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La grave Crisis Económica y Política de Colombia

Actual
Desde la década de 1950, cuando comenzó el conflicto colombiano, el país se ha
visto envuelto en una larga guerra civil. Junto con Honduras y Nicaragua,
Colombia es uno de los países centroamericanos más afectados por la violencia.
Según un informe reciente de la organización sin fines de lucro All Eyes on
Colombia, en 2015 Colombia tenía el tercer mayor número de desplazados
internos en el mundo. La violencia en curso ha resultado en la pobreza y la
destrucción de su nacionalidad. Sin embargo, los recursos naturales de Colombia
lo han convertido en uno de los mayores productores mundiales de cocaína y
otras drogas. Con el tiempo, esta disparidad ha resultado en una crisis económica
que se ha extendido mucho más allá de sus fronteras nacionales.
Desde 2014, cuando Juan Manuel Santos fue elegido presidente para un segundo
mandato, la crisis se ha agravado aún más por razones económicas y políticas. .
La recesión económica causada por la disminución de los precios de los productos
básicos continuó en 2014-15 y, posteriormente, la situación económica del país (la
situación económica de la economía) empeoró rápidamente. En 2016, según All
Eyes on Colombia, el PIB del país disminuyó un 12 % entre 2015 y 2016. Ese año
también se registró un aumento de la inflación y el desempleo a niveles no vistos
desde 2009. En 2017, según All Eyes on Colombia, la inflación alcanzó el 32 por
ciento y el desempleo subió al 10 por ciento.
Para empeorar las cosas para la gente, el ex presidente Juan Manuel Santos no
logró unir al país detrás de sus políticas. Al principio apoyó a su antecesor
negándose a darle apoyo militar durante las conversaciones de paz con el grupo
rebelde FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Estas
conversaciones comenzaron en 2012 bajo el expresidente Álvaro Uribe y
terminaron luego de que se llegara a un controvertido acuerdo de paz entre el
gobierno y representantes de las FARC en junio del año pasado. Después de que
fracasara un intento fallido de paz a través de la negociación con los líderes de las
FARC, el ex presidente Santos acordó apoyar una campaña aérea contra los
escondites rebeldes, algo que su predecesor se había negado a hacer. Estas
campañas resultaron en muchas muertes de civiles, pero finalmente ayudaron a
conducir a conversaciones de paz con representantes de las FARC.
A pesar de estos esfuerzos hacia la paz, sin embargo, las continuas hostilidades
entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes han estancado el progreso para
terminar el conflicto de una vez por todas. Por ejemplo, All Eyes on Columbia
informó que solo el 38 por ciento de todos los rebeldes de las FARC participaron
en conversaciones de paz el año pasado debido a los ataques del gobierno contra
los líderes rebeldes. Durante estas conversaciones, algunos guerrilleros rebeldes
también admitieron públicamente por primera vez que ahora estaban trabajando
para el gobierno después de que el expresidente Uribe los obligara a exiliarse
hace décadas. Desafortunadamente, las hostilidades entre los rebeldes y las
fuerzas gubernamentales continúan hoy sin un final a la vista.
Mientras la situación económica del país continúa empeorando, el actual
presidente Iván Duque ha heredado un país dividido de su antecesor este año. Al
comenzar su mandato como líder para un segundo mandato el 1 de julio, se
enfrenta a una tarea aún más difícil que la de su predecesor: unir a Colombia
detrás de sus políticas en medio de las continuas hostilidades entre las fuerzas
gubernamentales y los rebeldes por igual. La violencia en curso ha causado
pobreza y devastación mucho más allá de cualquier cosa causada por las drogas
por sí solas.

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