Está en la página 1de 34

2

5 Buscando la gloria de Dios

7 Todo para El Señor 1 Corintios 10:23-33

13 Guía divina 2 Reyes 2 3

21 Decisiones sabías Deuteronomio 32:28-29

29 Dios El guía Hechos 16:1-10


4
Reconoced que Jehová es Dios;
Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
Salmos 100:3

5
La razón de nuestra vida, no somos nosotros mismos, sino la
gloria de Dios. El problema es que hemos nacido y vivido en
una sociedad, que habiéndose alejado del proyecto de Dios,
ahora vive sumida en su propia egolatría. Donde a través de
cualquier medio se busca añadir algo de gloria a la persona.
Sin darnos reconocer que en ello estamos faltando a los
principios más básicos de la fe. Pues cuando tomamos la
gloria para nosotros mismos estamos afrentando el Nombre
de Dios.

En el desarrollo de nuestra fe, aprendemos que la razón de


nuestra salvación así como el ejercicio de los talentos, dones
y ministerios que hemos recibido, tienen como fin el que Dios
sea glorificado. Reconocer que Él es Dios, entonces es mucho
más que cantar u orar en algunos momentos para pedirle sus
bendiciones. Reconocer que Él es Dios, nos lleva
directamente a una vida que está al servicio de la gloria de
Dios. Donde a través de la totalidad de nuestra vida buscamos
que Dios sea glorificado.

A nivel individual ajustamos nuestra vida, al patrón señalado


por las Escrituras. Pues al cumplir con ellas, manifestamos
que efectivamente la gracia de Dios se ha posado sobre
nosotros y así Dios recibe la gloria, en vidas que son
obedientes a sus mandatos.

En el comunitario, hemos sido hechos iglesia. Para que en la


colectividad demos la gloria al Señor. A través de un modo de
actuar que muestra claramente que hemos sido rescatados y
transformados por el Señor. El ejercicio de los carismas que
Dios ha dado a su Iglesia. Tienen como fin edificar el cuerpo
de Cristo, y así capacitarle hacia el cumplimiento de la misión
6
a la que todos hemos sido llamados. Reconociendo que en el
ejercicio de los dones ministeriales, la capacidad no es nuestra
sino de Dios. Así es el Señor, quien debe recibir toda honra.

No que seamos competentes por nosotros mismos para


pensar algo como de nosotros mismos, sino que
nuestra competencia proviene de Dios, 2 Corintios 3:5

El objetivo de nuestra vida y misión es que nuestro Dios sea


glorificado, así que si nuestro nombre incluso permanece
anónimo es mejor.

Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a


Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros
siervos por amor de Jesús. 2 Corintios 4:5
Todo para el Señor
23
Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito,
pero no todo edifica.
24
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
25
De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin
preguntar nada por motivos de conciencia; 26 porque del
Señor es la tierra y su plenitud.
27
Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se
os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de
conciencia. 7
28
Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos; no
lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por motivos
de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud.
29
La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por
qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro?
30
Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser
censurado por aquello de que doy gracias?
31
Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo
para la gloria de Dios.
32
No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de
Dios; 33 como también yo en todas las cosas agrado a todos,
no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para
que sean salvos.
1 Corintios 10: 23-33
¿Todo nos es lícito?
Jesús dijo que Él había venido a hacernos verdaderamente
libres.
Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente
libres. Juan 8:36

Pero también las Escrituras, nos dicen que no usemos la


libertad como pretexto para hacer lo malo.
Hermanos, Dios los llamó a ustedes a ser libres, pero
no usen esa libertad como pretexto para hacer lo malo.
Al contrario, ayúdense por amor los unos a los otros.
Gálatas 5:13 TLA

Estos dos textos nos pueden servir de marco para poder


comprender la idea inicial. Todo me es lícito, pero no todo
8 conviene.

No todo conviene
¿Todo es lícito?
No todo edifica

Nuestro texto inicia con una pregunta retórica. Todo me es


lícito. Donde de hecho la respuesta está implícita.
Efectivamente no todo nos es lícito, porque no todo
conviene, ni todo edifica.

Así entonces hemos de buscar las cosas que traen beneficio y


que traen el crecimiento de la casa. Pues estás serán las que
no solo traerán bendición a nuestra vida, sino que también
servirán para la gloria de Dios.
Lo que no conviene
Nuestro texto, nos provee de algunas ideas de lo que no nos
es permitido, pues causaría daño propio, así como al cuerpo
de Cristo.

1. La búsqueda individualista del beneficio


personal. El mensaje general de las Escrituras, es que
fuimos llamados a ser Iglesia. Esto es a formar parte
de una comunidad, donde el centro del interés está en
la colectividad y no en el beneficio propio. Desde el
Antiguo Testamento, las leyes de Levítico,
Deuteronomio, están enfocadas en la igualdad de
derechos para todos los participantes. La tierra fue
repartida entre las 12 tribus. Las leyes protegían
particularmente a los más pobres o en situaciones de
desamparo (huérfanos y viudas). El propósito aún en 9
el Nuevo testamento es el fortalecimiento de la
comunidad a través de acciones específicas a favor del
prójimo. De allí diversas historias que son narradas en
los evangelios y que nos invitan a superar nuestro
egoísmo para favorecer a otros. O más aun, a
hacernos prójimos del otro a fin de hacernos uno. El
servicio y la ministración cristiana en este sentido son
a favor de nuestros hermanos y de la comunidad
social donde la iglesia ha sido puesta para ser
anunciadora del Reinado de Dios. El servicio al otro,
en el mensaje cristiano es visto como una forma de
servicio a Cristo.
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que
en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos
más pequeños, a mí lo hicisteis. Mateo 25:40
2. No ser tropiezo para otros. El mensaje de Jesús en
realidad es más radical de lo que en muchas ocasiones
nos gustaría leer. En el específicamente se nos
advierte sobre el no ser tropiezo para los más
pequeños.
Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos
pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le
colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que
se le hundiese en lo profundo del mar. Mateo 18:6.
El modo de no ser tropiezo para ellos es tener una
conducta irreprensible (aproskopos ἀπρόσκοπος).
Pues es a través de nuestra forma de conducta que
ellos podrán percibir la gloria de Dios reflejada sobre
los discípulos de Cristo. Se consideran aquí tres
grupos de personas.
10
1. Para los que están llegando a ser iglesia.
2. Para los que forman parte de la comunidad
3. Para los que ya pertenecen a la iglesia de Dios.

En estos tres grupos poblacionales, podemos


encontrar la totalidad de las personas. Y cobra
importancia, porque nuestra forma de conducta
influirá particularmente en los que recién se están
agregando a la Iglesia. Pero también en aquellos que
no tienen ningún testimonio de la fe, y donde nuestra
forma de vivir se convierte en una carta abierta que es
leída por todos. cf. 2 Corintios 3:2,3. Y que servirá de
testimonio para los que aún no conocen el evangelio.
El último de estos grupos nos invita a cuidar de no ser
causa de tropiezo para los que ya han sido salvados
por Cristo.
Dios es el Señor de la conciencia
Solo Dios es el Señor de nuestra conciencia. La cual es aquella
facultad mediante la cual llegamos a saber la voluntad de Dios,
y a través de la cual el gobierna nuestra vida. De modo que al
estar nuestra conciencia a Cristo, en ello somos
verdaderamente libre.

La libertad de Conciencia que Dios nos ha dado, nos coloca


como libres de todo atavismo cultural. Que nos segregue o
alinee. Pues cuando nuestra conciencia está sujeta a Cristo.
Con ella reconocemos el Señorío de Cristo sobre nuestra vida

Sin preguntar Porque del Señor


Prácticas
nada por motivos es la tierra y su
culturales
de conciencia plenitud
11
Afirmando que Él es Señor, y toda la tierra y los que en ella
habitamos le estamos sujetos.

Entendiendo de esta forma que nuestra conciencia, solo


puede estar sujeta a Cristo, que podemos comprender que el
ejercicio de la libertad cristiana, también nos lleva a cuidar de
la conciencia de los otros. Pues hemos de pensar en función
del bienestar de otros y de la influencia que nuestras acciones
tienen sobre ellos.

Es por ello que hemos de cuidar la forma en como nos


conducimos. Pues participar de algunas prácticas culturales de
nuestra sociedad pueden ser de prejuicio para nuestros
hermanos.
Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento,
sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia
de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo
sacrificado a los ídolos? 1 Corintios 8:10

En este caso si bien, podría alguien argumentar que


actualmente no realizamos cosas relacionadas
específicamente con la idolatría. No hemos de pasar por alto,
que los ídolos de aquella época en realidad eran una pluralidad
de cosas. De modo que hemos de ver que nuestra libertad no
sea causa de tropiezo para otros.

Es mejor en este caso como el mismo apóstol señalo:


Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin
ofensa ante Dios y ante los hombres. Hechos 24:16

12
Una mejor propuesta
Por la libertad que nos ha sido otorgada por medio de Cristo,
es que nuestra vida, ahora no está sujeta a situaciones
culturales. Podemos actuar en libertad porque nuestra
conciencia ahora es sierva de Cristo. Y es en función ella y
por amor de nuestros hermanos, que vamos más lejos de lo
que la cultura nos propone, para buscar que Dios sea
glorificado en todo lo que hacemos.

Nuestro actuar solo puede tener como objetivo que Dios


reciba la gloria. Y para ellos cuidamos de que nuestro actuar
no sea estorbo para nadie.
Guía Divina
Cuando buscamos la gloria de Dios, una de las áreas
privilegiadas en ello es buscar que sea Dios quien nos guie.
En esto reconocemos en ello nuestra necesidad de que sean
mis caminos los que se adapten a los caminos de Dios.

En esta búsqueda de la guía de Dios para nosotros, hemos


también de reconocer, que no se obtiene por cuestiones
mágicas o meritorias. Pues pese a nuestra búsqueda en
realidad depende de la forma y manera en que Dios, 13
finalmente se revela en nuestra vida y de allí de su guía.

Para ver como ocurre, veremos en primer lugar el relato de la


sucesión profética de Elías a Eliseo. Para después considerar
algunos puntos que nos ayudarán a discernir la guía de Dios
para nuestra vida.

Persistir en la búsqueda del don de Dios

1 Nuestro relato inicia presentándonos la intención de


Dios para llevar a Elías a Su presencia. Pero no se
realiza, venir Elías acompañado de Eliseo (v.1).
2 Elías intenta separarse de Eliseo en diversas ocasiones.
Pero Eliseo sabiendo lo que habrá de ocurrir. Y
buscando recibir una bendición en el momento en que
esto ocurriese, evita ser dejado atrás y persiste en estar al lado
de Elías.

3 Eliseo persiste en continuar con Elías, sin desanimarse


pese a que distintos grupos de profetas, le advierten
sobre el hecho de que Dios habría de llevarse a su señor
en ese día.

4 Recibir la bendición de Dios, no depende de la


persistencia de Eliseo. Tampoco está en la capacidad de
Elías, pasar la bendición a su discípulo.

9
Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que
14
quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti.
Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu
espíritu sea sobre mí.
10
Él le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando
fuere quitado de ti, te será hecho así; más si no, no.
11
Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un
carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos;
y Elías subió al cielo en un torbellino. 2 Reyes 2:9-11

5 Nuestra determinación para obtener la guía de Dios, es


importante, pero no la determina. Es Dios en su gracia,
quien determina su presencia y guía sobre nosotros.
Para ejercer un ministerio, así como para nuestro diario vivir.
6 Hay una constatación de que la guía de Dios se
manifiesta sobre una persona. La gente puede percibir
cuando una persona es guiada por Dios.

14
Y tomando el manto de Elías que se le había caído,
golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de
Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las
aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.
15
Viéndole los hijos de los profetas que estaban en
Jericó al otro lado, dijeron: El espíritu de Elías reposó
sobre Eliseo. Y vinieron a recibirle, y se postraron
delante de él. 2 Reyes 2:14-15

La guía divina
15
Cómo Eliseo, todos tenemos que descubrir a Dios por
nosotros mismos si vamos a ser guiados divinamente por Él.
Los siguientes 7 puntos se tienen en cuanta para discernir la
voluntad de Dios.

1. Conciencia. ¿Deberíamos permitir que nuestra


conciencia sea nuestra guía? Nuestra conciencia es
una función de nuestras mentes, y puede estar
contaminada.
Todas las cosas son puras para los puros, más para los
corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente
y su conciencia están corrompidas. Tito 1:15

El Espíritu Santo es nuestra guía. La falsa culpa puede


producir una conciencia culpable; y por otra parte una
conciencia desarrollada con deficiencia no sentirá
culpa. La salvación y el crecimiento en Cristo
renuevan nuestras mentes y conciencias. Pablo dice:
Por esos procuro tener una conciencia sin ofensa ante
Dios y ante los hombres.

2. Señales. La idea de pedir señales proviene de la


historia de Gedeón. En Jueces 6. Gedeón le pedía a
Dios una señal que le confirmara lo que Dios ya le
había revelado.
36
Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano,
como has dicho, 37 he aquí que yo pondré un vellón de lana en
la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando
seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel
por mi mano, como lo has dicho. Jueces 6:36-37
16
Gedeón realmente no demostraba fe en Dios, pues
ya El Señor se había manifestado ante el con toda
claridad.
Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de
ti, me des señal de que tú has hablado conmigo. Jueces 6:17

Y extendiendo el ángel de Jehová el báculo que tenía en su


mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura; y
subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin
levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista. Jueces
6:21

¿Cuántas veces Dios tiene que decir algo antes de que


estemos seguros de que eso es lo que verdaderamente
quiere? ¿Cuánta confirmación más necesitamos para
hacer lo correcto?
3. Circunstancias. Algunas personas se dejan guiar
por las circunstancias de la vida. Si las circunstancias
son desfavorables, sacan la conclusión de que no es la
voluntad de Dios; y si las circunstancias son
favorables. Asumen que están en la senda correcta, y
que finalmente siempre se cumple la voluntad de
Dios. Es claro que las circunstancias no son guías
confiables pues las personas van sin rumbo y
dirección, siendo presas de las circunstancias. Les
cuesta trabajo asumir la responsabilidad que Dios les
ha dado. Hemos de mantener un sano equilibrio en
nuestra comprensión de la voluntad de Dios y la
responsabilidad humana. Así que necesitamos una
mayor determinación para permanecer fieles al
consejo claro que la Palabra de Dios nos brinda.
17

4. El Consejo de otros. Donde no hay dirección sabía,


caerá el pueblo; más en la multitud de consejeros hay
seguridad. Proverbios 11:14. Siempre es importante
buscar el consejo de hombres que viven de un modo
más pleno su fe y en los que se pueden percibir los
frutos del Espíritu de Dios. Ellos pueden ser buenos
consejeros que nos ayuden a discernir cual es la
voluntad de Dios, para nosotros.
El justo sirve de guía a su prójimo; Proverbios 12:26

Sin embargo no se trata simplemente de seguir el


consejo de alguno de nuestros hermanos mayores en
la fe. Sino de depender de la guía de Dios. Pues Solo
Dios puede ser nuestro consejero infalible. Ese es
justamente el papel del Espíritu de Dios en nuestra
vida
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la
verdad… Juan 16:3

5. Dones y habilidades. Dios siempre nos guía de una


manera consistente con lo que nos ha equipado. Dios
nunca nos pedirá que nos transformemos en alguien
que no somos, ni nos pedirá que hagamos algo para
lo que no estamos calificados.
6
De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que
nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la
fe; 7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza;
8
el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con
liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace
18
misericordia, con alegría. Romanos 12:6-8

Desafortunadamente, muchos cristianos no se dan


cuenta de las capacidades que ya Dios puso en su vida.
Necesitan también dar el paso de fe que les llevara a
que Dios cumpla Su propósito en ellos.

6. Deber. Nuestro llamado no es para ver lo que esta


oscuramente a lo lejos, sino lo que tenemos
claramente a mano. No necesitamos nada especial que
nos guie para hacer nuestro deber cristiano, ni una
confirmación subjetiva para hacer lo que se enseña
claramente en las Escrituras. A través de la Biblia
tenemos claramente lo que Dios desea de nuestra
vida.
Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová
de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte
ante tu Dios. Miqueas 6:8

7. Deseos. Si seguimos nuestros deseos naturales,


podemos desviarnos con facilidad. Sin duda no se
trata solo de seguir nuestros deseos, sino de seguir la
guía de Dios, pues el deseo de nuestro corazón suele
ser engañoso.
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso;
¿quién lo conocerá? Jeremías 17:9

Sin embargo si nos deleitamos en el Señor. Él nos


dará los deseos de nuestro corazón
Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Salmos 37:4
19

Pero primero es deleitarnos en el Señor, y después


nuestros deseos serán transformados.

Sin duda al buscar la guía divina para nuestra vida. Podemos


echar mano de esta promesa que Dios dio a Salomón y que
podemos hacer nuestra.

Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis


mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus
días. 1 Reyes 3:14
20
Decisiones Sabias
28
Porque son nación privada de consejos,
Y no hay en ellos entendimiento.
29
¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto,
Y se dieran cuenta del fin que les espera!
Deuteronomio 32:28-29

Estas palabras estaban dirigidas hacia un pueblo de Dios, con


poco discernimiento. Que carecía de sabiduría para conocer 21
su propio destino y misión. Una pregunta que hoy podríamos
hacernos es: ¿Cómo es posible que el pueblo de Dios,
careciera de sabiduría para tomar decisiones sabias? Y la
respuesta nos la presenta el mismo contexto. Se trata de
olvido y menos precio de Dios.
15
Pero engordó Jesurún, y tiró coces (Engordaste, te
cubriste de grasa); Entonces abandonó al Dios que
lo hizo, Y menospreció la Roca de su salvación. 16
Le despertaron a celos con los dioses ajenos; Lo
provocaron a ira con abominaciones. 17 Sacrificaron a
los demonios, y no a Dios; A dioses que no habían
conocido, A nuevos dioses venidos de cerca, Que no
habían temido vuestros padres. 18 De la Roca que te
creó te olvidaste; Te has olvidado de Dios tu
creador. Deuteronomio 32:15-18
Olvidarse de Dios y menospreciarlo en realidad es más fácil
de lo que parece.

Ocurre frecuentemente cuando no consultamos con Dios


para la toma diaria de decisiones. O cuando trazamos nuestra
propia ruta, sin considerarlo. Quizá también de modo
frecuente cuando Dios, deja de ser prioritario en nuestra vida.
Y es relegado como un asunto de religión. Quizá también
cuando es considerado el último recurso del que hay que
echar mano cuando la situación se torna desesperada. En
lugar de ser el primero y motor de todas nuestras actividades.

Cuando Dios deja de ser el centro focal de nuestro existir,


entonces es fácil que otras cosas ocupen su lugar.
1. Pasamos por alto tener comunión diaria con Dios a
través de la Palabra y la Oración
22
2. Dejamos pasar los tiempos de adoración con el
Pueblo de Dios.
3. Postergamos estudiar seriamente la Palabra, a veces
aduciendo que ya sabemos lo suficiente.
4. El servicio a Dios a través de nuestros semejantes es
visto como algo que deben hacer otros
5. Compartir la Palabra y extender el Reino de Dios, se
ve como algo ajeno a mi experiencia.

Las consecuencias de este olvido y menos precio, pronto se


dejarán sentir.
1. Nuestra comunión con Dios, y espiritualidad, se torna
en un deber religioso
2. Pasamos de ser actores a espectadores
3. Nuestras decisiones y motivaciones son guiadas por
motivos distintos la Palabra de Dios
El olvido de Dios, poco a poco se va acendrando y llega el
momento en el que el creyente se vuelve casi insensible a las
acciones del Espíritu e indolente en cuanto a los asuntos del
Reino de Dios.

Ante ello Dios, no permanecerá impasible, sino que actuará a


favor de su pueblo. Trayéndolo de diversas formas de vuelta
a la comunión con Su Señor.

1. Dios enviará a sus enviados con el fin de que a través


de la Ministración de la Palabra, el pueblo vuelva al
Señor. Sin duda un excelente ejemplo de esto es el
papel del Bautista, en su llamado al arrepentimiento.
2
y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha
acercado. 3 Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías,
cuando dijo:
23
Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor,
Enderezad sus sendas Mateo 3:2

2. También el Señor, puede colocar a su pueblo en


situaciones límite, que hagan que este se vuelva hacia
Su Señor. Como puede ser el caso del joven conocido
en los relatos bíblicos como el hijo prodigo.

3. Ocasionalmente El Señor, disciplinará a su Pueblo, a


fin de volverle una vez más hacia el Señor. De hecho
en el trasfondo de este pasaje se encuentra una
situación así. Pues los 40 años en el desierto que paso
Israel, fueron una forma de disciplina para que
volvieran al Señor.
Dios quiere seguir guiando a su Pueblo.
Aún en medio de situaciones donde hemos perdido el rumbo,
podemos contar con que nuestro Dios, siempre está presto
para que corrijamos y así guiarnos hacia su voluntad.

Hemos de recordar que la presencia del Espíritu de Dios en


nuestra vida, tiene como fin el conducirnos.
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a
toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta,
sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las
cosas que habrán de venir. Juan 16:13

Dios está dispuesto a guiarnos y si nosotros podemos


reconocer nuestra necesidad de guía. El estará proveyendo lo
necesario para conducirnos. Y así hacer de nuestra vida no
solo un espacio de bendición sino para bendecir a otros. Solo
24
tenemos que acercar, y pedir que Él nos guíe.
5
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala
a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin
reproche, y le será dada. 6 Pero pida con fe, no dudando
nada; porque el que duda es semejante a la onda del
mar, que es arrastrada por el viento y echada de una
parte a otra. 7 No piense, pues, quien tal haga, que
recibirá cosa alguna del Señor. Santiago 1:5-7

Si hay una cosa tuviéramos que enfatizar sobre este texto es


decir, que hemos de hacerlo, confiando completamente en lo
que Dios va a hacer. Y puede que no veamos el camino
claramente. Pero Quien nos guía lo sabe con precisión.

Finalmente algunas consideraciones que nos ayuden a valorar


si estamos tomando decisiones correctamente.
¿Cómo tomar decisiones sabias?

1 ¿He orado por esto? Lo primero que hace un


cristiano sobre cualquier cosa es orar y buscar el Reino
de Dios. Recuerde que la oración que Jesús nos enseñó
nos conduce a la búsqueda de la voluntad de Dios en nuestra
vida. Pidiendo que su Reino se establezca sobre nosotros.

2 ¿Es consistente con la Palabra de Dios? La


voluntad de Dios para nuestra vida ya está revelada en
Su Palabra. Las decisiones que tomamos no pueden ser
contrarias a lo que la Biblia claramente expresa. Así que es un
excelente hábito consultar la Biblia antes de tomar una
decisión.
25

3 ¿Esta decisión o elección compromete mi


testimonio cristiano? Nuestra no nos pertenece a
nosotros mismos, sino que fuimos llamados a dar
testimonio de la obra de Dios en nuestra vida.

4 ¿Sera glorificado el Señor? ¿Busco la gloria del


hombre o la de Dios? ¿Puede hacerlo y glorificar a
Dios en su cuerpo? ¿Está preocupado por la reputación
de Dios o por la suya? ¿Esto edificará el Reino de Dios o el
mío?
5 ¿Elijo o actúo con responsabilidad? ¿Cuáles son
mis responsabilidades y cuál sería el curso de acción
más responsable a tomar? No puedo estar en la
voluntad de Dios y evadir mi responsabilidad.

6
¿Es razonable? Dios espera que nosotros pensemos.
Su guía puede trascender el razonamiento humano,
pero nunca lo excluye. Dios no pasa por encima de
nuestras mentes. Él opera a través de ellas. Nuestro Señor es
un Dios racional y sus caminos son razonables

26
7 ¿Existe una oportunidad realista? Las puertas
cerradas no están para echarlas abajo. Si tiene un
proyecto imposible, es posible que efectivamente Dios
está cerrando la puerta. Así como Dios abre puertas y nos
brinda posibilidades que no hubiésemos siquiera considerado,
también en ocasiones nos cierra la puerta para conducirnos
hacia su voluntad.

8 ¿Están de acuerdo los otros miembros del equipo?


¿Son neutrales o están espiritualmente sensibles?
Tengamos cuidado de no consultar solo a los que están
siempre de acuerdo o que temen ser honestos con nosotros.
También ha de considerar que hay otro grupo que dé común
está en desacuerdo, sin importar cuál es la propuesta.
9 ¿Tengo el deseo santo de hacerlo? El más grande
gozo de la vida es servir a Dios y estar en su voluntad.
El estar haciendo la voluntad de Dios, es algo que nos
hace estar bien y gozar de paz. No quiere decir, que no pueda
ser difícil, pero hay un gozo en el hacer la voluntad de nuestro
Padre. Si no deseamos nada menor que hacer la voluntad de
Dios, esto nos llevará a deleitarnos en esta misión. Y los
deseos del Señor serán los nuestros.

10 ¿Tengo paz sobre esto? Cuando estás en la


voluntad del Señor. El confirmará a través de la
presencia del Espíritu Santo al traer paz a tu vida.
Puede que las cosas pudieran tornarse difíciles e incluso ir
hacia donde no lo esperas. Sin embargo en medio de ello, uno
debería tener paz. Tener un espíritu atribulado, será muestra
27
de que algo no está bien.

Dios guíe nuestras decisiones


Podemos concluir con dos citas. La primera tomada del
Apóstol Pablo, aconsejando a su Discípulo Timoteo. :
Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento
en todo. 2Timoteo 2:7

Los consejos y guías nos pueden ser de ayuda, pero quien ha


de darnos el discernimiento para la toma de decisiones es
Dios.

La segunda cita es del libro de los Salmos.


Bendeciré a Jehová que me aconseja;
Aun en las noches me enseña mi conciencia. Salmos
16:7
El consejo y guía suprema de nuestra vida, siempre ha de
provenir de nuestro Dios.

28
Dios El Guía
1
Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto
discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente,
pero de padre griego; 2 y daban buen testimonio de él los
hermanos que estaban en Listra y en Iconio.
3
Quiso Pablo que éste fuese con él; y tomándole, le
circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos
lugares; porque todos sabían que su padre era griego.
4
Y al pasar por las ciudades, les entregaban las ordenanzas
que habían acordado los apóstoles y los ancianos que estaban 29
en Jerusalén, para que las guardasen.
5
Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban
en número cada día.
6
Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue
prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; 7 y
cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el
Espíritu no se lo permitió.
8
Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas.
9
Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón
macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a
Macedonia y ayúdanos.
10
Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para
Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que
les anunciásemos el evangelio.
Hechos 16:1-10
El modo en que Dios nos guía
He escuchado a muchos cristianos decir que están esperando
la confirmación de Dios, para poder emprender una misión.
Y hay cierta lógica en ello pues sin duda es imprescindible
tener la guía de Dios para las tareas que emprendemos.

Sin embargo hay algo un poco más profundo en cuanto a la


forma en como Dios guía nuestra vida. Pues ciertamente no
se trata de permanecer en el quietismo, hasta que un rayo de
luz ilumine nuestra vida dándonos la confirmación de lo que
debemos hacer.

Para ver el como Dios nos guía vamos a revisar la historia del
Apóstol Pablo y de como Dios le guía hacia un nuevo destino
misionero. El revisar esta historia nos permitirá ir haciendo
algunas observaciones que nos llevarán a obtener algunas
30
conclusiones.

1 En hechos 15:34,35. El Pablo y Bernabé habiendo


concluido su viaje misionero por Asia menor. Teniendo
gran éxito en la labor, pese a la oposición y habiendo
levantado nuevas iglesias cristianas.

2 Al regresar a su base misionera en Antioquia. Lo primero


que observamos es que siguen en la labor, no se retiraron
a descansar.
Y Pablo y Bernabé continuaron en Antioquía,
enseñando la palabra del Señor y anunciando el
evangelio con otros muchos. Hechos 15:35
3 Allí Dios pone en el corazón de Pablo el deseo de
regresar a la misión, para fortalecer a aquellas iglesias
donde habían estado.
Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé:
Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades
en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver
cómo están. Hechos 15:36

Podemos observar hasta aquí, que el deseo de servicio es


concordante con la voluntad de Dios y que El Señor respaldo
este ministerio haciéndolo fructificar. De esta manera
emprende Pablo su segundo viaje misionero.

4 Pablo y Silas, inician el recorrido por las Iglesias


agregando a Timoteo como un nuevo discípulo en el
equipo ministerial. La predicación apostólica era el contenido
31

básico de la predicación de este equipo.


4
Y al pasar por las ciudades, les entregaban las
ordenanzas que habían acordado los apóstoles y los
ancianos que estaban en Jerusalén, para que las
guardasen. 5 Así que las iglesias eran confirmadas en la
fe, y aumentaban en número cada día. Hechos 16:4-5

Dos elementos destacan en esta sección. El proceso


entrenamiento de discípulos es una constante en el ministerio.
Y Dios está confirmando lo que este equipo ministerial está
realizando en Su nombre.

5 Ahora es Dios, quien hace una corrección sobre el trabajo


que estos siervos están realizando. No es que estén
desarrollando algo mal, sino que El Señor les guía ahora hacia
donde Él quiere que den frutos.
6
Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue
prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en
Asia; 7 y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia,
pero el Espíritu no se lo permitió. Hechos 16:6-7

Dios cierra algunas puertas para guiar a sus siervos hacia


donde Él ha dispuesto para que fructifique aún más. El papel
de estos siervos es ser obedientes a la visión que Dios les
estaba mostrando.
Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para
Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba
para que les anunciásemos el evangelio Hechos 16:10

32
Dios nos guía cuando:
A. Estamos en movimiento. Este equipo ministerial se
encontraba trabajando. Muchos creyentes pasan
esperando descubrir la guía de Dios, mientras
permanecen sin hacer nada. Cuando en realidad ya
Dios nos ha indicado cual es la misión que nos
corresponde hacer. Así que cuando te encuentras
haciendo lo que la Escritura, ya señala, es posible que
recibas nuevas instrucciones, donde Dios te lleve
hacia una misión más amplia.

B. Cambios para fructificar. En la medida que estás


participando activamente en la obra de Dios. El Señor
se manifestará en tu vida, para hacer que des más
fruto. La historia de Jesús, sobre la viña (Juan 15), nos
muestra con claridad que los cambios que hace en
nuestra vida (Podar y Limpiar), son para poder dar
más frutos. De hecho en la fe cristiana, siempre
deberíamos estar pensando en el crecimiento y la
multiplicación. Estos cambios que Dios genera en
nuestra vida y ministerio. Tienen que ver con el
ejercicio de la fe. Pues puede que no sepamos con
anticipación hacia donde Dios está guiándonos. Pero
nunca llegaremos allí si no nos ponemos en camino.

C. Es una mayordomía ejercitada. Estos discípulos,


habían mostrado ser fieles en lo que Dios les había
encomendado. Habían estado fructificando en el
lugar donde Dios les había plantado (Antioquia).
Después mostraron fidelidad en el primer viaje
misionero. Durante el segundo, no solo siguieron
trabajando, sino que ampliaron el equipo ministerial.
33
Ahora Dios les envía a una misión más amplia.
Fácilmente podríamos poner aquí la enseñanza de
Jesús sobre mayordomía.
Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco
has sido fiel, sobre mucho te pondré Mateo 25:23

Al fructificar en el lugar donde Dios nos ha plantado.


Allí mostrar que somos fieles en lo que Dios nos ha
asignado. Y en el momento correcto El Señor abrirá
puertas para un ministerio que va a dar aún más
frutos. En el lugar y oportunidad que Dios tiene
preparado para ello.
La guía del Espíritu
En estos textos destaca la guía del Espíritu de Dios dirigiendo
la obra misionera y así conduciendo al liderazgo de la Iglesia.
El cual sobra decir, consiste no en el ejercicio de autoridad,
sino en la ejecución de la obra de Cristo.

En la misión la guía espiritual es imprescindible, pues no se


trata de estudios de mercado o de análisis sociológicos. Que
nos pueden ser útiles para conocer a las personas que
ministramos, pero finalmente solo la guía del espíritu es la que
nos conduce en la dirección correcta a donde Dios quiere que
vayamos.

Revisemos por último como El Espíritu se hace presente al


guiar a sus siervos.
34
1. El Espíritu Santo cerró la puerta dos veces a Pablo,
de manera que él se preguntaba qué dirección
geográfica debía tomar para anunciar el evangelio
2. Luego, en una visión (16.9), a Pablo se le da una
dirección definitiva, y él y sus acompañantes
obedientemente viajaron a Macedonia

El Espíritu Santo nos guía a buenos lugares, pero también nos


aparta de malos lugares. A medida que buscamos la voluntad
de Dios es importante saber qué quiere Dios que hagamos y
dónde quiere que vayamos, pero también es importante saber
qué no quiere Dios que hagamos y dónde no quiere que
vayamos.

También podría gustarte