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Vol.11 No.2.1985.p.3641
HABITOS DE NIDIFICACION EN
ABEJAS CARPINTERAS DEL GENERO
XYLOCOPA (HYMENOPTERA:
ANTHOPHORIDAE)
Fernando Fernández '
Giomar Nates Parra2
Eusocial:
Primitivamente
Estudiante, Oepto. de Biolog(a, Univ. + + + +/ -
Social
Nal. de Colombia, Bogotá.
2 Profesora, Oepto. de Bloloqía, Univ.
Altamente
Nal. de Colombia, A.A. 23227, Bogotá + + + +/-
Social
O.E.
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Julio - Diciembre 1985 Fernando Fernández - Giomar Nates Parra
El nido G (Fig. 3) contenía cinco gale- Las abejas constituyen un vasto grupo
rías y cinco celdas selladas. Una con con especies solitarias, parasociales y
polen y un huevo, otra con polen y eusociales (Tabla 1). En general, las
una larva alimentándose activamente, formas más primitivas son solitarias y
una tercerca celda con polen y una las más recientes tienen algú n grado de
larva desarrollada devorada hasta la sociabilidad.
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En el nido E (Fig. 3) correspondiente mitad por una larva no identificada; En la Introducción se señaló la impor-
a la especie Xylocopa sp. 2, se en con - las dos últimas celdas canten ían pupas. tancia de las flores para las abejas: el
tró una sola galería con dos celdas, Se encontraron celdas abandonadas, 2 néctar y el polen que éstas poseen son
cada una con una pupa de cada sexo. machos y 3 hembras adultas y 2 hem- esenciales para la nutrición de estos
Se capturaron dos adultos, macho y bras recién emergidas. insectos (Michener, 1974). Las abejas
hembra. Este nido, como todos los están dotadas de adaptaciones morfo-
descritos, ten ía una sola entrada. La El nido A (Fig. 3) contenía 11 galerías, fisiológicas únicas para la explotación
galería del nido E estaba a pocos milí- una masa de polen en una de ellas y de las flores (Thorp, 1979); por ello la
metros de una de las galerías del nido tierra en otra. Se captu raron dos hem- evolución del grupo está íntimamente
G. bras y un macho adulto. unida a la de las plantas con flores
(Baker y Hurd, 1968) llegando a ex-
Los nidos F, G Y A corresponden a La Tabla 2 muestra el contenido de tremos sorprendentes de dependencia
Xylocopa sp. 3. El nido F (Fig. 3) con- todos los nidos de Xylocopa spp. en- insecto-planta como puede observarse
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5 8 o o o 2 2 2 O O O O O 2 O O Xvlocops sp, 1
2 3 O O O O O O O O O O O O O O O 2 Xvlocopa sp, 1
E 2 O O O O O O O O O O O O O O O Xylocopa sp, 2
F 4 4 O O O O O O O O 2 O O Xylocopa sp. 3
Xylocopa
6 5 5 3 3 O O O O 2 O 3 2 O Xylocopa sp. 3
A 11 O O O O O O O O O O O O O O 2 Xylocopa sp , 3
Total 6 29 20 3 2 6 3 2 2 3 4 3 O 9 3 3 3 spp.
en el trópico (Soderstrom y Calderon, nica, procesos en los cuales las plantas Sequoia, Sequoiadendron, Libocedrus,
1971 ). utilizadas para nidificar han sido los Alnus y Juniperus spp , en EE.UU.;
factores responsables (Hurd, 1956). Cedrella mexicana en México; la espe-
En las abejas carpinteras, sin embargo, Sin embargo, la apifauna del neotrópi- cie X. tabaniformis se considera perju-
como ya se señaló, el factor importan- co ha sido objeto de poco estudio des- dicial para la econom ía. El subgénero
te en su evolución es la disponibilidad de este punto de vista. Neoxylocopa, de amplia distribución,
de sustrato para nidificar; el curso de utiliza madera muerta, seca o viva de
la evolución de este grupo está y esta- Acerca del comportamiento nidifica- una gran cantidad de plantas, desde el
rá asociado a aquellos eventos florísti- torio de las abejas carpinteras los datos sur de los EE.UU. hasta Argentina;
cos que afecten el sustrato para son insuficientes para hacer aprecia- también explota postes, tablones, vigas
nidificar (Hurd y Moure, 1963). En ciones generales. Según Hurd y Moure y demás partes de madera de construc-
América sólo el subgénero Xylocopoi- (1963), el subgénero Nanoxylocopa ciones, causando por ello daños a la
des ha sido estudiado con base en su utiliza cavidades de tallos muertos de econom ía Megaxylocopa prefiere la
dependencia al sustrato para nidificar. Eryngium agavifolium, E. alaefolium madera seca; nidifica en Theobroma
Este subgénero parece derivar de un y E. paniculatum en Argentina y Para- cacao, Haemadictyon y postes. El sub-
"stock" del Viejo Mundo, aprovechan- guay; Xylocospila utiliza para nidificar género Stenoxylocopa, que se encuen-
do condiciones favorables que se die- cañas de "taquara" y bambú en el tra desde Arizona hasta Tucumán, ni-
ron en el terciario (Hurd, 1956). El Brasil; Schoenherria, subgénero de am- difica en Arundo donax, Bambusa
subgénero penetró en Norteamérica plia distribución, utiliza partes muertas spp., Chusquea bambusoides, Guadua
siguiendo la invasión hacia el sur de o secas de Populus pyrimidialis (ála- y Merostachys clausseni. En cuanto a
algunas especies de plantas, cuya ma- mo), Salix (sauce), Eucalyptus, Robi- los subgéneros Cirroxylocopa, Dasy-
dera era el sustrato de estas abejas para nia, Ligustrum. También Arundo xdo- xylocopa, loxylocoa, Xylocopoda,
nidificar. Actualmente, en efecto, se nax (bambú) y Eryngium alaefolium, Xylocopsis, Monoxylocopa, Diaxylo-
puede seguir la distribución de estas Algunas especies nidifican en postes y copa, Calloxylocopa y Xylocopina se
abejas dependiendo de la distribución tablones de construcciones, conside- desconocen sus hábitos y sustratos
de la flora de la cual utiliza su madera. rándoseles problema para la econom ía; n idificatorios.
Procesos claros de especiación se Notoxylocopa, también ampliamente
han dado en las especies Xylocopoides distribuido, prefiere la madera blanda. Puesto que existe, según Lindley
californica y X. (Xylocopoides) virgi- Nidifica en madera de Pseudotsuga, (1958), cierta tendencia de la fauna
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REVISTA COLOMBIANA DE ENTOMOLOGIA . Vol. " No. 2,1985
del neártico a invadir el neotrópico, se grande en las hembras y en la colora- mente similares y hay alimentación
espera encontrar en Colombia un ción, ya que los machos son claros y progresiva (regurgitación) a los adultos
puente entre las faunas del norte y del las hembras oscuras. Todas las pupas prereproductivos y machos que demo-
sur, una interesante variedad de formas machos encontradas se hallaban en las ran en abandonar el nido, ya que la
y hábitos, teniendo en cuenta la di- celdas más cercanas a la entrada. Si las cría se alimenta siempre masivamente,
versidad de ambientes que ofrece este celdas más internas corresponden a es decir, se lo dota de alimento sufi-
país; sin embargo, la pobreza de estu- hembras, y éstas cuentan con más ciente para todo su desarrollo hasta
dios al respecto en Colombia impide tiempo para su desarrollo, surge el pupa.
en el momento apreciar la magnitud de interrogante respecto a si deben espe-
tal variedad. rar a que los machos se desarrollen y Es posible que en cada nido descrito se
emerjan. Al parecer, el desarrollo de trate de más de un nido, donde las
los machos es más rápido y cuando las hembras simplemente utilicen una mis-
Las abejas carpinteras excavan en la
hembras se transforman en adultos, los ma entrada; sin embargo, en el nido G
madera valiéndose de secreciones de
machos ya han emergido (Linslev, dos hembras y un macho adultos de
sus glándulas rnandibulares y de sus
1958). El rápido desarrollo de los los captu rados se encontraron en una
poderosas mandíbulas; sin embargo,
machos les permite estar listos para la misma galería y en el nido E se encon-
poco se sabe sobre la composición
emergencia de hembras vírgenes de los traron dos adultos en una única gale-
química de estas secreciones. Lo cierto
nidos. ría. Estudios más detallados sobre el
es que estas abejas son capaces de
comportamiento de estas abejas pue-
abrirse paso aún en maderas duras.
La presencia de adultos prereproducti- den despejar las incertidumbres que
Estas abejas construyen varias galerías
vos (desarrollados totalmente excepto existen al respecto.
que parece seguir un patrón definido.
Partiendo del fondo de cada galería, las alas) y de machos adultos que no
construyen las celdas, cámaras donde abandonan el nido pronto, encontra-
coloca una' masa de polen y néctar dos en los nidos, toca un aspecto muy CONCLUSIONES
mezclados, un huevo, un líquido en importante con respecto al comporta-
todo el piso de la celda que lo prote- miento de estas abejas. En primer La proximidad entre nidos de la misma
gerá de microorganismos y finalmente, lugar, la presencia en un nido de for- especie y de especies diferentes, indica
un tabique de aserrín y saliva mezcla- mas que van desde el huevo hasta el que no hay marcada territorialidad en
dos (Barra, 1984). En este estudio, el adulto, puede implicar la utilización la competencia por el sustrato.
único huevo encontrado en el nido G del mismo nido por generaciones y la
midió 15 x 2 mm, siendo el huevo presencia de varias generaciones en un El sustrato para nidificar fue siempre
más grande entre las abejas y quizás año (multivoltinismo) en oposición a madera muerta. Cada nido poseía una
entre todos los insectos (Michener, una sola generación por año de espe- sola entrada y el númro de galerías
1974). El nido r (Fig. 3) poseía una cies de Xylocopa de regiones templa- fue variable. Se encontraron todos los
celda con alimento pero sin huevo; das (univoltinismo). La presencia de estados de desarrollo.
puesto que estaba sellada, puede tra- adu Itos genéticamente relacionados en
tarse de mortalidad a nivel del huevo un nido trae importantes consecuen-
Se encontró parasitismo, posiblemente
cuya causa puede ser baja lertilidad de cias en la evolución social de las abejas
por una avispa sapigida.
la hembra (Watmough, 1983). Larvas (Lin y Michener, 1972). Igualmente,
jóvenes, intermedias y maduras fueron entre estos adultos existe ya coopera-
tivismo; en varios nidos se captura- Las abejas carpinteras de los nidos des-
observadas en varios nidos alimentán- critos no son estrictamente solitarias;
dose activamente del polen, actividad ron hembras adultas morfológicamente
idénticas retornando al nido impli- deducciones hechas sobre lo encontra-
que continuaron aún lucra de sus do las coloca como parasociales, posi-
nidos. cando una labor conjunta. El que
sean hermanas o madre e hija es difícil blemente en el nivel cuasisocial.
precisarlo a menos que se hagan obser-
En el nido G se encontró una larva de vaciones más duraderas en los nidos. Aunque muchos nidos observados de
Xylocopa sp. 3 devorada progresiva- Las Iorruas adultas que no abandonan Xylocopa son de construcciones hu-
mente por una pequeña larva sin iden- el nido deben ser alimentadas por manas que utilizan madera, no parece
tificar. De acuerdo con la literatura, las regurgitación de las hembras pecorca- haber diferencias significativas entre
avispas sapygidas se cuentan entre los doras como se ha observado en xv!o- estos nidos y los construidos en la
parásitos de nidos de Xylocopa (Hurd copas en la India (Michener, 1972); naturaleza.
y Moure, 1961); se podría agregar el esto demuestra una clara dependencia
parasitismo ejercido por coleópteros entre estas formas y sus alimentadores.
El conocimiento de los hábitos nidifi-
meloideos, encon trados en otros anto- catorios de estas abejas puede despejar
fóridos (Linslev, 1958). El parasitismo Al observar los niveles de sociabilidad incógnitas sobre la evolución v expan-
es un factor que limita las poblaciones entre las abejas (Tabla 1) se puede sión del grupo en el neotrópico, espe-
de Xylocopa (Watmough 1983). deducir que las abejas de los nidos des- cialmente en Colombia, puente entre
critos se ajustan al nivel cuasisocial: no las faunas del norte y el sur de Améri-
En las pupas de Xvlocopa ya pueden poseen castas ni división de labor, las ca. Igualmente, puede crear bases
diferenciarse los sexos, que, como en colonias pueden ser o no matrifiliales, racionales para el diseño de nidos arti-
los adultos, se basa en el mayor tama- puede haber trabajo cooperativo en ficiales para programas de polinización
ño del cuerpo del macho, cabeza más celdas, las hembras son estructural- dirigida.
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Julio - Diciembre 1985 Fernando Fernández - Giomar Nates Parra
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