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Las principales edificaciones son: los Propileos, el Partenón y el Erecteion (en varias fases a partir del 447 a.C.

El Partenón

Arquitectos: Ictinos y Calícrates. Su construcción (447-432 a.C.), aprovecha los cimientos de un templo anterior,
el Partenón de Cimón (Hecatompedon). Se trata de un templo dórico períptero, con 8x17 columnas, realizado
completamente en mármol blanco pentélico (excepto grapas, clavijas y madera en la techumbre). Tiene un
peristilo con 46 columnas dóricas. La pronaos posee un pórtico hexástilo (6 col.) La Nao está realizada con
muros de sillería, con columnata interior de doble planta para sostener la techumbre. El interior de la nao acoge
la estatua crisoelefantina (oro y marfil) de Atenea Parthenos (12 m), realizada por Fidias. Mientras, la pared
externa de la nao tiene un friso continuo de relieves que rodea toda la nao, donde se representa la procesión
de las panateneas. Por último, el opistodomos con 4 columnas jónicas y pórtico hexástilo dórico, alojaba las
ofrendas y objetos de culto de la diosa.

Metopas del Partenón

El friso tenía 92 metopas decoradas con pequeños altorrelieves de 1.20 m de alto por 1.25 de ancho

• Fachada este gigantomaquia


• Fachada sur: centauromaquia
• Fachada oeste: amazonomaquia
• Norte: escenas de la guerra de Troya
• Alegoría a la victoria de los griegos sobre los persas y la exaltación de Atenas.
Frontones

En el frontón Este, se representa el nacimiento de Atenea, con los dioses Helios (con su carro de caballos
surgiendo del Océano, el río que, según los griegos, rodeaba la tierra); Dionisos, Hermes, Poseidón, Apolo,
Hestia, Selene (con su carro de caballos, hundiéndose en el Océano), Atenea coronada por Niké, Hera, Deméter
y otros. En el Oeste, la disputa entre Atenea y Poseidón por la posesión del Ática.

Friso de las Panateneas

Representa las distintas fases de las fiestas de Atenea Partenos, procesión anual en honor a la diosa. Es una
franja continua de 160 m. de longitud y aprox. 1 m. de alto. Un friso jónico corrido decorado con bajorrelieves,
con fondo pintado de azul. Rodeaba la parte superior del exterior de la Nao, iniciándose en la esquina suroeste.
Cara oeste: preparativos ecuestres para la procesión

Refinamientos arquitectónicos

• Curvatura de las superficies horizontales


• Engrosamiento fuste columnas (éntasis), a 1/3 altura 2 cm.
• Inclinación columnas y paredes nao hacia el interior
• Engrosamiento columnas y capiteles de las esquinas (2.5% + que el resto)
Paga de los escultores del friso

Friso corredor decorado en bajorrelieve, realizado por varias manos. Una inscripción hallada en el templo habla
de 60 dracmas por figura. La inscripción enumera los artistas, su lugar de origen, los trabajos realizados y los
honorarios: A Firómaco de Cefisia por el joven de al lado de la coraza: 60 dr. A Praxias, residente en Metilene,
por el caballo y el hombre que se ve detrás: 120 dr. A Antífanes de Ceramos, por el carro y el joven y el par de
caballos que están siendo enganchados: 240 dr. A Minión, residente en Agrile, por el caballo y el hombre que
lo está atando. Más tarde añadió el pilar (por el que se le pagó un poco más: 127 dr

Los Propileos: acceso monumental

Arquitecto: Mnesicles. Construidos: 437-431 aC. Combina orden dórico (6 col.) y jónico (3 col.)  El ambicioso
proyecto original nunca llegó a completarse. Ejemplos arcaicos: constituido por pórtico anterior y posterior, con
columnas dóricas o jónicas, y muro central para la puerta. Propileos de la Acrópolis: fachada similar a la de un
templo, con 6 col. dóricas Rampa: +20 m. de ancho por 80 de recorrido, probablemente escalonada, y con
calzada central (3 m.) para circulación de animales. Eran la entrada a la Acrópolis y el espacio por donde entraba
la procesión panatenaica.

La pinacoteca

Situada en el ala norte de los Propileos. Es una galería de pintura y, quizá, salón de banquetes ceremoniales.

Templo de Atenea Niké

Proyecto de Calícrates, está en obras desde el 449 aC. Pequeño templo de estilo jónico, anfipróstilo y tetrástilo,
construido con mármol blanco pentélico. Tiene 4 col. jónicas en sus fachadas . Cela más ancha que larga. Entrada
con pilastras entre las antas, en lugar de columnas. Cerramiento con rejas de bronce.

Erecteion

Santuario dedicado a todos los dioses y héroes asociados a la Acrópolis. Lugar de culto a Atenea Poliada, el
héroe Erecteo (que le da nombre), Poseidón, etc. (10 en total). Construido entre 421-406 aC. (con intervalos).
Estructura compleja (planta de 4 niveles y 3 unidades estructurales), condicionada por la topografía y los
espacios sagrados anteriores. Presenta 6 col. jónicas en pórtico oriental. Lado meridional: baldaquino sostenido
por 6 Cariátides. Interior actual está transformado completamente, al convertirlo en iglesia. Planta y vista del
Erecteion desde el soroeste.

Es un templo múltiple en tanto que agrupa altares dedicados a distintos dioses como Zeus, Hefesto, Poseidón…
Luego, algunas estatuas, un manantial de agua salada, un olivo sagrado…

SANTUARIOS

El santuario es un espacio sagrado, denominado témenos, en los que se celebraban rituales, fiestas religiosas,
cultos y procesiones, concentraciones cívico-religiosas, como las fiestas panhelénicas. Por tanto, frente a los
templos, una de las grandes diferencias es que el santuario es mucho más accesible para el público y no
necesitan de un intermediario entre ellos y la divinidad. Entre sus elementos destaca el propio témenos, los
altares, los templetes (pequeños templos), estelas, pórticos, depósitos de ofrendas…

Ya fueran santuarios rurales o urbanos, eran lugares dotados de unas condiciones naturales especiales: grutas,
montañas, manantiales, valles protegidos, bosques o árboles sagrados (atributos: olivo-Atenea, laurel-Apolo, roble-
Zeus), confluencias de ríos o lugares de especial significado (sobre campos de batalla, antiguas tumbas o palacios de
las antiguas acrópolis).

Los santuarios más importantes de Grecia fueron: el de Apolo de Delfos, el de Zeus en Olimpia, el de Asclepio en Epidauro
y el de Atenea en la Acrópolis de Atenas.

El espacio sagrado: témenos

Se encuentra claramente diferenciado del espacio profano por un períbolo o delimitación perimetral (cerca,
muro de piedra o adobe, cipos), a partir de época arcaica (mitad del s. VI a.C.) Otros elementos asociados a la
demarcación o señalización del espacio sacro son los perirrhantéria, grandes cuencos de piedra, emplazados en
la entrada a los santuarios con agua ritual para purificación. En época arcaica solían ser divinidades femeninas
con leones las que sostenían esos cuencos.

Estelas y pórticos

Las estelas son inscripciones con los reglamentos sagrados, normas que solían advertir del acceso a un lugar
sacro, por lo que debían estar a la entrada, y dan cuenta de las penas impuestas en caso de quebrantar las
normas. El pórtico o própylon está situado en el acceso al santuario, se adapta a un lugar conveniente en el
muro del témenos, sin relación directa con el templo. Los santuarios más importantes contaron con acceso
monumental, como los propileos de la Acrópolis ateniense.

Los altares

El altar era un elemento fundamental al posibilitar establecer relación entra los dioses y los mortales a través
de la ceremonia del sacrificio. Alrededor del altar y sobre él se realizaban las operaciones ritualizadas del
sacrificio animal y el reparto posterior de las partes entre dioses y hombres. Tras ello se realizaba el banquete
(en salas de banquetes con 7-11 lechos).

Las formas de estos altares van evolucionando a lo largo del tiempo, siendo en origen una estructura sencilla
de forma oblonga o circular, grandes anillos de piedra que albergaban las ofrendas. A partir del I milenio se
desarrollan las mesas de sacrificios, porque van a llegar a alcanzar grandes dimensiones y estando decoradas
con frisos de triglifos, metopas y otros elementos. En cuanto a las tipologías, encontramos:

• Simples altares de cenizas (eschara), producto de la acumulación de restos de sacrificios. No se retiraban


porque se consideraba que eran sagradas, estaban dirigidas al dios, no podían tirarse.
• Estructuras medias: altares circulares, cuadrangulares, con mesa en forma de Pi.
• Estructuras monumentales: como la de Pérgamo.
En cuanto a su orientación, suele ser en eje E-O, aunque existen múltiples excepciones debidas a imperativos
topográficos, particularidades locales o refacciones posteriores. Por eso mismo, lo más importante no era ese
eje E-O.
Altar del templo de Atenea en Paestum: ejemplo del altar de tipo dórico de finales de la época arcaica. La mesa de
sacrificios es bastante sencilla, tiene la forma de un bloque de más de 2m de altura, con una de planta rectangular de 3 por
15 metros aproximadamente. Posee una escalinata que eleva la estructura.

Altar de Roikos: ejemplo más evolucionado. Se orienta con relación al eje del templo y se adopta una nueva forma
monumental. Tiene un alto muro cortavientos con cornisa que circunda por 3 de sus lados una plataforma de 30 por 14m
de superficie aproximada. A su lado, un árbol sagrado. DIAPO

Altar de Zeus en Pérgamo: es el altar de referencia, muy monumental a lo que influye el que se ubique en la acrópolis.
Pertenece al final de la época helenística, periodo en el que los altares se convierten en conjuntos arquitectónicos
independientes, y es mandado a construir por Eumenes II (s. II a.C). Se alza como núcleo de un recinto cerrado… DIAPO Los
sacrificios se llevan a cabo detrás del telón de columnas en esa mesa de sacrificios. El altar presenta en la zona del zócalo
un friso decorado de altorrelieve, desarrolla como tema escultórico la gigantomaquia. El muro interior de la pared trasera
del pórtico tenía un friso de menores prop… DIAPO

Depósitos de ofrendas

Los exvotos depositados pueden ser variados: elementos hoy invisibles para el arqueólogo (vegetales
quemados…), miembros del cuerpo humano en terracota, grandes trípodes de bronce, estatuas de bronce, oro
o mármol (megalomanía en época arcaica). En época clásica, las guerras engrandecieron de estatuas y
monumentos los santuarios. La victoria contra los persas dio ocasión a toda una serie de ofrendas en honor a
Atenea, como la construcción del Tesoro de los Atenienses o el de los Siphnos en el santuario de Delfos.

Tesoros

Otro tipo de edificio destinado a atesorar los exvotos preciosos ofrecidos a los dioses por un ciudad. Consistía
en una cámara cuadrangular, de dimensiones no muy grandes, precedida por un pórtico dórico o jónico.
El tesoro de los Atenienses: ofrecido en el s. V a.C. por Atenas al Santuario de Delfos, según Pausanias, se costeó con la
décima parte del botín conseguido en la batalla de Maratón (se ofrece ese tesoro como agradecimiento por la victoria).
Está construido en mármol de Paros y consta de una naos o cella y un pronaos con columnas dóricas in antis. Los frontones
y metopas presentaban una profusa decoración escultórica, representando las hazañas de Heracles y Teseo, el héroe
ateniense, y una Amazonomaquia (guerra entre Atenienses y amazonas). Las metopas originales se conservan en el Museo
de Delfos. Fue restaurado por arqueólogos franceses entre 1903-1906
Tesoro de los Sifnos: de estilo jónico, construido enteramente con mármol de Paros. Tenía en su frente dos cariátides en
lugar de columnas. Estaba adornado con dos frontones y un largo friso esculpido con representaciones de episodios
mitológicos. Fue erigido por los habitantes del lugar en el 525 a.C., con los diezmos de las minas de oro de la isla.

Santuario de Delfos

Este santuario se sitúa en la Fócida, a los pies del monte Parnaso, por lo que se halla en entorno rural. A Delfos
acudían los griegos al oráculo para preguntar a los dioses sobre todo tipo de cuestiones, convirtiéndose en el
centro religioso del mundo helénico.

El recinto del témenos mide 190x135m. La vía Sacra (aprox. 400mx4-5m) era la calle principal del santuario,
que comenzaba en la parte suroriental y ascendía montaña arriba, pasando por delante de los Tesoros y
diversos monumentos, hasta llegar al templo de Apolo, donde estaba el oráculo. El santuario contaba, además
con otros edificios, como un teatro y un estadio. Los que se desplazan allí van a dejar dinero en la ciudad,
precisamente por ello se construyen estos elementos de ocio, sumados a los establecimientos para hospedaje
o comida en la ciudad.

Templo de Apolo

Se alzaba en el centro geométrico del témenos sobre una plataforma tan alta que era necesaria una rampa de
acceso en el lado este. Los restos que podemos contemplar actualmente corresponden al último templo,
construido en el s. IV a.C, sustituyendo a otros dos templos anteriores de los s. VII y VI a.C. Solo quedan los
cimientos del templo y fragmentos de seis columnas dóricas. El templo era de orden dórico, períptero y
hexástilo con 15 columnas en los lados largos y medía 60.32 por 28.32 m. Constaba de pórtico o pronaos, naos
o cella, opistodomos y un ádyton subterráneo. En el pronaos estaban grabadas las sentencias de los Siete Sabios
de Grecia (“Conócete a ti mismo”, “Nada en demasía” …) En el ádyton, la cámara secreta a la que solo podían acceder
los sacerdotes y la Pitia o pitonisa se custodiaba el “omphalos”, ombligo del mundo, y brotaba agua de la fuente
Casiótide.

Teatro de Delfos

Se encuentra en las inmediaciones del templo de Apolo, apoyando su koilon o gradería en la ladera. Se
construye entorno al s. IV a.C. Está relacionado con la afluencia de ciudadanos que acudían a visitar el santuario,
y sus dimensiones hacían que pudiera albergar 5000 personas.

Estadio

Se encuentra al oeste del santuario en la zona más elevada. También se relaciona con esa afluencia de personas,
y en él se acogen eventos deportivos. Podía acoger 7000 personas. Posee una tribuna de la proedria para
albergar a las élites.

Tholos de Marmaria

Fuera del témenos o recinto sagrado el Santuario se encuentran los restos de un tholos, templo de planta y nao
circular, datado en el s. IV a.C. En su construcción se mezclaron los colores del mármol blanco del Pentélico y
de la caliza oscura del monte Himeto. Sobre el crepidoma (krepis) se alzaban 20 columnas dóricas en la parte
exterior y 10 jónicas interiores, adosadas al muro de la cella. Permanecen en pie 3 de las columnas exteriores
con parte del entablamento. Desconocemos a qué divinidad estaba consagrado.

EDIFICIOS PÚBLICOS

Los griegos se caracterizan por tener una vida pública, social, al aire libre, lo cual no se entiende sin la existencia
de estos espacios. Las dos cuestiones fundamentales que diferencian los edificios públicos de los privados son
por un lado la función y por otro la pertenencia. Las primeras construcciones civiles de las ciudades son formas
elementales de la arquitectura doméstica, pero ya en el s. VI a.C. comienzan a aparecer los espacios y edificios
públicos donde transcurrirá la vida cotidiana, política y administrativa de la ciudad, es decir, las principales
actividades se desarrollan aquí y eso los hace muy importantes. Estos edificios son para el uso general, no se
restringe la entrada a una serie de personas, aunque su propiedad es del estado.

Ágora, escenario de las polis

Uno de los principales es el ágora o plaza pública de la comunidad: forma zonas siempre protegidas entorno a
las cuales se desarrolla la vida pública, social y comercial de la ciudad.

Ágora de Atenas

El ágora de Atenas tiene una vía principal y sagrada, la Vía Sacra; una puerta de entrada orientada al E; varias
stoas; un templo de Apolo y otro de Afrodita, un tholos, una Casa de la Moneda, un Metroon, un buleuterion…
Vemos por tanto que es una plaza pero que se compone de varias estructuras, ya que en él se desarrolla toda
la vida del ciudadano griego, por ello decimos que es el “escenario de la polis”.

Stoas

Los stoas son estructuras que cierran y delimitan el espacio del ágora. Las primeras stoas aparecen hacia finales
del s. VII a.C. en los santuarios, consistiendo en largas y estrechas galerías, abiertas por uno de sus lados
mayores y provistas de soportes. En el s. V, aumenta su importancia en el urbanismo (aparición democracia),
donde cumplen diversas funcionalidades:

• Punto de encuentro para todos • Galería de exposiciones


• Vía comercial • Sede de las instituciones
Hasta el final de la época clásica las stoas se elevan generalmente como edificios exentos de mediano tamaño a
lo largo de las plazas. En el helenismo se convierten en grandes edificios de varias naves y dos plantas, con largas
alineaciones de columnas uniformes.

Stoa de Átalo, Atenas

Erigida hacia el 140 a.C. por el rey Átalo II de Pérgamo, es un ejemplo de stoa helenística, con 116 m de largo.
Cerraba el lado este del Ágora. Tenía dos plantas, elevándose sobre un zócalo que sobresale a modo de pódium.
En los lados menores, la galería quedaba cerrada por la caja de las dos escaleras, que conducían a la segunda
planta, y en la parte posterior se abrían 21 tiendas, en cada una de las plantas. Este edificio por tanto acogía
gran afluencia de personas. En la fachada presentaba el doble de columnas, simulando ser más espaciosa al
interior y más cerrada al exterior. Altera orden dórico en la parte baja y jónico, más ligero, en la planta alta.

Bereuterion/buleuterion

Era la sede de la asamblea constitutiva, donde se desarrollan las elecciones y se toman decisiones sobre el
gobierno de las ciudades, situándose generalmente al borde del ágora. En la época arcaica se utilizan en principio
salas alargadas, generalmente con una hilera de soportes centrales, aunque en muchas partes aparecen, en su
lugar, salas hipóstilas (de techumbre sostenida por muchas columnas) de planta rectangular o cuadrada. Así, p.
e., hacia el 500 a.C., el “antiguo ayto” de Atenas consistía en una sala rectangular con gradas en los dos lados
mayores. Surge una especie de edificio tipo compuesto por una gran sala cuadrada con gradas en hemiciclo o
dispuestas en tres de sus lados. Esto permitía a los que hablaban ejercer su capacidad oratoria porque se pueden
ver y escuchar muy bien unos a otros.

Buleuterion de Priene

Es el mejor conservado, y consistía en una sala de 18x20m aprox., que aprovecha la pendiente para el
escalonamiento de las gradas. En su centro había un altar y frente a él, enmarcada por las gradas, se encontraba
la tribuna de oradores, bajo un gran arco de medio punto. Al borde de la galería que recorría la parte superior
había dos hileras….
Tholos

Hablamos de una institución civil o política, porque el tholos define o que es un edificio de planta circular que
puede tener distintas funciones. En este caso, aquí se daba de comer a los “buleutas” (privilegiados) de servicio,
que comían a cuenta del erario público. Tenía un perímetro de 18,32m, con espacio para 25 divanes (comían
acostados). Aquí también se custodiaban los pesos y medidas oficiales.

Teatros

Después del templo, el teatro es, sin duda, el mejor edificio que define la arquitectura griega. Su función original
era acoger espectáculos que tenían lugar en las fiestas dionisiacas, en honor a Dionisos (danzas y cantos corales).
Desde el p. de vista arquitectónico, nació en Atenas en la 2ª mitad del s. VI a.C. Las fuentes literarias señalan
que en origen fueron construidos en madera, apoyándose en las faldas de las colinas. Las condiciones climáticas
hacen que la madera no se conserve igual. A partir del s. V a.C., comienzan a aparecer las primeras
construcciones en piedra, de estructura permanente (graderío). La petrificación del teatro no fue total hasta la
2ª mitad del s. IV a.C.

Un aspecto importante es que funcionaban como entretenimiento o distracción mientras se tomaban


decisiones políticas. Equivale a grandes eventos deportivos como el fútbol hoy en día. Las entradas eran gratis,
se trataba de que todos pudieran disfrutar del ocio, además de que se consideraba como un método para
transmitir enseñanzas.

Otro elemento importante es la impresionante acústica de estos edificios, que parece tener que ver con la altura
de las gradas y su inclinación, de manera que funcione como una “caja de resonancia” que permite al sonido
llegar a cualquier parte. Se diferencia con el Coliseo en tanto que sus paredes son abiertas, por lo que no limitan
el alcance de las ondas sonoras y no “las encierran”. En los coliseos, no se prima la audición sino la visión.

Teatro griego arcaico

La forma del teatro griego es resultado de la práctica de la representación. Consta de tres partes esenciales:
orchestra, skene y graderío (koilon). El koilon o theatron “lugar desde el que se mira” da nombre al edificio. En
algunos casos como el Torico en el Ática, consta de edificaciones varias como unos “vestuarios”, un templo a un
lado del escenario y un altar al otro, además de gradas en dos niveles. Para acceder a ellas había distintos
accesos, bien por arriba o por abajo, mediante rampas. Esta construido en un entorno natural en una base de la
colina, lo cual se demuestra por la existencia de cámaras excavadas en la roca y un muro de la terraza ubicado
en la parte posterior.

El koilon o graderío

Tiene forma poligonal al principio, luego, evolucionan a una forma de hemiciclo rodeando la orchestra, y
aprovechan usualmente la ladera de una colina para su construcción (en los arcaicos). El graderío estaba
compuesto por sectores (kerkis), separados verticalmente por escaleras (klimakes) y en horizontal, por pasillos
(diazoma). Esta estructura permitía que los espectadores se sentaran y no tuvieran que moverse para dejar
pasar a otros, ya que había separaciones suficientes. Por tanto, volvemos a la funcionalidad. Los asientos más
próximos a la orchestra, denominados prohedria, eran de mejor calidad y se reservaban para sacerdotes y
ciudadanos más respetados. Entre el koilon y la orchestra había un murete llamado balteus.

La orchestra

Era el escenario ubicado al nivel del suelo, lugar reservado al coro y las danzas rituales ante el templo de Dioniso
(se relaciona con los teatros por ser un dios del placer mundano, la naturaleza humana en todos los sentidos, la alegría, la
fiesta, la lujuria, el disfrute, ese estilo de vida y ocio. También es el dios del vino). Era un espacio circular, donde se
desarrollan las evoluciones del coro y los actores. Tenía un altar (thymile) que al principio se situaba en el centro
y luego a un extremo, hasta separarse del escenario posteriormente. Antes de comenzar la representación se
sacrificaba un cordero en honor a Dioniso. La orchestra aparece separado de la skena por dos pasillos -paradoi-
que facilitan el acceso a la orchestra desde el exterior.
La skene

Se encuentra tras la orchestra y separada del auditorio por dos pasillos-paradoi, entrada de los actores-. Al
principio era una ligera estructura de madera, siendo reemplazada posteriormente por una obra permanente
de madera, con bastidores y elementos móviles. Hacia finales del s. IV a.C. pasará a ser de piedra. Sus funciones
son facilitar la entrada y salida de actores y servir de vestuario, pese a que por su nombre da la sensación de
que sería el “escenario”, pero este es la orchestra. Al principio se hallaba al nivel de la orchestra y, a medida que
se petrifica, sube en altura, llegando a tener en época Helenística un desarrollo arquitectónico propio. Puede
destacarse los pinakes o paneles pintados, que eran elementos escénicos temporales, colocados generalmente
en las aberturas o puertas (thyromata) de la skena. El proskenion (delante de la escena), estaba adornado con
columnas y estatuas, era el lugar donde actuaban los actores, decorado con figuras y pinturas según el lugar en
el que la acción se desarrollaba. La canción más triste, robe

El teatro griego clásico

Hacia el 420 a.C. se separa en Atenas la orquesta del templo y del altar y se crea una ordenación concéntrica
entre las diferentes partes del edificio teatral. Este, en época clásica, estaba constituido por tres partes
fundamentales:

• La cavea (Koilon), de forma semicircular, presenta dos graderíos separados por un pasillo (diazoma) y por
escaleras radiales.
• La orquesta circular (orchestra), lugar donde se desarrollan las evoluciones del coro.
• La escena (skene), estructura erigida detrás de la orquesta y separada del auditorio por dos pasillos
(parodoi). Servía para facilitar la entrada y salida a escena de los actores y de vestuario
El teatro de Epidauro

Es un templo construido hacia el 320-200 a.C. y se hace célebre en la antigüedad por su perfección. Pausanias cita y
magnifica mucho al teatro por esa cualidad no solo por el sonido sino por su arquitectura totalmente regular. Se atribuye
su construcción a Policleto el joven.

Alrededor de una orquesta circular se construye el teatro con absoluta regularidad geométrica. El koilon aparece dividido
en kerkis con escaleras de acceso a los lados, y su capacidad era para 14000 espectadores. La grada está dividida en dos
partes desiguales mediante una diazoma. Detrás de la orquesta, se desarrolla el edificio de la escena, que cierra el teatro,
con dos plantas de altura. En la proedria tenía asientos con respaldo y brazales de honor.

Gradas

La prohedria, esos asientos reservados para los ciudadanos más respetados tienen un respaldo y brazales. Son
de honor (están en primera fila) Para el resto de la ciudadanía, eran amplias gradas de piedra sin respaldo o
brazales, pero sí tienen una parte elevada donde ponían los pies y una zona hundida inmediatamente anterior.
Así, son lo suficientemente amplias para pasar sin molestar. Además, esos pasillos de acceso o klimakes están
escalonados para evitar resbalones.

Elementos auxiliares

La escena va adquiriendo un valor decorativo, llegando a tener un desarrollo arquitectónico propio. Se


introdujeron novedades técnicas para dar ilusión de un fondo real.

• Tres puertas canónicas: representaban las 3 ámbitos fundamentales de esta sociedad, el campo, la ciudad y
la casa. Eran estos lugares donde se ambientaban las obras.
• Escenas pintadas en paneles de madera, sobre todo
• Periaktoi: prismas giratorios con decoración ambiental. Era más práctico que tener distintos paneles de
fondos.
• Ekkylema: plataformas giratorias que van en el suelo, así los actores se quedan quietos y es la plataforma la
que se mueve.
• Machina: grúa para apariciones divinas o simular el vuelo del actor.
Gimnasios y palestras

Eran lugares para la educación física e intelectual, no como ahora donde se dedica básicamente al trabajo o
culto del cuerpo. Se utilizaba para el ejercicio y también se hacían debates filosóficos. En origen, el gimnasio era
el lugar donde se realizaba el adiestramiento de los miembros de la organización militar, sin organización
arquitectónica diferenciada. A partir del s. IV, irá asumiendo nuevas funciones como la formación atlética de los
jóvenes y la educación filosófica, convirtiéndose en el centro de formación física e intelectual.

Así, el gimnasio configura su planta tipo durante el siglo II a.C. y comprenderá un vasto conjunto de salas,
campos, pistas, galerías, y edificios anejos, siendo el principal la palestra. Como veremos, los griegos no
entendían la separación entre cuerpo y mente. Para ser un buen griego era necesario controlar la ciencia,
filosofía u oratoria, pero también se necesitaba un buen físico. El ejemplo perfecto de ello son las palestras,
donde se realizan ambas educaciones.

Palestra de Olimpia

Construida en el s. III a.C, considerada el modelo de la época. Tiene tendencia a una planta rectangular, posee
un pórtico que rodea por todos sus lados el patio de ejercicios. En tres de sus fachadas se alternan espacios
grandes y pequeños, la mayoría con bancos corridos: salas de ejercicios y preparación para el entrenamiento
físico y aulas para la educación científica y musical. Las salas se abren al peristilo a través de columnas -ninguna
está cerrada-, para dar sensación de amplitud, relacionado con la importancia que le daban a la naturaleza y el
contacto con ella. Posee tres puertas de entrada, una a modo de propileo.

Las termas

Salas de abluciones frías o calientes, con cubas o bañeras. Existían toda una serie de conductos subterráneos
que hacen posible que el agua esté fría o caliente, mediante unas calderas a partir de las cuales, mediante
tuberías de cerámica, permitían trasladar esa agua. Para evitar crear un ambiente de “sauna”, tenían conductos
para renovar el aire.

Son espacios públicos muy importantes, “similares” a un balneario actual. Algunas, según la decoración más
cuidada que presentan y cómo se construyen, parecen haber sido edificios donde acudían ciudadanos más
importantes como políticos. Se habla por ello de que eran un lugar de reunión para tratar aspectos
comprometidos. Las mujeres no podían entrar.

LA CASA GRIEGA

La interpretación de las casas griegas no es fácil a pesar de que lo parezca, precisamente por los restos, que
aparecen usualmente derruidos. A eso añadimos las escasas referencias en textos escritos que ayuden a
contextualizar los restos arqueológicos. Aun con ello, los especialistas han sido capaces de llegar a algunas
conclusiones. Principalmente, vemos una evolución importante desde la época arcaica al s. II a.C., con profundos
cambios en la construcción doméstica. Esto es porque las casas son “entes vivos”, que van evolucionando según
las nuevas tendencias sobre todo porque también el resto de edificios públicos donde se desarrolla la actividad
de los ciudadanos lo hacen.

Casas de la época Oscura y arcaica

Usaban materiales perecederos para la construcción, por ello tienen a desaparecer haciendo más complicada la
interpretación.

Las plantas podrían se ovales, absidiadas (semicírculo para ampliar la planta original), cuadradas o rectangulares.
Tenían un único espacio interno en principio o pequeñas compartimentaciones con funciones específicas
(dormir, cocinar, vida cotidiana, almacenaje) El almacenaje es importante, pero como son gente muy activa, no
pasaban mucho tiempo en la vivienda, por lo que no necesitaban en principio un espacio tan amplio. Son casas
simples que pueden variar en tamaño, sobre todo dependiendo del poder o capacidad económica. De hecho,
los políticos o sacerdotes solían vivir en villas.

Casas en época clásica

Se da una nueva concepción de la casa y racionalización de los espacios privados en el interior de la ciudad, ya
que solo los ciudadanos podían ser propietarios de suelo y casa. Anteriormente, solo si tenían dinero podían
comprar la propiedad y comprar luego la casa. Esto es un fenómeno ligado a la creación de ciudades ex novo,
es decir, las de nueva fundación debido a la expansión y colonización del mundo griego. Lo que interesaba a la
hora de conquistar era poner en funcionamiento rápidamente las ciudades ocupadas, por lo que no las
destruyen. Sin embargo, no es lo mismo establecerse en una ciudad ya creada, en la que solo puedes modificar
elementos. En las ciudades nuevas se ordena la trama urbana o plano en torno a un módulo que establece y
regula las dimensiones de las manzanas ocupadas por viviendas, que serán grandes rectángulos de casas
rodeados por calles. A este tipo de manzana se le llama Olinto, y su estructura está predefinida: rectangulares
de 300 m2, con dos hileras de 5 viviendas, formando núcleos de 10 casas, separadas por un estrecho pasillo
trasero (evacuación de aguas), y abiertas a la calle.

Espacio interior

El espacio interior es una nueva estructura organizada que reparte el espacio entre las funciones domésticas,
por tanto, se organizaba en torno a 3 elementos básicos: el patio y pasillo de acceso desde la calle; el andrón o
sala de recepción de los hombres y un pórtico (pastos) abierto al patio. Poseía en la parte alta un gineceo, lugar
para mujeres, separado del de los hombres. Además, contaban con cocina y aseo. Se orientaban hacia el sur
para buscar la iluminación e insolación.

Quizá podríamos hablar de una segregación del espacio, donde los hombres estarían vinculados al mundo
urbano exterior (polis), por lo que se reunían en un espacio para ellos dedicado a debatir sobre esos aspectos
políticos, económicos o sociales. Mientras, las mujeres se reservaban al ámbito doméstico, es decir, lo que tiene
que ver con el funcionamiento de la casa (oikos).

Las casas de peristilo

La introducción de un sistema de ciudad rectangular permite, mediante el trazado de manzanas uniformes


(insulae), la formación de tipos básicos. Las casas con peristilo desarrollan ese patio como centro, alrededor del
cual se distribuyen las estancias. Un pórtico recorre tres o cuatro de sus lados y, como está abierto, comunica
diferentes salas de la casa.

Las casas pudientes

Villas suburbanas de mayores dimensiones, con mayor contacto con la naturaleza, de hecho, solían ser
propietarios de tierras de cultivo. Tienen ricas ornamentaciones, símbolo del status de sus propietarios. Tienen
también un peristilo, con unos pasillos o pastas alrededor y el resto de estancias típicas. A ellas se añaden las
dependencias del servicio, que además de tener, al igual que todas las estancias, un acceso al patio, poseen una
salida a la calle, ya que el servicio y los propietarios no podían entrar por donde mismo.

Materiales empleados

Son bastante pobres, muros de adobe sobre zócalo de piedra de altura variable (uso del mármol solo en época
helenística). Las paredes se revestían en el interior, mientras que en el exterior era raro, no gastaban esfuerzos
en ello. Las cubiertas, con tejas de terracota sin adornos. Vemos que se alejan de la monumentalidad, prima la
practicidad. Vanos externos escasos, con alguna ventana o balcones, se aprovechaba la luz del patio interior.

La casa griega en época helenística


El patio se convierte en un peristilo columnado dórico, es decir, pasamos de columnas sin decoración a estas.
Las estancias principales se agrupan en torno al peristilo. Ahora tenemos ricas decoraciones con pinturas,
mármol y mosaicos, para lo cual se necesitaba de artesanos verdaderamente habilidosos.

Ejemplo en la casa de Dionisos (3000m2), con dos patios formados por pórticos (dórico al N; jónico al S), lo cual
significa que no están abiertos sino cubiertos, de manera que ayudan a mantener la planta alta; y sala de
banquetes pavimentada con mosaicos del dios Dionisos y la cacería del león.

URBANISMO GRIEGO

Fuentes del conocimiento para el urbanismo griego

Ninguna valoración de la urbanística antigua puede pretender ser completa o tener carácter concluyente, pues
pocas ciudades han sido excavadas en su totalidad, y de la mayoría solo conocemos su ultimo estadio de
evolución, normalmente clásico o helenístico. La ciudad, tal como sus edificios, es un ente vivo, el trazado, la
organización de los edificios y otros espacios va evolucionando. Contamos con los datos aportados por fuentes
clásicas, muy valiosas en algunos aspectos, aunque a veces de difícil utilización y contrastación. Dentro del
urbanismo griego diferenciamos fundamentalmente: urbanismo arcaico, urbanismo regular.

URBANISMO ARCAICO (S. VIII A.C.)

Ciudades repobladas

Aparece en las antiguas ciudades fortificadas, los centros comerciales y lugares de culto micénicos, que ahora
se colonizan y repueblan. Hablamos de lugares que no son vírgenes, sino que han estado ocupados antes de esa
invasión griega en busca de áreas comerciales. No obstante, en muchos lugares toma impulso el urbanismo
gracias al sinecismo: unión de varios pueblos o aldeas rurales de una región, con el traslado de sus habitantes a
una ciudad situada en el centro. Ambos procesos, repoblamiento de antiguos lugares y sinecismo pueden
combinarse en un mismo lugar, como Atenas, que crece rápidamente hasta convertirse en la capital de uno de
los pocos estados regionales. Según dice Aristóteles, muchas polis comenzarán con esa unión de varias aldeas,
no se trata solo de una unión producida por elementos materiales sino también humanos.

Los vestigios de estas ciudades primitivas (Edad Oscura y periodo arcaico), no permiten distinguir un sistema
general de organización. Por tanto, es difícil definir un modelo urbano único, pues se trata de un cuadro bastante
heterogéneo, determinado por las dinámicas de formación de cada centro urbano. Esto es porque:

• No existe una organización predeterminada y ordenada de viviendas y edificios públicos, al menos no se ha


detectado.
• Los barrios y vías de comunicación de adaptan al terreno, por lo que el trazado urbano era bastante irregular.
• Raras veces se encuentra un asentamiento con forma exterior cerrada y determinada geométricamente.
Ciudades ex novo

Entre mediados del s. VIII y mediados del VII a.C., encontramos una serie de ciudades con cierta organización,
que son aquellas ciudades de creación ex novo, producto del fenómeno colonial. En sectores de algunas
ciudades, en la ampliación de nuevos barrios o, en especial, en las reconstrucciones de sectores destruidos por
enfrentamientos bélicos. Aplican una organización precisa de los lotes de terreno a adjudicar a los colonos. Los
primeros ejemplos se constatan ya en el s. VII a.C. en la antigua Esmirna y en la Mileto arcaica; así como en
ciudades antiguas de la Magna Grecia, hacia el s. VII a. C., con redes varias regulares.

En Megara Hyblaea (Sicilia, 728 a.C.), ya se puede ver cierta organización, con una trama regular, con calles
paralelas entre sí, aunque todavía no ortogonales. Desde su fundación se reservó espacio al Ágora. Las casas no
están agrupadas, con espacios vacíos para el cultivo, además los caminos de separación entre lotes pasan a
convertirse en calles de la colonia. Muchas veces se habla del campo y la ciudad en la Grecia clásica como
elementos totalmente separados, pero en la realidad dependen el uno del otro (si solo existe el campo, no tienes
dónde almacenar y distribuir; si solo existe la ciudad, no tienes de dónde extraer alimento).

Selinunte (Sicilia, 628 a.C.) presenta una traza urbana con dos calles axiales (transversales) que determinan la
orientación del resto del viario, con calles principales (9 m ancho) y secundarias perpendiculares (entre 3.6 y
3.95 m) delimitando parcelas de forma alargada. Un aspecto básico de la nueva estructura urbana y social, que
está claramente documentado, fue la separación neta de los espacios públicos y privados. Los públicos serán la
sede de las 3 fuerzas básicas de la polis: ágora (espacio de los ciudadanos), santuarios (espacio dioses),
necrópolis (espacio antepasados) Sin ellos, no se entiende la sociedad griega.

Las murallas

El urbanismo arcaico se verá obligado a defenderse, apareciendo rápidamente la edificación de murallas, que se
fueron convirtiendo en la condición y símbolo de la independencia de las ciudades: en las metrópoli, por la lucha
competidora que sostienen las ciudades entre sí; en Jonia y las colonias, por su situación de exposición en la
frontera con los países bárbaros.

Son murallas que se adaptan al terreno, siguen la topografía para aumentar su fuerza defensiva. La técnica
constructiva era de dobles paramentos (emplecton). Por tanto, esa construcción de recintos murados comienza
a ser frecuente. L. Berrocal distingue 2 grandes tipos de fortificaciones según el contexto de su emplazamiento
(si es en zona de guerras, en zona comercial…), cronología de construcción, y su función estratégica. Los tipos
serían:

• Fortificaciones urbanas: acrópolis, recintos urbanos y circuitos exteriores


• F. territoriales: para control de vías de comunicación o aprovisionamiento.
Mantinea

Situada en la llanura de la arcadia oriental, surge por sinecismo. La ciudad, destruida por los espartanos, será
reconstruida en el 370 a.C., bajo Epaminondas de Tebas.

El contorno de la muralla de esta ciudad, que en la llanura no está ligado a las ventajas del terreno, forma un
ovalo, rodeado por el curso del arroyo Ophis. Se conoce el centro urbano de época helenística, con un ágora de
trazado regular de 88 por 150 m y sus edificios púbicos: baleuterion, pórticos y teatro. La muralla tiene un zócalo
de unos 4’5 m de espesor, con doble paramento de aparejo poligonal y relleno de piedras y tierra. Sobre al
zócalo se levanta un alto muro de adobes (ladrillos no cocidos). En Mantinea se han identificado más de 100
torres a intervalos de unos 6’5 m. Las puertas siguen, en parte, un tipo ya conocido en Micenas, donde una parte
de la muralla monta sobre la otra, formando una callejuela paralela a la muralla que conduce hasta la puerta

Mesenia

La antigua Zancle, surge en el siglo VI aC. como una fortaleza sobre el monte Itome. La fundación de la ciudad
baja no tiene lugar hasta el 369 aC., bajo Epaminondas de Tebas. La muralla, partiendo de la acrópolis, utiliza
como base natural las cimas de las colinas y las escarpaduras. Restos de la zona residencial y del centro de la
ciudad, localizados en la meseta suroeste. Ambos paramentos están realizados en toda su altura en aparejo
isodomo, estando grapados, a través del relleno, con vigas de piedra. Una cubierta de losas soporta un camino
de ronda.

La muralla mide unos 9 km. de longitud, con cortinas de 2 m. de ancho y 6 m. de altura. Está jalonada por torres
(cuadradas y redondas), que alcanzan los 9 m. de altura. Torres construidas en aparejo de piedra caliza, ajustado
en seco. Las torres poseen ventanas de tiro en derrame, troneras, y puerta de acceso al camino de ronda.

Puerta de Arcadia

La puerta de Arcadia presenta sistema de baluarte circular, con acceso defendido por dos torres cuadradas. Tras
la puerta se abre una construcción circular con un camino de ronda en su parte superior. Emplea aparejo de
grandes bloques en la 1ª hilada, en forma de ortostatos. Encima, filas regulares de bloques almohadillados
URBANISMO REGULAR O HIPODÁMICO

La invención del urbanismo regular es atribuida a Hipódamo de Mileto en el s. VI a.C., aunque planificaciones
urbanísticas regulares ya eran conocidas en Egipto. Hipódamo perfeccionó un sistema que ya se usaba desde la
época arcaica, una planta urbanística basada en ejes ortogonales (que se cortan en ángulo recto). Aportará la
diferenciación clara en la planta urbana entre las áreas públicas, privadas y sagradas o religiosas, además de
coordinar los edificios residenciales y públicos coherentemente organizados en manzanas.

Partes

Por ello, en este urbanismo regular, la unidad básica es la ínsula, manzana regular entre cuatro calles. La división
preferida por los griegos fue la de strigas, rectángulos o franjas, siendo una serie de avenidas y calles las que
marcarán unas amplias manzanas que se irán subdividiendo en otras más sencillas. Arqueológicamente la
evidencia de la existencia de una planificación se comprueba al localizar uno o varios ejes orientados,
prefiriéndose las orientaciones los puntos cardinales. Este sistema racional se convierte en modelo de una serie
de ciudades griegas como Turi, Selionte, Olinto o Priene.

Mileto

Es el ejemplo por antonomasia. Hipódamo de Mileto participó en la planificación de la nueva ciudad de Mileto,
destruida por los persas en el 494 a.C., reconstruida a partir del 497 a.C. La nueva planta de la ciudad recopila
todas las teorías del urbanismo racional y las experiencias acumuladas en la colonización. La ciudad se libera de
la vinculación a la antigua acrópolis, que era la base de la fundación de la antigua ciudad, y se traslada hacia la
península que se adentra en el mar, esto quiere decir que es una nueva planta, no se adapta a la ciudad anterior.
Una red ortogonal divide la ciudad en insulae idénticas. Dos ensenadas sirven de puertos: el septentrional en
forma de tubo (P. de los Leones), como fondeadero de la flota de guerra; y el occidental, en primera línea, como
puerto comercial. No solían mezclar las instalaciones para barcos comerciales con las militares, por eso
aprovechan la posibilidad.

La muralla, reforzada con torres, sigue el contorno de la península, quedando al sur la ciudad antigua (acrópolis)
como fortaleza-refugio, protegida por otra muralla separada. La planta urbanística está subdividida en tres
zonas, con calles en retícula levemente diferenciada, con áreas destinadas a la actividad pública, sagrada y
privada. Las plazas y los edificios públicos, así como los recintos sagrados se ajustan a la ordenación común
básica. Se aprovecha parte de la ladera para ubicar el teatro.

Se identifican diferentes barrios en relación al tamaño de las cuadrículas, variando la forma de las ínsulas en
relación a su ubicación. La zona más importante está al sur, con manzanas de 175x100 pies. Las otras dos zonas,

Atenas

Tiene varias murallas, como la de la Acrópolis, la del Areópago (uno de los lugares más importantes) o la
construida bajo Temístocles (s. V a.C.) tras la toma y quema e Atenas por Jerjes. Quedan abundantes restos y
puede seguirse su trazado. La muralla tiene una basamento de piedra de 1 m y un ancho de 2.5 m. Las caras
externas eran de mampostería de piedra, con relleno de cantos rodados y mortero. El alzado, de 7-8 m, se
realizaba con adobes. A partir del metro, y en una altura de otros 7 u 8 metros, seguía una muralla de ladrillos
de adobe. Posteriormente el adobe se picó y se añadió un revestimiento de piedra.

Puertas sur de la muralla de Atenas

En el sureste de la ciudad, la muralla tenía tres puertas, la Puerta del Dipilón, la Puerta Sacra y la Puerta del
Pireo. Cada cierto intervalo se construyó una torre de 5 m de lado, que reforzaba el muro.
Los muros largos

Dotaban a Atenas de un pasillo fortificado entre la ciudad y sus puertos en el Pireo: cántaro, Cea y Muniquia.
Los tres puertos también estaban protegidos por murallas. Dos murallas llegaron a constituir, sin querer o
queriendo, un pasillo fortificado para el desplazamiento entre ambas zonas, perdiendo su función inicial de
protección

El Pireo

En las primeras décadas del s. V a.C. se construyeron bocanas en las entradas de los tres puertos de El Pireo
(Cántaros-comercial-, Cea y Muniquia -militares-), para estrecharlas y poder cerrarlas con cadenas. En los tres
se han hallado restos de cobertizos para las naves, para resguardarlas y repararlas. No sabemos la longitud
exacta. En el puerto de Cea, el principal puerto militar y el mayor de los dos meridionales, tenía 196 (vemos
actividad militar importante). El de Muniquia, más pequeño, 82. El resto de la flota debía guarecerse en este
puerto comercial situado al norte, más grande (Cántaro) con 94 cobertizos. Cada uno se separaba del siguiente
por columnas, eran varaderos cubiertos.

Pose tres grandes avenidas, de dirección casi paralela, que cortaban la península en sentido transversal. Hacia
mediados del s. V a.C., la pequeña península se organizó según un esquema callejero de ángulos rectos y una
exacta delimitación de las áreas: el emporio, a lo largo del arco del Cántaro; el ágora y los santuarios en la franja
transversal entre el Cántaro y Muniquia; los arsenales, alrededor del Cea.

URBANISMO HELENÍSTICO

La tendencia a organizar el espacio se impone aún más, destacando ejes principales y ejes dominantes. A partir
del s. IV a.C. la fundación o reconstrucción de ciudades de oriente y occidente en el mundo griego amplían ese
esquema. Este sistema regular se extiende, por tanto: por el oeste hasta territorio etrusco-romano mediante la
colonización; por el este, alcanzando territorios de grandes civilizaciones antiguas como Alejandría o Dura-
Europos (Siria). Introducen un concepto decorativo que transforma el paisaje urbano, haciendo concesiones a
la monumentalidad y el ornato arquitectónico.

Priene

Tras la destrucción por los persas de la ciudad primitiva, se construye a mediados del s. IV aC. una ciudad nueva.
El lugar elegido, la pendiente el monte Micale, supone unos imperativos topográficos, con importantes
desniveles. Para superar estos inconvenientes, se distribuyó la ciudad sobre cuatro grandes terrazas artificiales
excavadas en la roca (1.300 m3 de roca tallada) y amplias escaleras para prolongar las calles. Se trazaron 3 ejes
principales en sentido E-O

Pérgamo

El gran programa corresponde a Eumenes II (s. II a.C), y se caracteriza por la exaltación del poder real y de la
dinastía de los atálidas. La planta se adapta a un terreno quebrado, disponiéndose en tres terrazas paralelas,
para lo que se usaban muros de contención. Se rodea de una muralla que sigue la topografía, confiriéndole el
carácter de fortaleza.

TEMA 4: MUNDO FUNERARIO

Fuentes para el estudio de la muerte entre los griegos

Fuentes de información fundamentales:

• Las referencias de los propios autores griegos


• Las fuentes epigráficas
• Los datos arqueológicos de las estructuras funerarias
Limitaciones:

• Los textos: no proporcionan descripciones tan ricas y minuciosas como sería de esperar
• La documentación epigráfica (epitafios), proporciona cierta información sobre el sentimiento ante la
muerte. Dentro de la brevedad, aportan datos sobre el nombre del difunto o del familiar que realiza la
dedicatoria, o algún detalle que deja traslucir ciertos sentimientos ante la pérdida del ser querido.
Limitaciones de la documentación arqueológica

Las investigaciones sobre los usos funerarios helénicos se han polarizado en torno al Ática, región a la que
pertenecen la mayor parte de las necrópolis estudiadas y publicadas. No es posible abordar una síntesis sobre
los aspectos funerarios de toda Grecia. Por ejemplo, la iconografía de vasos: las características decorativas de
las cerámicas, como veremos, serán fundamentales, pero no abarca todas las fases del ritual

No parece que sea lógico extrapolar estas características a toda Grecia, sin embargo, hay que destacar que (F.
Quesada-9 el Ática ejerció una importante influencia sobre otras regiones, además del carácter conservador que
poseen los usos funerarios. Las regiones más alejadas del Ática y del mundo colonial escaparían a esta influencia,
más abierta a las influencias indígenas.

Las creencias funerarias en Grecia

Mundos separados:

Ecumene: espacio habitado por los vivos

Hades: Reino donde reposan las almas de los muertos, sombras debilitadas y sin aliento

• Hades: señor del mundo subterráneo con su esposa Perséfone


• Hypnos y Thánatos: recogen el alma del fallecido y la depositan en su tumba para que la familia le rinda
honras fúnebres
• Hermes Psicopompo: umbral entre el ecumene y el hades. Conduce al difunto a las orillas del río Aqueronte
• Las Moiras: Un hilo simboliza la vida de cada persona
o Átropo lo hila
o Cloto lo enrolla
o Láquesis lo corta en el momento de la muerte
• Las Erinias, Alecto, Tisífone y Megera, habitan en el Inframundo y castigan a las almas que han cometido
crímenes de sangre o morales
• Caronte: Cruza a los difuntos el río Aqueronte en su barca Can Cerbero: vigila que no salgan los muertos ni
entren los vivos

EL RITUAL FUNERARIO EN GRECIA

Enterrar a los muertos debe ser sagrado, un deber u obligación personal y social, en tanto que es algo
compartido por todos. De esta forma, el ritual se ejecutaba por las personas adecuadas, bien familiares o amigos
cercanos. Además, tal como se muestra en algunas imágenes iconográficas, parecen ser las mujeres las que
usualmente se dedican a ello. Los griegos entendían la separación del cuerpo y el alma, que viaja al más allá una
vez se separa de ese “cascarón”. Un cadáver insepulto condena al alma muerta a errar sin descanso, y estas
almas en pena son peligrosas para los vivos.

FASES DEL RITUAL

El ritual funerario supone la repetición de unas fórmulas culturales tipificadas que la comunidad ha ido
estableciendo cuya celebración permite superar la pérdida (mantenimiento del difunto en la memoria colectiva).
El ritual se resuelve en el ámbito familiar sin la participación de sacerdotes profesionales, salvo excepciones.
Estos serían crímenes o suicidios (intervienen intérpretes de las leyes sagradas y costumbres ancestrales -
exegetai-). En su concepción, son almas “perdidas”, que no podrían acceder al más allá, ese mundo “paradisíaco”
y estarían destinados al Hades, por lo que se intenta “salvarlas” mediante esos profesionales. De este modo, se
contratan incluso a plañideras profesionales, mujeres dedicadas a ir a llorar a los muertos. Era una manera de
demostrar el poder y honor del difunto, cuantas más, mejor. Para la mentalidad del griego era muy importante
poder disponer de una ceremonia digna (Atenienses o griegos en general: ser enterrados en su patria). El proceso
ceremonial fúnebre se inicia con los preparativos para la muerte, y finaliza, mucho tiempo después, una vez se
pierde la memoria del difunto y deja de honrarse su tumba.

El período de tránsito de la psyché entre el cuerpo y el Hades (donde será juzgado según si ha sido o no un buen
ciudadano griego) será objeto de desarrollo de las diferentes fases del ritual funerario. Los ritos se inician desde
el momento mismo en que el moribundo se enfrenta al final, ya que en este desenlace se encuentra rodeado
de allegados y sirvientes. Las fuentes principales para reconstruir las fases del ritual fúnebre son los relatos
homéricos y el rico repertorio de imágenes presentes en la cerámica griega. Encontramos 4 fases principales
según Quesada:

• Ritos pre-deposicionales: no es un cadáver aún


• Ritos deposicionales
• Ritos post-deposicionales de carácter inmediato
• Ritos posteriores al fin del duelo

Ritos pre-deposicionales

Distinguimos entre el funeral familiar (con esas fases descritas) y el funeral de Estado para los soldados caídos
en combate (héroes por dar la vida por la patria. Se hacen sacrificios y libaciones presididos por el arconte de la
ciudad y se celebraban juegos atléticos en memoria del conjunto de caídos)

1. Próthesis: exposición y lamento ritual


En este momento, la psyché está vagando entre el mundo de los vivos y el Hades, no es algo automático. Por
ello, debe confirmar la muerte del cuerpo. Para esto, un pariente (hijo) llama al alma para que regrese al cuerpo
y le cierra los ojos, indicándole su final. Las mujeres de la familia preparan el cuerpo: lo lavan, le cierran la boca
con una moneda sujetándole la barbilla (pago al barquero), porque no funcionan ya los ligamentos y puede
abrirse la boca; y lo ungen con aceite perfumado. Se le viste con el kosmos funerario dejando el rostro al
descubierto (actualmente incluso maquillaje), y se lo adorna con coronas, cintas y joyas, que actualmente siguen
existiendo. En épocas no tan lejanas, como principios del s. XX, o incluso actualmente en otras culturas, el ritual
funerario no se realiza en la funeraria sino en las casas, donde las mujeres también suelen ser las encargadas de
preparar al difunto.

Esta fase de prothesis, muestra la importancia que tenía el difunto y su familia, ya que encontramos una variedad
de rituales marcados por la jerarquía social. La exposición del cadáver sobre un lecho -kline-, se hacía siempre
con los pies hacia la puerta entre 1-3 días; (Homero da 2 a Patroclo y 17 a Aquiles, mostrando esa relevancia de su
figura, por lo cual debe haber asistido a un ritual de embalsamamiento para conservarlo ). En la puerta se colocaba una
rama de ciprés, mechones de pelo y una vasija con agua, demostraciones de dolor de familiares y deudos, junto
al lamento funerario ritual donde se encuentran las plañideras (cantos fúnebres, lamentos, música…)

Vemos cómo el agua es un elemento de purificación, situada a la entrada en recipientes cerámicos -lebeta y
lutróforo- a disposición de quienes iban a dar las condolencias (“agua bendita”). En la casa mortuoria podían
entrar todos los hombres que se presentaban que podían llevar trajes de luto negros, grises o blancos y el pelo
corto en señal de duelo. Las mujeres tenían acceso restringido, solo accedían aquellas con parentesco muy
cercano.
2. Ekphorá: cortejo fúnebre cargando con el difunto y junto a familiares y conocidos
Se traslada al cementerio de noche, caminando o en un carro tirado por animales en caso de ser personas
importantes. Junto a ello, la comitiva fúnebre, compuesta por la viuda, con un vaso para las libaciones, y el
heredero. Luego, hombres, mujeres de la familia y músicos. Se realizan sacrificios de pequeños animales y
ofrenda de objetos, además de libaciones a los dioses y torta de miel, sobre el ataúd o urna. Y, por último, las
cremaciones se harían en una pira funeraria (última llamada), reducción por fuego directo y las llamas se
apagaban con vino y con agua.

Ritos deposicionales: deposición en el cementerio

Los huesos y cenizas se depositan en urna funeraria. Debemos pensar que la temperatura alcanzada en las piras
funerarias no alcanzarían para deshacer del todo los huesos (le decimos cremación y no incineración). Si no se
hace la cremación, directamente se inhuman los restos. Las fuentes iconográficas suelen ignorar esta fase del
ritual, pero por ejemplo Homero nos cuenta esas libaciones de agua lustral (en la que habían apagado un tizón
ardiendo sacado de la hoguera de sacrificio), vino o aceite sobre la tumba del muerto.

Lugo, se realiza la deposición del ajuar, cuya composición tenía relación con el status social, la edad y sexo, y
variaba según el área geográfica. Finalmente, las súplicas y frases rituales a las divinidades del Hades para que
acojan el alma del difunto.

Rituales post-deposicionales

De vuelta a la casa del difunto, se realiza un lavado ritual para expulsar a las malas energías o espíritus que
hayan podido entrar, luego, un banquete fúnebre en honor al difunto. Al día siguiente, se realiza una purificación
de la casa con agua de mar y un hisopo. Al tercer, noveno y trigésimo día tras el funeral se realizan banquetes.
La basura de la casa se deposita sobre la tumba como elemento purificador, también en los días de aniversario
de la muerte. Se realiza en estos días marcados porque son los días que se considera que son necesarios para
que todo el proceso de llegar a la laguna Estigia, pagar al barquero, llegar al Hades y surten efecto las acciones
tomadas para que los dioses tomen el alma.

A los tres días de la defunción, Perideipnon: banquete funerario en la casa familiar, bajo la presidencia del
familiar más próximo del difunto. Estos actos marcaban el final del duelo.

Ritos posteriores al fin de duelo

La visita a la tumba es lo que hace que se mantenga viva la memoria del difunto. Son visitas periódicas que se
prolongarían entre una y tres generaciones. A partir del análisis iconográfico de las imágenes de los lekitos de
fondo blanco, Quesada propone una secuencia de actos:

• Decoración con flores y cintas de tela de la estela funeraria


• Colocación sobre la tumba ofrendas no alimenticias: cabellos, cerámica...
• Invocación al difunto por familiar más próximo
• Realizan libaciones con aceite, leche, vino agua o miel, con rotura de los vasos sobre la tumba acompañado
por cantos fúnebres
• Por último, sacrificios sobre la tumba de animales, normalmente hembras o machos castrados de pelaje
negro (vacas, cabras, liebres, cerdos…)

Es un ritual bastante largo, ya que comienza con ese momento de tránsito de la psyché desde su cuerpo al Hades, se
mantenía con la unción anual de la estela con aceites perfumados y finalizaba cuando se perdía la memoria del difunto y
dejaba de honrarse su tumba.
ARQUEOLOGÍA DE LA MUERTE EN GRECIA

Nos referimos a cómo podemos diferenciar el paso de una época a otra, ya que en las tumbas no encontramos
fechas exactas.

Protogeométrico: 1050-900 a.C.

Desde 1050 a.C.

Abandono del ritual micénico de inhumación en tumbas colectivas. La cremación en pira funeraria y sepultura
de los restos es en cistas individuales. Las fosas son cuadradas o rectangulares, de pequeñas dimensiones, con
orificio en el fondo para introducir la urna. A veces acoge los restos de la pira funeraria (cremación secundaria).
Después, se rellenaba con tierra rematando con un túmulo de pequeña entidad. Al final del Protogeométrico, el
túmulo empieza a señalizarse con una piedra caliza hincada a modo de estela.

Desde el 900 a.C.

La cremación es en la misma tumba de las fosas, de menor profundidad. Se señala con una estela de caliza
hincada, acompañada de un vaso cerámico a excepción de los niños, que son inhumados en cistas o fosas.

Los ajuares masculinos suelen ser puntas de lanza, espadas u otros, sobre todo si son soldados. Para las mujeres,
fíbulas, agujas…

Geométrico: 900-700 a.C.

Estamos en la Edad oscura, cuando comienza la configuración de las poleis. Empiezan a verse signos externos
de pertenencia al grupo socialmente destacado. Reaparece el rito de inhumación además del de cremación.
Señalización de estelas mayores y grandes vasos de fondo perforado: cráteras para hombres, ánforas para
mujeres.

En este momento se produce un mayor distanciamiento del espacio funerario al habitado. Se empiezan por
tanto a diferenciar más los espacios donde habitan los muertos/ los vivos. (Cementerio de Cerámico: parte de Atenas
al NO de la Acrópolis a las orillas del Eridanos, usado como cementerio desde III milenio a. C.). Ahora, sigue siendo
predominante el rito de cremación secundaria, y la inhumación aparece al final del periodo. Los niños siguen
siendo inhumados en cementerios o bajo las casas. Existe mayor complejidad en elementos de señalización
externa de las tumbas: estelas y cerámicas de mayor tamaño.

Periodo Arcaico: 700-490 a.C.

Acusada tendencia a desvincular espacio funerario del de los vivos: elección de lugares próximos a caminos.
Monumentos visibles como expresión del status social del difunto, además de esa señalización con grandes
estelas de piedra decoradas, que empiezan a aparecer ahora. Conviven el rito inhumatorio (en fosas o pozos
excavados en toca) y cremación primaria (realizada en la propia fosa) con túmulo. Hacia fin del s. VI a.C., los
túmulos son sustituidos por tumbas rectangulares alineadas en calles. Señalización con grandes estelas de piedra
decoradas.

Periodo Clásico: 490-430 a.C.

Continuidad de los ritos de inhumación y cremación primaria, en tumba individual. A pesar de eso, aparece el
períbolos (recinto conteniendo varias tumbas, familiar), hacia finales del s. V a.C. Aparecen también los
sarcófagos monolíticos de piedra para inhumación, y también tenemos señalización con grandes estelas de
piedra con decoración del difunto, tal como era en vida, solo o acompañado de un familiar y con breve epitafio.
Las tumbas de estado para los caídos se diferencian también. Encontramos lecitos funerarios de fondo blanco
con decoración pictórica de escenas fúnebres con colores al temple: rojo, amarillo, azul, rosa o malva

Periodo de crisis, 430-336 a.C.

La Guerra del Peloponeso, 431-404 a.C. y otros conflictos rompen la unidad friega, destrozan su economía e
induce a la guerra civil en la vida cotidiana. Esto se refleja en el mundo funerario donde se potencia el recodar
al difunto como era en vida. Las estelas se convierten entonces en un pequeño frontón con figuras: difunto en
pie con un esclavo, despedida simbolizada con apretón de manos, mujeres con sierva o con un niño…
Indirectamente muestran aspectos de quienes eran esas personas o cómo era su vida. Se generaliza el uso de
lecitos de mármol blanco decoración en relieve para señalar las sepulturas, y desaparecen los lecitos pintados.

El individuo frente a la sociedad, 336-323 a.C.

El difunto se representa caracterizado por su profesión o actividad. Se da un tratamiento especialmente


cuidadoso con mujeres, más si eran madres. Esto es por influencia oriental, esa monumentalidad u referencias
a la vida de ultratumba. Alejandro como gobernante héroe, personalidad heroizada.

Período Helenístico, a partir del 323 a.C.

Las manifestaciones del mundo funerario se multiplican y magnifican. Se mantienen ambos ritos de cremación
e inhumación (más abundantes), con ataúdes de madera, sarcófagos bañeras y tumbas de tejas. Tipología
estructural afectada por la legislación impuesta por Demetrio de Falero (317-307 aC.) que pone fin a la
ostentación monumental y la producción de estelas. A partir del s. II comenzarán a aparecer de nuevo las estelas
con relieves y las grandes tumbas de carácter monumental. Ajuares sencillos: lecitos sustituidos por
ungüentarios de factura menos cuidada. Grecia del Este: tumbas de gran monumentalidad con fusión de
elementos griegos y orientales (tumbas de cámara, fachadas con tratamiento arquitectónico y grandes
mausoleos)

Monumento a las Nereidas

Es la culminación de estas características, construido sobre un basamento como un Templo jónico períptero
(370 aC.)

Tumba de Mausolo de Caria, Halicarnaso

Según descripción de Plinio: medía unos 45 m. de altura (140 pies) y tenía dos partes: un podium de tres cuerpos,
pórtico con columnas jónicas más un remate piramidal coronado por carro. Cámara sepulcral bajo el
monumento. Fosa de ofrendas al lado oeste con numerosos animales (extremidades cortadas y quemadas)

Túmulo de Filipo II, Macedonia, 336 a.C.

Sepultura hipogeicas cubiertas con bóveda, precedidas por un dromos y una antecámara y cubiertas por túmulo
El túmulo de Vergina cubre cuatro tumbas, tres de cámara y una tipo cista. Fachada dórica con friso decorado
con pinturas de cacería. La tumba comprende dos sepulturas: rey en cámara principal y esposa en vestíbulo.
Restos depositados en larnakes de oro dentro de sarcófago de piedra
Creencias

Son la idea considerara verdadera por quien la profesa. Es la valoración subjetiva que uno hace de sí mismo, de los otros y
del mundo que lo envuelve. Las creencias, en el mundo griego, son más un entramado cultural y social de una agrupación
de individuos, una identidad compartida más que algo individual.

Creencias de los griegos: Es una religión pública ligada a la comunidad, donde los dioses tienen gobierno sobre un campo
de la realidad y cada momento de la vida está acompasado por un rito real respetado en contenido y forma. Esto implica a
todos los ciudadanos, ya que la ciudad está protegida por una divinidad tutelar, faltarle al respeto (incumplir ritos)
TEMA 5: LAS CERÁMICAS GRIEGAS

La decoración de la cerámica griega como documento excepcional

El interés como fósil director para el estudio de los contextos arqueológicos de la antigua Grecia. Los fósiles
directores son restos que aportan cronología, han sido clasificados según intervalos cronológicos, mediante los
que podemos datar los estratos que aparezcan en un yacimiento. La cerámica griega permite conocer cómo
debió ser la pintura de artistas como Polignoto (mitad s. V a.C.). Por ejemplo, Pausanias informa mucho sobre
estas pinturas y podemos ver cómo aparecen reflejadas en la arqueología. Las cerámicas también son un
documento excepcional para el conocimiento de la vida diaria (mitología y literatura están reflejadas en sus
decoraciones) Y, por otro lado, se convirtió en un objeto de comercio destacado durante los siglos V-III a.C. por
todo el Mediterráneo. Destacan los talleres de Corinto o Atenas. A lo largo de la historia arqueológica se han ido
encontrando fragmentos cerámicos junto a sellos donde se marcaba su taller de procedencia, lo cual nos permite
saber que usualmente las cerámicas salidas de un mismo taller tienen las mismas características. Entonces, si
hallamos fragmentos con dichas características, sabremos su procedencia.

Fuentes sobre el proceso de realización

No existen textos escritos conservados que nos hablen de ese proceso, por lo que utilizamos observaciones de
técnicas modernas de elaboración (en talleres de cerámica tradicional), junto con la experimentación (como
alfareros de Canarias, que prueban y experimentan para dar con el proceso o las pastas más similares a las
indígenas). Por otro lado, se realizan análisis de las cerámicas griegas o arqueometría (estudiar las pastas,
capacidad de los recipientes…) y de las placas de terracota, porque en el caso de Grecia en ellas se representa a
veces parte de ese proceso de elaboración.

Etapas de la cadena operativa de trabajo en un alfar griego

1. Extracción y tratamiento de los barros


Vemos que extraen barro de un alto contenido en óxido férrico, lo que hace posible ese color rojizo de las
cerámicas griegas (no es pintado). Para ello, realizan un apurado proceso de decantación y depuración de
impurezas, ya que puede haber restos de basura, piedritas, insectos... Finalmente, se lleva a cabo el amasado y
añadido de desgrasantes (arenilla, materia vegetal…), que evitan que no se fracture la cerámica cuando entra
en contacto con las altas temperaturas del horno. Lo que hace es ayudar a mezclar y compactar la pasta, para
que quede más uniforme.

2. Modelado
Se realiza a torno rápido, de donde se puede sacar una pieza de tamaño normal o secciones para conformar
piezas de gran formato (ánforas). El barro se coloca formando una bola bien formada, compacta y amasada. El
torno gira y se modela la pieza. A veces se coloca sobre ella un pequeño objeto que funcione como base para,
por ejemplo, la copa que se ha realizado.

3. Decoración
Esta se realiza con la cerámica aún fresca, y usualmente primero se hace un boceto con punzón romo. Luego,
un relleno de siluetas de motivos y figuras con arcilla peptizada (muy líquida y depurada). Después los retoques
secundarios con color rojo o blanco y, por último, los detalles interiores de figuras con punzón fino.

En algunas imágenes pueden verse representados artesanos decorando la cerámica, y excepcionalmente una
representación muestra una mujer. Normalmente, los que realizan este trabajo eran hombres, pero podría
haber alguna mujer, aunque sea excepcional, por lo que no podemos hacer generalizaciones.

4. Cocción
Encontramos hornos excavados importantes en tanto que se han conservado bien (Cerámico de Atenas, Olimpia,
Corinto). Suelen ser cámaras de planta redonda, cuadrada o rectangular, que se añade por encima de otra
cámara de combustión separada por una parrilla perforada. Esto es para que no esté la cerámica en contacto
directo con las llamas. La cocción podía ser en 3 etapas sucesivas: 800º (con entrada de O2, da rojo); 950º (sin
oxígeno, negro); 900º (con oxígeno, rojo).

Principales formas de los vasos griegos

En base a estas formas es como se ha establecido la clasificación, y existe una relación clara entre la forma y las
funciones de la vasija. Esto lo sabemos por la propia decoración, las inscripciones y las fuentes escritas. Los
grupos son:

Recipientes para contener o trasladar líquidos: la mayoría tienen formas lobulares (más anchas abajo, estrechas
al medio, y anchas arriba) y asas.

• Entre estas, destacan las ánforas, como las panatenaicas que solían contener aceite. En ellas vemos
representadas algunas imágenes relacionadas con la diosa (carros de guerra…)
• También los peliké e hydria, con los que se traslada cualquier tipo de líquido, desde agua a vino. Sus
decoraciones suelen representar imágenes no tan ceremoniales sino más festivas o del día a día. La hydria
no tiene asas sino unos apéndices superiores en los laterales, su cuello es más estrecho y solo contiene agua,
por lo que también suelen representarse en ellas animales u otros elementos naturales.
• Cráteras: son para mezclar agua y vino. Pueden ser cráteras de columnas (con asas rectas) o cráteras de cáliz
(los apéndices que tiene están abajo, frente a los de la hydria). También crátera de volutas y crátera de
campana (campana invertida, con apéndices laterales). Las escenas que representan van desde soldados a
imágenes cotidianas, relacionadas con la naturaleza o con festividades.
• Stamnos, lebes y oinocoe: el lebes poseen una tapa, y los oinocoe son jarras, y son usados normalmente para
vino.
• Lebes gamikos o nupciales: se fabrican y decoran solo para las celebraciones matrimoniales, por lo que su
riqueza artística es notable.
Recipientes para beber: son de forma más abierta, de tamaño mediano-pequeño para manejarlos bien, y
también tienen asas.

• Kylix: la diferencia fundamental es una base alargada y fina (tipo copa), además de asas casi horizontales
para permitir beber y asir el vaso. Son de boca muy amplia pero el líquido no se derrama. Sus decoraciones
suelen ser mucho más sencillas ya que son utilizados y manipulados constantemente. Algunos tienen una
riqueza artística y sofisticación mayor, por lo que podríamos interpretar que son de familias más pudientes.
• Kántharo: sus asas son más amplias y hacia arriba (parecen asas de taza de té a lo grande). Su base o soporte
es característico, similar al del kylix.
• Skyphos: como pequeños calderitos
• Kyathos: son como tazas de té, pero con asas muy alargadas, para cogerla con una sola mano y equilibrar el
peso.
Recipientes para aceites y ungüentos: son muy pequeños y usualmente delgados y altos, aunque también
redondos. Esto es porque se utilizan para rituales o ceremonias.

• Lekythos: la diferencia fundamental es su estrechez


• Aíbalos: son muy redondeados
• Alabastrón: alargados, pero con el fondo redondeado y el labio plano
Cajas de tocador: se distinguen bien, tienen tapa y pueden tener asas. No son demasiado grandes, y su forma
puede ser redondeada, cuadrangular… Sirven para guardar joyas.

• Lekanys: son redondeados, con asas a los lados también redondas y son bajos.
• Pyxis: más altos
Recipientes de funciones especiales (ánforas panatenaicas, lebes gamikos, loutróforo): son usados en ritos de
tipo sagrado, funerarios…
• Loutrophoros: agua ceremonial, una decoración magnífica

ESTILOS

Estilo protogeométrico: 1050-900 a.c.

• Esquemas decorativos comunes con motivos geométricos (círculos, semicírculos, grecas, triángulos, zigzags,
líneas onduladas…), junto con franjas horizontales pintadas.
• Encontramos diversos talleres locales, como el de Atenas (hegemónico), Corinto o Tebas.
• Los vasos más comunes son las ánforas, cráteras, enócoes, cántaros, píxides y lécitos.
Estilo geométrico: 900-700 a.C.

• Motivos decorativos geométricos (rombos, grecas, ajedrezados, dientes de sierra, esvásticas, meandros…)
junto a figuras humanas y de animales (aves, cérvidos, cápridos, caballos).
• La figura humana se reduce a una abstracción geométrica, con el torso reducido a triángulo visto de frente
y piernas y cabeza e perfil (modo egipcio, aptitudes rígidas). Los temas oscilan entre figuras aisladas y grupos
complicados, algunos con significación mitológica.
• Las ánforas (mujer) y cráteras (hombre) funerarias: superficie recubierta con motivos decorativos en bandas
y paneles; tema habitual: la prothesis y el ekhpora.
• Además, las decoraciones suelen ser d color marrón sobre la superficie clara de la arcilla, y barniz oscuro en
las partes que quedaban sin decorar.
• Las formas más comunes, ánforas, cráteras, enócoes, cílica y píxide.
• Los yacimientos con más información son el Cementerio del Cerámico, el Ágora y Eleusis.
Estilo orientalizante: s. VII-VI a.C

• Sería el resultado de la influencia y contactos entre griegos y orientales. Por tanto, tienen elementos
decorativos característicos del mundo oriental, como animales fantasmagóricos, alados, exóticos, etc.
• Otros motivos más comunes eran elementos vegetales (rosetas, flor de loto, palmetas…), animales (leones,
panteras, ciervos o animales fabulosos).
• A su vez, se utiliza el horror vacui, que es cubrir con decoración toda la superficie del vaso (rosetas y
elementos vegetales en espacios vacíos).
• Las líneas geométricas comienzan a ser sustituidas por las curvas, además de imponerse la figura sobre la
silueta (detalles anatómicos, en vestidos…), con figuras tridimensionales y que incluyen narraciones
mitológicas.
• Se añaden colores púrpura y blanco
Cerámicas áticas de figuras negras: s. VI a.C.

• Aparece en talleres áticos y se desarrolla durante todo el siglo.


• La figura humana adquiere gran importancia (temas homéricos), además de motivos decorativos diversos,
destacando temas mitológicos, juegos o banquetes.
• La técnica consistía en dejar el fondo en reserva y pintar las figuras con “barniz” negro y esgrafiar los
detalles. Se añadieron trazos blancos, rojos y púrpura para darles más color.
• En estas piezas suele aparecer la firma del autor.
Cerámicas áticas de Figuras rojas: fin s. VI-V a.C.

• Se desarrolla también en talleres áticos


• Técnica: se deja para las figuras el fondo rojo de la arcilla en reserva de barniz, en contraste con las paredes,
totalmente cubiertas de barniz negro.
• Temas decorativos: de la mitología se pasa a la antropoplastia, con escenas de la vida cotidiana, banquetes,
juegos…
• Las figuras ganan en naturalidad, quedando tmb representado el movimiento del cuerpo o el volumen de
los ropajes
Cerámicas áticas de barniz negro: s. V-IV a.C.

• De uso cotidiano en barniz negro brillante din decoración pintada (talleres áticos y de otras regiones)
• Presentan algunas zonas en reserva de barniz (bordes y pie)
• Desde mediados del s. V, se producen piezas con decoración incisa o estampada, antes de aplicar el barniz
(arcilla peptizada)
• Formas: cuencos, platos, esquifos, copas…
Cerámicas helenísticas: fin s. IV a.C.

Características de cada imagen, el estilo, cronología aproximada, la técnica usada, la forma (alargada, lobular,
campana…), la función y decoración.

TEMA 6: EDIFICIOS ROMANOS

EDIFICIOS ARTESANALES, COMERCIALES Y DE ALMACENAMIENTO

TABERNAE

Tabernae, son tiendas con características similares: una estancia única con una gran apertura a la calle, con
trastienda o estancia en un piso superior (alojamiento del propietario) a la que se accede mediante una escalera,
con biombo o mampara de madera en la zona de acceso y mostrador sobre el que era expuesta la mercancía.
Sin embargo, estas peculiaridades tan comunes, no nos dejan conocer su actividad comercial. Pero, tenemos
conocimiento de ellas gracias a las instalaciones específicas, el mobiliario o las inscripciones. Los hoteles, bares
y restaurantes se dividen en dos grupos:

1. Hoteles u otros establecimientos de alojamiento, contaban con servicio de comida o bebida: hospitium,
stabulum y caupona. Los hospitia tenían comedores, triclinia de verano , cocinas y dormitorios. En los stabula
destacaban los pasajes abiertos por los que se accedía a los establos, también había un patio alrededor del que
se disponían los comedores, la letrina y cocina, mientras que en el patio superior se situaban los dormitorios y
una taberna que conectaba con el establecimiento. Además, pudieron existir los cellae maretriciae (dedicados
a la prostitución

2. Locales en los que se sirven comidas y bebidas: taberna y popina. En las popinae debían existir estructuras
para la comida y la bebida, con una estancia para la venta. Comedores situados en patios o peristilos, contaban
con decoraciones pictóricas y suelos con mosaicos. La decoración más elaborada estaba en el centro de la sala.
con un mostrador. Las tabernae tenían un hornillo para calentar las bebidas y el agua, y un mostrador con los
dolia encastrados (recipientes porosos para almacenar líquidos y alimentos sólidos).

MOLINOS DE PAN

No es hasta el siglo II a.C. cuando la industria panadera comienza a darse como tal, anteriormente se realizaba
el pan en la cocina. La industria del pan cuenta al frente de la misma con los pistores. Es de las ciudades
vesubianas de donde se obtienen la mayoría de información para el estudio de esta actividad artesanal. En
Pompeya las panaderías eran el conjunto todos los procesos necesarios para la fabricación del pan, es decir,
molienda y cocción. Esto implica que las panaderías pompeyanas tenían al menos un molino y un horno.
Además, poseían un laboratorio para la elaboración de la masa. Los molinos de pan pompeyanos reúnen las
siguientes características:

• Una parte fija, llamada meta, en forma de campana, al que acompaña un zócalo de albañilería, donde
se ubicaba una cubeta de metal que se encargaba de recoger la harina.
• Una pieza móvil, llamada catillus, una pieza con doble tronco de cono, de la que su parte superior sirve
como embudo que garantiza que el grano entre dentro, y en la parte inferior se asegura que se de la
molienda por la rotación de los flancos de la meta.
• Un eje vertical se encarga por un mecanismo de madera de asegurar que el catillus este siempre
ligeramente separado.
MOLINOS DE ACEITE Y VINO

En Roma la producción del aceite y el vino van de mano, puesto que en la mayoría de exportaciones de vino se
manufactura también el aceite. Las prensas de uvas están elaboradas en madera, y su estructura es la de un
gran tronco de madera llamada prelum, que ejerce la presión sobre las uvas, este baja gracias a la acción de un
torno de mano llamado sucula o un gran tornillo vertical conocido como coclea. En el molino de aceite, estas se
aplastaban por muelas semiesféricas, aunque también existían prensas, después de esto el aceite se decantaba,
para su posterior almacenamiento en ánforas.

SALAZONES DE PESCADO Y GARUM

La producción de la salazón de pescado fue muy importante en épocas romanas, sobre todo en la Península
Ibérica. La salazón se utilizaba para poder conservar los alimentos mucho más tiempo. Este proceso era fácil. En
primer lugar, limpiaban el pescado quitándole las vísceras y posteriormente lo cortaban en trozos. Los trozos
podían ser triangulares o cúbicos para facilitar la tarea de sazonar el pescado. El siguiente paso, es mezclar los
trozos de pescado en una especie de cubas de morteros grandes donde se junta con la sal. Por último, se dejaba
macerarlo durante unos veinte días hasta el día de su exportación. Para transportarlo se introducen los trozos
de pescado en unas ánforas. El lugar donde se procesa el pescado se llama cetarie. Este lugar juega un papel
muy importante en la labor de documentación e información en la Arqueología de la Alimentación. Los trabajos
de investigación, sobre todo de expertos como arqueozoólogos o arqueólogos han analizado los lugares donde
se realizaban estos procesamientos. El lugar donde se instalaban estas producciones era un factor muy
importante. Era necesario encontrar un lugar, el cual sea una zona pesquera donde además se dé la presencia
de los pescados que se consumen. Por otro lado, tenemos otro producto muy utilizado por los romanos, el
garum. El garum consiste en una salsa elaboradas con las partes blandas de animales, como los túnidos o
pescados pequeños. En general, las partes utilizadas para la elaboración de la salsa fueron intestinos,
hipogastrios o gargantas, entre otras cosas. La salsa se elaboraba colocando el pescado en piletas de sal o
introduciendo el pescado en una salmuera bien concentrada. En los dos casos, la cazuela con el pescado se
exponía al sol durante aproximadamente dos meses. Algunas veces, se aceleraba el proceso llevando el pescado
a una sala caliente. El último paso era colar la salsa en una cesta de mimbre y el resultado obtenido era una
pasta clara. Los restos de la salsa se podían volver a utilizar para realizar otras salsas, aunque estas eran de
menor calidad. Es importante aclarar, que el garum no es producto de una putrefacción, sino que se trata de
una autodigestión. Esta salsa fue utilizada como condimento a las comidas. En cuanto a la estructura y
funcionamiento de estas fábricas. Tenían una gran entrada, necesaria para meter el pescado, una sala de
preparación y, por último, un conjunto de salas donde se almacenaba las ánforas para su posterior transporte.
En los lugares, donde se aceleraba el proceso de la salsa de garum, era necesario la existencia de un lugar caliente
y con hipocausto, además de necesitar otra sala para su posterior enfriamiento.

MACELLUM

El gran mercado por excelencia fue inicialmente el Foro Romano, sin embargo, desde el siglo III a. C., se produjo
un importante proceso de especialización de las actividades públicas, lo que implicó la necesidad de contar con
un edificio específico para la venta de alimentos que estuviera situado fuera del foro. Esta nueva medida
conllevó a que los diferentes mercados que habían ido surgiendo por toda la ciudad como el forum suarium, en
Quirinal, o el forum vinarium, al pie del Aventino, fueran reemplazados por un gran mercado de alimentación,
denominado macellum, y que sería habitual en las ciudades de Italia y las provincias. El macellum romano era,
por tanto, una edificación autónoma, dedicada a la reunión de personas para contratar, vender y comprar
mercancías alimenticias, principalmente carne, aves de corral, pescado y productos hortofrutícolas, aunque
puede que no solo se comerciara con elementos alimenticios, dado que en el mercado de Viroconium
Cornoviorum (Wronxeter, Gran Bretaña) se ha documentado que hubo un vendedor de cerámica. Mediante
referencias literarias sabemos que la existencia de este establecimiento en Roma se remonta como ya dijimos
al siglo III a. C., pero aun teniendo en nuestro poder gran cantidad de datos, se desconoce su configuración
arquitectónica inicial. El edificio de mercado romano o macellum tiene su origen arquitectónico en el ágora de
época helenística de tipo jonio, que se desarrolla en la fachada egea de Asia Menor. Ello es debido a la influencia
que la arquitectura griega ejerció sobre la romana y a la asimilación funcional de ambos edificios.

El ágora jonia sufre una evolución a lo largo de los siglos y genera el ágora de patio-peristilo, que se aproxima ya
notablemente al macellum de planta central, el más extendido por todo el Imperio romano, incluida la Península
Ibérica, al que después Roma aporta elementos heredados, a su vez, de la arquitectura etrusca. De hecho, los
macellum romanos de Asia Menor reproducen en gran medida la fisonomía del ágora helenística de tipo jonio,
siendo algunos de ellos interpretados bien como ágoras bien como macellum según los diversos autores.
Consecuente con esta idea, en regiones como Italia y Sicilia encontramos que durante el periodo republicano
los mercados presentan una construcción de planta circular en el centro denominada tholos macelli, que se
convertirá en un elemento consustancial a estos edificios comerciales de la época imperial, aunque se desconoce
la función exacta de esta estructura.

Si bien la información arquitectónica sobre estas edificaciones es escasa, los hallazgos arqueológicos nos arrojan
información sobre algunos de los elementos que asociamos a los macellum, como, por ejemplo, las
infraestructuras hidráulicas que han sido encontradas bajo quioscos, nos hacen pensar en la posibilidad de que
contaran con una fuente. Otro elemento sería la mensa ponderaria, una mesa de piedra con cavidades que se
corresponden con las unidades de medida de distintos productos de naturaleza líquida o sólida para garantizar
el control de los pesos de los productos adquiridos. Durante la época imperial el prototipo de macellum se
mantiene intacto en cuanto a su construcción durante toda la primera parte de este, aunque sí es cierto que se
evidencia un aumento en cuanto al tamaño de la estructura. Debemos destacar el Mercado de Trajano, dada la
capacidad de adaptación de sus constructores, ya que la edificación está distribuida en torno a dos calles a cota
diferente. El plano inferior está dispuesto en exedra central con dos pisos superpuestos y rematado a cada lado
con un ábside y once tiendas que perforaban la roca de la colina. En el plano superior vemos un corredor de
planta, abierto a la fachada por veinticuatro ventanas de arco . El tercer nivel consistía en una terraza con una
serie de tiendas abiertas a la calle, conocidas como Via Biberatica.

HORREA

La horrea se trata de un edificio sencillo, del cual podemos decir que se diferenciaba en distintas salas, con
suelos de madera y techados, que servían para el almacenamiento y logística de la administración del grano en
la civilización romana en la Edad Antigua. Existen dos tipos de horrea, la de ámbito civil y la de ámbito militar,
en cuanto a la identificación de este edificio arqueológicamente, podemos decir que es mucho más sencilla, las
de ámbito militar, ya que no tenemos confusión con otros edificios cercanos, y además existe mucha
documentación escrita del abastecimiento y almacenamiento de grano en el ejército romano. En esta imagen
se puede apreciar la sencillez de la planta de una horrea, que, simplemente se distribuye en salas rectangulares
con una puerta, y una clase de pasillo principal que comunicaba a todas de forma concéntrica

Horrea de ostia: Las fuentes clásicas mencionan la creación de distintas salas con el fin de tener una
diferenciación entre los granos y según las investigaciones actuales, confirman esta teoría. En las excavaciones
de Ostia es cuando se comienza a hacer avances y estudios serios en materia de las horreas. Uno de los
principales contribuyentes en lo referido a los edificios de almacenamiento de grano es Rickman Geoffrey que
recopiló y aportó información sobre fuentes clásicas, para dar con un estudio detallado y bien definido de las
técnicas constructivas y diferenciales de las horreas, dependiendo en ocasiones de la planta o de las regiones.

TEMPLOS ROMANOS

Evolución e influencias templos romanos

Vitrubio y sus Diez libros de la arquitectura (De architectura), son la fuente textual más completa de la
arquitectura romana, en unas obras que ensalzan sus herencias etruscas y griegas y su adaptación y creación
romanas. A través de la crítica podemos indicar que su contenido es más didáctico que práctico, y no destaca
por la profundidad de su contenido arquitectónico en lo referente a ésta como “proceso, a la gestación de un
proyecto o a la organización de la construcción”. Esta obra nos ha permitido conocer las influencias etruscas
materializadas en una tipología de templo, como es el etrusco-itálico, de planta casi cuadrada con la mitad
anterior (pars antica) abierta o porticada mediante filas de cuatro columnas, y la mitad posterior (pars postica),
con tres espacios adosados o por un espacio central de mayores dimensiones con dos menores a sus ados
(alae).También permite conocer el ideal y objetivo arquitectónico romano en su célebre frase firmitas, utilitas,
venustas, es decir, firmeza, utilidad y belleza y se ha erigido como la fuente textual más célebre y recurrida en
materia de arquitectura romana y sus influencias.

Son cuantiosas, dichas influencias, de otras sociedades y sus culturas, diversas en el tiempo y variadas en su
forma, pero podemos afirmar que su origen se centra en el mediterráneo oriental (Magna Grecia) y en la
península Itálica (Etruscos y otros pueblos itálicos). A través de sus conquistas, Roma adaptó aspectos de las
culturas conquistadas, entre las que destacan la egipcia o la púnica. Funcionalidad y forma arquitectónica de
herencia helena, pero incorporadas ideas romanas como la rapidez, responsabilidad o función propagandística,
es decir la celeridad por concluir la obra, la preocupación por estipular en el derecho romano cláusulas de
compromiso concernientes a la correcta finalización o materiales de la misma, y la influencia política en la
utilización de la arquitectura con medio, soporte y muestra de grandeza y poder de los patronos, dedicatorias o
funcionarios responsables. Siendo una característica de ruptura, respecto al conocimiento que sí tenemos de
los artistas griegos, que los romanos salvo en contadas excepciones, pese a gozar de reconocimiento económico
y social, fueron relegados a un segundo plano epigráfico al impedirles firmar sus obras.

La ethnos romana en la arquitectura se caracterizó por la mejora o perfeccionamiento de elementos y técnicas


por un lado, y por la aportación de aspectos idiosincráticos como la funcionalidad anteriormente citada. Así pese
a su espacio es también axial, tiene su origen en un centro formado por dos ejes que se cruzan, sin las formas
helenas en búsqueda de la simetría ideal, o del eterno viaje egipcio. La arquitectura romana predomina el
espacio sobre la masa, teniendo en cuenta el uso de la edificación y la concepción religiosa, según la cual este
espacio es el escenario de la vida humana regida por los dioses. Esta concepción y organización de la civitas,
requiere de una evolución también en las técnicas, como en el arco “auténtico” partiendo del arco “falso” o
compuesto de hileras, estando el romano compuesto de piedras triangulares dispuestos en medio punto.
Permitiendo la sustitución de los sistemas octogonales y abovedados de egipcios y griegos. También la bóveda,
de origen oriental y transmitido por los etruscos, será modificada, cambiando su escala a un tamaño muy
superior y a una funcionalidad monumental-propagandística, permitiendo el soporte de espacios de enormes
dimensiones, en forma de bóveda de medio cañón o la cúpula. Son, al fin y al cabo, los órdenes griegos (dórico,
jónico y corintio) los que sirven de base para los posteriores dórico-toscano y el jónico romano, perviviendo los
elementos constitutivos de los primeros (fuste, volutas), aunque de carácter estructural de estas columnas no
percibiese, en pro de una función más decorativa. También en los conjuntos arquitectónicos se constatan
influencias, de una inicial compartimentación más cercana a la idea de total independencia de cada parte del
edificio de la arquitectura griega, a la posterior consolidación del carácter unitario del conjunto, en el que unos
elementos sostienen a otros, mediante el almohadillado o la superposición en la arquitectura romana. Los
materiales es uno de los aspectos de la construcción en la que más innovan, mejorando los ya conocidos, como
la argamasa o el mortero, o con la creación de otros como el hormigón, añaden criterios funcionales y estéticos
a las técnicas de utilización del adobe (ladrillos, terracota) etrusca, y a la extracción y trabajos pétreos griegos
aunque relegando el mármol al revestimiento y decoración de los edificios más importantes.

En la arquitectura cultual, predominan las influencias helénicas, en la nomenclatura y organización del espacio
(cella, pronaos, pórtico, etc), como en elementos arquitectónicos que lo constituyen (columnas, podio,
escalinata), o en los materiales (mármol) o sistemas de construcción (poleas, contrapesos, grapas forradas en
plomo para sujeción). Si bien el paradigma cambia, más allá de esas nuevas formas permitidas por la mejora de
técnicas arquitectónicas heredadas (arco “falso”, arco “medio punto”), o en los materiales (mejoras de mortero),
la concepción de la arquitectura en pro del espacio y su finalidad de organización de la vida religiosopolítico-
social serán implementaciones romanas que confieren a sus construcciones un carácter monumental y
propagandístico en sí mismas. Estas nuevas técnicas, materiales y concepción, pero con pervivencias de tradición
griega lo encontramos en la estructura de planta circular con cúpula, con pórtico y santuario del Panteón
Romano. Estas influencias griegas posteriores, tienen como canalizador inicial, a la cultura etrusca situada en la
península itálicas en los siglos VIII-VI a.E., predecesores próximos en la construcción de edificios y grandes obras
de ingeniería, que dejarán su impronta tanto en la organización espacial de las ciudades, como en la edificación
de termas, alcantarillados o sistemas de drenaje, conceptos, técnicas y materiales que los romanos integrarían
y modificarán, dando lugar en algunos casos a verdaderas evoluciones como la Cloaca Máxima. En lo cultural
dará lugar a templos de menores dimensiones, asimétricos, con múltiples cellas y profundos pórticos con varias
hileras de columnas, pódiums con escalinata de acceso frontal y aleros del tejado sobresalientes de la estructura
muraria. Siendo un ejemplo, el templo de la Triada Capitolina en Roma, el que destacan las esculturas de
terracota que evidencian el dominio etrusco de este material. Hallamos también pervivencias etruscas, en la
monumentalización de Trajano o Octavio Augusto época Alto Imperial de las tumbas en forma de túmulo
etruscas como las de la necrópolis de Monterozzi en Tarquinia. En segundo lugar, cronológicamente y en
influencia, se encuentra la civilización griega. El contacto entre ambas se intensifica a partir del siglo IV a.E. con
la expansión romana por la península itálica, consolidándose en los dos siglos siguientes en los cuales dominaran
la Magna Grecia y la Grecia continental.

A partir del siglo I a.E., se inicia la construcción de templos romanos a imitación de los más célebres helenos
(Zeus y Atenea en Pérgamo o el de Asclepio en Cos), siendo los primeros los de Hércules Victor en Tívoli o el de
la Fortuna Primigenia en Praeneste. En ellos se aplicaran nuevas técnicas como el mortero o la ya generalización
de las bóvedas en las terrazas, así como se aprovecha el desnivel de la orografía al que se adapta la edificación.
Con la llegada al poder de Julio César, y la posterior implantación del sistema imperial, la arquitectura adquiere
una función propagandística tan monumental como el carácter de sus edificaciones al servicio de la justificación
del poder de las élites romanas. Vitrubio, el arquitecto romano por excelencia, es un buen exponente del
filohelenismo del momento, y será con la llegada del emperador Augusto, y el dominio de las minas de Camarra,
cuando se generaliza el uso del mármol, ya no empleado en exclusiva en pequeños templos particulares (Tholos
Hércules Portuno), si no como revestimiento en templos de nueva edificación (Mars Ultor/ Divus Julius) o en la
reforma de templos de edificación previa (Cástor y Pólux/ Concordia). El emperador Octavio Augusto nos sirve
como nexo a la tercera civilización, en cronología y proximidad, de influencia en la arquitectura romana, como
es la egipcia. La estancia del augusto en Egipto en torno al año I d.E. deja su impronta a partir del Alto Imperio,
un ejemplo visible de estos contactos lo hallamos en la tumba del pretor Cayo Cestio (12 a.E), una edificación
de planta cuadrangular sobre la que se eleva una estructura piramidal con ladrillos (forma y material tradicional
egipcio) a la que se añaden elementos romanos, como el uso del hormigón y el revestimiento de mármol. En el
siglo II, bajo el gobierno del emperador Adriano estas influencias y gusto por lo egipcio se acrecentó, haciéndose
traer las columnas monolíticas de granito rojo y gris con las que se construiría el pórtico del Panteón, en lugar
de la práctica generalizada hasta ese momento y de tradición griega, de elevación de columnas mediante
tambores.

Como conclusión, podemos afirmar que la influencia de la arquitectura etrusca es tangible en la utilización del
arco, en el ladrillo, la terracota o la piedra, y en la columna toscana, en cuanto a técnica, materiales y elementos
de construcción respectivamente. Generando una arquitectura abovedada, frente a la tradición griega
(adintelada), también influyente, de quien adoptaría los célebres órdenes dórico, jónico y corintio, el mármol,
la preocupación por las proporciones y simetría, en lo referente a elementos, material, y la concepción, tangibles
en los templos romanos más arcaicos de forma rectangular, planta en “U” precedida por dos antas que
perimetran el espacio de sacrificio (Templo Vespasiano, Pompeya). Sin embargo la arquitectura romana,
nutriéndose de estos conceptos y procedimientos, lo hará desde una perspectiva propia de funcionalidad,
utilitarista y con un fuerte carácter propagandístico o de legitimación del poder, sobre una nueva concepción de
la primacía del espacio, sobre la masa; si los templos griegos eran concebidos para un reducido número de
personas en un gran espacio, los romanos primarán la capacidad de aforo. Y aunque como griegos y egipcios,
conciben el espacio como axial, los romanos situarán un centro como origen de dos ejes que se cruzan, siendo
los primeros en valorar el espacio interno de sus construcciones y de integrar estas en un entramado urbano.
Materiales de construcción

En cuanto a los materiales de construcción que empleaban los romanos son: la piedra, la arcilla y la madera. La
piedra se extraía mediante diversos métodos como la recolección de minerales en la superficie o también de
minas y canteras. No obstante, las piedras que son recolectadas poseen diferentes dimensiones, pero les
garantiza la construcción de muros de piedra seca. Sin embargo, a la hora de elaborar las paredes necesitan
estar rellenadas por cascotes. Hay que destacar los cantos rodados puesto que son materiales de primera
calidad, gracias a estos y la argamasa le da cierta cohesión pero en ocasiones no garantiza efecto. Principalmente
las piedras eran obtenidas de las canteras debido a que las condiciones del suelo permitían el aprovisionamiento
de piedras. Hay que destacar el desempeño del constructor que quiere una piedra que contenga una serie de
condiciones óptimas, para ello, el constructor procede a realizar un sistema de descarte que sirva para escoger
la mejor muestra. Este sistema de elección consta de seis rangos: muy blandas, blandas, semi-compactas,
compactas, duras y frías. Dentro del marco de los distintos tipos de piedra entre las muy blandas y blandas se
encuadraría las calizas cretáceas y las areniscas, en las semi-compactas y compactas se hallan las tobas
volcánicas poco solidificadas y las muy solidificadas, y en la clasificación de piedras duras y frías están los
mármoles y los granitos.

Principalmente las rocas empleadas en la mampostería eran del ámbito local, no obstante, habría una
importación de rocas como el mármol, debido a que se hacía complejo su hallazgo en el ámbito romano, por lo
que se conoce que hubo mármol procedente de Túnez (mármol de Chemtu, vetado amarillo). Además habría
otras importaciones de otras rocas como el alabastro blanco procedente de Tebas y Egipto, y tanto el basalto
negro como el verde procedente del Alto Egipto entre otros lugares. Las piedras de mejor calidad extraídas de
la Península Itálica eran de la zona de carrara, de dónde sacan dos tipos de mármol (el blanco y gris-azul),
también hay que destacar la extracción de piedras en el ámbito de la península eran procedentes de Roma y
Pompeya en estas, en Roma hay siete tipos de tubas (Campidoglio, Monteverde, Fidenes, Aniene, Peperino,
Cappellacio y Grotta oscura), lo que permite tener una amplia variedad de materiales para la construcción. En
el caso de Pompeya, se obtienen tres tipos de piedras de origen volcánico (Giallo, Nocera y Pappamonte), pero
en este caso se puede ver una complementación de rocas volcánicas que son complementadas por rocas
importadas. Las piedras volcánicas estarían destinadas según el estado y estética, siendo las lavas duras
destinadas para las labores de albañilería. Esto se debe a las condiciones que reúnen, no obstante, las piedras
duras son más efectivas en los ámbitos cubiertos porque por las condiciones climáticas las erosionan. Con la
profesionalización de la labor del cantero se comienzan a realizar diferentes prácticas sobre la manufacturación
de la piedra en las canteras, como lo puede llegar a ser la eliminación de la primera capa de piedra que puede
estar afectada por las condiciones medioambientales. Además, a la hora de explotar las canteras, los canteros
se aprovechan de las ventajas del medio natural como las grietas de las paredes de las canteras. Esto se debe a
que los canteros se encargarían de extraer los bloques y minerales, luego los bloques de piedras dependiendo
del tamaño que tenga se le puede vincular aún procedimiento económico u otro, las herramientas que
empleaban eran cuñas de metal y, en menor medida, de madera.

Hay que destacar que los romanos se aprovechaban del medio natural para garantiza la mejor obtención del
bloque como las pendientes, pero mayoritariamente se pica verticalmente calculando el tamaño del bloque que
se quiere obtener, luego de esto se pica hacia ambos lados horizontalmente, y a partir de entonces en este
momento se comenzaría a picar. La explotación de las ranuras naturales era aprovechada mediante la colocación
de las cuñas metálicas y golpeo de mazo, no obstante, el único requisito que se requiere es que la ranura se
sitúe por debajo del bloque o extracto que se quiera sacar, con las cuñas maderas se colocaban en el interior de
la ranura y luego eran mojadas lo que generaba una absorción del agua, por parte de la madera, que provoca
que se vaya desprendiendo poco a poco la materia que se quiera extraer. Hay que destacar que los romanos
conseguirían extraer elementos arquitectónicos de tamaños considerables, como lo son las columnas de granito
como las del templo de Venus. Sin embargo, los romanos no solo extraerán piedras de las canteras, sino también
de paredes rocosas. La manipulación de los bloques extraídos se realizaba mediante el sistema de cuñas para
separar los del resto de la cantera. Tras esto se procede ajustar el tamaño de la pieza extraída a la función que
se le quiere dar, sobre todo cuando los bloques eran demasiados gruesos, el tipo de piedra que más sufrió el
uso de sierra era el granito debido a que es un a su composición dura. No obstante, no se usa la misma hoja para
cortar los diferentes tipos de piedra ya que por ejemplo, en el caso de las piedras blandas se usa una sierra de
madera y en el caso de las rocas duras se empleaba un procedimiento complejo en el que se usan: un elemento
abrasivo, arenisca y una hoja lisa. Otra herramienta que emplea es el punzón con el fin de evitar que se desvié
la sierra, las sierras eran de tipo tronzador caracterizada por las irregularidades en la hoja.

También, hay una clasificación en dos clases de herramientas de percusión: lanzada y posada. a) Lanzada: estas
herramientas se caracterizan por ser un instrumento que posee un mango y hierro, es decir, un martillo o un
hacha. b) Posada: estas herramientas tienen como función principal el ataque sobre la superficie con una cabeza
de hierro como filo, es decir, un mazo o un pico. Hay que destacar el ingenio de los romanos a la hora de
transportar los bloques de piedras o la hora de elevarlos, para ello idearon sistemas de poleas basado en el
contra peso para elevar el bloque. También, el empleo de la madera para ayudar a desplazar los bloques, ya que
colocan los troncos de madera bajo los bloques haciendo un camino que permita facilitar la movilidad en el
momento de tirar de una cuerda, es digno de mención el empleo de grúas para elevar los bloques más pesados.
También, cuando debían de construirse los sillares pues, generalmente, las piedras suelen ser de pequeño
tamaño por lo que en ocasiones se recurre a emplear rodillos y el uso de la palanca para desplazarla.

Características de los templos romanos

Los templos eran edificios muy importantes para la cultura romana debido a que se trataban de los edificios que
acogían a los dioses. Al ser edificios con una importancia tan grande, estos eran construidos con materiales de
altísima calidad. Los templos eran lugares que estaban reservados exclusivamente para los sacerdotes, que eran
los encargados de realizar el culto, en cambio, los fieles solo podían estar en los exteriores del templo. Era una
de las edificaciones más relevantes del Imperio Romano, que no solo tenía funciones religiosas, sino también
funciones políticas, ya que en estos edificios se realizaba el culto tanto a los dioses como a los emperadores, y
su construcción era patrocinada por parte de los generales, senadores o emperadores para ganarse el cariño de
la gente, era una forma para ganarse el apoyo popular. Otro uso fue para alabar a una deidad tras haber
conseguido una victoria militar importante. La arquitectura romana, al igual que la ingeniería y el arte, se
propagó por todo su Imperio y exigía que sus construcciones tuvieran un carácter funcional y propagandístico.
La arquitectura romana es característica por su racionalidad y funcionalidad, y su grandiosidad monumental se
hacía en parte, para mostrar el poderío y la superioridad que tenía Roma frente a otros pueblos. Pero antes de
comenzar a tratar los templos romanos de forma exhaustiva, al tratarse de grandes edificios y que tienen una
gran complejidad, procederemos a explicar primero las partes de las que está formada un templo romano, la
parte más importante de los templos romanos, era la cella o nao, que era la habitación principal que se
encontraba cerrada al exterior y que estaba dedicada para el culto a la deidad o deidades, y solía tener un
pequeño altar donde se realizaban las oraciones. En ocasiones encontramos también otra habitación, de menor
tamaño que se encontraba detrás de la cella o nao y que era donde se almacenaba ofrendas y demás materiales.
El templo romano estaba diseñado para que presentase su mayor esfuerzo arquitectónico en la fachada
delantera. Es en esta parte donde encontramos el pórtico, que es por donde se accede al interior del templo, y
podía darse el caso de que tuviese unas dimensiones similares a las de la cella o nao. El pórtico solía tener una
columnata delante, y en ocasiones éstas rodeaban al templo, y también se podía dar la ocasión de que
incluyesen una pronaos, que es un espacio abierto que se daba entre las columnas y la cella o nao y que se
situaba en la fachada trasera del templo. Los órdenes que se emplean son los mismos que en la arquitectura
griega, pero con modificaciones ligeras debido por la influencia etrusca, un pueblo de la Antigüedad que estaba
presente en la Península Itálica. Los órdenes utilizados en dichos templos romanos son, el toscano, el jónico, el
corintio, y el compuesto.

• El orden toscano, derivado del dórico, tiene una base sencilla, con fuste liso, capitel más alto, uso de
astrágalo, equino normalmente decorado, ábaco moldurado y entablamento bastante sencillo.
• El órden jónico de los romanos, mantiene las mismas características que el griego, pero sustituyeron la curva
de las volutas del orden jónico griego por una recta en el romano.
• El orden más utilizado por los romanos será el corintio, que no fue tan empleado por los griegos, y que
también sufrió pocas modificaciones en comparación con los helenos, sustituyeron las hojas de acanto por
hojas de otras plantas, además las volutas griegas fueron sustituidas por cabezas de carnero o de caballos.
• El orden compuesto es originario de los romanos, y su capitel es una combinación de los órdenes jónico y
corintio, además de tener fuste estriado, arquitrabe dividido en tres bandas, y adornado con varios motivos
como guirnaldas, volutas, etc.
La arquitectura romana, hereda en sus inicios, los primeros estilos de las edificaciones de los etruscos, de los
que heredaron características como por ejemplo el podio ubicado a lo alto de una escalera frontal y el pórtico,
que permitía la entrada a la nao, un ejemplo de esto puede ser el conocido santuario de la Triada Capitolina,
localizado en Roma y que estaba dedicado a los tres dioses romanos más importantes, que eran Júpiter, Juno y
Minerva, y también de los griegos, de los que heredaron una nao más larga, una columnata que rodea al templo
menos en el pórtico, donde están adosadas al muro, y tiene desde la fachada frontal una imagen bastante
parecida a los templos griegos. En la época republicana, los templos romanos se pasaron a construir en los foros;
que era un espacio que se encontraba en las ciudades romanas, de carácter público, y que se empleaban para
actividades comerciales, financieras, religiosas, económicas, además de administrativas, y era el lugar donde
acudían normalmente los romanos; este cambio supuso también innovaciones en su estructura, y destacan
edificios de esta época como por ejemplo, la basílica de la Concordia, la basílica de Saturno, o la basílica de
Vespasiano , que se situaban en el Foro Romano.

Pero fue en la época imperial, cuando se le comenzó a dar más importancia a la decoración y a la belleza del
templo, haciendo uso de materiales como el mármol, y se comienza también a aplicar el orden corintio,
influenciado por las tendencias helenísticas, y fue también en esta época cuando se resaltó el culto al emperador
y es cuando comienzan a convertirse en el epicentro de los nuevos santuarios, y destacaron templos como el
que se encuentra en la ciudad de Nimes, en Francia, llamado Maison Carrée, que está muy bien conservado en
la actualidad. Posteriormente, en épocas del emperador Adriano, los templos romanos sufrieron cambios
importantes, se le añade la cúpula a los templos, que se situaban ocupando grandes espacios y contaban con un
orificio circular en el centro de la cúpula que actuaba como ventana, ya que permitía iluminar su interior. Un
ejemplo podría ser el Templo de Venus y Roma (6), que posee una característica bóveda. Las bóvedas y las
cúpulas fueron llevada a la perfección por parte de los romanos, y fueron capaces de construir distintos tipos,
como las bóvedas de medio cañón, que era la más usada, bóveda de aristas, basada en dos bóvedas de cañón
que se cruzan, bóvedas o cúpulas semiesféricas apoyadas sobre un muro cilíndrico o bóvedas en semicúpula.

Como he explicado anteriormente, los templos romanos fueron cambiando su estructura con el paso del tiempo,
que estaba fundamentada en las influencias griegas y etruscas, aunque esto variaba dependiendo también en
la ubicación de los templos, ya que podía presentar un estilo distinto dependiendo de la región geográfica. De
forma general, los templos romanos se caracterizaron por poseer una planta central localizada sobre un podio,
y existían dos tipos diferentes de planta, podían ser de planta rectangular o de planta circular. Los templos de
planta rectangular, tenían un podio ubicado en la fachada delantera, y al que se accedía por unas escaleras, y
formaba una especie de tribuna. Un ejemplo de templo de planta rectangular podía ser el Templo de César,
ubicado en el foro de Roma. En cuanto a los templos de planta circular, estos estaban elevados sobre un podio,
y estaban rodeados por columnas de orden corintio, destaca el Templo de Vesta en Tívoli (8). Aunque un templo
que merece una mención especial es el Panteón de Agripa, con planta circular, de unos 40 metros de diámetro,
paredes bastante anchas, con una gran cúpula de unos 43 metros de diámetro y con una altura de, también, 43
metros, llegando a ser la cúpula más grande de su momento, construida en el 27 a.C. por Marco Agripa, es
probablemente de los templos romanos más importantes que existen, y que fue hecho, como su propio nombre
lo indica (panteón), dedicado hacia todos los dioses romanos. Además por norma general, los templos romanos
constaban de columnas situadas en el pórtico delantero, un frontón triangular con inscripciones, con pilastras
situadas a lo largo de los lados del espacio, un muro en la parte trasera, y como ya comenté anteriormente, se
fue aplicando de forma gradual, las bóvedas, utilizadas para encubrir la naos o cella. Los romanos llegaron a la
Península Ibérica en el 218 a.C., donde perduraron más de cinco siglos y donde dejaron varias evidencias
arquitectónicas. Se encuentran distribuidos por toda la Península y destacan templos como el de Vic (10), en
Barcelona, que tenía una cela y un atrio con ocho columnas que se presenta sobre un podio y al que se accede
por una escalinata frontal, además de tener columnas lisas, y capiteles y entablamento corintios, y era el templo
romano de Ausa; o el templo romano de Alcántara (11), en Cáceres, es un templo de pequeñas dimensiones,
con una cella, su entrada tiene un portón con dos columnas toscanas, con una escalera exterior, y un techo a
dos aguas; ambos son los dos únicos templos romanos que se conservan completos en España.

Tipología de los templos romanos

El templo romano (templum) proviene de prototipos etruscos y con similitudes a los templos griegos ya que
usaron los mismos órdenes arquitectónicos (dórico, jónico y corintio, más uno que es partes combinadas como
las volutas del jónico y las hojas de acanto del corintio) y el orden arquitectónico estrusco “Toscano”, una
característica que se usaba en los edificios más altos era la superposición de los distintos órdenes, siendo
frecuente encontrarnos el orden Toscano en el nivel más bajo, jónico en el medio y por último el corintio en lo
más alto, otra característica es que los capiteles tienen más movimiento que en los templos griegos e incluso
algunos con figuración, es de destacar la aparición guirnaldas y bucráneos como elementos de decoración. La
principal diferencia entre estos dos tipos de edificaciones era la distinción al perímetro sagrado que en Roma
era la orientación de la edificación en el lugar escogido para la construcción y el espacio sobrante. Tras esto un
augur (sacerdote) se encargaba de planificar y estudiar el terreno para hacer las lindes, a partir de eso trazaba
la tierra con forma de círculo, divido en dos líneas ortogonales para tener la referencia de los cuadrantes del
templo, después marcaba un eje enfrente de él y otro transversal para formar el frontal trasero y delantero y
los laterales, otra diferencia es que los griegos construían los templos en espacios abiertos que se podía acceder
desde otros lugares, es que los romanos ubica este edificio al fondo de un lugar definido desde el que se puede
ingresar y se alinea con el centro del espacio designado.

Como interpretación clásica de un templo romano, podemos decir que nos encontramos generalmente con un
templo de planta rectangular sobre un podio (que diferenciaba el poder divino de lo humano) de paredes
verticales con una única entrada en forma de escalinata en el eje central de la edificación, el templo puede tener
columnas de los cuatro tipos de órdenes arquitectónicos en el pórtico que era de gran profundidad, siendo las
que forman el peristilo suelen estar adosadas al muro de la naos o cella con la que sostienen la techumbre a dos
aguas. Las diferentes plantas que los romanos usaron para construir los templos fueron próstilo; que tenía una
gran naos y un pórtico de columnas amplio, luego tenemos el templo estruscoItálico o Capitolio con tres cellas,
por último tipo fue el tholos; el cual tiene una única cella circular. Los templos romanos aunque mantuvieron la
influencia griega helenística, si rechazaron otras ideas helenas como por ejemplo los templos anfipróstilos,
debido al carácter práctico romano en la mayoría usaban la configuración pseudoperíptero que consiste en
adosar las columnas al muro de la cella salvo el pórtico delantero, los constructores también usaban elementos
arquitectónicos etruscos en la decoración dando resultado a una profusa decoración, acróteras, antefijas,
metopas hechas de terracota y con acabados de vivos colores.

Destacar también que la decoración varía durante las tres etapas políticas de la civilización romana (monarquía,
república e imperio), ya que durante el período monárquico en las construcciones religiosas se representaba en
ellas acontecimientos como ceremonias, paradas civiles o militares o escenas nobiliarias, como polo opuesto
durante las fases republicanas e imperiales la decoración no fue tan cargada ya que se impuso la sobriedad y la
limitación de la policromía. También será una construcción monumental acorde con la idea de que el Imperio
Romano era inmortal, una arquitectura más dinámica, con novedades frente a la arquitectura griega, el estilo es
civil y militar frente a la religiosidad de Grecia y una mayor perfección de los monumentos. Durante la época
imperial se generaliza la bóveda y la cúpula Los templos eran custodiados por el estado y los ciudadanos hacían
las ofrendas a los dioses en el exterior colocando las ofrendas en fosas depositaria que eran objetos personales,
estatuillas de terracota o bronce y vajilla cerámica, siguiendo la tradición griega de que el templo era la casa del
dios a la que estaba consagrado y solo podían acceder a su interior los sacerdotes pertenecientes al culto de
este dios y del colegio pontificio romano. Podemos hacer además una distinción clara respecto a su cronología,
por ello podemos diferenciarlos en rasgos generales entre los que fueron construidos en la etapa etrusca (o
monárquico), republicana e imperial Se sabe que los templos de origen estrusco fueron los que trajeron el alto
podium a la arquitectura romana donde se coloca el templo en el frontal podemos encontrar una escalinata por
la que se accede y pórtico en el fondo que da pie a la naos, eran realizados en piedra, próstilos pues sus columnas
solo aparecen en su fachada principal, tenían en el interior de la cella un altar dedicado al dios que está
consagrado el templo en cuestión, la cubierta por el interior era de madera y por el exterior era la techumbre
era de vertiente a dos aguas.

Templos durante la Monarquía

Cuando los Tarquinos reinaban en roma se creó el templo de la Triada Capitolina donde vemos este modelo
claro, dedicada a Juno, Júpiter y Minerva en ese orden. En tiempos de Sila se restauró la estructura pues un
incendio lo había destruido aunque se utilizó mármol en vez de piedra como era originalmente, aunque su
estructura externa fue la misma. Las primeras construcciones datan del s.VII a.C, aunque desde el s.VI a.C vemos
ya una sistematización de estas edificaciones y que consta de tres tipos de planta, el primero solo tiene una cella
rectangular con o sin columnas (Templo de Mater Matuta), otro tipo es la nao flanqueada por pasillos
longitudinales cerrados por columnas o muros (Portonaccio de Veyes) y por último de triple cella con doble fila
de columnas ( Templo de Júpiter Capitolino de Roma), que estaban dedicados a la triada divina etrusca (Tinia,
Uni y Menerva). Sobre estos modelos arquitectónicos no cayó ninguna modificación, salvo en lo estético ya que
en época Helenística se decoró el frontón. Es destacable el hecho de que las construcciones religiosas fueran
levantadas con materiales perecederos como el adobe, de ahí que actualmente de los templos de esta
civilización no conocemos más que los zócalos ya que estaban hechos en piedra.

Templos republicanos

Los templos que se levantaron al igual que en la monarquía los templos seguían elevados y con una escalinata
de acceso en el frontal y podían ser de estilo jónico, durante este periodo republicanos los generales los
construían en los alrededores de la Vía Sacra y en el foro durante la República (509-31 a.C), fueron modernizados
en siglos posteriores. Durante esta etapa tenemos tres zonas interesantes para estudiar los templos. Por
ejemplo el conjunto religioso del Largo Argentina (s.II a.C- II d. C), el foro central republicano que desde el s.VI
se levantaron templos que de los pocos que han sobrevivido al paso del tiempo fueron modificados sus partes
originales, en el Foro Boario permanecen en buen estado el templete de época republicana llamado Templo de
Fortuna Viril (principios del I a.C) consagrado al dios Portuno, el edificio es tetrástilo y pseudoperíptero, con
columnas de orden jónico. Como templos paradigmáticos excavados en la Plaza Argentina 4 templos numerados
A,B,C,D, de norte a sur y en donde podemos observar las distintas características de cada uno, el templo C es
del s.IV a.C y el más antiguo, de planta tuscania evolucionada y con peristalsis en las columnas en la fachadas
menos en el fondo en donde se adosan al muro de la naos, se caracteriza por el revestimiento griego a un templo
itálico, el templo B es un tholos con orden de columnas corintio pero destaca que haya sido romanizado ya que
en vez del estereóbato y estilobato tenemos un podium que es accesible desde una escalinata en el eje frontal
del templo, como añadido final podemos ver que el templo D es el más grande pero peor conservado. Podemos
destacar también el Tholos de Tívoli en donde sus columnas son corintias con un friso por encima y con una
escalinata enfrente de la puerta como única entrada de acceso, claro ejemplo del influjo helenistico en Roma
pero manteniendo caracteres itálicos. Otro ejemplo destacable es en la ciudad de Carteia en el sur de la
Península Ibérica, que los restos encontrados en el yacimiento en el sector del foro se encontró los restos de un
podium y probablemente dos tramos de escalinatas en el frontal de esta edificación de lo que sería un templo
de tres cellas o un capitolio dedicado a la tríada capitolina (Júpiter, Juno Y Minerva), según la cronología del siglo
I a.C, aunque de tipología arcaica que sería de una única cella y dos alae con un parecido al ya comentado en
este apartado el templo “C” de Largo Argentina en Roma que es del siglo IV a.C, los elementos arquitectónicos
principales son los capiteles con formas de volutas y elementos vegetales siendo una variante del orden corintio
(orden compuesto), este estilo será utilizado al comienzo de la era de Augusto y en los siglos I y II d.C, otro
elementos característicos de esta edificación, son la posible utilización de metopas de toros arrodillados y los
posibles triglifos entre la columna y el arquitrabe.

Templos durante el Imperio


Con el inicio del reinado de Augusto (31 a.C-14 d.C) y las diferentes fases como la de Tiberio y Trajano (14-117
d.C), Adriano y Septimio Severo (117-235 d.C) y finalmente Maximo y Constantino (235-315 d.C). El templo
romano sigue manteniendo el podium y la escalinata pero se ve más decorado externamente con el uso del
mármol y el orden corintio para las columnas, debido a las influencias helenísticas tras la conquista romana de
Grecia y Egipto. Gracias al nuevo culto al emperador ya que es divinizado, el templo está en el centro de los
nuevos foros que se irán construyendo en Roma y en las capitales de provincia (Maison Carrée de Nimes, Mérida
y Beja). En la ciudad española de Beja se conserva un templo hexástilo períptero igual que el de la ciudad
extremeña, el cual sus columnas son de orden corintio, el templo se encuentra elevado sobre un podio, el cuál
es llamado Templo de Diana que es del s.I d.C. En el siglo II d.C se restaura el Panteón de Agripa (s.I d.C), el cual
es un templo octástilo y también durante el reinado de este emperador se empieza a utilizar la bóveda de cañón
y la cúpula en arquitectura religiosa con la construcción del Templo dual de Venus y Roma del s.II d.C. Ya en el
siglo IV d.C en el ocaso de la dominación romana las diferentes construcciones monumentales dejaron de recibir
los mantenimientos necesarios para que no colapsen y los templos no son ajenos a este procedimiento ya que
tras la declaración oficial del cristianismo como religión oficial del estado por parte del emperador Teodosio I en
380 d.C, por lo que muchos templos fueron derribados como materiales para nuevas construcciones o
resignificados como iglesias paleocristianas retirando la totalidad elementos paganos.

EL FORO Y LOS EDIFICIOS PARA LA ADMINISTRACIÓN Y REUNIÓN

En la antigua Roma, especialmente en las aglomeraciones (por ende, las ciudades), existieron zonas reservadas
para el uso público (en este caso nos centraremos en las de uso administrativo y de encuentro), que fueron
originarias por la gran demanda que exigían los ciudadanos. Estos edificios, de funciones muy variadas,
albergaba la ocupación principal que la ciudadanía había considerado tener, desde salas de reuniones o justicias
(Basílicas), o zonas especiales para la política y comercio (el foro). Los edificios que más podemos destacar en
este tema serían: el Foro, la Basílica, el Comitium, la Curia y los Pórticos.

EL FORO

En la sociedad romana el foro era el espacio público más importante de la ciudad, donde los habitantes solían
reunirse para debatir aspectos importantes de su comunidad. Es ineludible establecer un paralelo entre el ágora,
el espacio público desarrollado por los atenienses, y el foro romano. De hecho, es posible que el espacio romano
haya tenido influencias de su equivalente griego, una teoría reforzada por el hecho de que en las ciudades
etruscas, las cuales eran antecedentes de las romanas y en ellas no se han encontrado vestigios de un espacio
público similar. Si bien los foros variaron en tamaño y funciones, hay algunas características que eran más o
menos recurrentes en su configuración. Por lo general los foros tienen forma geométrica, básicamente
rectangular, según los ideales de Vitruvio, rodeados de pórticos. A su vez albergaban diversas funciones como
religiosas, acogiendo al menos un gran templo, cívicas dominadas por una basílica y comerciales formados por
diversas tiendas y mercados. Era frecuente también encontrar un teatro y un baño público, así como la curia
usada para reuniones del consejo municipal y el comitium para reuniones y debates políticos. Por otro lado, las
colonias militares llamadas castrum se organizaban en una grilla en cuyo centro estaba el foro, desde el cual
salían dos vías que seguían la dirección de sus ejes principales de la ciudad: el cardo y el decumano. En lo
referente en las funciones comerciales de estas estructuras varían según el foro en concreto, pues contamos
con varios ejemplos que así lo confirman:

• El Foro Boario entre el monte Palatino y el río Tíber, que estaba dedicado al comercio de ganado.
• El Foro Holitorio ubicado entre el monte Capitolino y las murallas servianas, que estaba dedicado al comercio
de hierbas y verduras.
• El Forum Piscarium, en el monte Capitolino y el Tíber, en la zona del actual gueto de Roma, que estaba
dedicado al comercio de pescado.
Aunque también existen foros para artículos que no eran de primera necesidad, entre estos está el Forum
cuppedinis, dedicado al comercio genérico de varias clases de bienes.
El foro en la Ciudad de Roma

El foro republicano

Es el primer foro que se levantó en Roma. Como ya sabemos, el Foro es un centro cívico, el escenario principal
de la vida en la ciudad, donde se desarrollan las actividades política, administrativas y religiosas. Pero este Foro
ocupa un valle entre las colinas del Capitolio y del Palatino, a través del cual discurre un arroyo del río Tíber, el
Velabro.

Lo primero que se hizo para poder habitar este lugar fue la canalización del arroyo, que fue posible gracias a la
construcción de la Cloaca Máxima, una obra de ingeniería que la tradición atribuye a Tarquinio Prisco, el primer
rey de la dinastía etrusca que estuvo al frente de Roma, en torno al año 600 a.C. Lo cierto es que a partir de este
momento, esta zona se convertirá en el centro de la vida cívica y comienzan a construirse progresivamente
edificios relacionados con las actividades políticas, religiosas y de mercado, pero también se erigen estatuas
honoríficas y otros monumentos conmemorativos, símbolos de las grandes hazañas militares y políticas de la
historia romana y que convirtieron al Foro en la plaza referente por excelencia de la vida romana. Los primeros
edificios que se construyen son: la Regia (la casa del rey, detrás de los restos actuales del Templo del Divino
Julio), obra de Numa Pompilio, según la tradición, y el primer Comicio construido en la parte septentrional de la
plaza, la sede más antigua de la actividad política de la ciudad, del que no quedan apenas vestigios por las
modificaciones de época de César y Augusto. Una vez abolida la Monarquía, los esfuerzos se dirigen a la
construcción de edificios relacionados con los acontecimientos y las nuevas instituciones de la recién creada
República.

Los Foros Imperiales

Lo que hicieron los emperadores fue apropiarse del centro cívico de Roma, para enfatizar sólo una de sus
funciones: la de convertirse en un museo al aire libre que celebrase los triunfos y tradiciones del imperio, una
especie de propaganda dinástica. La serie de foros dedicados a la gloria de los emperadores usurparon mucho
de la autoridad del antiguo foro republicano. I

El Foro de Julio Cesar: El más antiguo de los llamados foros imperiales es el de César. Julio César remodeló
algunas de las estructuras del antiguo foro (como los tabernae), y creó su propio Foro en el 51 a.C. Hay que
enmarcarlo en una política constructiva personal. César intenta monumentalizar Roma en los últimos años de
la República.Todo ello se engloba en la Lex Urbe Augenda, que era su proyecto del 45 a.C., donde se plasma
todo su programa constructivo, aunque no todos los edificios proyectados se hicieron debido a su asesinato al
año siguiente. Otros edificios sí iniciados hubieron de ser terminados por Augusto. El programa se centró
fundamentalmente en el Campo de Marte, en el Foro Republicano y en la construcción de un nuevo Foro. En el
Campo de Marte se levantó la Saeta Julia y el Diribitorium. Lo primero es un edificio rectangular con un fin
político: la elección de los Comitia Tributa. En el Foro también construyó Cesar, una nueva Basílica: la Basílica
Julia y la Curia que sustituye a la antigua Curia Hostilia que es destruida. El tercer foco de su programa urbanístico
es su Foro que nace por las necesidades de la ciudad al aumentar su espacio ya que el Foro Republicano se había
quedado pequeño, pues así se levantó el templo Venus Genetrix .

Uno de los edificios más importantes de la época romana son las basílicas. Este tipo de edificios tenía como
objetivo la administración de la justicia, la relación de negocios y las transacciones económicas. Debido a esta
multiplicidad las basílicas tuvieron un tamaño considerable, normalmente de planta rectangular y con su espacio
dividido en varias naves longitudinales a través de hileras de columnas, que a su vez sustentaban una cubierta
plana de madera o abovedada en ciertos casos. Solían tener una fachada principal porticada. En muchas de ellas
había un segundo piso sobre las naves laterales, de manera que la nave central era más ancha y de mayor altura.
La planta genérica también podía contener un ábside en uno de los lados cortos, donde se solían ubicar los
escaños para los magistrados.
Estos edificios fueron construidos con un gran esmero ya que tenían no solamente la función de acoger
actividades comerciales y judiciales, sino que eran considerados verdaderos edificios monumentales. Al igual
que el foro, el tamaño de las basílicas estaba determinado por la población de la ciudad donde se encontraba y
por la función comercial que tuviese la misma. Muchas basílicas con el tiempo tuvieron que ser restauradas,
otras fueron derruidas y construidas de nuevo. De entre las fuentes más relevantes para el estudio de las
basílicas hay que destacar Diez libros de arquitectura, obra de Vitruvio, donde se detalla las funciones, ubicación
y su modo de construcción. Muchas de las basílicas romanas fueron construidas junto al foro, y ello no es una
casualidad dada su función forense. Entre otros aspectos, Vitruvio establecía que la anchura de la basílica no
debe ser menor del tercio de su longitud, ni mayor a la mitad de esta. La altura de las columnas debe ser la
misma que la anchura de los pórticos y las columnas superiores deben ser más pequeñas que las inferiores. La
basílica de Fanum sería uno de los edificios más famosos que diseñó.

Basílica de Julia

Se sabe que fue dedicada a los hijos de Augusto tras la reconstrucción del 12 d.C. tras un incendio que la devastó.
Se encuentra en la zona sur del Foro. Su inauguración tuvo lugar en el 46 a.C. y su construcción probablemente
comenzó́ en el 54 a.C. Los trabajos de la basílica concluyeron en el periodo de Augusto, aunque seguramente
fue financiada con los beneficios de la campaña de la Galicia de Cesar. Fue sede del tribunal triunviral, donde las
cuatro secciones podían reunirse incluso al mismo tiempo. A parte de su actividad judicial, en la basílica se
llevaron a cabo actividades comerciales, las cuales han sido documentadas a través de varios epígrafes. A pesar
de estar construida en época de Vitruvio, no sigue las reglas que éste marcó para las basílicas, ejemplo de ello
es su número de naves (cinco en lugar de tres). La construcción de esta basílica tuvo que hacer frente a una serie
de problemas, entre ellos un desnivel de casi dos metros. Finalmente, el complejo quedaría formado por un aula
central de 75 metros por 16 de anchura y una cubierta a unos 30 metros de altura sujeta por vigas de madera.
Alrededor de la nave central discurrían deambulatorios continuos de 5,5 metros de ancho y sobre el del frente
se añadía un tercero de 7 metros de longitud. Con lo que estos deambulatorios tenían dos pisos, y la nave central
por tanto se encontraría cubierta por un tercero, aunque sin abovedar y con ventanales abiertos a los lados
sobre las techumbres de las naves laterales para iluminar el interior. La techumbre de la nave central por su
parte estaba dispuesta a dos aguas.

Basílica de Pompeya

La basílica se encuentra en la extremidad sudoeste del Foro. Se ha podido datar en la segunda mitad del siglo II
a.C. Se sabe que sus funciones eran la de acoger tanto transacciones comerciales como la administración de
justicia por parte de los magistrados. El edificio tenía planta rectangular, con una sala central circundada por
una columnata que formaría tres naves y con un tribunal donde se administraría la justicia, en el extremo
occidental. Este tipo de basílica tampoco seguiría el prototipo de Vitruvio. La entrada principal estaba situada
en uno de los lados estrechos de la basílica y estaba en línea con la pared del fondo del pórtico que cerraba el
foro por tres de sus lados. La formaban tres puertas separadas entre sí por pilastras que daban acceso a una
zona cubierta que daba acceso a la basílica. A la izquierda de esta entrada había un estrecho y alargado vano
que llegaba a un espacio en el que había un pozo. Una vez se accede a la basílica lo primero que se encontraría
eran cuatro columnas jónicas con sus capiteles tallados a cuatro caras, y las dos de los extremos estaban
adosadas a un muro de tal manera que de las cinco entradas principales serán tres las que canalicen el pasio
hacia el interior del edificio. En el interior estaría la nave principal, circundada por dos naves laterales las cuales
en los lados exteriores eran limitadas por un muro con semi-columnas adosadas. La nave estaba formada por
doce columnas de longitud y cuatro de latitud. En el centro de los dos muros laterales había pequeñas puertas
por las que se podía acceder al interior. En el lado oeste había un podio con seis columnas corintias donde se
encontraba la sede del tribunal.

Comitium

El comitium se sitúa como uno de los principales centros de la actividad pública desde la Roma Arcaica. De esta
forma, las ciudades romanas, presentaban una división a modelo imitativo del Foro de Roma, donde el comitium
se emplaza como uno de sus ejes principales. Los orígenes de lo que se documenta arqueológicamente como el
comitium, se ubican en base a una primera pavimentación del terreno en el que se asentaba, en torno al 635
a.C. El comitium, se localizaba en torno a la esquina noroeste del Foro Romano, conformando originalmente una
plataforma rectangular de 40 x 40 metros con sus lados orientados a los puntos cardenales y que, gracias a su
elevación topográfica, escapaba de las inundaciones del Tíber. Frente a la cara Norte del comitium, se situaba la
Curia Hostilia, que albergaba originalmente el senado en tiempos de la república, la cuál sufrirá a lo largo de la
historia romana una serie de remodelaciones y cambios, al igual que el propio comitium. El comitium, constituía
un lugar de reunión a cielo abierto y polivalente, donde se desarrollaría una intensa actividad política, judicial y
religiosa. Originalmente era el lugar de reunión de las asambleas de patricios (comicios curiatos) así como de las
tríbus de la ciudad de Roma (comicios tributos). En esta plaza para las asambleas, se desarrollaban también los
primeros juicios romanos, donde un reo encadenado era juzgado por un tribunal y donde los augures, se
dedicaban a la observación del vuelo de los pájaros, cuya interpretación era delatora de la aprobación o negación
de los dioses de las decisiones importantes a ser tomadas por el senado. El comitium a su vez acogía diversos
actos de naturaleza religiosa así como servía de patíbulo para las ejecuciones, lugar de exhibición de los cuerpos
de enemigos políticos derrotados a modo de trofeo o incluso, como reloj solar, al comparar la situación del astro
en relación a diversos elementos estructurales característicos.

Más allá de su función institucional, el comitium se situaba como centro de la vida cotidiana en la ciudad, punto
en el que se reunía la población para los negocios, encuentros sociales, etc. Dentro del comitium, podemos
situar la presencia de una serie de estructuras diferenciadas, así como multitud de elementos monumentales y
decorativos que irán añadiéndose o eliminándose a lo largo de los años. La rostra era una de estas estructuras
características, que se situaba al este de la plaza. Conformaba una elevación de tres metros de alto con 24
metros de longitud y 12 de ancho y servía como una tribuna para la oratoria. Desde esta plataforma, el orador
se podía dirigir tanto a las asambleas reunidas en el comitium, así como a una multitud reunida en el foro. Al
oeste del comitium se emplazó la graecostasis, plataforma similar a la rostra, pero que estaba destinada a
dignatarios extranjeros, que esperaban audiencia en el senado o asistían a una asamblea en el comitium. Otros
elementos presentes en el ámbito de la plaza la dotaban de un importante carácter simbólico, como la presencia
de la ficus rumilanis, una higuera sagrada; así como diversos templos, columnas o estatuas que se emplazaron
en su interior así como en su entorno.

El desarrollo de Roma en influencia y tamaño, a lo largo de los siglos, conllevó una serie de cambios en el
comitium, en lo respectivo a su tamaño, funciones y forma. El aumento de la población, provocó que el espacio
disponible en la plaza de asambleas no fuera suficiente para albergar el conjunto de las asambleas ciudadanas,
que acabaron trasladándose a otros entornos del foro a mediados del s.II. a.C. De esta forma, la función oratoria
de la rostra se orientará ahora principalmente al público congregado en el foro más que al congregado en el
propio comitium. A finales de la República, Sila modificó el tamaño de la curia así como del comitium, pasando
de la forma rectangular original a una circular, pavimentada por mármol y de menor tamaño que el comitium
original. Julio César alterará nuevamente la estructura y el tamaño de esta área, empequeñeciendo más aún su
forma y la ubicación de sus monumentos y estatuas.

Curia

Dentro de la arquitectura Romana, la curia constituía un espacio destinado para acoger la sede oficial del senado
en el caso de Roma, o para los magistrados de tipo local en el caso de que esta se ubicase en una ciudad de
estatuto municipal o colonial.

En relación con su arquitectura, es destacable señalar que estas podían variar en cuanto a su estilo, más, por lo
general, se tratan de construcciones de planta rectangular sin columnas, encontrando en algunos casos como el
lado corto opuesto a la entrada era rematado en un nicho rectangular o ábside, mientras que en sus lados largos
se ubicaban los bancos asignados para ya sea los miembros del senado o del gobierno municipal, encontrando
finalmente en la cabecera un estrado elevado sobre el pavimento de la sala dispuesto el para que el orador
pudiera acceder y se le escuchara por toda la sala. En la Roma clásica, el término curia tuvo diversos significados,
encontrando como en el periodo de la república, esta pudo determinar tanto el edificio donde se reunía el
senado como una subdivisión cívica tanto de Roma como de las ciudades que poseían el derecho latino. La curia
original comenzó siendo un templo construido en el reinado de Rómulo tras la paz acordada por las tribus que
se enfrentaban entre sí en los comienzos de la época monárquica, siendo este usado por los consejeros reales
hasta que consumido por el fuego y posteriormente, reconstruido por Tulio Hostilio.

De la primera Curia, al contrario de las posteriores, se sabe bien poco, siendo destacable especialmente la
“Tabula Valeria”, la cual se trataba de una pintura al fresco ubicada en el exterior del muro occidental de esta,
la cual representaba la victoria romana obtenida en Imera de manos de Manio Valerio Máximo contra Hierón II
de Siracusa y los Cartaginenses en el año 263 a.C. Este tipo de edificación se ubicaba por lo general en el
comitium, existiendo tres importantes curias a lo largo del periodo clásico Romano, las cuales existieron en
diferentes épocas por diversos motivos

Curia Hostilia

Esta fue edificada bajo el mando de Tulio Hostilio, tercer rey de Roma, en el siglo VII a.C., estando esta situada
en el antiguo Foro romano, más concretamente en el lado norte del Comitium, ubicándose frente a las escaleras
circulares de este, que servían como asiento para los ciudadanos que quisieran escuchar a los oradores, y
estando esta construida en lo más alto del foro romano con el objetivo de que fuera un símbolo de fuerza para
la República Romana. La Curia Hostilia vivió dos tipos de gobiernos durante su existencia, viendo como en esta
se reunieron tanto los asesores del Rey en la época monárquica y los senadores romanos en la época
republicana, siendo en este último periodo parte del mayor poder legislativo de la mano del senado.

Curia Cornelia

Siendo la más grande de todas las Curias, ocupó gran parte de lo que en algún momento fue el comitium,
otorgando al senado una ubicación predominante dentro del foro. En el año 80 a.C., la Curia Hostilia fue
expandida con el objetivo de poder albergar en su interior el doble de senadores que la ocupaban
anteriormente, por lo cual fue demolida a la vez que el Comitium, manteniendo el nombre de Hostila, por
mandato de Lucio Cornelio Sila, pero, sin embargo, fue destruida en el 52 a.C., siendo mandada a reconstruir
por el hijo del anteriormente mencionado mandatario, Fausto Cornelio Sila, siendo así renombrada como Curia
Cornelia.

Curia Julia

En el 44 a.C., ya en el mandato de Julio César, el foro Romano fue rediseñado, y la Curia Cornelia fue
transformada en un templo durante la construcción del primer foro imperial o después de esta, siendo en ese
mismo año remplazada con la Curia Julia, la cual se terminó de construir en el año 29 a.C. bajo el mandato de
Augusto, siendo esta la tercera dentro del Comitium y la que hoy permanece en pie. Esta fue construida de
forma alineada sobre el nuevo foro, convirtiéndose en un anexo y reduciendo el poder del Senado. La curia Julia
está construida con hormigón recubierto de ladrillos, contando con gruesos contrafuertes en todos sus ángulos,
a su vez, la parte inferior del frente estuvo en algún punto decorado con bloques de mármol, mientras que la
superior se decoró con una imitación de mármol blanco en estuco, terminado todo en unas escaleras que
circulan a las puertas hechas de bronce. El interior cuenta con 18 metros de ancho por 21 de largo y alto, siendo
bastante pobre en su decoración, encontrando cinco filas de sillas para los senadores y unos muros desnudos
que anteriormente estuvieron recubiertos por mármol. Lo único destacable del lugar son el suelo y el altar de la
victoria. El suelo, al contrario que las paredes, es bastante colorido, mientras que el altar de la victoria consistía
en una estatua la cual personificaba la imagen de la victoria, representando la potencia militar romana.

Pórticos

En la arquitectura romana el concepto de pórtico menciona el espacio levantado con columnas y techado que
se encuentra en la entrada de ciertas construcciones. El pórtico suele constituirse como una galería que se
extiende en la fachada del edificio. Cuando el pórtico se halla junto a un templo romano, se lo denomina pronaos
. Los pórticos también suelen nombrarse como atrios, pese a que este término se refiere específicamente a un
espacio que no está cubierto. De acuerdo con la cantidad de columnas que disponga, el pórtico puede calificarse
de diferentes formas: dístilo, con dos columnas en su fachada, tetrástilo (cuatro columnas), hexástilo (seis
columnas), octástilo (ocho columnas),etc. Para tomar ejemplo de las características de estas estructuras está el
Pórtico de Octavia y el Pórtico de los Doce Dioses. Pórtico de Octavia El Pórtico de Octavia fue construido por la
orde de Agusto (se encontraba junto al Teatro de Marcelo). Este pórtico está formado por seis columnas
(hexástilo), además de estar adornado con mármoles y tener muchas obras de arte. El recinto incluía una
biblioteca levantada por Octavia en memoria de su hijo Marcelo, la curia Octaviae, y una escuela. Se desconoce
si estos eran parte de un solo edificio o eran construcciones independientes. Durante la época medieval, fue
utilizado como mercado de pescado, cuyo uso perdurará hasta finales del siglo XIX. Pórtico de los Doce Dioses
Su forma actual es del año 367 cuando el prefecto de la ciudad Vetio Agorio Praetextatus realizó algunos trabajos
de ampliación. Son doce columnas, una por cada dios: Júpiter, Juno, Minerva, Vesta, Ceres, Diana, Venus, Marte,
Mercurio, Neptuno, Vulcano y Apolo. Las estatuas de bronce, que estaban detrás de las columnas, fueron
llevadas posteriormente al Pórtico de los Dioses Consentes, situado cerca del Tabularium, al sur del Templo de
Vespasiano y Tito.

INGENIERÍA MILITAR EN ROMA

MURALLAS

Materiales de Construcción de las Murallas

En primer lugar, se comenzará este trabajo haciendo alusión a los diferentes materiales utilizados para la
realización de las murallas y a sus aparejos más significativos en época romana. Para ello, se va a utilizar la
siguiente cita del manual Historia de la Cultura Material del Mundo Clásico, para llevar a cabo una mejor
comprensión acerca de los materiales empleados en cada muralla: “El uso del material de construcción varía
dependiendo del destino del edificio, de sus dimensiones, de su situación, de la disponibilidad financiera de la
empresa, de las preferencias personales y culturales del cliente y del arquitecto.” Es por ello, que convendría
mencionar el origen de los materiales a la hora de elaborar las construcciones, donde se ha constatado que la
procedencia de los materiales empleados en la fabricación de estos muros defensivos, son en su mayoría, de
canteras locales y próximas al lugar de construcción de las murallas. Es por ello, que los materiales más
representativos de época romana son muchos y muy variados, ya que dependen de la situación geográfica en la
que se vaya a emplazar la construcción y en la disponibilidad de los mismos. De todas formas, los materiales
más comunes utilizados en la construcción de las murallas romanas son: la madera, la piedra, el mortero y la
arcilla (en forma de ladrillo).

Por otro lado, respecto a lo que podría denominarse según el término romano opus o simplemente aparejos
constructivos, se presentan tres tipos de los cuales únicamente los grandes aparejos pertenecen al mundo de la
mampostería militar. Históricamente, las primeras construcciones romanas realizadas con grandes bloques
pétreos son las fortalezas de las ciudades del sur del Lacio, datadas entre los siglos V y III a. C. Los bloques de
estas murallas son de forma irregular y este paramento se conoce como aparejo poligonal u opus siliceum, en
el que las piedras encajan perfectamente sin ayuda de mortero, ni aglutinante de ningún tipo, donde las piedras
con mayor espesor se colocan en la base del propio muro. Por último, el aparejo constructivo más utilizado en
Roma hasta final de la República (y donde es mencionado posteriormente en este proyecto) es el denominado
opus quadratum, el cual consiste en la disposición de los bloques paralelepípedos regulares tanto uno sobre
otro en hiladas horizontales (aparejo isódomo), todos a soga (vistos por la cara mayor) o a tizón (vistos por la
cara menor) o mixtos, ya sea en una misma hilada o en hiladas distintas.

Técnicas de Construcción de las Murallas

Como bien se ha hecho mención en este trabajo, el tema que hemos seleccionado se centra en el aspecto
arquitectónico de las estructuras militares, realizadas por el Imperio Romano durante sus campañas militares,
por lo que tenemos que nombrar como se crean dichas estructuras, en especial las formas en las que se
levantaban aquellas murallas.
En el nivel más básico, que es el un de un campamento, tenemos que nombrar la palizada, un muro de madera
construido de la siguiente manera: primero, se reunían un gran número de troncos de tamaño pequeño y
mediano que son levantados de forma vertical, sin espacio entre ellos, después, en esos troncos se crea una
punta afilada en la parte superior antes de ser clavados en el suelo. Cabe destacar que podían ser reforzados
por estructuras adicionales en ciertos casos. Este tipo de fortificación normalmente solo se prefería en
emplazamientos de corta duración, como podrían ser los campamentos de marcha romano, ya que el material
podría ser problemático en caso de un asalto, aunque este aspecto, lo desarrollaremos posteriormente. Si el
campamento fuese de larga duración, se prefería construir murallas y fortificaciones de piedra, de las cuales
vamos a hablar ahora.

Al principio de la historia de Roma, cuando estaba establecida la monarquía como forma de gobierno,
encontramos una forma de levantar los muros bastante rudimentaria, la ciclópea, llamada así por el enorme
tamaño de las rocas que se empleaban en aquellos muros. Según Vitrubio, se utilizaba una técnica conocida
como opus quadratum, para reforzar esas murallas de una forma sustancial. Para hacer esta obra de ingeniería,
se colocaban bloques de piedras paralelamente la parte frontal del muro, mientras que los cortos cerraban los
lados, generando así una estabilidad impresionante. Aunque el método ciclópeo no se prolongó demasiado en
el tiempo, ya que los mismos romanos empezaron rápidamente a usar bloques de un mismo tamaño para
facilitar la manufacturación de aquellos muros, empezando a usar más adelante, bloques de piedra para sus
construcciones o bloques de adobe secados al sol. Seguidamente hay que mencionar los muros defensivos, que
se podrían encontrar en los campamentos. Ya que sería muy difícil hacer una recopilación de las técnicas
utilizadas para levantar los muros, usaremos los restos de las paredes pétreas que aún resisten al paso del
tiempo para clasificarlos en tres tipos:

• El primero son las murallas servianas. Este tipo de muro se construyó de una manera muy similar a los muros
ciclópeos (este dato es muy posible de observar en los restos más antiguos de las murallas), aunque esto
cambió, ya que son las murallas que actualmente rodean el casco de Roma las cuales recibieron grandes
cambios a lo largo de la historia. Estas murallas midiendo alrededor diez metros de altura y tres metros de
anchura, se erigieron con el método que hemos mencionado anteriormente, que es el opus quadratum.
• El siguiente muro del cual hablaremos, es el muro Aureliano, cuyas dimensiones son menores respecto a la
altura y anchura pero con una longitud superior, un gran número de torres con elementos defensivos,
conformando una longitud de diecinueve kilómetros. Más adelante, llegaron a ser reformadas por el mismo
emperador, llegando a tener unos dieciséis metros de altura, trescientas ochenta y tres torres, siete mil
veinte cresterías, dieciocho puertas principales y muchos otros elementos usándose el opus testaceum
cómo método de construcción.
• Finalmente hablaremos de tres muros fronterizos. El primero, el muro de Adriano, erigido en la frontera con
los pictos en la provincia de Britania, fue construido con materiales locales, ya que el coste se habría elevado
si se hubieran importado los materiales desde Roma. Su realización se inauguró usando un centro de tierra
o arcilla con piedras, usando un revestimiento de grandes rocas aplicado un mortero suave. Medía ciento
diecisiete kilómetros de largo, de tres a seis metros de anchura en diferentes partes y alrededor de seis
metros de alto. Cada cinco millas romanas o siete kilómetros y medio, se encontraba un fuerte con caballería
e infantería para defenderlo. Después está el muro antonino, construido cerca del muro de Adriano, para la
defensa contra los caledonios. Tenía una longitud aproximada de sesenta y tres kilómetros, cinco metros de
alto y tres de ancho. Hoy en día apenas es visible por el material usado.

Muro De Adriano

Este muro es una antigua fortificación defensiva de Britania, una de las antiguas provincias romanas, que data
de principios del siglo II d.C. Durante mucho tiempo se pensó que su construcción estuvo motivada para
delimitar entre Britania y Escocia, más no hay prueba alguna que respalde esta idea, pues de hecho hay
numerosas teorías al respecto. Algo que destaca es su longitud (120 km), no solo porque llama la atención, sino
porque muchos estudiosos han puesto en duda su efectividad debido al gran terreno que abarca, y por esto que
varios creen que su función no era defensiva. En cualquier caso este muro estuvo bajo la supervisión del
emperador Adriano, conocido por supervisar varias obras arquitectónicas, que a día de hoy, muchos consideran
ambiciosas. Los materiales que emplearon para su construcción, variaron a medida que el tiempo pasaba, pero
fue iniciada en piedra. Este espacio fue abandonado, y su función se empleó en el muro de Antonino, situado
más al norte. A lo largo del muro se hallaba un vallum, una zanja empleada como defensa que tenía 3 m de
profundidad y 6 m de anchura. Había alrededor de 14 fortificaciones a lo largo del muro. A pesar de contar con
estos elementos defensivos, no parece que fuera el propósito principal, sino que es una mera precaución.

CAMPAMENTOS O CASTRAS

Visión Externa de los Campamentos

Para comprender los campamentos, debemos hacer mención a las principales fuentes que nos aportan
información sobre estos a día de hoy. En un primer momento, tenemos las fuentes escritas, las cuales aportan
un testimonio teórico de la mano de grandes eruditos de la época. En segundo lugar, tenemos la arqueología,
una fuente mucho más objetiva en lo que respecta al estudio de los campamentos, donde sumerge a los
interesados en la materia del conocimiento acerca de estos recintos, así como las actividades que tenían lugar
en el interior de los mismos. Las fuentes escritas, nos aportan datos referentes a los campamentos de la mano
de grandes eruditos como Polibio o Higinio, el cual llevó a cabo la creación de la obra, De Munitionibus
Castrorum, elaborada por el propio Higinio que fue agrimensor (topógrafo) romano y que estuvo inmerso dentro
del ejército romano durante las campañas militares dácticas en tiempos del emperador Trajano. En cambio, la
arqueología aporta datos sobre campamentos ubicados en las fronteras del imperio, donde en estos lugares
tuvo lugar las mayores acumulaciones de soldados con el objetivo de llevar a cabo misiones de vigilancia y el
mantenimiento en condiciones óptimas de las fortificaciones y defensas ante las entradas de los pueblos
bárbaros. Una vez repasadas las principales fuentes de conocimiento de estos recintos, se va a realizar una
explicación acerca de cómo eran estos espacios militares.

Los campamentos, son espacios fortificados que se utilizan para acoger a una serie de tropas militares. Los
campamentos pueden permanecer fijos en un territorio, o bien se pueden asentar de manera temporal en un
breve periodo de tiempo, mientras dura la misión militar llevada a cabo. A día de hoy, el ámbito literario del
pasado no nos expone una diferenciación entre los campamentos fijos y los campamentos temporales, donde
las diferencias más notorias entre estos emplazamientos las tenemos gracias a las excavaciones arqueológicas,
ya que estos trabajos acercan al individuo a la realidad original de estos recintos, así como las actividades que
se llevaban a cabo en su interior. de forma estable o por un corto periodo de tiempo. Por lo tanto, las
excavaciones arqueológicas han aportado la siguiente diferenciación. Los campamentos que se encuentran
localizados en un lugar de manera temporal son aquellos que presentan un tamaño reducido en cuanto a sus
dimensiones, así como están construídos de madera. En cambio, los campamentos que se encuentran fijos en
un territorio poseen unas mayores dimensiones, así como presentan unas mejores defensas que los
campamentos temporales. Planta de campamento romano (de S.Carretero).

En lo que respecta a la planta de estos campamentos, hay que decir que la forma cuadrada era la imperante en
estos recintos durante la etapa republicana de Roma. Posteriormente, con la llegada de la época imperial en
Roma, los campamentos pasaron a poseer una morfología rectangular, torneando las esquinas del mismo. El
escritor inglés Johnson, llevó a cabo un exhaustivo análisis referente a los campamentos, donde para llevar a
cabo la construcción del agger romano (terraplén, rampa) se iniciaba con la perforación de un foso y levantando
un terraplén con su pertinente amurallamiento. Las fossae, son una o varias zanjas que cercan la muralla a su
alrededor, donde la anchura de estas fossae ronda entre 1.5 y 11 metros. Cabe reseñar que hay diferentes tipos
de fossae, donde en un primer momento, tenemos las fossae fastigata, las cuales podemos catalogarlas como
simples dentro de las tipologías de las fossae, donde se presentan en forma de V. Posteriormente, tenemos las
fossae púnicas, que igual que las fossae fastigata, presentan una forma en V, pero con la diferencia de que uno
de los lados es totalmente vertical. Por último, en los campamentos, también se han hallado las denominadas
como fossae en perfil W, donde como su nombre indica se presentan con la forma de la letra W, o bien se puede
hacer uso de la terminología de sucesión de varias trincheras.

En lo que respecta a la construcción del terraplén, hay que señalar que este estaba realizado con bloques de
arcilla recubiertos de tierra o turba, con unas dimensiones de 6 metros, donde sobre el terraplén tenía lugar la
construcción de las cercas o vallum, las cuales consistían en una serie de vallas de madera, cuyos postes iban
insertos en el suelo y encadenados entre los mismos. Estos vallum, tenían una altura aproximada de entre 3.3 y
4 metros. Posteriormente a los vallum, tenemos los caminos interiores, donde marchaban los soldados, los
cuales se recubrían de madera y poseían entradas a estos por las escaleras, las cuales ascendían por la fachada
interna del terraplén. Otro elemento sumamente importante en los campamentos son las murallas, las cuales
se elaboraban con diferentes materiales (tierra, madera, piedra, etc.) o bien se llevaba a cabo la construcción
de estos mediante la técnica denominada como emplecton, que consistía en la realización de dos muros
paralelos o equivalentes, los cuales se abarrotaban o rellenaban con opus caementicium. A lo largo del contorno
de la muralla, se levantan en los ángulos y en los extremos las torres de guardia, donde en los campamentos
realizados en madera las torres de guardia están realizadas en este mismo material y poseen plantas de
diferentes morfologías, así como en los campamentos realizados en piedra, próximos a las torres cuadrangulares
también se han encontrado torres redondeadas pertenecientes al siglo II.

Continuando con las metodologías de reforzamiento, también los romanos llevaron a cabo en sus campamentos
el titulum, o bien amurallamiento localizado próximo a la puerta para llevar a cabo la defensa y la clavícula o
curvatura del agger cercana al portón de acceso y así crear un ambiente de defensa absoluta del campamento.
Por último, antes de introducirnos en el interior de dichos campamentos, hay que resaltar que todas las puertas
que poseían las murallas se encontraban reforzadas y flanqueadas o rodeadas por torres de forma cuadrangular
con un camino de ronda entre estas, donde transcurrían los soldados, y estaba resguardado por un muro o
trinchera y habitaciones para llevar a cabo actividades de defensa en su interior.

Visión Interna de los Campamentos

Por lo tanto, los campamentos se convirtieron en las entrañas del ejército Romano, sobre todo en las zonas
fronterizas con la llegada al poder de Octavio Augusto. Con ello, se estandarizaron y los mismos puestos
castrenses. Con anterioridad, en la etapa republicana, encontrábamos que los campamentos principalmente se
realizaban con materiales perecederos, con el objetivo de construir un asentamiento temporal. Sin embargo
durante las primeras décadas del siglo I d.C, asistimos a dos cambios: a la dicha estandarización de la planta de
los campamentos y a la sustitución de materiales como la tierra y la madera, por piedra, aunque esto último no
se generalizó hasta la época flavia con la revuelta civil de Germania. Por lo tanto, existen dos tipos de
campamento, los temporales, llamados así por su función castrense o bien por los materiales de construcción
externa, pudiendo durar semanas o años, y los permanentes, siguiendo los mismos criterios.

Comenzando con el emplazamiento, Higinio da conocimiento sobre los posibles lugares aptos para el
establecimiento de un campamento romano en un orden de relevancia:

• En una llanura que se eleva en una pendiente suave hacia una prominencia.
• En un lugar llano. En una colina
• En una montaña
• En un loco necessario, es decir, un lugar cuando no hay posibilidad de encontrar alguno de los anteriores.
A la hora de su fundación, se clava un estandarte, y a partir de este, se sitúa el pretorio midiendo su recinto,
resultando una superficie de 3.504 m2 .

En cuanto a la planta de los campamentos romanos los conocemos principalmente por un escrito de Polibio, en
la segunda mitad del siglo II a.C y por la obra Munitionibus Castrorum de Higinio, redactado en el siglo II d.C,
que aún separados en el tiempo, describen castras muy similares: Campamentos de planta cuadrangular,
organizados ortogonalmente por medio de dos vías principales que se cruzan delante de cuartel general, el cual
está arropado por el quaestorium y el praetorium. En ocasiones también se hace mención a una tercera calle,
paralela a la principal, a la que conocemos como via quintana, que dividía en dos las cuadrículas rectangulares
en las que acampaban las legiones. En este tramo de tiempo, la forma de la planta castrense, era generalmente
cuadrada, hasta que en los tiempos de Higinio, se estandarizó la rectangular. Cabe destacar, que estos principios
se aplican tanto a los campamentos temporales como a los permanentes. Sin embargo, si por algo destacan los
campamentos romanos, es por su adaptabilidad a la zona y a las necesidades tácticas; por este motivo
encontramos en las fuentes campamentos numantinos de planta poligonal, aunque aún no están constatados
arqueológicamente. En este aspecto, las fuentes arrojan más duda y confusión que luz: Tito Livio y Dionisio de
Halicarnaso, aseguraban que los reyes romanos ya poseían campamentos rectangulares, por otro lado Frontino
exponía que esto había sucedido tras la guerra pírrica y que los romanos habían tomado referencia del rey de
Epiro, es decir, al contrario que Plutarco, quien escribió que fue el rey de Epiro el que se sorprendió por la gran
organización del ejército.

Por lo tanto el plano geométrico queda determinado de la siguiente forma: Planta cuadrangular dividida por los
grandes ejes, cortados en ángulos rectos y orientados hacia los puntos cardinales, en cuyos extremos se situaban
las puertas: la porta praetoria al Este, la porta deccumana al oeste, uniéndose estas dos por una calle la vía
pretoria, de 50 pies de anchura, y a derecha e izquierda las portae principales, unidas por la vía principal, de 100
pies de anchura.

La arquitectura interna de los campamentos sólo se documenta en aquellos que tienen una base pétrea. En el
contexto republicano de Hispania, encontramos la presencia del forum, quaestorium y praetorium en Castillejo
y Cáceres el Viejo entre otros. El elemento que se nos presenta con mayor frecuencia, son las contubernium o
barracones, las cuales sólo tenían seis de ocho camas, ya que dos soldados siempre hacían guardia. Los edificios
se realizaban normalmente con solo piedra, usando la técnica constructiva del sillarejo. Además, en ocasiones
se han constatado negativos en el terreno, resultado del uso de postes en zanjas de fundación para sustentar
estructuras. La Castra Praetoria, quedó definida por Tiberio, resultando en un edificio de 440 x 380 metros. Cabe
destacar que en numerosas ocasiones, los campamentos no llegaron a tener una composición interna pétrea,
sino que simplemente se usaron tiendas de campaña de cuero, de las cuales quedaron piquetas y clavijas de las
mismas.

Aquis Querquennis

Este campamento situado en la actual Galicia comenzó a excavarse en 1975, siendo característico por el hecho
de que, además de ser un campamento romano, contaba con una residencia en su interior. Aquí podemos
observar una vista aérea de este complejo: La planta que presenta es característica de los primeros siglos d.C.,
es decir, rectangular con las esquinas redondeadas, las cuales destacan por no poseer una alta complejidad, ni
en cuanto a estructura ni en cuanto a materias primas, que eran bastante comunes: granito y arcilla; en cuanto
a los materiales empleados para otros elementos del campamento destacaba la madera local.

El sistema defensivo contaba con: Foso, Berma, Muralla, Torres. El interior del campamento contaba con:
Intervallum: el espacio que se da entre el interior de la muralla y el resto de edificaciones o tiendas del
campamento, un espacio que se deja libre para las tropas, mide en este caso 11,72 m. Cuatro accesos: se ha
visto que estos estaban decorados y eran de buena calidad - Praetentura - Retentura - Latera Praetorii Los
elementos que componen la planta que podemos diferenciar son: - Cuartel general (o principia): edificación
donde se abordaban los principales temas administrativos de la ciudad. - Hospital (o ualetudinarium): como
indica el nombre, este espacio se usaba para emplear la medicina militar en los soldados heridos o enfermos.
Suelen ser edificaciones de planta cuadrada o rectangular, con un patio central abierto rodeado por una serie
de estancias puestas en U, de las cuales la mayoría serían dormitorios. - Graneros (u horrea): normalmente de
planta rectangular rodeada de muros, con el suelo ligeramente elevado, eran espacios usados para almacenar
el grano y protegerlo a su vez de la humedad. - Hornos: planta circular usados para el pan. En este caso se
situaban frente al acceso de los barracones. - Letrinas: espacio usado para - Barracones de los soldados: suele
ser la edificación más numerosa en los recintos militares, siendo de planta rectangular bastante alargada, que
solían organizarse internamente en forma de "U". Se usaban para almacenar las armas y para disponer los
dormitorios de los soldados. - Talleres: donde se desarrollaban distintas tareas artesanales, entre ellas lo
referente al trabajo con el metal, la madera, el cuero

LA ARQUITECTURA DOMÉSTICA

Son muy famosas las obras arquitectónicas romanas como; los coliseos, los circos, los acueductos, las termas,
etc. Pero se suele olvidar de lo más importante, la base de la sociedad, puesto que un estado no puede existir si
sus individuos no tienen hogar, a parte que el hogar como base de los núcleos familiares tiene una gran
influencia dentro de la formación del carácter y mentalidad de los individuos, al igual que la elección de su
emplazamiento afecta a estas características psicológicas de los individuos que habitaban en estos hogares. Por
ello la arquitectura doméstica de los romanos nos puede ayudar a entender no solo su día a día, sino que
también nos sirve para interpretar los elementos con los que ellos decoraban su espacio doméstico junto a los
materiales de los que estaban hechos, como, por ejemplo; la posición de dentro de la sociedad de sus individuos,
el oficio de los habitantes, y los pensamientos ideológicos. Pero el tema que verdaderamente nos interesa, es
distinguir las características de estos hogares, los materiales, el emplazamiento y la evolución que
experimentaron estos edificios arquitectónicos. Por lo que no se puede hablar de las estructuras domésticas de
los romanos sin hablar antes de su pasado, ya que estas fueron evolucionando desde un periodo más arcaico
hasta unos grandes cambios significativos. Por lo tanto, se ha de tener en cuenta los inicios de estos hábitats
empezando con los etruscos y las causas que influenciaron las características que tendría su arquitectura
doméstica. Los etruscos preferían situar sus casas cerca de la costa por motivos comerciales y económicos. Pero
ellos, debían tener la cautela de no colocar sus hábitats y edificios importantes cerca de la misma costa a causa
de los ataques piráticos que podrían amenazar a sus propiedades, dado que en una posición errónea estas casas
serían un blanco fácil para estos piratas. Además, se han de tener en cuenta los materiales utilizados por ellos
para la construcción de sus hogares. Dado que estos eran muy básicos y accesibles, como; el barro, cañas, arcilla,
adobe, etc. Todo esto nos indica que estos pueblos aún se estaban adaptando a las condiciones de sus territorios
puesto que más adelante surgirían técnicas y utilización de materiales más avanzados. Asimismo, estas viviendas
contaban con pocas habitaciones limitando así el núcleo familiar, el cual con el tiempo se haría más grande y se
introducirán espacios para los esclavos y sirvientes de la casa. Igualmente, las condiciones cambiaron al igual
que los pueblos etruscos, y con ello también cambió la arquitectura doméstica. Se empezaron a usar distintos
materiales, decoraciones mejoradas, mayor tamaño y cantidad de habitaciones dentro de la vivienda,
apreciando así influencias de otros pueblos como elementos griegos dentro de la arquitectura de las viviendas.
También se puede percibir la aparición de una clase acomodada aristocrática y como en muchos casos, la
vivienda de la clase aristocrática es muy diferente a la de los habitantes simples. Esta clase habitaba en palacios
los cuales eran estructuras domésticas más grandes y mejor decoradas en las que vivían estas personas. Según
avanzó el tiempo se fueron mejorando las técnicas arquitectónicas y con ellas prosperaron estos hogares. De las
técnicas etruscas arcaicas pasaron a usarse técnicas romanas más avanzadas y mejor conocidas por nosotros. Y
es por ello por lo que a continuación describiremos los diferentes edificios que conformaban la arquitectura
doméstica romana junto con las características de cada uno de ellos, y en parte las tipologías de los que
habitaban estos edificios, puesto que en cualquier fase de la evolución de la sociedad habrá diferencias dentro
de la sociedad y esto se vería reflejado en la arquitectura, sobre todo en la arquitectura doméstica. A
continuación, comentaremos las siguientes estructuras de la arquitectura doméstica del mundo romano

DOMUS

Para empezar a hablar de la arquitectura doméstica debemos analizar las domus que significa casa. Las domus
se consideraban casas unifamiliares que les pertenecía a familias solventes o acomodas romanas, el dueño de
la propiedad era el padre de familia (paterfamilia), que era el propietario y tenía el título de dominus. Estos
hogares se situaban en las ciudades o en una villa suburbana, algunas funcionaban como una casa de verano.
Solían medir 120 metros de largo por 30 metros de ancho.
Principalmente la domus estaba compuesta por atrium, tablinum, alae, oecus, triclinium, cubicula, lararium,
impluvium, peristilo, balnea, exedra, y cryotioirticus, más adelante definiré las más importantes. Los orígenes
de estas estructuras proceden de las cabañas etruscas, la forma rectangular presenta una abertura de la misma
forma en el techo cuya utilidad es permitir la salida de humo y la entrada de luz y agua de lluvia, se corresponde
con el compluvium del atrium, lugar donde se desarrolla la vida familiar y en torno al cual surgen las distintas
habitaciones. Sin embargo, aunque la casa romana tuviera origen etrusco muchas de sus partes son heredadas
de la cultura griega, esto surge sobre el siglo V a. C. posterior a las guerras púnicas. Las primeras domus eran
sencillas y baratas, por ejemplo, la casa de Livia en el Palatino. Después de las guerras, las familias más
adineradas tuvieron la tendencia de ampliar al estilo heleno. Una de las herencias griegas es la forma que tenía
el implivium, siendo un patio interior rodeado de columnas que comunicaba con las habitaciones. Además,
vemos las fauces, atrium, las cocinas, alae, lararium, tablinum y otras partes cuyos nombres indican su
procedencia griega como son el peristylum, triclinium, oecus, exedra, nimphaeum o bibliotheca. Las domus eran
normalmente de un solo piso, pero las dimensiones realmente eran muy variadas. Podemos ver que los planos
no son uniformes, ya que atienden a las necesidades y a los gustos. También depende del poder económico del
propietario, además de tener en cuenta el terreno donde está construida.

Estos hogares se organizaban según la vida privada de un miembro destacado de la sociedad, teniendo en cuenta
las condiciones materiales de la época en un sistema con un modo de producción esclavista, los roles en la
población están muy marcados y las clases pudientes están condicionados a aparentar un estatus social siendo
la vivienda un producto social. Para la investigación de estas estructuras se observan yacimientos de la zona
vesubiana, como Pompeya y Herculano en el año 79 d. C. Además, también encontramos yacimientos
importantes con estas estructuras en Mérida del siglo I d. C.

Comenzando por la entrada, nos encontramos uno o dos escalones que conducían a dos pilastras con capiteles
ornados, donde se encontraban las puertas de entrada, que se abrían desde dentro. Al cruzar la puerta está el
vestibulum, en algunos se podía encontrar el saludo, ¡«Salve! Cave canem». Una curiosidad es que las puertas
de una domus eran sagradas y durante las fiestas religiosas se adornaban y tenían dioses que protegían el hogar
y la familia. Las fauces es el corredor que va desde la puerta al atrio, lugar donde solía colocarse un banco para
que pudieran sentarse las visitas. Se podía colgar una cortina para evitar miradas curiosas desde la calle cuando
se dejasen las puertas abiertas. Se considera que el atrium, el centro de la casa romana es el elemento que
organiza la domus. Es un patio interior y era el espacio donde se hacía vida doméstica y solía tener cuatro o seis
columnas de mármol. Las paredes estaban hechas de piedra y decoradas con pinturas al fresco. El artesonado
solía estar hecha de cara madera. En esta sala también se puede ver un lararium, un sacellum o una aedicula.
En el centro se deja una abertura en la parte superior (compluvium), en algunos casos se encuentra en la parte
central de las cuatro pendientes del tejado se llama atrium compuviatum. El atrium que carece de apoyos
verticales se denomina tuscanicum, esta apertura dejaba entrar la luz solar y la lluvia que se almacenaba en la
parte inferior de la abertura. A esto se le llamaba impluvium, un estanque en el atrio, y podía estar decorada
con una fuente. En algunos casos podemos ver como existía un velum que cubría el compluvium u otras
versiones como el displuviatum que tenía un tejado en forma troncopiramidal. La habitación podía estar
decorada con imagines maiorum, mesas de mármol, estatuas, pebeteros de perfumes o tejidos. A su alrededor
estarían las distintas cámaras.

• El tablinum, se trata de una estancia situada frente a la entrada, que está abierta al atrio o con unas cortinas
colgadas. Su nombre deriva del tabulae, que son las tablillas donde se registraban las actividades públicas y
las transacciones comerciales de la familia, siendo así una especie de archivo dedicado a las actividades
públicas y las transacciones comerciales de la familia. También servía como escuela familiar con un armarios-
estanterías y escaños para los niños. Se encuentran también imágenes de Apolo, Minerva o de las Musas.
• El triclinium es una estancia para comer recostado en los klynai, donde hay zonas para los invitados. Son
numerosos, se distribuyen y orientan para el uso en determinados momentos del año, también depende de
la riqueza del propietario dependiendo el tamaño de la habitación, por lo que los hay grandes y pequeños.
Estaban decorados con elementos de lujo, con finos trabajos de ebanistería y marquetería, losas de mármol
claro y verde.
• Las alae, que están cerca del tablinum, son dos recintos a ambos lados del fondo del atrio.
• Oecus es una estancia redondeada, tiene un nombre de origen griego y se conoce como el salón para
reuniones, además lo usaban para comedor más amplio y lujoso que el triclinium.
• Las cubicula son las habitaciones de descanso, suele estar decorados con mosaicos o pinturas murales, el
techo suele estar más bajo que otras salas y tenía una antesala (procoeteon) que era para los siervos de
confianza. Suele ser de tamaño reducido.
• El peristilum es un jardín rodeado de columnas y cerrado por un muro exterior, está decorado con
vegetación, fuentes y estanques
• La culina es una habitación de pequeñas dimensiones que se creó como cocina, dotada de elementos como
brasas para cocinar u hornos de pan. Normalmente estaba conectado con unas letrinas que conducían a un
pozo de evacuación o con un canal de desagüe hacia la calle.
• La balnea era un baño para el aseo personal, se situaba al lado de la cocina para conseguir el agua y barreños
calientes más rápido. Al principio eran habitaciones sencillas, pero en época de finales de la República se
convirtieron en pequeñas termas.
• Por último, el cryptoporticus se trata de bodegas subterráneas, eran largas y se instalaba bajo los peristilos
donde almacenaban los alimentos y las bebidas.
La domus romana dejó restos de la forma de vida de sus habitantes que nos reflejan sus creencias, aspiraciones
y actividades, permitiéndonos conocer mejor la organización familiar, las amistades, los dioses protectores del
hogar, el culto de los antepasados y la recepción de la clientela. Cada miembro de la familia tenía designado su
espacio, por ejemplo, el paterfamilias, dueño de la casa. También podemos ver cómo los esclavos no tenían un
lugar específico, por lo que se cree que dormían en el suelo, cerca de la cocina o vigilando el sueño de los amos.

La evolución de la Domus.

Los romanos adoptaron desde la etapa monárquica el modelo de vivienda etrusca. La puerta de la calle daba a
un pasillo o vestibulum, que conducía a un patio central porticado, el atrio. Éste, con o sin columnas en sus
esquinas, distribuía las estancias a su alrededor y garantizaba la adecuada iluminación y ventilación de los
cubícula (dormitorios). En el centro del atrio había un estanque o impluvium que recogía las aguas lluvia caídas
sobre el tejado del edificio Éste podía tener un aljibe subterráneo donde se almacenaran. Las habitaciones que
daban a la calle se alquilaban y se utilizaban como tiendas o talleres (tabernae). Frente a la entrada se situaba
la habitación principal o sala de recepción, llamada tablinum, y el triclinium o comedor. En el atrio se encontraba
también el altar y los accesos a la cocina (culina) y a un patio trasero utilizado como huerto donde se cultivaban
las hortalizas más habituales que consumía la familia en el día a día (hortus).

A partir del siglo III a. C., a raíz de las primeras anexiones de ciudades griegas, y hasta la época imperial los
romanos incorporaron novedades a la construcción tradicional y rivalizaron entre sí por conseguir la casa más
grandiosa y refinada. La casa se tuvo que hacer necesariamente más grande, ya que se necesitaban más espacios
para alojar a la abundante servidumbre y para recibir a la clientela. También un modo de vida cada vez más
sofisticado hizo necesarias nuevas habitaciones con uso específico (triclinium de verano, oeci o sala de fiestas,
exedra o sala de tertulia, biblioteca, baños...).

Como el trazado de las manzanas urbanas no permitían una ampliación a lo ancho, los nuevos espacios se
ganarán en sentido longitudinal de la casa, en altura (un segundo piso) o, lo que es más habitual para los más
pudientes, uniendo dos o más viviendas. En este último caso, una cumpliría las funciones representativas y de
negocios y otra, o varias, las funciones de vivienda familiar. Las columnas, que tanto admiraban en los edificios
griegos, fueron las protagonistas de un nuevo espacio el peristilo. Estos se levantan al fondo de la casa en
sustitución del hortus, ya innecesario. Son jardines placenteros con fuentes, estatuas, setos y flores, cuyos
laterales pueden estar en parte o totalmente porticados con columnas como elemento de sostén. El exterior de
la casa prácticamente se ignora, no siendo apenas decorado, salvo en la puerta de entrada. Sin embargo, el
interior desarrolló una atractiva decoración basada en la pintura mural y el mosaico. A través de los frescos que
decoraban las paredes podemos comprobar la riqueza del propietario, su gusto estético y la evolución estilística:
de las simples imitaciones de materiales nobles de construcción del primer estilo pompeyano, hasta las
perspectivas ilusorias y cuadritos de temática variada de los estilos segundos a cuarto. Los suelos también se
cubren de mosaicos cada vez más complejos. Los adelantos de la ingeniería se introdujeron en las domus. Los
más ricos pudieron acceder al agua corriente conectando con los acueductos que suministraban a los edificios
públicos de la ciudad. Si este era el caso la vivienda podía tener sus propias termas privadas.

El primer paso en la construcción de la casa son los cimientos, que aseguran la estabilidad del edificio. Sobre
ellos se construyen los muros alzando paredes de piedra o ladrillo y rellenando el interior con un resistente
hormigón (opus caementiciunr). Este hormigón se compone de trozos de piedra, ladrillo y cascajos unidos con
una argamasa o mortero líquido. Las paredes internas que dividen las estancias son de estructura más ligera. El
tejado tiene el armazón de madera y se cubre con tejas de arcilla. Las tejas son de dos tipos: rectangulares
(tegulae) y semicilíndricas (imbrices). Los ímbrices tapan la unión de las (tegulae) y su extremo se cierra con una
antefija o placa. Esta placa se decora con una palmeta o una máscara teatral. Una de las casas más antiguas es
la denominada "Casa del Cirujano (Chirurgo)" en Pompeya del siglo IV a.C. Con un atrio tipo toscano y una
disposición atrio tablinum. A comienzos del siglo II a.C. el peristilo (peristylum) se convierte en el centro de la
actividad social de sus habitantes. Un ejemplo de esta época lo tenemos en la Casa del Fauno de Pompeya. Las
domus comienzan a ser cada vez más suntuosas y se construyen varios triclinia (triclinios) alrededor del peristilo.
El salón de reuniones columnado, oecus, cubierto por bóvedas aparece en el siglo I a.C. y con él se multiplican
las estancias dedicadas al ocio que ahora se distribuyen en torno al peristilo en lugar de en torno al atrio, que
pierde protagonismo. Aparecen los mármoles para decorar las estancias principales y el hipocausto que calienta
las habitaciones de la casa y permite la construcción de termas.

En el siglo I aparecen impresionantes casas cuyos peristilos con fuentes, grandes jardines e incluso lagos
artificiales son sitios para el paseo y la tertulia. Ya en época alto imperial se transforma el peristilo, quedando
éste abierto y con una fuente monumental en su centro. Las grandes ventanas y habitaciones para banquetes
son características de esta época a la que pertenece la Casa di Amore e Psiche en Roma.

En cuanto a la decoración, la pintura mural y el mosaico son las técnicas más utilizadas para decorar el interior
de las casas romanas. Las pinturas que decoran los muros son pinturas al fresco de vivos colores y temática muy
variada (arquitecturas imaginarias, paisajes, naturalezas muertas, escenas mitológicas y de la vida cotidiana).
Estas pinturas alegran las estancias y les dan luminosidad y sensación de mayor amplitud. Las pinturas mejor
conservadas son las de Herculano y Pompeya (Nápoles). EI mosaico es bastante utilizado como pavimento y en
menor medida para ornamentación mural. Los tipos de mosaicos más frecuentes son los fabricados con piezas
geométricas de mármol de color (opus sectile) y los fabricados con teselas o pequeñas piezas cuadradas de
mármol, piedras de colores o pasta vítrea (opus tessellatum). El opus sectile permitía crear composiciones
geométricas. El opus tesellatum permitía crear cuidadas composiciones, de gran calidad pictórica, de temas
geométricos o figurados. En los mosaicos, al igual que en la pintura mural, el tema se adapta al uso de la estancia:
en el vestíbulo el perro guardián, en el comedor motivos relacionados con el banquete y en el baño, peces,
tritones o escenas marinas.

Las casas de las clases medias y humildes.

Cuando imaginamos las viviendas de la Antigua Roma, esencialmente se amontonan las imágenes de grandiosas
villae rusticae, de la casa del Fauno de Pompeya o de los admirables palacios imperiales. Sin embargo, para
conocer las casas de tamaño mediano de época republicana debemos estudiar los restos arqueológicos tanto
de Pompeya como de Herculano. Las fuentes escritas nos han ayudado a hacer un acercamiento esencial a las
viviendas de las clases bajas y subordinadas, elaboradas con materiales menos resistentes. Los rasgos básicos
de estas viviendas, también conocidas como insulae, son sus reducidas dimensiones, la baja calidad de los
materiales empleados y su estructuración secuencial, carente de los característicos patios centrales, atrios y
peristilos de la domus. En el ámbito rural, cabría destacar su carácter aislado y el uso de cubiertas poco
resistentes como el barro o la paja, aunque en áreas donde el proceso de romanización se encuentra muy
avanzado nos encontramos con el uso de cubiertas de teja.
Muy escasas son las referencias escritas que hallamos de este tipo de viviendas o de su simple
compartimentación interior, además hacemos hincapié a unos protagonistas de linaje social bajísimo y
condiciones poco más que miserables, que por otro lado conforman la mayor parte de la población como es
natural en una sociedad de carácter oligárquico, como la romana. Por lo tanto, no tenemos referencias
suficientes de las viviendas de las clases sociales bajas o medias, las señaladas casae y tuguria, que habrían de
diferenciarse de la domus urbana o la villa rústica de las clases acomodadas.

En el siglo II a.C., las casas con atrio carecen de estancias en los lados largos y algunas de ellas tenían un peso
donde residía la familia. En cambio, otras casas se estructuraban en torno a un espacio dispuesto en sentido
transversal a las fauces y presentaban un hortus para la subsistencia de la familia que habitaba en el piso superior
que reproduce la planta baja. De igual forma encontramos población de extracción social baja viviendo en las
propias tabernae u officinae, en las que trabajaban, que por definición eran adecuadas, en trastiendas,
almacenes y altillos (pergolae), como podemos observar en múltiples ejemplos de Pompeyo y Herculano, o de
forma más genérica en pequeñas habitaciones o cubículo, donde muchas de ellas eran áreas insalubres y
probablemente a nivel del suelo, o incluso en semisótanos. A pesar de esto, nos encontramos con habitáculos
más degradados y pobres, como son la cella, que aparece asociada a personas de condición miserable o servil y
que podríamos identificar, por ejemplo, con las estrechas y oscuras habitaciones del Lupanar de Pompeya.

Para concluir, debemos destacar que la proporción de casas tipo domus respecto a las de carácter más popular
y edificado en altura fue menor, sobre todo en ciudades de fuerte presión demográfica como Roma. La imagen
ofrecida por ciudades de segundo nivel como Herculano y Pompeya, donde predominan las edificaciones de
escasa altura, se contrapone a ciudades más densamente pobladas y con modelos más metropolitanos como
Ostia. Pues es en Ostia, donde podemos seguir también la evolución de las casas destinadas a las clases medias
y bajas como los comerciantes y los empleados que constituyen la base de la economía de Ostia; estas gentes
habitaban en las denominadas <CASETTE-TIPO>, edificios construidos en serie y que constan de una planta baja
y un entresuelo en el que se situaban los cubículos y una estancia mayor que podría corresponder a un oecus,
que era la gran sala de la casa romana.

Casae/Tuguria

En tiempos prerromanos (antes del siglo VIII a.C) hasta finales del periodo monárquico (siglo VI a.C, existieron
las conocidas como Casae o Tuguria, estructuras de carácter sencillo, práctico y rústico. Eran cabañas de una
habitación de forma redonda hechas de piedra con tejado cónico probablemente de madera, cañas, paja y
adobe. Este tipo de estructura servía de protección para los trabajadores del campo. Se conocen por sus
representaciones artísticas (un vaso de urna funeraria conservada en el Museo Británico), restos arqueológicos
(tugurium Faustulum y casa Romuli en el Cermal del Palatino, templo de Vesta en el foro) y las descripciones de
autores clásicos. -Urna funeraria, representación de Casae o Tuguria.

Hortus

A finales del periodo monárquico y comenzando el republicano, se extendió la influencia etrusca y se empezó a
construir en forma rectangular con varias habitaciones también presentaba una abertura rectangular en el techo
para que saliera el humo y entrara la luz y el agua de la lluvia, este se corresponde con el compluvium e
impluvium del atrium, zona donde se desarrolla la vida familiar. Se denominan Hortus (huerta), lo que evidencia
la importancia del mundo rural. Finalmente, estos son los orígenes de la evolución hasta lo que se conoce como
domus -Casa romana de Numancia.

Las villae

Eran edificaciones realizadas fuera de las ciudades donde existían dos tipos: la villa rústica (villa rusticae) y la
villa urbana (villa urbanae). Centrándonos en la rústica puesto que ahí se concentra un sector inferior de la
sociedad romana. En esta villa vivían criados que se encargaban de las tareas agrícolas y ganaderas. La villa
rústica se organizaba en torno a dos corrales o patios, uno interior y otro exterior y en cada uno había un pilón
(piscina) para abrevar a los animales o para trabajos especiales, como el tratamiento de cuero.

En torno al primer patio se ubican los dormitorios de los criados, denominadas cellae familiares. Había una
cocina (culina) donde también se realizaban algunos trabajos con los alimentos. En esta zona también se
encontraban los cuartos de baño, la bodega, los establos de los bueyes (bubilia) y de los caballos (equilia),
gallineros etc. Lejos de la cocina y el agua estaban los almacenes que necesitaban de un lugar seco como
graneros (granaria), hórreos (horrea) y sitios para conservar la fruta (oporotheace). Los almacenes de los
materiales de fácil combustión solían estar en zonas apartes (villa fructuaria), separados de la villa rústica.
Además, se construían algunos barrancones que permitían el almacenaje de los carros (plaustra) o un lugar
provisional de almacenamiento para el grano en caso de lluvia (nubiliarium). Finalmente, en muchas villas
rústicas había un ergastulum, una prisión para esclavos que como condena realizaban los trabajos más duros, y
un valetudinarium, una estancia para esclavos enfermos.

Las Insulae.

Las Insulae son viviendas colectivas que se encontraban entre calles, estas viviendas podrían llegar a alcanzar de
3 a 8 pisos de altura. El origen de estos edificios lo encontramos en torno al siglo III a.C. durante la época de la
República. Actualmente las fuentes con las que contamos para el conocimiento de estos edificios son las fuentes
arqueológicas conformadas por los restos de estas viviendas que se han logrado conservar a lo largo del tiempo
y por otro lado, contamos con fuentes literarias que nos hablan de la existencia y características de estos
edificios. Surgen debido a que en la República se produce un crecimiento de población, este crecimiento afecta
principalmente a las ciudades, las cuales llegan a experimentar condiciones de superpoblación y no llegan a ser
capaces de albergar a tanta gente en su interior.

Ante la demanda creciente de individuos con necesidad de obtener una vivienda, la creación de estos edificios
contribuyó a aliviar la demanda de vivienda de la población, debido a que estas viviendas eran capaces de
albergar a más personas y eran más económicas

En cuanto a las características de las insulae, nos encontramos con que son viviendas más baratas, al principio
estaban construidas de adobe y madera y con el paso del tiempo se comenzaron a construir con ladrillos cocidos
y concreto. Estos edificios podrían alcanzar una altura de 3 a 8 pisos, en el primer piso se solían ubicar negocios,
talleres o tiendas de cara a la calle, en ocasiones se podía dar la existencia de una domus en el primer piso. Los
primeros pisos eran más lujosos y por ende más caros, a medida que se avanza en altura los pisos son más
baratos y están construidos con materiales más livianos para que el peso de la estructura sea soportable. Estos
bloques de viviendas solían tener una planta cuadrangular, en el que las viviendas estaban conectadas mediante
escaleras, estas solían estar organizadas de forma caótica. lo cual dificulta el acceso a las viviendas. Además,
algunas insulae podían llegar a tener un patio interior con un pozo, cocinas o letrinas, aunque eran muy pocas
las que disponían de estos recursos. Cada planta de la insulae estaba dividida en viviendas (cenaculae), solían
ser viviendas simples, normalmente contaban con una habitación común, uno o dos dormitorios y una ventana.
Los pisos contaban con poco mobiliario, tenían una iluminación deficiente y no tenían sistema de saneamiento,
lo cual obligaba a las personas a acudir a letrinas fuera de la vivienda y a tirar sus residuos a la calle lo que podía
llegar a generar amenazas graves para la salud.

Es importante destacar que, a pesar de ser viviendas más humildes, también existían insulae destinadas a las
clases más acomodadas, las cuales eran edificios más espaciosos y contaban con un mayor confort. También
existían este tipo de edificios destinados a trabajadores especializados que contaban con un mayor poder
adquisitivo, si bien no eran tan lujosos como las insulae de las familias acomodadas eran mucho más
confortables que las viviendas destinadas a las clases humildes.

Para acceder a estas viviendas era necesario pagar un alquiler, este podría ser mensual o semanal y su costo
dependía de la parte del edificio que se pretendía alquilar, siendo la parte baja más cara y accesible, mientras
que la parte alta es más barata y cuenta con un acceso más difícil. Muchos propietarios ante la creciente
necesidad de la población de obtener una vivienda, especulaba con el precio del alquiler, logrando generar
grandes fortunas con una inversión mínima. Otra característica importante para destacar a las insulae es que
eran edificios con un alto riesgo a sufrir derrumbes o incendios. Los derrumbes eran producidos por la
inestabilidad que tenían los bloques de viviendas al tener muchas plantas y una base endeble. Mientras que los
incendios eran producidos debido a que gran parte de las viviendas estaban hechas de madera y se solían
prender fuegos dentro de estas para cocinar o para iluminar, lo cual podría terminar generando un incendio. Al
estar tan cerca de otros edificios cuando se iniciaba un incendio este se extendía rápidamente generando una
gran devastación. Con el paso del tiempo se creó una legislación para regular la construcción de las insulae, con
el fin de mejorar su calidad y evitar los accidentes.

Actualmente, sólo existen fragmentos de algunas edificaciones, obviamente de las de mejor construcción y
materiales, lo que no nos da una visión objetiva de cómo eran las construcciones más precarias. Razón por la
cual debemos basarnos en los escritos de la época para comprender los problemas y limitaciones de estos
edificios populares.

LA MUERTE Y EL RITUAL FUNERARIO EN ROMA

El material arqueológico propio del mundo funerario nos permite conocer tanto las creencias que envolvían al
imaginario romano como las prácticas y ritos del mismo. En la Antigua Roma era esencial morir de manera digna,
sin embargo, era mucho más crucial para la población permanecer vivos en la memoria de sus familiares y
allegados. En este sentido, asegurarse un tránsito al Más Allá era de vital importancia, hasta el punto de que el
derecho y la costumbre regularon los rituales funerarios. Asimismo, las fuentes nos han permitido conocer el
carácter individual del concepto de transitar, por lo que la diversidad de creencias permitió que cada cual se
tomase la muerte y el tránsito desde su cosmovisión; ahora bien, un rasgo generalizado es el refugiarse en
rituales de purificación y preparación del difunto, así como ampararse en la protección de los dioses. En otro
orden de palabra, los romanos concebían las almas de los fallecidos de dos formas: las manes, los familiares que
permanecían vivos en el inframundo y que cuidan de las tumbas, y los lemures, que eran aquella almas de
individuos insepultos.

La tumba era considerada el “hogar” perpetuo de los familiares fallecidos, así como el lugar en el que se rendía
culto a su memoria. Dentro de este contexto entra en juego el concepto romano de funus, es decir, el conjunto
de los diferentes rituales del ámbito funerario. Aquí es donde la arqueología nos proporciona un amplio abanico
de información y conocimiento:

En primera instancia, tienen lugar las primeras ceremonias. Estas empiezan en la casa del fallecido, donde el
cadáver se deposita en la tierra directamente, lo cual han interpretado los estudiosos como la conclusión del
ciclo que se inicia al nacer. A continuación, comienzan los “gestos de piedad” y las prácticas de higiene del cuerpo
para que así el alma transite limpia y pura; una práctica resaltante es el depósito de una moneda en la boca del
individuo como pago a Caronte por el viaje al Más Allá. Por último, el cadáver se expone para que le hagan llegar
obsequios (flores y coronas) y expresar el dolor en el velatorio, donde tiene lugar la conclamatio (gritar el
nombre del individuo para comprobar que no sigue con vida).

En segundo lugar, se celebraba una procesión fúnebre de noche hacia el lugar de enterramiento, pero esto no
era algo muy común. Al finalizar el funeral, los familiares directos del fallecido debían purificarse con prácticas
culturales relacionadas con el fuego y el agua, así como barrer el hogar. Por último, durante aproximadamente
nueve días llevaban a cabo una serie de celebraciones orientadas a mantener la memoria del difunto, entre los
que estaban un banquete ritual donde se le ofrecían alimento y bebida al difunto o exaltaciones en honor a este
en días señalados, para lo que se contaba con un altar de pequeño tamaño para depositar ofrendas. Por último,
estas ceremonias y prácticas cultuales estaban condicionadas por el estatus y la economía del fallecido y su
familia, por lo que, si bien hemos podido enumerar una serie de aspectos comunes, apreciamos una fuerte
disparidad en este ámbito. Ahora bien, los rituales funerarios principales per se fueron dos: la cremación y la
inhumación:
• La cremación se realizó desde el siglo VI a.e. hasta el siglo IV a.e. y conocemos dos métodos: el bustum y el
ustrinum. El primero consistía en una cremación del difunto realizada en una oquedad, esta era la propia de
la población humilde; mientras que la segunda consistía en una construcción orientada a la crema del
difunto. Eso sí, en ambos casos el objetivo era depositar las cenizas en una urna que se disponía en la tumba.
• La Inhumación se introduce entre el siglo III y el IV a.e. y dejará en un segundo plano la práctica de la
cremación, pero se relaciona con la entrada de nuevas corrientes ideológicas en el Imperio, como el
cristianismo.
En cuanto a las ofrendas, encontramos un altar de pequeño tamaño en las tumbas de los difuntos. Los regalos
hechos eran sobre todo vasos cerámicos para alimentos, recipientes de contenido ungüentario (aceites),
lucernas o representaciones de divinidades en diferentes materiales, entre otros. Estas ofrendas podían ser
arrojadas al fuego o dispuestas junto a las cenizas del fallecido, en una especie de pequeño altar. Es interesante
cómo en el Bajo Imperio la introducción de la ideología cristiana altera ciertos aspectos del ritual funerario como
la prohibición de los cánticos fúnebres por oraciones orientadas al perdón, el empleo de vendajes blancos para
cubrir el cadáver o el uso del color negro como luto al familiar perdido.

MONUMENTOS FUNERARIOS

La diversidad en los monumentos funerarios en el mundo romano es espectacular. Esto se debe a la variedad
en las tradiciones, los ritos funerarios, de la posición social del difunto o simplemente de la moda del momento.
La posesión de un locus sepulturae se conseguía por diversas vías legales: la compraventa, la donación o
concesión entre particulares, la admisión a una tumba privada, la pertenencia a un collegium funeraticium o por
donaciones honoríficas. En este momento, debemos tener en cuenta que se implanta en todo el Imperio la
prohibición de enterrar a sus difuntos en las afueras de la ciudad, por razones legales, higiénicas y de seguridad
(posibles incendios provocados por las cremaciones).

Aunque la utilidad de los enterramientos era albergar a los difuntos, sabemos que para las clases altas eran
lugares de ostentación y de auto-representación. Esto se manifiesta en la grandiosidad de sus edificios
funerarios, en el esplendor de la decoración, la elección del lugar. Un claro ejemplo de esto nos lo encontramos
en la necrópolis de Ostia; las clases altas se entierran en la necrópolis de la “Vía Ostiense” y la necrópolis de la
“Vía Laurentina” parece reservada para los libertos. Las sepulturas son la principal fuente de información de las
desigualdades sociales que trascienden en la muerte ya que el rico continúa mostrando su poder y el pobre debe
contentarse con una tumba modesta y, a menudo, colectiva. La importancia de la muerte en el mundo romano
queda constatada también por la constitución de los denominados colegios funerarios que aseguraban, tras el
pago de una cotización, un lugar en el cementerio.

Tumbas y monumentos menores.

En el estudio de las tumbas debemos distinguir dos zonas diferentes:

El lugar que alberga el cadáver en el subsuelo. A su vez, posee dos tipos de sepultura:

• De forma excavada → El cadáver o los restos incinerados se colocan en una fosa cuyas dimensiones varían
según el ajuar y el ritual.
• En un pozo → Son de tradición indígena y se encuentran, sobre todo, en la Galia, pueden alcanzar unos 10
m de profundidad.
El receptáculo donde se introducía el cadáver puede ser de distintos tipos:

• Rito de incineración → Se utiliza una urna cineraria de cerámica, mármol o vidrio, pero en cualquiera de
los casos, dada la fragilidad de los materiales se encierra en un recipiente de plomo.
• Rito de inhumación → Diferentes tipos de sepultura:
o Se suele romper el ánfora de la cerámica para introducir el cadáver y luego la tapan con un
fragmento de terracota. Uno de los ejemplos más destacados → Necrópolis de “Isola Sacra” en
Ostia.
o El ataúd de madera, no suele conservarse, pero la presencia de clavos es un claro indicio de su
existencia; a veces, estos ataúdes están protegidos por plomo o de piedra.
o La cista, caja construída con tegulae, placas de cerámica o lajas de piedra de forma rectangular o
cuadrada y con una cubierta plana o a doble vertiente.
o El sarcófago de plomo o piedra, puede ser liso o decorado. Hay sarcofágos que se mantenían
expuestos en una cámara sepulcral en la que la decoración era visible y no se enterraban en el
subsuelo.
El monumento visible que señala el enterramiento → Todas las formas de enterramientos anteriores debían
tener un símbolo exterior, los que explicamos ahora se podrían denominar como monumentos menores y que,
5 constan de una forma arquitectónica, un campo epigráfico y unas decoraciones que recuerdan al difunto:

• Placa → Monumento plano de forma cuadrada o rectangular que sirve para señalar un emplazamiento
funerario o también se coloca sobre el nicho de columbarios.
• Cipo → Bloque pétreo, de forma cilíndrica o prismática y que suele estar decorado en una de las caras, donde
se encuentra la inscripción.
• Estela → Podría considerarse una forma evolucionada del cipo. Se trata de un bloque monolítico,
paralelepípedo, con diversos tipos de remates (triangular, semicircular o discoideo) y que suele llevar una
inscripción y motivos decorativos.
• Edículo templiforme → Representa la fachada del templo in antis, con columnas o pilastras soportando los
frontones.
• Ara funeraria → Cuerpo rectangular con basa y rematado por una cabecera con los característicos pulvini
para las ofrendas. En algunas ocasiones, en el interior del altar se abre una cavidad donde se deposita la
urna.
• Cuppae → Son sillares que presentan una cara redondeada y que suelen encerrar las cenizas; presentan
inscripciones en el frente y orificios para las libaciones.
Uno de los aspectos más importantes del mundo funerario romano es el fundamento principal de buscar el
recuerdo de los vivos a su paso al mundo de los muertos, no solo a nivel personal y sentimental sino en el estricto
sentido material de dejar su marca en el mundo. Monumento, del griego “mimnesko/mnemo” y del posterior
latín “monumentum” hace referencia precisamente al verbo recordar, y la memoria perpetua vendrá pretendida
en la erección de edificios monumentales de carácter funerario. Estas representaciones sociales del anhelo por
el recuerdo venían influidas también por la supuesta consecución en vida del prestigio y las virtudes que
justificaba la exaltación del difunto, y precisamente por la consideración personalista individual de cada uno de
los muertos las variedades de forma de estas 6 representaciones son demasiado diversas como para reducirlo a
una tipología mínima común de manera sencilla.

Como ejemplo significativo podemos señalar la tumba de los Escipiones (s. IV – III a. C), un enterramiento en
toba volcánica con galerías ordenadas de manera ortogonal una fachada arquitectónica: aquí yacen cónsules
como Lucio Cornelio Escipión Barbato, Escipión Africano y Escipión Asiático. A lo largo del s. II a. C. podemos ver
las consecuencias de las transformaciones sociales romanas reflejadas en la muerte y su representación: se
prima la exuberancia de fortuna y rango en contraposición a la uniformidad de periodos anteriores (incluso entre
las clases). Además de estos podemos ver edificios a partir del s. I a. C. que erigen libertos haciendo gala de su
nueva posición: la tumba triple de Vía Celimontana se esculpen los bustos de los familiares enterrados en la
fachada con nichos sotocornisa, como si se tratara de una casa con gente asomada por las ventanas.

La época augustea que comienza con el fin de la República nos deja nuevos tipos de monumentos funerarios en
afán de recuerdo al albor del imperio por toda la Península Itálica metropolitana y sus provincias crecientes. Los
altares funerarios son más sencillos (con excepciones más imponentes, como el de Porta Ercolano en Pompeya)
y se aumenta el tamaño de la cámara sepulcral con frisos vegetales y más decoraciones. Aquí es cuando
aparecen las tumbas más representativas de la arquitectura funeraria romana: las tumbas de edículo sobre
pódium creadas de tal modo que las esculturas puedan ser fácilmente mostradas por las clases más pudientes.
Un pódium alto con columnas adosadas sostiene el pabellón circular en el que se entierran a los difuntos, y era
común en Italia tener tholos en el piso superior junto a conjuntos esculturales. Como ejemplo paradigmático
tenemos el edificio que pistor redemptor Eurisaces en la capital: un pódium y un naiskos con pilastras variopintas
que imitan los recipientes de masas y medida de grano, con una fachada con orificios y demás imaginería de
tahona y panadería. Estas exhibiciones dejan claro el progresivo 7 interés en exhibir la riqueza y el estatus post
mortem, así como dejar entrever la profesión del titular enterrado.

En cuanto a los túmulos (derivados de los enterramientos de los etruscos y los túmulos regios helenísticos) se
trataba de cámaras funerarias soterradas con urnas dentro, y en cuanto a los monumentos exedraformes
estaban provistos de bancos scholae y se construían de forma semicircular, con un muro cóncavo romano que
albergaba las urnas, siendo Pompeya un lugar privilegiado para el estudio de las mismas. La segunda mitad del
s. I a. C. nos enseña cómo el cambio de paradigma funerario se mueve menos hacia la individualidad del muerto
y más a resaltar su pertenencia a una clase social prestigiosa, volviéndose a la costumbre de enterrar a toda la
familia en un mismo panteón. A finales de siglo comenzamos a ver tumbas-templos, enterramientos cuya
fachada y semblanza hacen referencia estética a lugares sagrados, y tumbas-domus, que reproducen esquemas
domésticos con bóvedas y ladrillos acompañados de escaleras similares a los de las casas romanas.

A finales ya del siglo II y III a. C. empiezan a edificarse las tumbas menos de manera aislada y se comienzan a
construir en bloques de hasta cuatro unidades juntando a titulares y a familiares próximos en tumbas principales
en otras excavadas en el subsuelo, además de añadirse la desaparición de los hogares con la deducción
consecuente de la supresión de los rituales de banquete. Como punto final, los columbarios eran grandes salas
abovedadas semisoterradas que venían acompañadas de escaleras descendentes: aquí se encuentran toda una
serie de nichos con placas identificativas en enterramientos múltiples y modestos (debe su nombre a la forma
que recuerda a un palomar).

MUNDO PALEOCRISTIANO

Las catacumbas.

Para el estudio del mundo paleocristiano es clave el análisis de una forma de necrópolis 8 perteneciente a dicha
ideología: las catacumbas. Arquitectónicamente, las catacumbas se caracterizan por largos corredores
subterráneos, galerías, en cuyas paredes se situaban excavadas las tumbas, pudiendo ser loculi, cavidades
horizontales y alargadas, o arcosolios, de misma función que los loculi pero de carácter más monumental. En
ocasiones estos pasillos daban acceso a estancias de planta cuadrada o rectangular, destinadas a familias o
asociaciones, y que podían cerrarse mediante puertas. Los loculi podían disponerse en varias filas y las galerías
estar superpuestas, formando una amplia red sepulcral.

La tradición historiográfica ha considerado estas catacumbas como lugar de refugio de los primeros cristianos
ante la persecución romana. Pero la evidencia nos ha demostrado que estos emplazamientos eran utilizados
exclusivamente como lugar de enterramiento de estas primeras comunidades cristianas. Su origen, según las
revisiones realizadas en los últimos años, se remonta a finales del siglo II d.C. Los motivos del surgimiento de las
mismas se especula, según autores como Vincenzo Fiocchi Nicolai, al cúmulo de hechos como: el crecimiento de
la comunidad paleocristiana por todo el imperio, la conciencia de constituir un colectivo solidario, la disposición
de lugares propios para la celebración de rituales y, sobre todo, la búsqueda, debido a la solidaridad colectiva,
de garantizar una sepultura cristiana incluso para los más desfavorecidos. Otros motivos de carácter económico
son reseñables, como la necesidad de mayor espacio por parte de las inhumaciones y el encarecimiento del
suelo. Vemos que las comunidades paleocristianas no desarrollaron una novedosa forma de organización
sepulcral, sino que adaptaron, con características innovadoras para una mayor extensión y la utilización
intensiva del espacio, los hipogeos.

Vemos un desarrollo y evolución en las catacumbas a lo largo de los siglos que estuvo en uso:

• La segunda mitad del siglo III y los inicios del siglo IV hay un aumento del número de cristianos y de su
capacidad organizativa, debido a ello aumentan los cementerios, mediante una ampliación de catacumbas
ya existentes o la creación de otras nuevas en zonas cercanas. En esta época hay gran difusión de las
catacumbas con plano de espina de pez, que consiste en una escalera de acceso que desemboca en una
larga galería en donde se abren a ambos lados una serie de ramificaciones. También hay un aumento de
sepulturas monumentales, a la par con el aumento de popularidad de la religión cristiana, como los
arcosolios.
• En el siglo IV, con cada vez condiciones más favorables y más adeptos, vemos un aumento en los espacios
ocupados por catacumbas, con millares de sepulturas dispuestas en galerías en forma de espina de pez para
enterrar a los más pobres. También se amplían las catacumbas a sectores de carácter monumental para las
clases sociales altas, siendo cubículos con pinturas que albergan sarcófagos de mármol decorados. En estos
cubículos se construyen estructuras relacionadas con el refrigerium o comida fúnebre, como bancos,
asientos, cátedras y mesas. Otra característica importante de este periodo es que en la argamasa de los
loculi se impone la costumbre de fijar pequeños objetos de índole personal, tanto adornos como cerámicas
(Figura 4). Para autores como F. Bisconti, se intenta emular las decoraciones de los cubículos de alto rango
social o jerárquico, viendo así una transformación simbólica en el ajuar funerario, pasando del interior del
sepulcro al exterior, con un carácter más social y de disposición para la comunidad.
• A partir de la segunda mitad del siglo IV se empiezan a desarrollar nuevas edificaciones para las sepulturas,
como las basílicas, llevando al paulatino abandono de las catacumbas, que ya en los siglos V y VI serían
visitadas únicamente por motivos de devoción, centrándose en las áreas de los mártires.
Mausoleos imperiales

Se ubican alejados de la ciudadanía. En Roma existen cuatro grandes mausoleos que son: - Augusto - Adriano -
Flavios - Majencio No obstante, existen otros mausoleos fuera de Roma. La mayoría de los mausoleos tienden a
formar una planta circular.

• El mausoleo de Augusto es de planta circular con 87 metros de diámetro (5 muros concéntricos de opus
reticulatum unidos por muros radiales). En el centro del edificio se encuentra el lugar funerario rodeado por
un corredor anular. Además, presenta tres nichos en forma de cruz y en el centro un pilar que sirve como
cámara que conserva la urna de Augusto. Dicho pilar sobresale del edificio y sirve como base para una
estatua de bronce que representaba al emperador. En el exterior había un basamento de mármol travertino
rematado con metopas y triglifos. Asimismo se encontraba rodeado de cipreses y con un templete circular
rodeado de columnas. Delante de la puerta se situaban dos obeliscos egipcios. Este mausoleo está vinculado
a los túmulos de monarcas helenísticos, ya que Augusto había visitado el túmulo de Alejandro Magno.
• El mausoleo de Adriano mantuvo la tradición augusta y está formado por un basamento cuadrangular (90
de largo y 15 de altura), con estancias abovedadas en el interior, revestido en mármol y con un friso
decorado que representa guirnaldas, bucráneos e inscripciones de los fallecidos y enterrados en el lugar.
Encima de esto, se levanta un cuerpo circular de 64 metros de diámetro y 20 metros de altura 11 cubierto
por un terraplén de cipreses y en la cima una figura dedicada al emperador. El lugar funerario se encuentra
en el centro de la planta superior, con nichos rectangulares donde se sepultaron una variedad de
emperadores
• El mausoleo de Diocleciano mantiene una planta central con cúpula. Manteniendo una cámara subterránea
rodeada de columnas y con un pórtico que era el lugar funerario dedicado al emperador. Asimismo, tienen
una simbólica decoración interior con dioses alados y una decoración exterior formada con esfinges que
custodian y resguardan el complejo funerario.
• El mausoleo de Majencio se encuentra en su villa. Es de planta circular y en su centro se levanta un
cuadripórtico con un podium a modo de cripta. En torno a esto se encuentra un corredor construido en
hormigón romano y revestido en mármoles.
• Hay otros mausoleos como el que elaboró Constantino para su madre Elena, formada por dos cilindros
superpuestos, el inferior con nichos rectangulares y semicirculares y el superior con ventanas. El
revestimiento interior es mármol y el exterior es estuco.
• Por otro lado, encontramos el Mausoleo de Santa Constanza donde se enterró a Constantina, hija de
Constantino. Es de planta circular y está rodeado por un pórtico de columnas. En la parte inferior se
encuentra la galería anular con nichos semicirculares y rectangulares. Mientras que en la superior hay un
tambor con ventanas y cubiertas con una cúpula decorada con motivos cristianos.

EDIFICIOS DE OCIO EN LA ANTIGUA ROMA

La Roma antigua cuenta con una serie de características que la definen y marcan la diferencia respecto a otras
culturas. Sin embargo, la vinculación con la cultura griega y sus influencias son indudables, y quedan
manifestadas tanto en sus creaciones intelectuales como en los restos materiales que pueden ser analizados
mediante la arqueología. Quizá uno de los aspectos más reseñables sea la confección de una gran infraestructura
para el entretenimiento de la sociedad, exteriorizada en importantes edificios como anfiteatros, teatros o circos.
Entre los placeres más destacados de esta civilización, se hallan las termas públicas, las carreras de caballos, los
desfiles militares y de buques o las luchas de gladiadores. En este contexto, el ocio y sus prácticas derivadas
conformaban toda una estructura que no sólo tenía como objetivo el entretenimiento del pueblo romano, sino
también el mantenimiento ideológico de la romanización. La lucha en las arenas o la práctica de los diferentes
deportes expresaban la superioridad romana en el manejo tecnológico de la época. En ocasiones, los
espectáculos públicos se convertían en auténticos escenarios políticos donde los emperadores resaltaban los
favores populares como también éstos últimos desafiaban a los regentes déspotas y autoritarios. Parece poder
afirmarse que uno de los objetivos de aproximar el entretenimiento al pueblo llano era precisamente conseguir
el control de este. Además, tal como podrá comprobarse en el desarrollo del trabajo, pese a que todo el pueblo
era invitado a asistir a estos actos, las diferencias sociales no desaparecen y pueden observarse incluso en la
propia configuración de los espacios de ocio.

TEATROS

El teatro es uno de los edificios de ocio más importantes en Roma, que constituye un elemento muy
representativo de su cultura e identidad. Son construcciones cuyo objetivo es la representación de celebraciones
para honrar a los dioses, por lo que se trata de un instrumento cívico-religioso.

Desarrollo y características

Los teatros, como gran parte de los edificios para el entretenimiento, tuvieron una gran influencia griega,
manifestada en las similares características entre ambas culturas clásicas. Sin embargo, con el paso del tiempo,
el teatro pudo desarrollar sus propias tipologías. Sus antecedentes eran edificios de madera de poca
perdurabilidad donde se realizaban esas funciones de carácter religioso. El primer teatro fue construido por
órdenes de Pompeyo en el Campo Marcio en el 55 a.C. Dentro de la ciudad de Roma, existían una serie de
normas que controlaban la construcción de estos edificios. Todos ellos debían poseer los siguientes elementos

• Cavea: se trataba del espacio donde estaban situadas las gradas, cuya planta es semicircular. Está a su vez
compuesta, en orden ascendente, de la imma, la media y la summa cavea, que funcionaban también como
un instrumento para dividir a la población según su estatus social o su categoría política y jurídica. De esta
forma, los asientos más cercanos estaban reservados a la élite; las butacas situadas en medio, para la clase
media; y los más alejados para las clases populares, junto a las mujeres. Por último, los esclavos tenían
restricciones para ocupar sitios, salvo en el caso de que quedaran sin llenar.
• Cunei: sectores triangulares en los que se dividía la cavea mediante escaleras que facilitaban el
desplazamiento por esta.
• El balteus: es un muro de pequeñas dimensiones que separa las gradas de la orquesta.
• La orchestra: son los asientos más cercanos al espectáculo, que estaban reservados para los cargos más
privilegiados de Roma. A diferencia de la orchestra griega, no era utilizada como escenario.
• Pulpitum: es el lugar donde se realiza la escena. Estaban realizados con nichos y con decoraciones de tipo
relieve.
• Seaena Frons: se trata del fondo del escenario, formado por varios pisos con grandes decoraciones. En ella
se encontraban las entradas para que los actores realizan su función. Estas se denominan valva regia
(central) y valvae hospitalie (dos laterales).
• Versuarae: consiste en una estancia localizada entre los extremos del escenario, aunque su función concreta
no está documentada.
• Post scaenam: pórtico situado detrás del pulpitum para acoger a los espectadores en caso de que existieran
condiciones meteorológicas adversas.
Actualmente se cuenta con un gran número de edificios de estas características, debido a que se creó un teatro
en cada región. Como ejemplos se destacan el Teatro Romano de Palmira, en Siria (Imagen 2), el Teatro de
Orange (Francia), el Teatro de Augusta Raurica (Suiza), y el Gran Teatro de Pompeya (Italia) (Imagen 3). 2.2. Las
representaciones Las funciones realizadas formaban parte de un conglomerado de juegos y estaban regidas por
bases educativas para la sociedad. Como se ha nombrado, se trataba de una actividad para honrar a los dioses,
por lo que antes de cada función se realizaban sacrificios en honor a ellos. Es por esta razón que los días
destinados a estas representaciones escénicas se suspenden todas las actividades, tanto profesionales como
comerciales.

Es importante destacar que el contenido de las actuaciones estaba dirigido a la clase predominante en Roma, la
aristocracia. Por tanto, las historias y los mitos cantados y representados se alejaban bastante de la vida
cotidiana del pueblo para adentrarse en los logros, hitos y hazañas de los poderosos. La organización de estos
espectáculos estuvo, a partir del año 22 a.C, en manos de los pretores, y su financiación generalmente venía
dada por los ediles. Deben nombrarse, entre ellas, las desarrolladas por Plauto y Terencio.

Se encuentran diferentes tipos de representaciones dramáticas o teatrales, que son denominadas fábulas. Por
un lado, la representaciones trágicas (fábula crepidata, basada en estereotipos griegos y la fábula praetexta, que
cuenta historias típicas romanas). Por otro lado, las comedias (la fábula palliata, de igual forma basándose en
ideales o cuestiones griegas). En cuanto a los actores, existen fundamentalmente dos tipos: los conocidos como
histriones (actores profesionales) y los dominus (esclavos y libertos). Estos generalmente eran vistos bajo un
ideal de rechazo ya que eran considerados seres vulgares. En los espectáculos vestían con máscaras, vestuario
y calzado representativo, imitando el estilo griego.

ODEONES

En sentido estricto, es un edificio destinado a las audiciones musicales, de canto o poesía y a los recitales que
comenzaron a celebrarse en tiempos de Pericles hacia el 435 a.C, en Atenas. Desde el punto de vista
arquitectónico, el tipo fue creado en Grecia como un pequeño teatro cubierto, siendo esta la particularidad que
define esta categoría de edificio. El objetivo sería la obtención de mejores condiciones acústicas. Durante un
tiempo se pensó que su forma era circular, sin embargo, la identificación del Odeón de Atenas mostró que se
trataba de un edificio de planta rectangular con varias hileras de columnas para sustentar la cubierta y pórticos
al menos en dos de sus lados.

La planta y alzado eran similares a los del teatro, pero de menor tamaño, y estaba total o parcialmente cubierto,
lo que también lo diferencia de un teatro. Su capacidad es muy reducida, algunos albergaban poco más de 200
espectadores, lo que hacía de ellos espacios exclusivos. Los más importantes de Roma fueron el de Adriano y el
de Domiciano, este último construido entre los años 92-96 a.C. con una capacidad para 10.000 espectadores. 4

ACERCA DEL DEPORTE EN GRECIA Y ROMA

En la sociedad romana de la etapa Republicana, frente a lo que ocurría en Grecia, no predominaba una educación
basada en el cultivo de la mente y el cuerpo. Para los romanos de esta época, lo fundamental era preparar a los
individuos para el desempeño de su labor o para ejercer como soldados, por lo que se potencian las habilidades
físicas con un interés meramente utilitario. Sin embargo, en la etapa Imperial, los romanos adoptan posturas
más conservadoras y aparentemente más similares a las griegas. Ahora, el deporte pretende mantener la buena
salud y la higiene, lo que provoca la aparición de textos sobre medicina donde incluso defienden el valor médico
del ejercicio. Junto a ello, en un inicio los juegos deportivos tenían un valor más bien religioso, pero con el paso
del tiempo, pasarán a ser juegos de carácter laico con el objetivo principal de entretener. Estas actividades
deportivas, junto al resto del ocio, eran más un entretenimiento que algo participativo, frente a lo que sucedía
en Grecia. De esta forma, algunos autores considerarán los espectáculos en general como una forma de
mantener a la población alejada de las verdaderas problemáticas que azotaban el imperio.

Sin embargo, aparentemente las pruebas deportivas griegas como el atletismo no tuvieron tanto éxito entre los
espectadores, y las competiciones relacionadas con la hípica y la lucha adquirirían un papel más significativo.
Ello se manifiesta en el esfuerzo dedicado a la construcción de monumentales edificios dedicados, precisamente,
a estas disciplinas. Según adquieren mayor importancia, servirán para adquirir gran prestigio social o incluso (en
el caso de los esclavos), para obtener la libertad.

ANFITEATRO

El origen etimológico de la palabra “anfiteatro” proviene del griego “amphitheatron”. Este se compone del
término “amphi”, que puede traducirse como “ambos lados”; y el sustantivo “theatron”, que es equivalente a
“lugar para ver”. Es decir, es un “teatro donde se puede ver por los dos lados”. Se trata por tanto de una
estructura que puede tener forma circular, ovalada o similar y que dispone de gradas, desde donde el público
puede observar diferentes tipos de eventos desde cualquier lado.

Desarrollo y características

A la hora de buscar un edificio apropiado para el desarrollo de la “munera” (lucha de gladiadores) y los
“venationes” (lucha contra animales), los arquitectos romanos debían buscar una construcción de gran
capacidad, con buena visibilidad y un escenario permanente y versátil para adaptarse a las diferentes categorías
de eventos. Para ello, crearon una estructura original que se define arquitectónicamente a partir del siglo I a. C.
y que adopta una planta de forma elíptica impuesta por su núcleo escénico de arena. Los anfiteatros se
caracterizaban, entre otros aspectos, porque en general la cavea solía estar dividida por tres muretes (baltei) en
cuatro secciones superpuestas, la última de ellas subdividida en dos. La sección inferior (podium) estaba
constituida por gradas más anchas que llegaban hasta la arena, de la que estaban separadas por un murete que
evitaba proporcionar asideros a las fieras salvajes.

Al igual que ocurría en el teatro, este espacio estaba reservado a senadores, vestales y altos magistrados. A
continuación, se encontraba la zona destinada a los miembros del orden ecuestre y sobre ésta la de tribunos y
ciudadanos. En las zonas superiores asistían de pie a los espectáculos los desposeídos de derechos de ciudadanía
y las mujeres plebeyas. Para evitar desórdenes y garantizar el rápido acceso y desalojo de estos edificios, se ideó
un doble sistema de comunicaciones en sentido horizontal, con pasadizos que rodeaban la arena a diversas
alturas. Y en sentido vertical, con escaleras que dividen el graderío en varias secciones (cunei). Ya que los
anfiteatros congregaban un gran número de personas de todas partes de la ciudad, este complejo sistema
estaba diseñado para que un senador o un caballero, cuando asistían a un espectáculo, no tuvieran siquiera que
rozar su hombro con un plebeyo. Otra característica destacada de estos edificios fue la búsqueda de una
topografía apta para el asiento del graderío (cavea). Sólo en el caso de que las condiciones naturales no fueran
suficientes, se construían elementos de sostén anulares y grandes bóvedas para ayudar a la suspensión.

Aunque los ejemplares más antiguos son los de Pozzuoli y Capua, ambos de fines del siglo II a. C., el edificio
mejor conservado es el de Pompeya, que se remonta a la época de Sila. La obra se apoya en parte sobre el
terreno y sobre una estructura de arcadas y contrafuertes. El primer anfiteatro estable de Roma fue construido
en la zona sur del Campo Marcio por Statilio Tauro en tiempos de Augusto, pero distaba mucho de cubrir las
necesidades de la urbe. Tras una serie de creaciones efímeras de Calígula y Nerón, Roma tuvo un anfiteatro más
adaptado a sus necesidades en época Flavia. Se ubicaba en el corazón de la ciudad, en el espacio que ocupaba
la Domus Aurea de Nerón. En la Antigüedad fue conocido como Anfiteatro Flavio, pues el nombre de "Coliseo"
(imagen 5), comenzó a emplearse en la Alta Edad Media a causa de la proximidad del edificio al “Coloso de
Nerón”, una gigantesca estatua que representaba el emperador. El proyecto fue iniciado por Vespasiano en
torno a los años 71 o 72 d. C. y fue inaugurado por Tito en el 80 d. C., aunque los trabajos fueron finalmente
rematados por Domiciano. Se trata del anfiteatro más grande del mundo, midiendo sus ejes 88 x 156 m y
teniendo una altura total cercana a los 55 m.

Los espectáculos

Pronto, este tipo de espectáculos comenzó a extenderse por toda Roma hasta las provincias. Aún se pueden
apreciar restos de anfiteatros romanos en países como Francia, España, Túnez y Argelia, entre otros. Algunos de
ellos se encuentran en muy buenas condiciones o han sido restaurados. En el caso de España, pueden
mencionarse dos en particular: el Anfiteatro de Mérida y el de Tarraco (Tarragona)

Pero el espectáculo no se limitaba a la arena. Una parte esencial de él se prolongaba en las gradas y nacía de
ellas. En ello toma especial relevancia la organización jerárquica de la audiencia, segregada por su clase social,
género y, en menor medida, por su ocupación. Este hecho quedaba visualmente reflejado por el color de la
vestimenta. Existía, al menos desde Augusto, una reglamentación de la vestimenta que debía llevar cada sector
de la sociedad en los espectáculos. Por ejemplo, el emperador iba vestido por lo general con su atuendo triunfal
(una toga púrpura, color símbolo del poder, con motivos de oro sobre una túnica blanca decorada con palmas).
Los militares podían lucir sus insignias y símbolos, y el resto de los ciudadanos llevaban sus túnicas blancas lisas,
especialmente blanqueadas para la ocasión.

Lejos de ser un mero entretenimiento, el anfiteatro era una institución romana central, que desempeñaba
funciones fundamentales para el estado y empapaba la vida cotidiana de sus ciudadanos. En él se plasmaban,
renovaban y reproducían valores centrales de la cultura romana y de la ideología Imperial. De un lado, parece
evidente que este espectáculo tendía a ensalzar la propia base militar del poder de Roma, pues giraba en torno
a la esencia de la guerra, pero también era importante por sus valores simbólicos y educativos. Los gladiadores
demostraban fuertemente la cualidad moral de la “virtus”, bajo sus formas de fuerza y bravura (fortitudo),
disciplina y entrenamiento, firmeza (constantia), paciencia (patientia), desprecio a la muerte (contemptus
mortis), amor a la gloria (amor laudis) y deseo de vencer (cupido victoriae). De esta forma, los gladiadores
acabarán gozando de alto prestigio y honores y existían varias casas de entrenamiento, en donde además se
comerciaba con estos combatientes. Toda esta estructura les daba un gran valor, hecho por el cual se evidencia
que, excepto algunos casos, las luchas no llegaban a la muerte.

CIRCOS

El circo, junto al anfiteatro, es considerado una de las estructuras más importantes en el mundo romano, que
gozaba de gran popularidad. Se trataba de una construcción en la cual se celebraban diversas festividades y
eventos de entretenimiento o ludi, que consistían en carreras de carros y caballos.

Desarrollo y características

Estas construcciones tenían sus antecedentes en los estadios e hipódromos griegos. Respecto a los primeros,
consistían en estructuras más simples que las que luego desarrollarían los circos romanos, que aprovechaban la
orografía del terreno para construir las gradas y solían presentar forma alargada con los extremos redondeados
o cuadrangulares. Esta estructura usualmente poseía unos 600 pies o 180 metros de longitud, por lo que la
unidad de longitud griega que representaba esa distancia se llamaba estadio. En lo que respecta a los
hipódromos, no presentaban una construcción compleja, pues era un terreno llano con un talud de tierra a
modo de grada que, durante periodos en los que no se celebraban dichas actividades lúdicas, se utilizaba como
zona de cultivo. En un inicio, los circos siguen aprovechando la orografía del terreno, por ejemplo, de los valles,
para que los espectadores pudieran seguir las evoluciones de los aurigas, es decir, los conductores de los carros.
A esta estructura, se le terminarán añadiendo gradas de madera.

La formulación arquitectónica del circo romano tuvo lugar hasta el año 174 a.C. fecha a la que se remontan las
primeras estructuras estables de uno de los circos más emblemáticos, el Circus Maximus, que presenta una
estructura de gran complejidad. Desde su inicio, presenta una característica planta rectangular con lado
semicircular. En el lado recto se hallaban las cárceres, que era el lugar donde esperaban los aurigas con sus
carros de caballos a la salida. El edificio constaba de una pista de tierra batida, dividida en su eje longitudinal
por un muro de baja altura, la spina, que constituía la base para la colocación de elementos decorativos como
obeliscos, estatuas, fuentes, edículos para los dioses, etc. En los extremos de la spina se encontraban las metae,
unas bases semicirculares en torno a las cuales giraban los carros en la carrera. En los lados largos de la pista y
el hemiciclo opuesto a las cárceres, se ubicaba la cavea, con gradas divididas por corredores que conducían a las
escaleras de acceso. Los circos romanos no presentaban unas medidas estandarizadas como es el caso de los
estadios, como es el caso del circo de Sagunto (Comunidad Valenciana), el cual tenía unas medidas de 354
metros de largo, y 70,30 metros de ancho. Frente a él, el circo de Mérida posee 440 metros de longitud y 115
metros de ancho.

Las carreras

La función principal del circo era acoger carreras de caballos y de carros. Estas actividades deportivas daban
comienzo con una procesión de carácter religioso, que iniciaba en el Capitolio y terminaba en la arena. Los doce
dioses más importantes de Roma desfilan en carros lujosos y variados, tirados por cuatro caballos. Abría la
marcha el magistrado organizador de los ludi, ataviado con una vestimenta triunfal donde destacaba el púrpura
y el dorado. Músicos y danzantes acompañan al cortejo, así como un nutrido grupo de clientes togados de
blanco. Era la ceremonia de la Pompa, donde los romanos, una vez en el circo, fijaban la mirada en su dios
favorito, buscando una señal que propiciara sus ruegos y deseos.

El comienzo del espectáculo venía marcado por la aparición de su patrocinador en la tribuna, quien dejaba caer
un trozo de tela blanca o mappa, costumbre que data de principios del periodo Imperial. Las carreras de caballos
tenían lugar momentos antes que los carros. En ellas, los jinetes, llamados desultores, saltaban de un caballo a
otro ejecutando todo tipo de acrobacias. Generalmente, terminaban la carrera a pie. Este ejercicio de acrobacias
se practicaba también en el mundo griego, y los etruscos estuvieron familiarizados con las competiciones
ecuestres al menos desde el siglo VI a.C. Tal vez, las primitivas carreras ecuestres romanas fueran solamente
realizadas con caballos, sin jinetes ni carros. Sin duda fueron este tipo de carreras de carros las que más atractivo
suscitaron. La descripción más antigua que de ellas se conoce, se refiere a las competiciones fúnebres que
Aquiles ofreció a su amigo Patroclo y que Homero relata en la Ilíada. Vasos cerámicos del cementerio ateniense
de Dypilon se decoraron con este tema a partir del siglo IX a.C.

Los mejores caballos procedían de las provincias de Etolia, Acarnia y Epidauro (Grecia); en el siglo III y IV,
destacan los de Capadocia e Hispania. En Italia, las regiones productoras fueron Apulia y Calabria, además de la
isla de Sicilia. El entrenamiento de las bestias empezaba al cumplir los tres años, pero no corrían antes de los
cinco, y se escogen como sementales los machos más premiados. Los carros estaban tirados por dos corceles
(bigae) o por tres (trigae), aunque casi siempre por cuatro (cuadrigae) y, más raramente, por seis, ocho o diez
(decemiuges). Si eran cuadrigas, se enganchaba el mejor animal en el extremo izquierdo, lugar decisivo sobre
todo al dar la última vuelta para alcanzar la meta. La atención del espectador se centraba en él. Los promotores
de los juegos no solían contar con caballos ni con corredores propios, por lo que acudían a los poseedores de
cuadras cuyos esclavos se preparaban como jinetes y aurigas. Solían ser cuatro participantes. A partir del 70 a.C.
lucían un distintivo de color, cuyo tono era el rojo, verde, blanco y azul, colores que se convirtieron en facciones
apoyadas por el público asistente en forma de apuestas o de contribuciones económicas. La posición de cada
uno de ellos en la pista se obtenía por sorteo, ocupando su lugar detrás de los cárceres. Una vez dada la señal
de salida, estas puertas se abrían y los conductores salían a la carrera. Su atuendo consistía en una túnica corta
sin mangas, del color de su bandería, sujeta por cuerdas. Se cubrían la cabeza con un gorro de cuero, que tapaba
la frente y las mejillas, y llevaban un puñal con el que cortar las riendas en caso de que la caja del carro fuera
destrozada. Los vencedores recibían como premio una corona de laurel y una rama de palma, símbolos que
anteriormente fueron mencionados en relación con las vestimentas de los emperadores o personajes más
ilustres, y a los caballos que se hacían famosos, se les erigían monumentos

ESTADIOS

El término estadio deriva de una unidad de medida griega que equivale a unos 180 metros. En su forma griega
antigua, consistía en un alagado rectángulo con una longitud seis veces mayor a su anchura, y con forma curva
en uno de sus lados cortos. El estadio romano se diferencia de este, entre otros aspectos, por su construcción
monumental que se distancia de la sobriedad y practicidad. Consta de una pista de tierra batida con el lado de
partida rectilíneo, opuesto al lado curvo, y está rodeado de un graderío similar al que poseen otros edificios de
espectáculo. Por estas características puede ser confundido con el circo, sin embargo, tienen diferenciaciones
tanto en su estructura como en sus funciones. Primero, frente al circo, el estadio es algo más pequeño. Además,
no posee ninguna spina o elemento que divida longitudinalmente la pista. Por otro lado, el circo
fundamentalmente era utilizado para las competiciones con carros de caballos, que gozaban de gran
popularidad, mientras el estadio acogía pruebas atléticas.

Desarrollo y características

Como puede comprobarse, dentro del ocio romano también cabían estos actos relacionados con el deporte y
las competiciones atléticas, sin embargo, eran más bien de reciente incorporación, ya que se traen del mundo
griego entorno al 186 a.C., por lo que además se denominaban certamina graeca. Algunos autore proponen que
habían sido una iniciativa de las élites “helenizadas”, y no fueron tan bien acogidos por los grupos populares de
la sociedad. Además, al igual que otro tipo de espectáculos, las competiciones deportivas servían como una
manera de mostrar el poder de un emperador, honrarlos o conmemorar sus victorias. De esta forma, el primer
estadio conocido en Roma se construye por iniciativa de Domiciano en el Campo Marcio, y su estructura pudo
conservarse al quedar “fosilizada” durante el Barroco en el trazado de la Piazza Navona. Este hecho ayuda a
visualizar el impacto de las nuevas tendencias arquitectónicas, incluso motivadas por la religión cristiana, que
ayudarán a cambiar la configuración del espacio urbano en muchos lugares. Si bien a lo largo de la historia los
edificios antiguos sufrirán enormes cambios, en ocasiones estas modificaciones pueden ayudar a conservar
partes de las anteriores estructuras. A través de la representación que figura en un reverso de un áureo, una
moneda antigua romana, en este caso, acuñada por Séptimo Severo, se conoce que la fachada externa del citado
estadio estaba constituida, en el primer piso, por arcadas apoyadas sobre pilastras de travertino encuadradas
por semicolumnas jónicas. El segundo piso, de orden corintio, correspondía a la media cavea, esto es, la sección
de media altura del graderío. Tenía dos entradas principales al centro de los lados largos, otra entrada en el
centro del lado curvo. Con unas medidas de cerca de 275 m de largo por 106 de ancho, podía albergar en torno
a 30000 personas, superando así el aforo de los edificios griegos.

Los juegos

Junto a la función propagandística, el desarrollo de estas competiciones atléticas constituiría un recurso para la
difusión de la cultura romana y el sincretismo con otros pueblos que fueran incorporados al Imperio. Es decir,
ayudarían, según algunos autores, a potenciar la denominada Pax Romana, ese periodo de relativa paz y
estabilidad a lo largo del Imperio Romano, que se mantuvo por más de 200 años, comenzando con el mandato
de Augusto. Para mantener esta Pax, se debía asegurar el orden y la seguridad de todo el territorio, de manera
que la celebración de espectáculos como los deportivos favorecía la unión de las comunidades y la convivencia
pacífica potenciando un nuevo culto al príncipe. Quienes más difundieron este tipo de espectáculos, entre otros,
fueron Domiciano, Augusto y Nerón. Algunos juegos, como los que conmemoran la victoria de Augusto sobre
Marco Antonio, denominados Actia, eran celebrados cada cuatro años, al igual que los denominados Sebasta,
también en honra de Augusto. Es con Domiciano que se consolidan los certamina definitivamente, con los Agon
Capitolinus, en honra a Júpiter (se iniciaba con competiciones de poesía, canto, flauta, obras de teatro… y
acababa con las competiciones de atletismo). Al mismo tiempo, otros juegos como los Capitolia (Roma), los
Sebasta (Nápoles) o los Actia (Nicópolis). Junto a estos juegos, destacan los Juegos Deportivos Romanos,
similares a los juegos Olímpicos griegos, aunque su principal objetivo era el de entretener más que el de
participar. Por ello, sus protagonistas eran profesionales o esclavos.

Entre los juegos que incorporan para su realización en el estadio, se hallan una serie de competiciones o
actividades que adoptan de los griegos, como son el salto a distancia, el disco… También, disciplinas relacionadas
con la hípica, la música y la gimnasia. Sin embargo, no parecían apreciar de la misma forma que los griegos los
deportes como el salto, la carrera o los de carácter artístico, y prefieren los juegos luctatorios e hípicos. Por ello,
los estadios son edificios “excepcionales” en tanto que el deporte, frente a lo que consideraban los griegos, era
una práctica complementaria de los placeres del baño, hecho por el cual el estadio se construye cerca de las
termas.

TERMAS

Las termas eran complejos arquitectónicos de enormes proporciones que presentan una composición-tipo en la
que intervienen una serie de estancias de diferentes características y funciones. Ellas están adaptadas a la
alternancia de baños de agua fría y caliente y al paso por estancias de temperatura tibia. A estas dependencias
básicas se añaden otros ambientes accesorios relacionados con las diversas actividades que se daban cita en
este tipo de establecimientos.

Desarrollo y características

En las etapas más antiguas, las salas de baño se calentaban directamente con grandes braseros, pero los grandes
complejos termales tuvieron su hito más importante en la aparición del sistema de calefacción por
hypocaustum. Desde el punto de vista arqueológico, la existencia de sistemas de calefacción bajo el suelo es
conocida en varias ciudades de Sicilia en contextos del siglo III a. C. y en la propia Grecia durante el siglo II a. C.
En el ámbito itálico, las más antiguas instalaciones de calefacción por hipocausto se encuentran en las Termas
de Stabia de Pompeya y se datan entre los años 90-80 a. C.

El procedimiento del hypocaustum fue bien descrito por Vitrubio y está perfectamente testimoniado por vía
arqueológica. El calor se originaba en un hogar —praefurnium— que solía localizarse en un sótano o en una
zona de servicio abierta. Así, se difundía a través del espacio hueco creado bajo el pavimento de la habitación.
Con el fin de evacuar los gases y los humos y así optimizar el calor generado, se realizaron dobles paredes,
creando una cámara de aire entre el muro portante y el paramento del interior de la estancia. En lo que respecta
a sus estancias principales, se encuentran:

• Apodyterium. Es la primera estancia del recorrido termal y está precedida de un vestíbulo o un pasillo de
acceso. Desde el punto de vista funcional, se trata de un vestuario en el que los usuarios dejaban su
indumentaria y objetos personales mientras hacían uso de las instalaciones. Solían contar con unos bancos
corridos adosados a la pared y una serie de nichos practicados en el muro. Esta estancia no estaba
calefactada, pero en ocasiones contaba con un brasero.
• Tepidarium. Se trata de un ambiente de temperatura tibia situado generalmente entre las salas calientes y
las frías. En algunos casos, podía contar con una bañera o pileta con agua templada que mantenía su
temperatura con una caldera.
• Caldarium. Era la estancia destinada al baño caliente. Podía disponer de bañeras fijas- alvei-, revestidas de
mármol y con algún escalón como asiento para los bañistas. La estancia mantenía el calor mediante un
hipocausto y el agua entraba caliente desde una caldera por medio de fístulas de plomo. Una vez realizado
el baño caliente, era necesario refrescarse, por lo que en el extremo opuesto de la estancia solía colocarse
un labrum, un gran lavabo o una especie de fontana de piedra o bronce, con un surtidor central del que salía
continuamente agua fresca.
• Sudatio. Se trata de una estancia con funciones de sauna. Suele presentar forma circular, a veces con nichos
o ábsides provistos de bancos para el asiento y cubierta cupuliforme o tronconcónica con una apertura
central.
• Frigidarium. Es el ambiente reservado a los baños fríos. La forma de esta estancia podía ser muy variable
(circular con ábsides, rectangular, etc.) y su cubierta era abovedada o cupuliforme. En su interior solía
hallarse una o más piletas de agua fría, normalmente de grandes dimensiones, que podían disponer de unos
escalones empleados como asiento. En los grandes conjuntos Imperiales, el frigidarium se complementaba
con una piscina para nadar rodeada de una fachada monumental con nichos para estatuas o juegos de agua.
Los grandes conjuntos termales contaron con otras estancias y espacios susceptibles de albergar actividades
complementarias al baño. Una de ellas fue la palaestra, concebida como un patio al aire libre rodeado de
pórticos. En este ámbito se desarrollaban ejercicios físicos y juegos de diversos tipos. Otro ambiente era el
unctorium -sala de aplicación de aceites corporales y masajes- o el destrictarium - para la limpieza y retirada de
los ungüentos y del lodo que se fijaba al cuerpo tras los ejercicios gimnásticos-. Los servicios higiénicos de las
termas podían complementarse con una letrina (retrete) cuya fórmula constructiva constaba de un espacio
rectangular con asientos en los muros perimetrales por debajo de los cuales discurre un canal por el que
continuamente pasa agua corriente, que es conducida a través de un colector a la cloaca más próxima.

Las termas Imperiales

El primer edificio que puede adscribirse al tipo «Imperial» fue edificado por iniciativa de Nerón, no lejos de las
termas de Agripa. Se trata de un modelo de grandes dimensiones con salas duplicadas en torno a un eje central,
modelo que se repite en las termas de Tito, inauguradas el año 80 d. C. Un paso adelante en el desarrollo de
estos complejos está representado por las Termas de Trajano, construidas entre los años 104 y 109 d. C. Por
otro lado, uno de los ejemplos más grandiosos de termas Imperiales se corresponde con el edificio ordenado
construir por Caracalla entre el 212 y el 217 d. C. al que se denominó oficialmente Thermae Antoninianae. Para
el abastecimiento de agua del inmenso complejo, que ocupaba una superficie de más de 110.000 m2, hubo de
crearse una derivación del acueducto Aqua Marcia, conocida como Agua Antoniniana. Se encuentra edificado
sobre una terraza artificial y contaba, en los lados sureste y suroeste, con dos amplias exedras con varios
ambientes en su interior dedicados probablemente a reuniones y encuentros. En el lado sur, se edificó una
enorme cisterna para el almacenamiento de agua, flanqueada en el lado occidental por una biblioteca y
precedida por una grada, que convierte en un estadio el espacio libre entre el bloque central del edificio y el
cerco perimetral que le rodea. De acuerdo con los estudios realizados en su día por F. Coarelli, bajo el complejo
se edificaron grandes subterráneos dispuestos en dos pisos. A través de ellos se encontraba la infraestructura
que posibilitaba la conducción del agua a las bañeras y fuentes, así como los ambientes de servicio, que
permitían a los trabajadores realizar los trabajos necesarios para su funcionamiento fuera de la vista de los
clientes. Según los cálculos realizados, estas termas podían recibir simultáneamente a 1600 usuarios.

También deben referenciarse las más grandes termas de Roma, iniciadas en el 298 d. C. por Maximiano en
nombre de Diocleciano y completadas entre el 305 y el 306 d. C., después de la abdicación de ambos. Con unas
dimensiones de 380 x 370 m, sus instalaciones podían albergar a 3.000 bañistas. Este complejo adopta el modelo
canónico de las termas Imperiales caracterizado desde la época de Trajano por un recinto perimetral que
encierra un vasto espacio abierto en cuyo centro se inscribe el edificio balneario. Los cuatro lados del recinto
estaban provistos de diversos ambientes.

En último lugar, cabe destacar que las termas son ámbitos en los que se incluyen todos los géneros de la
escultura romana, si bien existen tipos iconográficos propios de cada uno de estos edificios. Como lugar
destinado a la mejora de la salud corporal, se exponían estatuas de atletas y héroes que representan la plenitud
la forma física, así como divinidades relacionadas con la salud, como Esculapio e Higea, o aquellas que tienen
relación específica con el agua, como Neptuno y los personajes que se incluyen en su cortejo

LA DISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE UNA VIVIENDA ROMANA

Ciudad y Territorio en el mundo romano


Civilización romana = civilización urbana. Los romanos privilegiaron sus ciudades tanto desde el punto de vista
monumental como jurídico. Roma, la Urbs, el modelo a repetir en el resto del imperio, reproducción del modelo
original: o Aulo Gelio consideraba las colonias como “miniaturas de Roma”. El proceso de conquista reafirma el
concepto urbano de la Urbs, al reproducir el modelo original de Roma en los nuevos territorios. Desarrollo de
conceptos edificatorios específicos para satisfacer las necesidades administrativas, económicas, políticas,
religiosas y sociales.
No obstante, hubo zonas en el occidente romano (periféricas) que escaparon al modelo clásico de ciudad. Ciudad
y Campo son un unicum. No es posible desvincular los núcleos urbanos del paisaje rural en el que están insertos:
La ordenación del territorio rural que rodea a una ciudad romana mantiene un vínculo genético con ésta. En los
casos canónicos, su estructura está regida por la prolongación de los ejes urbanos mayores: cardo y decumano
El ámbito rural romano es un espacio totalmente antropizado -la época romana representa el primer gran
impacto histórico de la humanidad sobre el paisaje-: transformación del paisaje para su aprovechamiento
productivo (base económica actividades primarias) Espacio rural aparece surcado por calzadas, puentes,
acueductos, canales, puesta en cultivo de grandes extensiones de terreno, ordenado en parcelas bien
delimitadas, etc

El estudio de las casas nos informa sobre los comportamientos sociales y aspectos importantes de la cultura
romana como aspectos políticos y sociales. La arqueología de los espacios domésticos, y sobre todo el mundo
romano habría que destacar Pompeya. Todos los patrones que conocemos de las casas romanas provienen de
esos primeros estudios que se llevaron a cabo en Pompeya.

A día de hoy en la actualidad podemos hablar de varias disciplinas que intentan analizar cómo son las viviendas
romanas.
1. Arqueología de la arquitectura. Hay que destacar aquí los estratos.
2. Household archaeology. Todo lo que nos aporta el estudio enfocado en una perspectiva de género,
en la infancia, en elementos que han pasado desapercibido. La arquitectura como algo más de espacio
doméstico. También las actividades de mantenimiento, que no son visibles, que se realizan en la casa
y que pasan desapercibidas. Estas actividades son por ejemplo el textil, la cocina o incluso la cerámica.
El textil era una actividad económica importante.
3. Teorías de las sintaxis espacial. Se refiere a la aliada de la actual arquitectura donde un arquitecto o
ingeniero dice cuales son por ejemplo las vías más transitadas. Ello se aplicaría a construcciones que
ya existen.

A parte de estas tendencias hay diferentes análisis.


1. La arqueología de los espacios domésticos. Este estudio está ligado al mantenimiento de la vivienda.
Es interesante ya que nos permite jerarquizar y hablar de diferentes tipos de construcciones.
2. Sintaxis espacial. Establecer relaciones entre un punto y otro. Cómo serán las posibles rutas que utilice
la gente. ¿cómo podemos estudiarlo? El patio ejercerá un eje de circulación, la estancia distribuidora.
Ejemplo. La Casa de los Dos Tesoros (Pollentia).

Hay dos estancias que hay que destacar en la casa. La primera de ellas es la zona donde se recibía a los invitados,
el lugar donde se hacían reuniones y se hacían negocios. Significado social de la vivienda. Entender quienes
viven en la casa. Se plantean cuestiones en las que no hacemos hincapié como por ejemplo el inmobiliario o las
actividades cotidianas que se llevaban a cabo dentro de la casa. El papel de las diferentes personas que vivían
en la casa.

Motivos para la elección de un solar. la vivienda en su contexto urbano próximo

Tradicionalmente hay cuatro planteamientos principales en los cuales el romano se basaba para la elección de
su casa, nada es al azar. Básicamente responde a condicionantes estratégicos o económicos. El primero de ellos
es el factor de altura. El segundo sería el factor visual, las casas eran un elemento de prestigio. Cualquiera podía
por ejemplo ver una casa si realmente era de prestigio. Otros factores son el político, que estuviese cerca del
foro, del mercado, de lugares que tengan un control importante de las actividades económicas y políticas y el
otro factor el propagandístico, que la casa estuviese cerca de una estatua o de elementos con prestigios, ello
también era una forma de agradecer. La contaminación acústica. Es un factor clave para entender cuales son los
lugares buenos para vivir en la ciudad romana. Algo también importante es si hay fábricas o no cerca, o áreas
de confluencia de rutas comerciales, puertos…

Tugurium o casa.
Es una vivienda de bajas condiciones. Generalmente de una sola planta y se encuentra construida de elementos
perecederos como adobe o madera. Solamente tienen una estancia. Nos hablan de la multifuncionalidad
espacial.
Dependencias comerciales.
Tenemos aquí la Tabernae. Un caso interesante es el ejemplo de Bilbilis.

Insulae.
Siempre se han conocido como las casas de las clases más bajas. La insulae son construcciones que tienen su
origen en el siglo III a.C. Hay estructuras de formas diferentes. Son estructuras de condiciones de habitabilidad
escasa. Ejemplo. Una de las más importantes es las insulae de Ostia.

Hay que destacar el estudio más interesante que es el de Ostia. Los romanos entendían que era importante una
buena ventilación de la vivienda y aquí nacen los patios de luz, que permitían que las estancias se aireen y
tuvieses una buena iluminación.

LA DOMUS ROMANA.

Hay dos grandes problemas que tienen los arqueólogos.


El primero es de Vitruvio. Su obra se ha entendido como una guía para el estudio de la arquitectura. plantea
modelos muy interesantes, pero no se puede entender como un manual para entender todas las casas romanas.
Evidentemente es una lectura ineludible en su obra, es un trata bastante interesante. También es interesante
con cuestiones como el agua. Hace demasiado énfasis en los demasiados tipos de arte y parte. Es interesante ya
que a la hora de describir el ideal de casa plantea si tiene un patio de X metros la columna debería medir X
metros. Es decir, plantea proporciones. Es interesante ya que se puede trasladar a los espacios actuales.
¿Podemos utilizar las propuestas de Vitruvio?

El otro mal es Pompeya. Es uno de los yacimientos más importantes del mundo romano. Tiene los espacios
domésticos más potentes desde un punto de vista arqueológico y arquitectónico. Gracias a su estado de
conservación nos permite conocer por ejemplo los segundos pisos, mosaicos.. . Desde un punto de vista artístico
es importantísimo. Aunque no se podría extrapolar a otras ciudades. Tiene problemas relacionados con el clima
y otras cuestiones, a parte de Pompeya en el 79 d.C. se destruye pero ya venía sufriendo terremotos.

Tipologías de domus.

El espacio distribuidor. En la domus era normalmente el patio.


• La primera domus es la simple. Son casas de dos o tres estancias. No habría espacio distribuidor. Este
tipo de construcciones estaría en ciudades de una presión urbanística fuerte como Ampurias.
• Domus de patio. En este caso el patio ejerce la función de circulación dentro de la vivienda. La diferencia
entre un atrio y un patio es que el atrio tiene la piscina con el agua y el patio no la tendría. Ello no
quiere decir que no se encuentre en agujero en el techo.
• Domus de atrio.
Origen itálico. Es el lugar donde muestras el poder económico.
• La domus de peristilo.
Funciona al igual que las domus de atrio. Es el mismo tipo de esquema y mismo tipo de estructura lo único es
que cambia el atrio por el peristilo. Es un espacio mucho más rico. Un ejemplo es la Casa de los Pájaros de Itálica.
• El viridiarum o hortus.
Es el espacio ajardinado, ligado particularmente a la presencia de un ámbito privado.
• Las villae suburbanas.
• Existen dos tipos, la urbana y la rústica. Tienen dos características principales.
o Monumentalidad , tanto arquitectónica como decorativa.
o Ligación al fundus, es decir, a los recursos agrícolas del territorio al que se adscribe.

Estructura de la villa en dos partes: pars urbana y pars rústica.


RITO DE FUNDACIÓN DE UNA CIUDAD ROMANA EX NOVO

Fuentes clásicas refieren ritual: la planificación urbanística de las ciudades romanas responde a una simbiosis de
lo heredado del mundo etrusco (murallas, puertas, puentes, calzadas, canales y acueductos) y la organización
espacial de influencia griega que recibían desde la Magna Grecia. El ritual de fundación es un acto de tipo
religioso, heredado de la tradición etrusca, en el que se desarrollan varios pasos:

La contemplatio/inauguratio

Contemplatio

El Augur (sacerdote) situado en un lugar elevado, consultaba los presagios para comprobar que el lugar elegido
era aprobado por los dioses, a través del análisis del vuelo de las aves. Así, si los signos eran favorables, la ciudad
quedaba in-augur-ada.

El Arúspice (adivinador por el hígado), cogía el ave portadora de los augurios, la abría en canal, le sacaba el
hígado que subdividía en partes atribuyendo cada una de ellas a una divinidad. Leía en él los signos oraculares:
si le parecían malos se había de aguardar, y si le parecían buenos, se procedía a la ejecución de la fundación.

Inauguratio

El Mundus. En el punto central del espacio elegido, se abría una fosa circular denominada “mundus”. En ella se
depositaban varias ofrendas( sangre o restos del animal portador de buenos augurios (el Arúspice consultaba el
hígado del ave -águila-) y un puñado de tierra procedente del país de origen de los fundadores. El mundus se
cubría con una losa de piedra, sobre la cual se erigía un altar en donde se encendía un fuego que pasaba a ser
el focus de la ciudad.

Inauguratio: Sulcus primigenius

Demarcación de los límites de la ciudad realizando el Sulcus Primigenius En la fecha señalada por el sacerdote
(augur) se realizaba un surco con un arado de bronce. Englobaba los ejes definidos por el agrimensor y definía
un espacio llamado pomerium (la superficie de la ciudad). El arado (símbolo de fecundidad) era tirado por una
yunta de bueyes blancos (vaca –al interior- y buey –al exterior-), conducidos por el sacerdos, y se levantaba al
pasar por el lugar donde iban a estar ubicadas las puertas de la ciudad.

Limitatio: el agrimensor

El agrimensor trazaba las direcciones de los ejes principales de la ciudad con un instrumento llamado gnomon,
definiendo los ejes del cardo maximus y el decumanus maximus. El rito realizado por el agrimensor constaba de
tres fases: trazado de un círculo en torno al gnomon, determinación del eje Este-Oeste acorde con el curso del
sol y de su perpendicular Norte-Sur, y trazado del cuadrado inscrito en el círculo. Estas tres fases del rito
corresponden igualmente a las tres figuras fundamentales (círculo, cruz y cuadrado) que simbolizan los tres
niveles (Cielo-Hombre-Tierra).

Las coordenadas trazadas por el agrimensor no determinaban exacta y necesariamente las directrices básicas
de las calles principales; en su trazado definitivo se tienen en cuenta otras consideraciones de tipo más
pragmático como la salubridad de las aguas, la dirección de los vientos predominantes en la zona, etc. (Ver
Vitruvio) Para ello era necesario conseguir una orientación y dado que no conocían la brújula, intervenía el
agrimensor para buscar el norte solar con un sencillo método… Vitruvio (L. I, Cap.VI), refiere que el trazado ideal
de las ciudades debe realizarse, uniendo los vértices opuestos de un octógono, cuyos lados son perpendiculares
a las ocho direcciones de los vientos.

TRAZADO ORTOGONAL DEL TERRITORIO DE LA CIUDAD

Dentro del pomerium, el agrimensor trazaba la ciudad de modo ortogonal, partiendo de los ejes principales del
Cardo (norte-sur) y el Decumanus (este-oeste). En su intersección se localiza el foro. Estos ejes que se cruzan
perpendicularmente dividen la ciudad en cuatro sectores iguales y definen el emplazamiento de las puertas en
la muralla. Los ejes principales se irán cruzando de forma perpendicular a determinadas distancias, definiendo
otras calles menores que delimitarán manzanas o insulae

Centuriación del territorio

La estructuración general básica del territorio que se centuria es la siguiente: o Primer nivel, el centro, la URBS
o Segundo nivel, el AGER, terrenos que rodean la Urbs o Tercer nivel, el SALTUS, zona para la ganadería,
alrededor del Ager o Cuarto nivel, la zona boscosa denominada SILVAE, que lo rodea todo • Estos cuatro niveles
son la base de la división territorial. La zona de ganadería y especialmente la boscosa, podía no parcelarse, pero
se medía para tener un cálculo de la superficie ocupada. No todo se asignaba, quedaban tierras medidas pero
no divididas, era la subseciva. Los pastos y los bosques estaban medidos, pero no divididos.

Para este tema debemos tener en cuenta que la civilización romana tenía muy en cuenta la urbs, privilegiando
estas ciudades desde el punto de vista monumental y jurídico, siendo Roma el modelo a repetir a lo largo del
imperio y en las nuevas conquistas; no obstante, hubo zonas en el occidente romano, la periferia, que escaparon
al modelo clásico de ciudad. De todas maneras, su planificación urbanística responde a una mezcla de lo
heredado por el mundo etrusco (murallas, puertas, calzadas…) con la organización espacial de la influencia
griega que recibían desde la Magna Grecia. A pesar de la importancia de las ciudades, el mundo urbano no quedó
de lado, pues se consideraban que ambas formas de vida estaban ligadas; el ámbito rural romano es un espacio
totalmente antropizado que modifica el paisaje para su aprovechamiento productivo, pues su base económica
eran las actividades primarias. Buscaron desarrollar edificios específicos para satisfacer las necesidades
administrativas, económicas, sociales…

La elección del emplazamiento

Esto nunca queda en el azar, sino que la fundación de sus ciudades ex novo responde a dos imperativos al
seleccionar la ubicación; - Condicionantes estratégicos - Condicionantes económicos o Una vez conquistado un
nuevo territorio, el condicionante económico se impondrá sobre el estratégico

Ritual de fundación

Es un acto de tipo religioso, heredado de la tradición etrusca, en el que se desarrollan varios pasos:

La contemplatio/inauguratio: el augur (sacerdote), situado en un lugar elevado, consultaba los presagios para
comprobar que el lugar elegido era aprobado por los dioses, a través del vuelo de las aves.

• El arúspice, o adivinador de hígado, cogía el ave portadora de loa augurios, la abría en canal, le sacaba el
hígado para luego dar cada parte a una divinidad
• Leía en el los signos oraculares: Si eran buenos, se procedía a la fundación. Si eran malos, se tenían que
esperar

Inauguratio, el mundus: en el punto central del espacio se abría una fosa circular denominada mundos, donde
se depositaban ofrendas (restos animal portador augurio) y un puñado de tierra procedente del país de origen
de los fundadores. El mundus se cubría con una losa de piedra, sobre la cual se eregía un altar en donde se
encendia un fuego que pasaba a ser el focus de la ciudad

Inauguratio, sulcus primigenios: en la fecha dicha por el augur se realizaba un surco con un arado de bronce,
luego englobaba los ejes definidos por el agrimensor y definida un espacio llamado pomerium , la superficie de
la ciudad

Limitatio, el agrimensor: trazaba las direcciones de los ejes principales de la ciudad con un instrumento llamado
gnomon, definiendo los ejes del cardo maximus y del decumanus maximus. Se tenían también otros detalles del
terreno. Tres fases (corresponden a las figuras fundamentales, que simbolizan los tres niveles, cielo – hombre –
tierra) de este rito:
• Trazado de un circulo en torno al gnomon
• Determinación del eje este – oeste (decumanus) acorde con el curso del sol, y de su perpendicular norte
– sur (cardo). Define el emplazamiento de las puertas de la muralla.
• Trazado del cuadrado inscrito en el circulo

Se ponía como trazado ideal el vitruvio, uniendo los vértices opuestos de un octógono, de ahí su trazado
ortogonal. Las calles menores delimitarán manzanas e insulae

EL SISTEMA CONSTRUCTIVO EN EL MUNDO ROMANO MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS

Las fuentes que usamos para conocer el mundo romano, en lo que se refiere a estructura y materiales, provienen
tanto de la arqueología como de las escritas, englobando las primeras a todo aquello que tiene que ver con las
canteras, yacimientos, restos arqueológicos…

CANTERAS

Al igual que en Grecia, los romanos extraían los materiales, las materias primas, de las canteras, las cuales era
explotadas de la misma forma que las griegas:

• Explotación de superficie o a cielo abierto


• Explotación de galería: Aquí se usaban unos enormes pilares para sostener de forma natural la galería y así
evitar derrumbes

También coincidían en las técnicas de extracción, pues usaban de nuevo el método de delimitar el bloque por
tres de sus lados mediante zanjas, mientras que en el lado restante encajaban la cuña que terminaba
provocando la rotura. En cuanto a materiales usados, podemos identificar algunos: maceta, lezna, gradina, gubia,
piqueta, hacha-picareta, hacha doble, compases, ángulos… Aunque debemos destacar dos aparatos en especial:

• Groma: era un aparado de nivelación que servía para comprobar las alineaciones y la corrección de las
direcciones perpendiculares.
• Chorobates: era una herramienta que se usaba para comprobar la nivelación de las construcciones, usado
sobretodo en acueductos. Se trataba de una regla en la cual se hacía una ranura que se llenaba de agua
mientras que en los extremos se colocaba una plomada, de manera que mediante la observación se podía
estimar si la construcción o terreno estaba recto o no.

Materiales de construcción utilizados

Principalmente se usaba la arcilla debido a su maleabilidad junto a su solidez luego del secado. En un principio
era simplemente barro secado al sol, el adobe, el cual se usó hasta el incendio de Roma en época de Nerón (año
64 d.C.); luego fue sustituido por el barro cocido, o ladrillo cocido, cuyo uso se extiende a partir de este incendio,
aunque a principios del siglo I a.C. ya se usó en edificaciones muy concretas. No obstante, hay que tener en
cuenta que hubo muchos tipos de ladrillos, pero los más estándar eran los siguientes: Bipedalis (2 pies romanos
de lado) Sesquipedalis (1’5 pies romanos de lado) Pedalis (1 pie romano de lado) Bessalis (20 cm de lado)
Cuadrados Rectangulares Triangulares (esta forma se usaba mucho para insertarlos en el mortero) Circulares

Los ladrillos (o el barro) se cocían en una serie de hornos similares a los usados en las cerámicas griegas, pero
con un sistema más complejo: ahora el fuego no estaba justo debajo de la sala de cocción, eran más grandes…
Como accesorios a la arcilla se usaba la madera, el mortero o el plomo. Está claro que los romanos, por lo tanto,
no inventaron grandes técnicas, pero sí las mejoraron, siendo uno de sus elementos más característicos la
bóveda de cañón.

Tipos de aparejos
Podemos dividirlos en tres grandes grupos según la clasificación de J. P. Adam:

Grandes aparejos

• Opus siliceum (siglos V – III a.C.)


• Opus quadratum (desde el siglo VI a.C.), este es mucho más relevante. El opus quadratum fue el aparejo
constructivo más usado en Roma hasta el final de la época Republicana, suele ser un revestimiento de una
masa interior de hormigón.
o Si los sillares son iguales, isodomo
o Si los sillares son irregulares, seudoisodomo
o Los ángulos están formados por piedras llamadas diatoni

Estructuras mixtas

• Opus africanum (siglos IV – II a.C.), formado por cadenas verticales de bloques de sillares, que van alternando
la horizontalidad y la verticalidad, rellenos de mampuesto. Técnica difundida por los cartagineses, extendida
en época romana por el norte de África
• Opus craticium, un entramado de madera lleno con piedra y mortero, reservado a las partes más altas de la
fachada, para evitar la humedad, o a los tabiques interiores de viviendas. Es de difícil conservación, por lo
que hay escasos vestigios en ciudades vesubianas. Era barato, pero peligroso con el fuego

Pequeños aparejos

• Opus caementicum, hormigón o mortero realizado con una mezcla de piedras, cal, arena, ceniza volcánica y
agua. Se reviste con paramentos de piedra o ladrillo
• Opus incertum (siglos II a.C. – II d.C.), era un paramento a base de pequeñas piedras irregulares, sin
desbastar, aunque a veces presentan su cara exterior ligeramente alisada; dichas piedras son empotradas
en el núcleo del muro hecho de hormigón dispuestas en líneas más o menos horizontales. Su introducción
está relacionada con el opus caementicium
• Opus quasi reticulatum: paso de incertum a reticulatum
• Opus reticulatum (años 60 – 40 a.C.), revestido de hormigón a base de pequeñas piedras piramidales de
forma regular, componiendo un dibujo reticular. Se documenta sobretodo en Pompeya. Uno de los edificios
revestidos de este opus en Hispania es la Torre ciega
• Opus vittatum, aparejo isodomo de piedras de reducidas dimensiones, dispuesto en hiladas horizontales y
trabados con argamasa
• Opus testaceum
• Opus mixtum, consiste en alternar en los revestimientos hiladas de sillarejos de piedra con hiladas de
ladrillos, con muy diversas disposiciones

La pintura mural romana

Antes de comenzar la decoración, se precisan de una serie de técnicas, enlucidos y capas preparatorias, además
de que, aunque los textos nos indiquen los pasos a seguir, estos no se lo podían permitir todo el mundo.

Técnicas previas a la decoración

Primero se tenían que revestir las paredes, aplicando los morteros de arriba abajo en paramentos horizontales
en tres etapas: tercio superior, tercio medio y tercio inferior. Luego se aplicaban unos trazos preparatorios, un
dibujo indeciso pintado con un pincel fino, menos en las líneas rectas largas que se usaba un trazado con
cordelillo.

Técnicas de ejecución pictórica

Tres tipos:
• La encaústica: usa cera como aglutinante
• El fresno: la técnica más usada, aplica pigmentos minerales disueltos en agua sobre la pared con el mortero
aún fresco
• El temple: usa agua como disolvente y huevo, leche o aceite como aglutinante

Técnicas de la pintura mural romana

Podemos diferenciar cuatro estilos pompeyanos:

• Estilo I o de incrustación (segunda mitad del siglo II a.C. – primer tercio del siglo I a.C.): incrustaciones de
estuco pintadas, dando la apariencia de diferentes mármoles o granitos, jaspe o alabastro. La pared se
divide en varias zonas (de arriba abajo): Cornisa denticulada, Friso, Aparejo isodomo, Friso, Ortostatos o
zona media, imita el mármol, Zócalo o zona inferior, imita el granito
• Estilo II o arquitectónico (siglo I a.C.): representación de arquitecturas reales con perspectivas, aumentando
la profundidad del espacio y las metalografías
• Estilo III o ornamental (primera mitad del siglo I d.C.): pinturas con un único fondo monocromo (rojo, negro
o blanco) sobre el que se añaden detalles arquitectónicos y vegetales; sustituyen las columnas por
candelabros y más elementos vegetales, con una decoración en miniatura o Se enmarcan cuadros con
figuras o paisajes
• Estilo iv o ilusionista/escenográfico (segunda mitad del siglo I d.C.): presenta decoraciones propias de los
estilos anteriores, arquitecturas inexistentes, lo ornamental y la mayor variedad de colores o Uno de sus
elementos característicos son las orlas caladas y las escenas mitológicas

Pavimentos

Podemos diferenciar cuatro:

• Opus signium: es un revestimiento realizado a base de polvo de ladrillo y trocitos del mismo, e incluso de
cerámicas, y una argamasa de cal y arena, de forma que da una superficie fina e impermeable. Se puede dar
el caso de que se le incrusten pequeñas piezas de mármol, formando algún motivo decorativo. Muy usado
en pavimentos y los revestimientos de depósitos para contener algún líquido
• Opus spicatum: hiladas dispuestas en forma de espiga, su uso más común es en suelos
• Opus musivario: pavimentos con mosaicos a base de tesalas
• Opus sectile: una especie de opus musivario formado por fragmentos irregulares de mármol de diversos
colores que van formando motivos decorativos, tanto geométricos, como animales o vegetales

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