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¿Qué es un grupo etario?

Un grupo etario, rango etario o conjunto etario es un grupo de personas que comparten edad o
momento vital, y que resultan de interés estadístico o académico. Dicho de otro modo, se habla de
grupos etarios cuando se clasifica a una comunidad o a un grupo de individuos en conjuntos
determinados por la edad.

Los grupos etarios son comunes en los estudios sociológicos y de marketing, dado que a menudo
se asume que un conjunto de personas de más o menos la misma edad presenta intereses,
ambiciones y conductas recurrentes más o menos similares. También es de importancia en el
estudio médico y de la salud pública, ya que el cuerpo humano transita normalmente etapas
similares.

De este modo, cuando se dice que una “franja etaria” o un “grupo etario” presenta alguna
característica o tiene alguna preferencia, se está afirmando que las personas que están dentro de
un rango de edad determinado comparten esa característica o actúan de esa manera común.

Los grupos etarios están definidos por quienes realizan el estudio, pero a grandes rasgos se suelen
considerar cinco grandes franjas etarias en el transcurso de la vida humana:

Niñez (de 0 a 11 años)

Adolescencia (de 12 a 18 años)

Juventud (de 19 a 30 años)

Adultez (de 30 a 60 años)

Vejez (de 60 años en adelante)

¿Etario o etáreo?

Según la Real Academia Española, se recomienda el uso de la palabra etario en lugar de etáreo. El
término etario proviene del vocablo latino aetas (“edad”), derivado de aevum (“tiempo” o
“época”), y está vinculado etimológicamente con otras palabras como “eterno” (aeternum) y
“longevo” (longaevus).

La cruel cárcel de Belén, la prisión que empezó siendo para mujeres solteras.

Quizá los únicos escolapios a los que debamos creerles cuando dicen que en su escuela espantan
son aquellos que ocupan en la actualidad la primaria Revolución, ubicada en la esquina que
forman las calles Arcos de Belén y Niños Héroes en la Ciudad de México.

En ese preciso lugar se estableció la cárcel de Belén en 1863, en ese preciso lugar hubo hombres,
mujeres y niños que sufrieron lo que difícilmente podrá describir el presente texto a continuación:
Precarias condiciones para los presos de Belén

Dicen que el desayuno para los mil 432 presos y presas de Belén, constaba solo de un atole con un
pambazo. Mientras que para la comida les daban con mucho esfuerzo un caldo insaboro
acompañado de un hueso con una hebras de carne adheridas con dificultad, mientras que otras
veces los dotaban de un arroz quebrado malecho.

Si él o la sentenciada no contaban con un trasto para recibir sus porciones, la comida les era
servida en sus sombreros o en cacharros de barro despostillados en los que llegaban a comer
hasta tres internos a la vez.

No tenían camas ni catres, el suelo era lo único a lo que tenían derecho durante las horas de la
pernocta, que si bien les iba, la libraban con cartones o petates que les dotaban sus familiares que
los iban a ver los días de visita. Presos y presas andaban durante el día casi en harapos pues no se
les dotaban de vestimenta.

En el caso de las mujeres tenían la obligación de prostituirse con los celadores para poder cubrir
los gastos de ser liberadas cuando les llegaba la hora. Todo era desorden pues cohabitaron
aquellas que eran casi niñas con prostitutas, infanticidas con chicas que únicamente habían
cometido pequeños robos para no morir de hambre.

Hay fotografías que logran captar a hombres y mujeres colgados en sus celdas, es decir suicidios,
única salida de muchos de ellas y ellos para dejar de padecer el infierno de la prisión.

Pero en las galeras de los hombres la situación no fue mejor, sufrían de humedad en sus celdas, los
presos estaban obligados a hacer sus necesidades en barriles y las enfermedades como sarna,
sífilis, herpes o escorbuto se propagaban sin control.

El antecedente de la cárcel de Belén

Pero la cárcel de Belén no fue el primer inmueble que ocupó la esquina que hoy forman Arcos de
Belén y Niños Héroes, en 1683 se fundó en ese lugar un albergue para féminas en desamparo. En
aquel entonces tanto viudas como solteras eran consideradas mujeres caídas en desgracia por no
tener a un hombre que les proveyera sustento.

Por este motivo fue bien recibida la creación ese año de un albergue para ellas en el barrio de
Belén de la capital mexicana.
Quien auspició los gastos que generan el sostén de aquellas mujeres desamparadas fueron el
criollo adinerado Juan de Chavarría y Valera, un piadoso hombre famoso por patrocinar la
construcción de conventos pero sobre todo por haber arriesgado su vida para rescatar de un
templo en llamas la reliquia conocida como Custodia del Santísimo.

El primer día el refugio de mujeres desamparadas albergó a dos solteras, pero al siguiente año
sumaban más de 50, con el tiempo la cifra alcanzó las 300 mujeres en desamparo acogidas en el
lugar.

De lo que pasó posteriormente se sabe muy poco o nada, solo que con el tiempo perdió su
vocación de albergue de desgraciadas y empezó a alojar a las religiosas de Santa Brígida. Años
después dejó de serlo y el inmueble sirvió para fundar en él la cárcel de Belén que acogió a
muchos de los presos que venían del cierre de la cárcel de La Acordada, ubicado frente a la
Alameda Central.

SISTEMA CELULAR, PENSILVANICO O FILADELFICO

Esta institución estaba destinada a la corrección de menores delincuentes, vagabundos,


incorregibles, etc. Este régimen consistía en un estricto confinamiento individual en celdas y en
conservar en lo absoluto el secreto de la personalidad del recluso al grado de obligarlos a llevar la
cabeza cubierta con una capucha.

EL SISTEMA CELULAR

EN LA IGESIA

En el siglo XVII el monje francés Jean Mabillón escribió un libro llamado Reflexiones sobre las
prisiones de las órdenes religiosas en el cual expone todo un sistema penitenciario inspirado en el
que usaban las órdenes religiosas, es decir, aislamiento total con ayunos frecuentes, alimentación
sencilla, prohibición de recibir visitas, etc.

Las ideas penitenciarias fundamentales en Mabillón son: reformar el trabajo e higiene, que eran
deficientes; conceder algunas visitas; individualizar la pena y pide que el reo, aunque separado,
asista a misa, pueda pasear, tenga trabajo, etc.

Sistema de aislamiento celular, como consecuencia de la aplicación del derecho canónico, donde
primó el carácter de la penitencia (ayuno,privaciones,maltratos,etc.). Aparece en las colonias
británicas en América del Norte (Pensilvania).
Su origen lo encontramos en las ideas de Howard, las que sirven a Franklin para que en el año de
1787 funde la Sociedad de Filadelfia y tres años después construya la primera prisión celular,
popularizándose así el sistema no solo en los Estados Unidos de Norteamérica, sino en Europa.
Existen dos tipos de régimen de ésta naturaleza: el rígido, que mantiene el aislamiento durante las
24 horas del día; y el moderado, que concede cierta libertad de contacto con los demás presos.

Sistema Celular, Pensilvanico o Filadelfico

El Sistema Pensilvánico

CONTRA.- Principalmente se basaba en la soledad que es contraproducente para la naturaleza


humana quien la sufre, trayendo la imposibilidad para ejercitar su propia voluntad; incrementa el
ocio; induce a pensar sobre nuevas actividades delictivas, desadapta al preso del medio ambiente
social y predispone a las enfermedades mentales y distorsión de la conducta. Los sujetos no
podían volverse a relacionar con los demás ya que no podían convivir con el resto de los reos. •
Sus celdas eran de gruesos muros para no comunicación y contaban solo con una ventanas en la
cual solo veían un altar religioso • No podían ser vistos por los demás internos y cuando salían
tenían que salir tapados de la cara para no ser visto por los demás •

Entre los que critican este sistema se destaca Ferri, quien lo considera como "una de las
aberraciones del siglo XIX". Para el penalista argentino reúne estos defectos: es incompatible con
la naturaleza social del hombre; dificulta la readaptación del delincuente; importa el sufrimiento
cruel; expone al abatimiento; requiere un personal de guardia con actitudes varias y complejas;
dificulta tanto la instrucción como el trabajo; origina gastos cuantiosos; no se aviene con la
diferente idiosincrasia de los infractores y desconoce que las legislaciones tienden paulatinamente
a limitar la duración de la condena.

Sistema Celular

Este sistema se caracteriza porque hay encierro completo del prisionero en su celda, separándolo
hasta el extremo en que le es imposible conocer a los demás compañeros de reclusión. Durante la
permanencia en la prisión, se le designa con el número de la celda, y apenas se le permite leer y
trabajar en algún oficio. La disciplina es la misma para todos.

Su origen lo encontramos en las ideas de Howard, las que sirven a Franklin para que en el año de
1787 funde la Sociedad de Filadelfia y tres años después construya la primera prisión celular,
popularizándose así el sistema no solo en los Estados Unidos de Norteamérica, sino en Europa.
Existen dos tipos de régimen de ésta naturaleza: el rígido, que mantiene el aislamiento durante las
24 horas del día; y el moderado, que concede cierta libertad de contacto con los demás presos.
PRO.- • Se quitan los azotes, la tortura sustituyéndolo por el encarcelamiento o trabajo • No había
posibilidad de hacer atentados entre sí mismos • La reinserción se daba a través de la lectura
como medio de purificación • Una sola persona los podía ver. Cuando se modifica el sistema el reo
trabajan 24 horas seguidas pero en lugar de ayudarlos traía trastornos mentales.

Una de las soluciones que encontró Inglaterra para su problema penitenciario, fue enviar a los
reclusos a algunas islas, o a las nuevas colonias. Pero a partir de la independencia de los Estados
Unidos de Norte America, el problema penitenciario, tanto en Inglaterra como en Estados Unidos,
se agudizo. En Inglaterra porque ya no tenían donde mandar cómodamente a sus presos, y en
Estados Unidos al ser ya independientes se encuentran con una gran población penitenciaria.
Construcción del Panóptico

Una penitenciaría de acuerdo con el plano que a ustedes se propone sería un edificio circular,

o más bien dos edificios encajados uno en otro. Los aposentos de los presos formarían el

edificio de la circunferencia con una altura de seis pisos. Se les puede representar como

celdas abiertas del lado interior, porque un enrejado de hierro poco macizo las expone por

entero a la vista. Una galería en cada piso establece la comunicación; cada celda tiene una

puerta que da a dicha galería.

Una torre ocupa el centro: es la vivienda de los inspectores; pero la torre sólo tiene tres pisos

porque están dispuestos de modo que cada uno domine en pleno dos pisos de celdas. A su

vez, la torre de inspección está circundada por una galería cubierta con una celosía

transparente, la cual permite que la mirada del inspector penetre en el interior de las celdas y

que le impide ser visto, de manera que con una ojeada ve la tercera parte de sus presos y, al

moverse en un reducido espacio, puede

ver a todos en un minuto. Pero, aunque estuviese ausente, la idea de su presencia es tan

eficaz como la presencia misma.

Unos tubos de hojalata van de la torre de inspección a cada celda, de modo que el inspector,
sin ningún esfuerzo de la voz, sin moverse, puede avisar a los presos, dirigir sus trabajos y

hacerles sentir su vigilancia. Entre la torre y las celdas debe haber un espacio vacío un pozo

circular que impida a los encarcelados efectuar cualquier atentado contra los inspectores.

El conjunto de este edificio es como una colmena de la cual cada celda es visible desde un

punto central. El inspector invisible reina como un espíritu; pero ese espíritu puede, en caso

necesario, dar inmediatamente la prueba de una presencia real.

Esa prisión se llamará panóptico, para expresar en una sola palabra su ventaja esencial: la

facultad de ver, con sólo una ojeada, todo lo que allí ocurre.

La teoría del panóptico de Michel Foucault

La idea del panóptico sería recogida por Michel Foucault, que vería en la sociedad actual un reflejo
de dicho sistema. Para este autor, el paso de los tiempos ha provocado que nos sumerjamos en
una sociedad disciplinaria, que controla el comportamiento de sus miembros mediante la
imposición de la vigilancia. Así, el poder busca actuar a través de la vigilancia, el control y la
corrección del comportamiento de la ciudadanía.

El panoptismo se basa, según la teoría del panóptico de Michel Foucault, en ser capaz de imponer
conductas al conjunto de la población a partir de la idea de que estamos siendo vigilados. Se busca
generalizar un comportamiento típico dentro de unos rangos considerados normales, castigándose
las desviaciones o premiándose el buen comportamiento.

Autogestión y autocensura

Este modelo social hace que el individuo autogestione su comportamiento, dificultando la


coordinación y fusión con el grupo en pos de mantener la conducta dentro de un rango
establecido como correcto por el poder. Se dificulta la formación y acción de grupos divergentes
con el orden establecido.

El uso de mecanismos basados en el mismo principio del panóptico permite que el poder no tenga
que ser ejercido y manifestado de forma continua, puesto que si bien en la antigüedad había una
persona que ejercía el poder y vigilaba si era obedecido, ahora cualquier persona o incluso objeto
puede ser un representante de dicho poder.

El hecho de que la vigilancia sea invisible, es decir que las personas observadas no puedan
determinar si están siendo observadas o no, hace que el comportamiento individual sea
controlado incluso cuando no se vigila. El sujeto en posible observación intentará obedecer las
normas impuestas con el fin de no ser sancionado.
Foucault dice que el panóptico expresa muy bien el tipo de dominio que se da en la edad
contemporánea: los mecanismos de vigilancia son introducidos en los cuerpos, forman parte de un
tipo de violencia que se articula mediante las expectativas y los significados que transmiten los
espacios y las instituciones.

El panóptico en la sociedad

Para la teoría del panóptico de Michel Foucault, la estructura de tipo panóptico en la que algunos
agentes gozan del poder de vigilar y sancionar el comportamiento del resto sin que éstos sean
capaces de discernir si están o no siendo vigilados no se limita solo al ámbito carcelario en que
Bentham lo imaginó.

Para Foucault, todo en la actualidad está vinculado mediante la vigilancia, desde la participación
en diferentes instituciones hasta nuestra vida cotidiana. Incluso en ámbitos como el sexo resultan
visibles los mecanismos de control de la sociedad actual, buscándose el control de nuestras
pulsiones a través de la normalización de la sexualidad. Ello se ha visto reforzado con el
nacimiento de las tecnologías de la información, en que cámaras y sistemas de vigilancia han sido
implementados y mejorados de cara a controlar el comportamiento ajeno.

Algunos aspectos vinculables a la Psicología

Tanto la estructura diseñada por Bentham como la teoría del panóptico de Michel Foucault tienen
una importante consecuencia a nivel psicológico: el surgimiento del autocontrol de los sujetos
debido a la presencia de vigilancia.

Este hecho se corresponde con el condicionamiento operante según el cual la emisión o inhibición
de una conducta vendrá dada por las consecuencias de dicha acción. Así el hecho de saberse
vigilados implica, según el caso, la expectativa de un posible refuerzo o castigo si realizamos
determinadas conductas. Ello provocará que se lleven a cabo las respuestas que se procure
realizar el comportamiento que provoque consecuencias positivas o que evite la imposición de un
castigo, mientras que se evitará toda aquella conducta que suponga consecuencias aversivas.

Si bien puede mejorar el rendimiento laboral y el comportamiento en determinados ámbitos,


dicha vigilancia constante puede suponer en muchos casos el nacimiento de reacciones de estrés e
incluso episodios de ansiedad en personas que terminan inhibiéndose en exceso, siendo pues un
control excesivo promotor de rigideces conductuales y malestar psíquico.
Asimismo, la imposición del poder va a generar un elevado nivel de reactancia en otras muchas
personas, induciendo comportamientos opuestos a los que se pretendía conseguir inicialmente.

Dicho control también puede conducirse de manera positiva. El hecho de saberse vigilados puede
incitar a los sujetos a realizar modificaciones de conducta que a la larga pueden suponer una
ventaja adaptativa. Por ejemplo, puede ayudar a mejorar la adherencia y seguimiento de un
tratamiento o terapia o incluso prevenir actos tales como agresiones, acoso o malos tratos. El
problema es que muchas de esas modificaciones van a ser meramente superficiales y de cara al
público, no provocando cambios actitudinales ni llevándose a cabo en la esfera privada. El cambio
conductual se realiza básicamente por las posibles consecuencias y no por el convencimiento de la
necesidad de un cambio.

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