usa como vivienda,
¡hasta hay un fuego encendido!
2 Un campamento de leñadores, ¿qué
tal os reciben?
3 Un túmulo enterrado en la floresta,
fue saqueado hace tiempo.
4 Un claro en el bosque cubierto de
flores.
5 Un árbol sagrado, cubierto de
ofrendas, seguramente a alguna
fata poderosa: tira 1d6, 1-2 basján,
3-4 basandre y 5-6 arbolente.
6 ¡Amenaza doble! (tira dos veces en
la tabla de Amenazas).
Encuentros en la sierra
Tira 1d10 por cada territorio atravesado...
...resultado 2-3
AMENAZAS
(tira 1d6)
1 ¡Bandoleros en la sierra! Son 2d8, y
por supuesto que uno de ellos tiene
un trabuco/arcabuz.
2 Una manada de lobos, los oísteis
aullar mucho antes de verlos apa-
recer.
3 ¡Malditos trasgos y sus embosca-
das! ¡Cuidado con las piedras!
4 Una bandada de árpaves parece
haberse fijado en vosotros...
5 ¡Un desprendimiento! Más vale evi-
tarlo, o sufrirán 2d6 puntos de daño.
6 Una familia de ogros, parecen
hambrientos...
Encuentros en el Ganbasoa
Tira 1d10 por cada territorio atravesado...
...resultado 2-3
AMENAZAS
(tira 1d8)
1 ¡Agh! ¡Duendes!
2 Jabalís, mejor ir con cuidado...
3 Los lobos del Ganbasoa son más
salvajes que los de la sierra... (Re-
acción -1)
4 ¡Trasgos! Y encima han aprendido
un par de cosas sobre camuflaje.
5 Vestiglos de caza... que no te cojan
con vida.
6 Suenan los tambores de los Ake-
rro... ¡Cuidado!
7 Una banda de troles jóvenes, ruido-
sos y hambrientos.
8 Vaya, ¡un arbolente! Esperemos
que esté de buen humor.
...resultado 10
VIAJEROS
(tira 1d6)
1 Prospectores enanos en busca de un
buen lugar para una mina, ¡y cómo
cantan!
2 Cazadores, están rastreando una
presa.
3 Gente de la sierra, su aldea no está
lejos, pero van armados y listos
para defenderse.
4 Otro grupo de variopintos aventure-
ros (determina sus clases al azar con
la tabla de Seguidores). Seguramen-
te vayan hacia las Ruinas del Pálido.
5 Un adivino ambulante, un tanto
barbárico (un sacerdote de nivel 1).
6 Un mercader y su mula cargada con
su mercancía, mayormente herra-
mientas de acero.
...resultado 10
VIAJEROS
(tira 1d6)
1 Cazadores de regreso de una cace-
ría, quizá con un par de historias
que compartir.
2 Un leñador y sus siervos kobold,
que parecen satisfechos con el
trabajo de hoy.
3 Otro grupo de variopintos aventu-
reros (determina sus clases al azar
con la tabla de Seguidores). Está
claro que van a algún lugar, pero no
quieren compartir el secreto.
4 Un elfo disfrutando de la quietud
del bosque... hasta que llegasteis
vosotros.
5 Un ermitaño (sacerdote de nivel 1).
6 Alguien enterrando un cadáver.
Vaya, qué vergüenza.
13
 Mapa de la región
de Zalabria
(para el máster)

14
 Mapa de la región
de Zalabria
(para los jugadores)

15
¿Y si ocurriese una inquietante desaparición
cuando una caravana de extraños personajes
marcha hacia territorios con leyenda?

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