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REVISAR EL ARTÍCULO 13 DEL CÓDIGO DE

ÉTICA DEL ABOGADO

LA ÉTICA DEL ABOGADO

Quise iniciar el presente trabajo de investigación con la frase


anterior, porque plasma verdaderamente situaciones a las que nos
podemos encontrar en el sendero de nuestra profesión, y es ahí donde
debemos atender al llamado de nuestros valores, de la
responsabilidad moral y ética y en ningún momento dejarnos titubear
por intereses mezquinos que nos hagan perder el rumbo de la rectitud,
de la dignidad profesional, tal como lo menciona Platón: “subir con
trabajo al palacio que habita la justicia”.

El tema de la ética del abogado, es de suma importancia y


necesidad, ya que es, precisamente, el profesional del derecho en
quien la sociedad busca una actuación recta, indisoluble, de atender al
llamado de su conciencia que le dicte e induzca a una realidad
equitativa.

Con esta recopilación nos darnos cuenta que hablar de ética en


nuestro tiempo equivale a hablar de justicia, bien común, seguridad y
fines del derecho, que desde antaño se han buscado, trayéndonos
esos principios inherentes a la actividad del abogado, a la reflexión, a
la práctica y a la conciencia,
CAPÍTULO I
DIVERSOS CONCEPTOS DE ÉTICA Y ÉTICA JURÍDICA

1.1      Significado gramatical de la ética

La palabra ética tiene su origen en el vocablo griego ethos, que significa


costumbre. Se le estima en una situación de sinonimia con la palabra moral que, a
su vez, deriva de la voz latina more, que por su parte, corresponde a ethos. Por
tanto, la ética se refiere a las normas que constituyen determinado sistema de
conducta moral, tal y como lo señala la Enciclopedia Jurídica Omeba.

1.2      Diversos conceptos de ética

La ética o filosofía moral es “la ciencia filosófica que trata de la rectitud


(bondad o malicia de los actos humanos”.

Por su parte, la maestra Martha Silvia Moreno Luce, menciona que, “la ética es
una disciplina que forma parte de la filosofía y tiene como una de sus tareas la
reflexión sobre la particularidad del ser humano de autolimitarse, a pesar de la
libertad absoluta de decisión para actuar de acuerdo a lo que nuestra propia
conciencia nos indica, dando origen a la moral”. Un concepto más, “la ética es el
conjunto sistemático de conocimientos racionales y objetivos acerca del
comportamiento humano moral. Por ello, la ética es la ciencia de la moral.

1.3      Conceptos de ética jurídica

La ética aplicada al ejercicio del derecho se denomina deontología jurídica. La


palabra deontología es de origen griego y significa “tratado o estudio del deber”. El
neologismo se debe, a Jeremías Bentham: su libro Deontology of the Science of
Morality se publicó en Londres en 1834, dos años después de su muerte.
Un concepto más de ética jurídica es el que nos proporciona Villoro Toranzo,
donde nos inicia en la deontología jurídica, como la ética profesional de los
juristas, para evitar abusos elevar el nivel moral y mantenerlo alto.

CAPITULO II
BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA ETICA

2.1 La ética en la Antigua Grecia

En el origen, la ética aparece subordinada a la política, ya que el hombre de


la Antigua Grecia, sentía la polis como algo incorporado a su naturaleza. El
sentido de comunidad era importante y la ética estaba orientada al ¿cómo vivir?,
puesto que en ese entonces ser ético consistía en realizar la justicia en
comunidad. Platón en su obra La República, considerada como un completo
tratado de Ética, se señalan cuatro virtudes, como son: la sabiduría, fortaleza de
ánimo, templanza y la justicia. Menciona, asimismo, la parte más sublime del
alma, la parte racional, es la que posee como una virtud propia la sabiduría.

Ética a Nicómato, de Aristóteles, habla sobre la ética eudemónica, de


buscar la felicidad, el bien común, la razón y la justicia. En dicha obra, Aristóteles
plantea que la ética no es una ciencia, sino una reflexión, donde la felicidad
consiste en una actividad constante. Asimismo, menciona el filósofo, que la ética
procede de la costumbre, que las virtudes son un conjunto de buenos hábitos. Los
filósofos estoicos y epicúreos, aparecieron en el mundo en la decadencia del
mundo grecoromano, después de Aristóteles, la filosofía tomó rumbos nuevos. A
ello ocurrieron las circunstancias políticas del tiempo. Las grandiosas
concepciones de Platón y Aristóteles quedaron en el olvido aunque siguieron
influyendo en algunos pensadores.
2.2 La ética en la Edad Moderna

Ya en la era moderna, filósofos como Inmanuel Kant, parte del hecho de la


moralidad, en donde dice que es un hecho indiscutible que el hombre tiene
conciencia de sus actos y de su deber. Pero el problema de la ética es cómo
proponer una norma universal de los actos pues la ética debe ser ciencia. Kant
critica las éticas anteriores porque se basan en la metafísica o en las tendencias
naturales del hombre. La ética de Kant supera al hedonismo, pragmatismo e
inmoralismo; exalta la dignidad de la persona humana; coincide con la ética
cristiana en la espiritualidad y universalismo.

2.3 La ética en la Edad Contemporánea

En esta época ha habido aportes importantes de trascendentales autores


que han contribuido al tema de la ética, tales como los vitalistas y existencialistas;
las aportaciones de Max Scheler, Alaínn Badiou, Maclntyre, entre otros. Los
vitalistas y existencialistas, desarrollan el sentido de la opción y la responsabilidad.
Max Scheler, su obra, mayormente conocida como la “ética de los valores”,
concibe a tarea moral como una transformación radical de la persona, de llegar a
ser mejor, algo mucho más profundo y general que obrar mejor, y por supuesto
que cumplir ciertos mandatos.

Para Alain Badiou, la ideología “ética” es, en nuestras sociedades, el


principal (pero transitorio) adversario de todos aquellos que se esfuerzan por
hacer justicia a un pensamiento, cualquiera que este sea. En cambio, Maclntyre,
menciona la importancia del bien moral definido en relación a una comunidad de
personas involucradas en una práctica que llama bienes internos de excelencia,
en lugar de centrarse en fenómenos independientes de una práctica, como la
obligación de un agente moral (ética deontológica) o en las consecuencias de un
acto moral particular (utilitarismo).
CAPÍTULO III
LA ÉTICA DEL ABOGADO

3.1 Conceptualización de abogado

Podemos decir que el abogado es un profesional que brinda asesoría y


representación a sus clientes en cuestiones jurídicas, más, existe varias
conceptualizaciones que nos dan diversos autores,  y serán algunas las que
mencionaremos.

El abogado es “un profesional del derecho que ejerce la abogacía. Para el


ejercicio de esta profesión es requisito sine qua non, tener e título de la
licenciatura en derecho y obtener la cédula correspondiente de la Dirección
General de Profesiones. Del abogado se ha dicho –encareciendo la importancia
de su misión- que es ‘el primer juez de todas las causas’. Según Couture
(Vocabulario jurídico): profesional universitario, con título hábil, a quien compete el
consejo o asesoramiento en materia jurídica, la conciliación de las partes
interesadas opuestas y el patrocinio de las causas que considere justas.

En el libro “El jurista y el simulador del derecho”, su autor, alude que: “el
abogado debe ser un jurisprudente, esto es, un sapiente del Derecho. Sería
absurdo que no lo fuese, es decir, que padeciese “ignorantia juris”. Sin los
conocimientos jurídicos no podría ejercer digna y acertadamente su profesión.
Ahora bien, el abogado es una especie de jurisprudente que se vale de su
sabiduría para patrocinar, dirigir o asesorar a las partes contendientes en un litigio,
ante un órgano jurisdiccional del Estado que desea resolverlo. Con los conceptos
anteriores, podemos afinar que para ejercer la abogacía en México, es necesario
realizar estudios durante varios años, en una universidad o escuela de derecho,
legalmente reconocida y obtener el título y cédula correspondiente, en licenciado
en Derecho, previamente registrado en la Secretaría de Educación Pública.
3.2 Noción de la ética del abogado

La ética del abogado, se refiere a las diversas reglas de conducta que rigen
al profesional del derecho, con las cuales puede hacer el bien y evitar el mal. Dice
Ángel Ossorio, que en la abogacía actúa el alma sola, porque cuando se hace es
obra de la conciencia y nada más que de ella., esto refriéndose  a la rectitud de la
conciencia, a la que conocemos y nos conoce. Aquella cuya voz no siempre se
sigue. El dilema ante la opción o la opción por no tener dilema. Pero, por sobre
todo ello, la ética, como ciencia del bien y del mal, o de los actos humanos o de la
filosofía moral.

Si bien la ética se traduce en un comportamiento del ser humano que se


caracteriza por ser unilateral, inherente a la conciencia del sujeto y solo imperativo
para él, resulta de vital importancia para la sana convivencia dentro de una
colectividad, y particularmente en la profesión del abogado.

3.3  Importancia de la ética del abogado

La importancia de la ética en el mundo jurídico es algo urgente e


imprescindible. Es cierto que el derecho no lo es todo, pero, si lo jurídico estuviera
impregnado de valores éticos, se daría un paso decisivo hacia un mundo más
humano y más justo. Todo abogado debe saber lo importante que es tener ética y
moral en su quehacer diario; ya que hoy en día, casi se ha perdido, debido a las
acciones inmorales que se han creado dentro de la abogacía, ya que el abogado
tiene el deber de cumplir con los reglamentos que los diversos códigos de ética
indican. 

3.4  Valores de la abogacía

El abogado no es, por lo tanto, una pieza aislada e independiente del


aparato institucional de la aplicación del Derecho por el Estado, sino que se
integra en él. Pero esto no quiere decir que el abogado sea un mero servidor del
Estado. Más bien, Estado (o más exactamente, los funcionarios del Estado y
todavía más concretamente los jueces y abogados son servidores del Derecho.
Por eso, el artículo primero del Código de Ética Profesional de la Barra Mexicana –
Código de Abogados-comienza: “El abogado ha de tener presente que es un
servidor del Derecho y un coadyuvante de la justicia...” Así los valores que
siempre deben perseguir el pretendiente a ejercer la ciencia del derecho son la
justicia, la seguridad jurídica y el bien común.

Justicia. Disposición de la voluntad del hombre dirigida al reconocimiento de


lo que a cada cual es debido o le corresponde según el criterio inspirador del
sistema de normas establecido para asegurar la pacífica convivencia dentro de un
grupo social más o menos amplio. Aristóteles nos habla de una justicia distributiva,
que exige que en el reparto de los bienes y honores públicos cada cual sea tratado
según sus merecimientos, y de una justicia correctiva, que puede ser conmutativa
(referida a las relaciones contractuales) o judicial (referida a la aplicación judicial
del derecho). El sentimiento de justicia es común a todos los hombres.
Tradicionalmente, la justicia ha sido considerada como el valor jurídico por
excelencia.

Seguridad jurídica. Una de las finalidades del Estado es proporcionar


seguridad jurídica a los ciudadanos, esto es, la certeza y convicción de que sus
derechos no serán violados ni física ni jurídicamente, la cual otorga por medio de
la fe pública que confiere al Registro Civil, al Registro Público de la Propiedad, al
Ministerio Público, al Secretario Judicial y, fundamentalmente a los notarios,
instituciones todas ellas que se encuentran a cargo de los abogados.

La seguridad jurídica,  por tanto,  es uno de los valores más preciados que
el Estado debe de garantizar, mediante la actividad jurisdiccional, con la cual
busca facilitar a la sociedad, unos medios eficaces para conseguirla. Además, esta
seguridad jurídica, se refiere a que toda persona debe contar con la seguridad de
que en todo momento sus derechos y posesiones serán respetados en todo
momento.

Así dice la Suprema Corte de Justicia de la Nación, acerca de la seguridad


jurídica: “es la certeza que debe tener el gobernado de que su persona, sus
posesiones o sus derechos serán respetados por la autoridad, pero si ésta debe
producir una afectación en ellos, deberá ajustarse a los procedimientos
previamente establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y las leyes secundarias.

Bien común. Se relaciona con las personas por la ley de la superación y por
la ley de la distribución. De ahí resulta, evidentemente, una ordenación de las
personas entre sí y con todo, que hace posible la comunidad. Por constituirse en
función de él la unidad de orden, el bien común resulta ser un principio de
organización social, que no puede establecerse sin la determinación de lo que
cada uno corresponde dar y recibir, y en este sentido el bien común es un principio
jurídico.
CAPITULO IV

LOS DEBERES DEL ABOGADO

4.1 La importancia de los deberes del abogado

Aquí basta decir que se pretende señalar lo importante que son las normas
que, en concreto, deben regular la conducta del abogado, para que no se le
denostara con apodos por demás conocidos que afectan su renombre. El
profesional del derecho requiere observar un comportamiento ejemplar en el
ejercicio de sus deberes, frente a los sujetos a los que habrá de prestarles sus
servicios intelectuales. Aquí mencionaremos, solamente, algunos deberes del
abogado, dado que el tema es muy amplio y requeriríamos una investigación
específica del contenido.
4.2 El Secreto Profesional del Abogado

Un secreto, es la cosa que se tiene reservada y oculta. Referente a secreto


profesional, es el deber que tienen los miembros de ciertas profesionales, entre
ellos los abogados, de no descubrir los hechos que han sido conocidos por él,
durante el ejercicio de su profesión. Esto hace que, el abogado tenga que actuar
muchas veces en el papel de confesor o en el papel de sacerdote, pues escucha
activamente a las partes y a los clientes y trata de “aconsejarlos” con ideas
adecuadas. 

El secreto profesional, nace pues de una relación en la que existe una


persona que confía un hecho o confía también un documento y un confidente que
recibe la noticia, con la obligación de guardarla y no comunicarla a ninguna
persona ajena a la situación. Por lo que, de este modo el secreto es a toda luces
el total resultado de la confianza existente. La abogacía se caracteriza entonces
por ser un oficio o una profesión en el que la confianza es sin lugar a objeciones la
principal base.

El Código de Ética profesional de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, 


referente al Secreto profesional, explica lo siguiente:

Art. 10º Secreto Profesional. Guardar el secreto profesional constituye un


deber y un derecho del abogado. Es hacia los clientes un deber que perdura en lo
absoluto aún después de que les haya dejado de presta sus servicios; y es un
derecho ante los jueces y demás autoridades. Llamado a declarar como testigo,
debe el letrado concurrir a la citación y, con toda independencia de criterio,
negarse a contestar las preguntas que lo lleven a violar el secreto profesional o lo
exponga a ello.
Art. 11º. Alcance de la obligación de guardar el secreto profesional. La
obligación de guardar el secreto profesional abarca las confidencias hechas por
terceros al abogado en razón de su ministerio y las que sean consecuencias de
pláticas para realizar una transacción que fracasó. El secreto cubre también las
confidencias de los colegas. El abogado no debe intervenir sin consentimiento del
cliente que le confió un secreto, en algún asunto con motivo del cual pudiera verse
en el caso de revelar o de aprovechar tal secreto.

Art. 12º. Extinción de la obligación de guardar el secreto. El abogado que


sea objeto de un ataque grave e injustificado de su cliente, estará dispensado de
la obligación de guardar el secreto profesional y podrá revelar lo indispensable
para su defensa. Cuando un cliente comunicare a su abogado la intención de
cometer un delito, tal confidencia no quedará amparada por el secreto profesional
y el abogado deberá hacer las revelaciones necesarias para prevenir un acto
delictuoso o proteger a personas en peligro.

La ley para el Ejercicio de las profesiones y actividades técnicas en el


Estado de Nayarit, en su artículo 27, menciona que “Todo profesionista o técnico
estará obligado a guardar estrictamente el secreto de los asuntos que se le
confíen por sus clientes, salvo los informes que obligadamente establezcan las
leyes respectivas” En cuanto a lo que dice el Código Penal del Estado de Nayarit,
este expresa en el artículo 208, que: “Se aplicará prisión de un mes a un año y
multa de uno a cinco días de salario, al que sin justa causa, con perjuicio d alguien
y sin consentimiento del que pueda resultar perjudicado, revele algún secreto o
comunicación reservada que conoce o ha recibido con motivo de su empleo, cargo
o de la confianza en él depositada o por alguna otra causa.

4.3 Honorarios adecuados

Cuando nos referimos a los honorarios adecuados, estamos señalando que


éstos pueden cobrarse conforme a varios aspectos, los cuales podrían ser: el
trabajo efectivamente desarrollado por el abogado, el prestigio del abogado, la
complejidad del asunto, el monto o la cuantía de la pretensión, la capacidad
económica del cliente, y la voluntad contractual de las partes.

El Código de Ética profesional, cita algunos factores, como la cuantía e


importancia del asunto; la novedad o dificultad del contenido jurídico que se ha
debatido; la capacidad económica de cliente, la experiencia, reptación y
especialidad del abogado; la costumbre del lugar; si los servicios que presta dicho
profesional son aislados o constantes; el tiempo empleado en el patrocinio; el
grado de participación en el estudio, planteamiento y desarrollo del asunto, así
como el éxito alcanzado y su trascendencia; si únicamente patrocinó al cliente o si
también lo sirvió como mandatario; y la posibilidad de intervenir en otros casos o
de desavenirse con otros cliente o con terceros.

En todo caso, en México, existen leyes arancelarias en diferentes Entidades


federales, con el objeto de regular el pago de los honorarios de los licenciados en
derecho, que cuenten con una cédula profesional para ejercer dicha profesión, en
aquellos casos en que no se haya pactado el monto que corresponda en el  
contrato de prestaciones de servicios profesionales.

4.4 La lealtad del abogado

Dice Eduardo J. Couture, en los 10 mandamientos del abogado: “Se leal.


Leal para con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas que es
indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando él sea desleal contigo. Leal
para con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú dices; y que, en
cuanto al derecho, alguna que otra vez, debe confiar en el que tú le invocas”.

En este deber, lo expresado por Eduardo J. Couture, en uno de sus diez


mandamientos, escribe de la lealtad del cliente; sobre este tópico, reflexionamos
que la lealtad hacia el cliente debe hacerse presente en todos los instantes.
Refiere, asimismo, lealtad hacia el adversario aun cuando nos demos cuenta de 
astucias del contrario y sus deslealtades. La lealtad al juez, Ossorio en su libro “El
alma de la toga”, considera que el juez  respecto a los hechos está indefenso
frente al abogado, como los ignora, forzosamente debe creer de buena fe en lo
que el abogado e dice, más, en cuanto al derecho, ahí actúan en igualdad.

Quien contrata a un abogado, está en el entendido que lo representará


desde el principio y que no abandonará o lo traicionará; la lealtad está basada en
los valores de justicia, verdad y honradez, y en caso de que este tipo de conductas
impropias del abogado se den,  las sanciones se especifican en:

El artículo 229, del Código Penal del Estado de Nayarit, expresa: “se
impondrá prisión de seis meses a tres años y multa de diez a treinta días de
salario y suspensión en el ejercicio profesional de un mes a dos años, a los
abogados, patronos o litigantes, cuando éstos últimos no sean ostensiblemente
patrocinados por abogados, si cometen algunos de los delitos siguientes:

I. Alegar, a sabiendas, hechos falsos o leyes inexistentes o derogadas;

II. Pedir términos para probar lo que notoriamente no puede probarse o no ha de


aprovechar a su parte; o promover artículos o incidentes con el fin de crear
dilaciones o trámites innecesarios para el normal desarrollo del juicio, o recursos
claramente improcedentes, o de cualquier otra manera, procurar dilaciones
notoriamente indebidas.

Para proceder a la iniciación de la averiguación penal será necesaria la previa


calificación de los hechos a que se refiere esta fracción, realizada por el Juez o
Tribunal que conozca del negocio; y

III. Presentar por sí mismo o aconsejar a su patrocinado, a que presente testigos o


documentos falsos.
En el caso de ésta fracción, las sanciones expresadas se impondrán sin perjuicio
de las que correspondan por la participación del infractor en la comisión del delito
de falsedad en declaraciones ante la Autoridad; falsificación de documentos o uso
de los mismos.

4. 5 Otros deberes del abogado

       El abogado deberá de estudiará el asunto y en caso de no tener la pericia para


llevarlo a cabo no deberá de aceptarlo.

       La preparación constante en la abogacía es fundamental para la profesión para


llegar al éxito.

       Deberá siempre actuar con la verdad, requisito sine qua non para todo
profesionista.

       La profesión del abogado exige probidad.

       La confianza depositada por el cliente en su abogado debe ser correspondida


con la lealtad, con una fidelidad a toda prueba.

       Evitará el abogado descuidos en las diligencias para el avance del


procedimiento a su cargo. Cuidar cada asunto como si fuera el propio

       Busca los medios alternativos para que al que representa tenga los menores
riesgos y desgastes tanto emocional como económico, sin utilizar medios ilícitos o
antiéticos
       No invocar o aconsejar a sus clientes hechos falsos, o presentación de
documentos apócrifos o testigos falsos, que pongan en peligro la libertad de su
cliente.

       El abogado tiene el deber de seleccionar los asuntos que más le convenga,
rechazando los que no sean de su interés, algo que no es contrario a la ética
profesional.

       Un deber que emerge de la ética del abogado, es el de proporcionar, en la


medida de las posibilidades el servicio profesional gratuito.

       La investidura del abogado le exige conciliar su vida profesional con un decoro
en su vida privada. Evitar cualquier aspecto negativo que ponga en tela de juicio
su reputación.

       Abstenerse de valerse de recursos que distorsionen o dilaten la verdad en los


litigios.

       Evitar la práctica del soborno o cohecho, corrompiendo a alguien con dádivas
para conseguir de él algún beneficio.

       Deberá servir al derecho y coadyuvar con la justicia.

       Entre los abogados deberá existir respeto recíproco y fraternidad

CAPITULO V

LOS POSTULADOS Y COLEGIOS DE ABOGADOS

5.1  Importancia de los Postulados y Códigos de Ética de los abogados


Los postulados  de los abogados tienen un valor su profesión, puesto que,
están relacionados con el deber de éstos, de su seguir en la rectitud. De otro lado,
como es bien sabido, los códigos de ética del abogado enumeran la forma de
conducirse; son principios, responsabilidades  que se imponen al profesional. A
continuación nos referiremos a algunos de los tantos códigos de ética y postulados
d los abogados, mismos que colocamos como anexos, al final de estos capítulos.

5.1.1  Decálogo del abogado de Ángel Ossorio y Gallardo

Ángel Ossorio y Gallardo, fue  un jurista español, que en el año de 1919,
cuando tenía 46 años, escribió un libro clásico de la deontología jurídica, llamado
el Alma de la Toga. Al final del éste libro el autor escribió diez profundos
pronunciamientos, dirigidos a los jóvenes  estudiante del derecho, que invocan  la
conciencia; es una obra de vida.

5.1.2  Mandamientos de Eduardo J. Couture

El abogado Couture, plasma sus mandamientos con una belleza ética;


recorriendo uno a uno de ellos, nos damos cuenta de la importancia trascendental,
que un hombre de derecho hizo sus  postulados de una  forma majestuosa  para
que los profesionales del derecho tengamos presente que contamos con
conceptos breves que, de seguirlos, nos llevan por el camino del conocimiento y
de la debida actuación. Los diez mandamientos de Eduardo J. Couture, tienen en
cada frase una parte que nos sirve como cimiento para seguir creciendo. Uno de
los diez mandamientos que más nos gusta es el décimo: “Ama a tu profesión.
Trata de considerar la abogacía de tal manera que el día en que tu hijo te pida
consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que se haga
abogado”.

El calor humano, la excelsitud de pensamiento que brota de los


mandamientos del abogado formulados por Eduardo J. Couture, vuelven a
actualizarse en el décimo mandamiento trascrito. Amar a la profesión de abogado
es haber tenido la fortuna de haberse sacado el premio mayor en el reparto de
vocaciones.... Los golpes de una vida profesional dura y exigente, como es la del
abogado, habrán formado a un humano ejemplar.

5.1.3  Postulado del abogado de Carlos Arellano García

El doctor en Derecho Carlos Arellano García, fallecido en el 2011, nos deja,


derivado de muchos años de trabajo, de estudio y de reflexión, sus postulados del
abogado. Arellano García señala que el objetivo principal y lo que lo inspiró a
redactar una guía para el ejercicio profesional de la abogacía, ya que esta
profesión se ha incurrido en el abandono de la enseñanza de lo pragmático
jurídico y que detectó que existía la necesidad de que difundieran las lecciones
que la vida real imparte al profesional, además de que, como él lo menciona, era
su deseo el “coadyuvar a la atención de ese requerimiento”.

Los postulados del Abogado, mismos que se contienen en su obra Manuel del
Abogado, vieron la luz por primera vez en 1979. Luego fueron publicados siete
años después en la Revista de la Facultad de Derecho de la UNAM,
específicamente en el número 18, para que la comunidad jurídica tuviese acceso a
ellos.

5.1.4 Código de Ética Profesional de la Barra Mexicana, Colegio de


Abogados

La Barra Mexicana, Colegio de Abogados, señala  los siguientes sobre la


aprobación de su Código de Ética:

“Desde la fundación de la Asociación, por escritura de 29 de diciembre de


1922, ha sido propósito esencial de sus miembros que la profesión de la abogacía
se ejerza en el interés superior del derecho y de justicia. Que en dicho
instrumento los barristas empeñaron solemnemente su honor en la observancia de
ciertos principios de moralidad, entre ellos los dos fundamentales de que el
concepto del honor y de la dignidad profesionales, así como el sincero deseo de
cooperar a la buena administración de justicia de la abogacía”

El código de ética “procura el decoro y la dignidad de la abogacía y que su


ejercicio se ajuste estrictamente a las normas de la moral y el derecho e imponen
a los asociados el deber de cumplir con las normas de ética profesional que
establezca la Asamblea General, a propuesta de la junta de honor”

5.2  Importancia de la Colegiación  de abogados

La colegiación, para la Real Academia Española, es el acto de colegiar o


colegiarse; así que, colegiar, es inscribir a alguien a un colegio, dicho de los
individuos de una misma profesión o clase: Reunirse en un colegio.

De lo anterior, entendemos, que colegiación, es el acto de reunirse los


individuos que ejercen una misma profesión, arte u oficio; generalmente es
voluntaria excepto para algunas profesiones, como los médicos, donde la
colegiación es forzosa, para poder desempeñar sus actividades propias de su
profesión. La importancia de la colegiación de abogados, permitiría vigilar la
disciplina y el actuar del abogado, amén de defender sus intereses colectivos y
contar con la representación de un colegio frente al Estado y grupos de poder.

5.3  La colegiación de abogados en México

En México, todavía no contamos con la colegiación obligatoria para los


abogados, algo que se ha venido planteando a través de los años sin llegar a
concretarse este objetivo. Para muchos conocedores del derecho, la colegiación
de abogados en México no es obligatoria, ya que de lo contrario se violarían las
garantías de libre asociación y de trabajo establecidas en la Constitución,
específicamente en su artículo 9: “No se podrá coartar el derecho de asociarse o
reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito...” y el artículo 5: “ninguna
persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o
trabajo que le acomode, siendo lícitos...”,

Aparte de que “la ley reglamentaria del artículo 5º constitucional no ve a las


asociaciones como un órgano de control y vigilancia, ya que prevalece la libertad
de profesión. La ley en comento le delega a las entidades federativas la regulación
de las asociaciones profesionales; siendo pocas entidades las que lo ha hecho.
Nayarit es una de las entidades que tiene una ley que regula las asociaciones
profesionales: “Ley para el ejercicio de las profesiones y actividades técnicas en el
Estado de Nayarit”, en donde su capítulo VII, art. 33  reseña: “Todos los
profesionales y Técnicos de una misma rama podrán construir en el Estado, una o
varias asociaciones....”

5.4  La colegiación de abogados en otros países

En más de una ocasión escuchamos que en Estados Unidos, los abogados


deberán de estar certificados para poder laborar, y ciertamente, los abogados
deben ser admitidos para ejercer en un Estado en particular. Como requisito de la
admisión, deberán hacer un examen del Colegio de Abogados administrado por la
junta estatal de examinadores de dicho colegio. Los exámenes del colegio se
realizan dos veces al año, a finales de febrero y de julio. Normalmente este
examen está compuesto por el Musltistate Bar Examination (MBE).

En otros países, particularmente, en Francia, España, Italia, Alemania,


Inglaterra, Estados Unidos y Canadá, tienen la obligación de colegiarse para
ejercer su profesión, Existen, sin embargo,  algunas diferencias. En el caso de
Francia, España e Italia, al finalizar los estudios de derecho, el estudiante debe
obtener un certificado que acredite su aptitud profesional (Francia), realizar una
pasantía de dos años en algún despacho de abogados o en la oficina de gobierno
(Italia) y, posteriormente incorporarse a un colegio para ejercer la profesión
(Francia y España). Asimismo, en Alemania el examen de acreditación, realizado
por un colegio de abogados acreditado, se realiza en dos partes: la teoría y a
práctica, conocida como del derecho de la realidad. En el caso de Inglaterra,
Estados Unidos y Canadá, al ser países pertenecientes al common law, la
colegiación se realiza por Estados, por lo que no se acredita el ejercicio de la
abogacía a nivel federal.

CONCLUSIONES
        Hemos terminado un interesante e importante tema como lo es la Ética del
Abogado, sobre todo en esta época en que el panorama para la abogacía es
sombría, donde se olvidan en muchas ocasiones, las normas de ética profesional.
Haber comentado los principios de los postulados de algunos juristas como Ángel
Ossorio, Eduardo j. Couture y Arellano García, así como y el Código de Ética de la
Barra Mexicana de Abogados, nos dejó conocer los principios rectores de la
función del abogado y reconocer la importancia de la ética en el desempeño
profesional.

        Se han tratado los conceptos teóricos que forman la base en que se
construye la ética del abogado y reconocemos con estos que la ética es un
aspecto trascendental en la legitimización de la labor de la abogacía ante la
sociedad. Analizamos la colegiación en México y su importancia de esta para la
abogacía, terminando con esto con aquellos malos abogados que mucho daño
han hecho al gremio, ya que, en ocasiones, por unos cuantos perdemos todos.
Los datos sobre la colegiación de otros países permiten ver la enorme distancia
que nos falta por recorrer para mantener un verdadero control sobre el ejercicio de
la profesión, evitando las malas prácticas y promover el estudio de la cultura
jurídica.
ANEXOS

"El decálogo del abogado" de Ángel Ossorio y Gallardo

“I. No pases por encima de un estado de tu conciencia”.


“II. No afectes una convicción que no tengas”.
“III. No te rindas ante la popularidad ni adules a la tiranía”.
“IV. Piensa siempre que tú eres para el cliente y no el cliente para ti”.
“V. No procures nunca en los tribunales ser más que los magistrados, pero no
consientas ser menos”.
“VI. Ten fe en la razón, que es lo que, en general, prevalece”.
“VII. Pon la moral por encima de las leyes”.
“VIII. Aprecia como el mejor de los textos el sentido común”.
“IX. Procura la paz como el mayor de los triunfos”.
“X. Busca siempre la justicia por el camino de la sinceridad y sin otras armas que
las de tu saber”

Mandamientos de Eduardo J. Couture

I. Estudia. El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos


serás cada día un poco menos Abogado.
II. Piensa. El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.
III. Trabaja. La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la Justicia.
IV. Lucha. Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día que encuentres en
conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia.
V. Sé leal. Leal como tu cliente al que no puedes abandonar hasta que
comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando él sea
desleal contigo. Leal para con el Juez que ignora los hechos y debe confiar en lo
que tú le dices y que, en cuanto al Derecho, alguna que otra vez debe confiar en
el que tú le invocas.
VI. Tolera. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea
tolerada la tuya.
VII. Ten paciencia. El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su
colaboración.
VIII. Ten fe. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia
humana; en la Justicia, como destino normal del Derecho; en la Paz, como
substitutivo bondadoso de la Justicia; y sobre todo, ten fe en la Libertad, sin la
cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.
IX. Olvida. La Abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras
llenando tu alma de rencor llegaría un día en que la vida sería imposible para ti.
Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
X. Ama tu profesión. Trata de considerar la Abogacía de tal manera que el día
que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti
proponerle que sea Abogado.

"Los postulados del abogado" de Carlos Arellano García

“A las máximas establecidas se les denominó Postulados porque un postulado es


una proposición cuya verdad se admite sin pruebas y que es necesaria para servir
de base en ulteriores razonamientos. Al enunciarse cada proposición, a
continuación se establecen los razonamientos inmediatos:

“I. Actualiza permanentemente tus conocimientos. El Derecho es dinámico, no


debes empezar a desconocerlo. Quien se empolva, muere lentamente como
profesionista. Realiza los esfuerzos necesarios para enterarte de los nuevos
ordenamientos, de las reformas, de las adiciones, de la nueva jurisprudencia y
participa en la tarea exegética.
“II. Capacítate a través de los estudios de posgrado. La vida es corta para
alcanzar el pensamiento pleno, pero debes expandir tus conocimientos a través
de estudios de especialización, de maestría y de doctorado. Si no te es posible,
por lo menos ilústrate en las obras jurídicas.

“III. Proscribe la pereza. Haz fructífera tu vida profesional cotidiana. Programa tus
tareas con tiempo suficiente. En particular, recuerda que eres esclavo de los
términos que para ti vencen un día antes. Que la lentitud de los asuntos no te sea
imputable.

“IV. Cumple irrefragablemente tus deberes. Si adquiriste algún compromiso, aún si


es cuesta arriba, harás honra a él. No requieres de presiones, basta el dictado de
tu conciencia. Eres libre para no adquirir obligaciones, pero adquiridas, como
abogado que eres, no puedes soslayar su acatamiento puntual.

“V. Rechaza las tentaciones. No estás en venta. Tu capacidad y tu preparación


pertenecen al bien. Ninguna moneda puede adquirir desviación alguna de tu
rectilíneo camino. Puedes vivir modestamente y gozar de la retribución
proporcionada y honesta. No sucumbirás a la corrupción. Tu rectitud no claudicará
ni un ápice.

“VI. La austeridad es tu línea. No estudiaste para hombre enriquecido. No


acumularás riquezas materiales, la abundancia espiritual será tu meta. No
exagerarás el cobro de tus honorarios.

“VII. Asume tu responsabilidad. Se te han confiado elevados valores humanos y


deberás rendir cuentas a tus patrocinados. No darás ocasión al descuido.
Esmérate en la eficacia de tus esfuerzos. Medita profundamente el planteamiento
de los asuntos antes de someterlos al juzgador.
“VIII. Proporciona permanente servicio social. Al lado de tus servicios
remunerados guarda un lugar de honor para el servicio social. Devuelve al pueblo
y a tu país algo del privilegio que recibiste como profesionista. Ayuda a los
desvalidos.

“IX. Serás respetuoso al ejercer tu profesión. Te abstendrás del lenguaje


denostante en tus escritos y en tus intervenciones verbales ante las autoridades,
ante la parte contraria y ante tu cliente. No utilizarás fórmulas tortuosas o
dilatorias. Repudiarás intransigentemente el cohecho y no violarás el secreto
profesional.

“X. Dignifica tu profesión. Deberás apegarte permanentemente a los más


exigentes principios jurídicos y éticos que rigen la abogacía: Que jamás te sea
imputable el sufrimiento de persona alguna. Que nadie te reproche atentar contra
los derechos del hombre”.
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