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Biociencias
“La ciencia no es solo una colección de leyes, un catálogo de hechos sin mutua relación. Es
una creación del espíritu humano con sus ideas y conceptos libremente inventados. Las
teorías físicas tratan de dar una imagen de la realidad y de establecer su relación con el
amplio mundo de las impresiones sensoriales. Luego, la única justificación de nuestras
estructuras mentales está en el grado y en la norma en la que las teorías logren dicha
relación”
Einstein e Infeld, Física Aventura del Pensamiento.
La ciencia es, ante todo, una actividad humana, y en tanto tal es uno de los
fenómenos culturales más importantes de nuestro tiempo. La ciencia, sin duda,
produce conocimiento. Pero, ¿qué tiene de particular este conocimiento, que
podemos llamar, "conocimiento científico"? En principio, este conocimiento es
diferente al saber del sentido común. Lo que sabemos por sentido común suele
provenir de nuestra experiencia cotidiana, en cambio, el conocimiento científico
es un saber sistematizado, un saber que surge a partir de lo que se conoce
como investigación científica.
El conocimiento científico tiene como particularidad el ser controlable
intersubjetivamente, el tener amplio alcance y permitir hacer predicciones. La
investigación científica tiene la pretensión de describir y/o explicar los hechos
que ocurren en el mundo. Es decir, la ciencia no se limita a indicar que ciertas
cosas ocurren de tal o cual manera, sino que la ciencia pretende dar cuenta de
por qué ocurren y cómo ocurren ciertos fenómenos. Sin embargo, no alcanza
con decir que la explicación científica es dar cuenta de cómo ocurren los
fenómenos que la ciencia quiere explicar. Los filósofos de la ciencia siguen
intentando comprender la complejidad de aquello que se conoce como
"explicación científica". Nosotros no ahondaremos en este tema pero nos
quedaremos con esta idea general: la ciencia pretende explicar fenómenos.
Ahora bien, para poder dar explicaciones científicas, los científicos utilizan
conceptos. Estos conceptos posibilitan articular el conocimiento. Los
conceptos son las unidades mínimas de significación. Estos conceptos se
incorporan en afirmaciones, es decir, son utilizados para decir que ciertas
cosas son de cierto modo. Las unidades aseverativas mínimas son las
denominadas proposiciones o enunciados. Y, en particular, los enunciados
científicos nunca aparecen descontextualizados del la teoría en la que se hace
tal o cual afirmación científica. Es decir, para producir lo que se conoce como
"saber científico" se introducen nuevos conceptos, se
formulan hipótesis y leyes y se construyen teorías. Veamos, muy a vuelo de
pájaro, a qué denominamos teoría, ley científica e hipótesis científica.
Teoría
Podríamos decir que una teoría determina una clase de modelos para dar
cuenta de ciertos datos, fenómenos o experiencias correspondientes a
determinado ámbito de la realidad. No es sencillo definir qué es un modelo, ya
que los hay de muchos tipos, pero podríamos acordar en que un modelo en
ciencia es una representación de aquello que se pretende estudiar. Los
modelos son provisorios, se completarán, modificarán, cambiarán su ámbito de
validez o directamente se descartarán a medida que se acumulen evidencias
dentro de la comunidad científica que los sostiene y utiliza.
La teoría define los modelos con la pretensión de que representan
adecuadamente los fenómenos. Se postulan teorías, que definen modelos
cuando la comunidad científica considera que dicha teoría representa
adecuadamente “la realidad”. Pero atención, la teoría no dice “la verdad” sobre
la realidad, solo la describe lo suficientemente bien, hasta que una nueva teoría
lo haga mejor.
Cada disciplina científica decide qué y cómo preguntar sobre “el trozo de
realidad” que estudia. Así, el conocimiento se va construyendo con la
propuesta de modelos que intentan explicar ese “trozo de realidad”. Para
formular estos modelos muchas veces se suele recurrir al planteo de teorías
con sus correspondientes leyes.
Leyes e Hipótesis
Las leyes científicas hacen referencia a regularidades, es decir a fenómenos
que regularmente ocurren y que son, por supuesto, de interés científico. Estas
leyes describen cómo un modelo dice que se comporta una porción del mundo
estudiada.
Las hipótesis son un tipo muy especial de enunciados, se llama hipótesis
científica cualquier afirmación, ya sea simple o compleja, singular o general,
que sea susceptible de ser sometida a contrastación, prueba o examen. Por
ello enunciar bien una hipótesis es una gran guía heurística para el trabajo
científico.
Así es como la teoría dice cómo es “el mundo”, esos “trozos del mundo” de los
que quiere dar cuenta en su ámbito de aplicación específico.
Masa, spin, carga y color, son propiedades de las partículas cuánticas que
iremos comprendiendo a medida que avancemos en los temas. Dejamos acá
algunas características que es necesario tener presente para avanzar en este
libro:
Como primer paso para abordar esta asignatura veremos una Introducción a lo
que se conoce como Modelo Estándar de la Física de Partículas.
Esta teoría se ocupa de dar cuenta de cuáles son los constituyentes
fundamentales del Universo. A estos constituyentes fundamentales se los
conoce como partículas elementales y a la interacción que se da entre ellas se
las llama fuerzas. Los descubrimientos y las teorías formuladas desde los años
´30 en adelante han permitido tener una visión profunda de la estructura de la
materia. El Modelo Estándar fue desarrollado en los años ´70 y desde ese
entonces pudo dar cuenta de una importante cantidad de datos
experimentales, pero además ha permitido predecir una variedad amplia de
fenómenos.
Este modelo ofrece un cuadro bastante unificado de las interacciones entre lo
que llama partículas elementales y presenta a las fuerzas entre éstas como el
intercambio de otras partículas.
Hay dos grandes grupos de partículas que principalmente difieren en su spin y
por lo tanto en su comportamiento: fermiones y bosones.
Los fermiones presentan spin semientero y se comportan según el principio de
exclusión de Pauli. Cada fermión tiene una antipartícula correspondiente. Los
fermiones se pueden clasificar en fundamentales y compuestos.
Los bosones tienen spin cero o entero y no obedecen el principio de exclusión
de Pauli. Los bosones también pueden clasificarse en fundamentales y
compuestos.
Les proponemos, como primer paso para comprender el alcance el Modelo
Estandar, ver el siguiente video realizado por el FERMILAB (America's particle
physics and accelerator laboratory). Luego recapitularemos lo presentado en
este video. No vamos a trabajar en esta asignatura detalles profundos de la
Física de Partículas, pero creemos que es central que conozcan cuáles son,
según la Física contemporánea los constituyentes del Universo.
Video: https://www.youtube.com/watch?v=I3jtzXr69GY&ab_channel=Krizalid
Partículas Fundamentales de la Materia
Según se explica claramente en la web del CERN (European Organization for
Nuclear Research), toda la materia que nos rodea está compuesta en última
instancia de las mismas partículas fundamentales, los fermiones
fundamentales que pueden ser de dos tipos: quarks o leptones.
A su vez, en cada uno de estos tipos hay 6 subtipos que se organizan en lo
que los físicos que las han estudiado y descubierto llaman pares o
generaciones. Las más livianas y más estables conforman la primer
generación, mientras que las más pesadas y menos estables son parte de la
segunda y tercera generación. Así, toda la materia del universo está
compuesta de partículas de la primera generación, ya que las partículas más
pesadas decaen hacia las de un nivel más estable.
1- Quarks
Estas partículas reciben diferentes nombres según su
subtipo. UP y DOWN son los quark de primera generación. El resto se
denominan CHARM y STRANGE, y TOP y BOTTOM. Estos seis subtipos se
denominan sabores.
Lo característico de los quarks es que presentan, además de masa, spin y
carga eléctrica, una propiedad denominada color o carga de color. Cada sabor
de quark se puede presentar en tres colores posibles (rojo, verde o azul), que
se intercambian continuamente.
Por supuesto la propiedad de carga de color no hace referencia a la escala de
colores conocida por todos (que se relaciona con la absorción de luz visible)
sino a cómo interaccionan. A la fecha, no se han encontrado partículas con
carga color aisladas. Los quarks se encuentran confinados en grupos con otros
quarks con distinta carga color, formando partículas compuestas sin carga
color neta.
Vale aclarar que las correspondientes antipartículas también tienen carga
color. Los antiquarks pueden tener tres anticolores posibles (a veces
representados como antirrojo, antiverde, antiazul, o como cian, magenta y
amarillo).
2- Leptones
Los leptones también se organizan en generaciones:
el ELECTRÓN y ELECTRÓN-NEUTRINO, el MUÓN y el MUÓN-
NEUTRINO, y el TAU y el TAU-NEUTRINO. El electrón, el muón y el tau
tienen carga eléctrica y masa considerable, mientras que los neutrinos son
neutros y su masa es muy baja.
Los leptones carecen de carga color.
.
Partículas Compuestas
Como adelantamos en el capítulo anterior, los quarks, en tanto partículas
fundamentales, pueden interactuar para combinarse y formar partículas
compuestas sin carga de color. A estas partículas compuestas se las
denomina Hadrones. Es la fuerza fuerte la que mantiene unidos a los diferentes
quarks que conforman un hadrón.
Los Hadrones se subdividen en dos tipos: Bariones (formados por 3 quarks)
y Mesones (formados por un quark y un antiquark). Protones y neutrones, son
ejemplos de bariones, mientras que los piones, son ejemplos de mesones.
Por otro lado, según el spin que presente cada partícula se da la clasificación
que presentamos al comienzo. Así los bariones (que tienen spin semientero)
son fermiones compuestos, mientras que los mesones (que tienen spin entero)
son bosones compuestos.
Discutamos con mayor detalle ejemplos de estas partículas compuestas a la
luz del modelo estándar. Como vimos antes, protones y neutrones son
fermiones compuestos, es decir, partículas de materia compuestas. A
continuación se detallan sus principales características:
Resta finalmente hacer un breve comentario acerca de qué son los piones. Los
piones tienen spin entero, de modo que se comportan como bosones
compuestos. De hecho, son partículas intercambiadores de fuerza
(compuestas, porque están formadas por un quark y un antiquark, a diferencia
de las partículas de fuerza fundamentales que discutimos antes). Los piones
son las partículas de intercambio responsable de un tipo de fuerza que hasta
ahora no discutimos, la Fuerza Fuerte Residual, que es la responsable de
mantener unidos a los protones y neutrones en el núcleo atómico. Protones y
neutrones intercambian piones y, en este proceso, un protón se transforma en
un neutrón y viceversa (razón por la cual se habla de nucleones "al estado
protón" o "al estado neutrón").
Video: https://www.loom.com/share/eec04b18a4d440c288f4ff8df4de5bf2
(Explicación Karina Alleva)
En esta cita puede verse en forma clara el aspecto más áspero de la Mecánica
Cuántica. A diferencia de la Mecánica Clásica, en la que el mundo que esta
teoría pretendía describir era comprensible ya que coincide con nuestra
percepción cotidiana en líneas generales, la Mecánica Cuántica presenta
controversias en este aspecto. Por un lado, diferentes físicos hacen diferentes
interpretaciones de algunos resultados de la aplicación de esta teoría, y por
otro, estas interpretaciones no suelen ser intuitivas.
Aceptar que no todo lo que analicemos puede ser compatible con nuestra
experiencia cotidiana con el mundo debe ser el primer paso para adentrarnos
en el estudio de algunos resultados predichos por la Mecánica Cuántica.
En esta asignatura trabajaremos una Introducción a la Mecánica Cuántica, no
abordaremos la teoría en todos sus aspectos, sino que nos centraremos en
aquellas partes de la teoría que son necesarias para el desarrollo de la Química
y la Biología contemporáneas.
Fue Max Planck quien dedujo una función empírica, esto es que no se
desprende desde primeros principios, hoy denominada Ley de la Radiación de
Planck, que concordaba muy bien con los resultados experimentales.
Para llegar a esta ecuación que se ajusta bien a los datos experimentales,
Planck tuvo que hacer una suposición: planteó la existencia de osciladores en
la superficie del cuerpo negro, asociados a las cargas de las moléculas. Y
luego, asumió que:
i- La energía de los osciladores está cuantizada, es decir que los
osciladores del cuerpo negro que vibran a una frecuencia dada, sólo podían
tener cierto valores de energía: E= nhv (n, número entero positivo llamado
número cuántico, v frecuencia de oscilación y h constante de Planck).
ii- Los osciladores emiten o absorben energía en cantidades discretas y lo
hacen solo cuando cambian su estado cuántico.
La visión clásica asume que todos los modos de oscilar en el cuerpo negro son
igualmente probables, ya que se podría, según la mecánica clásica, ir
agregando cantidades infinitesimales de energía a cualquiera de estos
osciladores y estos seguirían emitiendo. Sin embargo, según la hipótesis de
Planck no se puede agregar energía de a cantidades infinitesimales, sino que
se agrega de a paquetes o cuantos discretos cuya magnitud resulta
proporcional a la frecuencia. Así, a frecuencias muy altas, habría menos modos
posibles, con lo cual estas emisiones son menos probables. De este modo se
explica que la intensidad irradiada a frecuencias altas sea menor bajo la
hipótesis de Planck que según las predicciones de la mecánica clásica.
ℎ
ħ=
2𝜋
Atención:
Planck no fue quien encontró fundamentos teóricos en su planteo, sino que
sostuvo que lo hallado era un artilugio matemático.
El Efecto Fotoeléctrico
Este fenómeno es la emisión de electrones que ocurre cuando sobre un dado
material incide una radiación electromagnética.
El efecto fotoeléctrico fue descubierto y descripto por Heinrich Hertz en 1887,
y su explicación teórica fue realizada por Albert Einstein en 1905 en la
publicación titulada “Heurística de la generación y conversión de la luz”.
Hertz observó que había una corriente eléctrica que ocurría con facilidad entre
dos esferas cargadas eléctricamente si las superficies se iluminaban con
alguna luz determinada y no con cualquier tipo de luz. Es decir, que había
alguna barrera energética a superar para que ocurra la corriente. A su vez,
Wilhelm Hallwachs y Philipp Lenard estudiaron cómo variaba
esta fotocorriente en función del voltaje, la frecuencia y la intensidad de la luz.
Se planteó que la corriente generada por la luz se debía a que la energía de
esta luz "arrancaba electrones" del material iluminado.
Los resultados hallados en los experimentos mostraban que:
o los electrones se emitían inmediatamente
o el aumento de la intensidad de la luz provocaba un aumento en el
número de electrones, pero no de su energía cinética máxima
o la luz roja no lograba generar corriente, esto es arrancar electrones, no
importa cuán alta fuera su intensidad
o una luz muy poco intensa de luz violeta lograba arrancar electrones, que
si bien eran pocos, presentaban muy alta energía cinética
𝐸 = ℎ𝑓
A su vez, y según la teoría de la relatividad (que no estudiaremos en este
curso), toda partícula con energía debe tener una cantidad de movimiento aún
cuando no tenga masa en reposo (caso de los fotones). Así la cantidad de
movimiento asociada a un fotón será E = pc , esto es p = E/c , siendo la
dirección del movimiento del fotón la dirección en que se mueve la onda
electromagnética.
Los espectros de líneas de los Gases
A comienzos del siglo XIX se probó que cada elemento en estado gaseoso
presenta un espectro de líneas característico. Y era relevante explicar por qué
se daba este fenómeno.
Si esto es así, cada átomo podría existir teniendo solo un conjunto definido
de valores de energía interna posibles, y estos niveles energéticos posibles
son propios de cada átomo
Así, según este nuevo modelo, cuando el átomo pasa de un nivel de energía a
otro, emite un fotón cuya energía es igual a la diferencia de energía de los
niveles energéticos inicial y final.
Dado que la energía de un fotón es 𝐸 = ℎ𝑣, la diferencia energética entre
el estado final y el inicial sería igual a 𝐸𝑓 − 𝐸𝑖 = ℎ𝑣
El átomo de Bohr
Bohr, al proponer un nuevo modelo de átomo postuló que en este modelo:
El electrón se movería alrededor del núcleo en órbitas circulares sin emitir
radiación.
Cada órbita estable tendría una energía definida
Un átomo sólo irradiaría energía, en forma de fotón, cuando un electrón se
mueva de una órbita a otra
El momento angular del electrón estaría cuantizado y sería múltiplo entero
de h/2π (no analizaremos de dónde surge este dato en detalle pero proviene
de relacionar la frecuencia angular de la luz emitida con la velocidad angular
del electrón), siendo L = mvr = nh/2π donde n puede ser 1, 2, 3, …
correspondiendo cada n a un valor de radio permitido (luego se llamaría a
este n, número cuántico principal).
Si bien este modelo se ajustaba bien a varios datos experimentales, seguía
presentando dificultades para explicarlos en forma completa, por ejemplo no
da cuenta de por qué ciertas líneas espectrales son más brillantes unas que
otras, y toma al electrón como teniendo posiciones y momento determinados
simultáneamente.
El desarrollo posterior de la teoría cuántica y los planteos de Schrödinger
permitieron refinar el modelo de átomo compatible con la teoría cuántica.
Veamos uno de los casos más simples para representar. Supongamos una
partícula de masa m que se mueve en una dimensión solamente (paralela al
eje x) en presencia de una fuerza conservativa que tiene solo componente en
el eje x dándose así la energía potencial U(x).
Para este caso, la ecuación de Schrodinger toma la siguiente forma:
Así R se asocia al número cuántico principal (n), Ө al número cuántico orbital (l)
y Φ al número cuántico magnético (m)
La idea de número cuántico puede ser definida como el conjunto de valores
numéricos que dan soluciones aceptables de la ecuación de Schrödinger para
el átomo de hidrógeno.
De acuerdo con el principio de exclusión de Pauli ningún par de elementos
pueden tener idéntico conjunto de números cuánticos, así el conjunto de los
números cuánticos limita el número de electrones que pueden ocupar un
estado determinado.
En la solución de la ecuación de Schrödinger para el átomo de hidrógeno
surgen tres números cuánticos (principal, orbital y magnético) por geometría
espacial y hay un cuarto número, agregado ad hoc, para el espín del electrón.
Se observó que átomos o electrones que eran asumidos como partículas (esto
implica que son localizables en regiones concretas del espacio), podían exhibir,
en algunas condiciones experimentales, un comportamiento ondulatorio (esto
es que eran capaces de generar patrones interferencia).
Este fenómeno contrasta con los resultados del efecto fotoeléctrico que ofrece
una prueba bastante sólida de que la luz se comporta como compuesta por
partículas de energía determinada (E = hv). También era sabido que la luz
genera patrones de interferencia y se difracta.
De estos resultados complejos y aparentemente contradictorios surge lo que
se llamó dualidad onda-partícula.
Lo interesante es que no solo los fotones tienen este comportamiento
particular, esto es ser partículas capaces de generar patrones de difracción o
interferencia, sino que también otras partículas, tales como los electrones,
responden de este modo a los experimentos.
El experimento de la Doble Rendija (fenómeno de interferencia que será visto
en detalle más adelante) fue y es una demostración de que tanto la luz como
la materia pueden presentar características, clásicamente definidas, de ondas
y de partículas. Este experimento es clave para mostrar la naturaleza
probabilística de los fenómenos que explica la mecánica cuántica.
En 1924 Louis-Victor De Broglie, inspirado por el comportamiento dual onda-
partícula de la radiación, planteó la posibilidad de que la materia tuviera un
comportamiento semejante al de la luz. Esto es, que los objetos físicos que
consideramos como partículas (electrones, átomos, etc.) pudieran presentar
propiedades ondulatorias. Dicho de otro modo, dado que desde la mecánica
cuántica se postula que la luz está compuesta por fotones cuyo
comportamiento está determinado por propiedades de propagación de ondas
asociadas, De Broglie, analógicamente, analizó la posibilidad de que una
partícula cualquiera tuviera asociada una onda.
Si una partícula actúa como una onda, debe poder asociarse a esta partícula
una frecuencia y una longitud de onda determinada. De Broglie planteó
entonces que una partícula con masa en reposo m, moviéndose a velocidad v,
debe tener una longitud de onda asociada λ en relación a su cantidad de
movimiento p = mv.
De acuerdo con la ecuación de Einstein, la frecuencia de un fotón de energía
E es 𝑣 = 𝐸/ℎ y la longitud de onda se calcula como 𝜆 = 𝑉/𝑣
Para el caso en que la velocidad es c, 𝜆 = 𝑐/v = ℎ𝑐 /𝐸
Recordando que la cantidad de movimiento del fotón es p = E/c, tenemos que λ
= h/p=h/mv
En consecuencia, por analogía se puede formular el Postulado de Broglie:
La longitud de onda y la frecuencia de la onda asociada a una partícula de impulso p y energía
total E están dadas por:
𝜆 = ℎ/𝑝
𝜈 = 𝐸/ℎ
Diapositivas:
https://docs.google.com/presentation/d/1l1tgqfIjmqCqysJtbEirEkp42ql4eq_YQ
Zf4P8v4BJg/edit