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Diagramas de fases

Los diagramas de fases son herramientas gráficas que se utilizan para representar
cómo cambia el estado físico de una sustancia en función de la temperatura y la
presión. Estos diagramas se construyen a partir de datos experimentales y
teóricos y muestran las fases en equilibrio en un sistema.
En un diagrama de fases típico, el eje horizontal representa la composición del
sistema y el eje vertical representa la temperatura o la presión. Las curvas en el
diagrama de fases representan las condiciones en las que dos fases están en
equilibrio, y los puntos en el diagrama representan las condiciones en las que tres
fases están en equilibrio.
Los diagramas de fases son especialmente útiles para predecir el comportamiento
de las sustancias en condiciones extremas, como a alta presión y temperatura.
También son importantes para la comprensión de la cristalización, la fusión, la
vaporización y otras transiciones de fase que ocurren en una sustancia.
Hay varios tipos de diagramas de fases, incluyendo los diagramas binarios,
ternarios y cuaternarios. Los diagramas binarios se utilizan para sistemas que
consisten en dos componentes, mientras que los diagramas ternarios y
cuaternarios se utilizan para sistemas que tienen tres o cuatro componentes,
respectivamente
Importancia del diagrama de fases
Los diagramas de fases son herramientas fundamentales en la química y la
ingeniería de materiales, ya que permiten predecir el comportamiento de las
sustancias en diferentes condiciones de temperatura y presión.
-Predecir el comportamiento de las sustancias: Los diagramas de fases permiten
predecir cómo se comportará una sustancia en diferentes condiciones de
temperatura y presión. Por ejemplo, un diagrama de fases puede indicar a qué
temperatura y presión una sustancia pasará de sólido a líquido o de líquido a gas.
-Controlar el proceso de síntesis: Los diagramas de fases pueden ayudar a
controlar el proceso de síntesis de un material. Por ejemplo, un diagrama de fases
puede mostrar a qué temperatura y presión se deben mezclar dos sustancias para
formar una aleación homogénea.
-Optimizar la fabricación de materiales: Los diagramas de fases pueden ayudar a
optimizar la fabricación de materiales. Por ejemplo, un diagrama de fases puede
mostrar cómo variar la temperatura y la presión para obtener un material con
propiedades específicas, como una mayor resistencia a la corrosión o una mayor
conductividad térmica.
-Diseñar nuevos materiales: Los diagramas de fases también son importantes en
el diseño de nuevos materiales. Por ejemplo, los diagramas de fases pueden ser
utilizados para diseñar aleaciones con propiedades específicas, como una mayor
resistencia a la tracción o una mayor dureza.
Usos del diagrama de fases en la industria
-Selección de materiales: Los diagramas de fases se utilizan para seleccionar
materiales en la industria. Por ejemplo, un diagrama de fases puede mostrar cómo
varían las propiedades de una aleación con la composición, lo que permite a los
ingenieros seleccionar la aleación más adecuada para una aplicación específica.
-Diseño de procesos: Los diagramas de fases también se utilizan para diseñar
procesos industriales. Por ejemplo, un diagrama de fases puede mostrar las
condiciones óptimas de temperatura y presión para la producción de un material
específico.
-Optimización de procesos: Los diagramas de fases se utilizan para optimizar
procesos industriales existentes. Por ejemplo, un diagrama de fases puede
mostrar cómo se puede ajustar la temperatura y la presión para mejorar la
eficiencia de un proceso de producción.
-Control de calidad: Los diagramas de fases también se utilizan en el control de
calidad de los materiales producidos en la industria. Por ejemplo, un diagrama de
fases puede mostrar cómo las propiedades de una aleación deben variar con la
composición, lo que permite a los inspectores verificar si la aleación producida
cumple con las especificaciones requeridas.
-Investigación y desarrollo: Los diagramas de fases se utilizan en la investigación y
el desarrollo de nuevos materiales. Por ejemplo, un diagrama de fases puede
ayudar a los científicos a comprender las propiedades de una nueva aleación y a
diseñar la aleación para que tenga las propiedades deseadas.
Puntos mas importantes del diagrama de fases del agua
El diagrama de fases del agua es un gráfico que representa las diferentes fases
que puede tomar el agua en función de la temperatura y la presión. Las partes
más importantes del diagrama de fases del agua son:

-Punto triple: El punto triple del agua es una de las partes más importantes del
diagrama de fases, ya que representa la temperatura y la presión en las que el
agua coexiste en tres fases: hielo, agua líquida y vapor de agua. En el diagrama
de fases del agua, el punto triple se encuentra a una temperatura de 0.01°C y una
presión de 0.00603 atmósferas.
-Curva de sublimación: La curva de sublimación es otra parte importante del
diagrama de fases del agua, ya que representa las condiciones en las que el hielo
se sublima directamente en vapor de agua sin pasar por el estado líquido. La
curva de sublimación comienza en el punto triple y se extiende hacia arriba y hacia
la derecha en el diagrama.
-Curva de fusión: La curva de fusión es la curva que separa las regiones de hielo y
agua líquida en el diagrama de fases del agua. La curva de fusión representa las
temperaturas y las presiones en las que el hielo se derrite y se convierte en agua
líquida.
-Curva de ebullición: La curva de ebullición es la curva que separa las regiones de
agua líquida y vapor de agua en el diagrama de fases del agua. La curva de
ebullición representa las temperaturas y las presiones en las que el agua líquida
hierve y se convierte en vapor de agua.
-Punto crítico: El punto crítico del agua es el punto en el que la curva de líquido-
vapor termina. Por encima del punto crítico, el agua existe solo como vapor y no
puede ser condensada en líquido, incluso si se aumenta la presión.
Ecuación de Clausius clapeyron para el equilibrio l-g

La ecuación de Clausius-Clapeyron relaciona el cambio en la presión de vapor con


la temperatura para una sustancia que se encuentra en equilibrio entre la fase
líquida y la fase gaseosa. La ecuación es:

ΔHvap / R = d(ln P)/ d(1/T)

Donde ΔHvap es el calor de vaporización de la sustancia, R es la constante de los


gases ideales, P es la presión de vapor de la sustancia, y T es la temperatura
absoluta.
La ecuación de Clausius-Clapeyron puede utilizarse para determinar la presión de
vapor de una sustancia a una temperatura dada o para predecir cómo cambiará la
presión de vapor a medida que cambia la temperatura. También se puede utilizar
para determinar el calor de vaporización de una sustancia si se conocen la presión
de vapor a dos temperaturas diferentes.
Es importante tener en cuenta que la ecuación de Clausius-Clapeyron solo es
válida para el equilibrio líquido-gas y no se puede utilizar para otros equilibrios de
fase, como sólido-líquido o sólido-gas.
Viscosidad, (cinemática y dinámica)

La viscosidad es una propiedad física de los líquidos que describe su resistencia al


flujo. Es decir, es la medida de la fricción interna que se opone al movimiento de
las moléculas en un líquido cuando este se somete a una fuerza aplicada.
Los líquidos con una viscosidad alta se resisten al flujo y son más espesos,
mientras que los líquidos con una viscosidad baja fluyen fácilmente y son más
delgados. Por ejemplo, el agua es un líquido con una baja viscosidad, mientras
que la miel es un líquido con una alta viscosidad.
La viscosidad se mide en unidades de poise (P) o centipoise (cP), y se puede
medir utilizando diferentes técnicas, como la viscosimetría de rotación, la
viscosimetría capilar o la viscosimetría de caída de bola.
La viscosidad de un líquido depende de varios factores, como la temperatura, la
presión, la composición química, la estructura molecular y la fuerza de las
interacciones intermoleculares. En general, la viscosidad de un líquido disminuye a
medida que aumenta la temperatura, ya que las moléculas tienen más energía y
pueden moverse más libremente. Además, los líquidos con moléculas grandes y
complejas suelen tener una viscosidad más alta que los líquidos con moléculas
más pequeñas y simples.
Viscosidad cinemática
La viscosidad cinemática es una propiedad física de los fluidos que se utiliza para
describir su fluidez. Se define como la viscosidad dinámica del fluido dividida por
su densidad. Matemáticamente, se expresa como:

ν = μ/ρ

Donde ν es la viscosidad cinemática, μ es la viscosidad dinámica y ρ es la


densidad del fluido.
La viscosidad cinemática se mide en unidades de centistokes (cSt) o metros
cuadrados por segundo (m²/s). Es importante tener en cuenta que la viscosidad
cinemática no depende de la forma o tamaño del objeto que se sumerge en el
fluido, sino que solo depende de las propiedades del fluido en sí.
La viscosidad cinemática es especialmente útil para comparar la fluidez de
diferentes fluidos, independientemente de su densidad o viscosidad dinámica. Por
ejemplo, el aceite de motor tiene una viscosidad cinemática mucho más alta que el
agua, lo que significa que fluye más lentamente y ofrece más resistencia al
movimiento.
La viscosidad cinemática también se utiliza en la industria para calcular la
velocidad y el caudal de los fluidos que fluyen a través de tuberías y conductos.
Además, se utiliza en la ingeniería para diseñar sistemas que involucren la
transferencia de fluidos, como sistemas de refrigeración, lubricación y ventilación
Viscosidad Dinámica
La viscosidad dinámica es una propiedad física de los fluidos que describe su
resistencia al flujo. Se define como la fuerza de fricción por unidad de área que
actúa sobre una capa de fluido en movimiento, cuando está en contacto con otra
capa de fluido que se mueve con una velocidad diferente.
La viscosidad dinámica se mide en unidades de poise (P) o pascal-segundo
(Pa·s). Es importante destacar que la viscosidad dinámica depende de la densidad
y de la temperatura del fluido, así como de la presión y de la composición química
del mismo. Por lo tanto, la viscosidad dinámica es una propiedad importante para
describir las propiedades de los fluidos, tanto líquidos como gases.

Tensión superficial (incluir mojado)


La tensión superficial es una propiedad física que se encuentra en la superficie de
un líquido y se define como la energía necesaria para aumentar la superficie de un
líquido por unidad de área. En otras palabras, es la fuerza que mantiene unida a
las moléculas en la superficie de un líquido y que hace que ésta se comporte
como una "piel" elástica.
La tensión superficial se debe a las fuerzas de cohesión entre las moléculas del
líquido, que tienden a atraerse entre sí y formar una capa en la superficie. Esta
capa tiene un grosor muy pequeño y es capaz de soportar objetos pequeños,
como insectos, gracias a la fuerza de tensión superficial.
La tensión superficial se mide en unidades de energía por unidad de longitud,
como por ejemplo en Joules por metro cuadrado (J/m^2). Los líquidos con alta
tensión superficial, como el agua, tienen una mayor capacidad para mantener
objetos flotando en su superficie, mientras que los líquidos con baja tensión
superficial, como el aceite, tienen una menor capacidad para hacerlo.
La tensión superficial tiene aplicaciones prácticas en muchos campos, como la
biología, la química y la física. Por ejemplo, es una propiedad importante en la
formación de burbujas, la adhesión de líquidos a superficies sólidas y la migración
de líquidos a través de poros. También es importante en la fabricación de
productos como pinturas, espumas y detergentes.
El fenómeno de mojado está estrechamente relacionado con la tensión superficial
de un líquido. El mojado se refiere a la capacidad de un líquido para extenderse
sobre una superficie sólida en contacto con él, en lugar de formar una gota.
La capacidad de un líquido para mojar una superficie depende de la interacción
entre las fuerzas de cohesión entre las moléculas del líquido y las fuerzas de
adhesión entre las moléculas del líquido y las de la superficie sólida. Si las fuerzas
de adhesión son mayores que las fuerzas de cohesión, el líquido se extenderá
sobre la superficie y mojará la misma. Por el contrario, si las fuerzas de cohesión
son mayores que las fuerzas de adhesión, el líquido formará una gota sobre la
superficie.

Capilaridad (incluir cohesión y adhesión)


La capilaridad es un fenómeno que se produce en los líquidos que se encuentran
en contacto con una superficie sólida, como un tubo capilar o una pared porosa.
Se produce por la combinación de dos fuerzas: la adhesión y la cohesión.
La adhesión es la atracción que existe entre las moléculas del líquido y las
moléculas de la superficie sólida, mientras que la cohesión es la atracción que
existe entre las moléculas del líquido entre sí. En un líquido en contacto con una
superficie sólida, la fuerza de adhesión en la superficie es mayor que la fuerza de
cohesión en el interior del líquido, lo que da lugar a una curvatura en la superficie
del líquido, formando un menisco.
La capilaridad se puede observar en los tubos capilares, donde un líquido
asciende por el interior del tubo debido a la adhesión del líquido a la superficie del
tubo y a la cohesión entre las moléculas del líquido. La altura a la que el líquido
asciende en el tubo capilar depende de la tensión superficial del líquido, el
diámetro del tubo y la naturaleza de la superficie sólida.
La capilaridad es un fenómeno importante en la naturaleza, como en la absorción
de agua por las raíces de las plantas y en la subida de la savia por la xilema.
También tiene aplicaciones en la tecnología, como en la medición de la tensión
superficial y la viscosidad de líquidos, en la fabricación de filtros y en la creación
de sistemas de micro fluidos.
La capilaridad se mide en unidades de longitud, como el metro (m), el centímetro
(cm) o el milímetro (mm), dependiendo del sistema de unidades utilizado. La
tensión superficial se mide en unidades de fuerza por unidad de longitud, como el
newton por metro (N/m) o la dinas por centímetro (dyn/cm). La adhesión y la
cohesión se miden en unidades de energía por unidad de área, como la julio por
metro cuadrado (J/m²) o la erg por centímetro cuadrado (erg/cm²).
Presión de vapor (incluir punto de ebullición y punto crítico)
La presión de vapor es la presión ejercida por las moléculas de un líquido en
equilibrio con su fase gaseosa en un recipiente cerrado. Cuando un líquido se
evapora, las moléculas de la fase líquida se convierten en moléculas de la fase
gaseosa, y algunas de estas moléculas chocan con las paredes del recipiente,
ejerciendo una presión.
La presión de vapor aumenta con la temperatura, ya que, a temperaturas más
altas, las moléculas del líquido tienen más energía cinética y son más propensas a
evaporarse. Cuando la presión de vapor del líquido alcanza la presión atmosférica,
el líquido comienza a hervir. El punto de ebullición es la temperatura a la que la
presión de vapor del líquido se iguala a la presión atmosférica.
El punto de ebullición depende de la presión atmosférica, ya que la presión
atmosférica afecta la presión de vapor del líquido. Por ejemplo, a mayor altitud, la
presión atmosférica es menor y, por lo tanto, la presión de vapor necesaria para
que el líquido hierva es menor. Por lo tanto, el punto de ebullición de un líquido
disminuye con la altitud.
Además, existe un punto crítico en el que la distinción entre la fase líquida y la
fase gaseosa desaparece y las propiedades del líquido y del gas se vuelven
indistinguibles. A una temperatura y presión específicas, conocidas como
temperatura y presión críticas, respectivamente, la densidad del líquido y la del
gas se vuelven iguales y la presión de vapor se vuelve infinita.
Las unidades de presión de vapor son generalmente medidas en unidades de
presión, como el pascal (Pa), el milímetro de mercurio (mmHg) o la libra por
pulgada cuadrada (psi). La presión de vapor también se puede expresar en
términos de temperatura, como el punto de ebullición normal, que es la
temperatura a la que la presión de vapor del líquido es igual a la presión
atmosférica estándar de 101.325 Pa (1 atm). La temperatura crítica también se
expresa en términos de temperatura, y generalmente se mide en grados Celsius o
Kelvin.

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