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La dificultad fundamental proviene de los problemas que tiene para definirse en relación con
la filosofía como en relación con la antropología científica.
La ciencia tiene un valor técnico, mientras que la filosofía tiene un valor emancipatorio,
cuestiona el sistema de fines que rige tanto la instalación técnica como la práctica. Mientras
que la ciencia trata de acotar la realidad, de manera que si el mundo es un conjunto de
hechos, la pretensión de cualquier ciencia es reflejar ese conjunto de hechos y sus relaciones.
Frente a la ciencia, la filosofía no tiene un objeto preciso, no pretende darnos verdades
concretas, sino la condición de la verdad misma, el ámbito en el cual tiene sentido la verdad.
De tal manera que mientras el científico pretende acotar metódicamente la realidad,
afirmando positivamente las propias barreras de su ciencia y protocolizarla, el filósofo
pretende todo lo contrario. La ciencia no trata de la totalidad del mundo y de la vida, sino que
solo es eficaz cuando consigue delimitar un objeto con cierta precisión.
La filosofía trata de comprender la totalidad del mundo y de la vida. No tiene un objeto preciso
y por tanto es complicado asignarle una finalidad clara y delimitada. La filosofía quiere
responder a todas las cosas, resolver todos los enigmas y por tanto no está dotada de margen
alguno, sino que está obligada además a reflexionar sobre estos mismos márgenes. La filosofía
no pretende ofrecernos verdades concretas, sino la condición de la verdad misma.
La ciencia solo se fundamenta, tal como hemos ido viendo, en la peculiaridad del ser humano
de no estar totalmente determinado; y esa fundamentación es simultáneamente la forma de
todo discurso humano, que sólo será humano si muestra en la alteridad de la que tratan las
ciencias humanas los destellos de mismidad, que por supuesto no resulta nada difícil de
detectar en la práctica científica. En la medida en que la ciencia es humana no podrá menos de
mostrar esa forma de todo discurso humano, aunque solo sea en un sentido desplazado y
desfigurado.
2. ¿Por qué el ser humano del que habitualmente tratan las antropologías filosóficas suele
ser un hombre abstracto? ¿Qué quiere decir con esa frase?
Significa una desconexión del ser material y exterior que somos los seres humanos,
rechazando lo esencial de las ciencias humanas. Y también por colocar al humano también
fuera de sus condiciones históricas concretas, olvidando las aportaciones de las ciencias
sociales.
La antropología, como estudio del ser humano, es filosófica porque es en definitiva un saber
sobre la indeterminación, trascendencia o mismidad, proyecto etc. que anida en el escenario
natural del ser humano. Por tanto, esta exposición filosófica tiene la función de dar la forma al
discurso humano por lo que a su vez representa la fundamentación de las ciencias humanas,
que solo son humanas si muestra los destellos de mismidad que existen en toda práctica
científica.
El argumento básico del segundo modo de articulación positivo de la ciencia humana expone
que a pesar que la ciencia humana disuelve al hombre, también trata de formular, expresar y
transmitir el sentido que el ser humano se da a sí mismo y los proyectos que los hombres
tratan de plasmar en la realidad. Si toda ciencia humana tiene ese trasfondo de objetivación o
de disolución de lo humano que ya hemos desvelado, también tiene un momento en el que
solo trata de dibujar configuraciones humanas, la cara del ser humano y no su subsuelo. Ya
sabemos que el trasfondo de las ciencias humanas es práctico; una ciencia humana siempre se
inicia, como veremos más adelante, por motivos de reconstrucción de una comunicación rota,
de una desestructuración social, de un desajuste personal; pues bien, las desigualdades y
diferencias no pueden ser abolidas en ese camino; al contrario, es absolutamente necesario
detenerse en ellas y antes de nada es preciso descubrir las diversas posibilidades humanas, los
diversos sentidos que a lo largo de la historia y lo ancho del mundo se han dado los humanos,
porque el camino hacia la igualdad, que trata de descubrir la ciencia humana, está marcado
por las diferencias.
En el segundo modo de articulación positiva las ciencias humanas son ante todo conocimiento
de los seres humanos, primero para interactuar mutuamente y segundo para resolver los
problemas de la vida humana. Ahora bien, en ese momento lo que cuenta ya no son las
igualdades que puedan disolver al ser humano, sino las diferencias; no cuenta tan to la sintaxis
o los elementos con los cuales está construido el sentido, como el sentido mismo, la biografía
concreta de los pueblos, las personas, las clases sociales o los grupos concretos, es decir, sus
anhelos, dificultades, conflictos conscientes o desplazados, etc., porque solo desde ellos, o
partiendo de ellos, podemos interactuar o tratar de resolver los problemas que dieron origen a
la ciencia humana.
Todas estas palabras tienen que ver con la manera de autorreferenciarse del ser humano,
siendo palabras básicas de la esencia de un ser humano y por tanto de gran importancia en la
antropología filosófica.
2. ¿En qué sentido el hecho de que el ser humano se autorrefiera impediría el hacer una
antropología filosófica de «rasgos»?
Un muestreo por medio de diversos rasgos que componen el ser humano, lo que sería una
antropología filosófica de rasgos, no nos daría una idea unitaria del ser humano, que sólo se
logrará en un estricto ensayo de referir toda pregunta parcial a la pregunta esencial. La
antropología filosófica en cuanto una antropología esencial busca precisamente la esencia del
ser humano, el decir el modo como el ser humano cumple su existencia; de ahí que pierda
importancia el señalar los rasgos que el ser humano tiene, tales como cuerpo, inteligencia,
etc., porque lo importante es cómo los tiene, qué aportan estos elementos individuales a la
realidad humana. Es obvio que desde una perspectiva biológica el ser humano tiene cuerpo
pero la pregunta esencial que surge a partir de que el ser humano se autorrefiera es qué
representa el cuerpo en el modo de vida humano.
Existe una estructura hermenéutica, propuesta por Gadamer, que utiliza la experiencia del
traductor como elemento ejemplificador, partiendo del postulado básico de que toda
interpretación actual de textos parte del conocimiento de una cultura previa, un lenguaje o la
comprensión de una época histórica. El dominio de una primera gramática nos capacita para
aprender una segunda. No es posible la hermenéutica sin prejuicios, sin un conocimiento
previo sobre la cuestión de la que se ha escrito, de lo que se habla en el texto, etc.
Otra forma de entender la hermenéutica es como saber práctico. De este modo, se puede
comparar la hermenéutica con la phronesis aristotélica, es decir, con el arte de saber vivir. El
saber práctico a cuyo servicio está la hermenéutica no es un un saber sobre cosas sino un
saberse, pues constituye parte de la persona; por eso es un saber global, ya que, en las
cuestiones personales, medios y fines se pertenecen mutuamente, el desenlace está en la
trama. En la hermenéutica se trata de lograr aclarar partiendo de las tradiciones una posible
autocomprensión de grupos sociales que dirija la acción.
También la hermenéutica puede ser representada como una experiencia estética. De esta
manera, la verdad hermenéutica, es decir, la experiencia de la verdad a que se atiene la
hermenéutica es esencialmente retórica, no pertenece al mundo de la demostración lógica
unívoca, sino al mundo de la persuasión mediante el discurso y apelación a razones que ponen
en juego creencias y opiniones. De esta manera, la hermenéutica se extiende a todas las
ciencias, pues toda ciencia que ha de convertirse en práctica depende de ella.
Se puede ver la hermenéutica a través del modelo del psicoanálisis en la que se busca una
teoría que pueda representar la idea del desarrollo de un ser humano adulto y maduro. De la
misma manera, la antropología filosófica a través de la hermenéutica se constituye en una
teoría que busca en los otros la universalidad del ser humano que trasciende lo estrictamente
particular y que constituye una experiencia verdadera sobre sí mismo y los demás.
El psicoanálisis busca reestablecer la comunicación rota con uno mismo y para ello se necesita
de una teoría que represente una Idea del desarrollo de una persona adulta madura. En el
mismo sentido la apropiación del sentido de la experiencia de los otros no se puede dar al
margen de una teoría del desarrollo de la humanidad como género. La experiencia
hermenéutica que quiere ejercitar el antropólogo desde la filosofía, sería una experiencia que
buscaría en los otros una verdad sobre el ser humano que constituya una experiencia
verdadera sobre sí mismo y sobre los demás. Por eso no trata de buscar en esa experiencia lo
que es perecedero o caduco, es decir, estrictamente particular, no asumible por los demás,
sino lo que se presenta como universal. Para ello tenemos que desterrar los continuos
esfuerzos por descubrir a los otros como nuestro pasado, porque, en ese caso, no
reconoceríamos plenitud humana a los otros, con lo que difícilmente podríamos ver en ellos
rasgos de universalidad.
Sabemos que la filosofía de la historia relaciona las distintas etapas del género humano,
buscando simultaneidades entre las mismas. La antropología filosófica no puede olvidar nunca
este contexto histórico del desarrollo del género humano; desde él debe proyectar la Idea de
ser humano como un proyecto o conjunto de posibilidades que solo pueden realizarse en la
etapa actual, y que sería ilusorio retroproyectar a las anteriores. La experiencia histórica debe
verificar los diseños críticos de nuestra época, elaborados en nuestra cultura y también debe
ser productiva en la medida en que solo ese contacto se puede ampliar la experiencia humana
para lograr una verdadera Idea del ser humano.
En el terreno de las realidades humanas no hay que olvidar hasta lo in-humano, es decir lo que
representa la negación misma de lo humano, es una posibilidad humana. En este sentido, en
las distintas etapas de la humanidad se da un uso diferente de la razón, se ofrece una imagen
distinta del ser humano y en consecuencia varía también la noción de lo humano y lo in-
humano. En este sentido, la idea de Humanidad que surge en el mundo clásico y se profundiza
en la Edad Moderna, al ser centrada sobre el ser humano mismo y no en Dios, convierte en
radical IN-humanidad la estructura de la vida moderna y contemporánea. Es por eso que
precisamente seguir los cauces de la in-humanidad es una de las tareas básicas de la
antropología filosófica.
TEMA 5- Hitos de la formación de la idea de hombre propia de
Occidente: los clásicos, el cristianismo y el Renacimiento
1. La definición del ser humano como ser racional ¿capta en profundidad la imagen griega
del ser humano?
Podemos afirmar que la definición de ser humano como ser racional, sino capta todos los
matices de la imagen griega de ser humano sí capta una de las fundamentales. Algo que
distingue a los seres humanos es su racionalidad, es decir, su capacidad para hablar; hablar es
decir logos, decir la realidad. Esta idea del ser humano llega hasta nosotros, la capacidad de
argumentar y llegar al entendimiento mediante el discurso será un principio básico de nuestra
cultura. Admitiendo la importancia de la argumentación y el lenguaje, ya están admitiendo una
jerarquía en las palabras, un orden de la verdad y la falsedad; de precisión o imprecisión.
Sin embargo, existen más matices como la duplicidad alma-cuerpo surgida en la filosofía
platónica, que ejercerá una grandísima influencia posteriormente.
Otro tema importante es la pugna que existía entre la importancia del saber de los principios
comunes desde los que deriváramos el resto de normas propuesto por Platón; y la visión de
Isócrates que proponía una educación de los jóvenes para moverse en el mundo. De esta
distinción surge la dupla ciencias humanas y ciencias duras.
2. ¿Por qué para el pensamiento hebreo el ser humano es fundamentalmente un ser que
escucha y oye?
En el pensamiento hebreo, la naturaleza pasa a segundo plano, para aparecer en primer plano
la historia, ya que el ser humano solo puede entenderse desde un acontecimiento personal,
creado por Dios en un acto personal, en el que se prolonga en una conversación personal de
Dios con los seres humanos. Por eso, para el pensamiento hebreo, el ser humano es un ser que
fundamentalmente escucha y oye porque su papel es saber escuchar a Dios para saber
responder adecuadamente.
En primer lugar, el cristianismo hereda la noción hebrea de la historia, con la Idea de que el ser
humano es creado por Dios en un acto personal. Sin embargo, el cristianismo amplio esta idea
(el particularismo judío) en el sentido estoico, explicando a todos los pueblos el evangelio; un
universalismo- esto es lo que significa catolicismo-. También el helenismo dualista, separando
alma y cuerpo o carne. Esta carne es contaminada por el pecado y separada del alma.
Las tres ramas del saber antropológico en Rousseau son: la antropología biológica, la cultural o
social y la filosofía del ser humano o antropología filosófica. Las tres antropologías de Kant son
distintas. Sí que hay una primera que es la antropología fisiológica, asociable con la biológica, y
que estudia al ser humano tal como lo ha hecho la naturaleza. Después Kant concibe la
antropología pragmática frente a esta antropología fisiológica. Esta estudia lo que nosotros
hemos hecho de nosotros mismos. Es una antropología del mundo en el que el ser humano
vive, que el ser humano conoce y en el que trabajamos. Un saber geográfico del ser humano.
Esta filosofía coincide perfectamente con la antropología cultural o social de Rousseau. La
última antropología kantiana trata de responder a las preguntas de qué podemos hacer y qué
debemos hacer. Esta se trataría de la tercera antropología: la filosófica.
La antropología pragmática de Kant tiene como objeto de estudio lo que nosotros hemos
hecho de nosotros mismos, lo que podemos hacer y lo que debemos hacer. Es por tanto, la
antropología pragmática, observativa. A los hombres, se les conoce observándolos y esto da un
conocimiento para orientarse prácticamente en el mundo humano; una sabiduría mundana
para utilizar diestramente a otros hombres de acuerdo con mis propias intenciones. Sin
embargo, la verdadera antropología filosófica de Kant se encuentra en todo su pensamiento y
por ende en toda su obra y no es fácil en este sentido encontrar una definición precisa ya que
los pensamientos de Kant están inmersos en un pensamiento antropológico. Por ello, en toda
la obra de Kant se va desgranando sus ideas sobre el puesto del ser humano en el mundo, su
relación con otros seres vivos y sobre la dignidad que le corresponde por el hecho de ser un yo.
No sería descabellado entender la antropología pragmática de Kant como un ornato muy
importante dentro de su antropología filosófica.
4. Exponga las tres palabras con que Kant define los tres niveles, del uso de la razón, de la
antropología y el lugar de la filosofía.
Kant usa tres palabras para esos tres puntos: destreza, perspicacia o prudencia y sabiduría. Las
dos primeras se obtienen por observación, y por tanto en ellas se desenvuelve la antropología
pragmática. La tercera es propia de la filosofía. Kant mete esta última dentro de la
antropología porque siempre había visto a esta disciplina como un saber para la formación del
ser humano en toda su amplitud. Esto hace que esta antropología kantiana que siempre había
tenido un último interés fundamental por la sabiduría, se convierta en filosofía primera.
Al poner a los otros como nuestro pasado los valora como inferiores a nosotros. Los otros son
como nosotros, pero en menos, con rituales menos formalizados, conceptos más vastos,
modos de organización menos complicados y menos especializados.
Para Marx, el ser humano está cosificado de forma natural. El ser humano no es más que el
resultado de las fuerzas sociales y por tanto un ser determinado. Se constituye en algo que no
es el mismo, en el propio sistema. El concepto marxiano de hombre es que el ser hombre
consiste en el trabajo, en la socialidad, y en la consciencia, así como en la universalidad que
abarca esos tres momentos y se manifiesta en todos y cada uno de ellos.
5. ¿En qué sentido se puede decir que Freud cerraría el espacio antropológico y en qué
sentido lo abriría?
1. ¿Por qué para la psicología científica puede resultar más interesante y eficaz el estudio de
los animales que el de las personas?
En la psicología actúa el modelo naturalista derivado del darwinismo. El modelo con el que el
psicólogo opera es un modelo en el que el ser humano debe excluir sistemáticamente sus
preocupaciones más personales, sus anhelos…etc. Esto hace que la observación y
experimentación con animales es mucho más plausible y fiable que el trato con seres
humanos. Se trata de descubrir la psicología humana en el fondo animal del que las diversas
culturas solo serían meras modulaciones.
2. ¿Está esta imagen actual del ser humano de acuerdo con nuestra propia experiencia? ¿Por
qué?
4. ¿Qué crítica se puede hacer a las tesis de M. Foucault sobre la muerte del hombre?
5. ¿En qué sentido Althusser sería compatible con la intención marxiana y en qué sentido
sería más difícil de compaginar?
Tema 9- La constitución de la antropología biológica y su influencia
en la imagen del ser humano
1. Qué importancia tiene el descubrimiento de Goethe
Una de las obsesiones del siglo XVIII será la de mostrar la identidad de estructura entre los
humanos y los animales. En este sentido, existía una diferencia fundamental entre los primates
y los humanos: los humanos no tenían los cuatro dientes incisivos situados en un hueso
separado del resto como es el hueso intermaxilar; que sí aparecía en los simios. La ausencia de
ese hueso, servía para sostener muchas de las teorías del origen divino o monogenista de la
especie humana. Goethe que perseguía la unidad de la naturaleza defendía que todos los
animales debían proceder de un animal primigenio. El hecho de que en los humanos no se
hallara el hueso intermaxilar contradecía su tesis. Sin embargo, en 1784, mostró usando
métodos de la morfología comparada que la mandíbula humana mostraba huellas de una
estructura similar al hueso intermaxilar en otros mamíferos, en el intermaxilar superior.
Demostró que en la fase embrionaria este intermaxilar es perfectamente visible, antes de
haberse soldado. Su descubrimiento suponía la integración definitiva del ser humano en la
naturaleza.
2. Describa el paso del estudio de la diversidad de las razas al estudio del origen del ser
humano.
El diferente desarrollo de unas razas respecto de otras, entre el Viejo y Nuevo mundo solo
podía ser explicado pensando a los diversos pueblos como procedentes de parejas distintas. La
pregunta por la diversidad de las razas fue en este sentido el hilo conductor de los temas
fundamentales de la antropología biológica, es decir, del origen del ser humano.
3. ¿Puede explicar la importancia del estudio científico del origen del ser humano para la
antropología filosófica?
Prichard destaca la capacidad de los seres humanos para mejorar para tareas precisas
mediante la selección de las ventajas hereditarias. La domesticación se logra cuando se
obtienen cualidades transmisibles. A Prichard le interesan las causas profundas que actuando
sobre los padres les influencian para producir un vástago con ciertas cualidades peculiaresque,
de acuerdo a la ley de la naturaleza se convierten en hereditarios y modifican la raza. Como
ejemplo fundamental, a Prichard en la domesticación le parece observar una pérdida del color
y un crecimiento, hecho que haría que la especie humana hubiera evolucionado del negro al
blanco y no al revés como se creía en el monogenismo.
5. ¿En qué sentido invalidaría la crítica engelsiana-marxiana la teoría darwinista y en qué
sentido no la invalidaría?
En la «selección natural» no hay lucha por nada sino una adaptación más eficaz que otra y que
por eso permite sobrevivir, sin que sea necesario luchar. Además Darwin estaba acentuando al
individuo como soporte de la evolución, pero a partir del individuo no se entienden los grandes
pasos de la evolución. El propio Darwin confiesa la dificultad de creer que el ojo se ha formado
por selección natural. Así el darwinismo es una teoría de la selección natural producida sobre
la base de la lucha por la existencia defendida por el liberalismo decimonónico como principio
de la vida social y especialmente eficaz en el capitalismo.
2. ¿Qué significa la frase de E. Morin que el ser humano es un ser cultural por naturaleza
porque es un ser natural por cultura?
Esta afirmación es el punto que probablemente más diferencia al ser humano de cualquier
otra especie. La hominización actúa acentuando aspectos o funciones ya existentes, que son
seleccionadas, no solo en función de la presión selectiva del ambiente, sino también en virtud
de la potenciación de elementos internos a la especie, en concreto, en virtud del mayor
rendimiento que de ese modo se consigue de las técnicas que han sido adoptadas ya en la
etapa anterior. Por eso es ya la cultura la que selecciona unas mutaciones, la que en una
población selecciona las variantes genéticas de esa población que a su vez encontrará en la
cultura su complemento necesario.
3. ¿Qué importancia filosófica tiene estas cuestiones para la discusión sobre el tema de la
relación entre la naturaleza y la cultura?
Primero de todo, es necesario definir qué es la proterogénesis. Esta es una cualidad muy
importante de la evolución que consiste en adelantar en la ontogenia el futuro de la filogenia.
La proterogénesis es la inversión de la tesis usual clásica, que pensaba que las fases del
embrión siguen las fases del desarrollo de la evolución (palingénesis). Pero según la
proterogénesis, los nuevos caracteres que inician una nueva dirección evolutiva, se presentan
ya en los estadios iniciales de la morfogénesis, mientras que los estadios de madurez y vejez
reflejan estadios filogenéticos pasados. Esta proterogénesis está vinculada a la creciente
juvenilización de la especie. Obviamente aquí la juvenilización de la especia es decisiva, dado
que la etapa infantil o juvenil es la etapa en la que se puede aprender, es decir, establecer
conexiones cerebrales.
El simio se parece tanto a nosotros que conviene saber cómo se comporta para entendernos a
nosotros mismos. Si somos primates, es imprescindible conocer cómo se comportan los otros
primates. De esta manera, podremos saber cómo nos comportábamos cuando éramos
prácticamente como los primates, es decir desde hace unos 6 millones de años.
Por tanto, la importancia del Ardipithecus es máxima, porque el hecho de la pérdida de los
caninos en los machos indica que se ha cambiado el estilo de vida, de un agonismo entre
machos, para el que los caninos eran fundamentales, a una situación de cooperación. La
desaparición del agonismo entre machos indica que ya no se pelean por el acceso a las
hembras, por lo que cambia totalmente la estrategia reproductiva, de machos no inversores
ahora se cambia a machos inversores, es decir, que para acceder a las hembras tienen que
aprovisionarlas y contribuir al cuidado de las crías. Eso es lo que genera la formación de
parejas estables, en las que el sexo, un sexo no reproductivo, está garantizado. Así empieza la
línea homínida, que llevará al humano. Es muy posible que esta línea se hubiera afianzado en
ese momento o más adelante
Existía la necesidad de encontrar un eslabón entre los homo sapiens finales y los homo
erectus. Este será el homo ergaster. Es muy posible que la diferencia entre nosotros y el H.
ergaster no sea sino de grado de competencia intelectual, y tal vez de mayor desarrollo
lingüístico, sin grandes cambios. El H. ergaster que se queda en África evoluciona hacia un
Homo más avanzado y éste evoluciona hacia el H. sapiens, y que esta evolución ha sucedido
hace más de 200.000 años, porque con estos descubrimientos queda claro que hace más de
todos esos años en África ya vivía nuestra especie.
Por eso esta datación es muy importante, porque demuestra que hace más de 200.000 años
había ya humanos en África. Hay que pensar que el H. ergaster que se queda en África
evoluciona hacia un Homo más avanzado, el heildelbergensis africano, y éste evoluciona hacia
el H. sapiens, y que esta evolución ha sucedido hace más de 200.000 años, porque con estos
descubrimientos queda claro que hace más de todos esos años en África ya vivía nuestra
especie. Es posible que alguien se pregunte cómo se sabe que la evolución se dio en África.
Pues bien, ahora se sabe, por el análisis del ADN de las mitocondrias, que todos descendemos
de una Eva africana.
Tema 12- El <<biograma>> o naturaleza humana: una cuestión
polémica y los límites del naturalismo
1. ¿Cuál es la base de la concepción instrumentalista de la razón?
2. ¿Cuáles son los dos conceptos de cultura que se manejan o se deben manejar en el tema
de la relación naturaleza/cultura?
Otro concepto es el concepto de la cultura funcional. En este caso, entendemos que la cultura
empezó con un nivel funcional, que es el que se va incorporando en el organismo al
seleccionar las mutaciones más en consonancia con la utilización de instrumentos que la
propia cultura funcional iba poniendo a disposición de los grupos de homínidos.
3. Exponga los límites que parecen ser inherentes al concepto de razón instrumental.
Este tipo de razón instrumental no muestra el nivel autónomo fuera de las categorías de la
biología u otras categorías funcionales que no pueden ser abordadas simplemente de una
manera estratégica o funcional.