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UNIVERSIDAD YACAMBÚ

VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE HUMANIDADES

Trabajo
Angustia y Ansiedad

INTEGRANTES:
Arévalo Endrianny HPS-133-00467
González Gaibel HPS-132-00207
Gómez BetzabetHPS-132-01309
Lagunas Andreina HPS-133-00353
Márquez Yeisis HPS-133-00609
Mejía Noemí HPS-133-00443
Terán Eleanny HPS-133-00554
Zerpa Nathaly HPS-133-00676
Sección: MB01MOS
Asignatura: fisiología y conducta
Profesora: Julia Gómez de Medina

Cabudare, julio 2015


Introducción

El presente trabajo es realizado con la finalidad de entender los


términos de angustia y ansiedad, así como su fisiología, sus componentes
orgánicos y sus tratamientos. Ya que son síntomas que indisponen a las
personas cuando se llega a un extremo, el cual, interfiere con su
funcionamiento diario; con la ejecución correcta de una tarea o el
afrontamiento de una situación. La ansiedad y el miedo nos causan también
muchos síntomas mentales incómodos, como el sentirnos indefensos, la
confusión, la aprehensión, la preocupación y los pensamientos negativos
repetitivos. La pérdida de la estima también provoca ansiedad, puede
manifestarse como temor al fracaso, temor a ser descubierto como un
individuo sin valor alguno o como temor al ridículo.

Por otra parte nos encontramos con la angustia, la cual es definida


como aflicción o congoja. Puede significar una situación psicológica
conflictiva, ya que a causa de esta, el sujeto vive continuamente en una
situación de ansia, debatiéndose entre el deseo y la aversión. Desde este
punto de vista, más genérico todavía, puede decirse que la angustia es el
tono emotivo con el que el hombre vive una cierta situación con respecto al
mundo, significado que la psicología moderna toma de la filosofía. Freud fue
un gran estudioso de la angustia y la definió alternativamente como 'reacción
del Yo ante el peligro' o 'situación de impotencia'.
Angustia
La angustia Se trata de un estado afectivo que implica un cierto
malestar psicológico, acompañado por cambios en el organismo (como
temblores, taquicardia, sudoración excesiva o falta de aire), puede ser una
reacción ante el peligro o ante algo desconocido. Incluso puede sentirse
angustia sin una causa precisa. La angustia es un sentimiento diferente al del
miedo ya que éste último está referido a un objeto en particular, mientras que
en la angustia se teme a algo desconocido.

Los niveles de angustia pueden ser varios, desde los menores hasta
los más elevados que terminan acompañando alguna enfermedad
psicológica si se mantiene en el tiempo. Según el Manual Diagnóstico de los
Trastornos Mentales, una crisis de angustia es definida como la aparición
temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o
más) de los siguientes síntomas:

1. Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia


cardiaca

2. Sudoración

3. Temblores o sacudidas

4. Sensación de ahogo o falta de aliento

5. Sensación de atragantarse

6. Opresión o malestar torácico

7. Náuseas o molestias abdominales

8. Inestabilidad, mareo o desmayo

9. Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar


separado de uno mismo)
10. Miedo a perder el control o volverse loco

11. Miedo a morir

12. Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)

13. Escalofríos o sofocaciones

Sigmund Freud diferenció entre la angustia realista y la angustia


neurótica.

La angustia realista es aquella que alerta y prepara para la huida


ante un peligro exterior; es un estado de atención sensorial incrementada y
tensión motriz. Puede haber dos desenlaces para ella: o bien genera una
reacción adecuada al fin y se limita a una señal que ayuda a ponerse a salvo
del peligro, o genera por el desarrollo total de la angustia una reacción
inadecuada que termina en paralizar al individuo. La angustia neurótica, en
cambio, no tiene fundamento exterior, no refiere claramente a un objeto o
resulta ser exagerada ante la objetividad del peligro.

Trastorno de Angustia Generalizada (TAG)

• Angustia normal: constituye la base de nuestra existencia. Esta


supone una permanente actitud de las personas a proyectar y verse
obligadas a… En cierto modo las personas no dejan de crear y de
encontrarse ante el peligro de no conseguirlo, para lo cual les mueve la
angustia, sin la cual no cabría existencia auténtica. A más actividad
realizadora, menos culpa, menos angustia patológica. La depresión es antes
que nada inhibición, retardo, bloqueo de la creación física, emocional e
intelectual.

• Angustia patológica o anormal: Si la actividad de proyecto y creación


se reduce o aumenta como respuesta desproporcionada a los estímulos y el
estilo del comportamiento es un mecanismo de defensa para librarse de un
conflicto intrapsíquico, se está en presencia de ansiedad anormal, fruto de la
respuesta no elaborada e inadecuada, dando origen respectivamente a la
angustia neurótica o psicótica según el caso y su profundidad.

• Angustia existencial: es éste un concepto no usado en clínica ni que


reporta ayuda para el trabajo médico cotidiano. Está ligada a un movimiento
filosófico, “el existencialismo”. Se trata que se ha denominado angustia
normal a la que se le aplica a la reflexión trascendente, dando como
resultado que la esencia de la vida humana es solamente su existencia,
envuelta en el vacío que constituye la nada y el “ser para pasar”. El
existencialismo agnóstico tiene una contrapartida, el existencialismo
cristiano, que salva el grave vacío entre la nada eterna y la Bienaventuranza
inextinguible.

• Angustia vital: es un concepto incorporado por H.Binder y H. López


Ibor (1950), por el cual “la angustia tiene un origen interno, endotímico, no
producida (aunque a veces desencadenada) por los acontecimientos de la
vida.” Por ello, se reconoce como una angustia endógena, no situativa como
se interpretaba anteriormente.

• Angustia somatizada: es la angustia rechazada, defensivamente, al


plano físico con la consiguiente creación de un síntoma o signo orgánico,
constituyendo el centro de la Medicina Psicosomática.

• Angustia real: El término se lo adjudican a Binder y se confunde con


el concepto del miedo. El error, en estos casos, proviene de las
circunstancias socio-ambientales y a ellas queda referida la causa.

• Angustia de conciencia moral: Coincide este concepto, en su


totalidad con la angustia anormal o neurótica y cabe dividirla en consciente e
inconsciente, según el grado de elaboración o introspección de la persona
que la padece.
• Angustia depresiva y angustia persecutoria: La primera expresa al
temor a que se haya hecho daño a los objetos amados e implica aceptación
de lo ocurrido y la necesidad de reparar. La angustia persecutoria implica el
miedo a haber destruido al yo y la necesidad de huir del objeto dañado y
perseguidor. Se confunden estos conceptos con angustia normal y
patológica.

• Angustia flotante, situacional y reprimida: constituyen en sí mismas


tres modos de manifestación de la ansiedad. La angustia flotante es la
angustia no concretada en ningún objeto y que envuelve todo el quehacer y
existencia de la persona neurótica.

Tratamiento para la angustia

En este tipo de trastornos el tratamiento más adecuado es la


psicoterapia, bien sea en grupo, familiar o individual. En algunos casos, el
problema se puede solucionar únicamente con sesiones continuadas de
psicoterapia. Pero, en otros, es necesaria la administración de ansiolíticos o
antidepresivos, que sirven para disminuir los síntomas y calmar al paciente.
En los casos en que se administran medicamentos, se recomienda la
combinación de psicoterapia junto con los ansiolíticos o antidepresivos. El
tratamiento no debe abandonarse aunque se noten síntomas de mejoría.
Debe ser el médico quien indique si el tratamiento debe o no ser
interrumpido.

La psicoterapia está basada en aspectos cognitivos-conductuales. La


terapia cognitiva consiste en enseñar al paciente a cambiar o modificar los
pensamientos que le originan la angustia. La terapia conductual consiste en
poner en práctica los cambios de pensamientos conseguidos en la terapia
cognitiva. Ambas se complementan. El problema que se produce en torno a
los tratamientos de las crisis de ansiedad es que, al ser una patología poco
conocida y poco comprendida, con frecuencia es mal tratada.
Tratamiento psicológico

La psicoterapia es un proceso de comunicación interpersonal entre un


profesional experto (terapeuta) y un sujeto necesitado de ayuda por
problemas de salud mental (paciente) que tiene como objeto producir
cambios para mejorar la salud mental del segundo. Aunque el abordaje
psicoterapéutico se plantea desde numerosos enfoques teóricos,
describimos, dentro de los diferentes modelos de intervención para el
tratamiento de los trastornos de ansiedad, los dos grandes grupos en los que
las investigaciones han centrado, principalmente, sus estudios y dentro de
los cuales se están realizando intervenciones psicológicas breves y
estructuradas en Atención Primaria.

Terapias cognitivo-conductuales.

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) se caracteriza por ser un


método activo y directivo, y en ella paciente y terapeuta trabajan en forma
conjunta y estructurada, con tareas fuera de sesión. Utiliza técnicas tanto
conductuales como cognitivas en combinaciones diferentes según la
sintomatología a abordar: relajación y respiración, entrenamiento autógeno,
reestructuración cognitiva, exposición en vivo y diferida, detención del
pensamiento, resolución de problemas, etc.

Psicoterapias psicodinámicas.

Su objetivo es promover la comprensión e integración de los aspectos


del Yo en conflicto, encontrando nuevas maneras de integrar éstos para
funcionar y desarrollarse con más libertad y eficiencia. Algunas de las
técnicas que se incluyen entre las psicoterapias psicodinámicas son la
psicoterapia breve y la psicoterapia de grupo. En el estudio de los trastornos
de ansiedad las intervenciones basadas en las teorías psicodinámicas han
recibido poca atención.
La guía se centra fundamentalmente en las intervenciones de TCC.
Sin embargo, la distinción entre las intervenciones incluidas en los
tratamientos con TCC en los diferentes estudios revisados es difícil de
realizar, y a menudo se mezclan diferentes tipos de intervenciones en cada
TCC descrita.

Recomendaciones

Se recomienda buscar actividades que relajen o produzcan


satisfacción o placer como pueden ser manualidades, pintura, cerámica,
cine, lectura, etc. Y por supuesto, es muy importante el deporte que, además
de disfrutar practicándolo, relaja. El deporte ha de ser moderado, de lo
contrario agravaría la situación y podría ser una de las causas que las
provocara, debemos olvidarnos del esfuerzo excesivo en la práctica del
deporte y de buscar la superación continua.

- No debemos dejarnos llevar por la angustia. Al observar las primeras


señales o síntomas del inicio de una crisis, debemos actuar cortando el
pensamiento que puede producirla y conducirnos hacia otro tipo de
pensamientos para variar de esta forma la respuesta emocional. Para
lograrlo, es necesario mantenernos tranquilos y seguros.

- En el caso de no lograr la suficiente serenidad cuando se presenta la


crisis, se recomienda aprender técnicas de relajación y respiración,
practicando ejercicios que permita autocontrolarnos en el momento de la
crisis de angustia.

Recomendaciones generales:

Se recomienda la terapia cognitivo-conductual (TCC) como uno de los


tratamientos de elección para el Trastorno de angustia (TA) por su
efectividad en la mejora de los síntomas de pánico, en la calidad de vida y en
la reducción de los síntomas de tipo depresivo, aunque se deben tener en
cuenta las preferencias del paciente.

Las intervenciones con TCC deben incluir una combinación de


intervenciones tales como psicoeducación, exposición a los síntomas o
situaciones, reestructuración cognitiva, técnicas de respiración, relajación y
de manejo del pánico.

La TCC debe ser aplicada, como media, en unas 8-16 sesiones


semanales de 1 a 2 horas.

Para aliviar los síntomas del TA con una agorafobia media o


moderada, se recomiendan intervenciones de TCC que incluyan exposición
in vivo.

Atención Primaria.

Se recomienda la aplicación de intervenciones cognitivo-conductuales


en los centros de salud por profesionales entrenados, preferiblemente de
manera individual, mediante exposición y reestructuración cognitiva.

Se aconseja la realización de talleres grupales basados en relajación y


técnicas cognitivas aplicables en los centros de salud.

Los talleres grupales deben tener una duración de al menos 8


sesiones (1 por semana), realizarse de forma reglada y ser dirigidos por
profesionales entrenados de los equipos de Atención Primaria.
Ansiedad

Etimología del término ansiedad, proviene del latín anxietas, que


significa angustia o aflicción.

Según la definición del DSM – IV, la ansiedad es una anticipación


aprensiva de un peligro o desgracia futuro acompañado de un sentimiento de
malestar o síntomas somáticos de tensión. Es una señal de alerta que
advierte sobre un peligro inminente y permite a la persona que adopte las
medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza. La ansiedad es un
mecanismo humano de adaptación al medio y ayuda (si su intensidad no es
excesiva) a superar ciertas exigencias de la vida.

En este sentido podemos considerar a la ansiedad como una defensa


organizada frente a estímulos que rompen el equilibrio fisiológico y
psicológico. Las personas afectadas experimentan ansiedad frente a
situaciones que no pueden controlar o predecir, o sobre situaciones que
parecen amenazantes o peligrosas.

Se ha de tener en cuenta, que el concepto de ansiedad es muy amplio


y engloba diferentes trastornos y/o estados en las personas, habiendo una
diferencia básica entre la ansiedad estado y la ansiedad rasgo. Cuando nos
referimos a un rasgo, estamos indicando un elemento estable en la
personalidad del sujeto, una predisposición a actuar de una determinada
manera en su día a día. Mientras que el concepto estado, nos encontramos
ante una respuesta puntual ante una serie de circunstancias o situaciones
que se están viviendo en la situación presente.

Fisiología de la ansiedad.

Cuando percibimos un estímulo al que consideramos amenazante


nuestro organismo reacciona provocando cambios importantes en nuestro
cuerpo con la finalidad de prepararnos ante la amenaza. Supongamos que
estamos caminando por el bosque y vemos que una serpiente se dirige hacia
donde estamos, inmediatamente evaluamos la situación como peligrosa y
amenazante, esta información es procesada en el cerebro (donde se
encuentra el Sistema Nervioso Central) y la envía al Sistema Nervioso
Autónomo que hará su trabajo.

El Sistema Nervioso Autónomo está compuesto por dos sistemas


menores, el Sistema Nervioso Autónomo Simpático y el Sistema Nervioso
Autónomo Parasimpático.

El Sistema Nervioso Autónomo Simpático. Es el encargado de


preparar a nuestro organismo para la acción (defensa o huida) en caso de
amenaza.

El Sistema Nervioso Autónomo Parasimpático. Se encarga de


restaurar a nuestro cuerpo su estado natural (se dedica a “parar” al Sistema
Simpático).

Ambos sistemas reciben órdenes del Sistema Nervioso Central y


llevan las órdenes de éste al Corazón, los Pulmones, el Sistema Digestivo
(estómago e intestinos) y otras partes del cuerpo que estén implicadas en la
preparación del organismo humano para la acción.

Así pues la reacción de ansiedad es una reacción normal del


organismo ante situaciones claras de peligro, La ansiedad se considera
anormal cuando no hay señales claras de que exista una amenaza pero el
cerebro interpreta algunas situaciones como peligrosas activando todo el
sistema de defensa natural. Cuando interpretamos un estímulo o situación
como peligrosa la emoción consecuente es el miedo. Ante el miedo el
organismo humano se prepara para tres situaciones:

• Preparación para huir • Preparación para el ataque • Preparación


para ser herido.
Como actúa el sistema nervioso autónomo simpático

Recordemos que este sistema es el encargado de preparar el


organismo para la acción, sea la lucha o la huida. Actúa mediante la
segregación de dos sustancias, la adrenalina y la noradrenalina encargadas
de dar energía al cuerpo, provocando los siguientes cambios en nuestro
cuerpo (intente comprobar si algunos de estos síntomas coinciden con los
suyos).

Efectos cardiovasculares (en el corazón y el sistema sanguíneo):

• Taquicardia: La taquicardia es la aceleración del latido cardíaco (del


corazón). El corazón es la bomba que reparte la sangre al resto del cuerpo.

Los músculos son los responsables de que podamos pelear o correr


(en caso de lucha o de huida ante la amenaza). Es por ello que ante una
situación que consideramos peligrosa el corazón late más deprisa de lo
habitual, para llevar más alimento a los músculos pues lo necesitarían en
caso de que tuviéramos que luchar o salir corriendo.

• Piel fría y mucosas secas (boca, etc): La sangre se concentra en los


músculos y es en estas zonas donde disminuye la cantidad de sangre para
que, en caso de ser heridos sangremos menos, por eso cuando sentimos
miedo sentimos escalofríos y la garganta seca.

• Manos calientes: Han recibido gran cantidad de sangre para que


estén bien alimentadas para la lucha, por eso están calientes y en tensión.

• Manos frías: En el caso de un ataque inminente la sangre se retira


hacia el bazo por miedo a recibir heridas y perder así la menor cantidad de
sangre posible.
• Tensión muscular general: Los músculos reciben mucha sangre para
la acción y sentimos que se ponen tensos porque están preparados para la
acción.

La respiración: Cuando sentimos ansiedad la respiración se acelera,


los pulmones bombean más oxígeno para que la sangre lo transporte a los
músculos. La aceleración de la respiración puede provocar varias
sensaciones como ahogo, opresión en el pecho, hormigueos,
entumecimiento, ráfagas de calor y frío, sensación de mareo o temblores.

Efectos en el Sistema muscular: Necesitamos que los grandes grupos


musculares (extremidades y otros) entren en acción, tensándose, para poder
emprender la acción de huir o luchar.

Efecto en el tracto urinario Se contraen los esfínteres impidiendo su


vaciamiento lo cual puede provocar dolores abdominales. Otros efectos del
simpático:

• La pupila se dilata para aumentar el campo visual.

• Sudoración; El cuerpo está muy activado para la acción y vacía todo


lo que no le sirve para defenderse mediante la sudoración.

Como actúa el sistema nervioso autónomo parasimpático. El


parasimpático actúa después del simpático intentando restaurar el equilibrio
del organismo a su estado natural.

• Sistema cardiovascular: Aumenta el flujo sanguíneo haciendo


desaparecer la palidez de la piel, debido a esto podemos sentir, durante un
episodio de ansiedad, escalofríos.

• Sistema respiratorio; Se contraen los bronquios porque ya no es


necesario tanto oxígeno y la respiración se normaliza, Si el episodio de
ansiedad es muy largo podemos sentir ahogo.
• Tracto urinario; Se relajan los esfínteres de la vejiga provocando en
ocasiones ganas inminentes de orinar o defecar. En ocasiones pueden
aparecer las ganas durante el episodio de ansiedad puesto que el cuerpo
puede necesitar vaciarse antes de la lucha.

• Otros efectos; Contracción de la pupila ocular.

Manifestaciones sintomatológicas de la ansiedad

Taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, falta de


aire, temblores, sudoración, molestias digestivas, náuseas,
vómitos, “nudo” en el estómago, alteraciones de la
Físicos alimentación, tensión y rigidez muscular, cansancio,
hormigueo, sensación de mareo e inestabilidad.
Las alteraciones más graves cursan con insomnio, trastornos
de la alimentación y disfunciones sexuales.

Inquietud, agobio, sensación de amenaza y peligro,


inseguridad, sensación de vacío, temor a perder el control,
Psicológicos recelos, sospechas, incertidumbre, dificultad para tomar
decisiones.
En casos extremos, temor a la muerte, a la locura. Suicidio.

Estado de alerta e hipervigilancia, bloqueos, torpeza o


dificultad para actuar, impulsividad, inquietud motora,
dificultad para estarse quieto y en reposo. Estos síntomas

De conducta vienen acompañados de cambios en la expresividad corporal


y el lenguaje corporal: posturas cerradas, rigidez,
movimientos torpes de manos y brazos, tensión en las
mandíbulas, cambios de voz, expresión facial de asombro,
duda o crispación.
Dificultades de atención, concentración y memoria, aumento
de los despistes y descuidos, preocupación excesiva,
expectativas negativas, rumiación, pensamientos
Intelectuales distorsionados e importunos, incremento de las dudas y la
o cognitivos sensación de confusión, tendencia a recordar sobre todo
cosas desagradables, sobrevalorar pequeños detalles
desfavorables, abuso de la prevención y de la sospecha,
interpretaciones inadecuadas, susceptibilidad, etc.
Irritabilidad, ensimismamiento, dificultades para iniciar o
seguir una conversación, en unos casos, y verborrea en

Sociales otros, bloquearse o quedarse en blanco a la hora de


preguntar o responder, dificultades para expresar las propias
opiniones o hacer valer los propios derechos, temor excesivo
a posibles conflictos, etc.

Hormonas y neurotransmisores

Se sabe que la ansiedad puede ser causada por muchos factores


distintos. Con ese precedente, no es de extrañarse que desequilibrios
hormonales entren entre los principales factores causantes de ansiedad. Las
hormonas y los neurotransmisores, se encargan de regular una gran
variedad de reacciones físicas y psicológicas y el cuerpo se acostumbra a
una cantidad muy específica de cada una de ellas. El cuerpo tiene muchos
tipos diferentes de hormonas y neurotransmisores, todas con funciones
sumamente especializadas, es por ello que casi cualquier desequilibrio en
alguna de ellas puede conducir a reacciones físicas que crean estrés y a
largo plazo, ansiedad. Algunos ejemplos de estos desequilibrios hormonales
que pueden alterar los niveles de ansiedad.
• Adrenalina: Encargada, básicamente, de contraer los vasos
sanguíneos y dilatar los conductos de aire para permitirnos tener una buena
respuesta de escape o lucha.

• Noradrenalina: Enfocada en la parte cardiaca, incrementando el ritmo


de la frecuencia cardiaca y aumentando el flujo sanguíneo en el cuerpo.

• Gaba: Es el neurotransmisor inhibidor más importante en el Sistema


Nervioso Central. Si tenemos suficiente, estamos en calma, si no, los niveles
de ansiedad aumentan

• Cortisol: Activa la producción de adrenalina y regula la respuesta del


organismo ante el estrés. Eso sí, si sus niveles son muy bajos aparece
desánimo y cansancio, pero si es elevado ansiedad, taquicardias y
nerviosismo.

• Estrógenos: Muchos estudios han confirmado que efectivamente la


menstruación (y sus efectos sobre el estrógeno y la progesterona) pueden
realmente exacerbar la ansiedad.

• Serotonina: controla el sueño, el apetito y algunas emociones

• Dopamina: Controla muchísimas funciones corporales, como la


digestión, el corazón y muy importante, la salud tiroidea

• Acetilcolina: No tiene tanta relación con las emociones como con


estados de alerta.

Componentes de la ansiedad: Al igual que cualquier otra emoción, la


ansiedad implica al menos tres componentes:

-Subjetivo o cognitivo: es el componente de la ansiedad relacionado


con la propia experiencia interna: miedo, pánico, alarma, inquietud,
preocupación, aprensión, obsesiones, etc.
- Fisiológico o somático: los cambios fisiológicos más característicos
consisten en un incremento del sistema nervioso autónomo que pueden
reflejarse tanto en cambios externos (sudoración, dilatación de la pupila,
temblor, incremento de la tensión muscular, palidez facial, etc.) como
internos (aceleración cardiaca, descenso de la salivación, aceleración
respiratoria, etc.)

- Motor o conductual: son las conductas que hacen referencia


fundamentalmente a las repuestas de escape (huida) y evitación, así como la
expresión facial y movimientos o posturas corporales

Uno de los efectos principales del S.N.S con respecto a la angustia, es


que libera dos productos químicos, (Adrenalina y Noradrenalina), os
productos, de las glándulas adrenales que están en los riñones. Estos
productos químicos son mensajeros del S.N.S., para continuar la actividad;
de modo que una vez iniciada la actividad por el S.N.S, continua y se
incrementa durante algún tiempo.

Es muy importante comprender que la actividad del S.N.S. se detiene


de dos formas:

1) Los mensajeros químicos (adrenalina y noradrenalina) son destruidos


finalmente por otros productos químicos del cuerpo.

2) Se activa el S.N.P (sistema parasimpático)(que generalmente tiene


efectos opuestos al S.N.S) y restaura una sensación de relajación .
Esto es muy importante, darse cuenta que al final el cuerpo tendrá
bastante de la respuesta lucha-huida y activará el S.N.P para
restaurar la sensación de relajación. Es decir la ansiedad no puede
continuar para siempre o aumentar en espiral hasta niveles siempre
crecientes y posiblemente dañinos. El S.N. Parasimpático es un
protector interior que evita  que el sistema nervioso simpático se
extralimite.

Otra cosa importante es que los mensajeros químicos (adrenalina y


noradrenalina), tardan algún tiempo en ser destruidos. Así, incluso después
de que el peligro ha pasado y tu sistema simpático ha parado de responder,
es probable que te sientas inquieto o agresivo por algún tiempo debido a
que los productos químicos están flotando aún  en tu sistema. Esto es
natural e inocuo. De hecho es una función adaptativa.

Trastornos de ansiedad

Son afecciones en las que los síntomas de ansiedad son tan graves o
se presentan con tanta frecuencia, que empiezan a interferir con la vida
cotidiana. Se trata de la presencia de ansiedad y excesivas preocupaciones,
de forma persistente, durante un periodo de tiempo mínimo de 6 meses.

Freud Pensaba que la ansiedad era una reacción psíquica al peligro


que rodea a la reactivación de una situación infantil. Otros teóricos
conductuales ven la ansiedad como producto del acondicionamiento clásico
temprano.

Tipos de trastornos.

El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) se caracteriza por un


estado de Preocupación Excesiva.

Llamamos Preocupación Excesiva a un estado de preocupación


intenso, persistente y difícil de controlar, que perturba el normal
desenvolvimiento de quienes lo sufren y, como se comprenderá, el de
aquellos que los rodean.
Los contenidos de tal preocupación son aquellos comunes de la vida
cotidiana: la salud o seguridad propia o de miembros de la familia, el futuro,
la economía, el rendimiento laboral, lograr cumplir a tiempo con diversas
obligaciones, llegar en horario a las citas. Incluso, muchas veces, responde a
cuestiones de menor importancia, como un desperfecto en la casa o en el
auto.

Esta preocupación lleva a quienes la padecen a vivir en un


permanente estado de tensión y de alerta (que se refleja en cansancio fácil,
irritabilidad, impaciencia, inquietud, contracturas musculares, sueño poco
reparador y dificultad para concentrarse), siempre anticipando la posibilidad
de que ocurran hechos negativos en el futuro próximo.

Trastorno por estrés postraumático:

(TEPT) puede presentarse tras haber experimentado o presenciado un


acontecimiento traumático. Los médicos no saben por qué los hechos
traumáticos pueden causar trastorno de estrés postraumático en algunas
personas, pero no en otras. Los genes, las emociones y el ambiente familiar
también pueden jugar un papel. Los traumas emocionales del pasado
pueden incrementar el riesgo de este trastorno después de un
acontecimiento traumático reciente.

Con el trastorno de estrés postraumático, cambia la respuesta del


cuerpo a un evento estresante. Normalmente, después del evento el cuerpo
se recupera. Las hormonas y los químicos del estrés que el cuerpo secreta
debido a dicho estrés regresa a los niveles normales. Por alguna razón, en
una persona con trastorno de estrés postraumático, el cuerpo sigue
secretando las hormonas y los químicos del estrés.

Trastorno obsesivo-compulsivo:
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) estuvo considerado hasta
hace algunos años como una enfermedad psiquiátrica rara que no responde
al tratamiento. Actualmente es reconocido como un problema común que
afecta al 2 por ciento de la población. El TOC es un trastorno perteneciente
al grupo de los trastornos de ansiedad caracterizado por:

• Obsesiones: son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos


recurrentes y persistentes que no son experimentados como producidos
voluntariamente, sino más bien como pensamientos que invaden la
conciencia y que son vividos como repugnantes o sin sentido.

• Compulsiones: son conductas repetitivas y aparentemente finalistas,


que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada.

Trastorno de pánico:

Es un trastorno de ansiedad en el que la persona afectada sufre


repetidos ataques súbitos de terror en ausencia de estímulos externos que
puedan desencadenarlos. Los episodios frecuentes de terror acompañados
de un fuerte estado de ansiedad se denominan ataques de pánico o, en
algunos casos, ataques de ansiedad o crisis de ansiedad.

La causa se desconoce, aunque los genes pueden jugar un papel.


Otros miembros de la familia pueden tener el trastorno. Sin embargo, el
trastorno de pánico a menudo ocurre cuando no hay ningún antecedente
familiar. El trastorno de pánico es dos veces más común en las mujeres que
en los hombres. Los síntomas por lo general comienzan antes de los 25 años
de edad, pero pueden ocurrir hacia los 35 años. El trastorno de pánico
también se puede presentar en niños, pero no suele diagnosticarse hasta
que son mayores. Una crisis o ataque de pánico comienza de repente y con
mucha frecuencia alcanza su punto máximo al cabo de 10 a 20 minutos
Los ataques de pánico pueden cambiar el comportamiento y
desempeño en el hogar, el trabajo o la escuela. Las personas con este
trastorno a menudo sienten preocupación acerca de los efectos de sus
ataques de pánico. Los ataques de pánico no se pueden predecir. Al menos
en las primeras etapas del trastorno, no hay ningún desencadenante que
comience el ataque. El recuerdo de un ataque pasado puede provocar
ataques de pánico.

Fobias

Es un miedo progresivo e irracional a un determinado objeto, animal,


actividad o situación que ofrece poco o ningún peligro real. Las fobias
específicas son un tipo de trastorno de ansiedad, en el cual una persona
puede sentirse extremadamente ansiosa o tener un ataque de pánico cuando
es expuesta al objeto del miedo. Las fobias específicas son un trastorno
psiquiátrico común.

En general, las fobias comienzan en la niñez o en la adolescencia y


continúan durante la edad adulta. Las causas de las fobias no se
comprenden bien todavía pero sí se sabe que a veces pueden ser
hereditarias. El tratamiento ayuda a la mayoría de las personas con fobias.
Entre las opciones se encuentran medicamentos, psicoterapia o ambas.

Aracnofobia: Se trata del miedo a las arañas. Se calcula que la mitad


de las mujeres y el 10% de los hombres padecen esta fobia en algún grado.

Sociofobia: Se trata de un persistente e intenso miedo a ser juzgado


negativamente en situaciones sociales. Es una fobia de las más comunes
entre adolescentes y jóvenes, se calcula que cerca de un 4% de las
personas entre 18 y 55 años la padecen.
Aerofobia: Se trata del tan común miedo a viajar en avión (de hecho,
se calcula que sólo el 5% de los pasajeros abordan el avión sin temores de
ningún tipo).

Agorafobia: Se trata del miedo a los espacios abiertos, y es un


trastorno más común entre las mujeres que entre los hombres. El
agorafóbico teme todo aquel lugar donde no se sienta “seguro” o no pueda
“recibir ayuda”. El que presenta este tipo de trastorno suele refugiarse en su
hogar y rara vez sale, ya que en esas ocasiones experimenta una gran
ansiedad. Es la fobia que motiva más a menudo consultas a especialistas.

Claustrofobia: Al contrario que la agorafobia, este trastorno implica el


temor a quedar confinado a espacios cerrados. Se estima que entre un 2 y
un 5% de la población padece esta fobia. Estas personas suelen evitar los
ascensores, el metro, los túneles, las habitaciones pequeñas, hasta las
puertas giratorias les pueden presentar dificultades.

Acrofobia: Se trata del miedo a las alturas, no simple vértigo sino un


temor que ocasiona ansiedad a quienes lo padecen.

Carcinología: Se trata del miedo a contraer cáncer. Es uno de los


temores más comunes desde el momento en que la mayoría de los adultos
siente aprensión ante la posibilidad de manifestar esta enfermedad.

Necrofobia: El miedo a la muerte es algo natural e instintivo en el


hombre, posiblemente porque la muerte es lo desconocido. Además, se
asocia la muerte con los padecimientos que la preceden, dolor, sufrimiento,
etc.

Tratamiento y recomendación

La ansiedad es una respuesta normal ante el estrés y nos avisa de


peligros, pero se vuelve patológica cuando es desproporcionada e interfiere
en el funcionamiento de la persona. Además, la ansiedad es un factor de
riesgo para el aumento de los intentos de suicidio.

Tratamiento psicológico:

El tratamiento psicológico del Trastorno de Ansiedad Generalizada


(TAG) debe plantear técnicas que permitan al paciente aprender a
controlarse paulatinamente, teniendo en cuenta que los síntomas de la
ansiedad puede aumentar en situaciones extremas. Se busca dotar al sujeto
de recursos que pueda poner en marcha en cuanto detecte un aumento de
los síntomas de ansiedad, sin tener que recurrir automáticamente a los
fármacos.

El tratamiento con Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) para el


Trastorno de Ansiedad Generaliza (TAG)

La TCC es efectiva para el tratamiento del TAG, ya que disminuye los


síntomas de ansiedad, preocupación y depresión.

Incluye reestructuración cognitiva, exposición, relajación y


desensibilización sistemática, con una media de ocho meses de tratamiento

La TCC a corto plazo es tan eficaz cómo la terapia farmacológica.

Se aconseja la realización de talleres grupales basados en relajación y


técnicas cognitivas aplicables en los centros de salud.

Tratamiento farmacológico:

El tratamiento farmacológico de los trastornos de ansiedad tiene como


objetivo aliviar los síntomas, prevenir las recaídas y evitar las secuelas, con
la mayor tolerabilidad posible hacia la medicación.

Los fármacos para el trastorno bipolar inciden en los síntomas de la


ansiedad. Hay algunos fármacos como los antidepresivos, benzodiacepinas
que son específicos para estos síntomas y otros fármacos como los
antipsicóticos que también tienen efectos ansiolíticos.

En general, para controlar la ansiedad se recomienda:

•Tomar la medicación prescrita por el psiquiatra

•Controlar los pensamientos negativos y ansiógenos y sustituirlos por otros


pensamientos más positivos y realistas

•Hacer ejercicio físico regularmente y con moderación

•Mantener unas rutinas de sueño y descanso

•Seguir una dieta equilibrada

•Evitar el consumo de tóxicos (alcohol y drogas) y de bebidas estimulantes


como el café, té o bebidas energéticas

•Practicar ejercicios de relajación y de respiración. La tensión muscular es


uno de los componentes de la ansiedad y a través de estas técnicas se
consigue relajar el cuerpo y la mente

•Realizar actividades placenteras

•Organiza r el tiempo de trabajo y de ocio.


Conclusión

Desde la perspectiva más general, se sabe que los trastornos de


ansiedad constituyen la forma más prevalente de enfermedad psiquiátrica en
la sociedad occidental, y sin embargo, la gran mayoría de los pacientes que
sufren estos trastornos no son correctamente identificados ni reciben un
tratamiento adecuado. Entre tanto, no todas las personas tienen los mismos
síntomas, ni estos la misma intensidad en todos los casos, cada persona,
según su predisposición biológica y/o psicológica, se muestra más vulnerable
o susceptible a unos u otros síntomas. Algunos de ellos solo se manifiestan
de manera significativa en alteraciones o trastornos de la ansiedad. Es allí, la
importancia de este trabajo, el cual nos muestra los diferentes tratamientos y
alternativas que se pueden implementar en cada caso, por ende, tratamiento
es individual y es dependiente a cada situación.

Por último, es importante conocer a profundidad dichos términos ya


que la ansiedad es difícil diferenciarla conceptualmente de la angustia,
utilizándose ambas palabras de forma indistinta en muchas ocasiones. Las
dos comparten una misma raíz etimológica (ANKH) que se mantiene a lo
largo de las diferentes palabras, más o menos sinónimas, del tronco común
de lenguas indoeuropeas.

Cabe destacar que, para nosotros y en general, la angustia hace


referencia a una sensación más corporal, opresiva, sobrecogedora, el temor
a morir o enloquecer lentifica el paso del tiempo así como inhibe a la
persona. La ansiedad sería una sensación más mental de sobresalto y
desasosiego mantenido, el tiempo aparece como acelerado mientras se teme
que cualquier cosa negativa puede ocurrir y la persona se siente
continuamente en tensión y con "necesidad de aire".

Referencias

http://www.guiasalud.es/egpc/ansiedad/completa/apartado06/
tratamiento_ansiedad.htmlBibliografía

http://www.guiasalud.es/egpc/ansiedad/resumida/apartado04/
psicoterapia01.html

http://www.inteligencia-emocional.org/articulos/miedoansiedadyangustia.htm

http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-
21252007000100013

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