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Cuando hablamos de ergonomía en el puesto de trabajo, hay que pensar en cómo se puede
adaptar el ambiente a las necesidades de los empleados. Es importante analizar el entorno y
ajustarlo para crear un ambiente confortable. Cómo mencionábamos en el capítulo anterior,
existen unas unidades fundamentales que requieren un análisis previo: El usuario (o
trabajador en este caso), el producto (espacio y maquinaria de trabajo) y el contexto (ambiente
laboral)
En esta disciplina, cobran especial importancia los factores ambientales, los factores
geométricos y los factores temporales.
Factores ambientales
También están presentes en el Diseño Industrial como parte del “Contexto”. Sin embargo,
cobran gran importancia en la Ergonomía Industrial, ya que trata aspectos como la
iluminación, el ruido, las vibraciones o la temperatura, variables fundamentales para crear un
entorno laboral agradable para el trabajador.
Factores geométricos
Directamente relacionado con la antropometría y la biomecánica, estudia las dimensiones
básicas necesarias para conseguir un espacio de trabajo óptimo: comodidad, zonas de
alcance…
Para determinar los desplazamientos angulares y lineales que puede realizar el cuerpo entero
o una parte de él, se utiliza el goniómetro, capaz de detectar la amplitud de movimiento en sus
grados máximos y mínimos. Estas mediciones nos sirven para determinar la posición,
ubicación y movimiento del hombre en relación a los objetos y el espacio que le rodea.
Un diseño adecuado del espacio debe responder a las necesidades del trabajador, ofreciendo
espacios cómodos en los que trabajar de forma eficaz, dependiendo de la actividad a realizar.
Superficies o mesas.
Las superficies deben de ser espaciosas para evitar adoptar posturas forzadas. Se deben
facilitar los movimientos y los cambios posturales dejando un perímetro alrededor de la mesa
y un espacio tras ella de al menos 115 cm, para facilitar la movilidad.
Se deben evitar elementos que puedan entorpecer la tarea, dejando al alcance sólo aquellos
objetos de uso habitual, y almacenando los elementos de uso puntual. Preferiblemente, la
mesa debe ser regulable para poder adaptarla a nuestra estatura.
Sillas y asientos.
Normalmente se permanece gran parte del tiempo sentado. Esto puede acarrear numerosos
problemas de salud si no adoptamos una postura adecuada y no realizamos pequeños
descansos.
Debemos procurar una postura relajada. Espalda y cabeza deben permanecer rectas, con los
hombros relajados. Codo pegados al cuerpo, a 90º o 95º, antebrazos y muñecas en línea recta.
Muslo y espalda a 90º-95º. Rodillas a 90º, un poco más bajas que las caderas, y con holgura
entre el borde de la silla. Piernas relajadas y pies pegados al suelo o sobre un reposapiés.
Teclado y ratón.
Un uso indebido de los dispositivos de entrada de datos o un postura incómoda pueden
derivar en problemas de salud como el síndrome de túnel carpiano. Para el uso del teclado y el
ratón la muñeca y el antebrazo deben estar alineados. El ratón no debe situarse demasiado
lejos, pero debe dejar espacio suficiente para apoyar el peso del antebrazo sobre la superficie,
y no sobre el ratón.
Además de tener en cuenta estos factores en cuanto a la postura, hay que procurar
seleccionar herramientas y objetos adecuados a cada necesidad: ratones ergonómicos,
soportes que nos permitan ajustar la posición, teclados con regulación de altura e
inclinación….
No olvidemos que, como diseñadores industriales tenemos una responsabilidad social, ya que
un producto puede convertirse en parte de un puesto de trabajo y desencadenar algún tipo de
incomodidad en los usuarios, o incluso enfermedades o accidentes.