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El documento analiza la posibilidad de instalar una planta deshidratadora de cebollas en la provincia de Buenos Aires. La planta aprovecharía la producción local de cebollas pero requeriría variedades especiales para la deshidratación que no se cultivan actualmente en la zona. El proceso incluiría lavado, selección, pelado, trozado, escaldado, secado y envasado. Un análisis preliminar estima costos de $2.1 millones el primer año con ingresos de $1.9 millones, y
El documento analiza la posibilidad de instalar una planta deshidratadora de cebollas en la provincia de Buenos Aires. La planta aprovecharía la producción local de cebollas pero requeriría variedades especiales para la deshidratación que no se cultivan actualmente en la zona. El proceso incluiría lavado, selección, pelado, trozado, escaldado, secado y envasado. Un análisis preliminar estima costos de $2.1 millones el primer año con ingresos de $1.9 millones, y
El documento analiza la posibilidad de instalar una planta deshidratadora de cebollas en la provincia de Buenos Aires. La planta aprovecharía la producción local de cebollas pero requeriría variedades especiales para la deshidratación que no se cultivan actualmente en la zona. El proceso incluiría lavado, selección, pelado, trozado, escaldado, secado y envasado. Un análisis preliminar estima costos de $2.1 millones el primer año con ingresos de $1.9 millones, y
El objeto de este proyecto es analizar las posibilidades actuales o potenciales de instalar
una planta deshidratadora de cebollas. La producción actual de cebollas en la provincia de Buenos Aires es totalmente suficiente para el mercado en fresco. No obstante, las variedades de cebollas necesarias para industrializar no son producidas en la zona.
La producción se colocará en los mercados domésticos y de exportación. El principal
destino en el extranjero es Brasil. La deshidratación de la cebolla tiene como objetivo conservar dicha hortaliza, este producto es de excelente calidad y se halla a la altura de los mercados más exigentes. Los principales usos en el mercado interno se dan en la elaboración de alimentos preparados (salsas y caldos) y también como condimento y saborizante. El rendimiento es: 1 Kg de cebolla deshidratada corresponde a 7 Kg. de cebolla para alimento. La industria del deshidratado consume aproximadamente el 1,5 % de la cebolla fresca que se procesa en el país, unas 10.000 tn/año.
En 1996 en el mercado interno el precio fue de U$S 3,6 el Kg; en el mercado de
importaciones el precio CIF promedio es de U$S 2.247 la tonelada, manteniéndose estable. El consumo aparente en Argentina en 1999 fue de 830 tn. y las exportaciones alcanzaron el 45 % de la producción nacional (610 tn.)
En cuanto a la localización se eligió la zona del parque industrial de Pedro Luro.
Haciendo referencia a la ingeniería básica de la deshidratación de cebollas, la secuencia productiva comprende los siguientes pasos: lavado, selección, pelado, trozado, escaldado, secado y envasado. La evaluación interna asignó como resultados para el año 1: costos por $ 2.113.301, de los cuales $ 1.472.624,35 son Costos Variables y el resto Constantes; e ingresos por $ 1.892.376.
Las inversiones del proyecto se componen de $ 364.534 en Activos Fijos Tangible,
$ 21.872 en Intangibles y $ 38.641 en imprevistos, lo que determina un total de $425.047; por otro lado se tienen Activos circulante por $ 521.912,55 y Capital de trabajo por $ 406.293,05.
Respecto a la financiación está se hará sin financiamiento externo debido a la falta de
crédito actual que existe en el país.
La evaluación económica asignó un VAN de $ 617.379,84, calculado a una tasa de