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DE
RODILLAS
DICK EAsTMAN
viIa
DEDICADOS A LA EXCELENCIA
EDITORIAL VIDA es un ministerio misionero
internacional cuyo propósito es proporcionar los
recursos necesarios para evangelizar con las buenas
nuevas de Jesucristo, hacer discipulos y preparar para
el ministerio al mayor número de personas en el
menor tiempo posible.
ISBN 0-8297-2029-4
Prólogo 9
1. La intercesión
Una manera de vivir 13
2. La piedad en acción
Las funciones de la intercesión.............. 29
3. Intensidad en la visión
Las prioridades de la intercesión 51
4. Contienda ordenada
Estableciendo estrategias de lucha
para la intercesión 70
5. Intercesión con autoridad
Claves para derribar fortalezas............. 89
6. Oración por los perdidos
(Una semana de intercesión)
Lunes: Seis preguntas de la intercesión .. 105
7. Oración por las autoridades
Martes: Invadiendo las esferas
de influencia 113
8. Oración por las naciones
Miércoles: Enfrentándose a las
fortalezas enemigas 123
8 El amor de rodillas
Fundamentos de la intercesión
Un intercesor es un hombre, una mujer o un
niño que lucha en favor de los demás. En sí, la
intercesión es la actividad que más nos identifica
con Cristo. Ser intercesor es ser como Cristo
porque eso es Él. ¡Él vivió siempre para interce-
der! (Hebreos 7:25; Romanos 8:34).
Pero ¿dónde comienza exactamente nuestra
búsqueda para llegar a ser intercesores como
Cristo? Cuatro conceptos sencillos y fundamen-
tales nos ayudan cuando comenzamos nuestro
viaje.
En primer lugar, debemos comprender nues-
tro ''privilegio'' como intercesores. Cristo está
siempre a la diestra de Dios, y desde su posición
Él intercede continuamente por los santos. En la
Biblia se menciona el estar a la diestra de Dios
como un gran privilegio y placer: "... Delicias a
tu diestra para siempre" (Salmo 16:11). Así que,
cuando participamos en la oración intercesora,
es nuestro privilegio y placer unirnos con Cristo
a la diestra de Dios en esa emocionante tarea.
¿Qué pudiera ser más emocionante que estar en
la sala del trono en el corazón de la actividad
transformadora del mundo? ¡Allí estamos rodea-
dos por seres angelicales que participan en in-
cansable adoración cuando nos unimos a Jesu-
cristo en la destrucción de las obras de Satanás!
En realidad, el trabajo de un intercesor es un
privilegio al más alto nivel. Es ser compañero de
Cristo en su ministerio supremo de reconciliar a
toda la humanidad con Dios el Padre.
En segundo lugar, debemos comprender nues-
La intercesión 26
¡Haga algo!
Cuanto más estudiamos la intercesión, tanto
más nos percatamos del amplio campo de esa
actividad espiritual. Cualquiera de las pautas
presentadas en estas páginas pudiera absorber
toda una hora de oración intercesora. Los inter-
cesores veteranos saben que cuanto más nos
conmueve una carga, tanto más tiempo requiere.
Resulta fácil de comprender cómo Ana llegó a ser
intercesora constante (véase Lucas 2:36). Ana
pudo ayunar y orar día y noche porque estaba
conmovida con las grandes preocupaciones de
quienes la rodeaban.
Aplicado a nuestra oración, debemos conmo-
vernos con la suprema carga del corazón de Dios,
que es la total evangelización del mundo y la
resultante consumación de la Esposa de Cristo.
¡Cuando eso ocurra llegará su reino! (Véanse
Mateo 24:14; Apocalipsis 11:15.)
7
,
ORACION
POR LAS AUTORIDADES
M~J~
IM~Je~
Lucha concentrada
Como el Plan Miqueas muestra varios enfo-
ques de oración generalizados, es importante
que expongamos diversos enfoques de oración
especializados por los intercesores que desean
conducir una lucha má~ concentrada por los que
están en eminencia.
En primer lugar, podemos pedirle a Dios que
los líderes injustos cometan errores que contri-
buyan al progreso del evangelio de Jesucristo. El
salmista oró acerca de los calumniadores: "Sean
vestidos de ignominia los que me calumnian.
Sean cubiertos de confusión como con manto"
(Salmo 109:29).
A menudo los misioneros han contado que se
han abierto, las puertas para las actividades
evangelísticas sencillamente debido a los errores
cometidos por los líderes políticos. En una nación
comunista, por ejemplo, el gobierno procuraba
aminorar el impacto político de la Iglesia Cató-
lica. Por esa época Cada hogar para Cristo,
organización de la que soy presidente, estaba
procurando el permiso para llevar Biblias de
casa en casa por toda esa nación. El gobierno
accedió al pensar que el permitirle tal libertad a
un grupo protestante debilitaría a los católicos.
En realidad, éstos se pusieron contentísimos de
que millares de personas de su país recibieran
Biblias.
En segundo lugar, podemos pedirle a Dios que
los líderes despóticos caigan del poder al recibir
consejos desacertados.
Cuando David clamó acerca de quienes esta-
Oración por las autoridades 117
La sentencia de muerte
Pablo se refirió a la importancia de quienes lo
ayudaron a librar sus guerras espirituales me-
diante la oración. A los cristianos corintios Pablo
les escribió: ''Porque, hermanos, no queremos
que ignoréis acerca de nuestra tribulación que
nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados
sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de
tal modo que aun perdimos la esperanza de
conservar la vida. Pero tuvimos en nosotros mis-
mos sentencia de muerte, para que no confiáse-
mos en nosotros mismos, sino en Dios ... coope-
rando también vosotros a favor nuestro ..."
(2 Corintios 1:8,9,11).
No sólo hemos de pedir que el Señor de la mies
"envíe" obreros a su mies (Mateo 9:37-38), sino
que también debemos pedir por los que ya están
trabajando en esa mies. Pablo vio esa necesidad.
A menudo habló de ''hacer mención" de sus cola-
boradores en la oración (véase Romanos 1:9).
Una pauta de oración que Pablo empleó para sus
colaboradores es particularmente significativa.
Comienza: ''Por lo cual también nosotros, desde
el día que lo oímos, no cesamos de orar por
vosotros ..." (Colosenses 1:9). Luego Pablo enu-
mera varios objetivos que le pedía al Señor que
lo ayudara a alcanzar. Pudiéramos llamarles a
esos objetivos las diez "peticiones colosenses"
para los obreros cristianos.
La primera serie de cinco peticiones se rela-
cionan con una dádiva de revelación: Dios le
revela sus resultados deseados al obrero. La
segunda serie de cinco peticiones se relacionan
Oración por los que trabajan . . , 139
~~
El factor de la sabiduría
En primer lugar, para interceder por los en-
fermos o afligidos debemos buscar la sabiduría
de Dios. "La sabiduría es lo principal - dice
Proverbios -. Y con la sabiduría adquiere inte-
ligencia" (véase Proverbios 4:7).
La sabiduría es fundamental. ¿Cuál es la
voluntad de Dios en una circunstancia determi-
nada? Jesús nos enseñó a orar: "Venga tu reino.
Hágase tu voluntad ..." Pero a veces es difícil
determinar su perfecta voluntad en cuestiones
relacionadas con la sanidad física. Algunos que
están enfermos, por ejemplo, necesitan oración
por disciplina en cuanto al cuidado adecuado de
su cuerpo más bien que por sanidad de una
enfermedad causada por tal descuido. Dios bus-
ca sanidades que duren más bien que "curitas de
mercurocromo" que lleven a peores condiciones.
Dios pudiera sanar la hipertensión arterial cau-
sada por el peso excesivo en un instante; pero Él
pudiera optar por permitir esa sanidad sólo me-
diante la disciplina de la persona para perder
treinta o cuarenta libras. Como intercesores,
necesitamos sabiduría para saber orar sobre
tales cuestiones.
Considere el ejemplo de Pedro cuando le infor-
maron de la muerte de Dorcas (Hechos 9:39-41).
Pedro oró antes de ordenarle a Dorcas que se
levantara de los muertos. Aunque especulativo,
esa oración inicial pudo muy bien haber sido por
la sabiduría que necesitaba acerca de la volun-
tad de Dios en el asunto. Sí sabemos que cuando
al fin Pedro ejerció su autoridad, no le pidió a
158 El amor de rodillas