Está en la página 1de 2

Hazel Grace Lancaster es una chica adolescente de 16 años que padece cáncer terminal.

Su mal
estado es patente y se da cuenta de que no tiene cura cuando sus días se reducen a estar pegada
a su tanque de oxígeno y a recibir multitud de tratamientos médicos. Debido a este estado, entra
en una fuerte depresión y deja de disfrutar sus pocos momentos de ocio y, en definitiva, de
vida. Sus padres no pueden permitir que su hija viva sus últimos momentos de esta manera y
deciden apuntarla a un grupo de apoyo, que cambiará sus días para siempre. 

En este grupo de apoyo Hazel conoce a Isaac, otro joven que padece un cáncer de ojos que
terminará por quitarle la visión por completo y también al mejor amigo de este, Augustus
Waters, que también padece un extraño cáncer por el que tuvieron que amputarle la pierna y
apartarle de su sueño de dedicarse al baloncesto profesional. Hazel e Isaac llaman a este joven
Gus de forma cariñosa, y los tres se vuelven totalmente inseparables y varía la forma de vivir
de todos ellos. 

Hazel y Gus consiguen mantener una relación mucho más estrecha, pero ella tiene muchas
dudas referentes a su propio estado: no quiere hacer daño a Gus yendo a más en su relación
teniendo en cuenta cuál es su estado. Para ella, morir sería como si una granada explotara y
destruyera a todos a los que quiere a su paso. Sin embargo, finalmente decide dejarse llevar por
sus sentimientos y vivir la vida como si no existiera un mañana. 

Uno de los sueños de Hazel es conocer al escritor Peter Van Houten, cuyo libro es su favorito.
Pero esta historia tiene un final demasiado abierto para su gusto, y le encantaría poder cerrarlo
antes de marcharse. Es por ello por lo que Gus decide hacer todo lo posible para que pueda
conocer a este escritor y de esta manera cumpla uno de sus sueños. Para lograrlo los dos viajan
hasta Amsterdam, pero las malas noticias se agolpan antes de que se produzca: Hazel cada vez
está peor y no va a tardar en morir. 

Finalmente consiguen conocer a Peter Van Houten, aunque su estado está lejos de ser el que
Hazel y Gus desearían: es una persona alcohólica, de muy mal humor que no quiere hablar con
ellos. Por fortuna, la agente del escritor decide compensarles en cierta manera y les regala una
cena lujosa y una noche en un hotel romántico. Al final, el viaje se consuma y se disfruta de
una manera muy diferente por los dos adolescentes, que finalmente quedan satisfechos a pesar
del mal rato con el ídolo de Hazel. 
Los hechos se desencadenan al final de Bajo la misma estrella de una manera inesperada: es
Gus quien termina muriendo el primero, tras una larga lucha que lo deja incapacitado
previamente, dejando a Hazel y a Isaac absolutamente destruidos. Este último, además, termina
quedando ciego por culpa de su cáncer. Es ahí cuando descubren que Gus siguió intentando que
Hazel cumpliera su sueño y escribió una carta a Peter Van Houten para que, por favor, pudiera
darles un final para su historia. Al menos el tiempo que pasaron juntos mereció la pena, sin
duda, y aunque el final del libro es muy duro queda patente que podía haber sido mucho más
triste si estos tres jóvenes no hubieran decidido lanzarse a la aventura y haber disfrutado de lo
que les restaba de vida. 

También podría gustarte