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PRESENTADO POR:
LUZ DANIELA NIEVES
ANDRES OROZCO
VALENTINA BLANCO
MARIA FERNANDA SUAREZ
JOSE HERNANDEZ
LINA TAFFUR
PRESENTADO A:
PROF. DAISY LOZANO
GRUPO 2
BARRANQUILLA ATLANTICO
1. Paciente masculino de 4 años de edad, procedente del Edstado de
Colima, inició padecimiento en Junio de 2006 con cuadros de tos seca,
fiebre de 39.5ºC, disminución de apetito y pérdida de peso. Dicho cuadro
evolucionón durante 10 días con severo ataque al estado general; en tres
ocasiones presentó hemptisis moderada. Fue llevado al hospital regional,
donde el personal médico decidió practicar exámenes de laboratorio de
rutina y un tele de tórax. Fue ingresado al servicio de pediatría con los
siguientes diagnósticos: 1) probable neumonía basal derecha; 2) secuestro
pulmonar intralobar derecho, y 3) tumor subdiafragmático. Se administró
antibiotico terapia por 8 días, tras lo cual mostró leve mejoría respiratoria.
Fue canalizado a un hospital pediátrico de primer nivel en la ciudad de
México, donde fue descartado el diagnóstico de secuestro pulmonar y se
sugirió desechar patología leucocitaria con eosinofilia y tuberculosis
pulmonar. Como antecedente de importancia señaló la madre del paciente
que desde un año atrás vivía en una localidad del municipio de Tecomán,
cercana a la Laguna Colorada y que por razones de trabajo de la madre se
trasladaron cerca de la ciudad de Manzanillo. Acostumbraban a consumir
alimentos regionales a base de ceviches de mariscos y pescados. En enero
de 2006 el niño ingirió en dos ocasiones carne de cangrejo preparada con
limón. En el servicio le fue detectada hepatomegalia y dos lesiones
nodulares subcutáneas en tórax posterior y superior, de consistencia
blanda, eritematosas, no dolorosas y de casi 1 cm. Se realizó biopsia y el
estudio histopatológico reportó paniculitis septal con escasas células
gigantes de tipo cuerpo extraño, sin datos de malignidad ni presencia de
microorganismos. El reporte indicó lesiones compatibles con eritema
nodoso. El estudio ecocardiográfico abdominal reportó hepatomegalia
parenquimatosa sin imágenes tumorales. El paciente permaneció
hospitalizado por 38 días; estuvo sujeto a administración de esquemas de
antibioticoterapia intravenosa, tratamiento con esteroides y
broncodilatadores, tras lo que mejoró su cuadro. Durante su estancia
hospitalaria se llevaron a cabo los estudios para aislamiento e identificación
de Mycobacterium, de derivado proteico purificado (ppd), serología para
citomegalovirus (cmv), Epstein Barr, hepatitis B y C, virus de
inmunodeficiencia adquirida (hiv), así como serología para hongos y
amibas, y en todos los casos los resultados fueron negativos. Se
determinaron los índices de IgG e IgE, encontrándose en ambos casos
elevadas. El dato de laboratorio constante fue la eosinofilia con 15 000
mm3. Al tercer día de estancia hospitalaria se practicó un tac de tórax, la
cual reveló infiltrado a nivel de ambas bases pulmonares, con predominio
derecho y derrame pleural. Dado que persistieron la leucocitosis y
eosinofilia, se solicitó interconsulta a los servicios de hematología y
parasitología, se practicaron pruebas serológicas para descartar larva
migrans visceral, gnathostomosis e hidatidosis. Todos los resultados fueron
negativos. Por último, se sospechó la presencia de un trematodo por el
antecedente epidemiológico de ingesta de crustáceos crudos. Se realizó la
búsqueda seriada por tres días de huevos de dicho trematodo en heces y
esputo, y se encontraron tres en esputo hasta el tercer día. El tratamiento
administrado fue praziquantel 25 mg/kg/día dividido en tres tomas al día,
con lo que desapareció la sintomatología, mejoraron las imágenes
radiológicas y disminuyeron las cifras de leucocitos y eosinófilos a niveles
normales en 10 meses. El monitoreo serológico continuó durante 13 meses,
tiempo en el que gradualmente disminuyeron las cifras de anticuerpos hasta
llegar a negativizar.
Diagostico diferencial
Diagnostico diferencial
Se debe hacer diagnostico diferencial con la hepatitis A, B y C; la infección
por el VIH; la salmonelosis y las infecciones del tracto urinario
Diagnostico diferencial
Diagnostico diferencial
Diagnóstico diferencial
Lo que nos indica que esta paciente tiene enterobiasis es la descripcion que
se hace del nematodo que se le encontro, que era hembra con forma de
alfiler, donde el Enterobius vermicularis es bastante conocido por su
caracteristica forma de alfiler y porque las hembras son capaces de llegar a
la vulva, vagina, utero, trompas de falopio y ovarios. Tambien que la
paciente manifesto haber tenido prurito anal, que es caracteristico de esta
parasitosis y que vivia en condiciones de hacinamiento.
Diagnostico diferencial
Se hace con parasitos que tambien provoquen prurito anal como lo son,
tricomonas, Sarcoptes scabiei (sarna)
Lo que nos indica que este paciente tiene una anquilostomiasis, es que
presenta heces liquidas de color rojizo, esto debido a que estas causan
sangrado lento en la mucosa intestinal, esto tambien explicaría el por que
tiene la hemoglobina en 6,6 g/dL (anemia) y los hematocritos en 20%. Este
parasito es un geohelminto (que necesita de la tierra para completar su ciclo
de vida), y este paciente dijo haber estado en contacto con lodo.
Este parasito se adhiere a la mucosa intestinal, esto explicaría las erosiones
a nivel intestinal.
Diagnostico diferencial
Diagnostico diferencial
El diagnostico diferencial se hace por infección de otros parasitos, que
produzcan dolores abdominales, eosinofilias, diarreas infeccosas tales como
la anquilostomiasis, ascariasis, estrongiloidosis, amebiasis
11. Mujer de 45 años, residente en el área urbana de Santiago de
Cali (Valle del Cauca, Colombia), de estrato socioeconómico bajo, con
ocupación “vendedora de dulces” en la calle. Tenía el antecedente de una
gastritis crónica, una desnutrición grave, cuatro embarazos con tres hijos
vivos y una cirugía de ligadura de trompas hacía 16 años. Sin
antecedente de diabetes mellitus, hipertensión arterial, ni tabaquismo.
Presentaba el hábito de ingerir agua no potable. El cuadro clínico se inició
tres meses antes de su ingreso hospitalario, consistente en dolor en
el mesogastrio, astenia, adinamia y edema en las extremidades
inferiores, evolucionando a los dos meses con episodios de diarrea fétida,
emesis, y pérdida de apetito y de peso. En los últimos días presentó
episodios de tos hemoptoica. Consultó a un centro de salud periférico
donde se evidenciaron larvas de un nemátodo en el examen directo de
deposiciones con solución salina fisiológica al 0,9% y Lugol. Se inició
tratamiento médico con ivermectina durante dos días (200 μg/kg/día) y
albendazol (400 mg/ día). Entre los exámenes de laboratorio destacaba
una albúmina de 0,5 g/dL, serología para VIH negativa y para HTLVI-II
positiva. La TSH se encontraba normal. Siete días después la paciente se
remitió a una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) extra institucional por un
cuadro de dificultad respiratoria. Los diagnósticos presuntivos fueron un
tromboembolismo pulmonar (TEP), un síndrome de Loeffler o una neumonía
bacteriana. Ingresó a la UCI consciente, con signos de dificultad
respiratoria, taquicardia, afebril, con saturación arterial de oxígeno (SaO2)
por oximetría de pulso de 87%, con soporte de oxígeno (FiO2 50%). Al
examen físico destacaba estertores finos pulmonares bibasales, abdomen
sin signos de irritación peritoneal, edema grado III en extremidades
inferiores y, presencia de lesiones eritematosas, pruriginosas, no
descamativas en piel, predominantemente en los muslos. Los exámenes de
ingreso evidenciaban leucocitos de 26.200/mm³,hemoglobina 9,1 g/dL,
neutrófilos 86%, eosinófilos 2%, proteína C reactiva (PCR) 18 mg/ dL,
electrolitos y creatinina dentro de rangos normales, hipoxemia grave sin
trastorno ácido-base. La radiografía de tórax mostró la presencia de
infiltrados mixtos de predominio alveolar de distribución difusa. La
paciente evolucionó con dificultad respiratoria progresiva, por lo que
requirió finalmente ventilación mecánica invasora, sin necesidad de
parámetros ventilatorios altos. Además, requirió soporte vaso activo con
norepinefrina por una hipotensión arterial persistente. En su evolución
clínica presentó secreciones respiratorias hemáticas constantes
con descenso significativo de la hemoglobina, por lo que se requirió
transfusión de glóbulos rojos. Ante la sospecha de una neumonía
bacteriana se inició cobertura antibacteriana de amplio espectro con
piperacilina/tazobactam. Posteriormente se informaron hemocultivos y
urocultivo positivos para Escherichia coli productora de betalactamasas
de espectro extendido (BLEE), por lo que se cambió tratamiento a
meropenem. Ante la sospecha de una invasión por parásitos pulmonar
se solicitó microscopía en fresco de una muestra de secreción
orotraqueal, observándose larvas de nematodos, por lo cual se
administró una nueva dosis de ivermectina (200 μg/kg) y se continuó con
albendazol oral (400 mg, dos veces al día). También se descartó una
tuberculosis pulmonar con baciloscopias seriadas negativas. Se realizó
una colonoscopia, cuyo informe anatomopatológico fue una colitis
crónica leve inespecífica. No se realizaron pruebas inmunológicas para
el diagnóstico de estrongiloidosis. Se realizó el proceso de
desvinculación progresiva del soporte ventilatorio, logrando la extubación
al quinto día de ventilación mecánica invasora. La paciente completó una
estancia hospitalaria de 12 días, período en el cual presentó episodios
repetitivos de tos seca. En el seguimiento clínico el estudio
coproscópico no evidenció parásitos intestinales, y la radiografía detórax a
los 15 días evidenció una resolución significativa del infiltrado pulmonar.
Completó 10 días de tratamiento antihelmíntico con albendazol.
Lahemoglobina de egreso fue de 9,9 g/dL. Durante la permanencia en la
institución la paciente recibió manejo de fisioterapia, donde se
observó una evolución favorable de su condición cardiorrespiratoria y
nivel de funcionalidad.
Diagnóstico diferencial
Diagnostico diferencial
el diagnostico diferencial se basa en las manifestaciones clínicas del
paciente
La mayoría de las veces la infección es asintomática. Cuando presenta
síntomas, las manifestaciones son vagas e inespecíficas e incluyen diarrea,
inquietud, agitación en lactantes, dolor epigástrico, constipación y En niños
mayores ocasiona prurito y dolor anal. estos síntomas se asocian a
infecciones intestinales Los parásitos más frecuentes son: guardias y
oxiuros
Diagnostico diferencial
El diagnostico diferencial se hace por otras potologias que causen masas
quísticas en pulmones hígado o demás órganos.
incluyen Tuberculosis. Neoplasias quísticas Abscesos amebianos o
bacterianos Enfermedad poliquística congénita