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Habilidades
socioemocionales en el
ámbito universitario
Artificios Universidad
Serie Divulgación
Universidad Autónoma de Baja California
Dr. Daniel Octavio Valdez Delgadillo
Rector
Habilidades
socioemocionales en el
ámbito universitario
Introducción
5
de la universidad puede derivarse de acontecimientos que
les suceden día a día, manifestando alteraciones socioemo-
cionales que superan sus capacidades al momento de que se
presenta el estímulo, en el mejor de los casos, ellos acuden
a solicitar el apoyo al percibir alguna situación amenazante
a su propio bienestar o, por otro lado, la atención resulta de
la canalización de algún docente que durante la clase pudo
observar respuestas comportamentales atípicas en el estu-
diante. Cabe señalar que pueden darse una serie de obstá-
culos de carácter cultural, psicológico o clínico que pueden
llegar a incidir en la búsqueda de ayuda psicológica, como lo
señalan Salinas, Baeza, Escobar, Coloma y Carreño (2018).
Otro de los motivos más frecuentes en seguimiento psi-
copedagógico es la ansiedad. Se ha observado que en casos
recurrentes los estudiantes cumplen con los criterios que
señala el Manual Estadístico de los Trastornos Mentales 5
(DSM-5), que indica que el miedo o la ansiedad intensa
pueden darse en una o más situaciones sociales en las que
el individuo está expuesto, en este caso, los exámenes, ex-
posiciones, o simplemente las interacciones sociales (man-
tener una conversación, reunirse con personas extrañas, ser
observado comiendo o bebiendo, actuar delante de otras
personas, sentir presión por otros, etcétera). Se han presen-
tado también casos de alumnos que manifiestan ideación
suicida, proceso que puede desencadenar diferentes expre-
siones (preocupación autodestructiva, planificación de un
acto letal, deseo de muerte), o bien tomar acciones por el
intento suicida (Sánchez, 2010).
Tobal, Casado, Cano-Vindel y Spielberger (2001) con-
sideran a las alteraciones emocionales como estados tran-
sitorios que se detonan comúnmente ante situaciones
que se consideran amenazantes o de peligro, entre las más
6
recurrentes se encuentran el estrés, la ira y la ansiedad. En
2001, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó
que a nivel mundial el suicidio se había convertido ya en
una de las cinco causas de mortalidad en jóvenes de entre
los 15 y 19 años. Por otra parte, los motivos de atención
relacionados con la violencia y el acoso no han sido la ex-
cepción, particularmente la violencia de tipo psicológico, y
en algunos casos, la física. Evidentemente, esta referencia
de casos resulta alarmante y requiere atención desde el es-
pacio donde se manifiesta la solicitud de apoyo, es decir,
desde el área de OEP.
Sin duda alguna, la autoestima juega un papel impor-
tante en el rendimiento académico estudiantil. De acuerdo
con González (1997), la autoestima estaría vinculada al au-
toconcepto ideal, no sólo respecto de lo que al individuo
le gustaría ser (por tener un gran valor o importancia para
sí mismo), sino también de lo que a los demás les gustaría
que fuese (por el valor que ello tiene para aquéllos), lo que
de no encontrar un equilibro esperado pudiese convertirse
en un problema para el estudiante que resulte con un nivel
bajo de autoestima, afectando directamente su rendimien-
to escolar y su trayecto académico durante el primer año.
Dado este contexto, se consideró importante realizar
una evaluación inicial con la población de nuevo ingreso
sobre un conjunto de habilidades socioemocionales que
permitan detectar las áreas de oportunidad, derivando, con
ello, el planteamiento de acciones para la prevención, aten-
ción y canalización de las problemáticas referidas en párra-
fos anteriores. Al poder contar con dicha información, la
Coordinación de Formación Profesional (CFP) de la Fa-
cultad de Ciencias Humanas y el área de OEP podrán esta-
blecer estrategias que permitan dar seguimiento al impacto
7
de dichas habilidades en el rendimiento académico y en la
incidencia de problemáticas asociadas.
Todo lo anterior representa la oportunidad de poder es-
tablecer puntos de referencia que contribuyan al enriqueci-
miento de la formación estudiantil, tanto para su trayecto
de carrera como para el futuro desempeño profesional.
8
Qué son las habilidades
socioemocionales
9
Reyes (2016) refiere que las HSE pueden ser ordenadas
o clasificables dependiendo del grado de complejidad de
la conducta que se realiza, es decir, todo lo que de manera
tácita y evidente se encuentra presente en las interrelaciones
personales, la relación consigo mismo y con el entorno.
Holst, Galicia, Gómez y Degante (2017) afirman que
“no existe una manera universal, única de comportarse,
pero sí se debe tener en cuenta tanto lo que la persona hace
como las reacciones o consecuencias que la conducta pro-
voca en los demás” (p. 23).
Con la finalidad de analizar de manera más detallada
el concepto, se expondrán en los siguientes apartados una
serie de aportaciones que describen las habilidades recono-
cidas por Goldstein y colaboradores (1989) en su modelo
de habilidades sociales, y que generan un impacto en el
desempeño de los estudiantes en la cotidianidad escolar; se
considera esta clasificación como uno de los mayores apor-
tes por la forma en la cual se van desglosando los compor-
tamientos (Flores, 2020). Goldstein clasifica las habilidades
de la siguiente manera:
• Habilidades sociales básicas.
• Habilidades sociales avanzadas.
• Habilidades de planificación.
• Habilidades relacionadas con los sentimientos.
• Habilidades alternativas a la agresión.
• Habilidades para hacer frente al estrés.
Las primeras tres habilidades (básicas, avanzadas y de
planificación) constituyen un grupo caracterizado por as-
pectos cognitivos y metacognitivos que inciden en la toma
de decisiones, en tanto que las últimas tres se integran como
un grupo de habilidades con características psicológicas
10
que revelan las capacidades de autoconocimiento y auto-
rregulación emocional.
11
ejercicios serán la base que permita “minimizar situaciones
problemáticas relacionadas con las habilidades sociales en
estudiantes universitarios, específicamente en las habilida-
des sociales básicas para la vida cotidiana” (p. 125).
Huambachano y Huaire (2018) evaluaron a 60 estu-
diantes (de 18 a 21 años) de la especialidad de educación
física de la Universidad Nacional de Educación Enrique
Guzmán y Valle, de Perú, a quienes aplicaron la Escala de
Habilidades Sociales de Gismero (2000), compuesta por
las seis dimensiones: autoexpresión de situaciones sociales,
defensa de los propios derechos como consumidor, expre-
sión de enfado o disconformidad, decir no y cortar inte-
racciones, hacer peticiones, e iniciar interacciones positi-
vas con el sexo opuesto. El instrumento fue utilizado bajo
una confiabilidad aceptable de 0.894 (alfa de Cronbach).
Los resultados de esta evaluación mostraron mejora en los
comportamientos prosociales de los alumnos, derivada de
una intervención basada en sesiones intergrupales semana-
les donde se trabajaba el desarrollo de habilidades de ca-
rácter social, que sin duda representa una ventaja al poder
compartir entre pares y mediante el trabajo en equipo, la
colaboración y construcción de actitudes favorecedoras al
desarrollo personal desde un aprendizaje cooperativo, don-
de como grupo pueden transitar por diversas etapas de en-
frentamiento a retos y conflictos comunes, lo que da pie a
una disposición empática entre sí (León, Felipe, Santiago
& Iglesias, 2015; Rodríguez & Ridao, 2014; Mendo, León
del Barco, Felipe & Polo del Río, 2016).
Por otra parte, Mendo y colaboradores (2016) señalan
que las HSE se relacionan con el logro de un buen ajuste
psicológico, la reducción del estrés social, el mantenimien-
to de un círculo social más amplio, una buena autoestima,
12
la disminución de conflictos con otras personas, el auto-
control, la tranquilidad, así como la percepción positiva
sobre sí mismo (autoafirmación) y por parte de otros.
13
para participar es la capacidad de integrarse y partici-
par competentemente en un grupo al realizar una ac-
tividad. La habilidad para dar instrucciones refiere a la
capacidad de ser claro y específico para que los partici-
pantes efectúen una tarea y tengan libertad en la reali-
zación, garantizando el logro del objetivo. La habilidad
para seguir instrucciones es la capacidad de entender y
cumplir instrucciones, confiando en el criterio de otro
y estrechando lazos beneficiosos. La habilidad para
disculparse es saber reconocer que se cometió un error
y poder comunicarlo. La habilidad para convencer a
los demás es la capacidad de comunicarse, persuadir,
influir y negociar con otros, sabiendo anticipar y pre-
pararse para sus reacciones. (Alania et al., 2019, p. 97)
14
experimental con estudiantes de pregrado, dividiéndolos
entre grupo experimental y grupo control. Al primer grupo
aplicó un módulo educativo para la práctica y desarrollo
de habilidades sociales, concluyendo una diferencia signifi-
cativa al final de la intervención, es decir, el grupo experi-
mental mostró un mayor desarrollo, con la factibilidad de
“mantenerlas y generalizarlas a lo largo del tiempo entre las
personas y los entornos, lo que puede conducir a mejores
resultados a largo plazo” (Watkins, Kuhn, O’Reilly, Lang,
Sigafoos & Lancioni, 2016, p. 493).
Muñoz y Hurtado (2017) encontraron en un estudio
que cerca del 50% de estudiantes universitarios tienden a
experimentar procrastinación académica, es decir, a poster-
gar tareas o deberes correspondientes a sus responsabilida-
des escolares, lo que puede abonar particularmente al desa-
rrollo de dificultades emocionales, reprobación y deserción.
En cuanto al logro de resultados académicos exitosos, se
espera que los estudiantes puedan desarrollar un sentido de
autoeficacia basado en el desarrollo de estas habilidades so-
ciales avanzadas y que esta competencia pueda actuar como
mecanismo de prevención ante problemas de salud mental
derivados por la presión escolar (Salavera, Usán & Jarie,
2017; Salinas et al., 2018).
Finalmente, dentro de este grupo de habilidades cabe
destacar la capacidad persuasiva (de convencer a otros),
pues cobra una alta relevancia como competencia a demos-
trar una vez que el alumno se convierta en un profesional,
como lo indican Gass y Seiter (2018): “los estudiantes que
aspiran a cualquier carrera, deben considerar adquirir la
competencia de la persuasión” (p. 29).
15
Habilidades de planificación
Este grupo de habilidades constituyen un elemento básico
para el logro de metas, implica la toma de iniciativas para
generar un cambio, lo que requiere la capacidad de discer-
nimiento, establecimiento de metas y objetivos, búsqueda
e identificación de información que favorezcan a la toma de
decisiones y resolución de problemas, a partir de la concen-
tración en prioridades.
Tomar iniciativa implica la facultad de convertir ideas
en acciones, a partir de objetivos visualizados y dentro de
un marco de planificación de momentos a alcanzar. Den-
tro de este proceso es fundamental la autoconfianza en las
propias acciones (Escamilla, 2014). La iniciativa tiene un
efecto directo en la empleabilidad. Gamboa, García, Ripoll
y Peiró (2015) llevaron a cabo un estudio en 1319 jóvenes
trabajadores, sus resultados demostraron que la empleabi-
lidad y la iniciativa personal podrían predecir de manera
significativamente la satisfacción con el trabajo, conside-
rando que las personas que cuentan con iniciativa tienden
a orientarse tanto al logro de objetivos a largo plazo, como
a todas aquellas acciones que conducen al logro de ello, se
observa persistencia en el logro de tareas y la superación de
obstáculos. Estos autores también señalan:
16
Sobre la capacidad para discernir la causa o causas de
un problema, Ovalles, Soler y Pérez (2017) plantean una
metodología utilizada por diferentes organizaciones, rela-
cionada con el análisis de la causa-raíz (ACR), partiendo de
un pensamiento objetivo que permita identificar aspectos
no logrados o no alcanzados o bien, que constituyen un
obstáculo e incluso hacen imposible el logro de un objeti-
vo, donde más allá de asignar culpas o responsabilidades, el
análisis se centra en lo que se puede hacer o mejorar para
alcanzar la meta preestablecida.
El establecimiento de objetivos se relaciona estrecha-
mente con las expectativas de vida y el sentido de bienestar
en las personas, cierto es que dentro de los objetivos que se
plantean los estudiantes universitarios sería esperable el lle-
var a buen término la carrera y poder insertarse de manera
exitosa en el mundo laboral. De acuerdo con Páramo, Stra-
neiro, García, Torrecilla y Escalante (2016), las personas
que se autoperciben como psicológicamente saludables y
que consideran que han tenido logros vitales y están satis-
fechos con su propia vida, habitualmente tienden a deter-
minar objetivos.
Para tomar decisiones que conduzcan al logro de objeti-
vos y la resolución de problemas es primordial saber buscar
y obtener información, sobre todo de fuentes fidedignas y
confiables (Losada, 2019); así mismo, se requiere de creati-
vidad y pensamiento lógico para crear respuestas originales,
pertinentes y adecuadas. Sternberg (1986, citado en Rojas de
Escalona, 2010) establece una serie de habilidades de pensa-
miento asociadas a la resolución de problemas tales como:
• Habilidad para descubrir la existencia de proble-
mas (identificación).
17
• Definición del problema en términos concretos,
es decir, distinguir el problema real de los imagi-
narios que puedan conducir a quejas en lugar de
soluciones.
• Exploración de posibles estrategias de solución.
• Descomposición de un problema complejo en
subproblemas que sean más manejables.
• Definición clara del cambio que se quiere alcanzar
para tratar de evitar quedar atrapado en solucio-
nes erradas que complicaría más el problema.
• Habilidad para encontrar las inconsistencias en
los argumentos de las propuestas.
• Formular y poner en marcha un plan para produ-
cir dicho cambio.
Dentro de este orden de ideas, Losada (2019) explica
cómo el proceso de toma de decisiones puede verse influen-
ciado por el entorno y contexto que rodea al sujeto, mismo
que puede representarle presiones que convierten este pro-
ceso en algo más complejo. Por lo tanto, se requiere poder
concentrarse en las tareas o conjunto de acciones que se
necesitan llevar a cabo para poner en marcha una estrate-
gia y solucionar una problemática. En este sentido, Pérez y
López (2011) hacen alusión a que la falta de concentración
incide de manera alarmante en el rendimiento académico
de los estudiantes, argumentando que en la mayoría de los
casos, los espacios en los que los jóvenes desarrollan sus ta-
reas escolares no resultan los más adecuados, por ejemplo,
espacios dentro del hogar como salas de estar, dormitorios,
comedor, entre otros, tienden a estar dotados de distracto-
res, por lo tanto no son los más adecuados para poder con-
centrarse efectivamente, esto aunado a otro tipo de factores
18
que también pueden incidir en dicha problemática, como
el desarrollo madurativo, dificultades sensoriales (proble-
mas visuales, auditivos o motores), problemas emocionales,
falta de motivación, falta de hábitos de estudio, entre otros.
19
fuerte con el rendimiento académico” (Gómez, Limonero,
Toro, Montes, Tomás & Romero, 2018).
Contar con niveles óptimos de inteligencia emocional
auxilia a los egresados universitarios a disminuir el riesgo
de presentar conductas desadaptativas, resolver con mayor
éxito problemas académicos y laborales, establecer mejores
relaciones interpersonales y manejar de manera efectiva los
efectos el estrés laboral, entre muchos otros beneficios (Fra-
goso Luzuriaga, 2018).
Las habilidades sociales relacionadas con los sentimien-
tos se caracterizan por la capacidad de expresarlos y com-
prenderlos, los de sí mismo y los de los otros, lo que facilita
enfrentarse con el enfado de los demás (Diaz & Alberca,
2017, p. 37). Aprender a convivir es parte del dominio emo-
cional y está estrechamente relacionado con las habilidades
emocionales que se inician en la familia y posteriormente
se trasladan a otros contextos (Segura Martín et al., 2020).
Las relaciones interpersonales están estrechamente re-
lacionadas con las habilidades emocionales de empatía y
competencia social, además de la inteligencia interpersonal
e intrapersonal como capacidades del sujeto para compren-
derse a sí mismo y a los demás.
Como puede observarse, las emociones juegan un papel
importante en el comportamiento humano y, por tanto,
la competencia emocional es factor esencial para la pre-
vención, el desarrollo personal y social y una competen-
cia básica para la vida. La finalidad de dicha competencia
es promover el bienestar personal y social, por lo cual es
fundamental desarrollarla a lo largo de la formación acadé-
mica. El desarrollo de la inteligencia emocional coadyuva
a la resolución conflictos y al logro de una mejor conviven-
cia entre las personas, permitiendo el logro conjunto de
20
objetivos. Una adecuada competencia emocional se asocia
con niveles más altos de felicidad, mayor afecto positivo,
mayor satisfacción vital, mayor autoestima, crecimiento de
la ética y una disminución con los niveles de depresión y
ansiedad. “El desarrollo de habilidades emocionales en en-
tornos educativos permitirá mejorar la convivencia escolar
y no escolar entre los integrantes de la comunidad educati-
va” (Segura Martín et al., 2020).
Dentro de las habilidades socioafectivas fundamentales
para el desarrollo de los aspectos de la vida familiar, escolar
y social se pueden encontrar la capacidad de enfrentar y
resolver conflictos de manera pacífica, mantener buenas re-
laciones interpersonales, comunicar asertivamente nuestros
sentimientos e ideas, promover estados de calma y opti-
mismo que nos permitan alcanzar nuestros objetivos perso-
nales y académicos, empatizar con otros, tomar decisiones
responsables, evitar conductas de riesgo. Se ha estudiado
que el formar en habilidades socioafectivas y éticas tiene
un profundo valor en sí mismo, al ofrecer el desarrollo de
herramientas que permitan a los niños y adolescentes des-
envolverse, relacionarse mejor y tomar decisiones de acuer-
do a la capacidad de priorizar, “en un mundo cada día más
complejo y lleno de mensajes valóricos contradictorios”
(Romagnoli et al., 2008, p. 1).
21
autocontrol tiene que ver sobre todo con el hecho de que
una persona sea capaz de controlar su estado de agitación,
ira, hostilidad y enfado ante un estímulo negativo, frustra-
ción, contrariedad, ruptura de expectativas. De esta forma,
se pretende que la respuesta no sea agresiva, sino pacífica, y se
emita después de haber puesto en práctica alguna estrategia
de “reducción del impulso” a agredir (Pérez-Pastén, 2006).
Tener la capacidad de convencer a los demás implica con-
tar con la habilidad de pedir a alguien que deje de hacer algo
o que cambie lo que está haciendo. Es comprensible que no
resulta fácil decirle a la gente que lo que hacen está afectando a
terceros, especialmente si la persona involucrada es un adulto
o muy cercana, sin embargo, es necesario expresar de mane-
ra respetuosa las apreciaciones sobre sus acciones y el posible
impacto o perjuicio que podrían causar (Pérez-Pastén, 2006).
Las personas consideradas como agresivas tienden a
presentar un nivel bajo en las habilidades sociales, parti-
cularmente las relacionadas con los sentimientos, las alter-
nativas a la agresión y las habilidades de planificación, y se
caracterizan por la necesidad de dominio y control hacia los
demás, lo que se muestra, recurrentemente, con conductas
agresivas y generalmente violentas, sobre todo ante aquellas
personas que “consideran” débiles. En la escuela tienden
a mostrar actitudes desafiantes y regularmente un rendi-
miento escolar bajo o deficiente (Álvarez, 2016).
Contar con habilidades alternativas a la agresión implica
la capacidad para aceptar con respeto y compromiso las de-
cisiones grupales, buscar formas alternativas para solucio-
nar situaciones conflictivas, controlar las emociones en los
momentos de juego, evitar molestarse fácilmente, controlar
la cólera y mantener la calma cuando se está bajo el influ-
jo de emociones relacionadas con la ira, particularmente
22
cuando se están enfrentado estados emocionales adversos
de terceros (Diaz & Alberca, 2017, pp. 37-38).
La mayoría de los métodos para el manejo de la ira asu-
men que existe una relación directa entre la ira y la agre-
sión, y que apuntar a la ira reduce, disminuye o elimina la
respuesta agresiva (Lee & DiGiuseppe, 2018). González y
Carrasco (2006) establecen que:
23
relaciones de apoyo, estrategias para la enseñanza, así como
fortalecer los comportamientos positivos y las estrategias para
eliminar los comportamientos desadaptativos (Cuartas, Char-
les, Rey-Guerra, Rebello, Beatriz & Salhi, 2019).
24
adversa o de crisis. Esta capacidad engloba habilidades para
la solución de problemas, así como la percepción que tiene
el individuo sobre la posibilidad de contar con apoyo de
la familia o amigos y de responder de manera altruista y
prosocial ante circunstancias adversas; la resiliencia implica
ajustarse a las demandas del entorno de manera funcional y
adaptativa (León et al., 2019).
Lo anterior requiere un reconocimiento de estresores y
sus consecuencias dentro del propio organismo, es decir,
que los individuos sean capaces de reconocer aquellas si-
tuaciones que les producen estrés, describiendo formas de
pensar y comportarse que suelen emplear para afrontar los
problemas o situaciones estresantes que ocurren en su vida
(Domínguez de Andrés, 2018). Por lo tanto, se estaría en-
tendiendo el afrontamiento como aquellos “esfuerzos cog-
nitivos y conductuales que el individuo realiza para intentar
controlar las amenazas o demandas externas o internas que
percibe como desbordantes en relación con los recursos que
tiene o cree disponer” (Domínguez de Andrés, 2018, p. 7).
Se reconocen como estrategias de afrontamiento los es-
fuerzos conductuales y cognitivos que la persona emplea
para hacer frente a las demandas estresantes y para suprimir
el estado emocional que provoca el estrés (Barquín, Medina
& Pérez, 2018). Dentro de este orden de ideas, se esta-
blecen dos tipos de estrategias para el afrontamiento, las
adaptativas y las desadaptativas. Las estrategias adaptativas
son resultado de un ajuste positivo y activo, tanto a nivel
cognitivo como conductual, en tanto que las estrategias
desadaptativas están relacionadas con una desvinculación
conductual de la situación estresante y con una sensación
de pérdida de control (Barquín et al., 2018, p. 90).
25
Como hemos podido observar y de acuerdo con Caldera
y colaboradores (2018), el concepto de habilidades socioe-
mocionales comprende un carácter situacional y cultural,
con atributos verbales y no verbales que favorecen a la ex-
presión de necesidades, sentimientos, preferencias, opinio-
nes y derechos, lo que contribuye a una mejor adaptación
al entorno y a las relaciones interpersonales. Por lo tanto,
su estudio puede derivarse “desde el campo de la psicología
clínica, laboral, organizacional” (Obando, 2020), y por su-
puesto, el educativo.
Para cerrar este apartado, vale la pena recuperar la apor-
tación de Urdaneta y Morales (2013):
26
Con respecto a la influencia que ejercen los estados
emocionales en el rendimiento escolar de los estudiantes,
Pacheco, Villagrán y Guzmán (2015) señalan cómo las
emociones influyen de una forma clave en el desempeño
académico, impactando principalmente y de manera di-
recta sobre los aprendizajes. Así mismo, Pulido y Herrera
(2017) confirman que:
27
conciencia plena (mindfulness) sobre la autoeficacia en el
rendimiento escolar y los estados de relajación en adoles-
centes estudiantes de bachillerato, donde encontraron me-
joras en los niveles de autoeficacia en el rendimiento esco-
lar, así como en los estados disposicionales de relajación
y conciencia plena y energía positiva, de igual forma, se
obtuvo una reducción importante en el grupo experimen-
tal en comparación con el grupo control en la dimensión
de estrés percibido.
Ariza (2017) reconoce como “afecto psicológico” a aque-
llas disposiciones estudiantiles que tienen que ver con la ca-
pacidad para el trabajo colaborativo en el ámbito escolar,
la autorrealización, así como el establecimiento de metas y
propósitos en la vida, argumentando que la emocionalidad
de los docentes es capaz de generar impactos de cambio en
el rendimiento académico de los estudiantes. Esto se con-
firma con las apreciaciones de Ortega, Michel y Benítez
(2019), quienes relacionan las causas de un bajo rendimien-
to académico tanto con elementos propios del estudiante,
así como factores asociados con el profesorado. En cuanto
a los estudiantes, podemos encontrar factores relativos a la
motivación, coeficiente intelectual, procesos cognitivos, es-
tado de salud, autoestima, tolerancia, hábitos y técnicas de
estudio, condiciones familiares, sociales, entre otros. Como
lo establecen Moreno, Rodríguez y Rodríguez (2018):
28
En cuanto a si los educadores deben ser también los res-
ponsables del desarrollo emocional de los estudiantes, el
debate sigue abierto, el estudiante cuyas condiciones esco-
lares se caracterizan por el entusiasmo, la alegría y la satis-
facción podrán coadyuvar para que el alumno tenga la ca-
pacidad de superar experiencias escolares adversas, como el
abandono, ausentismo y reprobación (Moreno, Rodríguez
& Rodríguez, 2018; Salón & Granados, 2017).
Los niveles de autoconocimiento y autorregulación
emocionales suponen una mayor percepción e identifica-
ción de las propias emociones, lo que trae como resultado
una probabilidad más amplia para desarrollar tolerancia a
la frustración dentro del propio contexto escolar, impac-
tando directamente en el rendimiento. De ahí la importan-
cia de que los estudiantes aprendan a reconocer sus propias
emociones y reconocerlas en otros, además de que sean ca-
paces de comunicarlas de manera abierta, esto favorecería a
la regulación de impulsos y a la generación de estrategias de
afrontamiento, aumentando la tolerancia a la frustración,
esto es, saber identificar y regular las emociones resulta un
factor elemental para el éxito académico, laboral y para la
vida cotidiana en general; promover una forma inteligente
de sentir, regular las emociones y conjugarlas con la cogni-
ción, propicia una mejor adaptación al medio donde se de-
sarrollan los estudiantes (Goleman, 1998; Montes, Prettel
& Boutureira, 2018; Figueroa & Funes, 2018; Armenta,
Quiroz, Abundis & Zea, 2020).
29
Estudios realizados sobre
habilidades socioemocionales.
Experiencias en poblaciones
estudiantiles
30
En este mismo sentido, Holst y colaboradores (2017)
realizaron una validación de habilidades sociales en 200
estudiantes universitarios del área de la salud de la Uni-
versidad Nacional Autónoma de México, encontrando que
había diferencias en destreza comunicativa y para resolver
conflictos, por sexo y por carrera, coincidiendo en que las
habilidades sociales inciden en las relaciones interpersona-
les satisfactorias y el desempeño profesional óptimo, sien-
do este último punto coincidente con los que González y
Lobato (2008) encontraron al evaluar a 158 estudiantes de
enfermería de la Universidad de Cantabria y la Universi-
dad del País Vasco; en dicho estudio, puntualizaron que los
alumnos que cuentan con una autopercepción de compe-
tencia social elevada demuestran perfiles altos en las habi-
lidades intra e interpersonales, lo que sin duda repercutirá
en el desempeño de su profesión (competencias laborales).
En continuidad con la comparación de perfiles según el
género, García, Cabanillas, Morán y Olaz (2014) hicieron
una valoración de 1067 estudiantes de la Universidad de
Córdoba (Argentina), encontrando diferencias significati-
vas en habilidades sociales según el sexo, siendo los hom-
bres quienes presentaron puntuaciones más altas en habili-
dades de abordaje afectivo-sexual, en tanto que las mujeres
obtuvieron mayores puntajes en las áreas conversacionales,
posición asertiva y empatía. Dado este marco de antece-
dentes se espera poder contribuir al análisis del impacto
del desarrollo de habilidades sociales en el rendimiento aca-
démico-escolar, los índices de reprobación y el ingreso a
carrera.
En un estudio observacional, explicativo y transversal,
Ruvalcaba, Orozco, Gallegos y Bravo (2019) identificaron
el nivel predictivo de las competencias socioemocionales
31
sobre la resiliencia, a través de la aplicación del Inventario
de Competencias Socioemocionales (EQi-YV) y la Escala
de Resiliencia para Adolescentes (READ) a una muestra
de 840 adolescentes mexicanos. Estos autores encontraron
que “las habilidades de adaptabilidad, así como el optimis-
mo y el autoconcepto, favorecen la competencia personal.
Mientras que las competencias interpersonales y la capaci-
dad para generar emociones positivas predicen las compe-
tencias sociales asociadas a la resiliencia” (p. 1). A partir de
sus resultados, subrayaron:
32
de las áreas que encontraron con resultados de tendencia
positiva se señalan la conciencia emocional, la autoefica-
cia y el optimismo.
Piovano, Maricel y Pascuali (2020) desarrollaron un
análisis en una muestra de 517 alumnos universitarios, a
través de la aplicación de un cuestionario sociodemográfi-
co y la aplicación del Inventario de Competencias Socioe-
mocionales para Adultos (ICSE), la Escala Multiaxial de
Afrontamiento Estratégico (SACS) y la Escala de Autoefi-
cacia para el Rendimiento (EAR); dentro de las competen-
cias socioemocionales más destacadas encontraron la rela-
tiva a la prosocialidad y la conciencia emocional; respecto
a las estrategias de afrontamiento encontraron con mayor
incidencia la relativa a la búsqueda de apoyo social y la ac-
ción asertiva.
Pava, Montejo y Gallo (2019) orientaron la evaluación
de las competencias socioemocionales en estudiantes gra-
duados, utilizando entrevistas a profundidad con siete egre-
sados. Estos autores encontraron que “las competencias
socioemocionales se potencializaron en el ambiente univer-
sitario […] a través de actividades lúdicas y creativas” (p.
90). En cuanto a los perfiles asociados a egresados, Morales
y Morales (2018) señalan una serie de competencias gené-
ricas de tres tipos: instrumentales, como el desempeño en
el trabajo y habilidades para la gestión; sistémicas, relativas
a la capacidad de aprendizaje, el liderazgo y la motivación
para el trabajo; y competencias interpersonales, que estu-
dian las relaciones entre las personas y el trabajo en equipo.
Pertegal, Molina, Marcos y Villagrá (2017) realizaron
un diseño no experimental sobre el perfil de competen-
cias genéricas de carácter socioemocional, necesarias para
la integración exitosa en el ámbito profesional a través del
33
EQi-S- en estudiantes de último curso del grado de inge-
niería multimedia. A partir de sus análisis mostraron que
entre las competencias que tienen menor desarrollo se en-
cuentran las relativas al manejo del estrés y la inteligen-
cia intrapersonal. Cabe destacar, que en la población que
estudiaron encontraron una alta incidencia de habilidades
relacionadas con el humor, la inteligencia interpersonal y la
adaptación, aludiendo que:
34
Con todo lo anterior, es posible determinar que “las ha-
bilidades sociales se relacionan directamente con la capaci-
dad del individuo de integrarse y socializar con los grupos,
la familia y la sociedad, de acuerdo con los patrones de con-
ductas establecidos en el espacio donde se esté desarrollan-
do” (Rivera, Lay, Moreno, Pérez & Rocha, 2019, p. 4).
Como lo establecen Salazar, Mendoza-Llanos y Muñoz
(2020), además de significar un factor importante para el
éxito o fracaso en el entorno escolar y social, el desarrollo
de HSE tiene un efecto significativo en la elección de la
ocupación y en la inserción en el mercado laboral. Estos
autores establecen que:
35
las habilidades en el manejo de relaciones interperso-
nales. (p. 14)
36
Estudio sobre las habilidades
socioemocionales en una
población de estudiantes
universitarios de primer
año de carrera
37
en formato Web para la aplicación, así como el de una base
de datos en SPSS para captura y análisis.
38
Cuadro 2. Distribución de habilidades por grupo
Grupo de habilidades Características
• Escuchar.
• Iniciar una conversación.
• Mantener una conversación.
Grupo 1. Primeras Habilida- • Formular una pregunta.
des Sociales. • Dar las gracias.
• Presentarse.
• Presentar a otras personas.
• Hacer un cumplido.
• Pedir ayuda.
• Participar.
• Grupo 2. Habilidades Socia- • Dar instrucciones.
les Avanzadas. • Seguir instrucciones.
• Disculparse.
• Convencer a los demás.
• Conocer los propios sentimientos.
• Expresar los sentimientos.
Grupo 3. Habilidades relacio- • Comprender los sentimientos de los demás.
nadas con los sentimientos. • Enfrentarse con el enfado de otro.
• Resolver el miedo.
• Autorrecompensarse.
• Pedir permiso.
• Compartir algo.
• Ayudar a los demás.
• Grupo 4. Habilidades alter- • Negociar.
• Empezar el autocontrol.
nativas a la agresión. • Defender los propios derechos.
• Responder a las bromas.
• Evitar los problemas con los demás.
• No entrar en peleas.
• Formular una queja.
• Responder a una queja.
• Demostrar deportividad después de un juego.
• Resolver la vergüenza.
• Arreglárselas cuando le dejan de lado.
• Grupo 5. Habilidades para • Defender a un amigo.
hacer frente al estrés. • Responder la persuasión.
• Responder al fracaso.
• Enfrentarse a los mensajes contradictorios.
• Responder a una acusación.
• Prepararse para una conversación difícil.
• Hacer frente a las presiones del grupo.
• Tomar iniciativas.
• Discernir sobre la causa de un problema.
• Grupo 6. Habilidades de • Establecer un objetivo.
• Recoger información.
planificación. • Resolver los problemas según su importancia.
• Tomar una decisión.
• Concentrarse en una tarea.
Fuente: Elaboración propia.
39
Cuadro 3. Ciclo de ingreso
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Cohorte 303 57,0 57,0 57,0
2019-2
Válido Cohorte 229 43,0 43,0 100,0
2020-1
Total 532 100,0 100,0
Fuente: Elaboración propia.
40
y su correlación con rendimiento académico, así como la
relación entre el perfil de habilidades sociales y el ingreso a
carrera.
41
Cuadro 6. Distribución de resultados por escala
Frecuencia Porcentaje Porcentaje Porcentaje
válido acumulado
Grupo 1
Primeras 72 13,5 13,5 13,5
habilidades
sociales
Grupo 2
Habilidades 36 6,8 6,8 20,3
sociales
avanzadas
Grupo 3
Habilidades
relacionadas 98 18,4 18,4 38,7
con los
sentimientos
Válido
Grupo 4
Habilidades 159 29,9 29,9 68,6
alternativas a
la agresión
Grupo 5
Habilidades 30 5,6 5,6 74,2
para hacer
frente al estrés
Grupo 6
Habilidades de 137 25,8 25,8 100,0
planificación
Total 532 100,0 100,0
Fuente: Elaboración propia.
42
Cuadro 7. Nivel de rendimiento por escala
Nivel de
rendimiento
Grupo de habilidades logrado
(global)
Grupo 1. Habilidades Sociales Primarias. Bajo
Grupo 2. Puntaje general en Habilidades Sociales Avanzadas. Medio
Grupo 3. Puntaje general en habilidades relacionadas con los Medio
sentimientos.
Grupo 4. Puntaje general en habilidades alternativas a la Medio
agresión.
Grupo 5. Habilidades para hacer frente al estrés. Medio
Grupo 6. Puntaje general en habilidades de planificación. Medio
Fuente: Elaboración propia.
43
Cuadro 8. Promedio de primer semestre
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
90-100 231 43,4 46,4 46,4
80-89 187 35,2 37,6 83,9
70-79 72 13,5 14,5 98,4
Válido
69 o 8 1,5 1,6 100,0
menos
Total 498 93,6 100,0
Perdidos Sistema 34 6,4
Total 532 100,0
Fuente: Elaboración propia.
44
Relación entre el perfil de habilidades
sociales y el ingreso a carrera
En la Facultad de Ciencias Humanas se imparten cinco ca-
rreras, cuatro de ellas adscritas a un tronco común denomi-
nado “Ciencias Sociales”, donde se encuentran Educación,
Psicología, Comunicación y Sociología, la quinta carrera
es Historia. Para ingresar a cualquiera de las carreras del
tronco común los estudiantes participan en un proceso de-
nominado “subasta de carrera” al término del primer año
de estudios, que comprende dos semestres y la aprobación
de diez materias obligatorias.
Durante los últimos 15 años la carrera con mayor de-
manda ha sido Psicología, en tanto que Educación y Comu-
nicación han estado en segundo o tercer lugar de demanda,
Sociología generalmente ha contado con poca matrícula.
Para participar en la subasta, los estudiantes, además de
aprobar las diez materias obligatorias durante la etapa básica
o tronco común, deben contestar un instrumento electróni-
co denominado “Encuesta de Selección de Carrera”, donde
alimentan el sistema con información de la carrera de su
preferencia en una primera y segunda opción; el sistema,
dependiente de Servicios Estudiantiles, asigna un puntaje
a cada estudiante de acuerdo al promedio obtenido de las
aprobación de las diez materias obligatorias en mención.
Cada programa educativo tiene un cupo determinado
(130 lugares cada una), espacios que se distribuyen en mo-
dalidad escolarizada y semipresencial (semiescolarizada).
Generalmente, la demanda para Psicología estriba en un
promedio de 150 a 160 estudiantes que la eligen como pri-
mera opción, es decir, no todos quedan. En el resto de las
carreras no se presenta esta situación, ya que generalmente
siempre hay lugar.
45
En el cuadro 10 se puede observar la distribución de
la preferencia de carrera en una primera opción, los datos
incluyen las respuestas de las cohortes 2019-2 y 2020-1. En
ambas generaciones la primera opción de carrera es Psicolo-
gía (un promedio de 164.5 estudiante por cada ciclo); que-
dando en segundo lugar Comunicación; en tercero, Educa-
ción; y en cuarto, Sociología. Historia, no subasta, los es-
tudiantes entran directo a carrera desde el primer semestre.
46
El cuadro 11 hace referencia a si los estudiantes queda-
ron o no en su primera opción de carrera, así mismo, in-
cluye la situación académico escolar actual de algunos casos
de la población estudiada. Más del 60% de los estudiantes
quedan en su primera opción de carrera, casi el 10% se va
a su segunda opción, en tanto que un 30% de los estudian-
tes se quedan varados en tronco común por reprobación y
dentro de este grupo, el 18% se da de baja sea temporal o
causa baja académica, aunque sea en un porcentaje menor
comparado con el 70% que sí se va a carrera, no deja de ser
un porcentaje preocupante que refleja una urgente inter-
vención desde la tutoría y las autoridades académicas.
47
con la situación académico-escolar actual de los estudiantes
y el nivel obtenido en el instrumento de HHSS se pudo
encontrar que independientemente de que los alumnos ha-
yan quedado en su primera o segunda opción de carrera el
promedio obtenido en las escalas permanecía igual que el
general, como se muestra en el cuadro 12.
Por otra parte, los alumnos que permanecían en tronco
común (sin carrera) por el tema de reprobación obtuvieron
un nivel medio en los grupos 2, 3 4 y 6; y un nivel bajo en
los grupos 1 y 5, esto es, que presentan dificultades para la
demostración de habilidades básicas y en estrategias para
hacer frente al estrés.
En cuanto al perfil de los estudiantes que están en baja
temporal o causaron baja académica, el perfil es similar a
los estudiantes que se quedan varados en tronco común,
con la diferencia de que en su mayoría obtuvieron un pun-
taje alto en la escala de planeación. Para poder realizar una
observación concluyente con este resultado específico sería
necesario ampliar una muestra con estos criterios de inclu-
sión (alumnos en baja temporal o en baja académica).
48
Cuadro 12. Puntaje por escalas de acuerdo
con la situación académica actual
BA BT 2daOP 1raOp TC
Grupo 1 0-69 -14 -35 20 136 -32 237
70-89 -14 19 -25 -151 24 233
90-100 10 4 6 34 8 62
Total 38 58 51 321 64 532
BA BT 2daOP 1raOp TC
Grupo 2 0-69 13 -30 -26 125 30 224
70-89 -20 27 23 -175 -32 277
90-100 5 1 2 21 2 31
Total 38 58 51 321 64 532
BA BT 2daOP 1raOp TC
Grupo 3 0-69 9 -38 15 123 25 210
70-89 -18 12 -31 -165 -31 257
90-100 11 8 5 33 8 65
Total 38 58 51 321 64 532
BA BT 2daOP 1raOp TC
Grupo 4 0-69 8 18 18 80 14 138
70-89 -17 -32 -23 -178 -38 288
90-100 13 8 10 63 12 106
Total 38 58 51 321 64 532
BA BT 2daOP 1raOp TC
Grupo 5 0-69 -15 -37 20 130 -28 230
70-89 -15 19 -27 -153 31 245
90-100 8 2 4 38 5 57
Total 38 58 51 321 64 532
BA BT 2daOP 1raOp TC
Grupo 6 0-69 12 -27 10 82 18 149
70-89 11 22 -34 -169 -32 268
90-100 +15 9 7 70 14 115
Total 38 58 51 321 64 532
Fuente: Elaboración propia.
49
Conclusiones
50
de escucha, tomar la iniciativa para establecer conversacio-
nes y mantenerlas, hacer preguntas, presentarse, etcétera.
Por el grupo etario del que estamos hablando esto pudiera
resultar entendible (sin pretender generalizar al respecto),
los estudiantes van iniciando una nueva etapa de forma-
ción, conocen nuevos sistemas de evaluación, nuevos pro-
fesores, nuevos compañeros, nuevas instalaciones, etcétera,
y puede ser natural el que sientan un poco de inseguridad
al inicio de esta etapa formativa.
En relación con las habilidades para hacer frente al estrés
el grupo de estudiantes necesita desarrollar habilidades para
saber reaccionar ante situaciones complejas, observar y plan-
tear quejas, manejar la frustración, responder a acusaciones,
hacer frente a las presiones de grupo entre otros aspectos, de
lo contrario puede ser el preámbulo para la generación de
cuadros de ansiedad, trastornos de sueño, apetito, etcétera,
que afecten de manera directa su rendimiento académico.
Cabe destacar que los grupos de habilidades relativos a la
expresión de habilidades sociales más complejas o avanzadas,
expresión de sentimientos y la capacidad de respuesta a las agre-
siones, los estudiantes resultaron con un nivel medio, que si
bien no es bajo, son áreas que deberían ser atendidas, dada la
importancia de las habilidades socioemocionales en el logro del
éxito escolar. Por lo tanto, este grupo estudiado requiere mejora
habilidades para pedir apoyo, seguir instrucciones, establecer
relaciones interpersonales empáticas, expresar sus emociones,
ser asertivos, resolver dificultades entre pares, saber negociar,
ayudar a otros, defender sus derechos y los de los demás, evitar
problemas con otros y, sobre todo, autorregular sus emociones.
El grupo con mayor incidencia fue el 6, el relativo a las ha-
bilidades para la planificación, es decir, que este grupo de es-
tudiantes cuentan con mayor habilidad para tomar iniciativa
51
(lo cual se entiende ya que forman parte del grupo de selec-
cionados para el ingreso a la universidad), esto es son capaces
de establecer acciones ante estímulos y situaciones inespera-
das, mostrando una actitud positiva ante los nuevos sucesos,
favoreciendo su adaptación a los retos que les plantea el ámbi-
to escolar, así como al establecimiento de objetivos y la toma
de decisiones.
Como se pudo comprender, las habilidades socioe-
mocionales son entrenables, flexibles y versátiles (García,
2018; Holst et al., 2017), sin embargo, siguen siendo un
componente carente en la formación profesional, “educar
a un ser humano no consiste en saturarlo sólo de conoci-
miento; lo imprescindible y absolutamente básico es con-
vertirlo en persona” (Alania et al., 2019, p. 97).
García y colaboradores (2020) señalan que “es esencial
que los docentes asuman en su praxis el desarrollo de ha-
bilidades socioemocionales, de manera que respondan a las
necesidades del contexto educativo y ayuden a fomentar
ambientes sanos y saludables, previniendo estados emocio-
nales negativos” (p. 57). Estos autores observan:
52
perfil de habilidades socioemocionales, pero sobre todo en el
diseño de espacios formativos para ello, desde la inclusión
de materias formales incluidas en los programas de estudio,
hasta el diseño de espacios alternativos como talleres, confe-
rencias y los denominados cursos masivos en línea (MOOC,
por sus siglas en inglés: Massive Open Online Curse), como lo
establecen Moreno, Rodríguez y Rodríguez (2018):
53
todas sus potencialidades, la estimulación de la capa-
cidad creativa debe ser considerada dentro de los ob-
jetivos del sistema educacional. Al respecto, los pro-
gramas psicoeducativos son una herramienta que por
varios años ha resultado útil en la instrumentación de
programas generales de promoción y prevención para
el individuo. (p. 2)
54
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64
Anexos
Anexo 1
Habilidades sociales (hh.ss)
A continuación, te presentamos una tabla con diferentes aspectos de las “Habilidades
Sociales Básicas”. A través de ella podrás determinar el grado de desarrollo de tú “Com-
petencia Social” (conjunto de HH.SS necesarias para desenvolverte eficazmente en el
contexto social). Señala el grado en que te ocurre lo que indican cada una de las cuestio-
nes, teniendo para ello en cuenta:
Habilidades sociales 1 2 3 4
Prestas atención a la persona que te está hablando y haces un
1 esfuerzo para comprender loque te está diciendo
Hablas con los demás de temas poco importantes para pasar luego a
2 los más importantes
3 Hablas con otras personas sobre cosas que interesan a ambos
Clarificas la información que necesitas y se la pides a la persona
4 adecuada
5 Permites que los demás sepan que les agradeces los favores
6 Te das a conocer a los demás por propia iniciativa
7 Ayudas a que los demás se conozcan entre sí
Dices que te gusta algún aspecto de la otra persona o alguna de las
8 actividades que realiza
9 Pides que te ayuden cuando tienes alguna dificultad
Eliges la mejor forma para integrarte en un grupo o para participar
10 en una determinadaactividad
11 Explicas con claridad a los demás cómo hacer una tarea específica
Prestas atención a las instrucciones, pides explicaciones y llevas
12 adelante las instruccionescorrectamente
13 Pides disculpas a los demás por haber hecho algo mal
Intentas persuadir a los demás de que tus ideas son mejores y que
14 serán de mayor utilidadque las de la otra persona
15 Intentas reconocer las emociones que experimentas
16 Permites que los demás conozcan lo que sientes
17 Intentas comprender lo que sienten los demás
18 Intentas comprender el enfado de la otra persona
19 Permites que los demás sepan que te interesas o preocupas por ellos
20 Piensas porqué estás asustado y haces algo para disminuir tu miedo
Te dices a ti mismo o haces cosas agradables cuando te mereces una
21 recompensa
Reconoces cuando es necesario pedir permiso para hacer algo y
22 luego lo pides a la persona indicada
67
Habilidades s o c i a l e s 1 2 3 4
23 Te ofreces para compartir algo que es apreciado por los demás
24 Ayudas a quien lo necesita
Llegas a establecer un sistema de negociación que te satisface tanto a
25 ti mismo como aquienes sostienen posturas diferentes
Controlas tu carácter de modo que no se te “escapan las cosas de la
26 mano”
Defiendes tus derechos dando a conocer a los demás cuál es tu
27 postura
Te las arreglas sin perder el control cuando los demás te hacen
28 bromas
Te mantienes al margen de situaciones que te pueden ocasionar
29 problemas
Encuentras otras formas para resolver situaciones difíciles sin tener
30 que pelearte
Dices a los demás cuándo han sido los responsables de originar un
31 determinado problemae intentas encontrar una solución
Intentas llegar a una solución justa ante la queja justificada de
32 alguien
Expresas un sincero cumplido a los demás por la forma en que han
33 jugado
Haces algo que te ayude a sentir menos vergüenza o a estar menos
34 cohibido
Eres consciente cuando te han dejado de lado en alguna actividad y,
35 luego, haces algopara sentirte mejor en ese momento
36 Manifiestas a los demás que han tratado injustamente a un amigo
Consideras con cuidado la posición de la otra persona, comparán-
37 dola con la propia, antesde decidir lo que hacer
Comprendes la razón por la cual has fracasado en una determinada
38 situación y qué puedeshacer para tener más éxito en el futuro
Reconoces y resuelves la confusión que se produce cuando los
39 demás te explican una cosa,pero dicen o hacen otras que se
contradicen
Comprendes lo que significa la acusación y por qué te la han hecho
40 y, luego, piensas en lamejor forma de relacionarte con la persona
que te ha hecho la acusación
Planificas la mejor forma para exponer tu punto de vista antes de
41 una conversación problemática
Decides lo que quieres hacer cuando los demás quieren que hagas
42 otra cosa distinta
Resuelves la sensación de aburrimiento iniciando una nueva activi-
43 dad interesante
Reconoces si la causa de algún acontecimiento es consecuencia de
44 alguna situación bajotu control
Tomas decisiones realistas sobre lo que eres capaz de realizar antes
45 de comenzar una tarea
Eres realista cuando debes dilucidar cómo puedes desenvolverte en
46 una determinada tarea
47 Resuelves qué necesitas saber y cómo conseguir la información
Determinas de forma realista cuál de los numerosos problemas es el
48 más importante y elque deberías solucionar primero
49 Consideras las posibilidades y eliges la que te hará sentir mejor
50 Te organizas y te preparas para facilitar la ejecución de tu trabajo
68
Habilidades sociales
69
24. Ayudar a los demás.
25. Negociar.
26. Empezar el autocontrol.
27. Defender los propios derechos.
28. Responder a las bromas.
29. Evitar los problemas con los demás.
30. No entrar en peleas.
Grupo v. Habilidades para hacer frente al estrés
31. Formular una queja.
32. Responder a una queja.
33. Demostrar deportividad después de un juego.
34. Resolver la vergüenza.
35. Arreglárselas cuando le dejan de lado.
36. Defender a un amigo.
37. Responder a la persuasión.
38. Responder al fracaso.
39. Enfrentarse a los mensajes contradictorios.
40. Responder a una acusación.
41. Prepararse para una conversación difícil.
42. Hacer frente a las presiones del grupo.
Grupo vi. Habilidades de planificación
43. Tomar iniciativas.
44. Discernir sobre la causa de un problema.
45. Establecer un objetivo.
46. Determinar las propias habilidades.
47. Recoger información.
48. Resolver los problemas según su importancia.
49. Tomar una decisión.
50. Concentrarse en una tarea.
70
Cuadro de resultados
* TABLA DE RESULTADOS *
GRUPO I GRUPO II GRUPO III GRUPO IV GRUPO V GRUPO VI
(1 a 8) (9 a 14) (15 a 21) (22 a 30) (31 a 42) (43 a 50)
GRUPO I GRUPO II GRUPO III GRUPO IV GRUPO V GRUPO VI
PDO
(de 1 a 8) (de 9 a 14) (de 15 a 21) (de 22 a 30) (de 31 a 42) (de 43 a 50)
PDO PDM 32 24 28 36 48 32
PDM PDP 32 24 28 36 48 32
PDP * TABLA DE RESULTADOS *
Gráfica de resultados
* GRÁ FRIÁCF IA
* G CA D
D EER ER
S UE
L TSAU
D OLST
* ADOS *
100 %
100 % 90 %
80 %
90 %
70 %
80 % 60 %
50 %
70 % 40 %
30 %
60 %
20 %
50 % 10 %
0%
Grupo I Grupo II Grupo III Grupo IV Grupo V Grupo VI
40 %
Dpto. de Orientación - I.E.S. Sem Tob Curso 2.003 - 04
30 %
20 %
10 %
71
0%
Grupo I Grupo II Grupo III Grupo IV Grupo V Grupo VI
Anexo 2
Puntaje por escala
72
Puntaje general en habilidades
alternativas a la agresión (Grupo 4)
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
0-69 138 25,9 25,9 25,9
70-89 288 54,1 54,1 80,1
Válido
90-100 106 19,9 19,9 100,0
Total 532 100,0 100,0
Fuente: Elaboración propia.
73
Anexo 3
Puntaje por escala de acuerdo al
promedio de primer semestre
75
Puntaje en Habilidades Sociales Primarias
(Grupo 4) de acuerdo al promedio
69 o
90-100 80-89 70-79 menos
0-69 51 50 17 6 124
Puntaje
en el 70-89 138 93 38 2 271
Grupo 4
90-100 42 44 17 0 103
Total 231 187 72 8 498
Fuente: Elaboración propia.
76
Anexo 4
Distribución de programas como
segunda opción en la “Encuesta
de Selección de Carrera”
77
Índice
Introducción..................................................................5
Qué son las habilidades socioemocionales ......................9
Estudios realizados sobre habilidades socioemocionales.
Experiencias en poblaciones estudiantiles ....................30
Estudio sobre las habilidades socioemocionales en una
población de estudiantes universitarios de primer año de
carrera..........................................................................37
Conclusiones................................................................50
Bibliografía ..................................................................55
Habilidades socioemocionales en el ámbito uni-
versitario, de Yessica Martínez Soto, Édgar
Iván Lechuga Moreno, Yaralín Aceves Villa-
nueva y María Margarita Barak Velásquez,
fue impreso en diciembre de 2020, en los
talleres de Editorial Artificios (Perú 451, Col.
Cuauhtémoc Sur, Mexicali, Baja California,
21200). El tiraje consta de 150 ejemplares.
La presente obra se deriva de un ejercicio de
investigación llevado a cabo con estudiantes
universitarios durante el 2020, año que marcó
un parteaguas para la humanidad en todo
sentido; el periodo de clases durante el confina-
miento significó todo un reto para los estudian-
tes y profesores (de todos los niveles) ya que
además de las capacidades cognitivas y de
rendimiento académico, las competencias
emocionales para dar respuestas a las responsa-
bilidades escolares sin duda fueron impactadas.
ISBN: 978-1-947921-66-5