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312 José Miguel Valdivia

La ejecución de los contratos administrativos depende, ante todo, del tipo es-
pecífico de contrato de que se trate, es decir, de los derechos y obligaciones que ge-
nera para las partes. Corresponde, en consecuencia, revisar los tipos más frecuen-
tes de contratos administrativos (párrafo 1). Sin embargo, la doctrina también
identifica algunas reglas propias de derecho administrativo que determinan, con
carácter general, la forma en que han de cumplirse los contratos administrativos
(párrafo 2).

PÁRRAFO 1. TIPOLOGÍA DE CONTRATOS ADMINISTRATIVOS


480. En la experiencia chilena, los contratos administrativos de mayor impor-
tancia práctica son los siguientes:

(a) Suministro
481. Mediante este contrato la administración compra bienes muebles u ob-
tiene la prestación de servicios a cambio de un precio. El suministro es por lo
general una relación contractual extendida en el tiempo (lo que le imprime notas
singulares, por ejemplo, frente a una compraventa ordinaria); con todo, algunas
de sus modalidades pueden cubrir también transacciones instantáneas.
Este contrato está regulado básicamente por la Ley 19.886, de bases sobre con-
tratos administrativos de suministro y prestación de servicios, y por numerosos
otros textos especiales.

(b) Concesión de servicio público


482. En virtud de la concesión de servicio público la administración confía
la ejecución de una función propia de la actividad estatal a un tercero, quien la
asume a cambio de la explotación del servicio, que usualmente supone el cobro de
una tarifa a los usuarios. Sólo pueden concesionarse actividades auxiliares al ejer-
cicio de las potestades públicas (que en sí mismas son indelegables). La remunera-
ción del concesionario no consiste en un precio, sino que fluctúa en función de la
explotación del servicio, con arreglo a una tarifa determinada contractualmente.
La concesión de servicio público tiene gran importancia histórica, porque has-
ta la primera parte del siglo XX fue el arquetipo del contrato administrativo y en
torno a ella se construyó la teoría general de la contratación administrativa.
En Chile no está regulado por textos de alcance general. Su ámbito de aplica-
ción más importante está en el mundo municipal (p. ej., la recolección de basuras
Título IV. Cuestiones básicas de la contratación administrativa 313

o los estacionamientos municipales), sobre la base de muy pocas reglas previstas


en la ley orgánica de municipalidades.

(c) Concesión de obra pública


483. Más allá de su definición legal precisa, la imagen teórica de este contrato co-
rresponde a una especie de concesión de servicio público asociado a una obra pública.
Una obra pública es un inmueble de propiedad estatal afectado a fines de interés gene-
ral. El contrato de concesión supone la explotación de esa obra, que el concesionario
debe construir, reformar o conservar conforme a ciertos estándares convenidos. El
concesionario se remunera mediante la explotación del servicio a que está afecta la
obra pública en cuestión; en el ejemplo más característico (esto es, el de las autopistas
o carreteras), esa remuneración se basa en el peaje cobrado a los usuarios.
La concesión de obra pública configura el mecanismo privilegiado de “parti-
cipación público-privada” o “asociación público-privada” en el derecho chileno.
En razón del volumen de las inversiones que envuelven las concesiones de obra
pública, la ley consagra un régimen jurídico singular, que brinda importantes ni-
veles de seguridad jurídica al concesionario, y que en buena medida se aparta del
régimen general de los contratos administrativos. Además, para las controversias
que surjan entre concedente y concesionario la ley ha instituido la participación
de instancias técnicas, así como un régimen de conciliación y arbitraje que no
guarda parangón con otros contratos administrativos.
La concesión de obra pública está regulada en una ley cuyo texto refundido se
contiene en el DS 900, del Min. de Obras Públicas, de 1996, y en su reglamento,
contenido en el DS 956, del Min. de Obras Públicas, de 1997.

(d) Contrato de obra pública


484. Este tipo de contrato tiene por objeto la construcción de edificaciones de
diversa índole (siempre inmuebles estatales destinados a fines de bien público).
Presenta similitudes con el contrato de arrendamiento de servicios para la con-
fección de una obra material (Código Civil, arts. 1996 y ss.). La remuneración
del contratista consiste en un precio, que varía en función de la distribución de
riesgos que importa la respectiva modalidad contractual (suma alzada o serie de
precios unitarios, como modelos más arquetípicos).
Está regulado por un reglamento contenido en el DS 75, del Min. de Obras
Públicas, de 2004.

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