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Los personajes típicos han hecho historia en todos los Municipios Antioqueños, por eso se incluyen
en este trabajo, pues se consideran parte importante de la idiosincrasia santabarbareña. Algunos
de ellos son Zema, Daría el papelero, Kilila, Pacho Fantasma, El avión, Ternilla, El Gordo mecánico,
Putifar, Garlitos, Gracielita, Gloria, Estrellita, Velorio, Teacher, las Papanatas, Higuita, el Capitán
Maravilla, entre otros, se incluyen solamente 5 de ellos.
(Información sacada textualmente del libro memorias históricas Santa Bárbara de Marleny
Giraldo González)
KILILA
(Información sacada textualmente del libro memorias históricas Santa Bárbara de Marleny
Giraldo González)
Los santabarbareños debemos respetar y acoger a nuestros personajes típicos, ellos al igual que
nosotros están haciendo historia.
(Información sacada textualmente del libro memorias históricas Santa Bárbara de Marleny
Giraldo González)
PACHO FANTASMA
(Información sacada textualmente del libro memorias históricas Santa Bárbara de Marleny
Giraldo González)
GORDO MECÁNICO
(Información sacada textualmente del libro memorias históricas Santa Bárbara de Marleny
Giraldo González)
DARÍO EL PAPELERO
(Información sacada textualmente del libro memorias históricas Santa Bárbara de Marleny
Giraldo González)
MAJEJO
SOLÍN
LLOVIZNA
CHIPI
TICHER
En el año 2013 dejó la chaza de venta de mangos debido a la remodelación del parque y
actualmente se dedica según sus palabras “a lo que resulte”.
LIBARDO HENAO
Tiene 70 años de edad a la fecha, vive en el sector Palestina y se dedica a hacer mandados y a
cargar los mercados de quienes se los solicitan.
RATÓN
LA GUAGUA
CANITO
PERSOJANES IMPORTANTES:
Es llevado por sus padres, Hermenegildo y Mercedes, a la ciudad de Manizales, donde realizó sus
primeros estudios. A los 16 años y ante la necesidad de encontrar un centro académico, viajó a
Medellín para ingresar a la Universidad de Antioquia.
Más adelante Bogotá, como capital del centralismo, lo acogió para que realizara su encuentro con
las letras, las líneas del dibujo y los colores de la pintura, en los colegios: San Bartolomé, el Rosario
y la Escuela de Bellas Artes. En medio de una sociedad mayoritariamente sin estudios, como era en
la que le correspondió vivir, mantuvo su preocupación por la escritura, hasta el punto que Samper
Ortega, dijo:"...es un gran pintor que escribiendo, sabe distribuir las masas, dar perspectiva
necesaria a su paisaje, penetrar en el carácter de sus modelos y disponer convenientemente de las
luces y sombras -gracia y sentimiento- con ojo certero y pulso firme. Samuel Velásquez tuvo la
suerte de vivir una vida dedicada a las artes y a la literatura, en el seno de su cariñosa y distinguida
familia".
Para 1896 se encontraba radicado en Manizales, donde al parecer, envió para el primer concurso
de novela de costumbres, convocado por la revista "Miscelánea" en 1897, la obra titulada Madre,
la cual resultó ser la ganadora. Es de anotar que los jurados fueron los señores Carlos E. Restrepo,
Francisco de Paula Muñoz y Fidel Cano y que, para ese entonces, estaba en pleno apogeo lo que
podríamos llamar la época de oro de la narrativa regional, pues eran ampliamente conocidas las
obras de Tomás Carrasquilla, Eduardo Zuleta, Juan José Botero y de otros talentos.
Hasta la publicación de su novela Madre; era conocido solamente como poeta y pintor, ya de
renombre, pero de aquí en adelante se consolidó como uno de los grandes de la literatura
colombiana. La mejor de sus obras, Madre, ha sido traducida al inglés, francés, polaco y ruso.
Cuando se está frente a la obra escrita de Samuel Velásquez Botero, se encuentra que el oficio de
pintor tuvo gran influencia en ésta, pues al escribir plasmaba en sus pinturas extraordinarios
cuadros de paisaje, de escenas interiores, de situaciones y de personajes. De ahí que se haya
dicho: ""Vale la pena mandarlos a enmarcar"". Apreciemos algunos ejemplos: en la obra Madre,
sobre los bueyes. (...) Ya los arrieros tenían los bueyes atados a estacas, y los aderezaban sin
confundir la albarda de uno con la del otro. Por allí había un olor a leche, parecido al aliento de los
niños, con que los animales embalsaman la madrugada, el sangrero atizaba la candela donde hacía
hervir el desayuno; iluminado a lo Rembrandt, con luces cortadas y fuertes, parecía el muchacho,
allá en la sombra, un trabajador de la Fragua de Vulcano. Taque, taque. Caía al suelo una boñiga
despidiendo humo, pasaba un arriero, ponía un pie sobre aquel cojín tibio y muelle, resbalaba en
él, y allá va por los aires una maldición vibrando como un rayo".
De la obra Al pie del Ruiz rescatamos lo siguiente: "Cuando llegaron a la casa había en ella gran
animación: los muchachos tenían sabrosa algazara jugando con los de la vecindad a el diablo y el
ángel, unos marranos con cada gruesa de pitos en el guargüero metían los hocicos por una puerta
de trancas pidiendo la merienda, hambrientos que no había quien les soportara la chillería; el
perro por el otro lado de la puerta tomaba parte en el concierto con unos gemidos largos y
encaminados al cielo. El señor Sinforoso, recostado a la pared del corredor en una silla,
conversaba con los peones; la señora Genoveva picaba la piedra de moler, y las gallinas ...no, esas
dormían ya, después de mucho picoteo y probar de puestos en el gallinero.
Poco después se recogía toda la gente en la cocina; sentados en bancos de madera alrededor del
fogón departían íntimamente desgranando maíz, luego que cada cual hubo tomado una taza de
chocolate clarucho. La llama del hogar en su vaivén alargaba las sombras de las personas hasta el
ridículo haciéndolas danzar en los encañados de los bahareques, formaba relámpagos en platos y
calderas chisporroteado contenta como si ella sola se llevase la atención de todos. El perro con la
cabeza apoyada en las manos se veía por allí muy lujoso, pues que la llama abrillantándole la piel
lo tenía como vestido de raso".
Sobre el viento encontramos: "Viento frío y sutil con su incógnito cargamento de perfumes
matinales soplaba por aquellos contornos, como si hubiera jurado barrer el suelo para que
pasasen los novios, y comprometiéndose a hacer sonar todas las ramas igual que cítaras
nupciales". Sobre las vacas está: "Las vacas que dormían al lado de los cercos del camino se
levantaban, recogían los cuellos, encorvaban los cuerpos estirándolos después y aromatizando el
aire con el chorro de vapor blanco que les inflaba las negras narices".
Una escena interior, al estilo Rembrandt es ésta: "El señor de la casa puso la lámpara sobre una
mesilla de noche y, encariñado con las blanduras de los almohadones y el calorcillo de las mantas,
se tendió de cara al cielo a formar coronas con el humo de un cigarrillo. Terminado el fumar colocó
los brazos alrededor de la cabeza y se sumergió en eso que no es sueño ni vigilia sino como un
crepúsculo de los dos. Ya empezaba a triunfar el sueño cuando la luz de la lámpara emprendió un
subir y bajar rápido y fastidioso alargando las sombras de las cosas y como estregándolas en las
paredes" y más adelante continúa: "La Luz seguía sus intermitencias aleteando como una
mariposa cogida por el rabo del cuerpecillo y no dejaba a nuestro hombre ver nada con
seguridad".
Como puede verse, el estudio de la pintura permitió a Samuel Velásquez Botero escribir dando
perspectiva, color, luces y sombras a los paisajes, personas, escenarios y situaciones que describía,
logrando así una altísima calidad y gracia en su obra literaria."
Datos escritos para la Revista El Mirador del Suroeste del año 2006, por el doctor Héctor Montoya
Cardona.
(Información sacada textualmente del libro memorias históricas Santa Bárbara de Marleny
Giraldo González)
En 1974, ya iniciado en el mundo del teatro, dejó atrás las leyes, para crear en 1976 la Corporación
artística "La Fanfarria", que más tarde, se convertiría en la Asociación Ex-Fanfarria teatro (con
personería jurídica, resolución 36.316).
Siempre estuvo a cargo de la creación, dirección y producción de todos los montajes. También
desde 1982 fue director del grupo de proyección de la Escuela Popular de Arte -E.P.A.- y de los
grupos de teatro de las Universidades de Medellín y la Nacional. Participó, en repetidas ocasiones,
en los Festivales de teatro de Manizales y en el Iberoamericano de Teatro en Bogotá. En 1990 fue
invitado a la Semana Cultural de Colombia en Avignon, Francia con la obra de danza teatro "24
horas en la vida de K". En ese mismo año participó con "Las tardes de Manuela en un encuentro
Bolivariano en Ecuador. Por todo esto, dejó huella en la historia del teatro colombiano.
Fue un ser caótico, complejo, escurridizo y de espíritu fugaz, defendió la poesía, una poesía
cargada de misticismo y ebriedad invocando a los poetas malditos; hizo teatro con su imaginación
describiendo la realidad colombiana y burlándose del caos del país. Con los apuntes en sus libretas
y las voces de muchos que lo recuerdan vagamente, sólo se ha podido armar una figura disoluta;
murió de 39 años, 18 de los cuales dedico al teatro, una vida corta para la misión que llevaba en
sus hombros, la re significación del teatro en aquellos tiempos finales de un siglo en decadencia
por obras sin sentido. Fue un ser acosado por el tiempo tal vez por su capacidad de creación
abigarrada o porque presentía venir la negra parca, ya que siempre estaba presente su figura en
todas sus obras.
Es de resaltar que en ese entonces los actores sociales más golpeados por la violencia fueron los
jóvenes, para 1993 sumaban decenas de miles de muertes; en especial entre 1990-1991 la guerra
se ensañó contra jóvenes que pertenecían a grupos culturales, teatreros y líderes sociales.
En la diestra de Dios Padre (adaptación de la novela de Tomás Carrasquilla), (1961); Las Medallas
del General (1971), Desenredando (1973), a.e.Lo.u. (1975), Amanitina o la Historia de un desamor
(1975), Los Duraznos son duros de roer ¿Verdad Clotalda? (1976), Cuatro sonajas de Fierro (1977),
Tragedia en tres actos del sapo desdichado (1978) , Las Arpías, Homenaje a Jean Genes (1981-
1982), Ciudad Ciudad (1983), Los Infortunio de la Bella Otero y otras Desdichas (1983), En Casa de
Irene (1984), La Fábula de Hortensia la flor más petulante y tal vez la más perversa (1984),
Romance del Bacán y la Maleva (1985); Hamlet, en este país de ratas retóricas (1985), Mataron a
Susy (1985), Romance de la Bella Berta y Berto el Bandido (1986), Un raya en la vida de Lucrecia
(1986), Monologo para una Actriz Triste (1986), Las Burguesas de la Calle Menor, (1986); ¡Ay! días
Chiqui (1987), La Lavandera (1987), Amantina o la historia de un desamor (nuevo montaje) (1987);
La Visita (1987), La Velada de las Luisas (1987), Aquí no pasa nada (1988), Soledad quiere Bailar
(1988),0h teatro (1989), Contratiempos (1988) , Sobre las cosas ocurridas a bordo de la goleta
Bambury (sobre la novela de W. Gombrowicz), (1989); Tribulaciones de un Abogado que quiso ser
Actor o el oloroso caso de la manzana verde, (1989); Carbono o la Muñeca Torpe (1989), Las
Tardes de Manuela (1989), El Castillo de Huzmer (1989), 24 Horas en la vida de K. (1989), El Padre
Casafús o Luterito (sobre la novela de Tomas Carrasquilla), (1990); Avatares (1990) y El cuento feliz
de la princesita la ratita Gris (1990). Las tres últimas, obras póstumas.
Los Infortunios de la Bella Otero y otras Desdichas (1985), La Lavandera (1987), El Árbol de la casa
de las muchachas, flor y otros romances (1988), y dos publicaciones colectivas, con
recopilación de algunas de sus obras: José Manuel Freidel y su Teatro (1992), y Amanitina o la
Historia de un desamor (1998). Además dejó un libro inédito de cuentos: "Irene trenza de agua"
escrito entre 1980 y 1982 - época en la que vivió en Bogotá -.
También realizó montajes de otros autores: Delirio a dúo de Eugenio lonesco, (1982); Sobre la
cosa sucedida a bordo de la goleta Danbury adaptación de la novela de Witold Gombrowicz
(1988).
(Información sacada textualmente del libro memorias históricas Santa Bárbara de Marleny
Giraldo González)
Ha escrito varios libros sobre poesía, algunos de ellos son: "Madurez a plenitud", "Selección de
poemas y locuras", "Para grandes y Chicos". En 2012, terminó de escribir otro libro sobre poesía el
que tituló "Perfiles".
El libro "Madurez a Plenitud", se lo dedicó a un ser único y especial, Dios, a quien siempre le pidió
el milagro de volver a nacer después de su prolongada enfermedad en la que perdió su capacidad
visual, por espacio de un año. Gracias a Dios, recuperado, se dedica a su familia y a escribir
poemas. Transcribo "Verdad Amarga"
Nació en Santa Bárbara el 18 de abril de 1961, sus padres José Adán, un conocido artesano, y
Céfora. Inició sus estudios, en la Escuela Jesús María Rojas Pagola, hizo hasta el grado 8º en el
Liceo Tomás Eastman, continuando en la Normal de San Roque donde se graduó como normalista.
De la Universidad Luis Amigó recibió la Licenciatura en Educación Especial.
Dice que sus padres siempre les inculcaron a todos sus hijos el amor, el trabajo, el estudio, pero
sobre todo a dedicarse de todo corazón a lo que emprendieran. Por ello él le arrebataba a su
sueño y descanso el tiempo para poder plasmar en cada escrito sus vivencias y sus anhelos, los
mismo que sus amores.
Su gran pasión es su familia a la que le ha dedicado todo su amor, pues son su motivo de
inspiración. En el campo educativo mantuvo siempre el deseo de entregar a sus alumnos la semilla
de las letras, inculcándoles amor por ser escritores, llevándolos a soñar y a plasmar sus sueños.
Esto lo vio reflejado el día de su despedida, como educador, en la misma institución que le enseñó
sus primeras letras, cuando los alumnos recitaron los escritos de su profesor.
También recibió homenaje de las Instituciones Educativas El Guayabo, Jesús María Rojas, de la
Administración Municipal, recibió Placa Conmemorativa en su honor. A raíz de estos
reconocimientos se siente orgulloso porque los recibió, "En vida".
(Información sacada textualmente del libro memorias históricas Santa Bárbara de Marleny
Giraldo González)
(Información sacada textualmente del libro memorias históricas Santa Bárbara de Marleny
Giraldo González)
(Información sacada textualmente del libro memorias históricas Santa Bárbara de Marleny
Giraldo González)
Bachillera académica del año 201O de la Institución Educativa El Guayabo. Ha participado en todos
los festivales de poesía de dicha Institución, ocupando, la mayoría de las veces, el primer lugar; se
puede decir que será la futura poetiza santabarbareña, posee material para publicar un libro con
sus poemas. (Información sacada textualmente del libro memorias históricas Santa Bárbara de
Marleny Giraldo González)
Entre ellos están: Héctor Montoya, Sergio Franco, Adolfo Quiroz, Rubén Darío Grajales, Dora
Granada, Mario Grajales, Paulina Valencia, Edilma Botero, Paula Vélez, Yelania Bedoya, Diego
Martínez, Lucero Villada, Andrés Esteban Londoño, Juan Pablo Corrales, Mónica Suarez, Fernando
Restrepo, Rosalba Cano, Sergio Rivera, Jorge Mario López, Edilma Botero, Jorge Mario Londoño,
Jonny Suaza Bedoya, Juan Bernardo Villada, Ángela Patricia López Santa y Fabio Bedoya,
seguramente hay muchos artistas incognitos. (Información sacada textualmente del libro
memorias históricas Santa Bárbara de Marleny Giraldo González)
Turismo de negocios: